Jose Miguel Oviedo Historia de la literatura hispanoamericana v 1 1995

Page 170

176 Historia de la literatura hispanoamericana. 1

zantes (3.3.2.), aquí tropezamos también con el escollo de la superabundancia de la producción, aún mayor que en el siglo anterior. En el XVII hay una vasta elite intelectual, principalmente asentada en las cabezas de los virreinatos, una inmensa clase dirigente y administrativa, dispensada de las cargas que recaían en los hombres de los sectores más pobres de las clases criollas e indígenas, lo que les dejaba un tiempo generoso para cultivar, como forma de distracción o como medio para alcanzar fama en círculos prestigiosos, las letras. Varios virreyes fueron poetas o al menos versificadores; cabe mencionar a dos de ellos: Juan Manuel de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros, virrey de México primero (1603-1607) y luego del Perú (1607 -1615), donde fue protector de la Academia Antártica y amigo de Diego de Hojeda, que le dedicará su Cnstíada (4.2.2.2.); y Francisco de Borja y Aragón, Príncipe de Esquilache, virrey del Perú de 1615 a 1621. Había una crecida «clase ociosa» que podía invertir largas horas en una versión trivializada del verdadero ejercicio literario. El culteranismo llegó a extremos algo perversos y espurios en estas costas, pues fue interpretado como una licencia para escribir sobre cualquier cosa con cualquier pretexto y en cualquier ocasión: ya señalamos que la llegada del virrey o su muerte eran temas obligados, pero también las necesidades ceremoniales del santoral católico, el elogio del protector de las artes o del amigo poeta, la construcción de un puente o una iglesia, las correrías de los piratas, los terremotos y otros fenómenos naturales, etc. Hay que despejar esa hojarasca para encontrar las líneas significativas y rescatables del proceso.

4.2. Rasgos del manierismo

Ese proceso está marcado por una secuencia, no siempre muy clara, formada por el clasicismo, el manierismo, el barroco propiamente dicho y el conceptismo. La dificultad para distinguir estos estilos (principalmente el manierismo frente al barroco) se debe a que no son estéticas del todo distintas, sino variantes o grados diversos de una misma forma básica; y esos grados pueden apreciarse en asuntos, motivos y lenguaje. (La crítica germana ha contribuido grandemente al examen de estos conceptos, pero también a la confusión de nomenclaturas y cronologías: Curtius los absorbe bajo el nombre general de manierismo; para Helmut Hatzfeld no hay sino barroco.) El concepto manierismo proviene del lenguaje crítico de las artes plásticas y sólo en este


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.