Esa segunda casa l amada escuela Si usted es madre o padre, seguro que lo sabe: elegir escuela es una de las decisiones más difíciles y, a menudo, más estresantes que enfrentamos con respecto al futuro de nuestros hijos Por Evelyn Aixalá
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egún Gabriela Etchebehere, directora del Instituto de Psicología, Educación y Desarrollo Humano de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República, la elección de la escuela para nuestros hijos genera ansiedad por el peso social que se le da a la escolarización, sobre todo a partir de primaria. La pregunta del millón es en qué tipo de persona queremos que se convierta nuestro hijo, y en función de la respuesta haremos más énfasis en unos aspectos que en otros. La primera gran decisión es optar entre escuela pública o privada. A Gabriela no le cabe la menor duda de que “la escuela pública es la mejor opción cuando cumple su función de referente social”, pero reconoce que muchas veces esto no ocurre. Si optamos por la educación privada, el siguiente paso es definir si queremos una enseñanza laica o religiosa, y si preferimos que nuestro hijo se eduque en una escuela bilingüe o que las lenguas las aprendan fuera de la educación curricular.
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Revista Sala de Espera
Una vez establecidas estas dos cuestiones, viene un alud de preguntas, algunas referidas a asuntos más prácticos, aunque la gran mayoría relativas a la propuesta pedagógica. Por desgracia, no hay un recetario, pero algunos de los consejos que podríamos brindarles sobre cuestiones a tener en cuenta, son los siguientes:
El origen de la institución Es importante conocer la historia de la escuela, qué personas y valores hay detrás, cómo ha evolucionado y si se ha adaptado a los cambios sociales, entre otras cuestiones. En este aspecto no hay que despreciar el “boca a boca” de aquellas personas que forman o han formado parte de la institución y que nos pueden aportar información de su experiencia (o a veces de la de algún familiar o conocido, en cuyo caso, hay que tomar los comentarios con más cautela).