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3. CONCLUSIONES
de la elección. Finalmente, pareciera haber una orientación predefinida en la realización de los cursos, ya que resulta marginal la proporción de quienes lo eligen porque no había otro.
Gráfico 42. Alumnos de los CFP por motivo de elección de este tipo de formación por sexo. Pro-
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vincia de Buenos Aires. Año 2017
50
40
30
20
10
0
Varones
Le sirve para su trabajo
No había otro curso Mujeres
Le sirve para conseguir trabajo
Otra razón Total
Tenía horarios más convenientes
2.7.4 LA RAZONES DE NO ENCONTRAR TRABAJO
Habiendo visto la importante cantidad de encuestados que La falta de experiencia relacionan el motivo de realización del curso a los aspectos laboral y la edad, aparelaborales, resulta pertinente centrarse en las razones que los cen como las dos princiencuestados que no conseguían trabajo o no trabajaban en ese pales razones por las que momento, percibían como causa de dicha situación. Debe acla- no encuentran trabajo o rase que los porcentajes que se presentan se refieren a la canti- actualmente no trabajan. dad de entrevistados que mencionaron ese motivo; por lo tanto la suma de los porcentajes supera al 100, ya que un entrevistado pudo mencionar más de uno. Esta decisión acerca de la manera de analizar los resultados permite conocer más ampliamente las causas que se mencionan sin restringirlas a la más importante.
En principio se hará referencia a los motivos que han sido mencionados por las mayores proporciones de los encuestados. Luego se mostrarán cuáles son las principales diferencias, si es que existen, entre mujeres y varones.
El 19,3% de las mujeres manifesta como uno de los motivos por los cuales no consigue trabajo el ocuparse del cuidado de un hijo, hermano, otro familiar y/o tareas de la casa. Dicho porcentaje en los varones desciende al 5%.
La falta de experiencia laboral y la edad, aparecen como las dos principales razones por las que no encuentran trabajo o actualmente no trabajan. Prácticamente en proporciones iguales, algo más de una cuarta parte de los entrevistados menciona cada una de esas causas (27,8% y 27,3% la primera y segunda de las antes referidas). La falta de experiencia laboral es aludida por un tercio (33,4%) de los varones y entre ellas una proporción menor (24,8%) la indica.
En cambio, quienes aluden a la edad como motivo de no poder trabajar, es mencionado por una ligera mayor proporción de mujeres (28,2%) que de varones (25,7%). Debe recordarse que en el análisis de la composición por edad de quienes concurrieron a la capacitación profesional en CFP ubicados en la Provincia, una importante proporción tenía hasta 29 años de edad (33,2% y 37,7% entre mujeres y varones respectivamente) por lo cual la mención de esos motivos resulta plausible ya que ambas razones tienen estrecha relación con esa variable.
La tercera referencia en importancia es la falta de contactos y vinculaciones, a la cual alude una quinta parte (20,3%) sin encontrarse diferencias entre unos y otras. En este caso, quizás la pertenencia a estratos socioeconómicos no altos esté también relacionados con esta frecuencia de citas. Recuérdese que algunos de los aspectos tratados en este trabajo (nivel de ingresos, relaciones laborales, entre otros) estarían asociados a un nivel de capital social no muy elevado, al cual este aspecto está vinculado. Uno de los otros motivos a los que aluden los encuestados, pero en bastante menor proporción, es el hecho de no encontrar trabajos que combinen con los horarios de estudios; el 13,0% de ellos lo citan, pero la proporción de varones que lo hacen (15,2%) resulta mayor que la de sus pares femeninas (11,8%).
También el hecho de que se requieran estudios secundarios completos, es un factor mencionado por el 12,3% de los asistentes a los CFP, pero resulta interesante señalar que entre las mujeres este aspecto es indicado por el 14,2%, mientras que entre los varones sólo por el 8,8%.
Resta mencionar otros dos motivos de los señalados, que son, en primer lugar el que alude a ocuparse del cuidado de un hijo, hermano, otro familiar y/o tareas de la casa, que en el conjunto es mencionado por un 13,7% de los encuestados, pero que marca una clara división genérica de roles ya que entre las mujeres esa proporción alcanza a la quinta parte (19,3%) a la par que entre sus pares masculinos esa proporción resulta cinco veces menor, ya que se reduce abruptamente a un 3,3%. En segundo lugar, se hace referencia a que no se trabaja porque los trabajos ofrecidos están mal pagos; en este caso son los varones que aluden a esta razón en una proporción cuatro veces mayor que la de las mujeres (16,3% y 4,0%). Los otros motivos que se especificaron fueron aludidos por un tercio (33,5%) de los alumnos indagados.
