editorial
Paz sin fueros
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Edita: Fundación Sabino Arana. Directores: T xema Montero, Koldo Mediavilla. Coordinadora de Edición: Olga Sáez Ocáriz. Consejo de Redacción: Irune Zuluaga, Iñaki Aldekoa, Josune Ariztondo, Javier Balza, Iñigo Camino, Filgi Claverie, Garbiñe Egibar, Sebastián García Trujillo, Eli Garmendia, Mª Karmen Garmendia, Iñaki Goikoet xeta, Iñaki Goirizelaia, José Ignacio Lacasta-Zabalza, Manu Legarreta, Emilio Majuelo, José Luis Mendoza, Teresa Martínez de Arano, Iñaki Martínez de Luna, Andoni Ortuzar, José Antonio Rodríguez Ranz y Aitor Bikandi. Colaboran en este número: Castillo Suárez, Pedro Albite, Luis Eduardo Maldonado Ruiz , Rachid Raha Mimoun, Rosabel Argote, Xabier Aierdi Urraza, Rosa Miren Pagola, Patxi López de Tejada Flores, Rosario Güenaga, Jon Kortazar Diseño y Portada: Logoritmo. Obra plástica y contraportada: Cécile Noguès Fotografía: Txetxu Berruezo Imprime: Flash Impresión. Fundación Sabino Arana. Ibáñez de Bilbao 16. 48001 Bilbao. Tfno. 94 423 05 28. Fax 94 423 42 80. aldizkari@sabinoarana.org. Depósito Legal:BI-986-01 ISBN: 1578-0058
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gure gaiak
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Castillo Suárez y Pedro Albite Luis Eduardo Maldonado Ruiz Rachid Raha Mimoun Rosabel Argote
ontinuamos en adviento. A la espera de la llegada del día “d” y la hora “h”. Mientras ETA distribuye artefactos aquí y allá. Como el cobrador que deposita bajo la puerta informe el preaviso de vencimiento de pago. Pero, en este Xabier Aierdi Urraza caso, el resguardo tiene formato de mochila que contiene de cuatro a cinco kilos de explosivo y en elkarrizketa su exterior figura un cartel con la leyenda “peligro Ines Pagola bomba”. La misma técnica de extorsión que el crimen historia organizado utilizaba para garantizar “seguridad” pero Patxi López de Tejada Flores aquí con el revestimiento ideológico de la “revolución nacional”. Jugando con el fuego de no causar munduan víctimas mortales para mantener la expectativa y el Rosario Güenaga azar como inestable intermediario entre la fatalidad y la fortuna. Aparentemente, todo indica que ETA busca liburuak aceleradamente aprovisionamiento económico para que llegado el momento de la jubilación poder kultura disponer de pensiones suficientes para sus activistas. Jon Kortazar Estaríamos pues, en la antesala del fin de la actividad armada –que así sea–. Sin embargo, este empecinamiento por demostrar que “el fin justifica gure gauzak los medios” nos hace ser pesimistas, ya que quien sólo conoce esa subcultura, quien ha nacido, crecido apunte director y alimentado en ella, difícilmente podrá encontrar en un futuro un escenario distinto en el que imponer, extorsionar, presionar o violentar dejen de existir en su imaginario. Pacificación y normalización son términos que se han conjugado unidos en todo momento durante los últimos tiempos. Lo inmediato parece romper el binomio. La clave, el interés y las prioridades de las partes. Ambas buscan rentabilidades a corto plazo. Unos, su reaparición pública ante electorado vasco como una opción renovada y sin pistolas (acordémonos del posibilismo de Euskal Herritarrok tras Lizarra-Garazi y su rentabilidad electoral posterior). Otros, administrarán en el Estado y en el marco internacional su labor pacificadora para garantizarse una nueva mayoría en la siguiente legislatura. Y todo ello, legítimamente y con el bien supremo de la paz con la que todos ganamos. Pero el conflicto político, el que existió antes, durante y, también, después de ETA, seguirá ahí. Volverá a ser, nuevamente, el momento del nacionalismo vasco. De su capacidad de liderazgo y fortaleza dependerá, en buena medida, que aquella vieja reivindicación de Muñagorri –“Paz y Fueros”– se vea completada. Pensar que el “proceso” en marcha lo conseguirá, resulta una ingenuidad. Las necesidades mandan y la administración que cada cual hace de los “tiempos” lo evidencia. Crucemos los dedos para que en su sinsentido facineroso, la consecución de un botín de extorsión nos deje sin esperanza. Aunque sea la esperanza de una paz de conveniencia.
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LA INMIGRACIÓN EN EUSKAL HERRIA
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Inmigración, nacionalidad y ciudadanía
CASTILLO SUÁREZ Alsasua, 1976. Responsable del Servicio de Euskara de la Mancomunidad de Sakana. Es licenciada en Filología Vasca por la UPV. PEDRO ALBITE Las Palmas de Gran Canaria,1962. Profesor de Sociología en UPV. Licenciado en Sociología y Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid y ha realizado los cursos de doctorado en Sociología y Ciencias Políticas en esa misma universidad.
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odavía hoy día no se puede decir que la sociedad vasca sea claramente un país de inmigración neta puesto que arroja un saldo muy parejo entre la población que emite y la que recibe. Teniendo una población de casi 3 millones de personas en los siete territorios, en el año 2003 unas 80.000 personas aproximadamente abandonaron, por diversos motivos, los siete territorios de nuestro país. Y de estas personas emigrantes, y al contrario de lo que se pudiera pensar a primera vista, sólo un tercio habían nacido previamente en otros países, fundamentalmente en alguna zona del estado español y francés (unas 16.000). Los otros dos tercios que emigraron ese año son personas nacidas en Euskal Herria. A su vez, Euskal Herria ha sido un país con una tradición inmigratoria muy importante. Las diversas oleadas inmigratorias recibidas o bien por causas económicas, o bien por impulso político de los Estados Español y Francés, o bien por las dos, ha supuesto un importante flujo de personas que se han venido asentando en el país. Por aportar el dato más llamativo, sólo entre el año 1950 y 1970 el saldo neto de migración en los siete territorios de nuestro país fue de unas 450.000 personas inmigrantes. Este flujo de personas procedentes de otros países y pueblos, aunque se ha ralentizado y está cambiando de composición paulatinamente, sigue estando muy presente. Veíamos anteriormente el dato de
emigrantes en el año 2003. Pues bien, en ese mismo año las personas que inmigraron a Euskal Herria son cerca de 80.000. Un poco más de la mitad de esta cantidad son personas que previamente habían nacido en alguno de los siete territorios de nuestro país y habían emigrado con anterioridad, mientras que unas 20.000 proceden de los Estados Español y Francés y unas 15.000 de otros estados de la Unión Europea o de fuera de esta. Como consecuencia de ello, la actual composición de la población de la sociedad vasca actual tiene un alto número de personas nacidas en otros países y pueblos. De los casi 3 millones de personas que viven hoy día en Euskal Herria, más del 25 %, es decir unas 800.000 personas, son inmigrantes. De estas, la gran mayoría, unas 600.000 personas (en torno al 20 % del total de la población vasca), han nacido en los Estados Español y Francés. El resto, unas 200 mil (casi un 5 %), son nacidas fundamentalmente en Colombia y Ecuador, seguidas de Marruecos y Portugal. Esta población inmigrante se concentra sobre todo en las zonas metropolitanas capitalinas de los diferentes territorios vascos. Son Araba, Bizkaia y Lapurdi los que más población inmigrante tienen (entre un 34 % y un 28 % de sus respectivas poblaciones totales), seguidas de Gipuzkoa y Nafarroa Garaia (en torno al 25 %) y, por último, de Nafarroa Beherea y Zuberoa (con un 15 % y 12 %). Así, a la inmigración tradicional procedente de los Estados Español y Francés que sigue llegando, se suma sobre todo desde los
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años 80 la inmigración procedente de otras zonas de Europa y fuera de Europa.
el reconocimiento o no de las demandas de reclamación de diferentes naciones y de grupos migrantes respecto de un estado o de varios.
DEFINICIÓN DE INMIGRANTE La ONU define un inmigrante, más concretamente, un migrante internacional, como la persona que cambia su país de residencia habitual. El país de residencia habitual es definido como en el que vive la persona habitualmente, y tiene un sitio para vivir y dormir. Los viajes temporales —por vacaciones, negocios, tratamientos médicos o peregrinajes religiosos— no implican un cambio de país de residencia habitual, y, por tanto, no se consideran inmigraciones. Nuestra perspectiva sobre la inmigración es nacional: el sujeto inmigrante es todo aquel que proviene de fuera de Euskal Herria. Por tanto, el trabajo no solo debe hacerse con los inmigrantes extracomunitarios —que tienen una problemática muy importante y hay que atenderla con urgencia porque los estados les conculcan derechos básicos—, sino también con esa otra inmigración que llega de dentro de la UE y los Estados Español y Francés.
DEFINICIONES DE CULTURA Y MULTICULTURALISMO En la acepción Will Kymlicka da al término cultura, hace mención a las diferencias nacionales y étnicas en donde la cultura se identifica con la nación o el pueblo, identificando el multiculturalismo con aquellas políticas que hablan sobre
MODELO DE INTEGRACIÓN Las denominadas políticas del multiculturalismo surgen en los años 70 en países democrático-occidentales con conflictos nacionales y/o con una diversidad cultural producto de la inmigración. Hasta los años 60 se pensaba que los inmigrantes que iban a países como EEUU o Canadá, pero también a la Europa, se asimilasen a las normas culturales existentes. Esta política asimilacionista
generó una serie de tensiones y conflictos que llevaron a que los respectivos gobiernos tuvieran que optar por una política más pluralista. En este contexto, Kymlicka distingue dos tipos de diversidad: por un lado, la de los estados multinacionales, que surge de la incorporación de culturas que previamente disfrutaban de derechos de autogobierno o es el caso de culturas subsumidas en la de un estado-nación; por otro, la de los estados poliétnicos, fruto de la inmigración individual y familiar. Según Kymlicka, una fuente de diversidad cultural es la coexistencia, dentro de un determinado estado, de más de una nación, donde nación signifi-
ca una comunidad histórica, más o menos completa institucionalmente, que ocupa un territorio o una tierra natal determinada, y que comparte una lengua y una cultura diferenciadas. La noción de nación, en este sentido, está estrechamente relacionada con la idea de pueblo o cultura; de hecho, ambos conceptos resultan a menudo, intercambiables. Un país que contiene más de una nación no es, por tanto, una nación-estado, sino un estado multinacional. La segunda fuente de diversidad cultural es la inmigración. Un país manifestará pluralismo cultural si acepta como inmigrantes a un gran número de individuos y familias de otras culturas, y les permite mantener algunas de sus particularidades étnicas. Es importante distinguir este tipo de diversidad del de minorías nacionales. Los grupos de inmigrantes ni son naciones ni ocupan tierras natales. Su especificidad se manifiesta fundamentalmente en su vida familiar y en las asociaciones voluntarias, algo que no resulta contradictorio con su integración institucional. Así, son muchos los estados que hoy reflejan estas tensiones: unos tienen las referidas a los grupos étnicos, otros a las minorías nacionales, otros ambas. En este marco es cuando se empieza a hablar de los derechos de las minorías para paliar el no-reconocimiento de los estados hacia ellas. La cuestión será establecer si es posible compatibilizar los principios de la democracia liberal, como el reconocimiento a toda la ciudadanía de iguales derechos, con derechos específicos sobre unos determinados sectores de la población de un mismo territorio. 3
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Debemos replantear el modelo de integración que las sociedades europeas se articularon en el siglo pasado, puesto que está en crisis. Este se basaba en la asimilación a las normas y valores de la sociedad de llegada y en la disolución de la identidad y cultura de los que llegaban
En este contexto, Taylor, al reflexionar sobre la política del multiculturalismo, tiende a relacionar dos conceptos claves: el de identidad y reconocimiento. Según Taylor, el desarrollo moderno de la identidad, hizo surgir la política de la diferencia, en la que se pide que sea reconocida la identidad única de cada individuo. La necesidad del reconocimiento se vuelve apremiante debido a los supuestos
nexos entre el reconocimiento y la identidad. La tesis es que nuestra identidad se moldea en parte por el reconocimiento o por falta de este. A la política de la diferencia subyace el principio de igualdad universal. No obstante, sólo concedemos el debido reconocimiento a lo que está universalmente presente —cada
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quien tiene una identidad— mediante el reconocimiento de lo que le es peculiar a cada uno. La demanda universal impele a un reconocimiento de la especificidad. En este contexto, autores como Alain Touraine y Giovanni Sartori, defendiendo el uno el modelo intercultural y el otro el unicultural, dirán que la esfera pública ha de establecer la universalidad de los derechos básicos y respetar la individualidad de todo ciudadano en su vida íntima. El estado ha de ser lo suficientemente abstracto como para que permita reconocer la diferencia de cada quién y, a la vez, no vulnere los derechos iguales para todos. Por su parte, Kymlicka, defendiendo en cambio el modelo multicultural, piensa que lo que debe hacer un proyecto liberal es justamente lo contrario: reconocer los derechos cívicos individuales en la vida privada, y defender una pluralidad y diferenciación en el ámbito público. Este es, justamente, nuestro punto de partida.
POLÍTICA DEL RECONOCIMIENTO MUTUO Los inmigrantes que vienen a Euskal Herria, la mayoría de ellos a través de redes de conocidos, son personas individuales que comienzan una nueva vida entre nosotros, pero que tienen un pasado, una cultura, una lengua, una religión que no han abandonado definitivamente, y no tienen por qué abandonar, que les da seguridad y les permite establecer en vínculos grupales en los estados y sociedades de llegada. Sociedades y estados de llegada que cada vez dan menos posibilidades
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de acceder a derechos de ciudadanía y de nacionalidad y de integrarse. Así pues, estos cambios acontecidos en el modelo migratorio y e integración hacen que tanto el valor de la identidad, la cultura, la lengua y la religión propias, como la importancia de las redes de solidaridad del grupo de referencia aquí y en el lugar de origen, adquieran un papel decisivo para los inmigrantes. Frente a esas condiciones adversas, identidad y grupo de referencia son los anclajes que les sirven para mantenerse entre nosotros y que les dan, en definitiva, lo que nosotros no les podemos dar, tal y como está la situación en este momento: una dignidad básica y una seguridad mínima. Debemos replantear el modelo de integración que las sociedades europeas se articularon en el siglo pasado puesto que está en crisis. Este se basaba en la asimilación a las normas y valores de la sociedad de llegada y en la disolución de la identidad y cultura de los que llegaban. No obstante, no sólo por el resultado desastroso dado por el anterior modelo, sino por la estructuración compleja y plural de las sociedades contemporáneas, tenemos que pasar de la estrategia monocultural o intercultural a la estrategia multicultural. Paradigma multicultural y de reconocimiento mutuo, donde se plantee de manera concreta tanto aquello que nos es común, como aquello que nos diferencia. Paradigma multicultural en el que se deben combinar los principios de igualdad y de diferencia. Los diferentes colectivos de inmigrantes deberían comprender y aceptar que vienen a
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un espacio como Euskal Herria con una historia, una sociedad, una cultura y una lengua concretas y con un conflicto y unas aspiraciones determinadas, que deberían respetar y reconocer. Pero del otro lado, desde los diferentes sectores de la sociedad vasca, deberíamos comprender y aceptar que los colectivos de inmigrantes son sujetos con un pasado, una historia, una cultura y unas necesidades y aspiraciones que, igualmente deberíamos respetar y reconocer. De todas maneras, el reconocimiento mutuo debe partir del hecho de la dis-simetría de poder existente entre y para con esos sujetos. Es decir, ni desde una perspectiva absolutamente asimétrica y autoritaria, ni desde una perspectiva totalmente simétrica y artificial.
NACIONALIDAD Y CIUDADANÍA, E INMIGRACIÓN a) Origen y evolución de los conceptos Para entender el concepto actual de ciudadanía es preciso hacer un breve comentario sobre su origen y posterior evolución. Tradicionalmente, los derechos de ciudadanía vienen determinados en función de la nacionalidad. El concepto de ciudadanía surge en la Revolución Francesa como elemento liberador e igualador, no de todas y todos, sino de los hombres que formaban parte de la incipiente burguesía, frente a los privilegios estamentales anteriormente vigentes. Al mismo tiempo, surge el estado-nación como forma de organización política y jurídica de la sociedad, integrado por tres elementos: territorio, go-
el que no compartía los atributos identitarios nacionales y, por tanto, tampoco puedía compartir los derechos. bierno y pueblo. Pasó a ser una cuestión fundamental la determinación de las condiciones para ser miembro de un estado: a esos miembros se les reconocería la categoría de ciudadanos. Para ello, todos los estados nacionales establecieron los requisitos formales que debían incluir los individuos a fin de poder obtener el título de ciudadanos de un país concreto. Como consecuencia de ello, los derechos de
ciudadanía pasaron a ser privilegio exclusivo de aquellos que eran reconocidos como nativos de un país determinado, con exclusión de los que habían nacido en cualquier otro país. Por tanto, se equiparon ciudadanía —el conjunto de derechos del individuo frente al estado—, con nacionalidad. Consecuencia de ello, ciudadano era el nacional; extranjero era el no nacional,
Para ello, fue necesario construir una identidad nacional que homogeneizara a las poblaciones por encima de sus particularidades. Esa identidad nacional homegeneizadora fue la del grupo mayoritario de cada estado. Las minorías se convirtieron automáticamente en un obstáculo para el estado-nación porque ponían en cuestión la homogeneidad política, económica y cultural que caracterizaba al estado-nación. Así, lo que nació como un elemento igualador en cuanto a los derechos, acabó convirtiéndose en el elemento legitimador de la exclusión de los derechos. b) Ordenamiento jurídico vigente La Constitución Española señala que es competencia exclusiva del Estado la materia relativa a nacionalidad. No obstante, El concepto ciudadanía debe ponerse en relación con el disfrute de un conjunto de derechos tanto civiles y políticos como económicos, sociales y culturales, que afectan a diversos ámbitos competenciales sectoriales tales como educación, sanidad, vivienda y bienestar social, todos ellos competencia del Gobierno de Navarra en virtud de lo establecido en la LORAFNA. En este sentido, si bien es cierto que la legislación sustantiva en la materia queda en manos del Estado, no lo es menos que el Parlamento de Navarra es competente para la regulación del conjunto de materias sectoriales que capacitan al extranje5
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ro a detentar más derechos que los previstos en aquélla. De esta forma, las instituciones públicas navarras no tendrían competencia, de acuerdo al ordenamiento actualmente vigente para vulnerar la regulación sustantiva del Estado ni las categorías jurídicas establecidas en ella, pero sí para complementarlas desde el reconocimiento de derechos. c) Elementos para una nueva definición de nacionalidad y ciudadanía A Euskal Herria no le corresponde ningún derecho en la determinación de quiénes son sus ciudadanos ni en los derechos de los que gozan. Todos los residentes nacidos en territorio francés y español serán nacionales y, por tanto, ciudadanos españoles y franceses, incluidos los ciudadanos vascos. Corresponde exclusivamente a los Estados Español y Francés establecer quiénes son españoles y franceses y quiénes extranjeros, y, asimismo, determinar cuáles son los requisitos para optar a la nacionalidad —y, por tanto, la ciudadanía— mediante sus respectivos códigos civiles. Podemos resaltar tres intentos para superar este marco: a) En la Carta de los derechos de Euskal Herria de Udalbiltza, se plantea la diferencia entre nacionalidad y la ciudadanía. Aquellos que residen durante un tiempo prolongado en Euskal Herria son los que tienen derecho de acceso a la ciudadanía, mientras que la nacionalidad es un acto voluntario:
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“Los vascos tienen derecho a su propia nacionalidad. Tienen derecho a expresarla libremente y a que sea reconocida y respetada en todos los ámbitos. Corresponderá la ciudadanía vasca a todas las personas nacidas o afincadas en Euskal Herria que libre y voluntariamente deseen participar en sus procesos de decisión y compartir su futuro con quienes configuran ese sujeto político, sin que quepa imponer a nadie la nacionalidad vasca o la renuncia a cualquier otra nacionalidad que previamente tuviera. El acceso a la ciudadanía vasca se garantizará sin diferencia alguna por origen, raza o cualquier otra condición.
Quienes viven en Euskal Herria verán garantizados sus derechos, sus señas de identidad, su cultura, respetando especialmente su derecho al trabajo y a una vida digna, y sin que de ningún modo puedan sufrir discriminación alguna por causa de su origen, raza o condición.” b) En el Foro Nacional de Debate, también se hace la distinción entre los conceptos de nacionalidad y ciudadanía. Así, la nacionalidad sería optativa y ciudadanía no: “El concepto de nacionalidad forma parte del ámbito de la subjetividad. Es decir, cada persona es quien decide, en base a sus sentimientos, la nación a la cual se adhiere. Las razones
para ello pueden ser múltiples. Convivir en un mismo territorio, hablar un mismo idioma, compartir una serie de características étnicas..., todo ello puede constituir razón suficiente para la auto-definición nacional de cada uno.” “El concepto de ciudadanía, sin embargo, se enmarca en el terreno de la objetividad, y son unas determinadas normas administrativas las que deciden quién es o puede ser considerado ciudadano de un estado: haber nacido en el territorio bajo su dominio, llevar muchos años residiendo en él, haber contraído matrimonio con una persona originaria del mismo, etc. La ciudadanía conlleva derechos y obligaciones. Es preciso observar que los estados, normalmente, unifican y amalgaman ambos conceptos, ya que el de nacionalidad resulta sumamente manipulable cara al objetivo de cohesionar a los habitantes de un mismo estado. Cuando los habitantes de un estado comparten un mismo sentimiento nacional uniforme y propio, ello facilita la convivencia y disminuye las tensiones dentro de ese estado, sin duda. Por el contrario, el estado suele considerar un grave peligro el hecho de que, dentro de sus fronteras, aflore un sentimiento nacional distinto al que él representa y propugna. Ese es exactamente el caso de Euskal Herria con respecto a Francia y España. No existe una ciudadanía administrativa vasca absoluta, puesto que no existe estado vasco, pero sí un sentimiento firmemente arraigado y expandido de copertenencia nacional vasca.”
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c) En la Propuesta de reforma de estatuto político de la Comunidad de Euskadi solo reconoce el derecho a la nacionalidad vasca a los habitantes de la Comunidad Autónoma Vasca, y, según este texto, deberá siempre ir acompañado de la española: “Artículo 4.– ciudadanía y nacionalidad vasca 1.– Corresponde la ciudadanía vasca a todas las personas que tengan vecindad administrativa en alguno de los municipios de la Comunidad de Euskadi. Todas las ciudadanas y ciudadanos vascos, sin ningún tipo de discriminación, dispondrán en la Comunidad de Euskadi de los derechos y deberes que reconoce el presente Estatuto y el ordenamiento jurídico vigente. 2.– Se reconoce oficialmente la nacionalidad vasca para todas las ciudadanas y ciudadanos vascos, de conformidad con el carácter plurinacional del Estado español. La adquisición, conservación y pérdida de la nacionalidad vasca, así como su acreditación, será regulada por una ley del Parlamento Vasco que se ajustará a los mismos requisitos exigidos en las leyes del Estado para la nacionalidad española, de modo que el disfrute o acreditación indistinta de ambas será compatible y producirá en plenitud los efectos jurídicos que determinen las leyes. 3.– Nadie podrá ser discriminado en razón de su nacionalidad ni privado arbitrariamente de ella.”
Creemos que es necesario que las personas que vivimos en Euskal Herria —sea cual sea nuestra nacionalidad de origen— podamos definir el acceso a la nacionalidad y a definir los derechos derivados de esa nacionalidad; es más, reivindicamos la igualdad y universalidad de esos derechos. A nuestro entender, los derechos nacionales son la garantía del disfrute del resto de derechos —sociales, civiles, políticos, culturales lingüísticos— de una persona que vive en un territorio concreto administrado por un sujeto político. Eso quiere decir que puede haber personas que tienen dos, tres o cuatro nacionalidades, pero hay una que es la del territorio, con un sujeto político que la administra. Ese territorio que es, precisamente, el que da la nacionalidad. Por tanto, la nacionalidad no es un derecho subalterno y voluntario, sino un derecho universal, y básico como cualquier otro. La reivindicación del derecho a elegir la o las ciudada-
nías o nacionalidades, no es un derecho que se usurpa sólo, aunque sí fundamentalmente, a los vascos, es un derecho que se le impide ejercitar a todas las personas que viven en Euskal Herria, al margen de su procedencia, identidad o actual nacionalidad. Así, es necesario trabajar para conseguir alianza entre inmigrantes y autóctonos en torno al reconocimiento del derecho a tener y compatibilizar una ciudadanía y nacionalidad común con otras, compatible la pluralidad de identidades, lenguas y culturas específicas.
d) Derechos vascos de ciudadanía y nacionalidad e inmigración Aunque muchas veces se tienden a homologar los términos de nacionalidad y ciudadanía, puede haber personas que tengan derechos de ciudadanía básicos —como los de residencia, educación, sanidad, trabajo….— y no tengan la nacionalidad política —que le daría derecho a la participar plenamente en la configuración política e institucional de esa nación, por ejemplo, los inmigrantes recién llegados al territorio estatal en cuestión; de igual manera, hay personas en ese mismo territorio con derechos de ciudadanía que también tienen la nacionalidad; y por último, hay personas que, como la diáspora, no residen en el territorio nacional que gestiona el sujeto político, y sólo pueden disfrutar de unos pocos derechos de ciudadanía —pensiones, por ejemplo—, pero por su procedencia se les puede y debe considerar nacionales, y, como tales, ejercer derechos derivados de ese sujeto político.
Es decisivo garantizar y que se perciba claramente que la puesta en marcha de una nacionalidad política común no es incompatible ni con un determinado sentimiento cultural, étnico o religioso, ni con mantener la nacionalidad política de origen o de llegada 7
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Para toda nación que dispone de un estado o de un instrumento que le garantice un mínimo de soberanía, uno de los problemas decisivos es el del acceso de las personas emigrantes que llegan a su territorio a la ciudadanía primero y a la nacionalidad después. Toda nación con un estado soberano, o toda que aspira a poseerlo, debe plantearse obligatoriamente esta cuestión. Dicha cuestión no se resuelve obviando la diferencia entre ciudadanía y nacionalidad o eliminando uno de en favor del otro, o manteniendo que los derechos de ciudadanía son universales y los de nacionalidad voluntarios, el problema decisivo es quién y cómo se define la relación y el paso entre los dos. Este tema es complejo para aquellas sociedades o naciones que poseen un instrumento de soberanía y, por tanto, tienen capacidad para regularlo política y jurídicamente, mal o bien, peor o mejor; en cambio, para aquellas naciones o pueblos que no poseen ese instrumento y aspiran a autodeterminarse, si no se plantea adecuadamente, puede convertirse en un lastre del propio proceso. En Euskal Herria, en relación a la posesión de derechos de ciudadanía básicos y de nacionalidad, nos encontramos con tres tipos de personas y colectivos. Por una parte, hay quiénes tienen la mayoría de sus derechos de ciudadanía básicos y de nacionalidad asegurados —las personas procedentes de los Estado Español y Francés, los procedentes del resto de estados de la Unión Europea y aquellos vascos que admiten y quieren conservar cualquiera de esas dos nacionalidades—. En segundo lugar, hay quiénes tie8
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nen una parte de sus derechos de ciudadanía básicos asegurados, y carecen del derecho pleno a su propia nacionalidad política —los vascos, así como los procedentes de los Estados Español y Francés y el resto de los estados de la Unión Europea que así lo desean—. Por último, nos encontramos con personas y colectivos que no tienen sus derechos de ciudadanía y sólo los de su nacionalidad de origen asegurados —una gran parte de los inmigrantes—.
A diferencia de los y las inmigrantes españoles y franceses la nueva emigración está sometida a una alta precariedad y marginación social. Y no sólo como consecuencia de la vulnerabilidad jurídica, sino también debido a las demandas y estructura de nuestro mercado de trabajo por una parte y por las actitudes de desconfianza
Es decisivo garantizar y que se perciba claramente que la puesta en marcha de una nacionalidad política común no es incompatible ni con un determinado sentimiento cultural, étnico o religioso, ni con mantener la nacionalidad política de origen o de llegada. Y esto puede valer tanto para los inmigrantes que llegan a nuestro país, como para los habitantes de nuestro territorio que se han instalado en otros países. Tenemos el desafío de hacer comprender a los colectivos de inmigrantes que todos, sin exclusión, tenemos el derecho a tener nuestra nacionalidad política y de que todos, sin excepción, tenemos el derecho a que nuestro sentimiento identitario, nuestra cultura y nuestra lengua queden garantizados. Tener la nacionalidad vasca y sus derechos de ciudadanía, no tiene porqué implicar el abandono de sus señas de identidad cultural, lingüística y religiosa. Y esto siempre que se respete y reconozca la lengua y cultura que sirva de unión entre todos y que, en nuestro caso, es el euskara y la vasca. Pero aquí el reverso decisivo es, precisamente, cómo garantizamos a cada comuni-
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dad de inmigrantes el reconocimiento de sus culturas, lenguas y religiones. En definitiva, cómo planteamos el respeto y la garantía de la diversidad como una seña de nuestras demandas. De tal manera que puedan llegar a sentir el proceso de recuperación y normalización cultural y lingüístico euskaldun y el proceso de construcción nacional y social abierto en Euskal Herria como propio.
