Sofía ha resucitado, caminado sobre el agua (ardiente) y muerto por nuestros pecados en incontables ocasiones. Palabra de dios. (Todos responden: Amén.) Después de esta sarta de subjetividad (me sorprendería que usted siga leyendo esto en este punto) sólo quiero que Sofía descubra cómo hacer para revivir muertos. A mí, de esas maneras estúpidamente poéticas, me ha revivido muchas veces. No puedo decir lo mismo de Batman y mucho menos de Jesús.
José Aramburo