Terapia Familiar Estructural

TERAPIA FAMILIAR ESTRUCTURAL

Elaborado por María del Rocío Luna Portilla

OBJETIVO

GENERAL

Al término del curso, los participantes conocerán y aplicarán los principios básicos estructurales de la terapia familiar.

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1. ASPECTOS

EPISTEMOLÓGICOS MODELO SISTÉMICO.

DEL

La familia es un grupo natural, un sistema, que en el curso del tiempo ha elaborado pautas de interacción (Minuchin, 1992). Éstas constituyen la estructura familiar, que a su vez rige el funcionamiento de los miembros de la familia, define su gama de conductas y facilita su interacción recíproca.

La familia necesita de una estructura viable para desempeñar sus tareas esenciales, a saber, apoyar la individuación al tiempo que proporciona un sentimiento de pertenencia.

Los miembros de cada familia conocen, con diferentes niveles de conciencia y de detalle, la geografía de su territorio. Cada uno tiene noticia de lo que está permitido, de las fuerzas que se oponen a las conductas atípicas, así como de la índole y eficacia del sistema de control. Sin embargo, el individuo rara vez vivencia la red familiar como una gestalt.

La terapia familiar desde la perspectiva sistémica ofrece un nuevo enfoque del problema a tratarse; en lugar de centrarse en el individuo, el terapeuta sistémico se centra en la persona en el marco de su familia, intenta modificar la organización de la familia.

2º.

Cuando se transforma la estructura del grupo familiar, se modifican consecuentemente las posiciones de los miembros en ese grupo. Como resultado de ello, se modifican las experiencias de cada individuo.

Las modificaciones en una estructura familiar contribuyen a la producción de cambios en la conducta y los procesos psíquicos internos de los miembros de ese sistema.

3º. Cuando un terapeuta trabaja con una persona o con una familia, su conducta se incluye en ese contexto

El ser humano es influido por el contexto social, sobre el cual también influye; basar las técnicas de salud mental en este concepto, constituye un nuevo enfoque.

La terapia estructural de familia es una terapia de acción.

La herramienta de esta terapia consiste en modificar el presente. El objetivo de las intervenciones en el presente es el sistema familiar

La terapia familiar se basa en tres axiomas:

1º. La vida psíquica de un individuo no es exclusivamente un proceso interno. El individuo influye sobre su contexto y es influido por éste en secuencias repetidas de interacción.

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2. MAPA ESTRUCTURAL Diagrama de la organización familiar.

Es un potente artificio de simplificación, que permite al terapeuta organizar la diversidad del material que recoge.

El mapa permite formular hipótesis sobre las áreas en que la familia funciona bien y aquellas otras en que acaso sea disfuncional.

También posibilita la formulación de metas (Minuchin, 1992)

Ventajas diagnósticas 1. Ayuda a describir la organización de la familia total 2. y hace posible describir también la subunidad más envuelta en el problema.

Ejemplo de mapa organizacional familiar

AM

AM

P

M

Años matrimonio

Años de divorcio

M

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3. DIAGNÓSTICO ESTRUCTURAL Un diagnóstico estructural (Umbarger, 1987) es una serie de enunciados sobre:

las propiedades de frontera de la familia total y de sus subsistemas la distribución jerárquica del poder ejecutivo, las alianzas y coaliciones dentro de la familia, las conductas interaccionales clave en que consisten estas estructuras, así abstraídas y que les infunden sentido vivencial.

Las categorías estructurales del funcionamiento familiar se evalúan de la siguiente manera (Velasco, 1998; Velasco y Sinibaldi, 2001):

Sobre todo, un diagnóstico estructural es una hipótesis acerca de la interacción sistémica entre el contexto familiar total y las conductas sintomáticas de sus miembros individuales.

FRONTERA: Son las reglas que definen quién participa y en que grado en la interacción entre los miembros de la familia nuclear y su contexto: familias de origen, actividades recreativas, trabajo, instituciones sociales, educativas, etc.

Hay tres tipos de fronteras también llamados límites:

Externas, entre subsistemas e individuales.