ALIANZAS CON LA NUEVA INMIGRACIÓN A diferencia de los inmigrantes españoles y franceses, que tienen sus derechos de ciudadanía y nacionalidad —española y francesa— garantizados, estos nuevos inmigrantes tienen una dificultad enorme, o directamente la imposibilidad, para que esos estados les reconozcan unos derechos de ciudadanía mínimos. Situación que les obliga a moverse en una situación jurídica y social muy dramática. Aquí hay un punto de alianza, muy importante con una de las cuestiones abiertas en la sociedad vasca: la conquista por los derechos de la ciudadanía vasca. A diferencia de los y las inmigrantes españoles y franceses, la nueva emigración está sometida a una alta precariedad y marginación social. Y no sólo como consecuencia de la vulnerabilidad jurídica, sino tam-
bién debido a las demandas y estructura de nuestro mercado de trabajo por una parte y por las actitudes de desconfianza y rechazo de algunos sectores de nuestra sociedad por otra. Esto hace que se acabe por asociar inmigración a precariedad y problematicidad. Aquí hay, por tanto, un elemento muy importante de alianza: el modelo de sociedad basado en la lucha por la igualdad social y por la mejora en las condiciones de vida (vivienda, sanidad, condiciones de trabajo…). Los inmigrantes forman parte la mayoría de ellos de culturas, lenguas y etnias minorizadas a lo largo de la historia en esos países de origen. No son sólo inmigrantes marroquíes, ecuatorianos, senegale-
ses o brasileños, son también —y en algunos casos sobre todo—, bereberes, kitxuas, wolof o afros. Este es por tanto, un tercer nivel posible de alianza: la lucha por la recuperación y el respeto por la lengua y la cultura minorizada.
DEFENSA DE LOS DERECHOS: ÁMBITOS DE INTERVENCIÓN Planteamos el reconocimiento del principio básico de igualdad de derechos de las personas que por motivos políticos, económicos o de otra índole deben abandonar sus lugares de orígenes. La igualdad debe abarcar no sólo los derechos civiles y políticos, sino también
los sociales, económicos, culturales y lingüísticos. Asimismo, también planteamos el respeto y reconocimiento a la diferencia y a la diversidad cultural, lingüística e identitaria. Esto, implica, al menos, cuatro ámbitos de intervención: a) La adopción de medidas eficaces contra la discriminación por razones de nacionalidad, cultura, religión… y contra las manifestaciones de racismo y xenofobia. b) El derecho a respetar y reconocer la diversidad cultural y lingüística; y cómo articulamos la lucha por el mantenimiento de las lenguas y culturas de las sociedades de llegada con el reconocimiento específico de las lenguas y culturas de los emigrantes. c) El establecimiento de programas y acciones de cooperación y co-desarrollo mutuos y recíprocos entre los países de origen y de estancia, respetando nuestras soberanías y especificidades y en pie de igualdad. d) El reconocimiento de los derechos vascos de nacionalidad y ciudadanía respectivamente; y cómo definimos el derecho de ciudadanía, o, en otras palabras, cómo definimos la relación entre los derechos sociales, económicos, políticos, culturales y lingüísticos. 9
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CÉCILE NOGUÈS Nacida en Baiona en 1975, diplomada en Bellas Artes por la universidad de Burdeos en 1998; programadora de la Galería du Triangle de Burdeos entre 2002-2004. Otoño 2005: edición del diseño “Tank you” en el periódico “Le Monde”. Residencia en Québec (producción de serigrafías). Enero-febrero 2006: “Habitaciones con vistas”. Exposición en la galería ALAPLAGE de Toulouse (animaciones Flash, pinturas, serigrafías). El próximo abril: exposición colectiva en el MIAM de Sète. En junio: exposición en el Museo de Aquitania de Burdeos.
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I. INTRODUCCIÓN
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Los impactos socio económicos y culturales de la migración en el Ecuador1
LUIS EDUARDO MALDONADO RUIZ Ex-ministro de Bienestar Social de Ecuador. Defensor y líder de los movimientos indígenas latinoamericanos. Ha sido presidente del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe, secretario ejecutivo del Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador (CODENPE). Es presidente de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador. 12
os fenómenos migratorios en el Ecuador no son nuevos, siempre han existido. Desde los más remotos tiempos, los desplazamientos tanto de llegada como de salida de población han tenido un dinámico flujo, en el caso de los pueblos originarios, inmigraron pueblos caribes y de Centroamérica, como también desplazamientos de pueblos de la amazonía y los Quechuas del sur. Los Incas con fines de afianzar su proceso de dominación desplazaron poblaciones Quechuas para que se asienten en áreas invadidas y las habiten con el objetivo de controlar política y culturalmente a la población dominada. Esta institución se llamaba Mitimaecuna. Los Españoles utilizaron con fines de explotación de las minas y producción textil, las mismas instituciones indígenas con el nombre de Mitas e inclusive se desarrollaron emigraciones especializadas con fines comerciales, que se constituyeron en una institución tan respetada como los mindalaecuna2, que establecieron redes de intercambio con el sur de la región y el norte, vigente en nuestros días en las prácticas de emigración temporal y permanente de los Otavalo, muy conocido por su actividad comercial en el mundo. A pesar de la larga tradición migratoria en nuestro país, lo nuevo es que, a partir de fines de la década de los 90, las migraciones se han dado de forma masiva, se calcula que aproximadamente 2 millones personas, es decir un 18 % del total de la población, han emigrado de nuestro país, generando impactos profundos
desde la unidad familiar y la sociedad nacional en los ámbitos sociales, económicos, culturales y políticos. A pesar de que se piense que estos procesos son positivos para los emigrantes y negativos para el país, pretendemos presentar datos que demuestren de manera general los impactos positivos y negativos, especialmente los relacionados al ámbito económico, mediante las remesas que envían regularmente nuestros compatriotas desde el exterior. Considero necesario, tomando en cuenta que este foro se realiza en el país Vasco, iniciar presentando una breve referencia de nuestro país, su historia, los pueblos diversos que lo constituyen, su avances y perspectivas, con el fin de que se conozca nuestra realidad y la diversidad de pueblos y culturas, que hoy están presentes en España y particularmente en Euskadi. Porque, nuestro país, al igual que España, no está constituido por una sola nación, ni existe una sola visión política y de sociedad. El Ecuador es diverso y se desenvuelve en las últimas dos décadas en viabilizar la construcción de una sociedad diversa culturalmente y de un Estado Plurinacional. Existen creo yo, similitudes entre nuestros dos países que podrían ser de interés mutuo. Por esta razón le dedicaremos buena parte de la exposición a este acápite. Trataremos también de visualizar las causas de este nuevo fenómeno migratorio y las características del mismo, para que nos permita delinear algunas ideas con respecto a las políticas necesarias que enfrente las causas de este fe-
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nómeno social e inclusive oriente las iniciativas de cooperación internacional que se realizan en la actualidad, mucho más, si encontramos en este vigoroso pueblo Vasco, la sensibilidad y acertado criterio político para incorporar a nuestros compatriotas en su país, como los nuevos ciudadanos Vascos, una novedosa acción positiva. II. BREVES REFERENCIAS DEL ECUADOR La República del Ecuador se encuentra al noroccidente de América del Sur. Tiene una superficie continental de 272,044 kilómetros cuadrados y una región marítima e insular de 1.095.446 Kilómetros cuadrados. Limita al norte con Colombia, al este y sur con Perú y al noroeste con Costa Rica (Océano Pacífico). Su población es de 12.156.608 habitantes (censo 2001) aunque con un crecimiento poblacional del 2 %, deberíamos haber alcanzado según las proyecciones los 14.334.197 habitantes a la presente fecha, el censo refleja una depresión poblacional debido a la emigración de los últimos 5 años. La población urbana alcanza el 64 %, es decir, que a pesar de ser un país tradicionalmente rural, en el último decenio ha sufrido un proceso de migración a las grandes ciudades y se vive también un proceso de urbanización acelerada en el sector rural. Su moneda es el dólar desde el 20 de enero de 2000, que sustituyó al Sucre, moneda nacional desde el siglo XIX. A partir del 10 de agosto de 1998 hay una nueva Constitución, la cual introdujo cambios importantes que rigen al país. El Estado se define como un Estado social de derecho, pluricul-
tural, multiétnico y Republicano. Se fortaleció el presidencialismo en relación con el Congreso, bajo el supuesto de que esta orientación fortalecería la gobernabilidad. Se le dio mayor independencia al sistema judicial y se definió ampliamente los derechos colectivos, especialmente los relacionados con los pueblos o nacionalidades indígenas. Con respecto a las lenguas, el castellano es el idioma oficial. El quechua, el shuar y los demás idiomas ancestrales son de uso oficial para los pueblos indígenas3. Sin embargo, los avances para la aplicación de estos importantes derechos sociales y de las “minorias”, como suelen llamarlas los políticos, son casi nulos, queda por concretar en la realidad la superación de la desigualdad y la exclusión por
razones culturales, raciales y de género. Los Principales partidos que han tenido protagonismo en los últimos 25 años de retorno a la democracia son el Partido Socialcristiano (PSC); Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE); la Democracia Popular (DP); Izquierda Democrática (ID) y Pachakutik. Por ser una iniciativa novedosa en la política ecuatoriana, es necesario resaltar que este Movimiento Político Pachakutik4 es un movimiento político reciente (1996) que nació como resultado del salto cualitativo que dieron las organizaciones indígenas representadas en la CONAIE (organización artífice de grandes movilizaciones sociales y de derrocar gobiernos y convertirse en acto político na-
cional) y las alianzas establecida con otros sectores sociales, gracias a su gran capacidad organizativa y de movilización que encarnó legítimamente en su momento los intereses de los sectores populares. En la actualidad mantiene un 10 % de representación en Congreso y ha impulsado una innovadora gestión pública local a través de las Alcaldías (el 30 % de las Alcaldías están administradas por este movimiento político). La diversidad Cultural en el Ecuador El Ecuador es un país diverso, heterogéneo. Esta visión del país es un aporte del movimiento indígena ecuatoriano, que rebasa la visión antropológica y se abre paso con este reconocimiento del pluriculturalismo a un enfoque político. Desde los años 80 particularmente, los pueblos indígenas han iniciado un proceso de reconstitución de sus pueblos para defender sus derechos ancestrales. Uno de los ejes fundamentales desarrollados es el territorio y el autogobierno, un desafío a las visiones unilaterales del mundo, particularmente del Ecuador. Su compromiso político e ideológico que han orientado sus intensas luchas ha trascendido las demandas particulares como pueblos y ha asumido una agenda para la sociedad en general que demanda la defensa de la soberanía del país, frente a las políticas neoliberales y la construcción de caminos propios de desarrollo en base al reconocimiento y respeto de la diversidad. Para ello, han adoptado el concepto de nacionalidad y se han autodefinido como tales, para iniciar una crítica de fondo sobre la existencia de la “Nación Ecuatoriana” inexistente, de un Estado excluyente y una demo13
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cracia ficticia. Por lo tanto, definen a las nacionalidades como “a los pueblos o conjunto de pueblos milenarios anteriores al Estado ecuatoriano, que se autodefinen como tales, que tienen una común identidad histórica, idioma, cultura, que viven en un territorio determinado, mediante sus instituciones y formas tradicionales de organización social, económica, jurídica, política y ejercicio de autoridad propia”5. Para la CONAIE6 en particular, una nacionalidad puede estar constituida por diversos pueblos, que mantienen las características esenciales de ella, como su idioma, pero que tienen otros elementos que los hace distintos entre sí, como es el caso de la Nacionalidad Quichua, resultado del proceso colonial, en la que se impuso el idioma Quechua de los incas como lengua general para la evangelización y articulación a la cultura cristiana occidental de los diversos pueblos sometidos. Los Quichua ecuatorianos concentran más del 90 %, del total de la población indígena del país. En este sentido, en el Ecuador existen 13 nacionalidades indígenas y 16 pueblos, en los que hay que incluir a los pueblos mestizos, negros, y grupos minoritarios de inmigrantes del Asia, África y Europa.
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En relación a la población con respecto a los pueblos indígenas, es muy curioso que el censo de 2001 muestra que el 6,1 % de la población de 15 años y más, se autodefine como indígena, el 5 % como afro ecuatoriano, el 78 % como mestizo. El 4,6 % apenas declara hablar lengua nativa. Estos datos se modificarían con cierta importancia, si se considera el universo total de población, hay que recordar que las familias indígenas tienen un promedio de 5 hijos. Estos datos nos muestran que los traumas coloniales no han sido superados, la autoidentificación tiene serias limitaciones en expresarse debido a los altos niveles de discriminación y exclusión, que además está asociada a la pobreza. Adicionalmente, quienes se identifican como “indígenas” viven principalmente en el sector rural de la Sierra y en la Amazonía. En definitiva, podríamos decir que la población indígena tomando en cuenta la población menor de 15 años, no llegaría a más del 12 % de población, según estos datos, aunque a la vista se puede apreciar que estas cifras no son reales. Otro dato curioso, es que también un significativo 11 % se
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autodefine como blanco, lo que revela que un importante segmento de población no acaba de asumir su mesticidad. Es decir, el tema de la identidad nacional está en crisis.
III. LAS CAUSAS DE LA EMIGRACIÓN Los procesos de emigración masiva tienen su origen especialmente por causa del deterioro de las condiciones de vida, de la crisis económica, política e institucional del Estado Ecuatoriano, problema estructural que tiene su origen en los niveles de desigualdad social y redistribución de las riquezas históricamente establecidas como herencia colonial, que hasta nuestros días no se han superado. La desigualdad social es la causa de la pobreza y esta
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pobreza, como lo veremos más adelante, tiene rostro racial y cultural, es decir, indígena y negro especialmente. A partir de la crisis económica del año 99, como consecuencia de los desastres naturales (el fenómeno climático del Niño), la desestabilización financiera internacional, los salvatajes bancarios, el congelamiento de los depósitos bancarios, la inestabilidad política, la corrupción y la aplicación de las políticas de ajuste estructural exigidas por el FMI, el pago de la deuda externa, llevó al descalabro del sistema financiero y bancario y la fuga de capitales que concluyó con el proceso de dolarización. Resultado de este proceso el país cayo en la peor crisis económica de la historia, el PIB se redujo en un 30.1 %, la devaluación del sucre con respecto al dólar alcanzó los 25.000 sucres por dólar, es decir, en un año, la devaluación llegó a 385.5 %. Se experimentó el empobrecimiento más alto alcanzado por el país, afectando a 9,1 millones de personas (en el año 95, afectaba al 34 % de la población; en el año 2000, al 71 %). La pobreza extrema paso, del 12 % al 31 %7. Como ha ocurrido anteriormente, el costo de esta crisis lo paga el pueblo, pero además, los sectores que controlan la economía y el poder político se beneficiaron de ella, profundizando la brecha de la desigualdad. En este período el 20 % más pobre tuvo acceso a la riqueza solo de un 2,5 %, cuando en 1990 alcanzaba al 4,6 %. El 20 % más rico, por el contrario, concentró su riqueza en más de 61 %, cuando anteriormente alcanzaba al 52 %.
A esto hay que sumar el pago del servicio de la deuda, que desequilibró las cuentas fiscales, llegando a destinarse el 48 % del presupuesto general del Estado. Contrariamente a este comportamiento, el gasto social se redujo de 900 millones USD en el año 98 a 595 millones USD en el 2000.8 Como podemos ver con estos datos, la vigencia de la desigualdad social y económica, la estructura política e institucional excluyente, provocaron niveles impensables de desempleo, subempleo y de pobreza en la tres cuartas partes de la población ecuatoriana. Por otra parte, en una sociedad caracterizada por ser ambigua y que prolifera las contradicciones polarizadas, se debe resaltar los sesgos coloniales que se mantienen, como el racismo, que explica muchas de estas contradicciones. Por ello, podemos afirmar que la pobreza en nuestro país tiene un rostro, el rostro indígena y negro. Concluyamos señalando que en el sector rural, en el que se concentra la mayoría de la población indígena, la pobreza afecta al 85,6 % y en las zonas urbanas al 45,8 %. Los pueblos
indígenas son afectados con un 90 % de pobreza y los afrodescendientes con el 73,6 %, lo que explica las causas de la emigración y de los sectores sociales que mayoritariamente han emigrado, que como hemos visto son social y culturalmente diferentes. Para profundizar esta caracterización, veamos algunos datos que ilustran lo anterior. El promedio de años de escolaridad para los blancos es de 9.2, mientras que los indígenas es el 3.3 y los afrodescendientes llegan a 5.8. El analfabetismo afecta 28 % indígena, 12 % negros y 5 % blancos. La desnutrición de los niños indígenas llega a un gravísimo 50 %, mientras que la media nacional es del 23 %. ¿Qué expectativas de bienestar y de futuro tienen estos sectores? IV. CARACTERÍSTICAS DE LAS EMIGRACIÓN Origen geográfico, social y económico La masiva emigración de ecuatorianos al exterior inicialmente se dio de ciertas regiones deprimidas, del sur del país, especialmente de la provincia del Azuay, siendo su objetivo migratorio los EE.UU, sin embargo desde 1999 y especialmente desde 2000, las migraciones se dan desde todo el país, inclusive de los sectores sociales medios de las grandes ciudades como Quito, capital del País, Guayaquil y Cuenca que se considerarían acomodados. Los países objetivos de la emigración también han cambiado, especialmente a 15
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España e Italia. Hasta 1995, el país de destino fue EE.UU, que captaba al 65 % de emigrantes ecuatorianos, España al 15 %, Italia a un 4 %, mientras que para el año 2000, EE.UU. decreció a un 30 %, España subió a un 53 % e Italia subió también a un 10 %9. Entre los años 99 y 2000, salió del país el 10 % de la población económicamente activa.
culturas, lo que nos imposibilita conocer la presencia de población de los pueblos indígenas y sus particulares situaciones en España.
Ocupación laboral de los emigrantes en España Según CEDATOS, en una encuesta tomada directamente en la embajada de España, en 2001, los emigrantes dicen que Por otra parte, la mayo- salen del país para buscar una ría de emigrantes, son de clase mejor calidad de vida y asegurar su futuro media y baja, (48 %), para con capacidad buscar trabajo, de financiar los En España aproximaporque no lo costos altos damente residen cerca tienen (32 %), del proceso mide 500.000 ecuatoriagratorio o por porque en el nos, de los cuales resilo menos de Ecuador los saden legalmente menos larios son bajos acceder a créde 200.000, a pesar de ditos o contar (7 %). Es decir, que, a partir del recon bienes que que la mayoría puedan garantide los encuesquisito del visado para zar los mismos. tados tienen ingresar a España, el Los pobres no trabajo, pero deflujo de inmigrantes bido al deterioro tienen alternatiecuatorianos se ha reva. de vida buscan ducido en un 90 % alternativas que Los datos les permita su que aquí exposeguridad futunemos son de ra, una minoría los inmigrantes sale del país legales, de los cuales existen re- porque no tiene trabajo y lo negistros oficiales, sin embargo, las cesita. En consecuencia el origen inmigraciones ilegales se supone social y económico de los emiserían mayoritarias. Se calcula grantes fundamentalmente son que en España aproximadamen- del sector de servicios (52 %), te residen cerca de 500.000 ecua- de la agricultura (28 %), de la torianos, de los cuales residen industria (10 %), de la construclegalmente menos de 200.000, ción (9 %), de los cuales el 62 % a pesar de que, a partir del re- trabajaban por cuenta propia y el quisito del visado para ingresar 38 % eran asalariados. Es decir, a España, el flujo de inmigrantes la mayoría tiene una formación ecuatorianos se ha reducido en profesional, con capacidad para un 90 %. Finalmente, no existen ocupar puestos de alto nivel y datos de discriminación, según tener buenos ingresos. Esta sila etnicidad, esto es obvio por el tuación tiene un terrible impacto desconocimiento de las autorida- para la economía del país por la des de España inversión realizada y vulnerar de la diversidad las potencialide pueblos y 16
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dades del país, es decir, existe una fuga de capital humano. Sin embargo, según datos del Ministerio del interior de España, el 33 % de los inmigrantes ecuatorianos se emplean en las actividades agropecuarias, no técnicas, un 15 % en la construcción y otro 15 % al servicio doméstico, estos son los rubros principales. También un 11 % está relacionada a las actividades turísticas, en lo que tiene que ver con servicios, no en funciones de gerencia, y un 6 % en comercio menor. Para ilustrar esta situación, tomemos como referencia el nivel de instrucción de los empleados domésticos ecuatorianos en España: el 53 % tiene formación secundaria, el 40 % educación superior y apenas un 7 % primaria, no existen analfabetos. Es decir; un sector con una alta formación académica está cubriendo los empleos que los Españoles no desean. Es importante subrayar que esta situación se debe a la reciente integración de los inmigrantes ecuatorianos al mercado laboral, por su situación de irregularidad, por falta de conocimiento y experiencia del mercado, de relaciones y antecedentes que les permitan contar con una hoja de vida, etc. Por otra parte, existe un mínimo nivel de organización de los inmigrantes orientado a defender sus intereses, a integrarlos en la sociedad española y a lograr una adecuada integración social y laboral. Un indicador de esta situación son los trabajadores domésticos en España, apenas el 2 % pertenecen a algún tipo de organización, un 3 % a agrupaciones religiosas de apoyo y un 10 % a agrupaciones de inmigrantes. Un alarmante 80 % de inmigrantes no participa en ningún tipo de organización.
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Los niveles de ostracismo y aislamiento son bastante altos, un 67 % de inmigrantes se relaciona solo entre ecuatorianos y un 2 % mantiene relaciones fluidas y permanentes con españoles. Es decir, viven en una situación de aislamiento social con limitadas posibilidades de una mejor inserción laboral. La inmovilidad social en el mercado de empleo es muy grave un 74 % de ecuatorianos, nunca ha cambiado de sector laboral, de los cuales un 61 % pertenece a los trabajadores internos. Aunque parecería que esta situación les sería favorable por la estabilidad, no es cierto. A pesar de que la legislación española establece un máximo de 40 horas de trabajo semanal, el promedio de horas de trabajo de los ecuatorianos es más de 50 horas, mientras que el promedio de los españoles que prefieren trabajar por horas, laboran 20 horas semanales. Volviendo a los trabajadores domésticos, el ingreso promedio de los ecuatorianos era de 483 USD mensual, mientras que el de los españoles llegaba a 391 USD, debido a la diferencia de horas invertidas en el trabajo. Pero, mientras los españoles percibían una remuneración promedio por hora de 5,56 USD, los ecuatorianos solo percibían 2,78 USD, la hora, a esto se debe sumar que el 71 % de los empleados ecuatorianos no pertenezca al régimen especial de seguridad social, ni a ningún programa de protección social. Las remesas y el impacto en la Economía Ecuatoriana Como habíamos visto anteriormente, las principales actividades de los inmigrantes están relacionadas a las actividades de trabajo doméstico, de la cons-
trucción y la agricultura; en estos tres sectores se ubican el 60 % de nuestros compatriotas. Por otra parte, la inmigración, como hemos podido ver, ha ido creciendo en el tiempo, por lo que se supondría que mientras los flujos de inmigración aumenten igualmente los flujos de trasferencias, será mayor. Sin embargo, no hay que perder de vista que siendo un proceso social, tiene sus variaciones que no necesariamente garantizan la permanencia de flujo de transferencias monetarias, peor aún pensar que se incrementen significativamente. Como habíamos afirmado, a pesar de que sus puestos de trabajo son de los estratos más bajos del mercado laboral español, sus transferencias para la economía ecuatoriana son vitales, ya que se ha constituido en el segundo rubro de ingresos del país, con un aporte anual de 1430 millones de USD según datos del Banco Central de marzo del 2002, solo superado por las exportaciones petroleras que ascienden a 1900 millones de USD. Este proceso de incremento de las transferencias ha sido sostenido, en una relación en que mientras más emigración existe, los sectores tradicionales de la producción disminuyen, de exportación y de consumo interno disminuye. Lo que podemos deducir de esta situación es que la economía ecuatoriana es vulnerable, debido a este fenómeno social y económico. Entre 1991 y 2001, las remesas de los ecuatorianos han incrementado en 12 veces.
La estabilización de la economía ecuatoriana y los porcentajes de crecimiento (5,6 %), en gran parte, se deben a las transferencias de los inmigrantes ecuatorianos, la misma que ha tenido impactos en la inflación; en efecto en el año 2002 la inflación pasó del 40 % al 13,3 %, mientras que la canasta familiar básica se incrementó de 270 USD a 313 USD mensuales, mientras que el salario básico unificado se fijó en 128 USD. En estos mismos años, el desempleo cayó del 16 % al 9 %, claro debido a las altas tasas de emigración. El impacto de las transferencias de remesas de los inmigrantes en la economía esencialmente consiste en darle mayor movilidad al Estado, para que pueda reorientar el gasto social, reduciendo su presupuesto y cumplir con los compromisos del pago de la deuda interna y externa, asumidos con el FMI y los organismos financieros multilaterales. Así para 2001 las remesas contribuyeron al PIB en un 7,9 %, mientras que la inversión social bajo de 5,3 % al 3,8 % del PIB, es decir; 1415 millones de USD de remesas y apenas 685 millones de USD para la inversión social. También cabe señalar que los rubros de mayor crecimiento en la economía han sido los sectores 17
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comerciales con un incremento del 7,7 % y la construcción en un 14,7 % gracias al dinero de los inmigrantes.
ONGs, especialmente de los gobiernos locales de los países receptores, una política de integración de los inmigrantes, de tal forma que cuenten con la información sobre sus derechos y obligaciones como de las posibilidades que inserción laboral e integración en las sociedades receptoras.
Finalmente, es preocupante que estos recursos, producto del trabajo de los ecuatorianos en el extranjero, no tengan una orientación adecuada, para que su impacto en la 3. Las economía sea La Migración trae coremesas enpositiva y permo consecuencia el durable, como viadas por los resquebrajamiento fahemos visto la emigrantes miliar, se desintegra la mayoría de las han permitiestabilidad emocional do dinamizar remesas se los del trabajador en el exla economía utiliza en el consumo. En efece incentivar el terior. Frente a ello, es to, el uso dado consumo soimportante facilitar la bre todo de por las familias inmigración legal productos ima esos recursos portados, lo es en un 57 % cual a mediaal gasto diario no plazo, en un para el mantenimiento de esquema dolarizado, puede las familias. Un deteriorar aún 20 % al pago más el aparato de las deudas adquiridas para financiar la productivo del país. Por ello, emigración especialmente y es urgente impulsar emprendiapenas un 12 % se orienta a mientos que atraigan la inversión en proyectos productivos, las inversiones. comercialización, educación, turismo, etc., en base a acuerCONCLUSIONES FINA- dos entre gobiernos y la coopeLES ración internacional. 1. Mientras la situación de exclusión y las desigualdades sociales, económicas y culturales se mantengan en un orden internacional que protege los privilegios de unos y la situación deplorable de otros, la inmigración continuará y se incrementará. Es necesario que los gobiernos, los Estados y los pueblos, debatan y lleguen a acuerdos para estructurar un nuevo orden internacional que establezca relaciones de igualdad, equidad y respeto. 2. Se debe fomentar por parte de los gobiernos y las 18
4. La Migración trae como consecuencia el resquebrajamiento familiar, se desintegra la estabilidad emocional del trabajador en el exterior. Frente a ello, es importante facilitar la inmigración legal, en base a una planificada participación en el mercado laboral, sean estos temporales y permanentes, de tal forma que los beneficiarios tengan claro su situación y puedan inmigrar con seguridad, planificar su futuro familiar y gozar de sus derechos. De manera inmediata, se deben impulsar los programas de reunificación familiar.
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5. Los inmigrantes indígenas viven invisibilizados en los países receptores, debido a que no se conoce el origen cultural y sus concepciones de vida. Igualmente debido al desconocimiento de sus derechos son excluidos y sufren de discrimen. Deberían crearse espacios o instancias que trabajen en la identificación, promoción y apoyo de este sector de población particular, para que participe, se integre, conserve y recree sus particularidades culturales. 6. La seguridad social es uno de los derechos fundamentales. Estos derechos deben ser preservados no solo en el país receptor, sino que debe existir la posibilidad de que esos beneficios se mantengan, si el inmigrante decide volver a su país.
NOTAS 1 Ponencia presentada en el marco de Ciclo de Conferencias, organizada por la Fundación “Sabino Arana” sobre los “nuevos ciudadanos Vascos: Ecuador. Euskal hiritar berriak”, realizada el 29 de septiembre en Bilbao. 2 Minadalaecuna, palabra Quichua que significa especialista en intercambio de productos, comercio. 3 Constitución Política de la República del Ecuador. RO 1: 11-08-98. 4 Pachakutik , sería traducido literalmente volver al espacio y tiempo. La noción de Espacio y tiempo es un orden. Entonces sería volver al tiempo del orden, porque vivimos hoy en el desorden. También se traduce como trastocar el orden, revolución. Pachakutik fue el nombre también del inca reformador y fundador del Estado Inca o Tawantinsuyu. 5 Proyecto político CONAIE, 1993. 6 CONAIE, Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador. 8 Los datos utilizados son de libro políticas sociales para la reducción de la pobreza, 2003. Base de datos del Sistema Integrado de Indicadores sociales del Ecuador-SIISE, 2004. Luis Maldonado “Pueblos indígenas y Estado en el Ecuador; de la exclusión a la Inclusión”, 2004-CAF. 9 INEC, EMEDINHO 2000-SIISE.
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espués del asesinato del cineasta Theo Van Gogh por parte de un joven rifeño, de origen bereber –amazigh en su expresión autóctona–, de Midar, algunos responsables del Gobierno holandés no dudaron en señalar a dedo, directamente, a las autoridades marroquíes. Lo queramos o no, la mayoría de los islamistas(1) violentos que habían ejecutado actos inhumanos, como los atentados del 11-S en Estados Unidos o los del 11-M de Madrid, eran marroquíes.
