Etnodesenvolvimento Quilombola: Coqueiros, Mirangaba, Bahia

ETNODESENVOLVIMIENTO QUILOMBOLA Una propuesta sustentable para el desarrollo de un Centro Etnoeducativo Productivo

Quilombo de Coqueiros, Mirangaba, Bahia

2020

Al Quilombo de Coqueiros, por enseĂąarnos tanto y hacernos sentir parte de su comunidad.

Ao Quilombo de Coqueiros, por nos ensinar tanto e nos fazer sentir parte de sua comunidade.

RESUMEN Gran parte de los proyectos arquitectónicos modernos y contemporáneos no han sido capaces de enfrentar la actual crisis social y ambiental, en este sentido, este trabajo busca fomentar soluciones a partir de otra perspectiva, hacia las comunidades tradicionales quilombolas, que han adquirido a lo largo de los siglos una amplia gama de conocimientos y técnicas constructivas, invisibilizadas desde el proceso de colonización de Brasil. Así, por medio de una propuesta basada en el Etnodesenvolvimiento y en la Arquitectura Vernácula, se pretende explorar el potencial de la intervención arquitectónica como motor de un cambio social, económico y cultural, a través del planteamiento de un Centro Etnoeducativo catalizador del desarrollo sustentable de la comunidad, que valorice su identidad quilombola, y sea un camino para la conquista de su autonomía.

Palabras claves: Comunidades Quilombolas; Etnodesenvolvimiento; Arquitectura Vernácula; Desarrollo Sustentable;

Centro Etnoeducativo y Productivo Quilombola: una propuesta de desarrollo sustentable para el Quilombo de Coqueiros, Bahia, Brasil.

ÍNDICE 02 Introducción Justificación Planteamento del Problmea

09 Capítulo I: Marco Conceptual Desarrollo Sustentable Arquitectura Vernácula como Manisfestación Cultural Etnodesenvolvimiento Quilombola

23 Capítulo II Sertão Nordestino Ubicación Factores Climácticos e Hidrográficos Vegtación y Suelos

29 Capítulo III: Comunidades Quilombolas Identidad y Territorialidad Situación Actual y Papel del Estado Tecnicas Constructivas Tradicionales: Interrelaciones Brasil-África

ÍNDICE 45 Capítulo III Quilombo de Coqueiros Tradiciones y Cultura Situación Actual Actividades de Subsistencia Economía Productiva Batalhão: La Fuerza del Trabajo Colectivo Tipologías y Sistemas Constructivos Reunión Participativa

69 Capítulo IV Escuela Canudos Situación Actual Sustentabilidad de la Edificación Estrategias de Diseño

77 Capítulo V: Centro Etnoeducativo Fase de Rescate Fase de Desarrollo Fase de Consolidación Sustentabilidad Productiva

123 Conclusiones Bibliografía

INTRODUCCIÓN

El

cambio

climático,

la

se

crisis

energética,

la

soluciones

de

la

la

explotación

de

social

inminente desigual población

c o n c e n t ra c i ó n y

la

han

enfocado

fomentar

desconectadas

realidad y

en

actual

de

ambiental.

crisis Además,

rec urs o s n a t u ra l e s s on a l g u no s de

el

l o s p ro b l em a s qu e e s t á n p re sentes

hegemónico ha enfocado la atención

en l a a c tu a l id a d . A m ed id a que

en

es t o s f a c t o res siguen agravando la

y

situación del planeta, el concepto

importancia

de

cultural de los pueblos originarios

sustentabilidad

va

ganando

pensamiento

con

las

arquitectónico

civilizaciones

contemporáneas,

olvidando

histórica,

social

y

y

entendiéndose

nueva

del aporte de sus con oc i mient os

forma de pensar la construcción

ancestral es so bre l a arqui tectu ra

civil y todo lo que la envuelve.

v er nác ul a.

Dentro

términos

de

como

una

este la

ámbito,

Arquitectura

tradicionales,

la

importancia en el panorama global, como

comunidades

modernas

y

En este sentido, siendo los

modos de vida de las comunidades

Vernácula se destacan, por plantear

tradicionales

soluciones

ejemplo de un desarrollo sostenible,

arquitectónicas

que

rurales

el

mejor

aprovechen los recursos naturales

el

como la tierra, utilice técnicas

plantea el estudio y el análisis de los

tradicionales y reduzca el impacto

Quilombos brasileños, comunidades

ambiental,

constituidas

por

construcción de edificaciones de

de

africanos

llevados

bajo costo e impacto ambiental.

forzosamente

a

durante

Sin embargo, gran parte de

los períodos de colonización que,

las construcciones arquitectónicas

en el proceso de resistencia a la

permitiendo

la

trabajo

esclavos

de

grado

propuesto

descendientes Brasil

esclavitud, sociales

que

originaron ocupan

grupos

territorios

desértico existente en gran parte del continente africano.

comunes y comparten características

culturales hasta el día de hoy,

los quilombos se enfocó en el Sertão,

como el apego a su identidad y el

concluyendo

respeto por la tierra que habitan;

de la Comunidad Quilombola de

ya que representan un símbolo de

Coqueiros, en Mirangaba, Bahía,

resistencia, libertad y sustento.

por el destaque que presenta en

gran

diferentes aspectos: su liderazgo y

quilombos

articulación social; el papel central

En

Brasil

diversidad distribuidos pero,

debido

hay

una

de por a

todo la

el

país,

historia

de

De esa manera, el estudio de

las

con

mujeres,

la

escogencia

rompiendo

las

de

barreras de género que están muy

colonización del territorio, ellos

presentes en Latinoamérica; sus

se concentran al nordeste de la

innovaciones en cuanto a producción

región, sobretodo en el Sertão,

agrícola orgánica; el ecoturismo

una región de características semi-

como fuente de ingreso; la fuerza

árida, que se asemeja al bioma

del trabajo colectivo como motor

del desarrollo de la comunidad;

por medio de una propuesta de

además de la permanencia de las

intervención arquitectónica basada

costumbres y tradiciones africanas,

en el Etnodesenvolvimiento, que

hecho que se manifiesta también en

tiene

las tipologías de sus construcciones

el

y en los sistemas constructivos

acondicionando y ampliando los

empleados.

espacios de encuentro, aprendizaje

y

la

En el estudio y análisis de Comunidad

de

Coqueiros

se

como

objetivo

desarrollo

de

producción,

contribuir

de

en

la

comunidad,

manera

a

generación

de

detectó la importancia que tienen

ingreso

los espacios de encuentro en cuanto

autonomía

al aprendizaje colectivo para el

de

la

intercambio de saberes, experiencias

Para esto, se intervendrá la

y

hay

Escuela Fundamental Canudos, la

una carencia muy fuerte de esos

cual se encuentra en construcción

espacios y de una infraestructura

desde 2016, pero que, actualmente,

capaz de generar ese intercambio

está paralizada debido a la falta

multidimensional,

que

de materiales y de mano de obra

afecta también las posibilidades de

calificada, pues la manera como fue

ingreso del Quilombo, además de la

pensado el proyecto depende del

preocupante situación con respecto

Estado para ser culminado.

al acceso a servicios básicos como el

agua, que escasea durante algunos

la

períodos del año afectando todo

través del proyecto de un nuevo

el sistema local de sobrevivencia,

Centro

como la agricultura y ganadería.

más que una escuela, busca ser

un

vivencias.

Por

lo

propuesto perfeccionar constructivos las

Sin

embargo,

hecho

tanto, busca los

el

proyecto

rescatar

sistemas

quilombo, y

en

la

identidad

en

su

valoración quilombola.

En este sentido, se plantea recualificación

centro

producción

del

lugar

Etnoeducativo, de

que

capacitación

Quilombola,

a

y

motor

de la comunidad y referencia para

de

el desarrollo de nuevos proyectos

quilombolas,

dentro del Quilombo de Coqueiros.

tradicionales

comunidades

y

del

la

impulsar

JUSTIFICACIÓN

Teniendo en cuenta que gran parte de los proyectos arquitectónicos no han sido capaces de enfrentar la crisis social y ambiental global de la actualidad, este trabajo final de grado busca fomentar soluciones a partir de otra perspectiva, hacia los pueblos originarios, los cuales han adquirido a lo largo de los siglos una amplia gama de conocimientos y técnicas constructivas, que sin embargo, fueron invisibilizadas desde la colonización, lo que impidió la natural evolución de las arquitecturas tradicionales debido a la imposición de modelos ajenos al lugar, ignorando la gran diversidad y potencialidad de los diferentes grupos étnicos.

Esta histórica invisibilización es perceptible también en las escuelas de arquitectura, que se han enfocado en los referentes occidentales eurocéntricos, eliminando del pensum materias referentes a la arquitectura vernácula, imposibilitando el conocimiento de los sistemas constructivos tradicionales y su mejoramiento y aplicación (Agbo, 2018).

En este sentido, el estudio de las comunidades tradicionales, que habitan diversos ecosistemas, y que a pesar de las situaciones precarias en la que viven, han

conseguido sobrevivir y perdurar a lo largo del tiempo gracias a su lucha, constancia y aprovechamiento de los recursos que la naturaleza les ofrece, puede aportar un aprendizaje esencial para el desarrollo de soluciones sustentables capaces de enfrentar la crisis social y ambiental actual.

En Latinoamérica se destacan las Comunidades Quilombolas, etnias tradicionales dentro del territorio brasileño formadas por grupos de esclavos africanos llevados a Brasil durante el período de colonización portuguesa, que en resistencia se unieron en la lucha por su libertad contra el mayor sistema esclavista del mundo, sistema abolido en 1888, pero que ha producido consecuencias estructurales que siguen impactando gravemente la vida de la población afrobrasileña. Según el Índice Global de Escravidão publicado en 2018, en Brasil aún existen 369 mil personas en situación análoga a la esclavitud y 30 millones de personas en situaciones precarias, de manera que la abolición representó el fin de la segregación racial y el acceso a sus derechos.

Los Quilombolas representan un espacio colectivo multicultural donde el aprovechamiento de los recursos naturales

que se encuentran inmersos en el contexto es esencial para el desarrollo y sobrevivencia de la comunidad, punto clave para su elección como caso de estudio dentro de este trabajo de grado, además de su vinculación directa con la cultura africana, sistemas constructivos tradicionales y materiales nativos, en donde se destacan la utilización de la tierra para confección de bloques de adobe, fundaciones de piedra, estructuras en madera y cerámica para techos y suelos.

Estas tipologías arquitectónicas, que son más recurrentes en el Sertão - desierto en portugués - de Brasil, buscan mejorar las condiciones climáticas dentro de la región,

aprovechando la tierra en paredes para el control de la temperatura y techos para recolectar agua, pero la falta de apoyo técnico ha limitado el mejoramiento de estos sistemas constructivos.

Pese a esto, los Quilombos continúan representando un espacio colectivo multicultural donde el aprovechamiento de los recursos naturales es esencial para el desarrollo y la sobrevivencia de la comunidad, desarrollo tradicionalmente sustentable capaz de adaptarse a las mudanzas y permitir el libre desenvolvimiento de su cultura.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La Comunidad Quilombola de Coqueiros, en Mirangaba, Bahía, se destaca por diversos aspectos ecológicos, sociales y económicos. Tras estudiar y analizar la zona durante una inmersión de cinco (5) días en la comunidad, en el mes de enero del 2020, fue posible detectar la importancia que tienen los espacios de encuentro y de aprendizaje colectivo para el desarrollo productivo de este sector, así como para el mantenimiento del carácter comunitario de Coqueiros y de su identidad quilombola.

No obstante, la carencia de estos espacios ha impactado la calidad de vida de los moradores, llegando a detener el crecimiento sostenible del Quilombo. Así mismo, la falta de infraestructura capacitada para solventar los problemas en cuanto al acceso de los servicios básicos, como el agua, ha comprometido la sobrevivencia de los Quilombolas de Coqueiros.

