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Reportaje
2009 diciembre
Entre los sistemas o métodos que emplean los diferentes profesionales a la hora de buscar un empleo o, por qué no, cambiar a otro mejor, las redes sociales profesionales (Webs 2.0) se han sumado a las páginas de clasificados de ofertas de empleo de los diarios y a las webs destinadas exclusivamente a la búsqueda de empleo, entre otras herramientas. Hasta hace tan solo unos días, el envío de currículos junto con sus cartas de recomendación eran los cauces más habituales para encontrar un empleo. Ramón Salaverría, director del Departamento de Proyectos Periodísticos y del Laboratorio de Comunicación Multimedia de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, es de la opinión de que estas nuevas fórmulas de búsqueda de empleo pueden contribuir a modernizar el mercado laboral, ya que ofrecen “posibilidades globalizadas en un entorno internacional. De hecho, el usuario puede tener contactos visibles con colegas de otras partes del mundo y, hoy por hoy, cualquier departamento de recursos humanos recurre a la red porque es sencillo, directo y rápido, y en ocasiones ofrece una información más detallada de los potenciales empleados”. Para Salaverría, la red muestra a las empresas dos tipos de información. En primer lugar, estas podrían encontrar servicios que están claramente orientados a la promoción, la búsqueda de empleo y, sobre todo, la puesta en contacto entre empleadores y solicitantes de empleo. Y, en segundo lugar, los empresarios pueden toparse con una cantidad de rastros e informaciones de carácter personal que los usuarios van dejando a su paso por internet y que, en el fondo, contribuyen a formar una idea sobre la idoneidad de un potencial candidato. Salaverría explicó también que “los currículos que aparecen en las redes sociales profesionales son mucho más fidedignos para las empresas que el habitual”, ya que el empleador puede ver y recibir tanto la información que el candidato quiere enviar como todos los rastros de índole personal como profesional que este ha dejado en las redes sociales, que pueden ser contraprodu-
Las redes sociales profesionales revolucionan el mercado laboral Las Webs 2.0 están favoreciendo el surgimiento de nuevas fórmulas para buscar empleo. De hecho, en un futuro pueden convertirse en complementarias de los sistemas tradicionales y de las webs especializadas en este aspecto centes para el que busca empleo y, además, pueden ir en contra de la imagen que se pretende ofrecer en un currículo más formalizado. Por ello, “ahí está la responsabilidad que asume cada uno a la hora de estar presente en la red. Si uno se descuida y comienza a utilizar este tipo de herramientas de forma lúdica o familiar, puede ser incluso hasta perjudicial”, aclaró el profesor de la Universidad de Navarra. Las redes sociales de referen-
cia en el ámbito internacional en cuestiones profesionales son Linkedin y Xing. La primera de ellas, según datos del diario El País, cuenta con 47 millones de afiliados en 200 países del mundo y la segunda alcanzó los ocho millones en septiembre, un millón más que en junio, y se presenta en dieciséis idiomas. Las dos crean redes de profesionales que permiten que se arropen unos con otros. Asimismo, se utiliza tan-
Claves para ser seleccionado en una red social “Las reglas clásicas que rigen un buen currículo también servirían”, explicó Ramón Salaverría. En su opinión, “el usuario debería hacer incidencia en los resultados obtenidos y en el bagaje acumulado y, para aquellos que aún no cuentan con experiencia profesional deberían hacer pública su versatilidad y demostrar que conocen los recursos”. Según Salaverría, todo ello se podría poner en evidencia elaborando un videocurrículo, anexando documentos en diferentes formatos que puedan ser descargados, presentando trabajos o ejercicios realizados y exponerlos como una especie de galería de experiencias. “Todo ello, se podría convertir perfectamente en una carta de presentación”, matizó Ramón Salaverría.
to como currículo en la red como carta de presentación, ya que, “en la medida en que uno tiene una serie de colegas que forman parte de su red, se sobreentiende que está involucrado en una determinada área de trabajo”, especificó el profesor de la Universidad de Navarra. Otro fenómeno destacable es que las redes sociales profesionales están comiendo terreno a las páginas dedicadas exclusivamente a la publicación de ofertas y demandas de empleo. Tal y como concretó Salaverría, “en páginas como Infojobs o Infoempleo, existe un mecanismo para que el empleador presente su oferta de trabajo, mientras que, en las redes sociales, busca el perfil sobre lo existente. Con lo cual, puede ser hasta más ventajoso porque no hace pública su oferta sino que a partir de la misma busca al candidato idóneo”. Gracias a las redes sociales, los trabajadores y desempleados cuentan con una platafor-
ma para estar a la vista, mientras que las páginas dedicadas exclusivamente al empleo constituyen una herramienta para mostrar ofertas y demandas. En opinión de Salaverría, “en un futuro se producirán aproximaciones entre las redes sociales y las webs de empleo, dado que son complementarias, pero, hoy por hoy, están todavía razonablemente distinguidas”. Otro aspecto fundamental es que los empresarios o entidades que buscan trabajadores deberían tener en cuenta la red de contactos de los profesionales (Networking) que buscan. “Aunque, en ocasiones, los usuarios incorporan a la misma colegas que conocen de oídas, o ni siquiera eso. Si bien es cierto que este tipo de redes permiten visualizar si una persona está situada en un territorio donde hay otro tipo de profesionales”, especificó Salaverría. Del mismo modo, el currículo profesional que arrojan las redes sociales tiene cierto grado de fiabilidad. De todos modos, “pienso que, para puestos de cierta responsabilidad, la empresa no debería conformarse solamente con esta información, ya que sigue siendo insuficiente”, continuó Salaverría. Para el profesor de la Universidad de Navarra, los departamentos de recursos humanos de las entidades y empresas “deberían emplear la red como uno de sus fundamentos esenciales a fin de hacerse una idea de los valores que tiene cada uno de los candidatos”.