Imazighen y la escuela marroquí
RACHID RAHA MIMOUN. Investigador honorario del Centro de Investigaciones Etnológicas “Angel Ganivet”. Fundador del Colectivo de Documentación y Estudios Amazighs de Granada. Fundador de la Asociación de Cultura Tamazight. Miembro fundador del CONGRESO MUNDIAL AMAZIGH. Fundador y presidente de la Fundación Mediterránea Montgomery Hart de Estudios Amazighs y Magrebíes. Editor del periodico “LE MONDE AMAZIGH”,Rabat (Marruecos). 20
Jóvenes que han tenido una educación arabo-islámica y que se han encontrado en el corazón de los comandos terroristas, al servicio del islamismo internacional. ¿Por qué? ¿Cómo es posible que jóvenes marroquíes, cuyo porvenir esta íntimamente ligado al de Europa, se conviertan en mercenarios de la nebulosa wahabita de Al Qaida, perjudicando ineluctablemente la imagen de los 3 millones de marroquíes que aseguran su vida –y la de sus familias– en el extranjero? ¿Cómo es posible un país hospitalario como Marruecos se convierta en un país exportador de terroristas? Una de las primeras pistas de respuesta a esta paradoja reside extrañadamente en una de las revelaciones hechas por la policía holandesa antes del 11-S y según la cual grupos próximos a Al Qaida buscaban reclutar adeptos dentro de la segunda o tercera generación de inmigrantes, aprovechando que sufrirían una “CRISIS DE IDENTIDAD”. Otra investigación había re-
velado también que los imanes marroquíes, enviados a los Paises Bajos, contribuían a propagar la ideología del “islamismo político”. Del mismo modo, el gobierno francés había tomado conciencia de que asociaciones religiosas dirigidas por los marroquíes, como la UOIF(2), se radicalizaban. ¿Por qué hay este ciego seguimiento hacia las ideologías islamistas del Machrek, o sea el Proximo Oirente? Otra pregunta que es de necesidad es la siguiente, a saber, ¿cómo es posible que las grandes figuras del islamismo marroquí son de origen bereber ? Vamos a nombrarlos : el Islam llamado “moderado” y representado por el PJD tiene como secretario general al Dr. Saadin El Otmani, originario de Sus, región de la que también es originario el jeque Abdeslam Yassine, figura emblemática del Islam “radical” de Justicia y Caridad. En cuanto al Islam violento, al Islam yihadista, éste estaría representado por el rifeño El Fizazi, actualmente encarcelado en Tánger. Es perfectamente normal que los musulmanes bereberes se conviertan en “islamistas” porque el Estado marroquí consiguió, a través de su sistema educativo, crearles una crisis de identidad. ¿Por qué? Porque este sistema educativo ha sido formulado por los salafistas del movimiento nacional y del partido del Istiqlal desde el mismo momento en que Marruecos accedió a su independencia, en 1956, basándose en una ideología de corte arabo-islámica, donde la política de “arabización” era su piedra angular. Y esto todo con el fin de
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imponer a los marroquíes una identidad de “substitución” que los ligase más al Próximo Oriente que a su propia tierra. Dicha política se ha exportado inclusive hacia Europa para acompañar a los niños y niñas nacidos ya dentro de las comunidades inmigrantes. A estos, en vez de enseñarles sus idiomas maternos, a saber el tamazight (idioma autóctono hablado por la mayoría de los marroquíes actuales) o el “dariya”, árabe dialectal, y con el fin de facilitarles su integración intercultural, aprendiendo asimismo el idioma del país de acogida, se les obliga a aprender otro idioma que, en este caso, es el árabe clásico (hablado solamente por un 30 % de la población). Esto constituye un hándicap que les complica su integración en las escuelas europeas. Y, a pesar de que psicólogos y pedagogos aconsejan utilizar el idioma materno en el programa educativo de ELCO (Enseñanza en Lengua y Cultura de Origen), los países europeos aplican dicha política sustituyendo desafortunadamente los idiomas maternos de estos pequeños por el idioma oficial del país de origen, según los convenios firmados con estos países. De esta manera, el primer ministro Driss Jettou, que dicho sea de paso es otro bereber, insistió en su discurso de investidura en imponer la enseñanza del árabe clásico –y de la religión musulmana– a estos hijos de emigrantes, ignorando totalmente que, según el discurso del rey Mohamed VI del 27 de junio de 2002, “el amazigh, que hunde sus raíces en lo más profundo de la historia del Pueblo marroquí, pertenece a todos los marroquíes sin excepción (…)” y además, “(…) que hay que trabajar para que sea insertado en nuestro sistema educativo”.
Esta política de ELCO, que dio resultados positivos en Alemania con los niños turcos, fracasó totalmente con los magrebíes, que en su gran mayoría son de origen bereber (solamente en Francia hay unos dos millones de personas). Esto concluye, desgraciadamente, en que estos jóvenes, desarraigados en el seno de la inmigración, inflan las bolsas de la delincuencia y esto explicaría que, ni más ni menos, ¡el 70 % de los detenidos en las prisiones de los Países Bajos sean de origen marroquí! El Estado marroquí es responsable directamente de esta deriva extremista de los jóvenes porque la escuela, aparte de transmitir la ignorancia teológica, en palabras de Mohamed Arkoun, no hace nada más que
desarraigar a los bereberes y les transforma en unos seres que se identifican con el Próximo Oriente, despreciando lo norteafricano. Si en los años setenta la “reconstrucción de la identidad” se desarrollaba en beneficio de un “arabismo de izquierdas” que abogaba por cambiar el sistema con golpes de estado (como ha sucedido en Egipto, Argelia o Libia), influenciada por el carisma de Jamal Abdelnasser; hoy dicha reconstrucción identidaria se hace directamente en beneficio del islamismo político, socorrido por el apoyo financiero de los petrodólares saudíes y kuwaitíes. Los dos factores esenciales sobre los cuales se basa la identidad bereber son el idioma y la historia. Curiosamente estos dos elementos están casi total-
mente ausentes en la escuela marroquí. Respecto a la historia, esta se enseña más la de la Península Arábiga que la del propio país. Así, por ejemplo, los cuatro siglos de presencia romana y la cristianización de los bereberes, que dio una de las grandes figuras de la humanidad como San Agustin, están borrados de los libros pedagógicos. Lo mismo ocurre con la prehistoria y con el descubrimiento de la primera escritura africana, el tifinagh, que, según J.J. Benítez se remonta a unos 9000 años. Es por eso que los islamistas creen firmemente que antes de la llegada del Islam al Norte de África sus antepasados eran “salvajes” y que el devenir de las chicas era similar al de la Península Arábiga. Estos no conocen que si en esos tiempos de la yahilia, los árabes enterraban vivas a las mujeres, aquí, en el Norte de África, las mujeres llegaban a ser reinas como Tin Hinan o Kahina. Esta ultima, al lado de Koceila, fue la que resistió, armas en mano, contra la invasión árabe durante el siglo VII. ¡Si la escuela marroquí hubiera inculcado los verdaderos valores bereberes a sus alumnos nunca hubiéramos encontrado jóvenes marroquíes con las manos ensuciadas de la sangre inocente en el 11-M de los nobles trabajadores españoles, latinoamericanos y paisanos marroquíes! Esto por la sencilla razón de que estos valores y las instituciones de “los hombres libres” rechazan cualquier tipo de violencia, porque para ellos lo mas sagrado en el mundo es la vida. Dios es el único quien la otorga y solamente es el quien puede quitarla. En Tamazgha, el Norte de África, la interpretación religiosa tenía que adaptarse a los valores y creencias autóctonas. Así, por ejemplo, en el derecho 21
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asuntos a través del derecho consuetudinario. Se olvidan que cuando los militantes amazighs revindican la laicidad no lo hacen copiando a Occidente sino que solamente se inspiran de sus propias instituciones. En el Otro ejemplo que la histo- fondo, como lo ha explicado uno ria oficial borró de sus manuales de los grandes especialistas del son los nueve siglos de perma- islamismo marroquí, Mohamed nencia bereber en la Península Darif, en el semanario La GazetIbérica, desde la conquista por te du Maroc, el continuo conflicto parte del rifeño Tarik Ibn Zyad en entre el “bled el Majzen” o el país 711 hasta la expulsión de los úl- bajo la autoridad tradicional del timos moriscos de las montañas sultanado y el “bled Siba” o el esde Alpujarra en 1610. La estu- pacio rebelde, no era nada mas que un conflicto penda exposientre dos verción del Legado siones del munAndalusí sobre Los jóvenes del sur do. Por un lado las dinastías ignoran totalmente estaba el poder bereberes de que sus antepasados centralizado del los almorávides crearon con los iberos Majzen, quien y de los almouna de las civilizacioquería imponer hadas, como nes más admiradas la aplicación la historia común del mundo, la civilizacharia o la ley entre España y ción andalusí, que dio islámica (como Marruecos, inquieren hacer augurada hace grandes sabios como actualmente los poco por los reel propio Averroes islamistas). Y yes de ambos por el otro lado países, ¡ha sido estaba el poder todo un novedescentralizado doso descubride las cabilas miento por parte bereberes, que de los propios se empeñaban marroquíes! en seguir siendo regidos por su Asi, los jóvenes del sur derecho secular y laico. En este ignoran totalmente que sus ante- sentido, por remarcar un ejempasados crearon con los iberos plo, el estado marroquí se enoruna de las civilizaciones más ad- gullece de haber conseguido la miradas del mundo, la civilización reforma del estatus de la mujer, andalusí, que dio grandes sabios llamada en árabe Mudawana, como el propio Averroes. Las y se ignora de que en caso de enseñanzas filosóficas de este divorcio el reparto de los bienes han permitido a los europeos ins- existía ya en dicho derecho conpirarse de sus principios de laici- suetudinario, ¡perdurando este dad, lo que les permitió liberarse todavía en las tribus del Sus, del yugo religioso y, por consi- bajo el nombre de tamazzalt! guiente, desarrollarse económiEn definitiva, la escuela camente. La escuela marroquí marroquí, en vez de formar ciufalsifica la historia descaradadadanos ormente e ignora gullosos de su que el pueblo pasado, de su gestionaba sus
consuetudinario, llamado azerf, no existía la pena de muerte. Si alguien cometía un asesinato la sentencia extrema a la que se le podía condenar era el destierro fuera de su tribu natal.
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historia, de su civilización, de su identidad y de sus instituciones democráticas (como la asamblea del pueblo llamada agraw, que el eminente sociólogo Pierre Bourdieu había calificado de “democracia de base”), engendra alienados, “falsos árabes” en expresión de los habitantes del Machrek, con profundos complejos de inferioridad y que les predispone a refugiarse en la religión. Hace falta un cambio radical en la política educativa de Marruecos, donde el idioma bereber sea generalizado y donde se resucite su milenaria historia de pueblo africano y mediterráneo, cuyos lazos históricos han estado desde siempre más ligados a los pueblos de Europa que al lejano oriente. Marruecos no es un país árabe. Como afirma acertadamente el gran berberélogo y ex-rector del Instituto Real de la Cultura Amazigh (IRCAM), Mohamed Chafik: “El Magreb no es árabe y no puede serlo ni por la fuerza ni por la astucia”. ¡Es por eso que en vez de empeñarse en identificarse con algo que no se es, desperdiciando un montón de energías y de dinero, debería vivir plenamente su amaziguidad!
NOTAS (1) Islamistas se aplica a toda persona, grupo o partido que lucha por instalar un estado teocrático, cuyo funcionamiento se basa en la charïa, la ley islámica. (2) Union de las Organisaciones Islámicas de Francia.
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Inmigración en el cine vasco: Bofetadas fílmicas a la división tradicional entre “ellos” y “nosotros”1
ROSABEL ARGOTE Doctora en lenguas hispánicas (literatura y cine) por la Universidad de California en Santa Bárbara. Es periodista por la UPV/EHU y titulada experta en migraciones, extranjería y asilo por la Universidad Carlos III de Madrid. Especializada en la representación fílmica de la mujer y las minorías (inmigración, prostitución) y las teorías de la posmodernidad y la otredad, combina su trabajo en CEAR-Euskadi con diferentes trabajos de investigación, publicados y presentados en congresos en Estados Unidos y Europa 24
l número de personas extranjeras actualmente empadronadas en el País Vasco es de 72.894, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística en enero de 2006. Ello ha supuesto un aumento del 23.2 % respecto al número del año pasado, con previsiones de que dicho ritmo creciente continúe durante los próximos años. Este incremento de población procedente de otros países se dejará notar en las calles vascas (a fecha de hoy la proporción extranjera con respecto a la población total de Euskal Herria ni siquiera alcanza el 3.5 %). Como consecuencia, la pluralidad de lenguas, costumbres, colores de piel, indumentarias, gestos, prácticas políticas y culturales irá tintando la identidad vasca de unos nuevos rasgos propios de una sociedad intercultural. Ante esta nueva situación, habrá voces que intenten proteger la cultura vasca tradicional de “invasiones bárbaras” (defenderán la entrada de mano de obra inmigrante siempre y cuando esta mano de obra no contamine Euskadi con sus aportes culturales). Sin embargo otras voces, las más, entenderán que la cultura vasca es una suma de las culturas de sus integrantes, sean éstos originarios de Zumaia o sean del Magreb. A propósito de esta nueva cultura híbrida y de la identidad del pueblo que la comparte, recalco que no podemos pensar en la identidad de una nación como en un todo consumado e inamovible que no evoluciona. Al contrario, la identidad de una comunidad es una producción en conti-
nuo proceso de cambio que va evolucionando y que nunca llega a consumarse. La identidad vasca, por ende, ha evolucionado, evoluciona y seguirá evolucionando con la llegada de personas extranjeras portadoras consigo de valores, principios, usos y costumbres a los que dar la bienvenida. Estos valores y usos, al unirse a los tradicionalmente euskaldunes, se traducirán en un rico híbrido cultural seña de identidad de la nueva cultura vasca. Antes de analizar cómo esta nueva cultura vasca es (re)producida por el cine, resulta pertinente aclarar, en referencia a la llegada a Euskadi de nuevas culturas de la mano de la inmigración, que la cultura no es un bloque compacto e indivisible que se adopta o se rechaza, que se asume o se rehúsa. Es decir, toda cultura está integrada por un sinfín de elementos (que determinan las conductas, comportamientos y costumbres de la población que la comparte2). La cultura receptora de nuevas entradas irá resolviendo, por tanto, qué elementos integrar en su núcleo y qué elementos descartar. Así, el hecho de que la ablación del clítoris sea, por ejemplo, un ritual practicado en determinadas zonas del mundo no significa que tenga que ser respetado, asumido e integrado culturalmente en su llegada al País Vasco. Por el contrario, otras prácticas culturales, como las relativas al respeto a los mayores y ancianos, o a la sociabilidad, o a la familia, o a la ralentización de los ritmos frenéticos de la vida cotidiana, bien pueden ser asumidas por una cultura como la nuestra que continuamente da muestras de sentir nostalgia
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por aquellos valores de la sociedad preindustrial que parecemos estar perdiendo y añorando. ( R E ) P R E S E N TAC I Ó N FÍLMICA DE LA NUEVA CULTURA VASCA MARCADA POR LA HIBRIDEZ Esa nostalgia, ese cruce de orígenes de diferentes naciones, esa amalgama de costumbres pasan así a formar parte del grupo de componentes de la nueva cultura vasca, que se enriquece a diario con la integración de las personas inmigrantes en Euskadi. El resultado de dicha integración es la evolución de la cultura vasca que, como mencionaba anteriormente, se convierte en híbrido cultural y que, además, defiende y (re)presenta esta hibridez desde las voces artísticas de Euskadi, entre ellas la del cine. El cine vasco se sirve de diferentes estrategias discursivas para proclamar el fin de las culturas monolíticas e inmovilistas y proclamar el advenimiento de la heterogeneidad y de la pluralidad cultural como signos de la nueva identidad vasca. A lo largo de este artículo me centraré en sólo una de estas estrategias: en la consistente en (re)presentar precisamente la inmigración para transgredir, como no podía ser de otro modo, los discursos tradicionales de la otredad que alienaban lo extranjero para ensalzar lo autóctono. Veamos a continuación cómo.
en llamarse “representación de la otredad” a la hora de traducir en imágenes la división dicotómica entre nosotros y ellos (los otros). En el caso concreto de la (re)presentación de la inmigración, la técnica de la otredad ha consistido en representar a los personajes inmigrantes como otros (no integrados en el nosotros) para, con ello, reforzar la identidad de la audiencia autóctona. Ciertamente, podemos responder a la pregunta de ¿quiénes somos? respondiendo al interrogante de ¿quiénes son ellos?, ya que ello nos permite autodefinirnos por oposición y contraste con lo que no somos. Pongamos un ejemplo. El cine vasco más sociologista produjo entre 1994 y 1997 varias películas centradas en los viajes
de gente vasca al extranjero, a lo largo de los cuales el contacto con la población oriunda del país resaltaba las características más genuinamente euskaldunes por oposición y contraste. Destaco tres de esas películas3:
Esta oposición entre vasco/no vasco en términos dicotómicos heredaba en realidad una estrategia discursiva de la era post-franquista consistente en rescatar lo vasco por oposición a lo español. Habían sido muchos años de censura estatal, de represión de las identidades locales y territoriales; y, muerto Franco en 1975, las artes nacionales (como el cine vasco) se embarcaron en proyectos para rescatar a través de la pantalla todas las identidades que la Dictadura había intentado aniquilar. De hecho, cuando en 1976 se habló sobre las señas de identidad que debían caracterizar al cine nacional vasco se mencionaron tres consignas: el cine vasco debía ser hecho por vascos y para el pueblo vasco; tenía que estar realizado a poder ser en euskera; y debía avanzar en el camino de la búsqueda de una estética vasca. El paso de los años ha ido agotando esta caracterización. Así, una vez normalizada la situación de la época postfranquista, el cine vasco se relajó en su cruzada en pro de la recuperación de la identidad vasca basada en la oposición a la identidad española. Más aún, en sus siguientes cruzadas se
RESCATE POSTFRANQUISTA DE LA CULTURA VASCA A TRAVÉS DE LOS PROCESOS TRADICIONALES DE OTREDAD El cine convencional, al igual que otros discursos artísticos y mediáticos, ha utilizado tradicionalmente la que ha dado 25
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cuestionó el propio sentido de defender a ultranza un cine vasco tan local y cerrado. Los cineastas nacidos en Euskadi comenzaron entonces a renegar de la etiqueta de “producciones vascas” para evitar los encasillamientos que en un momento dado les podían cerrar las puertas a la industria cinematográfica internacional. Y fue así como el cine vasco dejó de ambientar sus historias únicamente dentro de los límites del País Vasco y traspasó las fronteras en busca de un cine más universal. INMIGRANTES EN EL CINE VASCO: PERSONAJES PARA ROMPER CON LA CONCEPCIÓN MONOLÍTICA DE LA CULTURA VASCA En esta corriente de cine más universal, y como comentaba anteriormente a propósito de las técnicas discursivas de defensa de la hibridez cultural, la inmigración ha ido pasando a ocupar un eje temático central en muchas de las producciones vascas (categoría bajo la cual incluyo a directores y productores nacidos en Euskal Herria, siguiendo el criterio de entradas del Diccionario enciclopédico de cineastas vascos de Carlos Roldán editado por la Filmoteca Vasca). Si analizamos algunas de las más significativas películas vascas con personajes inmigrantes, nos encontramos con una tabla como la que sigue: 26
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En estas películas aparecen personajes inmigrantes cuyas andanzas, en algunos casos, se desarrollan en el País Vasco, mientras que en otros, como así aparece desglosado en la tabla, se desarrollan fuera del contexto espacial, político y cultural de Euskadi. Dicho de otro modo, tenemos: • películas en las que se abarca el tema de la inmigración desde un punto de vista universal, sin que se haga referencia explícita a la realidad sociocultural vasca y a la manera con que ésta integra las culturas inmigrantes llegadas (como, por ejemplo, Extranjeras de Helena Taberna, Bwana de Imanol Uribe o Las cartas de Alou de Montxo Armendáriz); • películas en las que sí se hace referencia a la interacción entre inmigración y realidad sociocultural vasca; y cuyo análisis nos posibilita, por tanto, revisar la manera con la que el propio cine vasco se ha servido de la representación de la inmigración para criticar el concepto tradicional de raza, para dislocar la idea de la identidad vasca apoyada sobre un eje vertebrador inmutable y para simbolizar, de esta manera, la ruptura con toda concepción monolítica de la cultura vasca (sería el caso de, por ejemplo, Airbag de Juanma Bajo Ulloa, Obaba de Montxo Armendáriz o Urte ilunak de Arantza Lazcano). Me centraré en estas últimas (cuyos guiños a la cultura vasca me refrendan, dicho sea de paso, en mi propuesta de que otro criterio para identificar el cine vasco como tal –más allá del lugar de nacimiento de sus cineastas o domicilio de sus pro-
ductoras– bien podría ser el referente al código de su escritura ([es decir, sería cine vasco aquél cuyo visionado e interpretación exigen que los espectadores recurran al imaginario colectivo vasco –código común que compartimos todas las personas integrantes de la comunidad vasca– para su descodificación])4. Ese código, compuesto por toda una serie de elementos culturales e históricos que nos definen como grupo diferenciado, es el que efectivamente nos permite descodificar con una sonrisa la escena de Airbag en que los txistularis de una boda euskaldun tocan música salsera, cubana y latina acompañados por la trikitrisa, el txistu y el pandero. Nos permite asimismo entender el significado simbólico conciliador del cigarro que un campesino vasco se fuma con un piloto alemán en Los amantes del Círculo Polar. Nos permite recordar el rechazo histórico que se vivió en algunos pueblos euskaldunes ante toda potencial amenaza contra el nacionalismo vasco; y lo evocamos cuando vemos en la película Urte ilunak cómo a la escuela de la niña protagonista, en plena posguerra, llega una alumna nueva, y todas sus compañeras le rechazan por ser “de fuera”, “coreana”. –No es coreana porque no es de Corea. –Yo soy de Zalamea de la Serena, de la provincia de Badajoz. –Es igual, pero es coreana.5 A Itziar, la protagonista, no le importa y las dos niñas acaban convirtiéndose en excelentes amigas. Lo mismo le ocurre a Esteban Werfel en Obaba, de Montxo Armendáriz, de cuyo padre, un ingeniero alemán que había inmigrado a un pueblo vasco, él mismo decía: “mi padre
era extranjero, un extraño, un enemigo” (del libro de Bernardo Atxaga, Obabakoak). A Werfel hijo, rechazado inicialmente por ser “de fuera” como la niña coreana, acaban aceptándole; y éste, pese a las presiones eclesiásticas y sociales por adherirse a las costumbres vascas y renegar de las creencias de su padre, acaba convirtiéndose en un adulto amante de Obaba y amante de Hamburgo estandarte de la fusión y convivencia de identidades y culturas. Esta (re)presentación en pro de la fusión de culturas en el País Vasco puede ser vista, por tanto, como denominador común de Obaba y de Urte ilunak, al igual que de Airbag, de Salto al vacío o de Menos que cero, por ceñirme al listado de películas arriba incluido. Todas ellas coinciden en transgredir la idea de nación vasca esencialista e inmutable y en atacar los muros culturales construidos para “proteger” la identidad vasca de los “ataques” foráneos. Coincidentes pues en este frente común, lo que en realidad difiere entre unas y otras películas es la forma, el cómo de ese cuestionamiento de las fronteras culturales.
El cine vasco se sirve de diferentes estrategias discursivas para proclamar el fin de las culturas monolíticas e inmovilistas y proclamar el advenimiento de la heterogeneidad y de la pluralidad cultural como signos de la nueva identidad vasca
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• Dicho cuestionamiento en ocasiones se viste de revisitación del pasado (no como mera arqueología sino como reescritura resistente) para denunciar la cerrazón vasca de un nacionalismo a la defensiva y para abogar por la ruptura definitiva con la cultura monolítica vasca tradicional (lo hemos visto en los textos fílmicos de Armendáriz y de Lazcano). • En otras ocasiones opta por la (re)presentación de un presente y un futuro vasco en el que las personas extranjeras son parte del nosotros –parte de la ciudadanía vasca– en vez de ser parte del ellos –del “fenómeno” de la inmigración–, como vemos en las historias de Bajo Ulloa y de Calparsoro, abogando así por la aclamación de una nueva cultura vasca heterogénea, híbrida y plural. TRANSGRESIÓN CONTRA LA OTREDAD FORMULADA EN TÉRMINOS BINARIOS “VASCO/NO VASCO” Tanto en un tipo de cuestionamiento como en el otro, las representaciones mencionadas rompen con la ya descrita otredad tradicional dicotómica “vasco/no vasco” a la hora de (re)producir la realidad sociopolítica de Euskadi. En Urte Ilunak, Itziar se dirige a su amiga “coreana” para decirle “¡Qué dientes tan blancos tienes!”, resaltando así un rasgo común a todos los seres humanos, como acertadamente apunta María Pilar Rodríguez en su estudio sobre el cine vasco. En otros casos, como en Salto al vacío, de Daniel Calparsoro, una chica se dirige al mozo brasileño con quien quiere ligar con un “¡qué cara tan exótica 28
tienes!”, comentario que denota que ha advertido la diferencia (somos diferentes, no homogéneos) pero que carece de todo tinte discriminatorio.
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con ser o no ser inmigrante, con ser o no ser vasco.
Lo interesante de esta propuesta, en referencia al tema que aquí nos ocupa, es el heDe esta manera Salto al cho de que desmonte la otredad vacío rompe con el binomio tra- tradicional discriminatoria por dicional “vasco/no vasco”; y, de motivos de origen, etnia, raza, hecho, va más allá y reformula la nacionalidad. Explicaba Isabel otredad presentando una cuadri- Santaolalla en su estudio sobre lla de amigos otredada, no por la Los “Otros”. Etnicidad y “raza” en nacionalidad de sus integrantes, el cine español contemporáneo sino por su clase social. Así, en que “la mayoría de las imágenes uno de los retratos más violen- de lo étnico comparten un rasgo tos, emotivos y desgarradores común, a saber, el hecho de del Bilbao de la ser construidas margen izquiercomo un ʻellosʼ da, la película diferente del Una vez normalizada narra el día a ʻnosotrosʼ”. Rela situación de la éposulta reconfordía de un gruca postfranquista, el po de jóvenes table el hecho cine vasco se relajó de Sestao y de que, tras lo en su cruzada en pro Barakaldo que, visto en estas de la recuperación de etiquetados copáginas, pola identidad vasca bamo generación damos afirmar x, no soportan del cine vasco sada en la oposición a el aletargaanalizado que, la identidad española miento en el efectivamente, que vive la sopuede congraciedad actual, tularse de haber adormecida (re)presentado por la televisión en sus fotogramas a personamientras en el jes inmigrantes mundo, como no como “ellos” expresa uno de los personajes en un momento sino como “nosotros”. del filme, “hay guerra en todos los países, matanzas, terrorismo, corrupción y, nosotros coDEL FOTOGRAMA A mo si nada, encerrados en una LA CALLE: EL CINE COMO burbuja de realidad”. Perdidos y AGENTE TRANSFORMADOR, otredados por un Bilbao moder- SENSIBILIZADOR Y DENUNno y cosmopolita que les veta CIANTE DEL RACISMO Y LA la entrada en espacios como el XENOFOBIA Guggenheim, el Euskalduna o la Esta (re)presentación es Gran Vía, estos amigos comparten un “nosotros” que no es cues- de crucial importancia por la matión de raza. Su “burbuja”, como nera con que afecta al imagiellos dicen, es aquí cuestión de nario colectivo vasco. Sin duda pertenencia a una generación y no es objeto de este estudio el a un grupo económico social en reflexionar sobre la capacidad el que no tener familia, no tener transformadora del cine como identidad, no tener sueños, no medio generador de corrientes tener recursos no se relaciona de opinión y de ideologías en
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el seno de una comunidad. Sin embargo, sí considero pertinente incidir en que el cine tiene poder para modificar los valores, criterios, creencias del público espectador; y en que, por ello, sus formas y contenidos son fundamentales a la hora de diseñar y trabajar en campañas de concienciación y sensibilización de la sociedad en torno a temas como, por ejemplo, la xenofobia y el racismo. Por supuesto que el espectador vasco no es homogéneo; y ello no lo podemos obviar a la hora de hablar de sensibilización social a través del cine. La descodificación que dicho espectador realice del filme estará determinada por su género, su raza, su sexualidad, su situación socioeconómica, su ideología política, su religión, su generación, su predisposición ante la película (dice Stuart Hall que hay espectadores predispuestos a realizar una lectura dominante –acorde con la ideología hegemónica del momento–; otros realizarán una lectura negociada –en el caso de espectadores defensores de ciertos aspectos de la ideología dominante pero con reservas–; y un tercer grupo realizará una lectura resistente –en clave de oposición al sistema en el poder). Pero, en cualquier caso, y pese a la variedad, pluralidad y heterogeneidad de esta descodificación, tampoco podemos ignorar que los procesos de identificación entre espectadores y personajes vienen siempre determinados, en parte, por las dinámicas de alteridad/otredad puestas en funcionamiento en las historias contadas. No serían de especial mención estas dinámicas de identificación entre espectadores y personajes, otredados o no otredados, si el proceso termi-
nara ahí. Pero no termina. Los procesos de identificación van más allá y en última instancia influyen, si no determinan, las relaciones entre espectadores y personas.
cómo vemos a los otros y en cómo nos relacionamos. Dicho de otro modo, el cine crea una mirada compartida sobre ciertos temas, entre ellos la inmigración, que hace que resulte imprescindible analizar la manera con que mediáticamente se construye la realidad en general, y la realidad migratoria en particular en el caso que aquí estamos tratando. Su importancia deriva de cómo este análisis podrá llevarnos a entender, de forma más profunda y global, las aceptaciones o prejuicios latentes en la sociedad actual hacia la nueva ciudadanía vasca integrada por personas originarias de otros países.