Esta situación ha conllevado a un éxodo rural en la comunidad, ya que, debido a la falta de perspectivas a futuro, jóvenes y adultos han abandonado sus comunidades para obtener mejores ingresos, ayudar a sus familias y adquirir una mejor calidad de vida. Sin embargo, los trabajos que

usualmente encuentran son derivados de grandes compañías de agricultura, las cuales exponen a sus empleados a químicos y fertilizantes, generando que gran parte de las personas que deciden irse regresen a los Quilombos con enfermedades derivadas de estos agrotóxicos.

Además del éxodo rural y la carencia de espacio para el intercambio de saberes, la comunidad de Coqueiros carece de construcciones aptas para afrontar las condiciones climáticas que presenta la región, lo que genera incomodidades a la hora de habitarlas. De igual forma las edificaciones existentes dentro de la comunidad muestran problemas estructurales debido a la mala ejecución de las técnicas constructivas empleadas, problemas presentes tanto en construcciones más tradicionales como en construcciones contemporáneas, realizadas actualmente con materiales industrializados y técnicas constructivas no tradicionales.

Este deterioro en las construcciones tradicionales, junto al prejuicio existente sobre las edificaciones de tierra y su vinculación con sociedades en situación de pobreza extrema, ha provocado su

invisibilización, apagando parte de su cultura constructiva e identidad Quilombola.

La historia y las condiciones ambientales de la Comunidad Quilombola de Coqueiros poseen un gran potencial, que de ser correctamente aprovechado permitiría el desarrollo de la zona y la exaltación de una cultura de gran valor en Brasil. Es por ello que este trabajo busca indagar a través de procesos de análisis, reflexión y diseño proyectual, como una intervención arquitectónica en la zona permitiría promover el desarrollo del Etnodesenvolvimiento quilombola como solución a las problemáticas expuestas previamente. Igualmente, se pretende reflexionar en torno a la necesidad actual de promover técnicas constructivas para

desarrollos sustentables y sostenibles, que generen cambios a nivel global en términos de cambio climático y riesgos sociales y económicos.

Se busca dar respuesta a una interrogante principal: ¿qué acciones son necesarias para impulsar el desarrollo de esta comunidad, potenciando sus cualidades ambientales y promoviendo un desarrollo sustentable, en función a su bagaje histórico? Por ello se pretende entender el papel de la intervención arquitewctónica como motor de un cambio social, económico y cultural, estableciendo cómo ésta puede favorecer el rescate de técnicas autóctonas, para que aprovechando los recursos que ya la comunidad posee, se generen nuevas perspectivas prósperas económicamente y ecológicamente positivo.

CAPÍTULO I

MARCO CONCEPTUAL En este capítulo se desarrollaron los conceptos necesarios para la comprensión del Desarrollo Sustentable y el papel de las comunidades tradicionales y su importancia dentro de la Arquitectura Vernácula, que permitieron la elaboración un proyecto que tuvo como objetivo el Etnodesenvolvimiento del Quilombo de Coqueiros.

Desarollo Sustentable

El cambio climático, la inminente crisis energética, la desigualdad social y la explotación de los recursos naturales son algunos de los problemas que están muy presentes en la actualidad. A medida que estos problemas perduran, aumenta la posibilidad de vivenciar a nivel mundial un colapso social, ambiental y económico.

Como solución a estos problemas, el planteamiento de un desarrollo sustentable se ha colocado como meta a alcanzar colectivamente. Pero la verdadera comprensión del concepto de sustentabilidad es una tarea difícil, y más aún es llevarla a cabo.

En este sentido, es esencial una investigación multidimensional sobre la sustentabilidad en diferentes ramas de conocimiento para permitir la comprensión de su concepto, e integrar un mejor sistema de desarrollo, que posea una visión más amplia desde diferentes ámbitos y escalas, donde se promueva la sustentabilidad y

se permita actuar y construir un saber colectivo hacia una calidad de vida humana que esté en coherencia con la naturaleza.

Diferentes autores recomiendan primero realizar un análisis entorno a cuestionar la coherencia conceptual y epistemológica del desarrollo sustentable a lo largo del tiempo, y así, entender mejor cuáles son sus objetivos y cuál es la mejor manera de alcanzarlos (Rull, 2010).

El economista Peter Nijkamp afirma que el desarrollo sustentable es alcanzado cuando el crecimiento de cada dimensión es lograda simultáneamente, a través de un sistema de desarrollo armonioso entre las diferentes dimensiones que permitan el crecimiento económico, la equidad social y la sostenibilidad ambiental.

Sin embargo, es necesario entender con profundidad estas dimensiones y la relación que existe entre ellas para comprender qué tipo de sustentabilidad se busca.

La primera vez que el término

desarrollo sustentable fue utilizado es en el informe de Brundtland (1987), resultado de discusiones realizadas en la ONU y encabezadas por la ex-primera ministra noruega Gro Harlem Brundtland. Este informe introduce el tema ambiental como asunto de seguridad nacional, además analiza, critica y replantea las políticas del desarrollo económico global, y reconoce que, el sistema capitalista se está generando a costa del medio ambiente. El informe también propone un equilibrio entre todas las dimensiones, a fin de satisfacer las necesidades actuales de la humanidad y no a llegar comprometer la satisfacción de las necesidades futuras (Brundtland, 1987), siendo necesario la transformación del sistema económico dominante para garantizar que la industria y la agricultura produzcan energías limpias sobre la base de la utilización de recursos renovables.

Lamentablemente, el Informe de Brundtland a pesar de ser planteado hace más de 30 años, no ha podido alcanzar y aplicar los objetivos que el plantea, por lo contrario, ha provocado resultados opuestos que agravan la situación global.

Debido a que, durante varias décadas, el desarrollo sustentable planteado por la ONU o en cualquier discurso político, ha buscado imponer un modelo común de desarrollo, estableciendo metas para el crecimiento económico de las naciones más

avanzadas, centradas en la industrialización y la modernidad; crecimiento que afecta negativamente la diversidad cultural y que aumenta la exclusión social.

Las consecuencias de no llevar a cabo un sistema de desarrollo sustentable han provocado a su vez la incapacidad de sostener el equilibrio natural de los ecosistemas que lo sustentan, y la incapacidad de conseguir desde el punto de vista práctico, la transformación necesaria para solucionar y revertir el deterioro socio-ambiental. Estas acciones han provocado un crecimiento de la población que sobrepasa la capacidad de alojamiento que posee la tierra, donde los recursos naturales son agotados por medio de un crecimiento económico, el cual utiliza tecnologías e industrias contaminantes y consumidoras de mucha energía para la explotación y apropiación de los recursos.

Para finales del siglo XX y principios del XXI, con el avance del Neoliberalismo, el crecimiento económico se convirtió en el tema central de las políticas públicas internacionales y el mundo entró en una espiral de consumo, incrementando la desigualdad, tanto en países tradicionalmente pobres como en países de ingresos medios y altos (Esquivel, 2015), países que debido a la explotación de sus recursos naturales y humanos, comenzaron a ver destruida su riqueza natural; por otro lado, la brecha entre las clases sociales se

Desarrolo Sustentable: equidad social; sustentabilidad ambiental; crecimiento económico.

amplió, y el mundo comenzó a medir el desarrollo a partir de la apropiación de bienes y recursos.

Conscientes de que el sistema económico aplicado actualmente trae cambios devastadores en los ecosistemas físicos, el informe de Brundtland llama la atención acerca de la importancia que los recursos renovables no se agoten, para lo cual la explotación de los recursos naturales se debe mantener dentro de los límites de la regeneración y el crecimiento natural, a partir de la preocupación del impacto que tendrán sobre el ecosistema. En este sentido, la clave de la sustentabilidad está en la transversalidad, es decir, en los

desarrollos comunes entre los subsistemas considerados que constituyen el progreso de un lugar, regulando el avance del hombre con su entorno y estableciendo una relación armoniosa con el medio ambiente.

Para esto, es necesario cambiar la visión y mentalidad humana, a través de una revolución cultural en la educación y en los valores de la sociedad, tema planteado en 1992 en Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y Desarrollo” realizada durante la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, en la cual se asume por primera vez, y a nivel mundial, el desarrollo sustentable como guía para la formulación de políticas de desarrollo que permitan

la integración entre crecimiento y medio ambiente, dando prioridad y colocando a los seres humanos en el centro de las preocupaciones, reconociendo que todas tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.

Ese mismo año, la Unión Europea elaboró el programa “Hacia un desarrollo sostenible”, reconociendo que el camino hacia este desarrollo es largo y depende de acciones colectivas, afirmando que lo sustentable está ligado directamente a una dimensión temporal, un esfuerzo continuo a largo plazo. Por lo que posteriormente, durante las décadas finales del siglo XX y el inicio del milenio, los cambios necesarios para el inicio de un desarrollo sustentable comienzan a plantearse a partir de la educación con nuevos enfoques y un papel anticipativo que contribuya a gestionar estos cambios (Larrouyet. 2015) , con el fin de concebir el desarrollo sostenible como un planteamiento de alternativas y soluciones que articulen diferentes escalas y que tengan en cuenta que las acciones del presente tienen consecuencias severas en el futuro.

Con este planteamiento, para el 2005 comienza la década de la educación para promover la sustentabilidad propuesta por la ONU, con el fin de impulsar la transición hacia un desarrollo sostenible.

Sin embargo, esta propuesta ignoró la

situación vulnerable en la cual gran parte de la población se encuentra sin la satisfacción de sus necesidades básicas, de manera que el planteamiento se mostró superficial y desconectado con la realidad, incapaz de frenar la espiral de consumo, explotación y la concentración de renta.

La ineficiencia de estos sistemas se vio comprobada en la crisis global ocurrida en el 2008, un colapso que afectó a la mayoría de los países y llevó a una crisis socio-económico global, en que las consecuencias se viven aún en los países del hemisferio sur (Morandin et al, 2015), que, más que una ubicación geográfica, es una condición periférica en la cual los países y sus ecosistemas son históricamente explotados.

Sin embargo, pese a las difíciles condiciones en que gran parte de la población de esos países viven, ellos mantienen una sabiduría ancestral proveniente de los pueblos originarios que, con una amplia visión y diversidad sobre la sustentabilidad, les permite vivir en mejor relación con la tierra.

En este sentido, la realidad que existe en los países del hemisferio sur propuso cambiar la noción de desarrollo sostenible hacia los modos de vida, gestión territorial y técnicas constructivas y productivas aplicadas por las comunidades tradicionales, en donde el concepto

Desarrolo Sustentable: equidad social; sustentabilidad ambiental; crecimiento económico.

planteado centra la atención en el vínculo entre los seres humanos y la naturaleza. Pero, solamente en 2014 es que la ONU aprobó la resolución “Armonía con la Naturaleza”, donde se reconoce la aportación de las comunidades tradicionales, su importancia y la perspectiva que tienen para una vida más sostenible (Morandin et al, 2015), comprobando las debilidades del concepto mundial de sustentabilidad mencionado anteriormente, cuando este no era aplicado en correlación con las comunidades tradicionales.ww

Tras ese cambio de noción acerca del concepto de desarrollo sustentable que los países del hemisferio sur han propuesto,

diversos países de Latinoamérica se juntaron con la ONU en 2015 para la construcción de una nueva agenda, Agenda 2030 para el Desarrollo Sustentable (ODS), para enfrentar la crisis social y ambiental, que, por primera vez, fue desarrollada en correlación con los pueblos originarios y comunidades tradicionales:

Erradicar la pobreza a través del planteamiento de sistemas de protección social, garantizando el derecho a los recursos básicos, incluyendo la propiedad de sus tierras y bienes, con acceso a nuevas tecnologías y servicios económicos;

Alcanzar la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y promover la

agricultura sostenible: acceso seguro a las tierras, oportunidades para la generación de empleos, aplicar prácticas agrícolas resilientes, aumentar la inversión en la infraestructura rural en países más vulnerables;

terrestres: impedir la deforestación e incrementar la reforestación; desarrollar técnicas contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados afectados por la sequía e inundaciones y detener la pérdida de diversidad biológica;

Promover una cobertura sanitaria universal;

Estos objetivos que se plantean por la ODS en la Agenda 2030 son esenciales, pero aún se ven muy abstractos y lejanos, porque no son, de hecho, contemplados en proyectos que desarrollan estas estrategias y promuevan el desarrollo sostenible. Siendo así, ese es el verdadero desafío a ser perseguido, desenvolver acciones e intervenciones concretas en las comunidades capaces de alcanzar esas metas que son urgentes en el contexto actual de crisis social y ambiental.

