






Cuando se corre, no hay duda de que los atletas, tanto élites como aficionados, se enamoran de algún par de tenis, especialmente cuando se hacen trabajos específicos, cuando se va a trabajar fondo o cuando sencillamente se va a correr o a competir.
Pero en algunos casos, el amor a primera vista también se apodera de esas ganas de tener unas zapatillas específicas. Y eso es precisamente lo que ocurre con las Novablast 2 de Asics, la nueva referencia que está disponible para los runners en Colombia. Desde que los vemos en la caja, los queremos probar, y que nos vean con ellos. De verdad, son muy atractivos, además de ideales para los atletas a los que correr les causa dolor, por la falta de experiencia, o para quienes empiezan a experimentar en nuevas distancias.
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mitirán sentirse cómodo y sin dolores. Por eso, son ideales para los que empiezan a sumar una buena cantidad de kilómetros y para los que quieren seguir enamorándose del running. Además, brindan una estabilidad única, gracias a su suela que se sobrepone a la estructura del zapato, lo que le da una sensación de seguridad única a la hora de correr.
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Bogotá - Colombia
Hace 10 años nació Runningcolombia, como una alternativa de comunicación dedicada exclusivamente al atletismo, y en los Juegos Olímpicos de Londres se editó la primera edición de la revista impresa, con el balance de los colombianos en unas justas, que de hecho fueron históricas.
Y qué mejor que celebrar esos 10 años, con otro balance, en esta ocasión en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde los atletas colombianos volvieron a hacer historia, porque nunca antes se habían logrado dos medallas y además se obtuvo un nuevo diploma olímpico.
Y a propósito de los diplomas olímpicos, Colombia solo sumaba uno, el obtenido por John Freddy Murillo en Rio 2016, cuando terminó quinto en el salto triple. Pero en Tokio, Mauricio Ortega sumó uno más para la historia del atletismo, al ocupar el séptimo lugar en la prueba de lanzamiento de disco.
En total, Colombia ya suma cinco preseas en el ‘deporte rey’ y dos diplomas olímpicos, aparte que merece que se le dé más impor-
tancia, no solo en la prensa y difusión, sino en el valor, que hasta el momento solo está tasado para los medallistas, aunque es importante resaltar, que en Antioquia, los deportistas sí recibieron un apoyo económico por ser finalistas en Tokio.
También es importante destacar el resultado de Jeisson Suárez en el maratón de Tokio 2020, que se disputó en Sapporo, y que significó la mejor actuación de un maratonista colombiano, después de la de Carlos Mario Grisales en Atlanta 1996, cuando se ubicó en el puesto 11.
Jeisson terminó en la casilla 15, como el mejor latinoamericano, y con la mejor marca de un colombiano en los Olímpicos, al registrar 2:13:29, además de ser el encargado de marcar el paso en el lote de punta, hasta el kilómetro 25, y al lado de figuras como el doble campeón olímpico Eliud Kipchoge. Como en todas las ediciones, esperamos que esta no solo sea un ejemplar de colección, sino de consulta en cualquier momento, además de un documento exquisito para los amantes del atletismo.
Desde la primera participación en la historia de los Juegos Olímpicos, el atletismo siempre ha sido noticia para Colombia.
De hecho, la primera incursión de un atleta colombiano en los Juegos Olímpicos fue con Jorge Perry Villate, quien corrió en el maratón de las justas de Los Ángeles 1932, cuando aún no existía el Comité Olímpico Colombiano (COC).
Después vino la primera participación oficial, en 1936, ya con el COC creado. Colombia estuvo en Berlín (Alemania), con seis representantes, todos atletas: José Domingo Sánchez (100 metros), Campo Elías Gutiérrez (lanzamiento de jabalina y 100 metros), Emilio Torres (1.500 metros), Hernando Navarrete y Hugo Acosta (5.000 metros) y Pedro del Veccio (salto alto).
En Londres 1948, el atletismo colombiano vio nacer la figura de Jaime Aparicio, quien posteriormente se convirtió en el primer campeón panamericano y que volvió a estar en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956.