Pensemos en cómo ello afecta al colectivo que nos ocupa. Si observamos las “multicolores” calles vascas a las que me refería en el primer párrafo de este artículo, podemos darnos cuenta de que a fecha de hoy la inmigración queda todavía muy lejos de la realidad íntima y personal de la mayoría de ese 96ʼ6 % de población autóctona en el País Vasco. Sin embargo, todo el mundo tiene/ tenemos a grandes rasgos una El cine crea una mirada compartida idea de cómo sobre ciertos temas, entre ellos la es un hombre inmigración, que hace que resulte marroquí, o una imprescindible analizar la manera con mujer boliviana, que mediáticamente se construye la o una familia realidad en general, y la realidad mirumana sin que conozcamos gratoria en particular necesariamente a personas extranjeras de forma directa. La exAPUESTA POR LA DISEplicación de que esto ocurra es MINACIÓN DESDE LA DENUNcomo sigue: las ideas que tene- CIA Y LA RISA mos de las personas inmigrantes Esta influencia sobre las son frecuentemente imágenes conformadas en el imaginario aceptaciones o prejuicios hacia colectivo de la comunidad des- la inmigración ha llevado a que de los medios de comunicación, películas como Las cartas de desde los rumores, desde el ci- Alou, de Armendáriz, hayan sido ne… Son, entonces, relaciones utilizadas manifiestamente como mediáticas (no personales) entre herramienta de transformación espectadores e inmigrantes y, social y de sensibilización para por tanto, diferirán según el cine prevenir el nacimiento de brotes reproduzca (y produzca) las dife- de racismo y xenofobia en la rencias entre gentes de distintas sociedad vasca. De hecho, el nacionalidades. director de esta cinta cedió por unos años y en exclusividad los El cine, como otros me- derechos de reproducción a SOS dios de comunicación de ma- Racismo Guipuzkoa, con la consas, construye un mundo ficticio, dición expresa y contractual de irreal pero compartido, en el que que siempre hubiera personal de confluimos los espectadores y la ONG presentando el visionado que nos influye en cómo nos de la película y promoviendo el vemos a nosotros mismos, en debate sobre la inmigración.
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Quisiera añadir, de todas maneras, que la estrategia narrativa de Las cartas de Alou (realista y abiertamente crítica contra el racismo) no es la única estrategia (a veces tampoco la más efectiva) que tiene el cine para penetrar en el imaginario colectivo de una comunidad y generar cambios sociales. La mofa, la risa, la parodia son asimismo técnicas que abofetean los cimientos ideológicos más recalcitrantes y que, desde la transgresión del orden social hegemónico, subvierten los pilares más afincados. El propio Álex de la Iglesia así lo (re)presentó en su hilarante filme Muertos de risa. En esta película los protagonistas son dos humoristas cuyo éxito, según palabras del manager, se debe a las bofetadas que impunemente uno le da al otro en el escenario: Lo bueno eran las bofetadas. Así de sencillo y brutal. Una bofetada tras otra y a la gente se le salían las tripas de la risa. Daba igual dónde fuera, Villalpando o Toledo, Málaga o Torremolinos. El efecto era siempre el mismo, como apretar un botón. Aquella bofetada era un acto de anarquía total, una liberación absoluta de cualquier compromiso ético, como dijo no sé quién en un periódico. Bruno hacía en el escenario lo que todos hemos deseado hacer alguna vez: abofetear a alguien con total impunidad, sin darle la menor importancia, sin recibir castigo alguno. Abofetear a nuestro jefe, a nuestra suegra, al presidente del gobierno, al Papa. Sí, había algo de amoral en todo aquello…6 Independientemente de esta amoralidad, las bofetadas fílmicas al racismo no forman parte del cine que permite que sus espectadores se sienten có30
modamente en la butaca para digerir, junto con las palomitas, imágenes fáciles que no trastoquen su imaginario colectivo. Estas bofetadas, por el contrario, hacen que los espectadores se revuelvan en su asiento, sin saber muy bien si reír o si llorar, sin saber si enredar en sus ideologías o si dejarlas estar. La primera reacción, desde luego, suele ser la risa (recordemos, por ejemplo, a Santiago Segura en su Torrente 2. Misión en Marbella gritando: “¿Has visto? ¡Kunta Kinte!”. En otro momento del filme, Torrente se quejaba de la presencia de un africano en una piscina vociferando “¿Pero cómo pueden echar al agua en la que me estoy bañando yo un negro? ¡Serán guarros!”)7. Tras una escena como ésta, nos reímos. Y con la risa, viene el cuestionamiento. Nos reímos del racismo, nos reímos de la xenofobia y, después de reírnos, cuestionamos el que los límites totalizantes de toda nación no sean definitivamente cancelados. Ya lo dijo Homi K. Bhabba en un artículo suyo sobre la “disemiNación” en el que desmentía el que las comunidades t[uvieran] que representarse artísticamente como identidades esencialistas e inmutables (cit. en Rodríguez 19). Desde este texto aclamo a quienes disemiNan artísticamente la cultura vasca y aclamo al cine vasco que, como si estuviera recogiendo el testigo de lo propuesto por Bhabba, abofetea la ya caduca división tradicional que dividía a inmigrantes y no inmigrantes en “ellos” y “nosotros”.
REFERENCIAS Hall, Stuart. “Cultural Identity and Cinematic Representation”, en Stam, Robert y Toby Miller, eds., Film and Theory. Oxford: Blackwell, 2000. Martí-Olivella, Jaume. “Invisible Otherness: From Migrant Subjects to the Subject
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of Immigration in Basque Cinema”, en Douglas, William et al., eds, Basque Cultural Studies. Reno: University of Nevada, 1999. 205-26. Rodríguez, María Pilar. Mundos en conflicto: Aproximaciones al cine vasco de los noventa. San Sebastián: Universidad de Deusto y Filmoteca Vasca, 2002. Roldán Larreta, Carlos. Los vascos y el séptimo arte. Diccionario enciclopédico de cineastas vascos. San Sebastián: Filmoteca Vasca, 2003. Sánchez Navarro, Jordi. Freaks en acción. Álex de la Iglesia o el cine como fuga. Madrid: Calamar Ediciones, 2005. Santaolalla, Isabel. Los “Otros”. Etnicidad y “raza” en el cine español contemporáneo. Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza, y Madrid: Ocho y Medio Libros de Cine, 2005.
NOTAS 1 En la investigación documental para la preparación de este artículo he contado con el estimable apoyo de Peio Aldazabal,de la Filmoteca Vasca; de Txepe Lara de la Productora Alokatu; y de Woody González, del Cine Club de Getxo. 2 La cultura es un iceberg del que sólo son visibles los comportamientos, mientras que los valores y principios que motivan dichos comportamientos son la parte sumergida que, pese a ser el fragmento más sólido y voluminoso, apenas se deja ver. 3 Resulta asimismo interesante el largometraje de Pedro Olea, Morirás en Chafarinas, 1995, que gira en torno a diferentes incidentes en un cuartel militar en Chafarinas junto a territorio melillense. 4 En este sentido se expresan directoras y directores vascos que admiten haber decidido, en determinados momentos, emplazar sus historias en la realidad sociopolítica vasca en concreto. El propio Juanma Bajo Ulloa, cuando produjo Akixo, afirmó en referencia a sus personajes que “la madre y el hijo no son de cualquier lado, éstos sí que son de aquí. Yo no puedo retratar lo mismo de Cataluña. Yo sé cómo es la gente de aquí y yo sé cómo es la gente que me rodea y los problemas que tiene” (Roldán, cit. en Rodríguez 107). 5 De los diálogos de Urte ilunak. 6 De los diálogos de Muertos de risa. 7 Además de la mofa paródica, otro tipo de “bofetadas fílmicas” suelen proceder de la reescritura de textos clásicos, como El Quijote, reescrito en El día de la bestia por el mismo De La Iglesia. En esta película el Quijote es un jesuita vasco que, en vez de luchar contra los molinos de viento, lucha contra un grupo de skin heads integrantes de la banda “Limpia Madrid” reunida para eliminar a todos los extranjeros y extranjeras que están ensuciando la capital española. El protagonista, como el propio director ha comentado en diferentes entrevistas, lucha torpemente contra gigantes que aquí sí existen y que, en vez de ser inofensivos molinos de viento, personifican a la verdadera bestia: la xenofobia.
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¿Nuevos ciudadanos vascos?
XABIER AIERDI URRAZA. Licenciado en Sociología y Ciencias Políticas por la Universidad de Deusto (1980) y Periodismo (1984) UPV/EHU. Doctor en Sociología, por la Universidad de Deusto (1991). Codirector del Observatorio Vasco de Inmigración, IKUSPEGI (convenio entre Gob. Vasco y UPV/EHU), desde 2003.
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urante los últimos cinco años, desde el año 2000 y con un cierto retraso con respecto a otras zonas del Estado, hemos visto crecer el volumen de la población extranjera en las calles y pueblos del País Vasco. A fecha de 1 de julio de 2005 había más de 125.000 extranjeros empadronados en el territorio vasco-navarro. Evidentemente, este volumen se reparte de forma muy desigual y mientras la población extranjera supone casi un 10 % en Nafarroa, no supera el 4 % en el total de la Comunidad Autónoma. Por territorios históricos, Álava supera el 5 % y tanto Gipuzkoa como Bizkaia rondan el 3,5 %. Este incremento plantea una nueva geografía social y unos nuevos retos en los planos cultural y político, en una sociedad que ya se caracterizaba por ser muy plural social e identitariamente y en el campo de las lealtades nacionales. Ahora nos encontramos con unos nuevos conciudadanos y con la propuesta igualmente sugerente de la “nueva ciudadanía”. Este artículo pretende reposar sobre algunos de estos nuevos hechos y repasar estas nuevas propuestas a la luz de fenómenos más globales. Personalmente, la nueva ciudadanía, o la ciudadanía desvinculada de la nacionalidad, me parece una buena idea, pero muy normativa y relativa o absolutamente impracticable, por lo que quizás una denominación más adecuada a los hechos sería la de los nuevos residentes vascos, a los que en función de las políticas públicas, sociales y políticas que se quieran establecer desde las autoridades públicas podemos llegar
a suministrar un status similar en derechos y dignidad al de nuestra ciudadanía. Digo similar por un ejercicio de realismo, porque es necesario saber si estamos dispuestos a dar lo que prometemos. En términos empíricos y más allá de los discursos puede ser tal la distancia entre promesas y realidades, que es preferible no acuñar denominaciones autocomplacientes de difícil concreción, como la de los nuevos ciudadanos vascos. Lo que sigue desarrolla mediante algunas modestas tesis cuanto quiero decir. 1. La importancia de tener suerte en la lotería de la vida. La ciudadanía puede ser entendida de diferentes formas. No es lo mismo decir “soy ciudadano sueco” o “yo tengo unos derechos inalienables en tanto ciudadano” o “¡eres un mal ciudadano!”. Cuando hablamos de ciudadanía en el ámbito de la extranjería, estamos diciendo que una determinada persona no tiene la misma nacionalidad que nosotros, ni más ni menos. Eso, que socialmente en algunos contextos puede llegar a ser algo sin relevancia y sin efectos, pues podemos tener unas excelentes relaciones con personas de cualquier nacionalidad, políticamente puede ser un abismo insalvable. Es decir, no olvidemos que si hubo épocas en las que había territorios irrelevantes desde el ámbito de la ciudadanía, a día de hoy no hay milímetro cuadrado en el mundo que no sea de algún Estado. Y la ciudadanía está ligada a los Estados en varios sentidos y no todos los Estados son iguales, en primer lugar, en la protección de sus miembros.
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A nadie se le escapa que no es lo mismo nacer en Malí o en Suecia. Ese irrelevante detalle o accidente en el momento y lugar de nacimiento condiciona gran parte de la vida de las personas, el mero hecho de haber nacido en un lugar “inadecuado” establece la primera gran desigualdad entre los habitantes de la tierra. El ciudadano de Malí probablemente puede preferir ser un no-ciudadano relativamente protegido en Suecia que un ciudadano desprotegido en Malí. O dicho de otra forma, puede preferir ser extranjero en Malmö que nacional en Bamako. La ciudadanía es pues un status, pero un status con diferentes niveles de protección, y nacer en algunas partes del mundo es nacer desprotegido, es nacer básicamente persona, de la misma forma que nacer en otros es nacer superprotegido, es nacer básicamente ciudadano, como es nuestro caso. Son cada vez más los teóricos de la economía, politología y sociología que usan el término “apartheid” para referirse a esta situación en la que 2.800 personas viven con menos de dos dólares diarios (de ellas 1.200 con menos de uno). 2. Los Estados son la última ratio de la ciudadanía. Decía que la ciudadanía está ligada al Estado de muchas formas. Además de las protecciones, el Estado es la última ratio de la nacionalidad y el delimitador de la ciudadanía. La ciudadanía estatalizada no se refiere a nuestras virtudes ciudadanas o al hecho de vivir mayoritariamente en ciudades sino a que, llegado el caso, el Estado-nación, cualquier Estado-nación, usará la ciudadanía como un bien aristocrático, sólo para los suyos, y en ese caso la ciudadanía se constituye en la relación étnica excluyente por antonomasia. Es más, llegado el
caso la ciudadanía nacional del Estado puede solicitar que se expulse a los nuevos residentes del Estado por no ser ciudadanos nacionales. Luego, la ciudadanía territorializada –estatalizada– es un bien aristocrático, pues todo lo que no se puede universalizar no es un derecho, sino un privilegio. Los occidentales estamos instalados en ese privilegio, que ya defendió Bush padre en 1992 en la primera Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro diciendo que “el modo de vida americano es innegociable”. La gran pregunta a la que debemos responder es si estamos dispuestos a negociar nuestro modo de vida, nuestra ciudadanía, pero... a la baja. En el futuro o la ciudadanía es universalizable, y en ese momento sería legítimo hablar de denominaciones como ciudadanía trans-
nacional, cosmopolita, universal, etc..., o será la actual, y la actual es en sí un lujo sólo para unos pocos, para mil millones. Estas nuevas denominaciones de la ciudadanía son mera palabrería si no llevan adherida la voluntad de transformar la actual desigualdad mundial en favor de los más necesitados. Cuando frecuentemente decimos que la solución a los flujos de inmigración consiste en desarrollar los lugares de origen de los inmigrantes, estamos diciendo dos cosas: primero, que no vengan, y, segundo, que no estamos dispuestos a repartir lo nuestro. Es más, qué desarrollo decimos promover cuando las remesas que los inmigrantes envían a sus familiares son actualmente la principal expresión económica de solidaridad humana que reciben sus países de origen,
cantidad superior a la que reciben conjuntamente por ayuda al desarrollo, programas de cooperación e inversión extranjera. Por todo ello, la posibilidad real de la ciudadanía requiere la remoción de determinados supuestos. 3. El primer supuesto es el de la compatibilidad de democracia y realidad estatonacional. Los principios democrático y nacional son usualmente compatibles en términos de realpolitik, pero incompatibles en los lógicos. Las sociedades de nuestro entorno –luego me extenderé de realidades socioculturales como la vasca–, en primer lugar, se basan en el principio democrático y en consecuencia afirman la idea de igualdad, lo que se concreta en el principio de “una persona, un voto”. Pero, en segundo lugar, en tanto sociedades estato-nacionales parten de que la legitimidad ciudadana corresponde únicamente a los del país y sólo en determinadas circunstancias a los de fuera. Se establece pues un conflicto entre el principio de prioridad para los de casa, que es lo que legitima el principio ciudadano, y la igualdad de derechos para todos, que es lo que legitima el principio democrático1. Este es un conflicto que debe ser removido para repensar la ciudadanía. 4. ¿Por qué tienen relevancia moral las fronteras? Este es el segundo supuesto que va unido al anterior y del que debemos desprendernos para crear una ciudadanía igualitaria. Esto quiere decir que el principio de prioridad está presente en todas nuestras formas de ver el mundo, pues las fronteras físicas se nos han transformado en categorías mentales, según las cuales sólo nos debemos a los que están más acá de nuestras fronteras y no tenemos ningún vínculo de 33
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solidaridad con los que están raciones de que todos los seres fuera de ellas. Es interesantísimo humanos tienen ciertos dereel ejemplo que nos aporta el ex- chos y que toda vida humana perto en ética Peter Singer: “Hay tiene el mismo valor. Además más de mil millones de personas condenamos a quienes estableque viven en el mundo en la cen diferencias en función raza más extrema pobreza. En el año o nacionalidad. 2000, los norteamericanos dieron 5. El gran supuesto: el un total de 4 dólares por persona necesitada, o aproximadamente nacionalismo metodológico. 20 dólares por familia, en donati- Esta es la madre de los supuesvos privados para ayuda externa. tos: toda la modernidad se ha Los neoyorkinos, ricos o no, que basado en el principio de que a vivían en el Sur de Manhattan un Estado le corresponde una el 11 de septiembre de 2001, nación y a ésta una cultura. Es recibieron una media de 5.300 a lo que se ha denominado “nacionalismo medólares. Las diferencias entre todológico”. El estas cantidagran problema Contrariamente, nuesdes simbolizan de este printro actual modo docipio es que la forma en la minante de pensar funciona como cual, para muestá permitiendo que cha gente, el real a pesar en una época de exámbito de la de que no es cedente material espreocupación cierto. Es decir, temos legitimando la por otros se los Estados, detiene en las que muestran existencia de excedenfronteras de su muy poca inclites humanos nación al suicipropio país, si dio, funcionan es que se extiende tan lejos. como si en su ʻLa caridad bien interior no hubiera habido (ni entendida empieza por uno hay) pluralidad mismoʼ, dice la cultural y, cuando se demogente, y, de forma más explícita, ʻdebemos ocu- cratizan, como si la idea de su parnos de la pobreza en nuestro nación además de ser neutral no propio país antes de intentar hubiera tenido ninguna imporarreglar la de fuera”2. Detrás de tancia en la laminación del resto esta lógica está la idea de comu- de naciones y culturas. Simultánidad imaginada de Anderson, neamente ocurre que también que es imaginada «porque aun quien aspira a poseer un Estado los miembros de la nación más piensa igualmente en nacionapequeña no conocerán jamás a lismo metodológico, trastocando la mayoría de sus compatriotas, legítimamente la ecuación inicial no los verán ni oirán hablar de y transformándola como sigue: ellos, pero en la mente de cada cada cultura diferenciada constiuno vive la imagen de su comu- tuye una nación y ésta sólo puenión»3. de ser preservada por su propio Estado. Esta fragmentación prác6. La gran revisión. Postica de nuestra solidaridad es tular una nuesimultánea a va ciudadanía nuestras decla34
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supone revisar todos los componentes fácticos que hoy imposibilitan la remoción de la antigua, por lo que apostar por una nueva ciudadanía supone destruir la anterior, desvinculándola de la nacionalidad y del Estado y reinventando sus contenidos sociales. La alternativa opuesta es seguir dividiendo los seres humanos o en sólo personas o en ciudadanas. Tras todo ciudadano hay una persona, pero hay personas que sólo son personas. Esta refundación de la ciudadanía supone que la población privilegiada del mundo se descabalgue de su actual posición, que atente contra sus propios intereses, que esté dispuesta a rebajar su nivel de vida para que todos los habitantes del planeta tengan derecho a vivir con dignidad y que esté dispuesta a promover una revolución cultural, porque la tecnológica y la material ya están realizadas, y el problema no radica en la escasez material sino en la distribución universal de lo existente. Contrariamente, nuestro actual modo dominante de pensar está permitiendo que en una época de excedente material estemos legitimando la existencia de excedentes humanos. Esta revolución cultural requiere refundar todas las concepciones del mundo sobre lo social y remodelar las bases perceptivas que están en su base, y viceversa. Esta revolución no sólo afecta a las autoridades políticas, sino a toda la sociedad, que en situaciones de crisis suelen exigir el principio de prioridad con los nuestros en detrimento de todos los otros. Si no se promueve esta refundación estamos ante meros juegos pirotécnicos con nuevas formulaciones de ciudadanía.
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7. La gran apuesta Euskadi. Una de las otras tantas ironías de la historia es que muchas veces sin haber llegado hay que emprender el camino de vuelta. Es decir, en el País Vasco, nos encontraríamos con la siguiente situación, que normalmente puede considerarse de libro: 1) Se trata de un territorio habitado por una minoría nacional dominante, que considera que constituye una nación no suficientemente protegida, ni en el plano de la diferencia cultural ni en el político institucional, 2) esa minoría, bien por convencimiento bien por imposibilidad, debe ir desprendiéndose de la idea de que precisa un Estado, 3) en tanto realidad subestatal no tiene competencias en el ámbito de la realidad migratoria, con lo que no puede determinar sus propios principios de gestión social y de la pluralidad, y, 4) estas competencias hoy permanecen monopolizadas por un Estado que a tenor de los convenios internacionales, europeos4, que promueve y suscribe no parece tener intenciones de reformular la ciudadanía realmente existente, y, 5) en ese contexto, se promueven desde el Gobierno Vasco formas de integración ciudadana5. 8. La integración ciudadana. Durante todos estos últimos años, tanto en el campo académico como en el de algunas políticas gubernamentales, en la nueva fórmula “integración ciudadana” se ha revisado más lo referido a la integración que lo de la ciudadanía. Mucho me temo
que la ciudadanía territorializada siempre será un as que los Estados se guardarán en la manga, que lo usarán para seleccionar el tipo de inmigración extranjera que pretenden importar: los que tengan afinidades culturales o capacitación funcional adecuada para nuestras necesidades en el mercado de trabajo. Con respecto al término integración, poco a poco va decayendo su dimensión meramente cultural y emergiendo paralela y lentamente su dimensión social. Es en ésta en donde se puede entrever el resultado de establecer un conjunto políticas públicas y de derechos que dignifiquen a la extranjería y a su estancia en el país receptor. Si durante mucho tiempo el término integración ha sido entendido como asimilación meramente cultural, hoy se entiende que la integración debe aminorar su contenido cultural y acentuar el social. Así, la integración atendería más al ámbito de derechos civiles, políticos y sociales, según el modelo marshalliano de ciudadanía, a los que es acreedor el extranjero en tanto residente en un determinado Estado, sobre todo si se autodenomina democrático. Es más, si como anteriormente hemos dicho que la nacionalidad determina el acceso a los derechos y separa las personas en dos, entre quienes tienen derechos y quienes no, en adelante se trataría de buscar formas de protección y gestión de la diferencia cultural más complejas junto con propuestas asimilacionistas en los ámbitos social y político. O, dicho de otra forma, se trata de indagar cómo se puede obtener la diferencia cultural suficiente junto con la máxima igualdad social. 9. ¿Dónde están, cuáles son, los límites para la integración ciudadana? Ante la nueva
realidad inmigratoria se acrecienta la impresión de que poseemos unos discursos sociales profundamente asentados que a modo de árbol impiden ver el bosque. Se ha establecido un círculo vicioso entre definiciones sociales de la realidad dominante, medios de comunicación, intereses sociales circunscritos, rechazo de una parte de la población, etc., que no se avienen con el ámbito de nuestras prácticas reales. Todos estos discursos se basan directamente en el rechazo manifiesto de la inmigración o en el síndrome del jardinero, es decir, en su obsesión de tenerlo todo compulsivamente en su lugar o bajo su control: la eliminación de lo que está fuera de lugar o donde no le corresponde. Probablemente, hoy por hoy, la idea de control es más importante que la de rechazo, y entre ellas hay algunas diferencias. La idea de rechazo es la que usamos a falta de otra mejor. En la práctica cotidiana no rechazamos, pero estamos obsesionados con la idea de la evacuación de la incertidumbre, el reverso de la situación bajo control. El ser humano es obsesivo con la idea de orden, porque este orden es el origen de su estabilidad y de su experiencia de vivir en sociedad. Además, como dice Zygmunt Bauman a lo largo de toda su obra, de reciente publicación, si la idea de orden y control del medio ha sido importante a lo largo de la historia, lo ha sido de forma compulsiva en la modernidad, y todos los proyectos que se promovieron bien desde la izquierda o desde la derecha proyectaron una solución definitiva para los problemas de la humanidad6, pero a modo de reverso como dice el propio Bauman: “Los grandes crímenes a menudo parten de grandes ideas 35
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[...]. Entre esta clase de ideas, el primer puesto corresponde a la visión de pureza”7 o “allí donde hay diseño, hay residuos”8. El diseño del orden moderno ha sido pensado para situaciones de homogeneidad cultural y antropológica. El modelo no presuponía contacto con la diferencia y en caso de haberlo había una cómoda solución: la asimilación. Pero el desorden cultural y antropológico se ha instalado con voluntad de permanencia y como afirmó Eduardo Galeano “ahora que teníamos todas las respuestas, nos han cambiado las preguntas”. Ahora bien, en esta incertidumbre, en este relativo caos, la sociedad no responde desde el rechazo sino desde intentos de reprocesar la incertidumbre. Dos muestras de encuestas de opinión: La primera respuesta ex-
presa lo que socialmente se entiende como deseable y muestra 36
que un 90 % es partidario de la libre circulación de personas y, la segunda, ya referida a nuestro ámbito concreto, a simple vista parece mostrar rechazo a la inmigración, pero en el fondo está reclamando eliminación de incertidumbre, sin que tengamos ayuda de las definiciones sociales dominantes sobre la inmigración en esta labor. Así, junto a un 9 % que está dispuesto a una política de puertas abiertas en cualquier circunstancia, un 85 % sería también favorable siempre que tuvieran un contrato de trabajo o, ampliando la opción y lo que seguramente quiere decir la gente, en la medida en que estén trabajando. Los datos reales nos dicen que la población extranjera, mayoritariamente comprendida entre edades de 20 a 45 años, está en edad laboral y de facto trabajando, pero a día de hoy nuestras sociedades no tienen aparte del buenismo con respecto a la llegada de todo tipo y número de población extranjera unos discursos sociales extendidos socialmente que recojan estas opiniones y las positivizen. El discurso dominante sólo recoge la opinión del 10 % de la población que opta por el rechazo. El discurso positivo es aún inexistente. Para su elaboración es preciso dejar de pensar en la inmigración como mero apéndice de nuestra política laboral o como receta salvífica de nuestro sistema de seguridad social, son también necesarias políticas públicas de protección jurídica que doten de sentido y contenido de ciudadanía a los nuevos residentes vascos, y admitir que este proceso va en detrimento de la aspiración de coherencia, deseo de identidad o búsqueda de armonía que promete pero que no suministra la idea de homogeneidad. Este es el gran reto humano y humanista del momento, y lo que nos hará
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mejores personas: compensar en dignidad humana generalizada lo que se pierde en identidad cultural local. Frente a la idea de que hay un umbral de tolerancia en el número de inmigrantes que puede aceptar una sociedad y que nadie sabe cifrar ni concretar y que, para quienes son manifiestamente contrarios a la extranjería, ya se habría sobrepasado cuando representaba un 0,001 % de la población, unos últimos datos recientísimos nos informan de los derechos que según la población española deberían tener los extranjeros:
A la luz de las respuestas, se puede observar que los límites no son sociales, sino del discurso, y los discursos y creencias sociales varían con mucha dificultad y por ello permanecemos instalados en una situación esquizofrénica: convivimos con los extranjeros pero no tenemos palabras socialmente articuladas para referirnos a esa convivencia con base en un discurso creíble: o nos situamos en el polo de “todo el mundo es bueno” o en el del “desconfianza ante el extranjero, por el hecho de serlo”. En algún punto intermedio está la experiencia real y precisa de un discurso que la describa.
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11. Más allá de los lí- transfiramos a toda la sociedad mites. Hace ya muchos años, el problema real y el temor lógico un eminente sociólogo, Robert de este sector de la población, Merton, estimaba que era posi- que a tenor de nuestras investible remover los prejuicios y las gaciones supone entre un 9 y un creencias asentadas en la socie- 12 % de nuestra sociedad. dad con cambios institucionales Ahora bien, tampoco olviy políticas públicas. Con base en los pocos datos que hemos demos que nuestra sociedad se aportado, los límites son más de está brasileñizando9 y que los imaginario, y la sociedad vasca Estados y gobiernos, también no se opondría a las políticas el vasco y el central, desarrode dotar un status ciudadano llan su actividad en condiciones a los nuevos residentes. Ello, neuróticas y estrábicas: con un no obstante, requiere contar con ojo puesto en la amenaza de un elemento muy importante. las corporaciones económicas y el otro en una En la sociedad ciudadanía cavasca, como da vez más –y en todas socieNo transfiramos a topeor– desatendades, siempre da la sociedad el prodida. Dentro hay un sector blema real y el temor de unos años, de la población lógico de este sector y siempre que en situación de de la población, que a la política no precariedad obtenor de nuestras invuelva a domejetiva para quien vestigaciones supone ñar la econola inmigración mía, nuestras extranjera es entre un 9 y un 12 % sociedades más un motor de nuestra sociedad estarán comde sustitución puestas de que de compleextrañ(ad)os, mentariedad, y tanto autóceste sector quetonos como da seriamente extranjeros. resentido por la Como dice afluencia de perRob Kroes. sonas extranjeras: son los que menos recursos “En medio de esto, los estados materiales y simbólicos poseen. democráticos contemporáneos Sin culpabilizar a los que de se encuentran en un paradójihecho son víctimas de su sta- co dilema. Han abandonado los tus y sin echar interesadamente instrumentos de acción indepenmano del principio de prioridad diente por los organismos sunacional, que se usa normal- pranacionales o, sencillamente, mente para instrumentalizar a les han dado a las fuerzas anóautóctonos y foráneos y terminar nimas del mercado de la econoolvidándose finalmente de ellos, mía mundial. Pero por motivos una política seria de ciudadanía prácticos, todavía son las señas también debe englobar a este centrales para la expresión desector de población. No olvide- mocrática de angustia y premos que la inmigración siempre ocupación entre sus electorados ha ejercido un efecto especular nacionales. Los votantes ven su sobre la sociedad autóctona, de relativa impotencia en dar restal forma que en la inmigración puestas satisfactorias a la falta se refleja lo que no funciona en de sensibilidad, una percepción nuestra sociedad. Ahora bien, no que resulta en una alienación
política extendida y de realineamiento del votante”10. Es decir, los desmanes del mercado los paga la democracia, deslegitimándose. 12. Derechos para todos y ¿si prescindimos de la ciudadanía? Suministrar ciudadanía a los nuevos residentes vascos significa dotarles de los derechos a los que accede normalmente la ciudadanía vasca, sobre todo los políticos y los sociales. Los civiles van de suyo, aunque deben ser recontemplados desde los parámetros de la igualdad cultural. Estos derechos y condiciones iguales deben acometer todos los ámbitos que se contemplan en la nueva comprensión del término integración: legal, laboral, residencial, familiar, escolar, social, cultural, participación y político. Este proceso que no necesariamente debe ser armonioso, también requerirá con el tiempo alguna forma de articulación compleja en el ámbito cultural con el objetivo de igualar el valor de la diferencia11. Esta forma no será sencilla y menos en una realidad tan plural como la vasca, caracterizada por una superposición de peticiones culturales diversa y de diferente rango de legitimación. Por último, y como la ciudadanía estatalizada puede ser el último reducto indemocratizable para el género humano, Luigi Ferrajoli 12 distingue entre derechos de ciudadanía y derechos de la persona y propone que: “tomar en serio estos derechos (del hombre frente a los de ciudadanía) significa hoy te37
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ner el valor de desvincularlos de la ciudadanía como ʻpertenenciaʼ (a una comunidad estatal determinada) y de su carácter estatal. Y desvincularlos de la ciudadanía significa reconocer el carácter supra-estatal –en los dos sentidos de su doble garantía constitucional e internacional– y por tanto tutelarlos no sólo dentro sino también fuera y frente a los Estados, poniendo fin a ese gran apartheid que excluye de su disfrute a la gran mayoría del
El problema de la pobreza en los países subdesarrollados del Sur del planeta no se resuelve abriendo las fronteras, sino dando soluciones en aquellos mismos países a los problemas de su desarrollo
Pero es igualmente cierto que Occidente nunca afrontará seriamente estos problemas si no llega a sentirlos como propios”. ¿Y si siguiendo este argumento proponemos la sustitución o el abandono de la ciudadanía territorializada para que el sueño de la igualdad del género humano sea posible? Suena a iluso, pero es una buena propuesta.