Estas conductas gobernadas por reglas originan tres tipos de frontera: Frontera clara:

Frontera cerrada:

Frontera difusa:

Fronteras Externas

Fronteras o Límites externos cerrados: Los intereses familiares se limitan casi exclusivamente al núcleo familiar. En este caso, las familias sufren un empobrecimiento que restringe el desarrollo de las potencialidades de sus miembros y limitan la autonomía e independencia de estos.

Fronteras o Límites externos claros: Se refieren al intercambio enriquecedor entre la familia y su contexto sin descuidar las necesidades de estabilidad, de pertenencia y apoyo mutuo entre sus miembros. En general estas fronteras van de menor a mayor permeabilidad a medida que sus miembros se desarrollan y crecen.

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Fronteras o Límites externos difusos: En este caso, los miembros de la familia, están más integrados a otros contextos laborales, sociales, educativos, etc. que al núcleo familiar, por lo que corren el riesgo constante a desintegrarse.

Fronteras o Límites entre subsistemas.

Límites entre diferentes generaciones o niveles de jerarquía. En las familias generalmente se consideran tres subsistemas: subsistema marital y/o parental, formado por la pareja, o las autoridades a cargo de los menores. Este subsistema tiene las funciones de dictar las normas que regirán el funcionamiento familiar, aunque estas puedan ser inconscientes. El subsistema filial dentro del cual, los hermanos o menores, desarrollan sus capacidades de negociación, cooperación y competencia y, el subsistema de abuelos.

Fronteras o Límites entre subsistemas cerrados: Implican el no involucramiento instrumental y/o afectivo entre los subsistemas.

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Fronteras o Límites entre subsistemas claros: Implican un involucramiento afectivo e instrumental entre los subsistemas, sin que esto implique que un subsistema intervenga en los conflictos o acuerdos que se generen entre los miembros de otro subsistema.

Por ejemplo, la no intervención de los abuelos en los conflictos entre los esposos, así como la no intervención de los padres en los conflictos o acuerdos tomados por los hermanos o hijos.

Fronteras o Límites entre subsistemas difusos: Intervención de un subsistema en los conflictos o acuerdos tomados en otro subsistema.

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Fronteras o Límites Individuales Se refieren al espacio físico y/o emocional que guardan los miembros de una familia entre sí (autonomía vs. dependencia). Tiene que ver con el grado de involucramiento afectivo o cercanía emocional y/o física, así como el grado de interacción y comunicación que se da entre los miembros de una familia.

M

P

H

Fronteras o Límites individuales cerrados: Implica el no involucramiento afectivo, o bien la ausencia de comunicación verbal abierta y clara entre sus miembros, sobre todo en lo que se refiere a la comunicación de sentimientos y necesidades. Por esta razón, los integrantes de una familia que mantienen sus fronteras individuales cerradas, experimentan un profundo sentimiento de soledad y aislamiento, aún conviviendo estrechamente con los demás

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Fronteras o Límites individuales claros: Supone un involucramiento afectivo entre los miembros una comunicación verbal clara y directa entre estos, al mismo tiempo que, el respeto a los espacios físicos y emocionales de cada uno así como, el respeto a las características y decisiones individuales sobre los problemas personales.

Fronteras o Límites individuales difusos.

Supone un involucramiento excesivo, la sobreprotección y el no respeto a las características y decisiones personales del otro.

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JERARQUร A: Dimensiones: arriba y abajo.

Grado de autoridad o influencia que tiene un miembro sobre la conducta de los demรกs componentes del sistema.

El poder de influir en los demรกs y tomar decisiones que se piensa se deben de seguir y poder econรณmico.

M

HP

P

H

M P

HP

H

H P

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CERCANÍA VS. DISTANCIA. (Alianzas Y Filiaciones) Dimensiones: cerca y lejos.

Se refiere a la frecuencia con la que los miembros interactúan entre sí.

Dentro de este parámetro se encuentran las alianzas.

Una alianza designa una afinidad positiva entre dos o más miembros del sistema familiar, e implica una relación intensa.

Alianzas y afiliaciones: Alianza franca y amistosa, que se presupone normal:

Son potencialmente neutras, pero en los casos en que las alianzas se rigidizan o se establecen con el fin de atacar a otro miembro, se consideran altamente disfuncionales.