En Roma 1960, Colombia tuvo partici-
pación, pero el atletismo no llevó representantes. Después llegaron los Juegos de Tokio 1964, que contó con figuras como Pedro Grajales, como se llama hoy en día el estadio de atletismo en Cali, y Álvaro Mejía, uno de los mejores fondistas de la historia, y que empezó a mostrarse ante el mundo, que lo tuvo como favorito para ganar en los 10.000 metros de México 1968, donde finalmente terminó décimo.
En Munich 1972 volvió a estar Mejía presente, esta vez en el maratón, y en compañía de otros atletas de la generación dorada del atletismo de fondo, como Domingo Tibaduiza, Víctor Mora y Hernán Barreneche, quien también había
estado en México 1968.
De Munich 1972 también es importante destacar que fue allí donde compitieron las primeras mujeres colombianas en la historia del atletismo, con Elsy Rivas y Juana Mosquera. Sin embargo, la primera mujer en la historia olímpica colombiana fue Olga Lucía de Angulo, de natación, en México 1968.
En Montreal 1976 nació la primera generación de marchistas olímpicos, con Ernesto Alfaro y Rafael Vega, y después llegó Enrique Peña, en Moscú 1980. Desde entonces los marchistas solo han estado ausentes en los Juegos de Atlanta 1996.
Y en Los Ángeles 1984, el atletismo colombiano se acercó a los diplomas olím-
picos, con el noveno lugar de Querubín Moreno, en los 20 km marcha, en la misma prueba en la que su hermano Héctor terminó en el puesto 12.
Coincidencialmente, los hermanos Moreno fueron los únicos hombres representantes en los Juegos de Seul 1988, donde al atletismo llevó, además de ellos, a seis mujeres, entre las que se destacaba Ximena Restrespo, y Norfalia Carabalí, quien llego hasta la semifinal de los 400 metros.
Y después llegó Barcelona 1992, recordada por la medalla de bronce lograda por Ximena Restrepo en los 400 metros, cuando registró el tiempo de 49.64, que aún se mantiene como el récord nacional y suramericano vigentes. Ese mismo año, Héctor Moreno terminó noveno en los 20 km marcha, para repetir la mejor actuación histórica de los marchistas, como lo hizo Querubín en Los Ángeles 1984.
Por su parte, en Atlanta 96, a Colombia no le fue bien, pero la mejor actuación de la delegación llegó por intermedio de Carlos Mario Grisales, quien terminó en el puesto 11 del maratón, la mejor de la historia en esta distancia para un atleta colombiano. En Atlanta también llegó la primera participación de una mujer colombiana en el maratón, con Iglandini González.
Entre tanto, en Sidney 2000, Iglandini volvió a correr en maratón, y la mejor actuación de esas justas fue la semifinal de Felipa Palacios, en los 200 metros planos. Cuatro años más tarde, en Atenas 2004, llegó la primera participación de una mujer colombiana en la marcha, con Sandra Zapata, y también la primera de Luis Fernando López, quien completó cuatro participaciones en Juegos Olímpicos (Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012 y Rio 2016).
Y en Beijing 2008, el propio Luis Fernando repitió ese noveno lugar en la marcha,
pero los más destacados fueron Rosibel García, en los 800 metros, con el récord nacional vigente (1:59.38) y Paulo Villar, en los 110 metros vallas, ambos semifinalistas. Después vinieron los recordados Juegos de Londres 2012, cuando se obtuvo la primera medalla olímpica de Caterine Ibargüen (plata en el salto triple) y el atletismo colombiano aportó 31 atletas en aquella delegación histórica de 104 deportistas. Y en Rio 2016 no podía ser mejor, con el oro de Caterine Ibargüen en el salto triple, el quinto lugar de John Freddy Murillo en la misma modalidad y los dos novenos lugares de Flor Denis Ruiz, en lanzamiento de jabalina, y Esteban Soto, en los 20 km marcha, muy cerca del diploma olímpico.