NOTAS 1 Walter Actis, “Extranjería, nacionalidad, ciudadanía”, en AA.VV., Exclusión social y diversidad cultural, Gakoa, Donostia, 2003, pág 29.
Peter Singer, Un solo mundo. La ética de la globalización. Paidós, 2003, Barcelona. 2
3 Benedict Anderson, Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo, FCE, 1993, México. 4 Todas las últimas propuestas que se han realizado desde Europa y las que promovieron los ministros de interior de cinco países europeos, entre los cuales estaba España, son enormemente descorazonadoras, porque la única propuesta que se advertía tras las medidas era cómo convertir los países de la ribera del Mediterráneo en “Estados tampón”.
género humano contradiciendo su proclamado universalismo. Significa, en concreto, transformar en derechos de la persona los dos únicos derechos que han quedado hasta hoy reservados a los ciudadanos: el derecho de residencia y del derecho de circulación en nuestros privilegiados países. Es bien cierto que el problema de la pobreza en los países subdesarrollados del Sur del planeta no se resuelve abriendo las fronteras, sino dando soluciones en aquellos mismos países a los problemas de su desarrollo. 38
5 Miguel Pajares, La integración ciudadana. Una perspectiva para la inmigración, Icaria&Antrazyt, Madrid, 2005. 6 Esta idea de orden es realmente peligrosa y letal en su versión perfeccionista o purista y da lugar a aberrantes soluciones finales: Auschwitz, Apartheid, Gulag, etc..., además de catástrofes humanas, son denominaciones del perfeccionismo que surgió en plena modernidad. El último perfeccionismo o purismo es el de que todo debe regirse por la lógica del mercado, que nos lleva alegremente, al igual que la orquesta del Titanic, al Auschwitz Global. Algún día, un nuevo Primo Levi escribirá nuevamente Los hundidos y salvados. 7 Zygmunt Bauman, La posmodernidad y sus descontentos, Akal, Madrid 2001, p. 13. 8 Zygmunt Bauman, Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias, Paidós, 2005, p. 46.
Afirma Ulrick Beck que “la consecuencia involuntaria de la utopía liberal del libre mercado es la brasileñización de Occidente. Lo que más llama la atención en el actual panorama laboral a escala mundial no es sólo el elevado índice de paro en los países europeos, el denominado milagro del empleo en EE.UU. o el paso de la sociedad del trabajo a la sociedad del saber, es decir, qué aspecto tendrá el futuro del trabajo en el ámbito de la información. Es, más bien, el gran parecido que se advierte en la evolución del trabajo en los denominados primero y tercer mundo. Estamos asistiendo a la irrupción de lo precario, discontinuo, impreciso e informal en ese fortín que es la sociedad del pleno empleo en Occidente. Con otras palabras: la multiplicidad, complejidad e inseguridad en el trabajo, así como en el modo de vida del sur en general, se están extendiendo a los centros neurálgicos del mundo occidental”, en Ulrick Beck, Un nuevo mundo feliz. La precariedad del trabajo en la era de la globalización, Paidós, Barcelona, 2000, p. 9. 9
Rob Kroes, Ciudadanía y globalización. Europa frente a Norteamérica, Frónesis, Universidad de Valencia, 2002, Valencia, p. 55. 10
11 Una propuesta interesante para es la de ciudadanía compleja de Rubio Carracedo, según la cual se «atiende adecuadamente a una triple exigencia: a) iguales derechos fundamentales para todos los ciudadanos, lo que implica una política universalista de integración de tales mínimos comunes irrenunciables; b) derechos diferenciales de todos los grupos, mayoría y minorías, que componen la estructura organizativa del Estado (todo Estado es, en mayor o menor grado, multisocial y multicultural), lo que implica una política de reconocimiento tanto en la esfera privada como en la pública; y c) condiciones mínimas de igualdad para la dialéctica o diálogo libre y abierto de los grupos socioculturales, lo que conlleva una política multicultural que incluye disposiciones transitorias de discriminación inversa (precisamente para igualar las condiciones de partida), de currículos multiculturales, de incentivación del intercambio etnocultural, etc,..., así como la prevención estricta de toda desviación homogeneizadora o asimilacionista en la cultura hegemónica», en Rubio Carracedo, José (2000), “Ciudadanía compleja y democracia”, en J.R. Carracedo, J.M. Rosales y M. Toscano, Ciudadanía, nacionalismo y derechos humanos, Trotta, Madrid, p. 28. 12 Ferrajoli, Luigi (1999), Derechos y garantías. La ley del más débil, Trotta, Madrid.
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Ines Pagola Neologismos en la obra de Sabino Arana Goiri liburuaren egilea
Testuak: ROSA MIREN PAGOLA Argazkiak: TXETXU BERRUEZO
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“Haren neologismoen modernotasuna da nire iritziz aipagarriena, harrigarriena”
hermes nÂş:2 de 8. Ines Pagola. Rosa Miren Pagola
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uela zenbait urte, Ines Pagolak Sabino Arana Goiriren hit z-sorketaz egin zuen doktorego-tesia orain berriki argitaratu da. Ikerketa-lan horrek merezi zuen argitaratua izatea, besteak beste, baita Sabinok euskararen berrindart zean izan zuen eragin apartagatik ere. Jakina da Sabino Arana ez zela bakarra lan horretan jarduten eta ez zela basamortuan ari, beste bat zuk ere bazirelako euskararen alorra lant zen. Baina Sabino Aranak, besteek ez bezala, euskal izate osoa zuen helburu: euskal herria, euskal lurra, euskal nortasuna eta bere dituen eskubideak oro, guzti hori euskarak batez ere mamit zen zuelarik. Horra, nondik letorkeen Arana Goirik euskararen alde izan zuen eragin neurtezina.
Eragin hura oraino bizirik dago, edo, agian, zuzenago lit zateke esatea hark eman zion bult zakada bortit zik gabe ez zela egungo loraketa gertatuko. Hala ere, belaunaldiak pasa ahala aurrekoen ekin eta lan handien oroit zapena ezabatuz joaten da eta haien irudiak ere lausotuz. Beraz, besteak beste, beharrezkoa zen Ines Pagolaren lana bezalakoa Sabino Aranaren alderdirik aipatuenetariko bat, nola den hizberrigint zarena, hobeki ezagutu eta egokiago kokatu ahal izateko euskararen inguruan hark garatu zuen lan osoan.
Izan ere, hit z berriek beti sortu dute eztabaida. Makurrena da, eztabaida horiek direla-eta, hit zek, berez hizkunt zaren egituran hainbesteko eraginik ez dutenak bestalde, hizkunt zaren beste atalei gailendu egiten zaizkiela maiz. Arana Goiriren kasuan ere horren ant zeko zerbait gertatu izan da, hit z berrien sorketak euskararen alorrean hark izan zuen berebiziko eragina estali egin balu bezala. Eta, horrekin batera, bazterturik gelditu izan dira sorketa beraren meritu, jokabide eta helburu sakonenak ere.
Beraz, Ines Pagolaren azterketa ezin hobeki datorkigu Sabino Arana Goiriren alderdi garrant zit su hau ongi ezagutu nahi dugun guztioi; izan ere, sortu zituen hit z denak jaso eta banan-banan eta zehat z aztertu ditu. Ziurrenik, lan honek ere ez die eztabaida guziei ateak it xiko, baina gaiaren ezagut za sendoagoz burutu ahal izango dira.
E.H.U.ko Euskal Filologia Saileko irakaslea da Ines Pagola. Ikert zaile bezala, batez ere XIX. eta XX. mendeetako euskararen inguruan aritu da, non koka daitekeen hemen elkarrizketa gai den Sabino Aranaren hit z-sorketazko lana ere. Ines Pagolak hainbat artikulu argitaratu ditu eta zenbait edizio ere paratu: R. M. de Azkueren Bein da betiko; Bat xi Guzur (1986), Ardi galdua (1989); XIX. mende akabuko kontakizunak (1994).
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Irakurleak uler dezan, nola definituko zenuke ‘neologismo’ kont zeptua? Neologismo, edozeinek daki: hizkunt za bateko hit z, adiera berria. Neologismoak hizkunt zaren erabideak erabiliz sor daitezke edota beste hizkunt za batetik mailega daitezke. Arana Goirik (=AG), esan gabe doa, azken bidea guztiz baztert zen du. Haren neologismoen artean bi talde handi berezi behar dira: neologismo bezala, hot s, AGk berak eginak bezala aurkezten zaizkigunak, eta besteak. Lehenak dira AGren neologismoekin identifikat zen ditugunak: ikurrin (ikurr-eun), gaudi (gau(za) -di) ʻunibert soʼ, biztoki (bizi-toki) munduaʼ, neskut z (neska-ut s)
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ʻbirjinaʼ, etab. Hauetako asko lehen aldiz agert zen diren lanaren hasieran edo bukaeran zerrendat zen eta, gehienetan, nola egin dituen azalt zen du AGk. Besteen artean talde bat baino gehiago bereiz daiteke. Badira haren idat zietan lehen aldiz dokumentatuak izanagatik ere, nola esan, “sobre la marcha” eginak diruditenak, edozeinen idazkitan ager zitezkeenak, edozein hiztunek sor zit zakeenak, hala nola, Abarr-igande ʻErramu igandeaʼ, nekakorr ʻnekagarriaʼ, ikarakorr ʻbeldugarriaʼ, etab. Talde honetan badira gaizki ulertu baten ondorio direnak ere: adijon ʻegokiera, aukera, paradaʼ, etab. Logikaren izenean hizkunt za hobet zeko saiakeren emait zak: bi(g)urturen lekuan, birgurrtu, bir- delako aurrizkia. Hauen ar-
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tean azpitalde bat osat zen dute ortografia etimologikoa dutenek: euzk- (<eguzki), azkatu (at z ʻbehat zʼ+ -ga+ -tu), etab. Bestalde, gut xi badira ere, gure lanean -Neologismos en la obra de AG du izenburu gure lanak, ez, Neologismos de AG- jaso ditugu AGrenak ez diren neologismoak ere, baldin erabilt zen edota aipat zen baditu: adit z (Azkuek, eta aurretik Larramendik, baina ez adiera berarekin adit z(a) ʻverbo en la filosofíaʼ), biztanle, Larramendirena eta Lore Jokoetan zerbait erabilia izan bazen ere, AGri esker zabaldua. Bildu ditugu ere, azkenik, aldi ʻdenboraʼ, done ʻsantuaʼ bezalako zenbait hit z neologismo ez direnak, baina AGk berreskuratu eta berari esker zabalt zen diren arte oso gut xitan agert zen direnak.
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Zuk ikertu dituzu osoen eta hobekien Sabino Aranak eratu eta sorturiko neologismoak: denak jasoz, haien azterketa eginez eta, berak idat ziz erabili zituenean, testuinguruak ere eskainiz. Zein izango lit zateke Sabino Arana Goiriren lanaren zure balorazio orokorra hit z berrien ikuspuntu horretatik? Haren neologismoen modernotasuna da nire irit ziz aipagarriena, harrigarriena. Hizkunt z Plangint zan neologismoei eskat zen zaizkien garrant zizko baldint zak betet zen dituzte: laburrak dira, hot s, ekonomikoak, eta “eufonikoak”: euskal belarrient zat, gozoak; ongi egokit zen zaizkio hizkunt zaren forma kanonikoari, ez dituzte elkarketa eta eratorpenerako haren garaikideen neologismo gehienek dituzten arazoak, eta besteen neologismoek ez bezala, AGrenak ilunak dira oso, aztergait zak, eliptikoak, it xuraz behint zat, ezmotibatuak eta horregatik, hain zuzen ere, dira zehat zak: behin izkin (silaba) dela ikasi dugula, ez dago nahasbiderik.
Zure ustez, alde onak ala kontrakoak, zeint zuk nagusit zen dira? Ez naiz hori neurt zeko gai, baina alde t xarrik aipatu behar banu, erdaratiko hit zen baztert ze sistematikoa, obsesiozkoa aipatuko nuke. Gauza bat da premia berriak aset zeko mailegat zeari uko egin eta hit z berriak sort zea eta beste bat, arras diferentea, garbizaletasunetik garbizalekeriarako bidean legokeena, euskaran aspaldidanik errotutako erdaratiko hit zak besterik gabe baztertu eta haien ordezkoak sort zea: eleiza ordezkat zeko t xadon (et xe+deun) erat zen du; jaupari (jaupa (jaun+opa) ʻmezaʼ+ ari), abade, apaizen lekua betet zeko; Espiritu Santuren ordez, Goteun (gogo+deun); aingeru ordezkat zeko, got zon (gotut s, gotut z+on), ikurrton (ikurr+deun), sakramenturen lekuan, eta abar. Dakidala, neologismo bakar batean erabilt zen du, jakinaren gainean, erdaratiko osagai bat: laurrleko (lau+errial+ -(e)ko), “exotikoa” da errial, baina “exotikoa” da halaber neologismoak adit zera ematen duen t xanpona.
horiek herriak erabilt zea eta izan duten bezalako arrakasta izatea? Egia da ez zituela euskararen legeen arabera eratu. Azkuek zioen bezala, ez zuen eratorpen eta elkarketa-lege fonetikoen artean bereizketarik egiten, esaterako; are gehiago, harent zat testuinguruak ez ditu lege fonetikoak baldint zat zen eta, hala, lege hauek askatasun handiz darabilt za hit z berriak sort zerakoan: begi+azal>betazal den bezala, abegi+aldu>abetaldu, lagi+erri>laterri dira, eta halaber got- (<gogo) elkarketaren bigarren osagai bezala ondokoetan, adibidez: goteun, goterri, got zalle, etab. Osagaiak aldez aurretik ezagututa ere, nekez asma daiteke zein izango den azken emait za, eta horrekin guztiarekin ere, askotan aurpegiratu zaionaren kontra, edozerk ez du balio, metodoa dago haren ustezko zoramenean, besteak beste, Lecciones de Ortografía del Euskera Bizkainon ezarri lege fonetikoak puntuz puntu betet zen dituelako. Hala bada, estiloz hit z egin daiteke. Bada egiteko modu berezia, nekez zehat z daitekeena, baina aurrean izanez gero, ezagut zen dena, nolabaiteko automatismo imitazioz erreprodukzioa ahalbidet zen
Hit z berriak sort zerakoan, euskararen legeen arabera ez zituelako eratu kritikatua izan da. Baina ez al da garrant zit suagoa hit z berri 43
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duena. Estilo hau, neologismoen modernotasun aire hori nagusitu zit zaien, gramatikaren aldetik, ait zakiarik gabeko Azkueren neologismoei. Azken finean, hit z baten arrakastak zer ikusi gut xi du bere zuzentasun gramatikalarekin. Helenistek biziki kritikatu zuten sasigrekera moduko batean oinarrit zen den zient zia-terminologia eta begien bistan da izan duen arrakasta. Esku hart ze-baliabide eraginkorren aurrean ezer gut xi ahal dezakete terminologo araut zaileek.
Sabino Aranak sortutako hainbeste hit z berri bizkaieran ez ezik beste euskalkietan ere zabaldu egin dira eta euskara batuak berak ere onartu ditu. Hori horrela izanik, haren ekarria lexikogint zan oso ona bezala har daitekeela dirudi. Hit z berriek, eta oro har hizkunt zari buruzko ideia garbizaleek, ideia politikoen ibilbide bera egin zuten. Abert zaletasuna Bizkaitik kanpo hedat zearekin batera zabalt zen dira beste eskualdeetara, bereziki, Gipuzkoara. Ipar Euskal Herrian, ordea, salbuespenak salbuespen, ez zuten –eta ez dute– eragin handirik izan. 1900-1936 bitartean, eta are beranduago ere, aranatarren euskara berria, garaiko idazle gehienek −onenak eta ezagunenak barne− hautat zen dutena, da nagusi. AGren neologismoekin batera, haren estiloan, haren egi-
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teko modu berezian sortutako zientoka hit z berri agert zen dira, baina, oker ez banago, gehienak bidean gelditu dira. AGren neologismoen zerrendako A letra hartu dut: guganaino heldu direnak ez dira %16ra helt zen. Politikarekin, kont zeptu berriekin loturiko hit z berriak gorde ditugu bereziki, baina ez bakarrik (aberri, abert zale, abizen, alderdi, aske, askatu, auteskunde; ant zoki, abesti, arpide, etab.); erdaratiko hit zak ordezkat zeko sorturiko asko eta asko, batez ere ongi errotuak zeuden erlijio eremukoak, aldiz, ahaztu egin ditugu (ana, auti, beldukar, lekaide, t xadon, ugut zari, ziñopa, etab.).
Sabinoren hit z berrit ze hori ez al zen bere garaian euskarak behar zuen suspergarria izan, baserri girotik atera eta hizkunt za hiritar bihur zedin? Hit z berrit zea ondorio izan zen, ez arrazoi. Abert zaletasunak ekarri zuen euskararen berpiztea eta edonorako gai bihurt zeko bidean jart zea. Zail izaten da bide berriak urrat zea; behar bada, hiztegi apropos baten falta izan zen oztoporik agirikoena, nabarmenena, ez, ordea, bakarra; joskerak ere, besteak beste, arazo larriak ekarriko zituen.
Euskal Herrian hizberrigint zak eta garbizaletasunak beti aurkitu du lur landua ika-mikarako. Horrek, Sabinoren kasuan, ez al du neurri batean estali hark euskararen erabilera bult zat zen izan zuen eragin handia? Izan ere, haren ondorengo urteetan, euskararen inguruko arlo guztiak indartu bait ziren, herri xeheari zuzenduriko euskarazko argitalpenak hainbat ugalduz eta ant zerkigint za eta euskararen inguruko ekint zak ere izugarri gehituz. Ez dut uste ukatu zaionik AGri, eta, orohar, jelt zaletasunari, euskararen eta euskal kulturaren pizkundearen eragile nagusi izana, baina, urteak pasa ahala, aranatarrek azken muturreraino eraman zituzten maisuaren posizioak eta literatur tradizio eta herri hizkerarekin hausteko puntuan jarri ziren. Haien euskara berriak, hipereuskarak, euskalkien erabateko zatikat zea ekarri zuen fonetismo partikularren erabileraren ondorioz. Larriagoak izan ziren Azkuek hasitakoei eransten joan zit zaizkien hainbeste gramatika-berrikunt za, eta lexikoari dagokionez, Azkueren hiztegitik hartutako hit z zaharkitu inork gogorat zen ez zituenak, urrutiko bazterren batean bakarrik ezagunak zirenak eta neologismoak neurririk gabe erabilt zeak ia ulertezin egin zuen idazten zena. Ez da harrit zekoa egoera horren aurrean kritikak agert zea
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(Altube, Ibar, etab.). 1936an Ibarrek euskaraz inoiz baino gehiago idazten dela onart zen badu ere, gehit ze hori it xurazkoa dela dio, irakurleek, jelt zaleen gehiegikerien ondorioz, behera egin dutelako. Ene ustez, kritikak AGren merezimenduak estali baditu, aranatarrek berek, beren gehiegikeriek dute errua. Dena den, ez da Euskal Herrian soilik fenomeno hau gertatu. Ez duzu uste herri zapalduak, hizkunt za egoera diglosikoan izan dutenek, alegia, menderat zaile izan dituzten hizkunt zetatik ihes egin nahirik edo, lexikoa garbit zetik batez ere hasi izan direla? Bai, dudarik gabe, eta hain da horrela non hizkunt zan errotutako hizkunt za zapalt zailearen hit z arrot zak neologismoz ordezkat zea purismoaren intent sitatea neurt zeko, haren perfila ezart zeko parametro bezala erabilt zen baitute purismoaz ardurat zen diren linguistek. Jokabide hau nazionalismoaren epifenomenoa izaten da, eta hala, gurean AGrekin agert zen da, ez du euskararen historian aurrekaririk. Nazionalismoak aberri-kulturaren ezaugarri bereizleak indart zen ditu eta baterat zaileak gut xiesten;
aberri-hizkunt za, aberri-kulturaren nortasun agiria den neurrian, beste hizkunt zatatik, bereziki, zapalt zaileetatik, berezi beharra dago. Hala egin zuen t xekierak alemaneratiko maileguak baztertuz; hala, XIX. mendeko bulgarierak, hein handi batean grekeratiko, baina batez ere turkieratiko maileguekin; hala jokatu zuten juduek ere alemaneratik hartutakoekin…
Garbizaletasuna ez da begi onez ikusia izan gehienbat. ‘Garbikeria’, ‘garbizalekeria’, ‘asmakeria’ eta horrelakoak Sabino Aranari eta jelt zaleei egot ziz. Azkue beste ideologia batekoa zen, baina garbizalea izan zenik ez daiteke uka. Latinetik eta gaztelaniatik mailegatuak diren hainbat hit z bere hiztegitik kanpo ut zi zituen, herrian oso erabiliak izan arren. Eta berdin jokatu zuen erdaldunegit zat jot zen zituen testu idat ziekin ere, Landuccioren hiztegiarekin, esaterako. Zer uste duzu horri buruz? Arrazoi duzu; ez, ezin uka daiteke Azkue garbizalea izan zela, are gehiago, esango nuke 45
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nik, XIX. mendearen bukaerako Azkue funt sean AG bezain garbizale izan zen. AGk bezala, erdaratiko hit zak gorrotat zen ditu, eta baztert zen eta haien ordezkoak sort zen, baina aurpegirat zen dio euskara behar bezala ez ezagut zea, hot s, funt sean elkarketa eta eratorpenaren lege fonetikoak haustea, sort zen dituen hit zak gehiegi uzkurtuz, ikolduz, eta alperrikako neologismoak sort zea, beharrezkoak ez direnak, alegia, euskarak hit z baliokideak dituelako zaharkituak eta bazterrekoak badira ere. Honela, kasu bakar bat aipat zearren, AGren saneurri ĘťprezioaĘź alperrikakoa irudit zen zaio Mundaka eta Bermeon nonbait esanahi bereko domu erabilt zen delako. Azkuek, bada, ez ditu neologismoak erat zen azken bide hau agortu duen arte. Puntu honetan aranatarrak Azkueri jarraitu zit zaizkion; bazuten horretarako AGk izan ez zuen oinarrizko baliabidea: Azkueren Hiztegia.
Hizkunt za baten nortasuna bere morfologia eta sintaxian dat za; lexikoa, berriz, ez da hizkunt zaren egituran errot zen eta, gainera oso aldakorra da. Hortaz, zergatik uste duzu hain garrant zi handia ematen zaizkiela Sabino Aranak sortu zituen hit z berriei? Lexikoa da mailegat zen errazena eta halaber lehenengo eta errazen ikusten dena, horregatik purismo lexikala da zabalduena, ohikoena Euskararen kasuan hiztegiaren eraberrit zearekin batera morfologiarena eta are ia-ia gureganaino heldu den joskerarena ere izan ditugu, baina, larriagoak izanik ere, inork gut xik daki gauza handirik azken biei buruz, AGren neologismoak 46
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–hobe esan, aranatarrenak, azken hauek askotan AGrenekin nahasten baitira–, berriz, guztiek ezagut zen ditugu. Neurri handi batean “epatanteak” direlako, eta, hala izaki, aldeko eta kontrako sut suak izan dituztelako.
Gaur egun, euskarak kultura maila jasoa duela eta hizkera zientifikoaren bidetik abiat zen ari dela esan daiteke. Euskara esparru denetan erabilt zen da gaur, eta kultur hit zak eten gabe asmatu behar izaten dira. Zer nolako ezberdintasuna dago Sabino Aranak sort zen zituenetatik egungoetara? Lortuko al dute haiek izan zuten arrakasta? Aldea nabarmena da. Egun, mailegat zen ez dugunean, hit z eta at zizki arruntak erabiliz elkarketa eta eratorpenaz baliat zen gara batik bat hit z berriak erat zeko (Azkueren eredua), ez gara etimologiaz baliat zen erro supradialektalak eta izkiak aurkit zeko, eta hauek konbinatuz –dela elkarketaz dela eratorpenez– neologismoak sort zerakoan, ez dizkiegu sorreratik bertatik aplikat zen, denboraren poderioz, hit zek berez jasaten dituzten aldaketa fonetiko eta ikoldurak (AGren eredua). Gure neologismoek linguistikak eskat zen dituen baldint zak betet zen dituzte, ulerterrazagoak dira, eta tristeagoak. Lortuko dute, nik uste, haiek izandako arrakasta; lortuko dute komunikabideetan, egunkarietan, testuliburuetan erabilt zen badira.
Hondarreko galdera: Euzkadi / Euskadi. Sabinok aldatu al zuen, bizit zaren azken aldera, irit ziz hit z honen idazkerari buruz? Horrela adierazten du Azkuek. Eta aldatu ez bazuen ere, aldatuko ote zukeen, bizi izan balit z, gerora eskaini izan diren arrazoi filologikoen aurrean? Azken finean, berak ere, ongi sortu nahian hit zak, noski, hizkunt za-arrazoiak eskaint zen zituen beti. Ez, nik dakidala; izan ere, hit zaren defent sa luze eta landuena hil baino bi urte lehenago argitaratu zuen artikulu berant batean egin zuen. -diri dagokionez, ez ditut beste nonbait esandakoak at zera errepikatuko: ez da AG at zizkiaz baliat zen den lehena, ez eta azkena ere, hor dugu, besteak beste, zalant zatan jart zen ez den Euskalt zaindia. Litekeena da, bestalde, AGk denborarekin euzk-/eusk- erroari buruz irit ziz aldatu izana, baina “balizko oleak, burnirik ez”: bere idazkietan ez dago, nik dakidala, horrelako aldaketaren aldeko inongo zant zurik. Litekeena da Azkue bezainbeste bizi izan balit z, Azkuek bezala, zenbait puntutan irit ziz aldatu izana, baina oso gazte hil zen, egiaren jabe garela uste dugun, sinesteak oso sendoak diren garaian.
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Ambigüedad y sentido histórico del nacionalismo vasco
iene siendo un lugar común del debate político de los últimos tiempos la imputación al nacionalismo vasco tradicional de una ambigüedad, que se considera calculada, en lo que a la definición de los objetivos últimos de su actividad partidaria se refiere. Más particularmente, se le achaca el no expresar o declarar con claridad si el fin último de sus proyectos es la consecución de un estado vasco soberano e independiente, integrado en paridad de derechos y obligaciones con el resto de los estados miembros en la Unión Europea. Estas líneas pretenden arrojar algo de luz para discernir cuáles han podido ser las circunstancias que han conducido a dicha situación de supuesta ambigüedad, si se trata de una indefinición querida por el movimiento nacionalista vasco tradicional o no, y hasta qué punto puede considerarse calculada esa imprecisión en el sentido de que implique una actitud estratégica destinada o bien a la protección de las posibilidades de planteamiento de dicha solución independentista en coyunturas más propicias, o bien a la obtención de réditos políticos tácticos en el corto plazo. En primer término, y al margen de procesos históricos más amplios, hay que tener en cuenta el contexto que da origen al nacionalismo vasco como movimiento articulado, que en el aspecto estrictamente político no es otro que las tensiones provocadas por la liquidación del régimen foral tanto como represalia inmediata por la participación de un segmento de la población de los territorios vascos en las guerras carlistas como por la presión constante en ese sentido a lo largo de todo el siglo XIX de los partidos generales españoles, que verán en el centralismo y en la culminación del proceso secular de supresión de los fueros no sólo territoriales sino también sociales, mercantiles y religiosos un imperativo histórico inexorable para la modernización y eficacia de las estructuras administrativas del estado español, casi siempre con notable mimetismo respecto de las soluciones del estado revolucionario y napoleónico francés.
