Para disfrutar de la buena gastronomía manchega es necesario servirse, también, del ritual de la comida, sabiendo que comer no sólo es saciar el apetito. Tal proceso no empieza cuando el alimento está servido y en la mesa, sino antes. El comienzo está ya en el momento en el que se fijó la fecha para tal comida. Siguió con la elección del menú; para esta ocasión: un buen cocido, algo típico. Está en la compra de los mejores ingredientes y por supuesto después del trabajo entre hornillos, disfrutar de cada instante y de la compañía. Mejor dejar tiempo de sobremesa, de complicidad y comunión entre todos los comensales. Este es el verdadero ritual de la comida: dar tiempo a cada uno de los pasos que son necesarios, dar tiempo a la cocción y elaboración de los platos, así como dedicar un tiempo para la reunión y la conversación. Después de todo y si es verano, yo me inclino por la siesta. Hace demasiado calor aún para hacer nada. Más tarde, cuando pase un poco este bochorno, tal vez subamos al Socorro a jugar a los bolos… 62