Finalmente, no puede dejar de señalarse que eran los relacionados a cuestiones laborales, los principales motivos por los cuales se realizan cursos de capacitación profesional. Sin embargo, la razón que refiere a la carencia de un oficio, fue mencionada por una muy baja proporción: 8,8% entre los varones y 5,7% entre las mujeres.
Gráfico 43. Alumnos de los CFP que no trabajan de acuerdo a los principales motivos por los
cuales no buscan un trabajo (según por sexo). Provincia de Buenos Aires. Año 2017
3.
CONCLUSIONES
Se presentan en esta parte, las características que parecen más importantes al momento de considerar en la planificación de la capacitación brindada en los CFP.
El trabajo permitió ver, a modo de contexto, algunos aspectos generales de la Provincia de Buenos Aires. Más referido al foco del estudio, caracterizar a quienes asistieron en el año 2017 a los cursos de formación profesional, desarrollados en Centros de Formación Profesional (CFP) ubicados en el territorio bonaerense, se pudo ver la notoriedad que ellos tienen en dicha formación. Quienes participaron en las capacitaciones brindadas en dichos CFP (relevamiento 2017) en relación a los del país y de la región Centro fue del 40,7% y 64,2%, respectivamente.
Se pudo ver que, en la Provincia, la mayor participación en la capacitación de los CFP es de los hombres; preeminencia que se da también –con distinto nivel- en la Región, en tanto que en las otras jurisdicciones del país se observa una similar participación de unos y otras. Los grupos etarios de 20 a 29 y de 30 a 39 años son los que mayor proporción presentan en la Provincia. En el caso de la Región y en el país, hay un mayor sesgo hacia población más joven. En la Región, si bien el grupo de 20 a 29 años es el principal tiene mayor peso dentro ellos la franja de 20 a 24 años. En el país, la participación de los jóvenes (hasta 29 años) resulta muy superior a la de Provincia y Región, en particular el grupo de hasta 19 años.
Es decir, que en la Provincia la asistencia a los CFP está más vinculada a personas que están en edades donde la capacitación podría incidir más fuertemente en la inserción y rendimiento laboral. Mientras que, en la región, y en particular el país, la capacitación, aparece muy cercana a los estudios secundarios, finalizados o no.
La prevalencia de hombres, cómo la mayor concentración en los grupos etarios mencionados, va a influir en la caracterización de la población capacitada en los CFP de la provincia, vinculados al género y el rol que ocupan los hombres/mujeres en la sociedad actual, su situación laboral, el nivel de ingresos percibido y su formación, tanto formal como en la capacitación.
En tal sentido, se vio que el/la entrevistado/a -y quien se capacita en el CFP- es el principal sostén del hogar en la PBA, como en el resto ámbitos territoriales relevados. Sin embargo, quien asume dicho rol difiere según el género de quien asiste al curso de capacitación. Entre los varones, en la mayoría de los casos el entrevistado lo es y entre las mujeres su pareja/cónyuge es quien más frecuentemente resulta el principal sostén del hogar, pasando a segunda instancia la propia entrevistada. Dado que hay una mayoría de hombres en los CFP de la provincia es que también el propio entrevistado ocupa el primer lugar como sostén del hogar entre los alumnos. La edad también influye en este rol, pues a medida que se avanza en la misma aumenta la presencia del entrevistado como principal aportante. Un patrón que se evidencia, asociado a esta última, es el nivel de ingresos percibidos por los asistentes, en las que se notó una marcada diferencia entre varones y mujeres. El salario mensual promedio de los varones más que duplican a los de las mujeres que asisten a los CFP. Y hay más concentración de hombres entre los grupos de mayores ingresos, en tanto las mujeres se concentran entre los grupos de menores ingresos.
En relación al nivel de instrucción alcanzado el secundario completo/terciario incompleto es en la Provincia, el de mayor participación relativa. En la Región Centro y en el país, la situación es similar, pero con valores algo diferentes. Un rasgo distintivo para la provincia es la mayor participación que tiene la secundaria técnica en la formación de los asistentes: 3 (Provincia) y 2 de cada diez (Región y el país) de los concurrentes a CFP asistieron a una secundaria técnica. El
género introduce importantes diferencias: las mujeres asisten menos a escuelas técnicas (muy poco más de la décima parte) que en el caso de los hombres. La situación es similar en los tres ámbitos territoriales, pero con diferentes valores entre los hombres, mientras que entre las mujeres es similar, con diferencias de poca magnitud, entre los distintos ámbitos.