PATXI LÓPEZ DE TEJADA FLORES (San Sebastián, 1970) es abogado y escritor. En 2005 ha publicado los volúmenes de poesía Guía de helioterapia y Materiaren egitura.
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La abolición foral, y la crisis identitaria por ella por ella provocada, pero abonada también por las quiebras sociales derivadas de la transformación de una sociedad agraria en otra urbana e industrial, la alteración del sentido del flujo migratorio, y la aceleración por integración del declinar languideciente de la lengua y las culturas inmemoriales del país, son las claves que fijan y conforman el espacio ideológico del nacionalismo vasco tal y como lo conocemos.
hermes nº:2 de 3. Ambigüedad y sentido histórico del nacionalismo vasco. Patxi López de Tejada Flores.
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En esa situación de crisis el nacionalismo surge como un diagnóstico de la problemática que le ve nacer, en parámetros de una interpretación del régimen foral y de su génesis histórica como un pacto bilateral y sinalagmático, suscrito en equilibrio de posición entre las partes y por mutua conveniencia, que habría dado lugar a la libre adhesión de las entidades originarias vascas a la Corona de Castilla mediante y con la condición foral, condición esta cuyo incumplimiento por vía de la supresión de los fueros por la legislación española provocaba la revocabilidad del pacto de adhesión. Y a este diagnóstico e interpretación histórica seguía la propuesta de antídoto ideológico para la crisis identitaria detectada: la formulación de un nacionalismo moderno, en la estela de todos los nacionalismos decimonónicos europeos (alemán, italiano, checo, irlandés, polaco, noruego...) que pretendían la creación de un estado-nación soberano propio. La deriva de la organización política del estado español en el siglo XX, y la sustitución del centralismo liberal por los sistemas autoritarios de turno tras vicisitudes históricas conocidas, consolidó por reacción la presencia e intensidad de la alternativa independentista en el discurso ideológico del nacionalismo vasco, con una radiación que afectó y condicionó el resto de sus componentes idiosincráticos hasta tal punto que fue uno de los factores esenciales que a lo largo del siglo concurrió en las sucesivas escisiones del Partido Nacionalista Vasco que dieron lugar al abanico de formaciones históricas y actuales de la familia nacionalista. Ese planteamiento de reacción, por prolongado que fuese y por perdurables que hayan llegado a ser sus efectos, no pudo ni puede sin embargo llegar a alterar el núcleo hermenéutico subyacente a los principios del movimiento nacionalista vasco, que determinó su nacimiento y señala su sentido histórico, y que como hemos expuesto supone una respuesta política a la abolición foral en lo que implica de ruptura del instrumento que históricamente había venido vertebrando las relaciones políticas y administrativas del País Vasco con España. Las vindicaciones independentistas, racistas o etnicistas eran conclusiones extremas de su propia lógica retórica y política, sin duda, y desde luego tam-
bién su participación en el acervo ideológico de los nacionalismos decimonónicos europeos, pero no la razón última del nacionalismo vasco tradicional. Quizás fueran ramas, en algunos casos frondosas, pero nunca el tronco ni las raíces del movimiento. El giro histórico dado con el proceso que comienza con la Constitución de 1978 (salvando el trágico precedente de la Segunda República), que parte del fracaso del modelo unitario-centralista en la construcción del estado español, y en el rechazo a su implantación autoritaria (con su falsaria fundamentación teórica, que venía a identificar fantasiosamente los momentos de esplendor de la historia de España con fórmulas organizativas unitarias de la nación, cuando es un hecho constatable que precisamente la fase imperial y todas las etapas expansivas coincidieron en los cinco siglos de historia de España con los momentos de convivencia más compleja formalmente del antiguo sistema estructural de reinos y foralidades, mientras que a los procesos de centralización y simplificación acompañaron casi infaliblemente prolongados períodos de decadencia), y que aborda la búsqueda de una recomposición de aquel equilibrio institucional perdido, tal vez mitificado, pero no desde luego quimérico ni irreal, en una nueva fórmula de distribución territorial del poder, que evidentemente no está ni estará libre de las vigorosas presiones centrífugas y centrípetas dimanantes de la pesada carga del pasado, puede en función de la evolución que vaya teniendo, y si llega a cuajar un modelo equitativo y equidistante (en un punto a encontrar entre la insuficiencia manifiesta de la arquitectura constitucional actual y la alternativa de la desmembración) llegar a provocar la progresiva superación de algunos elementos secesionistas de los planteamientos políticos del nacionalismo vasco tradicional, y el afloramiento o crecimiento de aquellos, más originales y auténticos, que persiguen una integración equilibrada y estable del País Vasco en el Estado español. Ello no obstante, y llegados a este punto, cabe preguntarse si es lícito imputar al discurso del nacionalismo vasco tradicional un grado de ambigüedad mayor que el que resulta de nuestra historia reciente y no tan reciente, o hasta qué punto se justifica focalizar un debate teleológico sobre una determinada formación política 49
hermes nº:3 de 3. Ambigüedad y sentido histórico del nacionalismo vasco. Patxi López de Tejada Flores.
haciendo absoluta abstracción del resto, como si el análisis o aclaración de los propósitos últimos de los demás partidos o coaliciones, si tales existen, fueran menos pertinentes o importantes. Lo que en cualquier caso debería quedar suficientemente claro es que la mentada y supuesta ambigüedad sobre los fines últimos no tiene origen en un cálculo estratégico del nacionalismo vasco tradicional, por más que se haya podido eventualmente hacer un uso o administración calculada de la misma, ni en una especial predisposición a la deslealtad institucional de los nacionalismos ibéricos en general ni del vasco en particular, como tantas veces se sugiere, sino que es fruto de su propia naturaleza como ideología (que
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La deriva de la organización política del estado español en el siglo XX, y la sustitución del centralismo liberal por los sistemas autoritarios de turno tras vicisitudes históricas conocidas, consolidó por reacción la presencia e intensidad de la alternativa independentista en el discurso ideológico del nacionalismo vasco, con una radiación que afectó y condicionó el resto de sus componentes idiosincráticos hasta tal punto que fue uno de los factores esenciales que a lo largo del siglo concurrió en las sucesivas escisiones del Partido Nacionalista Vasco que dieron lugar al abanico de formaciones históricas y actuales de la familia nacionalista
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hemos expuesto, y que supone más un vínculo con una situación de crisis del país que con una propuesta de organización constitucional concreta), de los propios términos del juego político de actualidad y de fondo tal como el mismo se presenta, así como del sentido pragmático que caracteriza la gestión de todos los partidos políticos amplios del espectro parlamentario, y en todo caso se ha desarrollado como respuesta a cierta dinámica concesiva de las sucesivas cuotas de autogobierno por parte de los poderes centrales del estado y de cuestionamiento del compromiso y lealtad precisamente de esos poderes con el desarrollo del propio modelo de compartimiento territorial del poder que se había diseñado y aprobado como legal, dinámica ésta que no ha estado evidentemente exenta de cálculo.
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LA INFLUENCIA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA Y SUS CONSECUENCIAS
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os de los momentos en que América vivió con mayor fuerza la influencia política de los sucesos españoles fueron el estallido de la guerra civil y particularmente sus consecuencias.
El caso del nacionalismo vasco en Argentina
ROSARIO GÜENAGA Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
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Iniciado el conflicto en España, que posteriormente dio lugar al largo período del gobierno de Franco, en Argentina también se dividieron las opiniones con respecto a los dos bandos: franquistas y republicanos. Mientras los primeros tenían su grupo de simpatizantes, la mayoría de la opinión pública argentina, con fuerte contenido liberal, se solidarizó con los segundos, organizándose rápidamente distintas agrupaciones proayuda a las fuerzas republicanas desde que se inició el conflicto civil. Casi inmediatamente después de que se produjera la sublevación española en África, se originaba la guerra civil española, que dividiría a la población de ese país en uno y otro bando y afectaría a los distintos regionalismos españoles, donde también se produjeron fracturas. Entre ellos podemos mencionar al pueblo vasco, con un sentido nacional y regionalista profundamente arraigado. Gran parte de estos inclinaron sus simpatías hacia el partido republicano, de modo que las características del levantamiento franquista se volvieron un factor de peligro para su seguridad. En consecuencia, ya a fines de 1936, para algunos vascos comenzaba el
exilio junto con otros españoles republicanos. Muchos emigraron a Francia y otros hacia América. La fractura producida entre los vascos formaba parte de la tendencia a la atomización de sus fuerzas. Desde antiguo existían importantes sectores de ideología carlista. Junto con los conservadores y católicos convivían los republicanos, varios de ellos también católicos, aunque para los primeros resultaba incomprensible la convivencia de estos últimos con izquierdistas y comunistas. Cuando el norte cae en 1937 se produce una segunda emigración hacia América. Ya para esta época estaban diseminados en distintos países europeos más de cien mil refugiados vascos. Entre los que llegaron a nuestro continente en ese año ya hay excombatientes y funcionarios del gobierno vasco, quienes por sus propios medios y ayudados por familiares y amigos se establecieron en América formando importantes núcleos en Estados Unidos, Méjico, Colombia, Venezuela, Argentina y otros países. Para esos momentos, los vascos radicados en los países americanos desde mucho tiempo atrás, y sus simpatizantes habían formado distintos organismos dedicados a apoyar política y económicamente al gobierno vasco. Son los llamados “Comités Pro-Euzkadi” que existieron en Nueva York y Buenos Aires, la “Delegación del País Vasco” en Méjico y el “Comitté de Secours aux Basques” apoyado por la Jerarquía católica francesa que tuvo delegaciones en Uruguay y Cuba.
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En 1938 la situación se agravó para los vascos, sobre todo después del “pacto de Munich”, que acercaba cada vez más el peligro de una nueva guerra mundial, haciéndola inevitable. En ese año el presidente del Gobierno Vasco, José Antonio de Aguirre, envió dos delegaciones a América para tratar de orientar y dirigir las emigraciones de los vascos hacia este continente. Las creadas en 1938 fueron las primeras y se establecieron, una en Nueva York, dirigida por Antón de Irala, secretario general de la presidencia, y la otra en Buenos Aires, a cargo de Ramón María de Aldasoro, consejero de comercio. Entre 1939 y 1942 se crean nuevas delegaciones en diferentes capitales de los países americanos. Las funciones de estas delegaciones, además de representar al Gobierno de Euzkadi, eran varias. Aparte de guiar a los inmigrantes y de realizar incluso labores consulares mantenían actividades de promoción cultural, como, por ejemplo, la difusión de sus propios periódicos, que en el caso de Buenos Aires se llamó Euzko Deya, La Voz de los vascos en América, con salida entre 1939 y 1975. En otras capitales tuvo el mismo título, agregándose el nombre del país de donde procedían. El interés de estas organizaciones por coordinar el arribo de sus connacionales a las costas americanas las llevó, inclusive, a intentar que se firmaran acuerdos de traslado colectivo de los exiliados vascos. El primero de estos acuerdos lo firmaron con Venezuela en 1938, incentivados por un grupo de intelectuales venezolanos encabezados por Simón Gonzalo Salas, la mayor parte de ellos de origen vasco. Esta alianza entre la organización vasca con el grupo
mencionado propugnaba la llegada de refugiados a Venezuela. Además se publicaba un folletín llamado Inmigración vasca para Venezuela, donde se defendían y fundamentaban los beneficios de tal inmigración, si bien indicando ciertas preferencias por el tipo de migrante: en general buscaban a técnicos y médicos, de religión católica y “gentes de orden”. A pesar de la fuerza que se observaba en el movimiento de protección hacia los vascos, había divisiones internas. El folleto mencionado hablaba expresamente del Partido Nacionalista Vasco y este hecho y las exigencias impuestas llevó a que el gobierno vasco se retirara de las negociaciones, pasando a ser el vocero el PNV. De todas
formas, al poco tiempo de iniciadas las acciones pro-Euzkadi llegaron a Venezuela entre 1939 y 1942 importantes grupos de vascos procedentes de Europa y de otros países americanos. En Buenos Aires, poco después de que se formó la Delegación del Gobierno Vasco en Argentina, salió a la calle el órgano de prensa Euzko Deya y, tanto la institución recientemente creada como la publicación, se constituyeron en voceros de la comunidad vasca. Los elementos más destacados del grupo pronto crearon el Comité Pro-Inmigración Vasca, por propuesta de la Delegación mencionada, con la dirección de José Urbano de Aguirre. “Su finalidad era la de ʻallanarʼ explicables reparos que por motivos circunstanciales
colocan a muchos vascos en difícil situación para acreditar su solvencia moral y con el objeto de facilitar a todos los vascos de ambas laderas de los Pirineos, no afectados por taras que justifiquen su repudio, el ingreso y la radicación en la República Argentina”.1 A pesar de todos estos mecanismos de ayuda para la emigración antifranquista, igualmente se presentaron dificultades para su traslado. En el exilio, las fuerzas y las instituciones republicanas afrontaban los problemas que traían las divisiones que arrastraban. Los conflictos se suscitaron entre los mismos republicanos, sufriendo sus consecuencias las organizaciones que se habían creado para ayuda de los refugiados. Estas ahora se fragmentaron en distintas siglas según las facciones que iban surgiendo como resultado de sus escisiones. Una gran parte de la emigración vasca lo hizo a través de la ayuda del SERE (Servicio de Evacuación de los Republicanos) y de la JARE (Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles), pero otros lo hicieron por su cuenta o con el aporte de algunos gobiernos americanos. Los refugiados vascos también sufrieron las particiones de los republicanos y desde 1938 decidieron mantenerse alejados de estos conflictos. Se calcula que entre 1937 y 1947 llegaron a América más o menos 5.000 vascos entre los exiliados y sus familiares, que salían de España para reunirse con ellos, y América fue sede del gobierno vasco entre 1941 y 1946. En 1941 el presidente vasco José Antonio de Aguirre recorrió varios países de América, entre ellos Argentina, instalándose, finalmente, en Nueva York. 53
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LA ACTIVIDAD EN ARGENTINA Y LAS MEDIDAS DE PRIVILEGIO En Buenos Aires la actividad de los grupos de ayuda a los vascos fue intensa. Con la llegada de la Delegación del Gobierno de Euzkadi se formó la sección argentina de la Liga de Amigos de los Vascos. La colectividad se encontraba favorecida por las manifiestas simpatías del presidente de la nación, Roberto Ortiz Lizardi, hacia aquella comunidad, posiblemente por solidaridad, tanto por el origen vascuence propio como de su esposa María Luisa Iribarne. En el primer número del vocero de la Delegación del Gobierno de Euzkadi, el periódico Euzko Deya, el 10 de mayo de 1939 se publicó en su primera página una fotografía del presidente Ortíz con el título “Con la boina en la mano”, seguido de una leyenda laudatoria en la que se hacía mención al origen del presidente. Pero no era sólo una cuestión personal, pues lo acompañaban las adhesiones del pueblo argentino a los perseguidos por el sistema franquista y a los refugiados. Además la colectividad vasca era muy apreciada y muchos de los miembros de los distintos sectores de poder en Argentina procedían de esa estirpe, conformando un grupo de “notables” de esa procedencia. En noviembre de 1939, una delegación del Comité Pro Inmigración Vasca, creado el 30 de agosto de ese año por iniciativa de la Delegación del Gobierno de Euzkadi, se entrevistó con el presidente con el fin de agradecer su humanitaria gestión a favor de los prisioneros vascos y señalarle la necesidad de facilitar e intensificar la inmigración vasca a la Argentina. Por 54
su parte, la máxima autoridad argentina evaluó con términos elogiosos la actuación de los vascos en este país, ofreciéndoles sus servicios para propiciar las iniciativas del Comité. La influencia y el poder de este grupo quedan de manifiesto si vemos sus nombres en la larga lista de quienes firmaron el primer manifiesto del grupo, y más claro resulta aún la importancia de su representatividad si observamos quiénes conformaban la delegación que se entrevistó con Ortiz y de qué instituciones eran miembros. La delegación estaba formada por:
Ing. José Urbano de Aguirre, presidente [ex-intendente de Santa Fe, diputado nacional, empresario, profesor universitario y autor de varios obras de carácter técnico], Dr. Adolfo Bioy, presidente de la Sociedad Rural Argentina, Ing. Juan Esperne, presidente del Centro Vasco Francés, Dr. Elpidio R. Lasarte, presidente del Laurak Bat, Sr. Nemesio de Olariaga, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la provincia de Buenos Aires y de La Pampa, Ing. Diego Joaquín Ibarbia, secretario del Instituto de Colonización, Ing. Saturnino Zemborain y el párroco de la basílica del Santísimo Sacramento, R.P. Pedro de Goikoetxea.2
Su fuerza política se puso de manifiesto cuando el 20 de enero de 1940 Ortiz firmaba un decreto por el que se le daban condiciones especiales de entrada a los vascos perseguidos o exiliados, quienes, en gran parte, tenían el problema de la falta de documentación adecuada:
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Visto las gestiones iniciadas por el Comité Pro Inmigración Vasca, a fin de que se permita el ingreso al país de una cantidad de familias vascas residentes en España y Francia, y considerando: Que los propósitos que persigue el Comité Pro Inmigración vasca son los de mantener y acrecentar esa corriente de inmigración que desde la constitución del país ha representado un vigoroso aporte a la población y al progreso de la Nación, por las cualidades de laboriosidad y de adaptación a nuestro medio económico social; Que estas finalidades pueden alcanzarse dentro de las disposiciones que regían la entrada de inmigrantes al país, adoptando todas aquellas que permitan asegurar los extremos exigidos sobre buenos antecedentes y aptitudes de las personas que entren a la Argentina. Por ello, el presidente de la nación Argentina decreta: El Ministerio de Agricultura permitirá el ingreso al país de inmigrantes vascos, residentes en España o Francia, con la documentación que posean y bajo la garantía moral y material en cada caso del Comité Pro Inmigración Vasca, o la que en su defecto puedan suministrar los funcionarios consulares respectivos, sobre los antecedentes de buena conducta y aptitudes físicas y morales de las personas en cuyo favor interceda el citado Comité.3
El 18 de julio de 1940 un nuevo decreto ampliaba el del 20 de enero en los siguientes términos de acuerdo a la solicitud del Comité Pro Inmigración Vasca y al informe de la Dirección de Inmigración:
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Artículo 1º Amplíase el Decreto Número 53.448, de fecha 20 de enero de 1940 que autorizó al Departamento de Agricultura a permitir el ingreso al país de inmigrantes vascos residentes en España o en Francia, en las siguientes formas: a) Comprender a los vascos sin distinción de origen y de lugar de residencia en los beneficios que acuerda ese decreto; b) El Comité Pro inmigración vasca podrá intervenir en la regularización de la situación de pasajeros vascos que ya se entran en el País, exceptuando el caso de los tripulantes de barcos que hubieren desertado. Artículo 2º De forma Decreto Nº 65.384 (Fdo) CASTILLO-C. Massini Ezcurra4
A través de estos dos decretos, los vascos tuvieron una situación privilegiada en cuanto a la entrada al país con respecto no sólo a los demás extranjeros, sino también al resto de los españoles. Muchos vascos se beneficiaron por estas medidas durante los años que tuvo vigencia. Se calcula que a los seis meses de la aprobación del primer decreto habrían llegado a la Argentina unos mil refugiados vascos. La misma actitud protectora, con similares resultados, se produjo en Chile, Uruguay, Paraguay y Colombia, produciéndose gestos notables de figuras famosas como Gabriela Mistral, de origen vasco, que donó los derechos de autor de su libro Tala a los niños vascos refugiados.
LA VIGILANCIA DE LA EMBAJADA SOBRE VASCOS Y CATALANES En Argentina pronto se hicieron notar las presiones del gobierno español sobre el argentino, a raíz de las nuevas relaciones diplomáticas entre España y nuestro país, que hicieron contradictorias las medidas de 1940 con la nueva realidad política que se vivía en 1944. Uno de los manejos principales que se usó de manera severa y a modo de control político fue el sistema de vigilancia que se montó en Argentina alrededor de los vascos por parte de la embajada española. El seguimiento no sólo se realizó sobre los individuos sino, particularmente, sobre las organizaciones religiosas instaladas en nuestro país. Es sabida la relación de algunos religiosos y congregaciones católicas con los separatistas vascos, a los que se pueden agregar a partir de ahora los catalanes. Evidentemente, a pesar de la conocida relación entre la iglesia y el sistema franquista, hubo notorios casos de representantes de las instituciones religiosas que mantenían una posición opuesta. La vigilancia de la embajada y consulados españoles sobre los nacionalistas vascos y catalanes se hizo constante y personalizada, a modo de continuación en tierra argentina de los problemas de la oposición y de la actividad de las nacionalidades en nuestro país. La documentación encontrada a partir de 1944 nos muestra el tipo de vigilancia que se montó sobre los distintos religiosos, supuestos propagandistas de ideologías opuestas y pro-nacionalistas de cada una de las regiones. El 24 de agosto de ese año el Consulado General contestaba, de acuerdo a los informes res-
catados de los archivos, a un pedido realizado en abril sobre sacerdotes no simpatizantes con la política oficial. De los registros consultados se extrae que: […]Resultan los siguientes datos acerca de los religiosos españoles separatistas vascos y catalanes, establecidos en esta República. Entre los elementos más destacados figura el Rvdo. Ignacio Puig, S.J, del que ya se informaba a esa Embajada en despacho nº 18, del 19 de febrero de 1940, a propósito de algunas publicaciones en catalán procedentes del observatorio de San Miguel. Realmente el hecho de escribir en la Argentina unas tarjetas en catalán francés, inglés y alemán y no tener otra cosa en castellano que la dirección, indica claramente cuales son las opiniones políticas de este Padre. No obstante ha tratado constantemente de ponerse en contacto con la Embajada como con este Consulado General, como si fuese persona adicta al actual Gobierno. El 30 de noviembre del año pasado solicitó pasaporte para regresar a España, para donde embarcó el día 27 de diciembre del mismo año en el vapor “Monte Amboto. 5
El mismo documento señalaba como catalanista al padre Coll, cantor en la catedral, y al Padre Jacinto Valbuena en la Iglesia de Flores y también al Padre Montánchez, profesor de los cursos de cultura religiosa. Hasta aquí la información sobre los separatistas catalanes, religiosos individualizados perfectamente por el Consulado General. Pero el texto también agrega información sobre las congregaciones sospechosas 55
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por ser todos o la mayoría de sus miembros, simpatizantes de los partidos nacionalistas vascos. Entre éstos indica con detalle la orden de los Lateranenses con cinco casas en Argentina, de las que menciona dos parroquias en Rosario, una en Buenos Aires: la de Nuestra Señora del Valle –sita en Córdoba al 3900–, y un colegio en la provincia de Salta. Por otro lado los Capuchinos tenían en Buenos Aires la Iglesia de Nueva Pompeya y el colegio Euskal-Echea, mientras que en Córdoba poseían dos casas: una la Parroquia del Sagrado Corazón y otra en Capilla del Monte. Los Trinitarios tenían una casa en Buenos Aires, en la calle Cabildo, y en la provincia de Córdoba, en la localidad de Villa María. También eran adherentes al nacionalismo vasco y por lo tanto no escapaban al control de la representación española, los Padres Sacramentinos, quienes dirigían la Iglesia del Santísimo Sacramento en la calle San Martín en Buenos Aires. Si bien las autoridades diplomáticas no hicieron una lista de las personas que integraban las Congregaciones mencionadas, agregaron que aparte del clero regular había muchos sacerdotes vascos partidarios de la independencia de las vascongadas, y que por tal motivo habían tenido que emigrar de España. No indicaron en este informe si realizaban actividades partidarias; por el contrario, en la mayoría de los casos no encontraron evidencia de que así lo hicieran. Pero evidentemente constituían un elemento de preocupación para los representantes españoles por el poder, la resonancia y la capacidad de llegada que podían tener los miembros de la 56
Iglesia enrolados en la cuestión de los nacionalismos. La información no sólo fue buscada en Buenos Aires por parte del Consulado General sino también en otras ciudades, como Rosario. Desde esa ciudad, el cónsul español contestó al Cónsul General que en esa localidad no había en ninguna orden ni ningún religioso que hubiera intervenido en favor de los nacionalistas vascos y catalanes, aunque era de su conocimiento que en la congregación de Misioneros del Corazón de María, el padre superior, Eusebio Orbe y el misionero, padre Víctor Larrañaga, mantenían sentimientos separatistas al igual que en la de Canónigos Lateranenses, el padre Bonifacio Arrázola, aunque podía afirmar que ninguno de ellos las expresaba públicamente ni realizaba ninguna tarea a favor de sus ideas. También informó desde Córdoba el cónsul español de la ciudad, indicando que no conocía religiosos que intervinieran a favor de los nacionalistas catalanes, pero tenía noticias de la inclinación por los nacionalistas vascos de ciertos religiosos como el Padre Guardián –superior de los capuchinos– y Miguel Olano de Alzo entre los Frailes Menores con sentimientos e ideas adictas a esa tendencia y públicamente conocidas. Al cónsul en Córdoba le preocupaba que los capuchinos estuvieran a cargo de la parroquia de Nueva Córdoba –iglesia del Sagrado Corazón–, el barrio donde residían las personas más ricas de la ciudad. Dentro de la provincia había otras congregaciones con separatistas vascos, como los Trinitarios de Villa María. Esta orden de la Santísima Trinidad tenía residencias en Hernando, Dalmacio Vélez y Villa María, con capilla y colegio dedicado
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a la enseñanza primaria, y el Padre Superior de esta última residencia llamado Lucio de Arriortúa e Iza, tenía una interesante historia personal. Había tenido que huir del franquismo pasando por situaciones difíciles; un caso más de los que sufrieron peripecias cuando decidieron escapar de España en virtud de sus ideas nacionalistas. Nacido en Dima –Vizcaya– el 13 de diciembre de 1889, fue capellán de Aguirre y tuvo que salir, durante la guerra civil, en avión hacia Francia y luego a Roma, llegando a la Argentina el 17 de junio de 1939. Si bien se sabía que mantenía una postura ideológica nacionalista vasca, no se podía decir que se conociese que desarrollase algún tipo de actividad proselitista. De tal forma que para esas fechas tenían individualizados y ubicados por regiones a los separatistas catalanes y vascos dentro de los españoles que llegaron a la Argentina. En 1945 se presentó un serio conflicto en la firma Nestlé, cuando las autoridades del negocio despidieron a un grupo de trabajadores españoles para ubicar en ellos a republicanos adictos a sus ideas. Dentro de este movimiento, reflejo de la lucha ideológica española, se encontraba un vasco, Gregorio Suescun que trabajaba políticamente con la colonia navarra. La cuestión se complicó aún más por el enfrentamiento entre la embajada y el centro asturiano, de donde procedían los funcionarios de la empresa, quienes con su propaganda antifranquista se enfrentaban a la política de la representación española y propiciaban la protección de los republicanos. La polarización ideológica continuaba aún avanzada la década de 1940, y la vigilancia de
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los vascos separatistas o republicanos se mantenía aún para los casos más simples. Tal es el caso de Juan José Oruezabal González, joven de veinticinco años, soltero, de oficio camarero, que había residido en Burgos, España, y de quien se mandó una información detallada a la Embajada. Según la notificación enviada, había viajado hacia Argentina en el buque “Monte Amboto”, el cual había abordado en Lisboa. Por información recibida se sabía que el joven, durante la guerra, se había pasado de la zona nacional a la llamada “roja”, en Santander. Terminado el conflicto interno, estuvo escondido entre las montañas y más tarde pudo huir a Portugal. Allí fue detenido por “indocumentado”, pero, ayudado por un Comité de Liberación (Socorro Rojo), logró embarcar hacia Argentina con un pasaporte provisional expedido por el Consulado Español en Lisboa y otorgado en calidad de repatriado e infractor de la ley de Enrolamiento y servicio militar. Todos estos datos fueron tomados en cuenta por la Embajada española, indicándose inclusive su dirección en Buenos Aires.6 Los vascos perseguidos por el franquismo y emigrados gozaban de los beneficios del apoyo de gran parte de la prensa argentina, la cual no dejaba de notificar cualquier suceso en el cual ellos formaran parte. De todas las informaciones pareciera que lo que ocurría dentro de la iglesia y particularmente a algún miembro del clero, constituía un elemento de mayor atracción periodística. Tal es lo que ocurrió con la muerte del sacerdote vasco Félix de Markiegui y Olazábal, cuyo anuncio apareció en recuadro. Fallecido en Bahía Blanca, se organizó un funeral en su memoria a realizarse en la iglesia de San Miguel Arcángel, llevado
a cabo por un grupo de compañeros en el exilio, sacerdotes todos ellos y de origen vasco. La noticia aparecida en el diario La Nación señalaba que “por la tarde en el Centro Laurak Bat se celebrará un acto dedicado también a la memoria del P. Markiegui, en la que harán uso de la palabra D. Pedro de Basaldúa, el Pbro. Miguel Cañizal de Arco y el delegado del gobierno de Euskadi, D. Ramón Ma. De Aldazoro”. Y para mayor detalle hacía una breve biografía de las actividades políticas de la familia Markiegui. El P. Markiegui –dice– fue uno de los sacerdotes vascos llegados a la Argentina con motivo de la guerra civil española. Desempeñó su ministerio religioso primeramente en Bahía Blanca con el obispo fallecido Monseñor Astelarra y le ha sorprendido la muerte ejercitando las funciones de párroco en Tornquist [localidad vecina a Bahía Blanca] a cuya población afectó profundamente la desaparición de este ejemplar sacerdote, que predicó con el ejemplo de su noble vida, la bondad de los principios cristianos. Era hermano de D. José de Markiegui, vicario de Mondragón que fue fusilado el año 1935 en unión del archipreste Joaquín de Arín y del coadjutor Leonardo Guridi, sin formación de causa, al entrar las tropas franquistas. Otro hermano suyo D. Florencio de Markiegui al producirse el año 1931 la quema de los conventos en España, fue el depositario de las reliquias de San Ignacio que se conservaban en Loyola y cuya custodia le fue confiada por los padres jesuítas. Era alcalde de la población de Deva (Guipúzcoa) y el año 1937, al ser ocupada la provincia de Santander por las tropas franquistas, fue también fusilado en Santoña.7
LA DEROGACIÓN DEL DISCUTIDO DECRETO Si bien la vigilancia sobre los vascos antifranquistas continuó, sin embargo dentro del encuadre que presentaban las nuevas relaciones argentino-españolas, el discutido decreto del 20 de enero de 1940 llegaba a su fin. A mediados de la década de 1940 surgieron voces de protesta contra la situación privilegiada que gozaban los vascos para entrar al país, prohijados por el Comité Pro Inmigración Vasca y acusando a la medida de Ortiz de haber otorgado, de hecho, una especie de reconocimiento al gobierno de Euskadi en el exilio. Las facilidades que se le concedían se limitaban a admitir los papeles dados por los agentes del mencionado gobierno, siendo también reconocidas como válidas las referencias que en cada caso daba el Comité. En tales circunstancias se presentaba la singular situación de que un gobierno en el exilio, sus agentes y comisiones anexas tenían más prerrogativas que el resto de los gobiernos que mantenían relaciones diplomáticas regulares, lo que colocaba especialmente al gobierno español, con quien en ese momento tenían vínculos muy cordiales, en situación desairada. Las quejas españolas advertían, además, que con este sistema no había seguridad de que las personas en cuyo favor intercedía el Comité fueran siempre las adecuadas, dada la subordinación del mismo al Gobierno de Euzkadi y las relaciones de éste con elementos que ellos consideraban “extremistas”.8 Para la representación oficial española, el remedio para 57
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solucionar el incómodo problema que tanto molestaba a su gobierno, era derogar el decreto de Ortiz aunque fuera –sí lo reconocen– contra los sentimientos de un país que alentaba la entrada de individuos y familias vascas, contando también con la ayuda que le brindaban las prósperas familias de ese origen radicadas con anterioridad en Argentina. La postura no se expresaba en forma agresiva sino que era más bien conciliadora, pues no intentaba eliminar esa corriente inmigratoria, sino solicitar la modificación de la legislación vigente para no incurrir en molestias con el gobierno español, cometer injusticias con respecto a otros connacionales y evitar inconvenientes y peligros para la Argentina. Según la versión española no había necesidad de recurrir al pasaporte otorgado por el gobierno de Euzkadi, cuando el de España, después de las disposiciones de amnistía no se lo negaba a ningún español por razones políticas, con el fin de igualar a todos los españoles. Se estimaba que tampoco había motivos para que la petición de entrada, cualquiera sea la región de origen, la realice un organismo distinto del de su propia embajada o consulado. Además la certificación para garantizar la buena conducta y aptitud física y moral, de acuerdo a los requisitos del gobierno argentino, la debían dar las autoridades de los lugares donde nacieron y vivieron, con lo cual el informe sería más objetivo, y no con los fines políticos que en ese momento tenían [según la opinión de las autoridades españolas] con el sistema vigente.9 Finalmente se impusieron las conveniencias del Estado Argentino en materia de Relacio58
nes Exteriores y a fines de 1946 se derogó el tan discutido decreto: Visto lo solicitado por la Embajada de España a fin de que se deje sin efecto la vigencia de los Decretos nºs. 53448/440 y 65384/40 que establecen un régimen de excepción en cuanto a documentación y garantías para el ingreso de inmigrantes vascos, se refiere y CONSIDERANDO: Que tanto el Ministerio de Relaciones Exteriores, como la Secretaría de Trabajo y Previsión, concuerdan en sus opiniones a favor de la derogación de las mencionadas normas legales; Que las mismas, en la actualidad significan un privilegio para determinada parte de la población de España que no está justificado en manera alguna, dada las normales relaciones diplomáticas, existentes entre ambos países; Por ello, EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA DECRETA: Artículo 1º: Deróganse los decretos nºs 53448/40 y 65384/440 de fechas enero 20 y 18 de julio del año 1940, respectivamente. Artículo 2º: El presente decreto será refrendado por los señores Ministros Secretarios de Estado en los Departamentos del Interior y Agricultura. Artículo 3º: De forma. Decreto nº 21.801 Fdo. Perón.10
Finalmente, las constantes gestiones de la Embajada
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española habían logrado la derogación del tan molesto decreto para las autoridades hispanas, que se sentían perjudicadas por la medida de 1940 que menoscababa la intervención de la representación en cuanto a la inmigración vasca, otorgándole, en cambio, poderes al Comité, que usaba sus facultades, según la delegación española, con fines políticos, antipatrióticos y de propaganda. En abril de 1947 la embajada informaba al gobierno español de lo acontecido en diciembre de 1946 y repetía las quejas tantas veces señaladas en contra de los privilegios de los vascos, del gobierno de Euzkadi en el exilio y del Comité Pro Inmigración Vasca. Con tono quejoso escribía a Madrid sobre las alternativas de su lucha por la anulación del decreto, señalando que: Desde que inicié el asunto ante este Ministerio por mi citada nota, en diversas ocasiones he recordado su favorable solución ya que no me era posible tan grande anomalía que en definitiva no servía más que para hacer política antiespañola y para que los dirigentes vascos continuaran ejerciendo un gran dominio sobre sus huestes […]. No he de ocultar a V. E. que inicié y seguí esta gestión con muy poca esperanza de lograr la finalidad alcanzada, pues los vascongados, gozan en este país de una bien ganada reputación de honradez y laboriosidad, enorgulleciéndose sus descendientes hoy argentinos, de su alcurnia, siendo por lo tanto bastante delicado tocar en este ambiente este problema ya que la simpatía por los vascos es muy acentuada.