Pero definitivamente la mejor participación de la historia fue la de Tokio 2020, con las dos medallas de plata logradas por Anthony Zambrano, en los 400 metros, Lorena Arenas, en los 20 km marcha, además del diploma olímpico obtenido por Mauricio Ortega, en lanzamiento de disco y a eso se le suma el puesto 15 de Jeisson Suárez en el maratón, algo nunca antes pensado en estos tiempos.
La medalla de plata lograda por Lorena Arenas tuvo esos ingredientes que no le pueden faltar al deporte colombiano…
Sandra Lorena Arenas entró a la historia del atletismo colombiano al obtener la medalla de plata en los 20 km marcha de los Juegos Olímpicos Tokio 2020, prueba que se disputó en Sapporo.
La marchista colombiana siempre estuvo en la punta de la competencia para disputar las medallas. Después del kilómetro 10, el grupo no tenía a más de siete competidoras: la italiana Antone lla Palmissano, la brasileña Erika Rocha de Senna, las chinas Jiayu Yang y Hong Liu, la española María Pérez y la mexicana Alegna González, ade más de la colombiana.
Antonella, que siem pre estuvo poniéndole el pecho a la brisa hizo un cambio de ritmo, a falta de 3 kilómetros, que terminó por romper el lote. La china Jiayu Yang se fue detrás de la italiana y Lo rena reaccionó para lle garles, pero la china ya tenía dos amonestacio nes y estaba en peligro para recibir el castigo de dos minutos en pit lane (ahí entran cuando
completan tres faltas).
La italiana sacó una pequeña ventaja a sus dos compañeras de travesía y se fue en busca de la medalla de oro, mientras que Lorena recibía una nueva amonestación, con la que también llegó a dos faltas. Yang, entre tanto, recibió la tercera falta y tuvo que entrar a pit lane, y de paso le abrió el camino a la colombiana para asegurar
Atrás, a unos 10 segundos de Lorena, venía la brasileña Erika Rocha de Senna, a quien le quedó servida la medalla de bronce tras la salida a la zona de castigo de la china. Sin embargo, quiso seguir arriesgando, a pesar de que también acumulaba dos faltas. A falta de un kilómetro para la meta, Antonella ya aseguraba la medalla de oro. Lorena seguía adelante de la brasileña, pero la diferencia era cada vez más corta. En ese momento, el tablero mostraba la tercera falta para la brasileña,
pero ella aún no era notificada. Las dos tomaron el retorno para los últimos 500 metros y cuando pasaron por el pit lane, el juez sacó la tarjeta que indicaba “2 minutos”. La incertidumbre se apoderó de las marchistas y la respiración de todo un país se detuvo. Hasta que no se la mostró a Rocha de Senna, Colombia volvió a tomar aire.
Ahí, la medalla de plata era una realidad y tras la sanción para Rocha de Senna, se le abrió el camino del podio a la otra atleta china que estuvo en el grupo de las punteras: Hong Liu. En ese orden llegaron a la meta. Antonella ganó con 1:29:12, seguida de Lorena Arenas, con 1:29:37 y la china Hong Liu, con 1:29:57.
Con esta nueva medalla de plata, Colombia completó cinco en Tokio y el atletismo también sumó cinco preseas en la historia de los Juegos Olímpicos.
Una medalla que con mucho sacrificio, por todo lo que tuvo que pasar Lorena después de coronarse campeona panamericana y haber sido quinta en el Mundial de Doha, cuando las lesiones la tuvieron alejada de los entrenamientos y con la incertidumbre tras su regreso.
Pero la verraquera que la caracteriza hizo que se recuperara para llegar a hacer historia en Tokio, con una cuota de sufrimiento extra al final.
Tres medallas de las cinco que suma el atletismo colombiano en la historia olímpica se han logrado un 5 de agosto. Equipo Comunicaciones COC
El jueves 5 de agosto del 2021 quedará marcado en la memoria del atletismo colombiano por las piernas, el esfuerzo, la dedicación y la furia deportiva para afrontar una final olímpica, como lo hizo el guajiro Anthony Zambrano, quien le dio a nuestro país la primera medalla de plata en las pistas de atletismo de unos Juegos Olímpicos, en la rama masculina, 29 años después del logro conseguido por Ximena Restrepo en Barcelona 1992.