Afiliación enmarañada o sobreinvolucrada:

El sobreinvolucramiento resulta más disfuncional cuando los participantes pertenecen a dos niveles diferentes de jerarquía o generacionales, ya que se produce una perturbación en la jerarquía familiar.

Aplicando el principio de equilibrio de los sistemas, Wynne postuló que, la alianza entre dos o más personas automáticamente tiende a separarlas de los demás participantes del sistema. En otras palabras el sobreinvolucramiento de alguien con otro o con algo, deja en un lugar periférico a los demás.

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Afiliación débil, distanciada que no se discierne:

Afiliación conflictuada:

o

Desviación de conflictos: Dos miembros de la familia preservan su relación desviando su conflicto incipiente para hacerlo pasar por un tercero.

Coalición de dos miembros de la familia contra otro miembro:

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ROLES Totalidad de expectativas y normas que los miembros de la familia, como un todo, tienen con respecto a la posición que cada uno de los individuos, así como a la conducta que cada uno de sus integrantes podría llegar a desarrollar y manifestar.

REGLAS Parecen funcionar generalmente como leyes implícitas. Los miembros de la familia se comportan de manera reiterada y organizada de modo que está configuración de conductas puede abstraerse como "principio regidor de la vida familiar".

Estas prescriben y limitan las conductas de los individuos en una amplia gama de esferas de contenido.

FLEXIBILIDAD Estabilidad y cambio Se evalúa según las siguientes dimensiones: rigidez, flexibilidad y caos.

Si bien la necesaria reestructuración de la red de las relaciones familiares, exige flexibilidad y capacidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes, externas e internas, también debe de haber estabilidad, a fin de mantener un marco de referencia confiable dentro de la familia.

En una familia funcional la estabilidad y el cambio están equilibrados y tienen que ser constantemente negociados.

Este parámetro se refiere básicamente a la posibilidad que la familia tiene para optar por un cambio en sus estructuras de poder, roles y reglas de relación en respuesta al estrés circunstancial o de desarrollo.

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4. METAS EN LA FASE INICIAL Elaborar un diagnóstico estructural, que incluye observaciones sobre alianzas y divisiones entre miembros de la familia; las coaliciones que hubiere; problemas de jerarquía: problemas y propiedades de fronteras y las secuencias críticas de interacción que son constitutivas de estas estructuras.

Una evaluación de la disposición al cambio de la familia. Esto se integra en la redefinición del problema por el terapeuta y en la fijación que hace de las metas del tratamiento.

La redefinición del problemaqueja de manera que la unidad familiar global, y el individuo portador del síntoma puedan ser interesados con inteligencia en el cambio terapéutico.

Determinar las metas de tratamiento, lo que se hace en cooperación con la familia, de manera que exista acuerdo colectivo sobre los resultados que se desean.

La selección de las unidades de tratamiento y una planificación preliminar de las etapas del tratamiento porque no todo sucederá enseguida y no hace falta que todos los miembros de la familia intervengan en cada paso del itinerario.

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COPARTICIPACIÓN Para el terapeuta de familia, el paciente individualizado es sólo el portador del síntoma; la causa del problema son ciertas interacciones disfuncionales de la familia (Minuchin y Fishman, 1989).

Familia y terapeuta constituyen una sociedad con una meta compartida que se formula de manera más o menos explícita: librar de síntomas a quien es su portador, reducir el conflicto y la tensión para la familia como un todo y aprender nuevos modos de superar dificultades. Esto es, entran en coparticipación dos sistemas sociales para un proceso específico y por un plazo determinado.

Coparticipar con una familia es más una actitud que una técnica y constituye la cobertura bajo la cual se producen todas las interacciones terapéuticas. Coparticipar con una familia es hacer saber a sus miembros que el terapeuta los comprende y trabaja con ellos y para ellos.

Sólo con esta protección puede la familia sentirse segura para ensayar alternativas, intentar lo no habitual, y cambiar.

El empleo que hace de sí mismo el terapeuta en el sistema terapéutico es el instrumento más poderoso para promover un proceso de cambio en la familia. El terapeuta puede hacerse copartícipe de la familia desde diferentes posiciones de proximidad.

Distintas técnicas de coparticipación corresponden a una posición de cercanía, a una intermedia y a una distante.

El terapeuta toma cierta posición de liderazgo.