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LA SITUACIÓN A MEDIADOS DEL SIGLO XX A pesar de que las condiciones para la entrada de los vascos a la República Argentina habían variado, los grupos de esta nacionalidad seguían esperanzados con recobrar sus antiguos privilegios. La revista Euzko Deya de París había publicado una noticia optimista en cuanto al inicio de nuevas negociaciones entre las autoridades argentinas y las vascas. En el encuentro se había tratado el tema y posiblemente se podría haber llegado a un acuerdo para restablecer una situación análoga a la que tuvo vigencia en 1940 y 1941, durante la presidencia de Ortiz y Castillo. Sin embargo, sin que hubiera cambios en la relación entre las dos partes, en 1950 el Director Nacional de Migraciones ponía de manifiesto que la entrada de un nuevo contingente de exiliados vascos desde Francia no tenía carácter político, tomándose las medidas adecuadas para que esto no ocurriera. Después de la derogación del famoso decreto de privilegio, el trámite oficial no fue igual, y la embajada y el consulado español volvieron a tener la injerencia correspondiente en las cuestiones de entrada de los vascos. Una cierta luz de alarma se encendió nuevamente cuando la embajada se enteró de algunas conversaciones entre los representantes del titulado “Gobierno de Euzkadi” y las autoridades de la Dirección Nacional de Migraciones, con el fin de promover la venida al país de algunos vascos, en esos momentos exiliados en Francia, en calidad de inmigrantes. Sin dejar pasar el tiempo la embajada se entrevistó con el director de la organización, coronel Enri-
que P. González, quien informó sobre la verdad de la situación y los trámites que habían de seguir para que su desembarco no se convirtiera en una cuestión política. El primer lugar aclaró el coronel González que todo quedó limitado, hasta el momento, a una visita del señor Basterrechea, quien actuaba en representación del “Gobierno de Aguirre” y que era su deseo establecer los contactos y las medidas necesarias tendientes a establecer en Argentina a un buen número de exiliados vascos en esos momentos residentes en Francia. La respuesta que se dio quiso evitar toda situación difícil y comprometerse con aseveraciones muy drásticas, sobre todo después del decreto de Perón de 1946, y señaló que si bien existían instituciones dedicadas a la protección del exilado, él veía con buenos ojos la reiniciación de la corriente emigratoria vasca pero siempre “con carácter exclusivamente técnico y humanitario, esto es: desprovisto en absoluto de matiz político alguno”. Para que la cuestión encuentre cuanto antes su camino más claro, se designó al Dr. Alejandro Astraldi, quien dirigía como Ministro Plenipotenciario la Delegación Argentina de Emigración en Europa con sede en Roma, indicándosele que debía trasladarse a París y ponerse en contacto con los vascos en el exilio. Pero la entrevista no debía tener tono político sino simplemente ser una reunión con gente especializada, cambiar impresiones y llegar a acuerdos para el reinicio de la corriente inmigratoria. El coronel González se encargó muy especialmente de que quedara claro que estas actividades no implicaban una
acción diplomática o representativa sino sólo el comienzo de una serie de gestiones, de tipo administrativo, para lograr la emigración de vascos exiliados, cosa que hasta ahí el gobierno argentino veía con agrado. Sin embargo, los diarios de Buenos Aires quisieron ver en esto un tono político que no tuvo intención, originalmente, de tenerlo. Ante estas versiones, el Director Nacional de Migraciones envió una nota al Ministro de Relaciones Exteriores y Culto aclarando que la reunión en cuestión no tuvo carácter oficial porque Argentina no reconocía al gobierno que decían representar. También dispuso, para evitar interpretaciones erróneas, que los componentes de la colectividad vasca establecidos en la Argentina, nombraran de entre sus miembros una Comisión, en la que debían figurar antiguos residentes vascos no considerados separatistas y algunos adictos al gobierno español. Como resultaba evidente, el cambio de orientación y los acuerdos con Franco, dentro del gobierno de Perón, modificaban las relaciones con la comunidad vasca. Se aclaraba que desde ese momento los vascos que ingresaren a Argentina país lo harían en idénticas condiciones que las del resto de las personas desplazadas en el mundo y que llegados al país, encontrarían trabajo en diversas empresas, centros de trabajo en el interior o en la costa, donde podrían desarrollar sus conocimientos “sin descuidar tampoco los oficios de pescador, agricultor, leñador y otros similares, que son los que interesan más de momento”.12 De esta forma se iban introduciendo variantes en las relaciones con el gobierno de 59
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España que se alejaban de sus antiguas vinculaciones con las autoridades de Euzkadi en el exilio, mientras alentaba la venida de vascos exilados pero sin las connotaciones políticas que antes tenía, convirtiéndola exclusivamente en una cuestión técnica y de emigración. Si bien la comisión solicitada aún no se había formado, cuando la tuvieran se la presentarían a la representación hispana, cuidando de tener, previa a la publicación de sus miembros, la aprobación de la embajada. Según parecía los vascos habían querido incluir a algunos políticos argentinos de origen vascongado como parte de la Comisión, pero el encargado se había opuesto porque consideraba que no entraba en el encuadre de la misma. Esta es la evolución de las relaciones entre el gobierno, los vascos antifranquistas y la embajada española en distintas etapas. Las negociaciones fueron variando según los compromisos institucionales y diplomáticos de cada una de las partes. En esta cuestión también quedaron incluidos los catalanes y los republicanos en general, conjuntamente con el detallado servicio de informaciones que desplegó la embajada española con respecto al arribo de los antioficialistas, muy especialmente en el ámbito del clero. Pero cabe tener en cuenta la particular vinculación y solidaridad existente entre el pueblo argentino y el vasco, particularmente en el ámbito de los sectores de poder, la existencia del diálogo entablado entre las autoridades nacionales y los grupos “notables” de origen vascuence, y finalmente los fuertes lazos de las redes étnicas entre los vascos nuevos y los antiguos, por el simple hecho de ser vascos. 60
NOTAS 1 América y los vascos 1492-1992, DEIA, Diario de Euskadi, 1992, p.238.
FEVA, Federación de entidades vasco argentinas. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. Vitoria-Gasteiz, 1984, pp. 32-33. 2
3 Ibidem, p. 26. El decreto del 20 de enero de 1940, que lleva el número 53.448 apareció publicado en el períodico Euzko Deya el mismo día, en su primera página. 4
pueblo o de la parroquia. Archivo General de la Administración Civil del Estado de Alcalá de Henares, Alcalá de Henares, leg.1690. 10 Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Leg. R 2052-35, 13 de diciembre de 1946. 11
Ibidem, 1 de abril de 1947.
12 Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores de España, Leg. R 5672-56, 2 de febrero de 1950.
Ibidem, p. 27.
5 Archivo General de la Administración Civil del Estado de Alcalá de Henares, Alcalá de Henares, Leg. 9247, 24 de agosto de 1944. 6
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Ibidem, 7 de marzo de 1946.
7 Diario La Nación, Buenos Aires, 5 de setiembre de 1946. 8 Una nota dirigida al Dr. Juan A. Bramuglia señalaba que: “Con esta disposición [se refiere al decreto del 20 de enero de 1940], que aparentemente no persigue otro objeto que fomentar la tradicional corriente migratoria de una región cuyos individuos gozan de gran estima en este país, obtuvo maliciosamente el llamado “Gobierno de Euzkadi en el exilio” del Superior Gobierno de la Nación una especie de reconocimiento de facto, puesto que las facilidades en materia de pasaportes y documentos de identidad no son otras que admitir los expedidos por los agentes del titulado gobierno, y las referentes a las garantías consisten en considerar bastantes las que dé en cada caso el citado comité, que es una pieza más de la organización separatista en el extranjero”. Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, Leg. R 2052-35, 8 de agosto de 1946. 9 Las recomendaciones pasaron, según las épocas, por curiosas situaciones. En una cartilla de 1912, por la cual se otorgaba la tan nombrada recomendación, se lee lo siguiente: Carátula: “Recomendación a favor de los banskongados que inmigran a la República Argentina”, continúa una página con los datos personales del que solicitaba la recomendación incluyendo pedido de puerto de embarque, vapor, fecha de salida y una tercera página que es la recomendación misma escrita en castellano y en vasco, que dice lo siguiente; “España –Provincia de Nabarra– El Párroco de ………………saluda atentamente al Sr. Director General de Inmigración de la Nación Argentina, Dr. Manuel Cigorraga, y tiene el honor de recomendar eficazmente………………….. a su consideración a………………. quien se traslada a esa nación en busca de trabajo, certificando al propio tiempo que es un hombre honrado, laborioso y bueno.……………. Firma…………” Resulta singular que la recomendación sobre la que tanto se ha hablado dependiera del juicio del sacerdote del
FUENTES BÁSICAS Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de España., Madrid, España. Archivo General de la Administración, Alcalá de Henares, España. FEVA, Federación de entidades vasco argentinas. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. Vitoria-Gasteiz, España. Euzko Deya, Organo oficial del Laurak Bat, Buenos Aires, Argentina. América y los vascos. 1492-1992, DEIA, Diario de Euzkadi, España. Diario La Nación, Buenos Aires, Argentina.
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a Identidad Vasca en el Mundo: Narrativas sobre Identidad más allá de las Fronteras es un estudio pionero que trata, desde una perspectiva metodológica innovadora, una cuestión clásica tanto para el mundo académico como para un público en general: ¿cuál es el significado de ser vasco hoy?
La Identidad Vasca en el Mundo: Narrativas sobre Identidad más allá de las Fronteras Agustín M. Oiarzabal y Pedro J. Oiarzabal
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El libro está estructurado en tres partes: el Capítulo I presenta tanto el marco teórico en el que se recoge una breve revisión de las principales escuelas teóricas y de las propuestas creadas en torno al significado del concepto de identidad, como el propio planteamiento de los autores, el cual se encuentra sustentado en la idea del cambio continuo de la identidad (metamorfosis perenne), y en la doble metáfora de la novedad (llegar a ser alguien nuevo) y de la constelación (la identidad en un espacio global). El Capítulo II desmenuza los resultados del análisis donde se aborda la construcción de la identidad vasca a través de una serie de procesos interrelacionados que dilucidan las claves de su universo simbólico y de su propio desarrollo. Finalmente, en las conclusiones (Capítulo III) se resaltan algunos rasgos que apelan al panorama futuro de la identidad vasca: su trascendencia y aceptación (eficacia), su garantía de supervivencia, su compromiso de acción social, y su universalidad. La Identidad Vasca en el Mundo es el resultado de una investigación que tuvo lugar en 2002 y en la que participaron veinte países1 en los que hay una presencia institucional vasca, incluyendo tanto a vascos de la diáspora como a vascos de Euskal Herria. La investigación, enmarcada en las denominadas Sociología de la Globalización y Sociología Interpretativa, aporta una reflexión y avance en los estudios sobre los procesos de creación y desarrollo de la identidad vasca, configurando un marco de entendimiento y explicación de esa identidad en el mundo, desde el punto de vista simbólico y significativo en el comienzo del siglo XXI. Es decir, ¿qué factores conforman la identidad de lo vasco, explican la auto-adscripción a ese colectivo, cultura, cosmovisión,…? ¿Con relación a qué otras instancias identitarias (por ejemplo, familia, ideología, etc.) y con qué estatus funciona el “sentirse vasco”? ¿Cuál es el itinerario de la formación de esta identidad: qué estructuras, qué símbolos, qué mitos, qué prácticas intervienen? ¿Cómo se explica el ser vasco en relación con otras identidades de convivencia y auto-adscripción? ¿Cuál es el futuro de la identidad vasca: las nuevas señas, las nuevas interpretaciones, en un mundo global? El libro aborda el tratamiento de estas cuestiones desde la hermenéutica, y desde la aproximación metodológica cualitativa a través del análisis de texto como técnica específica. Intenta profundizar en la construcción de la identidad vasca desde la producción discursiva de sentido que modela, ordena y otorga significados a las experiencias, vivencias, anécdotas, recuerdos, memorias, o valores en Editorial: Erroteta los que se sustenta el sentirse Páginas: 191 vasco, y la institucionalización Año de publicación: 2005 de la pertenencia a ese colecISBN: 84-96536-02-5 tivo o cultura.
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En este sentido, el Dr. José Ignacio Ruiz Olabuenaga, Catedrático Emérito de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Deusto, afirma: “Los hermanos Oiarzabal, lejos de imitar a muchos autores que presentan como realidades actuales lo que son solamente especimina anquilosados del pasado han buscado con ahínco la reconstrucción del nuevo perfil identitario vasco. Es definitivamente un trabajo con amplitud y garantía de perspicacia, soporte informativo, armadura teórica, rigor metodológico y, sobre todo, riqueza de contenido y garantía de acierto.” La perspectiva de análisis que ofrece el libro aborda, desde la globalidad, el hecho de la identidad vasca sin discernir entre aquellos vascos residentes dentro o fuera de Euskal Herria, pero teniendo muy en cuenta las particularidades de sus contextos históricos y sociales. De esta manera, personas de diferentes edades, generaciones, diversos contextos socio-económicos e históricos, y tradiciones políticas definen con sus propias palabras el significado de ser vasco en un mundo globalizado. El libro ofrece una ventana desde la cual se puede observar una comunidad de residentes quienes se hallan interrelacionados por un compromiso emocional e intergeneracional identitario, pero a la vez distanciados físicamente entre sí por miles de kilómetros. Una comunidad diversa, heterogénea y no estática, que nos facilita una mayor compresión de las diferentes interpretaciones y auto-definiciones sobre la identidad vasca. Como resultado del análisis los autores desentrañan los procesos que a modo de corrientes profundas subyacen en la particular composición de sentidos, significados e interpretaciones
Agustín M. Oiarzabal de Cuadra (Bilbao, 1968). Es Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad de Deusto (Bilbao), y Master en Gestión de Ocio por la Universidad de Deusto y la Katholieke Universiteit Brabant (Tilburg, Holanda). Desde que inicia su labor profesional en 1994, se dedica a la investigación social en el ámbito de la cultura, el desarrollo estratégico de ciudades, y el turismo, dirigiendo distintos estudios y proyectos. Igualmente, en su labor permanente de consultor asesora en estrategia y organización a más de una veintena de entidades públicas y privadas. Ha sido Socio-fundador, y posteriormente Director, de la consultoría Dokumenta. En relación a proyectos vinculados con la cultura e identidad vasca, ha sido promotor del Programa Gaztemundu del Gobierno Vasco (1996)
Pedro J. Oiarzabal de Cuadra (Bilbao, 1971). Es Licenciado en Filosofía y Letras, sección Historia, por la Universidad de Deusto (Bilbao). Continua sus estudios en el Departamento de Historia Moderna de la Nacional University of Ireland (Maynooth, Irlanda), donde escribió una Tesis de Master sobre emigración irlandesa. Posteriormente, obtiene el título de Master of Philosophy por parte del Departamento de Económicas de la Queen’s University of Belfast (Belfast, Irlanda del Norte) por sus investigaciones sobre economía social. En la actualidad, es Asistente de Investigación en el Programa de Doctorado del Centro de Estudios Vascos, sección Ciencias Políticas, de la University of Nevada (Reno, EEUU). Sus intereses se centran en estudios sobre diáspora, transnacionalismo, etnicidad, en relación con las “nuevas” tecnologías de comunicación e interacción. Es a su vez, miembro de la Junta Directiva de la Euskal Etxea “Zazpiak Bat Reno Basque Club” (Reno, Nevada, EEUU)
vinculadas al hecho identitario vasco, descubriendo una serie de núcleos o fenómenos cada uno de los cuales se concentra en un círculo temático, en la representación de una serie de estructuras de significados de la identidad vasca: la atracción de la memoria y de la figura gerontocrática; el reencuentro con la identidad a través del viaje (peregrinación); el límite o frontera identitaria en la convivencia con otras culturas y sistemas identitarios; la creación de los valores y principios simbólicos esenciales; la lealtad y el compromiso como ofrendas para la perpetuación identitaria; y la atracción por la autenticidad y singularidad de la cultura vasca como criterio adscriptivo esencial. Concluimos haciendo nuestras las palabras de la Dra. Gloria Totoricagüena, Profesora de Ciencias Políticas e Estudios Diaspóricos Vascos del Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada, Reno: “El lector apreciará que en vez de responder a las preguntas originales de la investigación con generalizaciones simplistas, los Oiarzabal han llegado a excavar una sima sin fondo, descubriendo numerosos interrogantes para futuras investigaciones. Damos la bienvenida a este estudio, y esperamos que motive al lector en la búsqueda de las complejas cuestiones sobre la identidad vasca, tanto en Euskal Herria como en la diáspora.”
NOTAS 1 Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, Cuba, El Salvador, España, Estados Unidos de América, Francia, México, Perú, Puerto Rico, Reino Unido, República Dominicana, Uruguay, Venezuela, Paraguay y Euskal Herria. 63
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INTRODUCCIÓN
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a donación que Joseba Verdes, ha realizado al Museo del Nacionalismo en recuerdo de su padre Pepe Verdes, impresor, editor e histórico dirigente del nacionalismo durante el franquismo así como amigo personal del poeta Lauaxeta, ha permitido conocer el original mecanoscrito del original del importante poemario Arrats Beran (1935) de Esteban Urkiaga, Lauaxeta (1905-1937), de quien el año 2005 se ha celebrado de manera espléndida el centenario de su nacimiento.
El original de Arrats Beran de Esteban Urkiaga, Lauaxeta. Un ensayo de crítica genética.
JON KORTAZAR Catedrático de Literatura Vasca en la Universidad del País Vasco. Estudió la obra de Esteban Urkiaga, Lauaxeta que fue objeto de su Tesis Doctoral (1985). Representa uno de los trabajos más consolidados en los estudios sobre Literatura Vasca Contemporánea, y ha enseñado en distintas universidades europeas y americanas.
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Han sido tres, a mi entender, los documentos claves que este año de celebraciones se han dado a conocer en torno a la figura del poeta vizcaíno. En primer lugar, en febrero de 2005 se dio a conocer el listado de la biblioteca del poeta, documento que se encontrada en el Archivo del Nacionalismo; el documento certificaba algunas pruebas indirectas sobre las lecturas –literarias, culturales, históricas, y políticas– de la obra coetánea al poeta, a la par que servía para investigar sobre nuevas referencias bibliográficas que, desconocidas hasta ahora, pervivían en el documento. En agosto, y al filo del aniversario de su nacimiento la sociedad de Ciencias Aranzadi, y en su nombre Iñaki Egaña, daba a conocer el sumario del juicio a Esteban Urkiaga, que como se sospechaba, se encontraba, desclasificado, en el Archivo Militar de El Ferrol. La copia distribuida por la institución oculta, posiblemente por razones comprensibles, dos de las declaraciones del proceso instructor, precisamente la de los testigos más directos, el paisano Bergé y el capitán Luque de la Guardia Civil que lo apresaron. Otras modificaciones llevadas a cabo en la copia distribuida, como el hecho de que se hayan tachado los nombres de tres declarantes, son fácilmente subsanables, porque aparecen mencionados en otras páginas del sumario. No hay que ponderar la importancia de este documento que nos pone en contacto directo con información básica sobre los últimos días del poeta y sobre su detención en Gernika, con el testimonio publicado de Georges Berniard, periodista al que acompañaba en su visita a la Villa bombardeada. Es probable que los miembros de la Sociedad Aranzadi preparen un trabajo sobre el tema, que esperamos con atención. La tercera entrega importante, y que juega con la simetría, es la aparición de este original de Arrats Beran, que hoy comentamos, por su importancia, desde el punto de vista de la crítica genética. La crítica genética pretende la reconstrucción del proceso creador de un escritor, desde el momento de la concepción del texto hasta su versión definitiva, trabajando sobre los distintos borradores y las distintas fases de la creación, atendiendo a las supresiones, añadidos y correcciones que el poeta haya podido hacer.
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Como afirma Cesare Segre: “El texto [poético] es el resultado de un desarrollo del cual se nos ocultan muchas, a veces todas, las fases. Los mecanismos mentales que rigen las iniciales relaciones entre conceptos e imágenes y posteriormente entre palabras y ritmos, hasta llegar a su concreción lingüística y métrica, en gran parte se nos escapan, como probablemente escapan al control de los propios escritores, que a veces han intentado desvelárnoslos. Lo que sí podemos dominar, cunado poseemos borradores o primeras copias o cuando la obra ha sido propuesta en diversas redacciones, es el desarrollo de su fase escrita”. Los materiales que tenemos a la vista mantienen una dificultad primera para llegar a los objetivos marcados en esa cita. Son versiones ya muy elaboradas, mecanografiadas y preparadas para su remisión a la imprenta, como muestra ese rotundo “Para Pepe” escrito a lápiz al dorso de una de las hojas. Son versiones casi definitivas. Pero aún así, permiten asomarse a la “cocina del escritor” a su mundo de elaboración creativa. Al tratarse de una copia mecanografiada, faltan los pasos precedentes, es decir, los borradores previos, pero no por ello mantienen una dificultad extrema y permiten vislumbrar algunas de las constantes en la escritura del poeta. Si comparamos esta versión, por poner un ejemplo, con Aventura de Claudio Rodríguez uno de los ejemplos más cercanos y completos de crítica genética en el campo de los estudios literarios en España, observaremos que su excelente editor, Luis García Jambrina ha contado con varios borradores previos, antes de llegar al texto considerado más cercano al definitivo, puesto que el poemario se hallaba en proceso de creación. A veces son cinco variantes manuscritas, a veces siete: un material precioso que permite vislumbrar algunas de las claves compositivas del autor. En el caso de Lauxeta no tenemos versiones previas manuscritas. No contamos con un manuscrito, sino con un original ya mecanografiado. Una pregunta que se me hizo al presentar el original, fue: ¿Escribía a mano Lauaxeta o a máquina?
Probablemente a mano y más tarde pasaba a máquina una versión casi definitiva. Aunque a esta afirmación deban proponerse dos afirmaciones paralelas. Debe tenerse en cuenta que el único ejemplar original que poseíamos hasta la aparición de este importante corpus, el poema “Mairako deia” que Lauaxeta regaló a Sabin Muniategi, y ahora extraviado, al parecer, en el legado que Sabin Muniategi donó al Convento de los Carmelitas de Markina, aparece escrito a máquina con pequeñas correcciones a mano (conservo una copia fotocopiada, que se reprodujo en la revista Pamiela). Como segunda matización debe tenerse en cuenta que el prólogo de Arrats Beran, presente en la colección, muestra correcciones a máquina en el original, por lo que, al parecer, ese prólogo parece haberse escrito a máquina directamente, por lo que puede ser que Lauaxeta utilizara la máquina para textos menos importantes que los poemas. A este respecto es importante la corrección realizada a máquina en el prólogo: “Elerti-zale nazan onek oxxxxxxx ziarkeri eta pirtxileritzat daukodaz olerkijok”, donde la palabra “olerkijok” aparece tachada en una frase, para reaparecer poco después, porque mostraría que se trata de una corrección que al parecer se realiza inmediatamente. Para introducirnos en el mundo que describen las correcciones y modificaciones del original podemos proponer el siguiente itinerario en la descripción del texto: El índice, el prólogo, las versiones previamente publicadas, los poemas, y la traducción. EL ÍNDICE Cuando Marian Moreno, a quien pocas veces podrá agradecérsele su trabajo como se merece, me enseñó los papeles, me indicó que eran pruebas de imprenta. Posiblemente ello es correcto si nos atenemos a la elaboración del índice, del “Aurkibidia”, que muestra dudas en la elaboración del texto definitivo. En el original de la página de índice cuatro espacios aparecen en blanco, y en ellos el poeta ha escrito a mano los títulos de cuatro poemas: “Itxastar gaste bati” y “Kiñuba”, “Artzañena” y “Abeslari bati”, que mostraría dos cosas: por un 65
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lado, probablemente su redacción tardía (por ejemplo “Kiñuba” es una adaptación a un estilo modernista de un texto de la vanguardia, del autor francés Jean Cocteau, pero es probable que la redacción de otros poemas como “Itxastar gaste bati” sea anterior, por su relación con la escritura de Manuel Machado; por otro, dudas sobre la elección de un material que el poeta tendría en su escritorio. Desde luego pone de manifiesto la tendencia de Lauaxeta de publicar poemas que sirvan como ecos unos de otros, que creen paralelos estructurales. Evidentemente “Itxastar gaste bati” tiene que ver con “Abeslari bati” (“Artzañena” se pondría en contacto con “Espetxekuarena”) y no sólo en la concepción del título, sino también en su elaboración modernista del texto. El resto de correcciones tiene menor importancia y tienen que ver, como sucederá en todo el texto, con las tildes sobre consonantes, sobre “l”, “r” y con pequeñas vacilaciones vocálicas. En este caso se conserva el original, con correcciones manuscritas, y las pruebas de imprenta (dos) hasta la definitiva que se da por buena. No merece la pena insistir en el hecho de que las pruebas de imprenta del resto de las hojas no se conservan en la documentación.