Seguro y firme en su mirada, ingresó a la pista olímpica de atletismo en Tokio el ‘fenómeno del remate’, un beso a la bandera tricolor de Colombia y los brazos arriba en señal de las mejores energías para lograr subirse al podio olímpico, reservado solo para los mejores atletas del mundo.
Luego instalarse en el carril cinco, tocaba su nombre y señalaba la pista, indicando que Zambrano y todo un país estaban presentes en una final olímpica. “Vengo a romper todos los mitos de mi país, primera vez en la historia que un corredor es subcampeón mundial, ahora subcampeón olímpico, primer atleta que corre 43 segundos. Después de Ximena Restrepo en Barcelona 1992 llegó Anthony Zambrano que está batiendo todos los mitos y todos los récords y lo que se viene de aquí en adelante”, fueron las primeras palabras del barranquillero por adopción, criado en el barrio La Soledad, quien desde muy corta edad aprendió a ganarse la vida como mototaxista, bicitaxista, ayudante de construcción, cobradiario o recolector de chatarra, y hoy se ratifica entre los mejores velocistas del orbe.
A sus 23 años, marcado con el dorsal 2235, Zambrano llegaba a la final de los 400 metros luego de batir su propio récord nacional y suramericano con un tiempo de 43 segundos con 93 centésimas en la semifinal. Sus referentes en la final eran nada más y nada menos que el granadino Kirani James, campeón olímpico de Londres 2012 y presea de plata en Rio de Janeiro 2016, por el carril cuatro, y el bahameño Steven Gardiner, actual campeón mundial en Doha 2019, por el carril siete.
La prueba inició a las 7:00 de la mañana hora colombiana, y 44 segundos con 08 centésimas después, el grito olímpico retumbo en toda la nación con el más profundo y sonoro frenesí, al obtener la cuarta medalla para el país en los Juegos Olímpicos de Tokio, la número 33 en la historia del deporte nacional y la segunda de todos los tiempos en una pista atlética olímpica.
Cuando el pistoletazo inicial se escuchó en la pista de Tokio, los ocho mejores cuatrocentistas del mundo salieron a darlo todo. Zambrano se ubicaba sexto en la curva de los primeros 200 metros, pero su acostumbrado cambio de ritmo apareció faltando 150 metros para quedar cuarto en el hectómetro final y ratificar que en el mundo es el ‘fenómeno del remate’.
En los últimos 80 metros, las zapatillas doradas de Anthony volaron zancada tras zancada para superar a Kirani James, de Granada, y a Michael Cherry, de Estados Unidos, tercero y cuarto, respectivamente.
Con la bandera de Colombia expuesta, de rodillas ante la pista sintética de Tokio, con sus ojos cerrados agradeciendo al todo poderoso y el mensaje de cumpleaños para su mamá en el respaldo del número de competencia, Zambrano cerró su participación en la prueba de 400
metros planos en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Y de esta manera siguió escribiendo la historia, en una fecha que se ha vuelvo legendaria para los atletas colombianos. También un 5 de agosto ganó Ximena Restrepo la medalla de bronce en Barcelona 1992, y el 5 de agosto de 2012 Caretine subió por primera vez al podio olímpico, cuando obtuvo la medalla de plata en salto triple.
Tras los resultados de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Rio 2016, en los que Colombia ha sumado la mayor cantidad de medallas. Muchos esperaban que se igualaran esas cifras, o superarlas, en Tokio. Sin embargo, varios factores jugaron para que la delegación se quedara con la no despreciable cifra de cinco medallas,
dos de ellas en el atletismo, con Lorena Arenas y Anthony Zambrano.
Pero más allá de los resultados generales, que también vienen de la mano con un cambio generacional, el atletismo sumó la mejor actuación de la historia, así muchos consideren que el oro de Caterine Ibargüen en Londres no se supera.
En conjunto, los 25 atletas que estuvieron en Tokio 2020, sumaron, además de las dos medallas, un diploma olímpico, con Mauricio Ortega; un puesto 14 de Evelis Aguilar, en heptatlón, dos top-20 en los 20 km marcha de los hombres, y todos los representantes de los 50 km marcha se ubicaron igualmente en el top-20, algo que en cualquier copa del
mundo, seguramente les hubiese significado una medalla por equipos.