Como cualquier líder, deberá adaptarse, seducir, someterse, conducir.

El terapeuta formado en la espontaneidad se sentirá cómodo aceptando el paradójico oficio de conducir un sistema del que es miembro, ha alcanzado cierta destreza en utilizarse como instrumento para el cambio de los modos de interacción.

Posición de cercanía.

Utilizando la confirmación, el terapeuta se alía o coliga con unos miembros contra otros.

Las intervenciones confirmatorias se producen durante toda la terapia.

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El terapeuta de continuo busca y destaca los modos de contemplar positivamente a los miembros de la familia, al tiempo que promueve sus propósitos de obtener un cambio estructural.

Cuando confirma los aspectos positivos de las personas, el terapeuta se convierte en fuente de autoestima para los miembros de la familia. Los demás contemplan con ojos nuevos a la persona confirmada.

El terapeuta incrementa su capacidad de maniobra instituyéndose como fuente de la autoestima y el status de la familia.

También reúne el poder de retirar su aprobación si los clientes no responden a sus orientaciones.

La confirmación puede consistir en una mera descripción, que no contenga juicio alguno, de una interacción entre los miembros de la familia.

Otro modo de confirmar es enunciar un rasgo a todas luces negativo de un miembro de la familia al tiempo que se “absuelve” a esa persona de toda responsabilidad por esa conducta.

Posición distante En este caso se apoya en su condición de especialista.

Hace el papel de director.

El terapeuta percibe las pautas de la danza familiar y dispone secuencias de interacción, utilizando la técnica de escenificación. En su condición de especialista, el terapeuta opera como verificador de la cosmovisión de la familia. Acepta y apoya determinados valores y mitos familiares.

Evita o ignora deliberadamente otros.

Hacerse copartícipe no es una técnica que se pueda separar de la inducción de cambios de una familia, el carácter deliberado de la coparticipación disminuye a medida que la terapia avanza.

Posición intermedia El terapeuta coparticipa como un oyente activo, neutral.

Asiste a la gente para que cuente lo que le pasa.

Esta modalidad de coparticipación se llama rastreo.

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PLANIFICACIÓN Construir una hipótesis inicial es un instrumento valioso para el terapeuta.

El terapeuta se forma una idea sobre cierta familia como un todo tras una primera inspección de ciertos aspectos básicos de su estructura.

El abordaje estructural considera la familia como un organismo: un sistema complejo que funciona mal.

El terapeuta socava la homeostasis existente, produce crisis que empujan al sistema a elaborar una organización mejor para su funcionamiento.

Las técnicas de la terapia estructural llevan a reorganizar la familia mediante el cuestionamiento de su organización.

Estrategias principales de cambio de la terapia estructural y sus técnicas: 1. Cuestionamiento del síntoma.

Escenificación Enfoque Intensidad 2. Cuestionamiento de la estructura familiar.

Fijación de fronteras Desequilibramiento Complementariedad 3. Cuestionamiento de la realidad familiar.

Constructos cognitivos: Verdades Familiares Consejo Especializado Símbolos Universales Lados fuertes Paradoja (Enfoque estratégico)

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5. CUESTIONAMIENTO SÍNTOMA

DEL

El problema no reside en el paciente individualizado, sino en ciertas pautas de interacción de la familia.

Se observa el modo en que los miembros de la familia se organizan en torno del síntoma y de su portador, el terapeuta puede obtener una “biopsia de interacción” para las respuestas preferenciales del organismo familiar, es decir, las respuestas que la familia sigue utilizando de manera inadecuada para enfrentar la situación.

El terapeuta estructural considera que el síntoma es la reacción de un organismo sometido a tensión. Y así como el portador del mismo, los demás miembros de la familia son igualmente sintomáticos.

REENCUADRE o REDEFINICIÓN Las familias cuando acuden al terapeuta le presentan a éste su encuadre del problema y su solución ya encuadrada o definida.

La tarea del terapeuta es presentar un encuadre diferente, tomando en cuenta lo que la familia considera importante, es decir, convencer a la familia de que el mapa de la realidad por ellos trazado se puede ampliar o modificar.

Esto es lograr un reencuadre terapéutico o redefinición.