Garantizar una educación inclusiva, construyendo y adecuando instalaciones educativas que se adecuen a las necesidades de las comunidades;

Garantizar la disponibilidad de agua, su gestión y saneamiento, aumentando el reciclado y la reutilización;

Garantizar el acceso a una energía asequible por medio de tecnologías de energías renovables y reducir la generación de desechos por medio de la reutilización y reciclaje;

Promover el crecimiento económico sostenido, lograr niveles más elevados de productividad económica, erradicando el trabajo forzado, invirtiendo en técnicas de cultivo orgánicas y más productivas y promoviendo el turismo sostenible que promueva la cultura local;

Fortalecer la planificación y la gestión participativas, integradas y sostenibles, proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural de las comunidades;

Gestión sostenible de los ecosistemas

Arquitectura Vernácula: Manifestación Cultural

Las comunidades tradicionales a lo largo de su historia han luchado para conservar su cultura e identidad vigentes por medio de la manifestación oral de sus conocimientos, a través de la comunicación entre generaciones de las vivencias, rituales, tradiciones y experiencias que como comunidad plantean colectivamente en su cotidianidad.

Al considerar cada manifestación colectiva como parte de su cultura, este conjunto de ideas, tradiciones y costumbres comienzan a caracterizar a la comunidad, dando pie a la creación y desarrollo de su identidad, que al tener un carácter público y transmitirla abiertamente como un medio de expresión adquiere una connotación cultural, reflejando las creencias y valores de una comunidad por medio de danzas, canciones, música, artes, entre otras manifestaciones.

Si la arquitectura también es considerada una manifestación cultural de una comunidad, ella debería ser observada a una distancia donde se ultrapase la dimensión formal de la edificación en sí, para observar su simbología y su proceso de materialización, ya que esta arquitectura es el reflejo de una cultura dentro de un

contexto específico. Esta idea junto a una diversidad de ecosistemas, necesidades y memorias conlleva a la construcción de una arquitectura capaz de dar respuesta a un conjunto infinito de variaciones proyectuales, y de adoptar soluciones constructivas diferentes para adaptarse al contexto en donde se encuentra.

La arquitectura como muestra de la cultura e historia de una comunidad popular, indígena, tribal, rural o tradicional se conoce como arquitectura vernácula, que, al contrario de la arquitectura erudita, la arquitectura vernácula según el arquitecto e investigador brasileño Gunter Weimer, posee características únicas como la adaptabilidad, la simplicidad, la creatividad y la forma plástica como resultado de los materiales y técnicas empleadas.

Weimer también plantea que gran parte de esta arquitectura revela las condiciones y el medio de vida de una comunidad dentro un contexto social e histórico determinado, por lo que, para entender las edificaciones tradicionales como una manifestación de su comunidad, es necesario entender la cultura y la historia de la población en todos sus períodos. En este sentido, el estudio de la arquitectura vernácula afirma la idea de que arquitectura es cultura, y que toda cultura es compuesta por diferentes tipos de valores, en donde

los edificios son respuesta de una cultura local, defendiendo la idea de que lo que es adecuado para una cultura no lo es necesariamente para otra (Glassie, 1990).

De esta manera, la arquitectura vernácula puede ser considerada como testimonio de la cultura popular, en donde el uso de materiales nativos y los sistemas constructivos tradicionales son producto de una buena adaptación al medio ambiente, lo cual permite la creación de espacios más confortables como respuesta al clima y contexto local, por lo que la arquitectura vernácula es distinta entre comunidades con realidades diversas, aunque sus características

esenciales, básicas y colectivas parten del mismo origen o raíz. En este sentido, la arquitectura popular y sus técnicas son consideradas esencialmente sostenibles, porque comprende la importancia de mantener y cuidar los recursos que el medio ambiente les proporciona, y parten de ellos para desarrollar soluciones alternativas a las problemáticas presentes en su hábitat.

Sin embargo, pese a la diversidad de manifestaciones arquitectónicas vernáculas existentes en el mundo, de acuerdo con Weimer (2005), esta arquitectura vernácula ha sido invisibilizada y siempre estuvo al margen de la arquitectura erudita, convirtiendo a la arquitectura vernácula

en una arquitectura principalmente desarrollada por comunidades con un nivel económico bajo, generando prejuicio hacia esta arquitectura. Este hecho, aunado a las barreras sociales de la sociedad moderna, la industrialización de la construcción civil, la globalización de nuevos materiales industriales y propagación de nuevas técnicas constructivas no sostenibles, conlleva diariamente a la marginalización de la arquitectura vernácula, impidiendo el intercambio continuo, natural y tradicional del conocimiento ancestral desarrollado por las comunidades tradicionales, que es transmitido por generaciones en sus técnicas de manejo del suelo, de construcción y materiales utilizados (Asquith y Vellinga, 2006).

Al interrumpir su intercambio cultural, el proceso de modificación y adaptación de la arquitectura vernácula al contexto en el que se encuentra comienza a verse afectado, impidiendo el mejoramiento de soluciones más adecuadas a las necesidades sociales, ambientales y económicas básicas, y así, dificultando el desarrollo y crecimiento sostenible de las comunidades tradicionales (Tubaldini, M, Diniz, R. 2011).

Etnodesenvolvimiento Quilombola

En la erradicación de la situación de pobreza en las comunidades tradicionales y rurales se vuelve cada vez más evidente la idea de que este proceso no depende apenas de un alto crecimiento de la renta mensual, sino de la satisfacción de todas las necesidades básicas de los moradores, verdadero objetivo a ser perseguido por una política de desenvolvimiento que abarque un proceso mucho más rico, complejo, multidimensional, donde la economía se torna apenas un componente (Silva, 2013).

Tras el pensamiento mencionado anteriormente, de la profesora de derecho María da Silva, surge la pregunta de cómo debe ser ese desenvolvimiento para las comunidades tradicionales. El antropólogo y sociólogo Rodolfo Stavenhagen propone el Etnodesenvolvimiento como solución, definido como el desenvolvimiento que mantiene el diferencial socio-cultural de una sociedad, su etnicidad. Esto significa que el origen étnico tiene control sobre sus tierras, sus recursos, su organización social y su cultura, y es libre y lo suficientemente fuerte para negociar con el Estado. En estos términos, el etnodesenvolvimiento aboga por la conservación de la diversidad sociocultural para la autonomía de los pueblos.

De esa manera, se tiene que tomar en cuenta durante el proceso de erradicación de la pobreza un planteamiento con soluciones a corto, medio y largo plazo, por medio de la creación de mecanismos institucionales y nuevos diseños de políticas públicas, con el protagonismo y la participación de la población, respetando, preservando e invirtiendo en lo aprendido y acumulado a lo largo de los años por las comunidades, sus estrategias de sobrevivencia y sustentabilidad ambiental, social y cultural.

En ese esfuerzo para alcanzar las condiciones de vida digna para la población, es necesario pensar en mecanismos que rompan la inestabilidad en la adquisición de alimentos por medio de incentivos en la agricultura familiar y colectiva. El estímulo y el apoyo técnico pueden promover plantaciones y colectas más productivas y eficientes para las comunidades. Además, se vuelve evidente la importancia de la manutención de la cultura alimentaria de subsistencia - que fomenten la participación activa de las comunidades en la sistematización de sus conocimientos y prácticas agrícolas para la preservación de su identidad.

En este sentido, el Etno Desenvolvimiento comprende que el aumento de la renta, todavía que se dé de forma significativa, no será suficiente para

superar las otras dimensiones de la pobreza, como el acceso a una vivienda adecuada, con condiciones sanitarias satisfactorias.

Aquí surge, también, la importancia de dar apoyo técnico en el desarrollo eficiente de las técnicas constructivas tradicionales, la utilización de materiales nativos, la enseñanza y aprendizaje de nuevas tecnologías. Además, promover el trabajo colectivo puede significar un avance para la construcción de viviendas y equipamientos que se adecuen a sus necesidades y a los diversos ecosistemas en donde se encuentran inmersas las comunidades.

criación de nuevos mecanismos institucionales y diseños de política

con el protagonismo y participación de la preservando sus culturas y t

es libre y lo suficientemente fuerte para negociar con el Estado

ETNODESENVO

proceso multidimensiona conservación de la diver para la autonomía pr comunida

mantiene la etnicidad de las comunidades diversificación de las acti el origen étnico tiene control sobre sus tierras, sus recursos, su organización social y su cultura

valorización de la Identidad étnica

generación d

población radiciones estudio de sus conocimientos agrícolas y constructivos tradicionales

OLVIMIENTO

al que aboga por la rsidad sociocultural roductiva de las ades

DESAROLLO SUSTENTABLE

uso de materiales locales

vidades productivas

BIOCONSTRUCCIÓN

identificación y mejoramiento de los espacios de intercambio de saberes

e ingreso

desenvolvimiento de proyectos de viviendas y equpamientos que se adecuen a sus necesidades

CAPÍTULO II

SERTÃO NORDESTINO En este capítulo se presenta todo lo referente a la situación contextual de la región de estudio, el Sertão de Brasil, con el fin de tener un entendimiento completo sobre los factores sociales y geográficos que inciden específicamente en el área de intervención.

El Sertão es la mayor de las cuatro subregiones del Nordeste de Brasil - por extensión territorial, cerca de 1.558.196 km², comprendido por 9 estados: Alagoas (AL), Bahía (BA), Ceará (CE), Maranhão (MA), Paraíba (PB), Pernambuco (PE), Piauí (PI), Rio Grande do Norte (RN) e Sergipe (SE).

Debido a su localización, cerca del Ecuador geográfico, la región es afectada por intensos períodos de sequía generando como consecuencia un bajo nivel pluviométrico, las temperaturas se mantienen uniformes durante el año, entre 32°C y 26°C, temperaturas características de un clima semiárido. w

Además, los períodos de sequías se ven intensificados por los fenómenos El Niño y La Niña (Boligan, et al., 2005), generando el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico, en las proximidades de la costa oeste de América del Sur, lo que conlleva a que la zona semiárida de Brasil obtenga niveles pluviométricos cada vez más bajos.

Tras estos cambios climáticos, la región ha sufrido grandes impactos nocivos

para la población y para el medio ambiente.

En la década de los años 1990, por ejemplo, la región fue intensamente afectada por los efectos del El Niño, provocando que 5 millones de personas fueran perjudicadas debido a la muerte de los animales, destinados a la ganadería, y a la pérdida de las producciones agrícolas. Sin embargo, según el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) de Brasil, el peor período de sequía fue de 2012 a 2017, con seis años consecutivos de índices pluviométricos abajo de la media, los cuales oscilan entre 200 y 800 milímetros en un año normal, siendo la subregión dentro de territorio brasileño con el menor índice pluviométrico de todo el país (Boligan, et al., 2005).

Las áreas que presentan menor pluviosidad están localizadas en la región del Vale de São Francisco, región drenada por el río São Francisco y sus afluentes, localizada en los estados de Minas Gerais, Sertão de Bahía, Pernambuco y Alagoas.

Los efectos de la sequía desarticulan la estructura productiva local, lo que causa efectos sociales devastadores. La población

durante los grandes períodos de sequía no posee una infraestructura adecuada para convivir con el fenómeno climático, provocando que muchas personas, que dependen de la lluvia para la producción agrícola y la cría de animales, abandonen sus residencias habituales.