En el pequeño prólogo de Arrats Beran, Lauaxeta introduce muchos cambios, señal al parecer de que se trata de un texto redactado a última hora y que muestra indecisiones en el autor. Realmente el texto es muy pequeño pero el autor ha cambiado muchas cosas. Hay fallos en la mecanografía que se corrigen, hay supresiones de palabras, afirmaciones más rotundas, cambios morfológicos.
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a) Una sustitución de una palabra para conseguir una metáfora. La frase que al principio era: “Bestiak entzuten eztaben otsa” se convierte en “egal-otsa” confiriendo mediante la metáfora mayor propiedad y profundidad al texto. b) Los cambios sintácticos. Lauaxeta en un primer momento de la escritura tiende a situar en primer lugar de la frase elementos que en la versión original sitúa al final, creando un hiperbatón, un juego sintáctico y complicando la frase. Los cambios sintácticos estarán presentes en toda su creación literaria como pronto veremos. LAS VERSIONES PREVIAMENTE PUBLICADAS Arrats Beran incluye en su corpus de poemas textos publicados por el autor con anterioridad. Algunos de los poemas se publicaron en el diario Euzkadi y otros en la revista Euzkerea de Bilbao y en Yakintza de San Sebastián. Aunque no en todos los casos, Lauaxeta incluye en el original llevado a la imprenta recortes de hojas en las que se puede ver el poema publicado y retocado. Así de Euzkadi recupera los poemas “Zelayetakua”, “Mutxurdiña” (diciembre de 1933), “Ardua eta atsua”, “Udabarriko autorkuntza” (abril de 1934) de Euzkerea “Izlapurra” (marzo-abril de 1934), “Burtzaña” (septiembre-diciembre de 1934), y de Yakintza el poema “Amayur gaztelu baltza” (marzo-abril de 1935). Estos poemas muestran una curiosa costumbre del autor: no se copian a máquina, si no que el original recortado de la publicación se pega directamente en una hoja y se presentan con las correcciones pertinentes a la imprenta.
Arrats Beran incluye en su corpus de poemas textos publicados por el autor con anterioridad. Algunos de los poemas se publicaron en el diario Euzkadi y otros en la revista Euzkerea de Bilbao y en Yakintza de San Sebastián
EL PRÓLOGO
En cualquier caso merecen reseñarse dos cambios importantes:
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Debemos diferenciar dos bloques de poemas, porque producen conclusiones distintas. Los poemas publicados en Yakintza son poemas posteriores a los que aparecieron en Euzkadi. “Amayur…” por ejemplo se publicó en el número correspondiente a marzo-abril de 1935, cuando el
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libro se publicó para junio del mismo año. Por lo que al parecer los trabajos de impresión se llevaron con una cierta celeridad. Los textos provenientes del diario Euzkadi, excepto “Zelayetakua”, corresponden al ciclo de fábulas que Lauaxeta publicó con el fin de impulsar una campaña a favor de las ikastolas y de que los niños vascos tuvieran material escolar y de lectura. “Ardua eta atsua” eta “Udaberriko autorkuntza” se ofrecen a la imprenta sin ningún cambio. Quizás lo único reseñable sea el hecho de que en el recorte de este poema aparece un agujero troquelado, de manera que muestra otra costumbre del autor a la hora de guardar la copia de sus poemas. En el caso de “Mutxurdiña” se ha escrito a máquina el título. En el caso de “Zelayetakua”, el original publicado en el libro ofrece un cambio importante con respecto al que se ofrece en el periódico, cambio que ya había sido detectado. Por decirlo de manera sucinta, Lauaxeta ofrece una versión más suave en el momento en que decide cambiar un nombre importante: “laztana” por “barrea”, con lo que se mitiga el sentido erótico del texto. En el original, el autor ha tachado dos versos y los ha sustituido: “Laztandu gara leunkiro/ laztan auxe dan ixilla/ ¡Tanbolin abil astiro!” se sustituye por la versión definitiva: “¡Barre dagigun leunkiro/ barre auxe dan ixilla!/¡Tanbolin, abil, astiro!” con la inclusión de la admiración y de las comas en el tercer verso. Los poemas que provienen de Euzkerea ofrecen también datos importantes a nuestra consideración. Como ya he aludido en otra ocasión, el poema clave es “Burtzaña”, puesto que en la revista se publicó con el título de “Arrats Beran”. Es evidente que el poema perdió el título para poder llamarse así el libro, pero es significativo, porque el poema muestra el tono que el poeta quería dar a todo el poemario. En este sentido el poema mantiene un carácter símbolico dentro del conjunto de poemas. El autor ha borrado su nombre de la copia impresa y ha escrito a máquina el título “Burtzaña”. Por lo demás ha cambiado alguna errata (“Akulu” por “Ukulu”) y ha escrito algún signo de interrogación. En el otro poema recogido de Euzkerea, “Izlapurra”, se ha conservado el título impreso tal como apareció en la revista y se ha tachado el nombre del autor.
“Amayur gaztelu baltza”, proveniente de Yakintza muestra en sus variantes un gran interés. En primer lugar se ha tachado la traducción que acompaña al texto en la columna de la derecha y se han corregido importantes erratas: Amayur, por Amalur. Lo decisivo se encuentra, en cambio, en las diferencias morfológicas. Mientras que la versión de Yakintza propone una ortografía más cercana a la utilizada en Gipuzkoa, Lauaxeta insiste en las correcciones en el acercamiento al modelo sabiniano con las armonizaciones vocálicas (“goitijan” por “goitian”, “semia” por “semea”, “egixuz” por “egizuz”, “gustijak” por “guztiak”, etc.). Como era previsible, tacha también la firma. Las correcciones del poema muestran dos modelos de lengua, uno cercano al habla y a la norma, que es el que sigue la revista, y otro, más purista, que es el propuesto por Lauaxeta. LOS POEMAS Los cambios en los poemas son de dos clases. En primer lugar hay que atender a las dedicatorias cambiadas más de una vez, y por otro lado a los cambios de última hora que modifican algunos versos de los poemas. a) Las dedicatorias Lauaxeta modifica las dedicatorias de los siguientes poemas: • “Eiztari aundija”. Cambia el general “eiztari il bati”, por el nombre concreto de “Albisuʼtar Kepaʼri”. Kepa Albisu aparece en la fotografía del homenaje a Lauaxeta por la publicación del libro, fotografía en la que el autor aparece con sólo seis amigos. • “Artzain baten erijotzean”. La dedicatoria, al parecer inicialmente realizada para “Basalduaʼtar Andoniʼri”, lectura que propongo con muchas dudas (no existió Andoni Basaldua), aparece tachada, tan bien tachada que se hace difícil ver el nombre. Los cambios en los poemas no son grandes, tal como adelantábamos al principio de este artículo, pero como siempre, sí significativos. a) La tendencia a la armonización vocálica y a su subrayado se muestra en los cambios realizados en “Eiztari Aundija”. 67
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b) El subrayado afectivo por medio de las exclamaciones en “Ezkontza goxa”. c) Contracciones: “ta” por “eta” en “Sevresʼko murkua”. d) Cambios en la concordancia: “zain dagozan basuak” se sustituye por “zain dagon basuak”, “dagoz” a “dira” en el mismo poema. Los cambios más importantes se han realizado en el poema “Mendigoxaliarena” (título escrito con letra roja) y en “Españartxu batena”. En el primero se han cambiado seis versos completos. La versión definitiva: “¡Amar gasteren lerdena/ makilla luzez bidian” se prefiere a “Amar gaste makil luzez/ duazan lerden bidian”, prefiriendo una metonimia y una versión, a mi juicio, mejorada. Esos versos que funcionan como estribillo se sustituyen también en la tercera estrofa. En la estrofa octava se ha cambiado un verso parecido: “Amar gaste makil luzez/ zein lerden datzaz lurrean” se cambia por “¡Amar gasteren lerdena/ bixitza barik lurrean”, y aquí sí que el poema mejora, puesto que era difícil mantenerse apuesto mientras se yace en la tierra tal como proponía la primer versión. En “Españartxu batena” los cambios son menores. “Neurekin atorn bidian” se cambia a “atorn neurekin bidian” y “emonen auznat dotetzat” a “emonen dauznat dotetzat”. Hay un tachón en “Ondartza” que suprime una palabra, ahora ilegible. Y en “Itxasondokoena” se ha tachado a máquina una corrección: (Ilegible)iron bat dantzuzu barruba” por el verso que se prefiere: “barriz zagoz uñai begira”. También se tacha una corrección en “Zelayan”, un poema viejo (ya publicado en 1931) que se incluyó en el libro. Se tacha el verso: “Miñez dozu bijotza,” para preferir el que se lee: “Miñez dozu barrena” y, al parecer por un error, donde se escribió “beria” la palabra que da fin al poema, se sustituye por “gogua”. En “Mayatzeko gurutza” existe un cambio morfológico importante: El autor había escrito una frase en “zuka”: “alai zabiltzan neska barri” y la sustituye por un tratamiento familiar femenino: “abilñan neska barri”, y lo mismo lo realiza en un verbo anterior que termina como “aznat”, y “dautzun” por “daunan” lo que indica que el autor 68
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prefiere las formas más marginales a las más utilizadas. LAS TRADUCCIONES La hoja adicional de traducciones contiene alguna sorpresa. Por ejemplo la traducción al castellano del título realizada por el autor. Arrats Beran que da vertido al castellano como “A la caída de la tarde”, dato que no poseíamos hasta ahora. El original muestra el siguiente texto: “Hoja adicional/ Arrats-beran/ (A la caída de la tarde)/ Versión castellana/ MCMXXXV”. Pues bien, lo publicado es bastante diferente: “Esteban de Urkiaga/ (Lauaxeta)/ ARRATSBERAN/ Traducción española/ de las poesías euzkéricas/ así tituladas/1935”, todo ello, excepto los números, claro, en mayúsculas de distinto tamaño. En el original no aparece la Nota que se adjunta en el cuadernillo de las traducciones y ofrece la traducción del primer poema: “A una pequeña rubia”. Vamos a comenzar nuestro recorrido con el catálogo de los cambios más pequeños y las pequeñas tachaduras. En el poema “El gran cazador” se tacha “convocó a las nubes el bosque ” y se prefiere “el bosque convocó a las nubes”, corrigiendo un hipérbaton. En “Viejas estrofas” se tacha “mucho más bello es” y se prefiere “cuando en el cuerpo moreno”. En “¡Mi hogar!” se prefiere “bajo los robledales” en vez de “en los”. En “El carretero” se inserta un verso (“-tranquila la carreta pesada-”) en el lugar que le corresponde. El poema “El pirata” muestra una vacilación de última hora: “Quién pudiera huir, huir” se transforma en “Quién pudiera fugarse”. En “Plegaria matinal” se produce el mismo proceso: se tacha una frase: “Las ramas [de los árboles dicen pío, pío]” y se transforma en “Las ramas temblorosas de pájaros dicen pío, pío” que es desde luego, más propio. “Fingí un gesto” sustituye a “hice un gesto” y “la noche caía” queda en “la noche bajaba” en “La mueca”. En “El romance de los pastores” se cambia “Pinares los de Fuente-Fría”, por “Pinares de FuenteFría” alejándose de la referencia más arcaica. La anécdota chusca se produce en “Romance del españolito” donde “Vestidos de pura plata” corrige una errata fatal.
hermes nº:6 de 7. El original de Arrats Beran de Esteban Urkiaga, Lauaxeta. Un ensayo de crítica genética. Jon Kortazar
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“El romance del Mendigoxale” muestra las En “El romancero de los puertos” se susprimeras correcciones realizadas a mano por el tituye “Romance” por “Romancero” en el título autor. “brillante” escrito a mano sustituye a “fúly se realizan pequeños ajustes. Donde ponía gida” aplicado a la plata. “Estos” se cambia por “extensas sus alas”, se escribe “extensas sus “Los” y “el monte se queda silencioso” está en remos” sin caer en cuenta en la falta de concordancia, y se tacha “tienes el alma”, por haberse vez de “el monte está silencioso”. Hay también equivocado por hacerse la trascripción donde no correcciones a mano en “La solterona”, aunque correspondía. Otra errata advertida a tiempo se más breves: “por solución” se cambia a “como produce en “Los tres caballeros”. A pesar de que solución” y “mi bota” sustituye a “mi botica” y se el título no deja lugar a dudas el autor escribió tacha “muy” en “estés muy llena”. En “El vino y “cuatro ca” para tacharlo a contila anciana” las correcciones son nuación y dejar “tres” tal como se las siguientes: “Pobre puchero” Los cambios más anunciaba. En “La hija de casa” y se añade a mano: “sin agua” importantes en los se sustituye “cuatro jinetes”, tapara tachar ese “sin agua” en la poemas preparados chando a máquina la última por frase siguiente “Huele a quemado “cuatro caballos”. sin agua”, por su evidente falta para su publicación de sentido; “ralo bigote” sustituye se refieren a camPara terminar habría que a “revuelto bigote”. En “Confebios para reforzar el sión de primavera” se corrigen consignar que “Amayur, negro elemento poético pequeñas erratas. El poema “En castillo” aparece escrito con otro de los textos como la campiña” sustituye dos veces tipo de letra y tinta, posiblemente en”Mendigoxaliarena” “teme mucho los peligros” por porque, como antes hemos visto, y en menor medida en “teme los peligros” y se cambia el se envió a la revista Yakintza para “Zelayetakua” verso “perdió la suya” por “perdió su publicación. la propia”. En “La cruz de Mayo” se sustituye “las juventud que es” CONCLUSIONES por “juventud eres” a mano y se tacha a máquina: “Cómo alegra Al llegar al final de este con su so (sic) el tamboril” para recorrido nos queda la recapitulapreferir: “Cómo alegra el tamboril”. Al parecer el autor iba a escribir “son” pero ción de algunos caracteres que sobresalen en la lo pensó mejor y comenzó a tachar antes de forma del tratamiento de los textos por parte de escribir la palabra completa. Hay una tachadura Esteban Urkiaga, Lauaxeta. en “El romance del incrédulo”, que ya no permite Como indicamos al principio, nos encontradistinguir lo escrito (quizás “oh”). En “El molinito mos con un original muy elaborado, de forma que blanco” se prefiere “estás blanca de tanta harina” los cambios son mínimos, aunque sirven para rea “estás blanca con tanta harina”. En “A un trabajador asesinado” se añade el adjetivo “moreno” formular de manera más precisa algunos puntos a la frase: “minero de rostro” que sin él quedaría de su proceso creativo. coja, además se corrigen a mano Los cambios más imporfaltas de concordancia con añadido de las “s” de plural. Se ha tantes en los poemas preparados escrito “espíritu” a mano sobre la para su publicación se refieren a palabra “pensamiento” en el poema “La canción cambios para reforzar el elemento poético de los de Mayo”, puesto que además “pensamiento” se textos como en “Mendigoxaliarena”, y en menor repetía en el verso siguiente. Y “toma estas alas” medida en “Zelayetakua”, poema en que los cambios producen un debilitamiento del contenido sustituye apropiadamente a “toma estas aladas”. erótico del poema, un rebajamiento de la expreEn “El grumete borracho” se ha cambiado el sión que se observa también en la traducción de principio. “Vaya risas”, por “Qué risas”, y al final “Txo moskortuba”. “se nos ha caído” a “se nos cayó”. A máquina se corrige en ese poema “Sus muecas y gestos son La mayoría de los cambios se refieren altamente licenciosos” por el eufemismo “llevan a cuestiones ortográficas o a brotes de lujuria”.Y se ha borrado erratas de mecanografía más “pequeño” en la frase “porque el abundantes en los textos menos pequeño grumete bebe”. 69
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elaborados, como el prólogo a la edición en lengua vasca –donde es posible que haya habido una escritura casi directa a máquina–, y en la traducción al castellano donde los despistes, errores y cambios directos obligan a pensar en una redacción más apresurada y menos cuidada, a pesar de que resulta casi imposible defender que el lenguaje elaborado sea una redacción realizada directamente en el momento de su escritura a máquina. Lo más probable es que Lauaxeta tuviera una versión previa elaborada y en el momento de pasar a máquina el texto tuviera una prisa mayor, y fuera realizando más errores y los fuera corrigiendo sobre la marcha. Las versiones de los poemas previamente publicados en revistas, además de revelar algunas curiosas costumbres del autor, reflejan sobre todo su cuidado en seguir las normas gráficas (admiraciones, interrogaciones) y ortográficas de la línea más purista del euskara (sobre todo en lo que se refiere a consonantes con tilde, a armonizaciones vocálicas y a palatalizaciones). Los cambios morfológicos y morfosintácticos indican que Lauaxeta prefiere las formas marginales a las normales, el cambio en el registro verbal de la “segunda persona familiar en femenino” en el poema “Mayatzeko gurutza”. Los poemas de este grupo que se presentan sin correcciones, las fábulas del diario Euzkadi, muestran la forma en que el poeta se iba acercando a un registro de lengua que le satisfacía. Por otro lado estas fábulas eran poemas recientes y cercanos a la última confección del libro. El caso de “Amayur gaztelu baltza” es diferente, pues al publicarse en una revista de Donostia, el encargado de su publicación incluyó errores (Amalur, por Amayur, lo 70
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que significa una lectura errada) y cambios morfo-sintácticos que se alejan de la voluntad del autor. Tanto la forma como se presenta la portada del folleto de las traducciones al español como la ausencia de la “Nota” que se publicó como introducción a aquellas indican que probablemente esta sección es la última añadida a la edición del libro.
Las versiones de los poemas previamente publicados en revistas, además de revelar algunas curiosas costrumbres del autor reflejan sobre todo su cuidado en seguir las normas gráficas y ortográficas de la línea más purista del euskera
Otro tema de importancia, pero imposible de tratar aquí, es la confirmación de erratas que se introdujeron en la publicación y que no se detectaron al corregir las pruebas. Por ejemplo, “Artzain baten erijotzean” [En la muerte de un pastor] (así en el original y en el índice) se publicó con el título de “Artzain baten erijotzena” [Romance de la muerte de un pastor]. En este capítulo la publicación de las traducciones fue también la parte menos cuidada. Valgan dos ejemplos. En “Txo moskortuba”: “Bailando grotescamente” se publicó como “Bais lando grotescamente” y “Sus muecas y gestos” como “Su- muescas y gestos”. De manera que erratas tipográficas como éstas producen problemas en la concordancia y en la ortografía. Evidentemente, puede que no en otros sitios, pero los duendes habitan en las imprentas.
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XVII Edición de los Premios Sabino Arana
l ex presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, el obispo emérito de San Sebastián José María Setién, el bertsolari Andoni Egaña, el ballet de Biarritz, y el fundador de ONA Electroerosión Karmel Onandia recibieron el pasado 29 de enero, en Bilbao, los galardones de la XVII edición de los Premios Sabino Arana. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, presidió la entrega de Premios Sabino Arana 2005 que se celebró en el Teatro Arriaga con la presencia de diferentes personalidades de la vida cultural, política, deportiva y socioeconómica de Euskal Herria. VALORES BÁSICOS En el acto de entrega de premios, el presidente de la Fundación Sabino Arana, Juan María Atutxa, recordó que este año se cumple el setenta aniversario del comienzo de la Guerra Civil y quiso tener “un reconocimiento a personas, a trayectorias vitales que simbolizan comportamientos y valores completamente opuestos a la guerra, al fanatismo, a la intolerancia, a la pereza intelectual o la violencia”. En este sentido, censuró que “quienes piensan que en la épica está nuestro futuro, ni son coherentes con nuestro pasado, ni conscientes de nuestro presente y, desde luego, no están en la mejor posición para protagonizar ese futuro”. “Quienes, desde otras posiciones creen que la fuente de su presente está en imperios y reconquistas tienen el mismo problema. Porque necesitamos un porvenir más humano, más solidario y abierto, en un mundo más interconectado que nunca”, agregó. TOLERANCIA Y LIBERTAD En la XVII edición, la Fundación Sabino Arana ha decidido galardonar al ex presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, en el capítulo “Especial”, para reconocer la trayectoria política de éste al frente del Ejecutivo catalán desde el restablecimiento de la autonomía, como reconocimiento a “su compromiso en la defensa
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de los valores de tolerancia y la búsqueda de la libertad y la democracia que siempre ha defendido”. En el apartado de “Trayectoria de toda una vida”, el premio se concedió a José María Setién, por su “preocupación por las grandes cuestiones de la sociopolítica y la política de la paz, el respeto a la libertad y al pluralismo”. Además se destacó que “sus reflexiones siempre han estado basadas en el total rechazo a toda forma de violencia y han buscado la resolución del conflicto vasco sobre los pilares del diálogo, la verdad y la justicia”. El bertsolari Andoni Egaña obtuvo el premio en la categoría de “Sociedad”, por su contribución “a la difusión y expansión del bertsolarismo, ayudando así a convertir en un verdadero fenómeno social una de las tradiciones más populares de la cultura vasca”. Por otra parte, el Ballet de Biarritz, representado por su gerente, Filgi Claverie y la responsable artística del ballet en Hegoalde, Adriana
“LAUAXETAri buruzko elkarrizketak” Bidebarrieta Kulturgunean
Pous, recibió el galardón en el capítulo de “Cultura”. La Fundación Sabino Arana ha premiado “el concienzudo trabajo del Centro Coreográfico Nacional y Transfronterizo-Ballet Biarritz por fomentar y facilitar la formación de jóvenes bailarines en Iparralde y Hegoalde y difundir nuestro patrimonio coreográfico más allá de nuestras fronteras”. Por último, en el capítulo de “Economía”, se reconoció a ONA Electroerosión, “el fabricante vasco de máquinas de electroerosión más antiguo del mundo y primer productor de la Unión Europea”, ya que “su historia es sinónimo de diseño, innovación y calidad. Su actividad es un claro ejemplo del buen hacer de los vascos a nivel mundial”. Recogió el galardón Karmel Onandia, uno de los fundadores de la compañía.
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Lauaxetari buruzko elkarrizketak” izenburu orokorraren esparruan, Bilboko Udalak, Sabino Arana Kultur Elkargoarekin elkarlanean, mahainguru sorta bat eta kontzertu aurkezpen bat antolatu zituen Bidebarrieta Kulturgunean eta Arriaga antzokian, hurrenez hurren. Arriagako ekitaldian Gaztelupeko Hotsakek editatutako Lauaxeta disko liburua aurkeztu zen; zereginean honako hauek parte hartzen dute: Mikel Urdangarin, Gari, Xabier Montoia, Anje Duhalde, Rafa Rueda, Txuma Murugarren, Xabi Strubell, Petti, Javier Muguruza, eta Francis, “Doctor Deseo”koa. Mahainguruak azaroaren 7, 8 eta 9an egin ziren. 7an Inaxio Muxika, Igor Estankona eta Juan Luis Zabala idazleek parte hartu zuten, Juanan Fernandez kazetaria izan zela moderatzaile. Asteartean, hilak 8, Juan Kruz Igerabide idazleak, Josu Penades ikertzaileak eta Jon Kortazar Euskal Literaturako katedradunak parte hartu zuten. Azkenik, hilaren 9an, txanda Rafa Rueda, Txema Murugarren eta Xabi Strubell musikariena izan zen, eta Udune Goikoetxea kazetaria moderatzaile. Azaroaren 9an bertan egin zen, halaber, Arriaga antzokiko kontzertua. 73
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Amaitu dira immigrazioari buruzko jardunaldiak
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oan den azaroan amaitu ziren “Los nuevos ciudadanos vascos – Euskal hiritar berriak” jardunaldiak. Euskadin finkatzen ari diren immigrante-talde nagusiengana hurbiltzen eta elkar ezagutzen erraztea helburu, Sabino Arana Kultur Elkargoak antolatutako jarduera-sorta honi amazigh herriari (berbereak) buruzko hitzaldi batek eta mahainguru batek eman zioten bukaera. Zehazki, azaroaren 10ean, Rachid Raha kazetari eta antropologo eta “Rabat-en argitaratzen den “Le Monde Amazigh egunkariaren editoreak hitzaldi bat eman zuen amazigh herriaz eta haren kulturaz. Rachid Rahak ikuspegi bikoitzetik heldu zion gaiari. Batetik, euskaldunen eta amazigh-en arteko gaur egungo harremana azaldu zuen eta, bestetik, Afrikaren Iparraldeko herrialdeak demokratizatzeko alternatiba gisa erakutsi zituen amazigh-ak. Azkenik, azaroaren 17an mahainguru bat egin zen; bertan immigrante iparrafrikarrek Euskadira heltzean bizi izaten duten esperientzia eta abegi egiten dien herrialdean ipini dituzten itxaropenak izan ziren berbagai. Topaketan parte hartu zutenak izan ziren: Mohamed Arrachedi ekintzaile berberea; Joseba Ibarra, Durangoko “Berritzegune” Irakasleei Laguntzeko Zerbitzukoa; eta Khalid Amzir, Euskal Herriko Marokoar Immigranteen Elkarteko lehendakaria.
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oan den abenduaren 20an Joseba Berdesek, inprimatzailea eta Francoren sasoiko abertzaletasunaren buruzagi historikoa izan zenaren semeak, Esteban Urkiaga “Lauaxeta” olerkari eta idazlearen dokumentu ezezagun bat eman zion dohaintzaz Sabino Arana Kultur Elkargoaren Euskal Abertzaletasunaren Agiritegi Historikoari. Olerkariaren bigarren liburua zen “Arrats Beran” lanaren jatorrizkoak dira, idazleak irarkolari eman zizkion bezalaxe, berak eskuz egindako zuzenketa eta guzti. EHUko Euskal Literaturako katedradun Jon Kortazarrek azaldu bezala, “dokumentuaren garrantzia agerikoa da, Euskal kontuan hartzen badugu poetaren eskuzko dokumentu gutxi zeudela (ezagutzen ziren batzuk galdu egin dira)”. “Liburu Abertzaletasunaren honetan euskaraz idatzita dauden berrogei poemek eta haien Agiritegi Historikoari gaztelaniazko itzulpenek idazleak utzitako ondare-atalik gaeman diote dohaintzaz rrantzitsuena ipini digute eskura”, zehaztu zuen. Gainera, Kortazarren aburuz, “dokumentu-multzoak funtsezko informazioa ematen du haren lanaren jatorriaren gainean. Testua berrargitarapen gisa badago ere, olerkariak aldaketak egin ditu gainean eskuz. Bere lan egiteko moduari buruzko datuak ematen dizkigu, eta, horretaz denaz bezainbatean, esan behar da ezen, aurretik beste aldizkari eta argitalpen batzuetan argitaratutako beste bertsio batzuk ere badaudela; hortaz, bada, Lauaxetak bere lanetan “moztu eta itsatsi” baliatzen zuen sarri”. Kortazarrek uste du, “jatorrizko horien gainean egindako zuzenketek, gehitzeek eta ezabaketek idazlearen idazkerari, idazteko moduari, “literatur” sukaldean zituen ohiturei buruzko informazio zehatzagoa ematen digutela”.
Lauaxetaren “Arrats Beran”en orijinala
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mientras tanto
“
Nos encontramos en el principio del fin”; “Más pronto que tarde se iniciará el proceso”; “Estamos a la espera de un gesto definitivo”. La retórica al uso en el presente que vivimos tiene un aire entre expectante e invocador. Pareciera como si al referirnos al final de ETA todo fuesen preliminares frágiles que mal tratados nos llevasen a la frustración. Quien no acierte con el primer ojal no acabará jamás de abotonarse y debemos comprender que en el restablecido diálogo entre ETA y el Gobierno español ninguno de los dos espera por el momento otra cosa que gestionar el tiempo de modo apto para sus respectivos intereses. Al igual que el molinero piensa que el trigo solo crece para que su molino funcione, los llamados actores del proceso de pacificación tienen en sus mentes dos fechas electorales: las próximas municipales y forales (2007) para recuperar la legalidad perdida, y las generales de 2008 para revalidar el liderato y consolidar el Gobierno de España. Parafraseando a Goethe: “El tiempo es él mismo un elemento” y quienes lo están administrando en exclusiva no reparan, por el momento, en otros intereses que los propios. Solo así puede comprenderse el participado desdén de ambos a las iniciativas de terceros para superar el actual marco estatutario. “No si es para perpetuar el autonomismo”, advierte ETA; “No si es para reafirmar el derecho a decidir del Plan Ibarretxe”, enfatiza el PSE-PSOE. Mientras tanto llega el tan intencionadamente demorado anuncio del fin de la violencia de ETA, quienes no tenemos parte en la agenda “Paz y Presos”, y sin embargo si somos actores de proposición, gestión y salvaguarda del cambio político, debemos aplicarnos en la tarea de impulsar el proceso de normalización, que es otra forma de decir democracia participada por todos. Porque en realidad, ni ETA, ni el partido del Gobierno tienen por ahora interés en proponer a la sociedad vasca un modelo de normalización; como si fuese más fácil alcanzar la paz que trabajar con ella, como si, siendo serias sus intenciones, no supieran qué hacer con la seriedad.
Txema Montero–Koldo Mediavilla.
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Cécile Noguès