Revista Conocimiento 55

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Psicopatías

EFECTOS COGNITIVOS Entre los efectos cognitivos se pueden mencionar: una excesiva preocupación por eventos intrascendentes, una mala interpretación de los mensajes, en que siempre queda la duda; expectativas negativas, como “¿para qué lo hago, si como quiera va a salir mal?”, y el pensamiento rumiante de: “Seguro lo dijo por mí, se refería a mí, está algo diferente conmigo, ¿será porque no lo hice bien?”, etcétera. De los efectos fisiológicos más comunes, se puede hacer hincapié en taquicardia, diarrea, náuseas, vómito, poliuria (orinar frecuentemente), hormigueo de manos, hambre constante, etcétera, ya que el hipotálamo juega un papel determinante en la regulación de la homeostasis. Cuando alguna función regulada por éste presenta alteraciones, es muy probable que no sea sólo una conducta específica la que llegue a presentar cambios, ya que de entrada se alteran los ciclos de la ingesta de alimentos, el ciclo dormir-vigilia y la conducta sexual. Generalmente, cuando uno de estos ciclos se ve alterado, existen repercusiones en los dos restantes, y por consiguiente, como seres biopsicosociales que somos, esta situación se refleja en cambios en nuestras actitudes y actividades diarias, desde las cogniciones básicas y personales, hasta las interacciones sociales más complejas. De hecho, la sintomatología de la ansiedad puede repercutir de manera importante en el aspecto familiar, así como en las relaciones sociales y laborales, pero sobre todo en el ámbito psicobiológico, de modo que genera reacciones somáticas que aparecen sin aviso previo. TRASTORNOS CAUSADOS POR LA ANSIEDAD Existen algunos trastornos originados por los cuadros de ansiedad, algunos de los cuales son: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno del ataque de pánico; algunas fobias, como la fobia

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social, la agorafobia, el trastorno obsesivo-compulsivo, y el trastorno de estrés postraumático, etcétera. Uno de los trastornos ansiógenos más comunes que se presentan es el que se conoce como ataque de pánico. Éstos suelen ser descritos como muy terribles, y pueden durar minutos o incluso horas, y se caracterizan por una preocupación excesiva por la pérdida de control en un futuro. Este tipo de ataques son súbitos, y se pueden presentar a cualquier edad. Los síntomas que más reportan los pacientes son: temor a morir, palpitaciones, opresión en el pecho, etcétera. Se calcula que este problema lo sufre un cinco por ciento de la población general, y casi el 14 por ciento de los pacientes cardíacos. Es más frecuente en las mujeres, y a menudo comienza al final de la adolescencia. Una de las complicaciones más habituales es el desarrollo de un miedo anticipado: la persona teme perder el control durante esos ataques. Y como no sabe en qué momento surgirán, evita quedarse sola o salir a lugares públicos. DESORDEN FÓBICO Cuando se presentan por lo menos tres ataques de pánico en un período de tres semanas, sin que haya esfuerzos físicos intensos o situaciones reales de amenaza para la vida, se estima que el problema debe ser tratado clínicamente, ya que estamos en presencia de un desorden fóbico. Si bien la sintomatología de la ansiedad interfiere importantemente en las esferas biológicas, psicológicas y sociales, existen también factores que predisponen a este tipo de alteraciones, como la personalidad de tipo “A”, que se caracteriza por “andar” siempre con prisas, en constante movimiento; no le gusta el ocio, ve las cosas por cantidad, no por calidad, y regularmente su reloj se encuentra unos minutos adelantado “para llegar temprano” etcétera.

Existen estrategias cognitivoconductuales que han mostrado excelentes resultados para reducir los efectos de la ansiedad, entre las cuales se puede mencionar el uso de las autoinstrucciones; por ejemplo, revisar secuencias de experiencias estresantes. Hasta donde sea posible, es necesario que la persona repase mentalmente una aproximación a la situación angustiante, con el fin de anticipar respuestas y hacerlas más cognitivas; es decir, que la información recibida en el momento no sea ejecutada como mecanismo, sino paso a paso, como un proceso. Que en vez de buscar problemas busque soluciones. PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS NEGATIVOS Otra es la identificación de los PANS (pensamientos automáticos negativos), que llegan como reflejo, sin un razonamiento previo, y la persona los toma como buenos, y a partir de ahí genera emociones y por consiguiente conductas inadecuadas. Otra técnica que ha demostrado excelentes resultados es la hipnoterapia ericksoniana. La hipnosis se puede usar para relajar y fortalecer la autoestima, y hacer una reestructuración cognoscitiva. Para terminar estas líneas, citaré un viejo proverbio chino: Si tienes un problema y éste tiene solución… ¿para que te preocupas? La va a tener... Y si éste no tiene solución, ¿para que te preocupas? No la va a tener.

Marco Tulio Garza González Es licenciado en Psicología, egresado de la Facultad de Psicología de la UANL; tiene una Maestría en Docencia, por la Universidad Autónoma de Tamaulipas, y realizó una especialidad en Hipnosis Ericksoniana, en el Instituto Milton Erickson, de Monterrey.


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