La perspectiva sobre la región semiárida nordestina es preocupante, se estima el aumento de la media de temperatura del Nordeste de 2ºC a 5ºC hasta el final del siglo XXI, modificando los ciclos hidrológicos de la región, según la Fundación SINTAF - Instituto o Direito por um planeta Verde - en Brasil.

El aumento de 1% de la temperatura es suficiente para generar impactos negativos en la producción de insumos, de esta manera, según el estudio realizado por la fundación, la previsión de tierra disponible para la agricultura será del 79% menor en el 2050 de la que se tiene actualmente.

El cambio de los patrones de lluvia implica también impactos significativos sobre la utilización del agua para el consumo humano, agrícola y para el dirigido a la producción de energía eléctrica, generando riesgos sobre la seguridad alimentaria, en la medida que las condiciones para la producción agrícola son intensamente perjudicadas. Debido a la falta de planeamiento urbano en un contexto de pobreza extrema, la vulnerabilidad de las

comunidades, junto a una mala gobernanza en la gestión pública y la no aplicación de recursos para un desarrollo sostenible, generan una situación climática aún más crítica.

En cuanto a los aspectos hidrográficos, la región del nordeste de Brasil presenta una modesta hidrografía, la mayoría de los ríos de esta zona son temporales. La lluvia representa la única fuente de realimentación para la humedad del suelo, del flujo de los ríos y de los acuíferos de la región semiárida.

Por otro lado, la hidrografía del Sertão también está formada por aguas subterráneas, presente principalmente en los suelos sedimentarios, los cuales representan el 50% de los suelos presentes en el Sertão.

El otro 50% son suelos cristalinos los cuales poseen poca capacidad de almacenamiento de agua, por lo general esta es salobre y de mala calidad.

El suelo del semiárido reserva cerca de 4000 billones de m3 de agua dulce subterránea, donde 20 billones en total por año podrían ser aprovechados durante los períodos de sequía que afectan la región. Las aguas subterráneas al tener una excelente calidad para el abastecimiento doméstico, industrial y para la irrigación, permitió la creación de cerca de 5 mil pozos tubulares, logrando un flujo de hasta 500m3/h (Rebouças, 1973; Costa, 1994). Estos reservorios de agua poseen una

eficiencia estimada de en 1/5 de el volumen almacenado, debido al alto nivel de pérdidas con la intensa evaporación de agua en los suelos de la región semiárida (Viera, 1994).

Lamentablemente, la sanidad de los pozos de agua poco a poco se vio afectada, debido a la falta de control y a la utilización de los mismos para proveer al ganado de agua, estos se volvieron insalubres y no aptos para el consumo humano.

La evaporación por otro lado ocasionó procesos de salinización cíclica de las aguas almacenadas, debido a la falta de criterios de uso y protección de la calidad del agua acumulada en los reservatorios (Santiago et al., 1986).

En este sentido, la situación de

la mayoría de las fuentes de agua es preocupante, debido a la construcción de pozos construidos sin criterios y sin recursos económicos para la utilización de tecnologías para su construcción, lo que ocasiona la contaminación de esas fuentes de agua.

Por lo tanto, la comprensión del potencial hídrico renovable y la aplicación de criterios en regiones donde los ríos secan durante varios meses durante el año podría permitir una mejor convivencia con la sequía, teniendo en cuenta que un mejor conocimiento del bioma permite la realización de un plan de acción durante estos periodos. Los diferentes tipos de vegetación presentes en el semiárido del

los principales tipos de vegetación son la

biodiversidad de este ecosistema.

Caatinga, las florestas estacionales, los campos

rupestres y el cerrado.

única que no es encontrada en ninguna otra

La más característica es la Caatinga,

parte del mundo, sin embargo, a pesar de esta

la cual ocupa un área aproximadamente

importancia, es el tercer bioma más devastado

de 955.000km2, la misma está presente en

de Brasil, después del Amazonia y el Cerrado.

todos los estados insertados en el Sertão. La

También posee el menor número de unidades

vegetación se caracteriza por presentar árboles

de conservación, convirtiéndolo en el bioma

y arbustos relativamente bajos, de hasta 5 m, de

más vulnerable. Cerca de 45% de su área ya

troncos finos y hojas pequeñas o compuestas.

fue perjudicada. Solamente entre 2002 y 2008,

Cactus y bromelias terrestres, son elementos

perdió 16500 km 2 de su cobertura original. La

importantes de ese paisaje.

región del Nordeste de Brasil, en razón de la

Las plantas de la Caatinga poseen

diversidad de climas, formaciones vegetales,

adaptaciones al clima, características de una

tipos de rocas y conformaciones de relevo,

vegetación xerófila. Entre las adaptaciones

presenta una gran diversidad de ambientes,

más importantes están las hojas en la estación

y consecuentemente, de suelos. Estos suelos

seca, y la presencia de sistemas de raíces bien

presentan características morfológicas, físicas,

desenvueltas. Son plantas capaces de evitar

químicas y mineralógicas marcantes.

pérdidas excesivas de agua por la evaporación,

del mismo modo son capaces de obtener agua

puesto el bioma en riesgo, a punto de que

del suelo durante los períodos de la sequía.

algunas áreas alcancen un nivel irreversible de

A pesar de su capacidad para sobrevivir

degradación, conllevando a la desertificación

a los largos períodos secos, los distintos factores

de la zona. De acuerdo con el Laboratório de

como los procesos de erosión y el viento, no

Análise e Processamento de Imagens e Satélites

permiten su evolución y adaptación al clima.

(Lapis), de la Universidad Federal de Alagoas

De la misma manera vale la pena resaltar que la

(Ufal), 12,85% del Sertão brasileño, un área

Caatinga no siempre fue la que se tiene hoy, su

aproximadamente de 126.336 km², está afectada

vegetación sufrió un proceso de degradación,

por el proceso de desertificación. La situación

por constantes incendios provocados para

es aún más preocupante en cuanto a las ASDs,

limpiar el terreno para el uso del suelo en las

áreas susceptibles a la desertificación, casi

actividades agropecuarias, y que juntos a una

1.340.863 km² (16% del territorio brasileño) se

ganadería extensiva, generaron la extinción de

tornará infértil si no se toman acciones para

diversas especies, lo que es una pérdida en la

prevenirla.

La Caatinga posee una vegetación

Sin embargo, la acción humana ha

CAPÍTULO III

COMUNIDADE QUILOMBOLAS

En este capítulo se presenta todo lo referente a las comunidades Quilombolas, su historia y trayectoria, su identidad y su apego por la tierra que habitan, y la influencia africana en su cultura, en las tipologías arquitectónicas y en las técnicas constructivas empleadas.

Quilombos, un pedazo de África en Brasil

En Latinoamérica se destacan las Comunidades Quilombolas, territorios comunes formado por descendientes de etnias africanas distribuidos en el territorio brasileño, y concentrándose en mayor cantidad en el Sertão, que en su origen, se unieron en la lucha por su libertad contra el mayor sistema esclavista del mundo, pero que a pesar de haber sido abolido en 1888, este ocasionó consecuencias estructurales a nivel social y económico que siguen impactando la vida de la población afrobrasileña.

A lo largo de toda la historia, las poblaciones de origen africana e indígenas fueron desterradas de sus tierras, de su cultura y sus tradiciones, y sometidas a innumerables procesos deshumanos de explotación, trabajo forzado y violencia.

Durante el proceso de colonización de Brasil, 500 a 600 mil africanos fueron esclavizados a lo largo de tres siglos, hasta 1888 que fue oficialmente abolida la

esclavitud, con la firma de la Ley Áurea. Sin embargo, la abolición no representó el fin de la segregación racial y del no acceso a sus derechos, situación que permanece latente en Brasil en la actualidad (Boaventura, 2000).

En este período de esclavitud, grupos de resistencia se unieron en la lucha contra el sistema esclavista, formándose así los Quilombos, territorios comunes ocupados por esclavos que intentaban sobrevivir y alcanzar su libertad. Esas comunidades significaron espacios únicos para el intercambio de sus culturas y para reafirmar su identidad. Este acto de apropiación del espacio para vivir de manera libre también pasó a significar un acto de lucha, de guerra y de conquista.

El territorio ocupado por los quilombolas forma parte de su historia, un espacio donde su identidad fue formada, donde se nace y se vive gracias a la libertad conquistada, que permanece como herencia para sus descendientes. Esas tierras representan un espacio colectivo y multicultural, donde el aprovechamiento

de los recursos naturales que se encuentran inmersos en el contexto es esencial para el desarrollo y sobrevivencia de la comunidad.

Constituyen un espacio con reglas comunes entre los diversos grupos familiares, cuyas relaciones son orientadas por la solidaridad y la ayuda mutua, que son la base para su permanencia en el lugar. Estas reglas varían entre las diferentes comunidades que se encuentran localizadas en todas las regiones de Brasil, por lo que son distintas entre sí, debido a que ocupan ecosistemas diversos, desenvuelven diferentes estrategias de exploración de sus territorios y de los recursos que estos les proporcionan.

Los quilombolas tienen un papel muy importante en los procesos sociopolítico-culturales de la construcción de la sociedad brasileña, debido a la pluralidad de los pueblos africanos, Yoruba, Gegê, Ewé, Mina, Congo, Angola y Mozambique, que dieron origen a los Quilombos (Weimer, 2005). Comunidades caracterizadas por desenvolver trabajos colectivos, como la agricultura familiar y domiciliar, base para la producción de sus alimentos, comercializando, cuando es posible, el excedente de ellos; donde el conocimiento y los saberes adquiridos por sus antepasados son transmitidos a través de generaciones, por medio de vivencias y experiencias de lo cotidiano. Donde la naturaleza además de proporcionar alimento y materia prima

para la construcción de sus viviendas, se convierte también en abrigo y refugio.

Actualmente, los Quilombos, denominados Comunidades Remanescentes de Quilombos, o Terras de Pretos, se organizan en todo Brasil, en las diferentes regiones, reviviendo el legado de sus antepasados, conservando su manera de vivir y transmitiendo esa herencia ancestral de resistencia a las generaciones siguientes. Los conocimientos y saberes son transmitidos por medio de procesos educativos, que, en lo cotidiano, se celebra su cultura de origen, re-elaboradas en la dinámica de sus vidas, que se van transformando, de un lugar a otro, pero conservando los fundamentos y valores de sus orígenes.

Entre los múltiples saberes, se destacan el respeto a sus antepasados; el respeto a la naturaleza, conocimientos del bioma en el que vive y de la gestión del agua, conocimiento sobre las plantas y hierbas medicinales, sobre la agricultura y técnicas de cultivo, y sobre técnicas constructivas tradicionales. La tierra que habitan es, por lo tanto, un patrimonio que posibilita su existencia y fortalece su identidad. La libertad que adquirieron se ve reflejada en esa tierra habitada, un refugio que durante años permitió la creación de una vida sustentable en comunidad.

Identidad y Territorialidad

Al entender la importancia del territorio para las comunidades quilombolas como base para la constitución de su identidad, se hace evidente la noción de territorialización adquirida por esos pueblos a través de la apropiación, identificación y pertenencia por la tierra que habitan (Haesbaert, 2013). El proceso de territorialización se lleva a cabo por medio de un sistema de relaciones productivas y simbólicas entre los habitantes que viven en ese territorio, estas interacciones modifican tanto las relaciones con la naturaleza como las relaciones sociales.

Así, los quilombolas al organizarse en pro a sus derechos, en búsqueda de su libertad y de la manifestación de su cultura, luchan para territorializarse, negando el lugar que tenían designado por el sistema esclavista o por la sociedad excluyente, estableciendo así una nueva territorialidad.