La tarea del terapeuta es cuestionar la definición que la familia da del problema, así como la índole de su respuesta.

El cuestionamiento puede ser directo o indirecto, explícito o implícito. El objetivo es modificar o reencuadrar la concepción que la familia tiene del problema (síntoma), moviendo a sus miembros a que busquen respuestas afectivas, cognitivas y de conducta diferentes.

La estrategia del cuestionamiento del síntoma con sus técnicas específicas permiten el logro de esta tarea.

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Escenificación Es la técnica por la cual el terapeuta pide a la familia que dance en su presencia. Construyendo así, una secuencia interpersonal en la sesión, en que ponen en escena interacciones disfuncionales entre los miembros de la familia.

Esta escenificación se produce en el contexto de la sesión, en el presente y en relación con el terapeuta. Al tiempo que la promueve, éste tiene la posibilidad de observar los modos de comunicación verbal y no verbal en que los miembros de la familia emiten señales unos con otros y controlan la gama de las interacciones tolerables.

El terapeuta puede intervenir en el proceso, sea para aumentar su intensidad, prolongar la duración de la interacción, hacer participar a otros miembros de la familia, indicar modos diferentes de interacción e introducir sondeos experimentales que proporcionarán información tanto al terapeuta como a la familia sobre la índole del problema, la flexibilidad de las interacciones familiares para la búsqueda de soluciones y la virtualidad de modalidades diferentes de desempeño dentro del marco terapéutico.

Se produce un cuestionamiento de la realidad del síntoma cuando la lente se amplía hasta incluir dos o más miembros, y no ya uno solo. La unidad de observación y de intervención se amplía. El enfoque es ahora de una familia en una situación disfuncional.

Ofrece un contexto para experimentar situaciones concretas. Utilizando directivas terapéuticas con un lenguaje concreto y de metáforas tomadas de las interacciones entre los miembros de la familia facilita la comunicación a través de las fronteras tanto culturales como de edad.

Facilita el desapego del terapeuta. Mientras la familia interactúa, el terapeuta toma distancia, observa y recupera capacidad de maniobra.

La escenificación se da en tres movimientos:

Otras ventajas de la escenificación: Facilita la formación del sistema terapéutico, puesto que produce compromisos sólidos entre los miembros de la familia y el terapeuta.

1. Interacciones espontáneas: El terapeuta observa las interacciones espontáneas de la familia y decide los campos disfuncionales que conviene iluminar.

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2. Provocar interacciones: El terapeuta organiza secuencias escénicas en que los miembros de la familia bailan su danza disfuncional en presencia de él.

3. Interacciones alternativas: El terapeuta propone modalidades diferentes de interacción.

lados fuertes, investigar uniones complementarias, etc.

2. El terapeuta elabora un tema para trabajar sobre él.

El esquema del terapeuta incluye tanto una meta estructural como una estrategia para lograr esa meta.

Nota: A veces los miembros de la familia inician interacciones que el terapeuta puede encuadrar en seguida como muestras de su danza.

En este caso es posible combinar el primer movimiento con el segundo.

La actividad de recopilación de datos atañe al proceso de cambio, no al historial o a la descripción de la familia

Enfoque

No se ve llevado de una trama a otra mientras rastrea los contenidos que la familia le ofrece, sino que se concentra en un pequeño segmento de la experiencia de aquélla.

Cuando observa a una familia, el clínico es inundado por los datos. El terapeuta seleccionará y organizará estos datos dentro de un esquema que les confiera sentido y promueva el cambio.

El terapeuta organizará los hechos que percibe de manera que formen trabazón entre ellos y posean también pertinencia terapéutica; desechando los diversos campos que siendo interesantes, no son útiles para la meta terapéutica; para hacer esto se requiere: 1. El terapeuta selecciona un enfoque.

Ejemplo: deslindar fronteras, poner de relieve los

Y como las interacciones de la familia tienden a ser isomórficas, la investigación en profundidad de este pequeño segmento le proporcionará información útil sobre las reglas que gobiernan la conducta en otros muchos campos de la vida familiar.

Trampas en el enfoque: la reorganización jerárquica del tema familiar.

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Intensidad.

Los miembros de la familia tienen sensibilidad auditiva discriminatoria, que presenta campos de sordera selectiva regulados por su historia común o encuadramiento.

