Revista Salud a Diario Nº 35

Page 17

A

rgentina figura entre los diez países del mundo con más muertes por problemas del corazón. Esta ubicación, publicada en Circulation, la revista de la Asociación Americana del Corazón, mide la cantidad de muertes por enfermedades cardiovasculares en relación a las provocadas por otras causas y señala que estas patologías, causan en nuestro país, más del 30% de las muertes. Esto significa lisa y llanamente que provocan la muerte de una persona cada 5 minutos, nada menos que 288 muertes diarias superando a las producidas por todos los cánceres, las enfermedades respiratorias y los accidentes, en conjunto. Uno de los aspectos más dramáticos de su presentación, consiste además, en que aproximadamente en el 30 % de los casos, el fallecimiento ocurre en forma súbita y como primera y única manifestación de la enfermedad. No hay avisos, no hay advertencias. Las enfermedades del corazón son provocadas por factores personales o ambientales, es decir que por su presencia, jerarquía y particular combinación en un individuo dado, determinan una mayor o menor susceptibilidad a sufrirlas. Por este motivo se denominan factores de riesgo. Estos se encuentran identificados desde hace muchos años; su influencia se encuentra comprobada, así como también lo está el hecho de que su control va seguido de la disminución de la incidencia de estas enfermedades. ¿Por qué razón entonces, si conocemos al enemigo, no contrarrestamos tamaña amenaza?

Los nombres del enemigo

Los factores de riesgo mayores, son: • El aumento de las cifras de Colesterol. • La hipertensión arterial. • El tabaquismo.

En el desarrollo y crecimiento de esta verdadera epidemia de enfermedades cardiovasculares, hacen también su enorme aporte otros factores que se conocían como “factores de riesgo menores”, hoy reconsiderados como mucho más que “menores” ya que son factores de riesgo en sí mismos y frecuentemente se presentan juntos dada su interdependencia. Es muy frecuente, por ejemplo, que la obesidad abdominal se acompañe de diabetes, hipercolesterolemia y vida sedentaria. Todos estos factores por un lado se potencian entre sí geométricamente y por el otro son modificables. Su control mediante campañas poblacionales trae aparejada la mejoría de la salud de poblaciones enteras.

Un llamado a la prevención

En un brillante artículo publicado recientemente el Dr. Gustavo Alcalá analiza la prevención de las enfermedades del corazón con estrategias comunitarias. El autor señala aspectos erróneos en el enfoque de la comunidad médica, ya que está orientado de manera predominante a la detección del paciente de alto riesgo para someterlo a costosas intervenciones, tratando de limitar daños existentes en el corazón o las arterias de pacientes ya severamente enfermos. Cuando debería orientarse más a la prevención: estimular el control de los factores de riesgo permitiría evitar o al menos retrasar el desarrollo de la patología cardíaca y/o vascular a nivel poblacional. El Doctor Alcalá señala: “No son necesarios indicadores epidemiológicos más o menos sofisticados en un país como Argentina que dedica más espacio en los medios y recursos económicos a la campaña “Done sus órganos” que a “Cuide sus órganos mientras funcionan saludablemente”.

Agregó además que es tal la desidia de nuestros gobernantes y legisladores al respecto, que somos hoy, increíblemente, el único país de Latinoamérica que aún no ha ratificado el Convenio Marco para el Control del Tabaquismo de la Organización Mundial de la Salud. Si en un rapto de lucidez nuestro Congreso ratificara el convenio referido, permitiría comenzar a contar con armas efectivas invalorables en la lucha contra el flagelo del cigarrillo, para el que no hay campañas de prevención, ni suficiente información. Basta con señalar que el 40 % de nuestros niños son víctimas del tabaquismo pasivo, expuestos sin protección alguna al humo de tabaco fumado en su propia casa, por sus propios padres, quienes desprovistos de información no saben de los efectos perjudiciales de tamaña agresión a la salud cardiovascular de sus hijos.

¿Privilegiados los pobres?

Párrafo aparte para la pobreza, obscena condición a la que se ha visto reducida en las últimas décadas gran parte de nuestro pueblo, que es indudablemente otro de los más trascendentes elementos que conforman la mezcla explosiva que deriva en el hecho de estar entre los diez países del mundo en los que más gente se muere por problemas cardiovasculares. Menudo privilegio. Otra vez marcando el camino, sólo que, como casi siempre, en la dirección contraria al sentido común, a la investigación seria, la generación de políticas acordes de corto, mediano y largo plazo. Todas necesarias.

Lamentable liderazgo

Los mejores puestos son para Japón, Francia, Suiza y Australia. Salud a Diario • Nº 35

17


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.