Giovana Silva, fundadora de la Coordenação Nacional de Articulação de las Comunidades Negras Rurais Quilombolas (CONAQ), menciona la importancia de tener un espacio propio para los quilombolas, una vez que la simbología que adquiere para ellos lo convierte en un territorio único. Territorializarse significa, por lo tanto, tener autonomía para establecer un determinado modo de vida en

un espacio, y tener la capacidad de permitir la continuidad de esa vida a lo largo del tiempo. Las comunidades quilombolas no luchan únicamente por la tierra que habitan, sino que también por tener el derecho a vivir sus costumbre, culturas y valores, creando un vínculo esencial con el territorio habitado.

“O pertencimento em relação ao território é algo mais profundo. A luta quilombola existe porque há um sentimento por parte dos quilombolas de que aquele território em que eles habitam é deles. Mas não é deles por conta de propriedade, é deles enquanto espaço de vida, de cultura, de identidade. Isso nós chamamos de pertencimento. Nem é porque nossas terras sejam as mais férteis que nós lutamos por elas.

Elas muitas vezes não são as mais férteis, se nós concebermos o fértil no usual da economia.

Mas ela tem uma fertilidade que para nós que estamos ali ela é a melhor. A nossa luta pela terra não é pautada por princípios econômicos e sim por fundamentos culturais, ancestrais. É o sentimento de continuidade da luta e resistência”.

(Giovana Maria Silva, CONAQ)

Situación Actual y Papel del Estado

Las tierras quilombolas constituyen territorios comunes sin la apropiación formal de la propiedad por medio de un título privado, razón por la cual los quilombos se encuentran en constante amenaza de sufrir invasiones en sus propiedades, aunque estas tierras hayan sido construidas, cuidadas y gestionadas por los quilombolas a lo largo de los siglos, siguen siendo atacadas por grandes empresas e industrias, que imponen sus intereses personales y económicos por encima de los quilombos.

Por lo que, garantizar a los quilombolas sus territorios es asegurar no solamente su supervivencia física, sino también su cultura y modo de vida. Pero, solamente en el año 1988, el Gobierno Federal de Brasil reconoció a los quilombolas derechos específicos dentro de su Constitución, como el derecho a la propiedad de sus tierras, que obliga el Estado a emitir los títulos respectivos de las tierras a cada comunidad quilombola dentro de Brasil. También dentro de ese año fue creado la Fundação Cultural

Palmares, primera institución pública para la promoción y preservación del arte y de la cultura afro-brasileña. Dentro de los artículos 215 y 216 de la Constitución de 1988 se garantiza el derecho a la manutención de la cultura quilombola, el primer artículo determina que el Estado debe proteger las manifestaciones afrobrasileñas, y el segundo artículo considera patrimonio cultural brasileño los bienes de naturaleza material e inmaterial de los diferentes grupos sociales formados dentro de Brasil, siendo las comunidades negras uno de ellos.

Aunque estos hechos hayan representado avances en garantizar los derechos de los quilombolas, todavía es muy reciente la presencia del Estado en las comunidades, lo que en muchos casos provocó choques por imponer normas no compatibles con las costumbres de los quilombos. Así, a pesar de existir una ley dentro de la Constitución, esta ley todavía parece ajena a la situación real que enfrentan, pues el Estado ni siquiera ha logrado desarrollar una cartografía de las comunidades quilombolas con un registro oficial de cuántas son. Fuentes no gubernamentales estima la existencia de 2.000 a 3.500 comunidades. Para el 2006, los territorios titulados sumaban 931.187 hectáreas.

Por lo tanto, los quilombolas en todo el país siguen luchando para hacer valer sus derechos como la titulación de sus tierras y el reconocimiento por parte del estado, la mejoría al acceso de servicios e infraestructura necesarias en la mayoría de las comunidades, la atención primaria de salud, y educación adecuada al contexto sociocultural quilombola.

Esta desigualdad de oportunidades, capacidades, accesibilidades e infraestructura conllevan a los quilombolas a vivir en una situación de pobreza, anulando parcialmente la libertad que adquirieron durante su lucha, factor además limitante para el alcance de la estabilidad y desarrollo de las comunidades.

Según la investigación realizada por CONAQ, en 2011, 45,8% de los quilombolas que viven en tierras tituladas en Brasil poseen un ingreso mensual de R$ 70,00, equivalente a 17$ estadounidenses, siendo el salario mínimo según el MP (Ministerio Público) de R$ 1045, esta situación ubica a casi la mitad de los quilombolas de Brasil en situación de extrema pobreza.

Esta situación no afecta solo el ámbito económico, se expresa también en el estado de las viviendas e infraestructuras de las comunidades que, por falta de apoyo estatal, no son capaces de mejorar sus técnicas nativas lo suficiente para adecuarse a las

situaciones problemáticas del contexto.

La investigación “Políticas Sociais e a Chamada Nutricional Quilombola: estudos sobre condições de vida nas comunidades” realizado en 2008 por el Ministério do Desenvolvimento Social e Combate à Fome detalló la situación de las comunidades quilombola en cuanto a los principales servicios básicos: la red pública recolectora de aguas residuales todavía es muy precaria entre las comunidades, presente solamente en el 0,8% de las residencias quilombolas. En consecuencia, 42,6% comunidades poseen vertederos de agua residuales a cielo abierto, y utilizan fosas rudimentarias, condiciones insalubres que propician el surgimiento de enfermedades.

El acceso a agua limpia alcanza a 44,2% de los domicilios quilombolas. Por otro lado, la región semiárida cuenta con 36,2% que, a pesar del bajo indicador a lo largo de 5 años, ha sido atendida por el programa Agua para Todos, programa que busca, a través de la donación de cisternas, almacenar agua pluvial para cubrir las necesidades básicas de los quilombos durante los períodos de sequía. La basura en 75% las comunidades, es mayormente quemada o enterrada, el 11% es lanzado a algún terreno, en 10,7% de las comunidades es recolectado directamente, en 1,3% indirectamente y en 0,6% es lanzado al río, lago o mar.

En lo que se refiere a la estructura de las casas y materiales, 38,6% de las cubiertas son de tejas, 41% poseen paredes de albañilería, y 42,7% tienen piso de concreto o cemento. Las condiciones de las casas son precarias relacionadas a los revestimientos para el tejado, con protección inadecuada para la lluvia, viento y sol, siendo que 20% de los quilombolas extremadamente pobres viven en esa situación. El 78% de los quilombolas en pobreza extrema presentan baños fuera de la construcción principal de la casa.

En cuanto a la producción de alimentos y actividades de las comunidades, el estudio demuestra que parte de los alimentos básicos proviene de la producción agrícola domiciliar, pero con baja utilización de técnicas para la composición de abono y de aprovechamiento de los residuos en las actividades agropecuarias. También fueron identificados en 6,2% de las comunidades otros medios relacionados al acceso de insumos, como viveros, en donde el 50% son utilizados por la comunidad, y tal equipamiento proviene en 55,6% de los casos de iniciativas propias de la comunidad. Por otro lado, no existen bancos de semillas en ninguna de las comunidades que fueron analizadas en la investigación.

Dentro de las actividades artesanales desenvolvidas, la más citada son aquellas

que utilizan como materia prima la arcilla y cerámica (21,7%), fibra (21,7%), madera (13%) y tejido (13%).

En cuanto a la educación, de modo general, en torno a 60% de los quilombolas encima de los 10 años de edad cursaron la escuela y 24% son analfabetas. Y según los datos del último Censo Escolar, existen 2.238 escuelas quilombolas activas en Brasil.

Con respecto al equipamiento público es posible observar que, los más representativos son los espacios de culto, las escuelas primarias y sedes de asociación o cooperativa. Los equipamientos, tales como unidades de salud, casas de harina, casa de miel, cisternas, entre otros, están débilmente presentes. Siendo que el 36.1% de las casas de farinha fueron adquiridas con recursos propios de la comunidad. Lamentablemente, el 30,5% del equipamiento público que se encuentra instalado no lo está de forma efectiva en las comunidades.

Tras esta problemática, el Estado promovió una serie de acciones y políticas que buscan mejorar la situación de los quilombolas, no solo a partir del ámbito económico, sino desde el social, cultural y ambiental, como los programas Bolsa Família y Saúde da Família, que dan una ayuda mensual a las familias, tanto en la renta económica como por cestas de

alimento, alcanzando una media de 60% de las comunidades quilombolas.

En cuanto a la situación de sus viviendas, el Estado creó programas habitacionales como Minha Casa Minha Vida, que, sin embargo, atendió apenas el 13,5% de la población quilombola, siendo el Nordeste Semiárido es el menos ayudado por esta política habitacional, con apenas el 5,6% de familias beneficiadas. Además, las soluciones propuestas por el programa no se adecuan al contexto local y así, no resuelven los problemas climáticos, de la sequía y de la desertificación de los suelos, aparte de no utilizar materiales nativos y técnicas tradicionales de las comunidades quilombolas, invisibilizando las tipologías de su identidad y sus conocimientos ancestrales, esenciales para el desarrollo de soluciones sostenibles efectivas, y causando una dependencia del Estado para concluir estos proyectos debido a que no llevan en cuenta la participación popular.

Técnicas Constructivas Tradicionales: interrelaciones Brasil - África

La presencia de la arquitectura africana dentro de las comunidades quilombolas brasileñas es muy diversa, ya que la complejidad comienza en el propio origen de la cultura, en África, continente con 54 países, donde se hablan casi mil idiomas, lo que genera una diversidad cultural dentro del mismo continente, influenciando de distintas maneras la arquitectura de las diferentes etnias (Weimer, 2008).

Sin embargo, la migración forzada de las diversas etnias africanas a Brasil condujo a que las comunidades perdieran parte de su identidad tribal, una vez que fueron esclavizados y afectados por la homogeneización impuesta por los portugueses, que les obligaba a modificar sus manifestaciones culturales, incluida sus tipologías arquitectónicas, para que su adaptación a la hegemonía eurocéntrica de los colonizadores.

Al traducir estos factores en las representaciones culturales dentro de la arquitectura, la migración de las etnias africanas tuvo como principal consecuencia la simplificación y disminución de las tipologías

WEIMER, Gunter. (2008). Inter-Relações Arquitetônicas Brasil-África. Instituto Histórico e Geográfico do Rio Grande do Sul, Porto Alegre.

arquitectónicas.

Las construcciones características de los bantos y sudaneses, por ejemplo, las principales etnias traídas a Brasil, sustituyeron sus tipologías características de cubatas “cono sobre un cilindro” por el “mocambo”, construcción de tierra con techo a dos aguas. Por otro lado, las construcciones que originalmente eran mono-funcionales dieron lugar a las pluri-funcionales

Las construcciones en África en la mayoría de los casos tenían una sola puerta como abertura, así que las ventanas, todavía pequeñas, comenzaron a ser aceptadas dentro del nuevo repertorio cultural arquitectónico. Las primeras ventanas construidas fueron con celosías, denominadas “harr”, originarias del Golfo de Guinea. De la misma manera, la forma tradicional de ventilación de la casa africana que consiste en dejar una abertura en el tope de todas las paredes por medio su separación con el tejado se fue adaptando a los modos de construcción tradicional del Brasil-Portugal.

De igual forma que las construcciones africanas fueron influenciadas, la arquitectura de los colonizadores también pasó a sufrir influencias, como el típico caso de construcciones con diversas formas de taipa leve, dejando de lado las construcciones más comunes de Portugal, como las de piedra y taipa de pilón.

En cuanto al asentamiento familiar típico de las comunidades africanas, denominado como Kraal , una de las manifestaciones arquitectónicas más específicas de las comunidades, definidos como un espacio más o menos circular cercado conformado por diversas cubatas edificaciones donde se desenvuelve una única función -, locales de trabajo, hortas, árboles fructíferos y de sombra, y espacios ceremoniales, en donde las actividades colectivas se mantienen al aire libre, adaptándose al clima caliente de la región.

Dentro de las principales características de un kraal, se encuentran la cerca exterior delimitando el terreno, la existencia de una única entrada, la construcción principal de un jefe, actividades al aire libre, existencia de plantaciones de árboles y a veces la existencia de un corral para animales.