Un mensaje terapéutico tiene que ser “reconocido” por los miembros de la familia, lo que significa que deben recibirlo de un modo que los aliente a experimentar vivencias según modalidades nuevas.

Para el incremento de la intensidad: Repetición del mensaje: El terapeuta repite el mensaje muchas veces en el curso de la terapia. La repetición puede recaer sobre el contenido o sobre la estructura.

Repetición de interacciones isomórficas: Repetición de mensajes que en apariencia son diversos, más son idénticos en un nivel profundo. El contenido de los mensajes es diferente y están dirigidos a interacciones isomórficas dentro de la estructura familiar.

Modificación del tiempo: Los miembros de la familia han elaborado un sistema de notación que regula el tempo y el compás de su danza. El terapeuta alienta a los miembros de la familia para que continúen interactuando más allá de la señal de alerta puesta por la regla familiar.

Cambio de distancia: Los miembros de la familia elaboran en el curso de su vida el sentimiento de la distancia “adecuada” que deben mantener entre sí. La utilización del espacio del consultorio es un instrumento significativo para la emisión del mensaje terapéutico.

Cambio de asiento entre y con los miembros de la familia. Manejo de posición física como estar de pie, sentado, en cuclillas. Manejo de los tonos de voz o silencios. Utilización de movimientos corporales.

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Resistencia a la presión de la familia: En ocasiones “no hacer” puede producir intensidad en la terapia, sobre todo cuando el terapeuta no hace lo que el sistema familiar “desea que haga”.

De manera necesaria e inadvertida los terapeutas son absorbidos en el sistema familiar. En ocasiones esta absorción contribuye a mantener una homeostasis familiar disfuncional.

Cuando el terapeuta produce intensidad en la terapia utilizando la resistencia se protege de convertirse en terapeuta homeostato.

6. CUESTIONAMIENTO DE LA ESTRUCTURA FAMILIAR

Se conoce por familia funcional cuando ésta es flexible, cuando las interacciones entre los miembros guardan un orden jerárquico, cuando se adaptan a contextos cambiantes entre otros recursos.

Modificando la distancia psicológica: Consiste en la utilización de maniobras concretas para cambiar la proximidad entre los miembros de la familia. Posee las ventajas de ser no-verbal, de ser clara, y además intensa. Puede ir acompañada de un cambio en la posición de las sillas, del brazo, o del cuerpo para interrumpir, por ejemplo, el contacto visual de una díada demasiado unida.

Modificando la duración de una interacción: Aunque también es una variante de una técnica para intensificar, el hecho de extender o alargar un proceso es un recurso para demarcar subsistemas o separarlos. Aquí el contenido de la interacción importa menos que el hecho que ella se produzca.

Desequilibramiento Consiste en cambiar la posición jerárquica entre los miembros del sistema, para ello el terapeuta apoya a un subsistema o a un individuo a expensas de los demás. Se alía a un miembro en posición jerárquica inferior y le confiere poder. En la mayoría de los casos esta técnica requiere proximidad, participación y un compromiso temporal con un subsistema familiar a expensas de los demás.

Frontera Se emplea para regular la permeabilidad de los subsistemas, modificando la participación de sus miembros. Esta técnica tiene las siguientes variantes:

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Alianza con miembros de la familia. Esta alianza al conferir poder a un miembro, tiene como meta rebasar el umbral de lo permisible dentro del seno familiar y provocar una respuesta cuestionadora por parte de los demás.

Alianza alternante. La meta consiste en atribuir a cada subsistema, habilidades diferentes y complementarias, de este modo en lugar de competir por la jerarquía, se ensayan nuevas modalidades de interacción bajo un marco más amplio.

Ignorar a miembros de la familia.

Consiste en la capacidad de hablar como si ciertas personas fueran invisibles. Como esta técnica pone en peligro el sistema terapéutico, es preciso acompañarla de alguna forma de apoyo al miembro cuestionado.

Coalición contra miembros de la familia. Consiste en la participación del terapeuta como miembro de una coalición contra uno o más miembros de la familia.

Se emplea para cuestionar y descalificar la pericia de un/os miembro/s de la familia.