A todo eso se le debe sumar un resultado, que quizás se valora más en el mundo que en el propio país, por la dificultad de la disciplina y lo masivo de la prueba de maratón en la máxima cita del deporte. Y es que el puesto 15 de Jeisson Suárez, lo ubicaron como el mejor latinoamericano y lo pusieron en el radar de los empresarios y organizadores de las más grandes carreras de calle del mundo.
Su actuación, además, seleccionó el grupo desde muy temprano, al atreverse a ponerle el pecho a la brisa durante los primeros 25 kilómetros, al lado del mejor de la historia, el keniano Eliud Kipchoge, a
la postre el ganador de la medalla de oro.
Muchos lo vieron como una osadía, pero Jeisson estaba convencido de que se había preparado para ir a ese ritmo y para arriesgar, en busca de una hazaña, como efectivamente sucedió. Por todo eso, esta actuación la consideramos la mejor de la historia, porque, además, nunca se habían logrado dos medallas, y en pruebas tan competitivas.
Y para tener esta actuación histórica en el archivo del atletismo colombiano hicimos el resumen de la participación de cada uno de los atletas en Tokio 2020.
Después de la medalla de bronce de Ximena Restrepo en Barcelona 1992, las dos preseas de Caterine Ibargüen, plata en Londres 2012 y oro en Rio 2016, y las logradas recientemente en Tokio por Anthony Zambrano y Lorena Arenas, los mejores colombianos del atletismo en unos Juegos Olímpicos son John Freddy Murillo y Mauricio Ortega.
Murillo, con su quinto lugar en el salto triple de Río 2016 escribió una historia poco conocida. Ser el quinto en Río, en la modalidad de triple salto, lo convirtió en el primer colombiano en obtener un diploma olímpico.
Ese resultado, con una marca de 17 metros y 09 centímetros, actual récord nacional, hace parte de la historia deportiva nacional y de John Murillo, quien ha tenido una vida cercana a su amiga y referente, Caterine Ibargüen. Ambos nacieron en Apartadó, en 1984, tuvieron que ir a Medellín para crecer como deportistas, como también lo hizo Mauricio Ortega, otro hijo de esa zona del Urabá Antioqueño, quien se unió al grupo de los privilegiados finalistas de unos Juegos Olímpicos, que reciben como reconocimiento el diploma olímpico, anteriormente poco valorado en Colombia, pero que solo son dos para el atletismo.
Ortega, quien terminó séptimo en la prueba de lanzamiento de disco, con una marca de 64,08 metros entró a engrosar esa estadística para Colombia, que obtuvo 11 diplomas en Tokio y acumula un total de 62 en la historia, cuenta en la que no se suman a los medallistas.
De ahí la importancia de este resultado de Mauricio, que junto a John Freddy, son los mejores colombianos en la historia del atletismo en los Jue-
gos Olímpicos, después de los medallistas, que ya son cuatro, y cinco preseas (dos de Caterine Ibargüen).
Filiberto Rojas Comunicaciones COCEl atletismo ganó medallas en los Juegos Paralímpicos desde el primero hasta el último día de competencias en Tokio 2020.
La encargada de cerrar esta gran actuación fue Faisury Jiménez, ganadora de la medalla de bronce en los 400 metros T38 (parálisis cerebral con menor afectación).
La atleta vallecaucana terminó tercera con un tiempo de 1:00.17, con el que impuso récord de América, en la prueba ganada por la alemana Lindy Ave, con 1:00.00, seguida de la rusa Margarita Goncharova, segunda con 1:00.14. Vale la pena recalcar que las tres atletas del podio superaron la anterior marca mundial, que estaba en poder de la húngara Luka Ekler (1:00.27), quien al final se ubicó quinta.
Y la que abrió la senda victoriosa en Tokio 2020 fue Mayerli Buitrago, en la impulsión de bala F-41 (atletas de baja estatura), quien con su marca de 9,94 obtuvo la medalla de plata. La ganadora fue la tunecina Tlili Raoua, con 10.55, registro que igualmente se convirtió en récord mundial.