La unión de diversos kraals formaba una aldea cuyo nombre más común es el de Quilombo, por lo que da a entender que los quilombos existieron en África mucho antes de su llegada a Brasil.

Los quilombos, en Brasil, se formaron a partir de yuxtaposiciones de kraals separados por una vía principal resultante de la división de clanes dentro de la tribu, por otro lado, la separación entre los diversos kraals era más espacial

que física, de modo que la mayor o menor aproximación entre las cubatas permitió identificar la individualidad de cada kraal (Weimer, 2008).

Los kraals no fueron las únicas formas de asentamiento de las comunidades, algunas de las aldeas en vez de poseer una forma circular eran formadas por una calle central abierta en sus extremidades, donde se agrupaban numerosas cubatas de forma lineal, asentamiento conocido como Sanzalas, que a pesar de no ser tan frecuentes en África, dieron origen a muchas ciudades en Brasil (Weimer 2008).

Para la construcción de esas tipologías la tierra se convierte en el material principal, sin embargo, debido a la diversidad de etnias mencionada, las técnicas empleadas también se diferenciaron en cada contexto de desarrollo de comunidades quilombolas, siendo las más utilizadas las siguientes:

Taipa de pilão (Tierra comprimida): Técnica constructiva que consiste en comprimir la tierra en tablas de madera (Taipa), donde el barro es compactado horizontalmente cada 15 cm aproximadamente de altura hasta obtener una densidad ideal, creando así una estructura resistente y duradera.

Generalmente, estas paredes se construyen sobre una fundación de piedra o concreto, para evitar el contacto con el suelo.

Taipa de mão o pau-a-pique (Bahareque): Técnica constructiva que consiste en el entrelazamiento de maderas verticales fijadas en el suelo, con vigas horizontales, amarradas entre sí, dando origen a un panel perforado en donde posteriormente se transforma en una pared con el agregado de barro de forma manual.

Adobe: Es uno de los materiales de construcción más viejos todavía en uso, de bajo costo y de fácil accesibilidad ya que es elaborado por comunidades locales.

Mezcla de barro y paja o heno, con forma de ladrillo, sin cocer y secada al sol o al aire.

Las estructuras de adobe son generalmente autoconstruidas, porque la técnica constructiva tradicional es simple y no requiere consumo adicional de energía. Los bloques se adhieren entre sí con barro para levantar los Muros de fachada o paredes interiores de una vivienda.

Mozambique, Angola, el Congo, Yorubá, Gegê, Ewa y Mina son algunos de los lugares dentro del continente africano que dieron origen a la formación de estas técnicas constructivas dentro de Brasil.

Angola y Mozambique son los puntos más importantes de inmigración, siendo estas culturas las más representativas en cuanto a las tradiciones y técnicas constructivas empleadas dentro del Sertão (Weimer, 2008).

Ejemplo de Moçambique - Taipa o Adobe: tejado de dos o cuatro aguas hecho de estructura de madera y cobertura con hojas de palma; paredes de taipa o adobe, revestidas con cal; puertas y ventanas pequeñas, pintadas de colores vibrantes; quintal cerrado con madera, en donde se cultiva el alimento que será consumido dentro de la vivienda.

Ejemplo de Angola - Taipa de pilão: tejado con dos o cuatro aguas hecho de estructura de madera y cobertura de hojas de palma o tejas de cerámica; paredes de Pau-a-pique o adobe, con acabamientos de cal; puertas y ventanas pequeñas pintadas de colores vibrantes; quintal cerrado con de madera; cuartos separados; árboles que generan sombra y alimento a la vivienda.

Sistema Constructivo de Bloques de Adobe TipologĂ­as de Vivienda

La arquitectura de tierra presenta ventajas importantes en relación a los métodos constructivos tradicionales, especialmente para alcanzar un confort ambiental en regiones tropicales, húmedas y semiáridas; las cuales son características del nordeste brasileño.

Gran Capacidad Térmica: la tierra posee características aislantes favorables, que hacen que los elementos constructivos compuestos de ella presenten unos valores de resistencia térmica muy eficientes con respecto otros sistemas masivos (un muro de adobe puede llegar a comportarse 5 veces mejor que uno de hormigón armado). además, la tierra tiene una gran inercia térmica, que le confiere una gran capacidad de almacenamiento de calor, característica muy beneficiosa en climas de gran oscilación térmica entre el día y la noche.

Altas propiedades higrotérmicas: la tierra, como material poroso, tiene grandes cualidades de absorción de vapor de agua que permite equilibrar la cantidad de humedad interior y conseguir así un gran confort interior. esta propiedad se mantiene también a la inversa, es decir, el material aporta su propia humedad en momentos de excesiva sequedad en el aire.

Eliminación de olores indeseables: su composición química le confiere una gran capacidad de absorción de partículas

tóxicas y olores desagradables. cada vez se están utilizando más los revocos de tierra en establecimientos públicos y de hostelería, por ejemplo, por su capacidad para eliminar ese exceso de olores procedentes de la cocina.

Gran comportamiento acústico: los muros de tierra transmiten mal las vibraciones sonoras, de modo que se convierten en una eficaz barrera contra los ruidos indeseados.

Alta resistencia al fuego: debido a su naturaleza físico-química, la tierra cruda presenta una gran estabilidad y resistencia al fuego, superior a otros materiales industriales como el acero y el ladrillo.

Resistencia y capacidad portante y estructural: la tierra tiene una buena capacidad portante capaz de superar más de 100 años de vida, con un correcto mantenimiento y uso.

Mínimo impacto ambiental: tanto en su proceso de fabricación y transporte se necesita el 1% de la energía necesaria para la preparación, transporte y elaboración de hormigón armado o ladrillo cocido como en los residuos producidos en su fabricación y al final de su vida útil, al ser 100% reutilizable.

Material gratuito y accesible en la naturaleza: el hecho de tener el material

de construcción bajo tus pies es algo extraordinario - siempre obtenido bajo una cota de 40cm, para evitar el sustrato orgánico necesario para el cultivo de alimentos.

Posibilidad de autoconstrucción: las técnicas de construcción con tierra pueden ser ejecutadas por personas no especializadas, siempre que haya una persona experimentada controlando el proceso constructivo, las herramientas son sencillas y económicas.

Aunque la tierra tenga óptimas propiedades, esta es desvalorada y subutilizada, debido al prejuicio que fue formado hacia estas construcciones por estar frecuentemente vinculadas a las clases sociales más bajas. Este prejuicio conllevo a la invisibilización de una amplia gama de conocimientos y técnicas constructivas, lo que impidió la natural evolución de las arquitecturas tradicionales, que, aunado a una mala gestión de los materiales y la falta de perfeccionamiento y apoyo técnico constructivo, hacen con que estas edificaciones presentan algunos problemas en su infraestructura, como paredes agrietadas, humedad y filtraciones.

Sin embargo, estos problemas pueden ser fácilmente solventados y evitados con un planteamiento eficiente, como la realización de zócalos para que la humedad del suelo no suba por capilaridad ni afecte la salpicadura

de la lluvia; aleros pronunciados en las zonas para proteger a los muros de tierra del agua; y revestimientos o revocos en muros que proporcionen una impermeabilidad o resistencia adecuada al efecto de la lluvia, manteniendo la transpirabilidad del mismo. de madera y cobertura con hojas de palma.

QUILOMBO DE COQUEIROS La escogencia de Coqueiros (Bahia) se dio por el destaque que presenta en cuanto a su liderazgo y articulación social; el papel central de las mujeres; sus innovaciones en la producción agrícola orgánica y el ecoturismo; el trabajo colectivo como motor de su desarrollo; y la permanencia de las tradiciones africanas, hecho que se manifiesta también en sus sistemas constructivos.

La comunidad quilombola de Coqueiros está situada en una región de relieve accidentado, compuesta por un valle de montañas, a 7 km del municipio de Mirangaba, en la micro región de Jacobina, dentro del Estado de Bahía, al nordeste de Brasil. La Comunidad fue reconocida como Quilombo el 31 de mayo 2006, por la Constitución Federal de Brasil.

De acuerdo con Sra. Socorro - una de las líderes de Coqueiros y Vereadora del municipio -, la comunidad actualmente está ocupada por cerca de 2000 personas, conformadas por casi 500 familias. La mayor parte de la población es nacida en la comunidado en las comunidades vecinas que escogieron ese territorio para vivir.

Coqueiros pertenece, dentro del Município

de Mirangaba, a una red de 10 comunidades quilombolas: Coqueiros, Jatobá, Palmeira, Santa Cruz, Solidade, Dionísia, Olhos D´Água, Nuguaçu, Ponto Alegre y Almeida. La comunidad de Coqueiros se destaca por ser el poblado pionero en la construcción de los demás territorios quilombolas pertenecientes a la red, siendo además la primera comunidad en el municipio a ser reivindicada como Quilombo y lograr su certificación.

Tomé”, conocido actualmente como el Monte Santo, en Bahía, a finales del siglo XIX, que se implantaron en la región debido al gran número de palmeras de coco que existe en la zona - de ahí el nombre Coqueiros-. La presencia en abundancia de esos árboles representó una oportunidad para los primeros habitantes, proporcionándoles alimento, materia prima para la construcción de casas y producción de objetos artesanales,

Coqueiros se originó con la así como la fabricación de medicamentos llegada de esclavos refugiados de “São por medio del aceite extraído de los frutos.

M APA GENERAL Vi v i e n d as y ed if icac io n e s E s p ac io Pú b l ico Pro pied ad Pr ivad a L a gu n a

Tradiciones y Cultura

Coqueiros es marcado por la diversidad de creencias y ritos religiosos, debido a una hibridación religioso y cultural que comenzó por los propios africanos, mezclados con tradiciones católicas e indígenas en el mismo ritual, dando origen a lo que se llama umbanda (Reis, 2005; Silveira, 2005).

Entre las celebraciones más populares de la comunidad se encuentra el día de Santos Reis, una fiesta quilombola realizada todos los años el 6 de enero, donde son representadas costumbres, tradiciones y memorias, resignificando la cultura local

y la identidad del grupo y celebrando su historia de lucha como una manifestación de libertad. Este homenaje a los Santos Reis inicia en Navidad y se une con las celebraciones tradicionales brasileñas, reforzando la multiculturalidad de los quilombolas. Esta celebración incluye un expresivo y numeroso movimiento de personas por las calles de la comunidad en modo de procesión, la realización de la misa en honor a los santos, la presentación de grupos culturales y musicales, y comidas típicas de la comunidad.

En la búsqueda de una identidad étnica capaz de sobreponerse a los

resquicios de la esclavitud, dos movimientos son particularmente relevantes en la comunidad.

Situación Actual

De forma general, la comunidad está formada por una secuencia de casas que genera la calle principal de Coqueiros.

Las casas varían en tamaño, construidas principalmente de bloques de arcilla y adobe. En un pasado próximo, las casas eran todas constituidas de taipa, pero la comunidad fue progresivamente cambiando la materialidad de sus viviendas, sobre todo debido a los programas del Estado que invertía en materiales industrializados. Pero, a pesar del cambio de material, actualmente las edificaciones presentan problemas de infraestructura, como filtraciones, paredes quebradas y humedad.

En cuanto al acceso al agua, la comunidad presenta una deficiencia preocupante. Aunque el territorio de Coqueiros esté situado en un área normalmente húmeda, por presentar depresiones cóncavas, en donde ocurren nacientes de agua, la mayoría de ellas se encuentran contaminadas o son insuficientes para garantizar el acceso a todos de la comunidad.

Según narrativas de los habitantes del lugar, en el pasado la actividad de recolectar agua era frecuentemente realizada por mujeres, las cuales dedicaban parte del día para transportar agua en la cabeza en envases de cerámica producidos localmente. Actualmente, la tarea de transportar el agua se realiza por medio de tracción animal, facilitando la ardua tarea de idas a las fuentes de agua, las cuales se encuentran a una hora y media caminando. Sin embargo, para actividades como lavado de ropas, es común ver a mujeres dirigirse a las nacientes, aunque se encuentren contaminadas.