El desequilibramiento es la técnica más intensa para cambiar las posiciones jerárquicas en los miembros familiares.

Requiere de toda la pericia del terapeuta, de su empleo continuo de las posiciones de coparticipación como para mantener al sistema terapéutico unido, mientras interviene modificando las posiciones jerárquicas.

Como tales modificaciones se van dando, el terapeuta logra desestabilizar al sistema como totalidad, facilitando y ayudando que los procesos autocorrectivos del sistema lleven a la familia a construir y hacer real la estructura alternativa propuesta por el terapeuta.

De manera análoga, cuando esta técnica cambio las posiciones jerárquicas, también cuestiona el “derecho” de cada miembro de haberse “adjudicado” sus anteriores posiciones de jerarquía.

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Complementariedad Consiste en lograr que los miembros de la familia experimenten pertenencia a una entidad más extensa que la individual, cuestionando la idea de jerarquía lineal, y haciendo notar a cada miembro que su conducta es afectada por los demás.

Esta técnica tiene las siguientes variantes:

Desafío en la puntuación de los eventos.

Se señala la circularidad de las interacciones, lo cual permite a los miembros de la familia encuadrar sus conductas como partes de un todo extenso, demostrando que los puntos de vista personales son parciales e incompletos.

Desafío del problema.

Consiste en retar la certeza familiar de que existe un paciente identificado y que es depositario de los males de la familia.

Desafío del control lineal.

Es el reto a la noción lineal de que un miembro de la familia controla unilateralmente al sistema, introduciendo la noción de que cada miembro es un contexto del otro.

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7. CUESTIONAMIENTO DE LA REALIDAD FAMILIAR

Las técnicas para modificar realidad de la familia son:

Una familia no sólo tiene estructura, sino un conjunto de esquemas cognitivos que legitiman o validan la organización familiar.

Símbolos universales.

Todo cambio en la estructura de la familia modificará su visión del mundo, y todo cambio en la visión del mundo sustentada por la familia será seguido por un cambio en su estructura, incluidos los cambios en el uso del síntoma para el mantenimiento de la organización familiar.

Cuando acude a terapia, la familia presenta sólo su percepción restringida de la realidad, pero el terapeuta, partiendo de los hechos que la propia familia reconoce como verdaderos, edificará un ordenamiento nuevo de es visión de la realidad.

Primero verificará la fortaleza y las limitaciones de las construcciones familiares, para después promover y sustentar una construcción alternativa.

la

El terapeuta presenta sus intervenciones como si se apoyaran en una institución o en un acuerdo que rebasarán el ámbito de la familia.

Pareciera que se refiere a la realidad objetiva.

Verdades familiares.

Se refiere a las justificaciones que la familia aduce para sus interacciones y utiliza su misma concepción del mundo para extender su modalidad.

Construcciones El objetivo de está técnica es que la familia construya una concepción diferente del mundo, que no haga necesario el síntoma, y sea una visión más flexible y pluralista, que admita una diversidad dentro de un universo simbólico más complejo.

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Consejo especializado.

Corresponde a la presentación de una explicación diferente de la realidad familiar basada en la experiencia, conocimiento o sabiduría del terapeuta, desplazando posiciones de explicación, aprovechando su preeminencia como líder del sistema para incluir la perspectiva de un miembro de la familia o pasar a una diferente perspectiva familiar.

Lados fuertes de la familia Cada familia posee en su propia cultura elementos que sí se les comprenden y se utilizan, se pueden convertir en instrumentos que permitan actualizar y ampliar el repertorio de conductas de sus miembros, son los lados fuertes de la familia, los cuales pueden en su momento ser la matriz del desarrollo y la cura.

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BIBLIOGRAFÍA

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Técnicas de terapia familiar. México: Ed. Paidós.

Velasco, M. L. (1998). Mapas familiares: su utilización en el diagnóstico y formulación de hipótesis terapéuticas. En La psicología social en México, Vol. VII. Minuchin, S. (1992) Familias y terapia familiar. Barcelona: Ed. Gedisa.

Velasco, M. L. y Sinibaldi, J. (2001).

Manejo del enfermo crónico y su familia. México: Manual Moderno.

Umbarger, C. (1987). familiar estructural.

Editorial Amorrortu.

Terapia Argentina:

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