Te incorporas y prácticamente tu vida, como la de todos, ha dado un vuelco de 180º, pandemia, confinamiento, trabajar desde la incertidumbre, incorporar EPI´s. la REAPS ha pasado por un brote, algún caso y un procedimiento de retorno con confinamientos preventivos, más días menos días. Ahora nos acercamos a una desescalada hacia la normalidad, ¿crees que la desaparición de las mascarillas en interiores podrá devolver cierta cercanía y apego con los chicos y chicas? Echando la vista atrás para responder esta pregunta me han venido recuerdos muy nítidos del comienzo de la pandemia. Fueron momentos muy complicados en la residencia. La situación fue para ellos (y para todos) de mucho desconcierto, incertidumbre y en el caso de los chicos y chicas muy difícil de aceptar y gestionar. De manera paralela se iba instalando la distancia social. Esa frialdad que hemos tenido que ir naturalizando e incorporando a nuestra vida y que a día de hoy es parte de nosotros pero que al principio resultó complicado aceptar. Personalmente espero que sí, espero que dejar atrás la pandemia suponga un retorno a los gestos de cariño y abrazos que tan terapéuticos pueden ser. Dentro del contexto laboral de la REAPS para mí es complicado realizar una intervención en la que una persona muestra lo más vulnerable de sí misma y no poder mostrar afecto físico, me parece una herramienta fundamental como profesional. Durante estos últimos meses la REAPS ha estado en prensa,
con menos acierto que nada, ¿pero sientes que esa intromisión informativa se ha podido soslayar en el día a día? Ha sido, y sigue siendo, un momento complicado. Esta situación está teniendo repercusiones en el día a día de las menores implicadas, sin embargo creo que todos los equipos (clínico, educativo, dirección…) del centro estamos haciendo un gran esfuerzo por adaptarnos y dar lo mejor de nosotros para poder hacer que esto influya lo menos posible en su rutina diaria. Hay días más complicados que otros, pero para mí ha sido importante sentir que todos los trabajadores y trabajadoras de la REAPS remamos hacia una misma dirección más allá de lo que pase fuera, hacia el cuidado de las menores. Desde que te has incorporado estás en el turno de tarde ¿qué nos cuentas de este turno? Tras mi etapa de un mes en el turno de tarde cambié al turno de fin de semana, donde encontré un clima en el que reinaba el compañerismo. Cuando regresé al turno de tarde tenía miedo de no encontrar mi sitio pero fue rápido. Pronto comencé a darme cuenta de los perfiles tan diferentes que hay entre los educadores, lo que enriquece mucho el trabajo, y pronto me sentí acogida. Creo que en esto influyó de manera notable el apoyo y confianza que noté desde el principio por parte del equipo de coordinación de tardes. Desde un punto de vista más profesional en el turno de tarde encuentro similitudes con el de fin de semana ya que no contamos con el equipo médico presencialmente y en muchos mo-
REVISTA REAPS PICÓN DE JARAMA
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mentos tampoco con el equipo de psicólogos por lo que es necesario ser muy resolutiva y saber adaptarse a las necesidades que vayan surgiendo. Eres una de las participantes en la primera Edición del Grupo de Ayuda Mutua “Cuidarme para Cuidar” ¿cómo valoras la experiencia? ¿crees que este espacio que hemos creado puede acompañaros en el proceso de “Cuidar”? La idea es que, de esos grupos, salgan propuestas de cuidado, soy consciente, al menos eso espero, de que nos conminaréis a realizar cambios como motores de mejora continua. ¿Compartes esa idea? Cuando se anunció la creación de este grupo me pareció una gran noticia. Nuestro trabajo en la REAPS provoca un gran desgaste emocional. Las situaciones de tensión, enfrentarte directamente con realidades tan crudas, afrontar esos claroscuros de uno mismo que antes mencionaba … todo eso va haciendo mella y poder tener un espacio guiado en el que volcar las emociones que vamos sintiendo me parece un gran acierto. Personalmente creo que , más allá de los cambios que se logren con este grupo , el simple hecho de contar con un espacio en el que podamos ser emocionalmente contenidos , guiados , escuchados y comprendidos es ya un gran paso para el cuidado de los trabajadores. Además, en mi experiencia personal, este grupo logra generar un mayor vínculo con tus compañeros y compañeras, lo que a su vez mejora el equipo de trabajo y esto repercute en una mejora en el desempeño de nuestras funciones diarias.