Desde el punto de vista organizacional, una persona no se convierte en líder por el mero hecho de ocupar una posición de responsabilidad en la organización, incluyendo la coordinación de actividades de otras personas ya que en todo caso, se convertiría en supervisor. La calificación de líder, surgirá a medida que esta persona, sea supervisora o no, logre el respeto y la influencia del segmento laboral en su entorno para conseguir que de forma organizada y voluntaria, todos los trabajadores cooperen en la consecución eficiente de las metas propuestas.