3 Descifrando jeroglíficos Fiz se metió en el contenedor de plásticos y en medio de todo aquel revoltijo encontró una botella que tenía grabados unos extraños signos. Estaba tan nervioso que hasta le pareció que se le estaba formando otra bola de pelos en la garganta. Salió y les mostró el hallazgo a sus colegas. –¡Mirad lo que he encontrado! Les enseñó aquel mensaje indescifrable y los tres se pusieron a estudiar los signos. Carlocho y Nébedo estaban atónitos. Felisa no tanto.
–¿Qué será? –se preguntaban mientras se miraban con ojos perplejos. –Bah, eso lo sabe cualquiera, sea perro o gato –dijo Felisa mientras se ajustaba sus gafas. –¿Vale, y qué? ¿No piensas decirlo? –la retó Fiz. –Pues está claro: son jeroglíficos. Así escribían en el Antiguo Egipto hace miles de años. –¿Jeroglíficos? ¿Qué son los jeroglíficos? –preguntó Carlocho. –¿Existían hace miles de años? –dijo Nébedo. Felisa les explicó en qué consistían los jeroglíficos.
Los jeroglíficos son un sistema de escritura inventado y empleado por los antiguos egipcios. Así se comunicaban. Para diseñar esta escritura, los egipcios se inspiraron en su ambiente: objetos de la vida cotidiana, animales, plantas, partes del cuerpo... Los jeroglíficos se descifraron gracias al descubrimiento de la piedra Rosetta en 1799. Esta piedra tiene el mismo texto escrito en tres idiomas diferentes: jeroglíficos arriba, demótico en medio y griego abajo. 18
–Sí, ¿pero qué dice el mensaje? Tenemos que descifrarlo entre todos. Se pusieron a cambiar los signos por letras de nuestro alfabeto. Tras un buen rato, desvelaron el enigma. Y se quedaron atónitos.
Descifra
el
tú
mensaje de la botella usando la de la
clave
página 19.
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