La comunidad cuenta con la presencia de una laguna, que, en diversos períodos del año, principalmente durante la sequía, desaparece parcialmente. A pesar de su utilización durante muchos años, la laguna pasó a ser propiedad privada, impidiendo la adquisición del agua, que ya presentaba señales de contaminación debido a la ganadería que se desarrolla en la zona.

En la actualidad, la comunidad posee tanques de agua instalados en todas las casas gracias al programa Nacional Agua para Todos, el agua es obtenida por camiones cisternas proporcionadas por el Estado o por medio de la captación de agua de lluvia, almacenada en tanques de

15.000 ml y filtrada por medio de diferentes tipos de peces que se alimentan de las bacterias dentro del tanque, limpiándola. Sin embargo, los tanques de agua proporcionados por el Programa Agua para Todos no fueron suficientes para satisfacer las demandas de la comunidad, conllevando a muchas familias a comprar 1 o más tanques adicionales.

A pesar de ello, la comunidad no posee cultura de almacenamiento de agua y de su eficiente distribución a lo largo del año, utilizando el agua de los tanques para todo tipo de consumo, y no reservando para los períodos de sequía. Esta ausencia de agua para la comunidad ha sido una de sus mayores luchas, porque ha afectado todo el desenvolvimiento del Quilombo y su producción agrícola familiar, fuente principal de alimentos e ingresos de los habitantes.

En cuanto a la energía eléctrica, la comunidad cuenta con ella desde 1998, casi 40 años después de su fundación, sin embargo, no cuentan con una red de señal telefónica, por lo que la comunicación y acceso a la información está limitada a aquellas familias que cuentan con una red inalámbrica.

Con respecto a los equipamientos de salud, la comunidad durante muchos años no tuvo un puesto de atendimiento médico, el más cercano se encontraba en la ciudad de Mirangaba a dos horas y media de distancia caminando, y debido a la falta de

Comunidad Quilombola de Coqueiros, Mirangaba, Bahia, Brasil. Enero de 2020.

automóviles, era inaccesible. Esta falta de equipos médicos conllevó a la valorización de los saberes ancestrales, predominando curanderos y parteiras, mujeres que ayudaban en el momento del parto, debido a que solamente en 2014 fue implantado por el gobierno una unidad Básica de Salud para las familias quilombolas.

Hasta mediados de la década de los 70 no existía escuela en Coqueiros, el campo era el lugar de enseñanza y aprendizaje, donde las técnicas de cultivo eran transmitidas día a día. Surgieron paralelamente escuelas improvisadas, dentro de casas, iglesias y galpones en búsqueda del crecimiento educativo de la comunidad. Jóvenes con deseos de estudiar y conseguir títulos educativos, durante varios años, debían enfrentar largas caminatas a través de la vegetación hasta el centro de Mirangaba, donde se encontraba la escuela más cercana.

Es en 1980 que se construye la primera escuela dentro de la comunidad de Coqueiros, la Escuela Clementine Rosa, ofreciendo niveles de educación infantil y nivel fundamental, construcción modesta de 4 (cuatro) salas de aulas, una pequeña cantina, secretaría y área de convivencia.

En 2015, debido al crecimiento de la población de Coqueiros, se inició la construcción de otra escuela con 4 salones

y una cancha deportiva para la educación fundamental II, sin embargo, hasta hoy, el proyecto no ha sido concluido, y según la líder de la comunidad, solo cuenta con 2 obreros para su culminación.

De acuerdo con los datos del Sistema E-SUS Atenção Básica para 2017, 15% de la población de Coqueiros es analfabeta.

La mayoría de las personas completan solamente la educación básica. Para los jóvenes esta realidad es aún más frecuente, y así, debido a la búsqueda de una mejor calidad de vida y progreso, ha comenzado en la comunidad un proceso de éxodo rural muy intenso que ha llevado a estos jóvenes a abandonar los estudios escolares.

En relación a los equipamientos sociales, la comunidad no cuenta con espacios de encuentros cotidianos con infraestructura adecuada, de manera que esta actividad se limita a los patios o entradas de las casas, y a bares dentro de la comunidad.

Para la celebración de sus festividades y demás eventos, los moradores adaptan la única plaza central que tienen, que, en realidad, es solamente un terreno a cielo abierto, en donde son realizadas actividades deportivas y recreativas. Este espacio está definido por casas y comercios perimetrales.

En conjunto con la comunidad se realizó un mapa de usos para detectar a profundidad los espacios potenciales dentro del Quilombo.

Actividades de Subsistencia y Economía Productiva

Los habitantes de la comunidad de Coqueiros comienzan sus actividades antes de salir el sol, desenvolviendo rutinas de trabajo agrícolas en los campos de cultivo, caracterizados por tener plantaciones de mediana escala en terrenos heredados o comprados hace décadas. En general se encuentran a pocos kilómetros de las

casas, siendo común también los cultivos de pequeña escala en los patios domésticos.

El trabajo agrícola se realiza de manera colectiva entre diferentes familiares por medio de técnicas y herramientas rudimentarias y no existe una división del trabajo entre hombres y mujeres.

La agricultura familiar en la comunidad se caracteriza por la diversidad en la producción de alimentos como banana (lat. musa sapientum fixa), coco (lat. cocoes), café (lat. capulus), arroz (lat. rice), frijoles (lat. faba), yuca (lat. viburnum), papa (lat. paper), calabaza

(lat. cucurbita), maíz (lat. frumentum), naranja (lat, aurantiaco), mango (lat. mango), aguacate (lat. avocado), maracuyá (lat. passionis fructum), entre otros, producidos tanto para el consumo de las familias como para la comercialización con la finalidad de reforzar la renta familiar, principal fuente de subsistencia, junto a la ganadería.

La producción orgánica y sus técnicas alternativas sostenibles es un diferencial de Coqueiros. La comunidad fue certificada como una de las únicas en la región con ese tipo de producción, participando en ferias ecológica de Mirangaba, con cursos e intercambios de experiencias sobre las

técnicas agroecológicas, producción de biofertilizantes y repelentes naturales.

Este conocimiento ha cambiado el modo de vida de las familias del Quilombo y pasó a ser referencia en la producción agrícola en la región.

La comunidad también posee casas de producción de harina, actividad derivada de prácticas antiguas, realizada de forma colectiva, en donde se produce harina de yuca para el consumo dentro de la comunidad. La misma se presenta como un espacio colectivo promotor de aprendizaje y ayuda mutua que, ha favorecido la integración de los territorios quilombolas en torno a Coqueiros.

Durante los largos períodos de sequía se pierde parcialmente la producción agrícola, llevando a la comunidad a depender de otras fuentes de renta, como el ecoturismo, creando el grupo Grota Quilombola, que realiza actividades turísticas como visitas guiadas para conocer los primeros asentamientos dentro de la comunidad, festivales de identidad quilombola con presentaciones culturales, muestras gastronómicas y artesanales, entre otras actividades impulsadas por la creación de un centro de hospedaje turístico en Coqueiros.

Batalhão: la fuerza del trabajo colectivo en el Quilombo

finalizada con celebraciones culturales quilombolas.

Todas las conquistas de la comunidad se dieron a partir de ese trabajo colectivo y de la lucha, articulación y resistencia de los habitantes del Quilombo, logrando metas esenciales, desde la implementación de políticas públicas para la región, como la adquisición de transporte público, la construcción del puesto de salud y la Escuela Canudos, como también la creación de una Asociación de Pequeños Productores Rurales, con el fin de exigir acciones gubernamentales efectivas que puedan asegurar una vida mejor para la comunidad.

Sistemas Constructivos

El batalhão estuvo muy presente en la formación del Quilombo de Coqueiros. La construcción de casas se hacía con el apoyo de todos los miembros de la comunidad, y era considerada un festejo popular, las actividades de autoconstrucción eran

Los principales materiales utilizados por la comunidad de Coqueiros son locales, a excepción del cemento, cerámica y las tejas de cerámica, estos últimos adquiridos en el Municipio de Mirangaba. También existe un gran número de palmeras de coco en la comunidad, de ella se utilizan principalmente las hojas para la confección de tejidos y objetos domésticos. De igual forma, como se mencionó anteriormente, entre los productos principales de la comunidad se encuentra la banana (lat. musa sapientum fixa), por lo que estas

El trabajo colectivo siempre fue característico de las comunidades quilombolas, conocido dentro de Brasil como "mutirão" o "batalhão", esta es una expresión usada originalmente para el trabajo en el campo o en la construcción civil de las casas populares, basado en la ayuda mutua prestada de manera gratuita.

están presentes en todos los patios de las viviendas del quilombo de Coqueiros, y aunque actualmente solo sean aprovechados sus frutos, ellas son capaces de aprovechar las aguas grises y filtrarlas.

Las viviendas del Quilombo se componen básicamente en 3 partes, la cubierta a dos aguas, compuesta por tejas y entramado de madera, las paredes de adobe y, el podio de piedra y cemento.

Estas viviendas poseen una tipología muy clara, y son pocas las variaciones que existen de ella en el Quilombo, puede variar el número de ventanas o cuartos, pero por lo general son edificaciones entre 30-45m2, la división programática de la vivienda se divide en área privada -cuartos- y área pública -cocina y comedor-.

Al profundizar en cada una de las partes de la vivienda Quilombola, se destaca el conocimiento que tienen los moradores en cuanto al manejo de la madera para la realización del entramado y la estructura de la cubierta. En la mayoría de las edificaciones visitadas, estas cubiertas eran construidas por medio de encajes de madera, y la misma era apoyada en vigas que podían estar incrustadas en los muros de adobe o apoyadas en ellos.

A lo largo del tiempo, las cubiertas han tenido pequeñas modificaciones, como la incorporación del cielorraso y aberturas

Análisis de las tipologías arquitectónicas, sistemas constructivos y materiales utilizados en Coqueiros.

en el techo, intervenciones que permiten generar un mejor confort ambiental dentro de la edificación. No obstante, la carencia de aleros en las edificaciones capaces de proporcionar sombra a la fachada principal, convierte a las edificaciones en espacios muy calurosos durante el día.

Con respecto a las paredes, ellas originalmente eran construidas con bloques de adobe confeccionados por la comunidad, pero posteriormente las edificaciones pasaron a ser construidas con bloques de arcilla.

Las edificaciones carecen de columnas o de una estructura auxiliar que permita dar soporte a las paredes y a la cubierta, situación preocupante en las viviendas construidas con bloques de arcilla.

Por otro lado, las paredes comenzaron a ser revestidas con cal o barro, para protegerlas de los agentes corrosivos, como la lluvia, el viento y el sol, pero debido a la carencia de aleros que proporcionen una mejor protección para las paredes de la vivienda, poco a poco los revestimientos se fueron perdiendo. Debido a esto, algunos moradores empezaron a revestir las paredes con cerámicas para piso

Debido a la situación preocupante de las paredes, algunas viviendas comenzaron a ser construidas con pórticos en la fachada principal, lo que mejoró significativamente

Análisis de las tipologías arquitectónicas, sistemas constructivos y materiales utilizados en Coqueiros.

el confort ambiental de la edificación debido a la sombra que el pórtico proporciona a la fachada.

Las ventanas utilizadas en las viviendas son principalmente de madera y varían en tamaño. En la mayoría de los casos la mala ejecución y colación en las paredes de adobe generó agrietamiento de las paredes.

El podio como separación de las edificaciones del suelo están presentes en la mayoría de las construcciones del Quilombo. Este cumple diferentes funciones dentro de la edificación, además de protegerla de la humedad del suelo, también es utilizado como mobiliario público. Por otro lado, en él también se encuentran las instalaciones sanitarias de la vivienda, pero, debido a la carencia de una red pública de aguas residuales, estas son depositadas directamente en la tierra, generando la infertilidad del suelo.

