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Editorial
Cualquier cosa que emprendamos en la vida tiene un inicio y un final, el inicio es cuando comenzamos a idear/realizar las acciones para alcanzar aquello que nos propongamos, el final es cuando dichas acciones dan un resultado sea este favorable o no, esto siempre es así excepto en nuestra vida misma donde cada logro no es más que un paso en nuestro andar hacia nuestra totalidad de ser.
Una pregunta que me gusta hacer en mis talleres de liderazgo, emprendedurismo y motivación, y que creo nos la han hecho o nos la hemos hecho, es “¿a qué te dedicarías si te sacarás la lotería?”.
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Esta reflexión lleva varias lecturas, la referida con esta editorial tiene que ver con que, contrariamente a lo que uno pueda pensar, siempre existirá en nosotros ese impulso interno que nos llama (en ocasiones nos grita) a no estancarnos, menos retroceder, sino cada vez avanzar en lo que yo llamo alcanzar la totalidad de nuestro ser.
Esa totalidad no la puedo definir pues como es algo tan personalísimo significa y representa una cosa distinta para cada quien, pero en términos generales se refiere a alcanzar nuestro máximo potencial llegando a ser lo que podemos ser y lo que estamos llamados a ser.
Lo que sí podemos es tomar cada logro (o fracaso, una vez más) como lo que es, un paso más en nuestro camino y tomar lo mejor que ese evento nos traiga para utilizarlo en la construcción de nuestro proyecto de vida, después de todo cada éxito conseguido se convierte en el escalón para impulsarte hacia el siguiente.
¡Éxito!
Roberto Celaya Figueroa, Sc. D. Fundador y Editor en Jefe