En total fueron 11 medallas las que aportaron los para atletas en Tokio, para completar la mejor actuación histórica de los colombianos, con un total de 24 preseas.
De esta manera, Colombia cerró su
El sistema paralímpico cerró con un balance de 24 medallas, de las cuales, 11 fueron del atletismo.Faisury Jiménez Jose Gregorio Lemus
participación en los Juegos Paralímpicos, con un balance general de 3 oros, 7 platas y 14 bronces, además de 40 diplomas paralímpicos. Y de las 11 aportadas por el atletismo, una fue de oro, 3 más de plata y 7 de bronce, además de 11 diplomas paralímpicos.
El más destacado de los atletas fue José Gregorio Lemus, quien también participa en el sistema convencional, como quiera que es el mejor dacatlonista de la historia en Colombia, poseedor del récord nacional (7.913 puntos), pero que desde el 2019 compite en el sistema paralímpico.
Lemus se impuso en el lanzamiento de jabalina F-38 (atletas con discapacidad con parálisis cerebral pero que sí pueden caminar), además con récord mundial, al lograr una marca de 60,31 metros, en el primer intento.
Tras ese registro, Lemus pasó en los siguientes cuatro lanzamientos e hizo solo el sexto, para despedirse con 57,00 metros, ya con la medalla de oro asegurada, tras superar al ucraniano Bilyi Vladyslav, segundo con 55,34.
En esa misma prueba, su compatriota Luis Fernando Lucumí, se quedó con la
medalla de bronce, al obtener su mejor registro igualmente en el primer intento, con 54,63 metros. En el segundo hizo 53,59. Falló en el tercero, cuarto y quinto, y cerró con 54,61 m.
Y un dato no menor en cuanto a la participación de los atletas en Tokio, es que de los 19 para atletas que participaron en Tokio 2020, nueve fueron medallistas.
José Gregorio Lemus lanzamiento de jabalina F38
Mauricio Valencia lanzamiento de jabalina F34
Faisury Jiménez 100 metros T38
Mayerli Buitrago impulsión de bala F41
José Gregorio Lemus salto largo T38
Yesenia Restrepo lanzamiento de disco F11
Diego Meneses lanzamiento de jabalina F34
Faisury Jiménez 400 metros T38
Jean Carlos Mina 100 metros T13
Angie Pabón (guía Luis Arizala) 400 metros T11
Luis Fernando Lucumí lanzamiento de jabalina F38
Varios atletas quedaron por fuera del Mundial por culpa del Covid y otros viajaron a última hora, para dejar un buen balance en Nairobi.
El Campeonato Mundial Sub-20, que se llevó a cabo en Nairobi (Kenia), cerró la temporada de competencias para los jóvenes de esta categoría, con un balance prometedor para Colombia, no solo por los resultados, sino por el proceso que se lleva a cabo rumbo al Mundial de Cali 2022.
A pesar de las dificultades por culpa del Covid, que dejó a varios atletas por fuera del certamen, aunque habían logrado la clasificación, el balance fue bastante positivo.
Sin duda, lo más destacado fue la medalla de plata lograda por John Andrés Berrío, en el salto largo, con un registro de 7,97 metros, con el que superó la marca nacional sub-20 e igualó la sub-23 y mayores que también tiene Arnovis Dalmero.
Esa medalla del atleta antioqueño significó la sexta de un colombiano en un mundial Sub-20. Antes lo habían logrado Norma González, bronce en 400 metros; Eider Arévalo, oro en 10.000 metros marcha; Lorena Arenas, bronce en 10.000 metros marcha; Evelyn Rivera, plata en 200 metros, y María Fernanda Murillo, bronce en salto largo.
Pero además de esa medalla de plata, el equipo colombiano también obtuvo el quinto lugar en el lanzamiento de jabalina,
por intermedio de la barranquillera Valentina Barrios, y el sexto puesto de John Edward Paredes, en los 110 metros vallas.
