maqueta erika

La Villa Santa Elena nació aproximadamente en 1965, en su primera etapa.

HISTORIA DE UNA

Las últimas casas construidas las entregaron el año 1967.

ENACO, empresa constructora que hizo la construcción, dejó terrenos habilitados para el bien común, como iglesias, centros de atención de salud, comisarías, juntas de

COMUNIDAD QUE DESEA

vecinos, plazas, parques, etc.

Allí nace una lucha por lograr los propósitos iníciales para estos terrenos.

TENER UN PARQUE

Villa Santa Elena, Macul

AKIRESILVA Mis recuerdos de niñez me llevan a reuniones con el alcalde Sergio Puyol, donde solicitaba a los vecinos le apoyasen a vender los terrenos detrás de nuestra casa con el fin de financiar el parque que la comunidad le solicitaba en el sector de avenida Marathon, donde se va a construir en un futuro cercano el Estadio del grupo de COLO-COLO, hoy llamado Estadio Monumental.

Desde esos años, Puyol nos mentía para no usar los terrenos frente al estadio en un parque.

“N° 25.343 Fecha : 02-V-2012 Se han dirigido a esta Contraloría General las señoras Erika Silva Brito y María Cristina Conte Romo, solicitando la reconsideración del oficio N° 67.925, de 2011, el cual, atendiendo una presentación de las recurrentes, concluyó que el hecho denunciado por estas no implicaba que hubiera existido irregularidad en la concesión del bien nacional de uso público denominado Parque Marathon, de la comuna de Macul -ubicado en el bandejón central de avenida Marathon, entre las avenidas Departamental y Benito Rebolledo-, otorgada mediante licitación pública por la municipalidad respectiva a la Sociedad Inversiones Amco S.A., en el año 2005. Cabe anotar que, en dicha oportunidad, las interesadas manifestaron que, en su opinión, la citada municipalidad consideró, para otorgar la concesión del bien anotado, una carta suscrita por la expresidente de las Juntas de Vecinos de las villas Bancaria y Santa Elena, en la que se habría expresado el consentimiento de los respectivos vecinos, en circunstancias que, según indican, esa persona carecía de facultades para ello; de forma que, sobre la base de ese

antecedente, tal concesión habría sido entregada de manera anómala. Al respecto, es del caso recordar que el aludido pronunciamiento señaló que, de conformidad con lo establecido en los artículos 5°, letra c); 8°, inciso tercero; 36; 63, letra f); y 65, letra j), de la ley N° 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades, se encuentra radicada en los municipios la decisión de entregar en concesión un servicio, establecimiento o bien específico, previa ponderación del mérito, oportunidad y/o conveniencia de ello, condiciones estas últimas, respecto de las cuales este Organismo de Control no es competente para pronunciarse; sin perjuicio de sus facultades acerca de la legalidad de los procesos que se lleven a cabo para otorgarlas (aplica criterio contenido en el dictamen N° 24.751, de 2002, entre otros). Asimismo, el referido oficio indicó que, sobre la materia, no se aprecia disposición legal alguna que contemple la intervención de las juntas de vecinos en términos de supeditar a su parecer, la decisión de una municipalidad de entregar la concesión de un bien inmueble; la determinación del adjudicatario; el término del contrato, su renovación o cualquier otra actuación relacionada con dicha facultad y el proceso para materializarla, por lo que lo sostenido a este respecto por las señoras Silva Brito y Conte Romo, no podía...”

Seguir esta línea significaba contratar los servicios de un abogado para demandar al alcalde Puyol por uso indebido de terreno público, ya que los vecinos jamás habían abandonado estos terrenos, y teníamos prueba de ello. La junta de vecinos, liderada por Alberto Larraín, no quiso hacerlo.

Llegamos a un acuerdo verbal, la junta de vecinos y el alcalde Puyol, que permitiríamos, sin seguir reclamando, por la construcción de varias canchas de baby futbol en el tramo de Benito Rebolledo a avda. Colo-Colo y el

alcalde nos construiría en el tramo de Avda Colo –Colo hasta Vicuña Mackenna, el añorado parque.

El año 2011 María Cristina y yo, iniciamos el comité de seguridad y desarrollo social Parque Marathon, junto a 15 vecinos, con el fin de lograr la construcción del parque.

Lo hicimos porque nos dimos cuenta que el presidente de la Junta de vecinos no tenía intención real de preocuparse de la construcción del parque. Solo invitaba a senadores, diputados, concejales y a quien quisiese venir a nuestra sede social a conversar sobre nuestra tragedia de no tener parque y la zona era usada por los usuarios del estadio Monumental como estacionamiento.

El tierral y la inseguridad en la zona eran catastrófica.

Frente a nuestra exigencia, el alcalde Puyol ordenó al SECPLA a que nos hicieran un proyecto de parque a realizar en nuestro territorio abandonado.

Sin embargo, no nos informó a nosotros de la presentación de esta actividad. Lo hizo a la Junta de Vecinos, a Don Alberto. A él le solicitó que se presentara solo a la directiva.

Contradiciendo esta norma, inmediatamente informé a los socios del comité, llevándome un reto de don Alberto.

Igual asistimos más de 20 socios a esta reunión, exigiéndole que esta materia debiera ser conocida por todos los vecinos interesados en esta acción.

La presentación fue estupenda, con bombos y platillos, un paisaje maravilloso, con fuentes de agua y pececitos de colores. El valor de la propuesta era estratosférico.

Alberto se volvió eufórico con este proyecto argumentando que era lo que nuestra comunidad merecía y esperaba que el alcalde cumpliera con lo prometido.

Y seguimos esperando hasta el 2014 la promesa de este alcalde.

Los invitados de Larraín de nada servían para este objetivo.

Sin embargo, una invitada, la concejala Camila Donato, en entrevista exclusiva que nos dio a nuestros socios, posterior a su visita a nuestra sede social, nos dio la clave para obtener nuestro anhelado y peleado parque.

Nos informó que solo el alcalde tenía el poder de presentar este proyecto a los CORES, del Gobierno Regional, quienes dan los dineros para la construcción del parque. Teníamos que conseguir apretarlo de tal forma que no le quedara otra posibilidad que cumplir con sus promesas de años incumplidas. Para hacerlo, debía venir a nuestro espacio, no en el Castillo, pues allí nunca nos dejaría exigirle nada.

Así lo hicimos. Un miércoles, como cualquier vecino, nos acercamos al Castillo a entrevistarnos con él para solicitar su presencia en nuestro local para mostrar un

problema que nos tenía seriamente preocupados, pero tenía que venir.

Aceptó. Quedo de informarnos cuando vendría.

De un día a otro nos avisó de su visita. Lo hizo coincidir una noche de juego de futbol de un campeonato donde Chile peleaba el título con Francia. Las calles estaban vacías y llegó solo, sin su chofer. Seguramente, pensó que habría pocos vecinos esperando la reunión con él. Éramos 12 socios presentes.

Fue una reunión memorable, que quedó grabada solo en nuestra memoria. En dos semanas estuvimos trabajando con los profesionales del SECPLA para hacer un proyecto real que fuese aceptado por los CORES. Ese mismo año, logramos ganar los fondos para construir el parque.

De ahí vino la pelea por la licitación, luego que se inicie el proceso de construcción antes de que los dineros fuesen devueltos por no uso.

El año 2018 el parque nació.

Hoy nuestro fin es la permanencia de este parque sin que sufra daños, fiscalizar su cuidado, mantención y regadío.

Comienza un sábado 15 de septiembre del 2018