SECCIÓN 5
Ambos cronistas dan a conocer entonces una lengua distinta al Quechua y al Aymara. Al respecto es necesario precisar que ambos conocían el Aymara y que en 1612 Ludovico Bertonio ya había publicado su “Vocabulario de la lengua Aymara”, por lo tanto, es importante considerar que probablemente ellos sabían que no se trataba del Aymara sino de una tercera lengua.
∏ IV.- LAS LENGUAS DE LOS INCAS
Sobre el tema; en 1931 se publica en Lima el libro “El Imperio Incaico” cuyo autor es el afamado historiador Horacio Urteaga, este libro cuyo prólogo peculiar realizado por José de la Riva Agüero inicia indicando su postura y la de Urteaga respecto a la que por ese entonces había asumido el famoso arqueólogo alemán Max Uhle, siendo el tema que desarrollo, motivo de ese tratado; transcribo parte del prólogo :
La búsqueda de la lengua secreta de los Incas, una discusión que prevalece en torno a nada menos que un Proto-Quechua, el Aymara como tal o alguna lengua proveniente del Collao en las crónicas tiene las siguientes referencias: El Inca Garcilaso de la Vega en sus “Comentarios Reales” (1609) menciona sobre el lenguaje de los incas, lo siguiente:
“Es la primera y para mi más importante, entre las varias que formulé hace varios años, la del quechuísmo del primitivo imperio del Tiahuanaco, que apellidaré imperio Paleoquechua, por evitar la confusión lamentable en que incurrió Uhle al atribuirme (ORÍGENES DE LOS INCAS, Congreso de americanistas de Buenos Aires, 1910) la pueril creencia de ser incaica la civilización Tiahuanaquense. Ni el Dr. Urteaga ni yo sostenemos tan extravagante doctrina. Lo que en este punto opinamos – y que es muy diferente a la antojadiza suposición de Uhle a nuestro respecto se resume en que la civilización de Tiahuanaco, a lo menos en su época clásica de expansión y apogeo, no pudo ser Aymara o Colla; que es muy probable que la engendraran y desarrollaran pueblos íntimamente emparentados por lengua y sangre con la familia actual Quechua, aunque es claro que en un estado filológico anterior al del idioma general difundido por los Incas (paleo-quechuismo) y que el imperio incaico o neoquechua vino a representar, al cabo de una larga evolución, y de invasiones y vicisitudes indicadas por la arqueología y las tradiciones de los cronistas, el renacimiento y último fruto de la cultura Tiahuanaco”.
“Y es de saber que los Incas tuvieron otra lengua particular que hablaua[n] entre ellos, que no la entendian los demas Yndios, ni les era licito apre[n]derla, como lenguage diuino” ((Garcilaso Inca (1609: VII, I, 166)).
El historiador Bernabé Cobo en 1653, menciona también lo siguiente: “Otra distinta, de que usaban solamente entre sı́ cuando trataban y conversaban con los de su linaje” (cf. Cobo [1653] 1956: XII, III, 64).
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