El grupo de población con secundario completo/terciario incompleto marca el núcleo de asistentes a los CFP y a donde pareciera que los cursos ofrecen mayores soluciones. Tanto en niveles inferiores (sin instrucción, primario o secundario incompleto) los porcentajes de asistentes caen, más bajos a menor instrucción. Debería indagarse las razones, pero parece suponer que se requiere un nivel mínimo de capacidades para la realización de los cursos en los CFP (o la mayoría de ellos), o el de su aprovechamiento. En el otro extremo, los niveles de mayor instrucción (terciario completo, universitario completo) también presentan bajos niveles de participación, más bajos a mayor instrucción. Aquí habría que indagar si ello es resultado de la oferta de los cursos (su contenido, cantidad suficiente, nivel, horarios, etc) y el aporte de estos a la formación adicional a la universitaria/terciaria, o si existe desconocimiento de los mismos para este grupo de población. En todos los casos, podrían estar actuando múltiples causas, diferentes para los distintos grupos, que deberían investigarse a fin de expandir la utilidad de este tipo de capacitación.
La formación de quienes asisten a los CFP proviene principalmente de instituciones de gestión estatal. Esto prevalece en todos los ámbitos territoriales, pero se observó mayor presencia en la Provincia. En esta jurisdicción, se vio también una diferencia entre los niveles de instrucción, siendo más alto el peso de la gestión estatal en los dos niveles más bajos de instrucción y la situación inversa en los niveles superiores.
En cuanto a lo laboral quedó en evidencia la elevada presencia de alumnos con experiencia laboral (haber trabajado alguna vez) que es más alta en la Provincia, respecto a la Región y el país. Esta experiencia es siempre mayor entre los varones y se incrementa para edades más avanzadas. En el caso de la provincia, la mayor participación de hombres por un lado, y en el grupo de edades más avanzada, donde ya se está inserto en el mundo laboral (20 a 39 años), respecto a la Región y el resto del país (donde hay mayor prevalencia de jóvenes) es consistente con una población con mayor experiencia laboral en los CFP respecto al resto de las jurisdicciones.
Ello se refleja también cuando se evalúa cuál es la situación laboral actual de los alumnos. En el caso de la Provincia hay mayor porcentaje de población ocupada y menor población desocupada (buscando trabajo) respecto a la Región y el total país, quien presenta la peor situación. En este caso, nuevamente la edad y el género marca también claras diferencias. Con respecto a la edad, a medida que se avanza en años la proporción de los que no trabajan disminuye de manera abrupta hasta el grupo de 30 a 39 años y respecto al género siempre las mujeres están en situación más desventajosa respecto de los hombres (menor ocupación, mayor desocupación). Ello también explica la mejor situación relativa de la provincia, en tanto la región, y más aún el país, tienen mayor concentración de los grupos más “vulnerables”, ubicándose ahí a jóvenes (sin experiencia laboral) y mujeres.
En línea con lo anterior, cuando se consultó a los encuestados las razones por las que no encuentran trabajo o no trabajan actualmente, las dos principales (cantidad de menciones) aludidas fueron la falta de experiencia laboral y la edad.
Un fenómeno interesante que surgió del relevamiento es que la inserción laboral mejora para quienes asistieron a escuelas técnicas en relación a sus pares que no concurrieron a escuelas de esa orientación, en particular para la Provincia. El grupo que sí asistió a escuelas técnicas presentaron mayores porcentajes de ocupación y menor presencia de desocupados en el caso de Provincia; en la Región y el país también mayores niveles de ocupación, aunque el nivel de desocupados resulta igual entre ambos grupos. Asimismo, quienes asistieron a una escuela secundaria técnica han manifestado encontrar trabajos más afines a la formación recibida, en los tres ámbitos territoriales. Un hecho que favorece nuevamente a la Provincia, es que tiene en sus alumnos, mayor participación de formación en escuelas técnicas respecto al resto de las jurisdicciones.
El análisis de los principales sectores productivos en los que se desempeñan quienes concurren a los CFP también marca características particulares entre Provincia y resto de la Región/ país. Así, pues en la Provincia la mayor actividad es la de Industria/Construcción, en tanto en la Región y en el país ese lugar lo ocupa Ventas/Comercio y gana también participación relativa el sector de servicios. El mayor peso de la actividad industrial también influye en la participación relativa entre hombres y mujeres. Tal como se reflejó en el estudio, es un sector claramente masculino: representa a 4 de cada 10 hombres ocupados frente a 4 de cada 100 mujeres ocupadas. En el caso de Ventas/Comercio, por el contrario, es mayor la presencia de mujeres.
La modalidad, en términos de la relación laboral que se establece en el desarrollo de la actividad productiva, la que predomina es la relación de dependencia y la otra modalidad que adquiere cierta relevancia es la de cuentapropista. Esto ocurre en los tres ámbitos considerados, con proporciones algo diferentes entre ellos y también entre varones y mujeres.