Y en la jornada de cierre, el relevo 4x100 también se inscribió en la final, en la que terminó igualmente quinto, con un registro de 40 segundos y 00 centésimas, que además se convirtió en récord nacional.
En ese equipo de relevos estaban Neider Abello, John Edward Paredes, John Andrés Berríos y Yesid Flórez, quien viajó a última hora, quienes habían impuesto récord nacional en la fase de clasificación, con 40.04.
Vale la pena destacar el nivel de esta final, en la que se impuso Suráfrica, con 38.51, tiempo que significó además récord mundial para la categoría. Segundo terminó Jamaica, con 38.61; tercero, Polonia, con 38.90 (récord de Europa), y cuarto Italia, con 39.28, también con récord nacional.
Por último, Natalia Linares, en salto largo, y Estrella Lobo, en salto triple; pasaron a las finales de sus pruebas (clasifican 12), mientras que Neider Abello llegó hasta la semifinal de los 400 metros vallas y finalmente se ubicó en el puesto 15. Entre tanto, Mateo Romero terminó 11 en los 10.000 metros marcha.
les permite tener la ilusión de participar en carreras de ruta y lograr buenos resultados, ha hecho que se conformen grupos de corredores, aunque no necesariamente oficiales y no siempre con el personal idóneo para seguir los procesos deportivos de los atletas.
la mano es Endurance Runners, que nació en 2005, como un equipo de corredores asesorados por expertos, y en el 2015 se conformó oficialmente como afiliado a la Liga de Atletismo de Bogotá.
Los clubes son la base del sistema deportivo nacional. La unión de ellos conforman las ligas, y estas, a su vez, las federaciones.
Pero además de los clubes oficiales, afiliados a las diferentes ligas del país, el auge del atletismo entre los aficionados,
Algunas ligas tienen sus propias escuelas de formación y programas para los atletas aficionados, y en otras ocasiones son los mismos clubes los que guían los procesos, tanto de los atletas en formación, como de los que ven en el atletismo una forma de vida para tener mejores hábitos de vida.
Y un club que lleva los dos procesos de
Y ante esa perspectiva, empezaron los procesos de formación con jóvenes sin experiencia, jóvenes con posibilidades de hacer un proceso deportivo, alto rendimiento, seguimiento a los atletas amateurs y asesoría empresarial.
Esas son las cinco líneas de trabajo del Club Endurance Runners, que se especializa en las distancias de semifondo hasta maratón. Y en su grupo de rendimiento se destacan varios de los atletas más re-
Un club que además de tener buenos resultados en el alto rendimiento, asesora a aficionados y a empresas.
conocidos del país, como Mauricio e Iván González, Leidy Romero, Santiago Zerda, Sebatián Peralta y Danna Díaz, todos con experiencias en los más grandes certámenes internacionales.
Además de ellos, otros atletas entrenan en ese grupo, como el caso de Camilo Aguillón, Ana María Cifuentes, Ximena
Restrepo y Carlos Sanmartín, recordista nacional de los 3.000 metros obstáculos y que viene de representar a Colombia en los Juegos Olímpicos.
En Endurance Runners también están, entre otros, Luis Viáfara, medallista nacional de semifondo; Alex García, quien viene de coronarse campeón suramericano sub-18 de los 3.000 metros planos; Camilo Lancheros, quien viene de ser guía en los Juegos Paralímpicos, y Jarly Camila Marín, otra de las nuevas cartas colombianas del semifondo.
Pero además del alto rendimiento y la formación de los nuevos talentos, en el club también se entrenan muchos runners, que buscan mejorar sus registros personales en las distancias de fondo o correr en las grandes maratones.
Esa alternativa y el hecho de ser un club oficial de la liga, les da la posibilidad a sus integrantes, de entrenar en la pista de atletismo, factor que marca la diferencia a la hora de buscar mejores marcas.
Además, su proceso de formación va más allá de entrenar y correr en calle, con trabajos específicos dependiendo de las debilidades y fortalezas de cada uno.
En total, el club tiene a 65 atletas en las diferentes etapas y 15 de ellos son de rendimiento, quienes siempre están en primera plana a la hora de los resultados.