En relación a los cursos realizados previamente de CFP, en la Provincia es mayoritaria (poco más de la mitad) la participación anterior en estos cursos; a la inversa, en las otras jurisdicciones que integran la Región Centro y las del país, es mayoritaria -con valores similares- la proporción de quienes no los habían realizado. Se encuentra en la Provincia una importante concentración (tres cuartas partes) de los que realizaron hasta 2 de estos cursos; en los otros dos ámbitos, la concentración, es algo menor. Ello probablemente tenga que ver con la edad de los participantes, que como se mencionó anteriormente, es mayor que en el resto de las jurisdicciones, pero a su vez, se podría inferir una valoración positiva de los cursos de los CFP en tanto son realizados con mayor frecuencia y en más de una oportunidad.
La valorización de los cursos de los CFP y su vinculación con el ámbito del trabajo quedó manifiesta entre las razones mencionadas de por qué eligió el curso actualmente en desarrollo, siendo que la mayoría mencionó cuestiones laborales. En primera instancia, es que se visualiza la utilidad que tiene para obtener un trabajo o cambiar de trabajo (mejor o distinto). El otro motivo más mencionado es que el curso resulta de utilidad para su trabajo. Ambas razones concentran casi tres cuartos de las respuestas.
A modo de síntesis, el estudio realizado mostró algunas características particulares de los alumnos que se capacitan en los CFP de la Provincia, las cuales marcan algunas diferencias respecto al resto de la Región/país. Entre ellas se pueden mencionar ciertos rasgos estilizados (en tanto se ha visto refiere a mayores participaciones relativas y no absolutas) que hacen a esta población:
En tal sentido, se podría referir que quienes se capacitan en los CFP de la Provincia son ma-
yormente hombres, en edad de 20 a 39 años, más avanzada que en el resto de la Región/país. Tienen mayor experiencia laboral y una mejor inserción laboral: hay mayor nivel de ocupación y menor desocupación. Su formación viene de escuelas de gestión estatal en un alto porcentaje, y hay mayor presencia de formación en secundarios técnicos. Ese antecedente influye también en su inserción laboral y su valoración de los cursos del CFP en relación a su actividad laboral. Prevalece el sector industrial/construcción en donde hay mayor presencia de hombres y, probablemente, haya mayor necesidad/oferta de cursos afines. En la provincia también hay una mayor concurrencia y utilidad de estos cursos, mostrando mayor frecuencia y experiencia en los mismos. Su valoración está vinculada al ámbito laboral.
Estas características dan cuenta de una realidad de los CFP provinciales, a quiénes se dirigen y si están en línea con los objetivos en materia de educación, formación de recursos humanos y empleabilidad de la Provincia. Dando lugar a mejorar aspectos relacionados al nivel educativo de la población objetivo y asegurar así un nivel mínimo de capacidades para lograr expandir la formación a mayores niveles de instrucción.
Los datos presentados evidencian el rol clave que cumple la formación profesional, no solo como instancia de perfeccionamiento y actualización de habilidades y competencias de los/as trabajadores/as, sino también como ámbito en el que muchos encuentran la ampliación de sus horizontes, ya sea porque facilita las oportunidades de inserción laboral o porque es una instancia de capacitación que actúa como “puente” con otros niveles educativos. El valor que presenta la FP, permite repensar y revalorizar el rol de la educación técnica media y la educación pública en general. Su vinculación con el ámbito laboral y social, en tanto es una formación vinculada a mejorar capacidades que permitan el desarrollo productivo y mejora de competitividad, a la vez que permite una mejor inserción laboral y con ella, mejores condiciones de vida para la población.
De esta manera, el rol que cumplen los CFP adquiere relevancia en cualquier ámbito territorial, siendo necesario desarrollar políticas públicas que atiendan las diferencias identificadas que reduzcan las situaciones más desiguales que se han identificado. En tal sentido, cobra relevancia el desarrollo de políticas de género que atiendan las inequidades señaladas entre las condiciones que hombres y mujeres presentan, en tanto se han han visto singulares diferencias -no sólo en la Provincia-, siempre con posiciones desventajosas para las mujeres. Dado que las mismas permean en diferentes dimensiones de la vida (educativa, laboral, económica y la referente a la del cuidado), es sumamente necesario que se desarrollen políticas públicas con un impronta integral de manera poder abarcar los diferentes aspectos que atraviesa la problemática, haciendo partícipes de la respuesta a los actores ( gubernamentales y no gubernamentales) que, con diferentes grados de responsabilidad, deben contribuir a cambiar la realidad.
1. Tasa de Repitencia: Porcentaje de alumnos que se matriculan como alumnos repitientes en el año lectivo siguiente. 2. Tasa de Abandono Interanual:Porcentaje de alumnos que no se matriculan en el año lectivo siguiente. 3. Tasa de Promoción Efectiva: Porcentaje de alumnos que se matriculan en el año de estudio siguiente al año