En lo referente al abastecimiento de agua en las edificaciones, no hubo una planificación previa a la construcción de las viviendas para su recolección y almacenamiento, lo que llevó a que muchos habitantes de la comunidad improvisaran sistemas de recolección, los cuales en muchos casos no son los adecuados, o no están realizados de la manera idónea, ocasionando la pérdida

de agua, filtraciones en la edificación y deterioro de la fachada. El almacenamiento de agua también es deficiente, debido a que no es suficiente para garantizar el abastecimiento durante todos los meses del año.

Reunión Participativa: levantamiento de necesidades

Durante la visita al Quilombo, realizada en enero del 2020, con una inmersión de cinco (5) días, se realizó una reunión con los habitantes de la comunidad en la Asociación de Pequeños Agricultores Quilombolas de Coqueiros, para el desenvolvimiento de un mapa afectivo colectivo y el levantamiento de las principales problemáticas y carencias del Quilombo, con el objetivo de desarrollar una propuesta de intervención en conjunto con la comunidad.

Las principales problemáticas levantadas por los habitantes son con respecto al acceso a servicios básicos, como el agua, que escasea durante algunos períodos del año afectando todo el sistema local de sobrevivencia, como la agricultura y la ganadería familiar, una vez que los tanques de almacenamiento de agua que utilizan actualmente no son lo suficiente para garantizar el acceso necesario.

Los problemas infraestructurales

también

se

manifiestan

en

las

construcciones, debido a la falta de un perfeccionamiento de sus técnicas tradicionales, hecho que los lleva a buscar alternativas constructivas dependientes del Estado, que no resuelven las condiciones climáticas del lugar, debido a la mala utilización de materiales industrializados y de la falta de un planeamiento arquitectónico eficiente, afectando el bienestar de toda la comunidad.

El éxodo rural también es un agravante en el Quilombo, que, debido a la falta de perspectiva, jóvenes y adultos han abandonado sus comunidades para

obtener mejores ingresos, ayudar a sus familias y adquirir una mejor calidad de vida. Sin embargo, los trabajos que encuentran son derivados de grandes compañías de agricultura, las cuales exponen a los trabajadores a químicos y fertilizantes, generando que gran parte de las personas que deciden irse regresen a los Quilombos con enfermedades derivadas de estos agrotóxicos.

Los habitantes señalaron también la carencia de espacios de encuentro y aprendizaje colectivo en el Quilombo, y de una infraestructura capaz de incentivar el intercambio multidimensional que permita el mantenimiento de su carácter

Espacios Potenciales: posibles sítios de intervención

Se analizó los lugares con mayor potencial de intervención dentro del Quilombo de Coqueiros, tomando en cuenta las características del espacio, durezas, usos y los edificios de valor, con el fin de presentar una propuesta en dos niveles de aproximación, la escala macro, que permita la creación de una red de espacios de encuentro, producción y aprendizaje dentro del Quilombo, y la escala micro, con la escogencia de un sitio de intervención proyectual para el planteamiento de una propuesta de Etnodesenvolvimiento.

La calle principal de Coqueiros le da vida a la comunidad, en ella los habitantes se encuentran diariamente, es donde ocurren las diferentes actividades culturales y tradicionales del Quilombo, y funciona como espacio recreativo para los niños. Actualmente, las

calles cuentan con iluminación eléctrica, pero carecen de pavimentación y de un sistema de drenaje, afectando la circulación vehicular y peatonal durante los periodos de lluvia debido a que la misma se inunda en casi su totalidad y, además, carecen de espacios de sombra y permanencia.

El segundo espacio potencial es el Campo, comprendido como la Plaza Central del Quilombo. Funciona principalmente como campo de fútbol y de recreación para los niños, pero como se mencionó en el capítulo anterior, es utilizada a lo largo del año para ferias, conciertos o eventos. El Campo es un espacio de gran importancia para el Quilombo de Coqueiros, ya que fueron los miembros de la comunidad quienes la consolidaron como Plaza Central, defendiendo la no construcción de casas en el terreno. Sin embargo, el Campo no cuenta con ningún equipamiento de apoyo, ni mobiliario urbano, además de

ser un espacio destechado, que durante En este sentido, para la creación los períodos muy calientes de la región de una red de espacios de encuentro, dificulta su utilización. aprendizaje y producción del Quilombo,

Por otro lado, al realizar la se procede a plantear una primera reunión participativa con los habitantes intervención de mayor escala y con una de la comunidad, se notó en el interés gran diversidad programática, capaz de en la ejecución de tres proyectos en el ser el motor para el desarrollo paulatino y Quilombo: la creación de un Núcleo autónomo de otras intervenciones dentro Ecoturístico y un Memorial Quilombola de la comunidad por sus habitantes. De esa para ampliar las actividades que el manera, teniendo en cuenta el potencial grupo de turismo Grota Quilombola mencionado anteriormente que presenta viene desarrollando como fuente de la Escuela actualmente inconclusa, se ingreso y valorización de la cultura de la plantea su intervención con el objetivo de comunidad; el acondicionamiento de la transformarla en un Centro Etnoeducativo, Iglesia Parteira por medio de la creación buscando que su construcción sea parte de una plaza que permita ampliar las de un proceso educativo llevado por los actividades socio-culturales de esa área, habitantes. consolidándose como un segundo espacio de encuentro y permanencia para la comunidad; la conclusión de la Escuela Canudos, iniciada en 2015, y que en enero de 2020 no se encontraba finalizada. Este proyecto presenta un enorme potencial de convertirse en un punto clave para el desarrollo de la comunidad, porque su recualificación podría tornarla en más que apenas una escuela, sino en un centro de capacitación técnica y producción agrícola de la comunidad; espacio deportivo, cultural y de valoración de la identidad quilombola; además de convertirla en un equipamiento capaz de producir agua potable para solventar las necesidades de la comunidad.

La elección de la Escuela Canudos como lugar de intervención para la propuesta del Centro Etnoeducativo vino dada en primer lugar por la oportunidad que presenta al estar en un sitio privilegiado dentro del contexto, debido a que permite una mejor integración con el medio ambiente, y no interfiere o se apropia de los cultivos privados de los miembros de la comunidad. Además, la calidad de la infraestructura brinda a su vez la oportunidad de aprovechar las instalaciones ya existentes como apoyo para el desarrollo de la propuesta. Además, esta edificación posee un valor muy importante para los miembros del Quilombo, los cuales anhelan su culminación.

Acceso C o q u ei ro s

Pl

Cen tro Etno du cati vo Canudos

Red de espacios de encuentro, aprendizaje y producciรณn: el Centro Etnoeducativo como motor del desarrollo del Quilombo de Coqueiros.

laza C e n tral Mut ir ã o

Sombras de en cu en tro

Entorno Igle sia Pa rteira

Me mo ri al y N ú cl eo E co tu rí sti co Q u i l o mbo l a

CAPÍTULO IV

ESCUELA CANUDOS En este capítulo se procede a analizar el local de intervención, la Escuela Canudos inconclusa, su situación actual, potencialidades y debilidades, de manera a comprender cómo se puede aprovechar la estructura actual y cuáles son las adaptaciones necesarias, así como los nuevos equipamientos a ser proyectados.

Con base al diagnóstico, y considerando las bases teóricas e históricas expuestas a lo largo de la investigación sobre la identidad quilombola y la Comunidad de Coqueiros, se plantean distintas consideraciones de diseño claves para la elaboración de una propuesta proyectual de Etnodesenvolvimiento que intervenga la Escuela y la convierta en punto de inflexión de la comunidad por medio del desarrollo de un Centro Etnoeducativo.

Escuela Canudos

Al ser un proyecto de intervención arquitectónica es esencial para el planteamiento de la propuesta iniciar con un análisis del sitio a intervenir, con el fin de diagnosticar la edificación, entendiendo cuáles son sus potencialidades y debilidades, su situación actual y su vinculación con la identidad Quilombola de la Comunidad de Coqueiros.

La edificación se encuentra ubicada adyacente a la calle principal del quilombo,

al oeste. Para su implantación en el contexto fue limpiada un área de 10716m2 de terreno, eliminando la totalidad de la vegetación existente dentro de un perímetro de 446m.

En términos topográficos, la escuela se encuentra en la cima de una pequeña ladera, a 11.70 m de altura tomando como cota cero (0) el centro del Campo, Plaza central del quilombo. Para acceder a la Escuela Canudos actualmente, es necesario atravesar cultivos y plantaciones privadas de algunos miembros de la comunidad, debido a que carece de una vía de acceso definida.

La edificación está compuesta por dos bloques principales definidos por sus usos, bloque A, contemplado por 3 edificios, ubicando a las aulas en el edificio de mayor longitud (4 salones), y la administración, depósito, cafetería y baños en los edificios restantes, todos articulados por una plaza central hexagonal cubierta. El bloque B corresponde a la cancha cubierta, contemplado por un solo edificio con una cancha deportiva multiusos y baños.

El módulo de salones se encuentra desvinculado con la cancha deportiva, no existe una conexión directa diferente a la proximidad y tensión entre ellos.

cuentan con las instalaciones de agua y sanitarias correspondientes, sin embargo, se desconoce dónde se encuentra la fuente de agua que abastece al edificio y donde son depositadas las aguas residuales.

Situación Actual de la Escuela

El bloque B, en cambio, cuenta con la estructura terminada, pero carece de acabados y no se ha iniciado la construcción del suelo de la cancha deportiva, y al igual que el bloque A, se desconoce la fuente de agua y el paradero de las aguas residuales.

La edificación fue iniciada en el 2015, como iniciativa del Gobierno Federal y con articulación Municipal, pero para enero del 2020 aún se encontraba inconclusa.

No obstante, el Bloque A se encuentra en un nivel avanzado, los edificios cuentan con la mayoría de acabados, puertas y ventanas listas, los baños y la cafetería

No existe un proyecto paisajístico para los espacios residuales entre ambos bloques, ni la intención de recuperar parte de la vegetación removida.

Sustentabilidad de la Edificación

Los materiales utilizados para la construcción de la Escuela Canudos no son locales, destacando el concreto como material principal, que complejiza la culminación de la obra - paralizada en 2019 - por falta de mano de obra capacitada, contando únicamente con 2 obreros para concluir la escuela. A su vez, estos materiales y las técnicas constructivas empleadas no tienen ninguna vinculación con las técnicas tradicionales, ni con la identidad del Quilombo, convirtiéndola en una construcción ajena a la comunidad.

La Escuela no cuenta con sistema de recolección y almacenamiento de aguas pluviales. A pesar de encontrarse en una región con altas temperaturas, la edificación carece de espacios de sombra suficientes para salvaguardar a los usuarios del clima caliente, y no posee una ventilación adecuada que permita crear espacios confortables.

Además, el proyecto no plantea una vinculación directa con la vegetación adyacente, por lo que carece de áreas verdes y de cultivos que provean a la Escuela de alimentos y sustento.

falta de conectividad entre los programas

ventilaciรณn deficiente concentraciรณn de aire caliente

carencia de espacios de sombra

carencia de espacios cubiertos no aprovechamiento del agua pluvial

Estrategias de Diseño

Se proponen criterios de diseño para potenciar el desarrollo del proyecto, permitiendo establecer un punto de partida para la especificación de cada una de las partes que lo componen:

Plantear fases de desarrollo a diferentes escalas para la creación de una red de espacios de encuentro, aprendizaje y producción por medio de la formulación de un Centro de Etnoeducativo capaz de ser el motor para el desarrollo y formulación de nuevas intervenciones autoconstruidas gestionadas por los habitantes del Quilombo.

Aprovechar la estructura actual de la Escuela Canudos inconclusa, adaptando y modificando las edificaciones

existentes, para el desarrollo de espacios multifuncionales, que amplíe las posibilidades de usos del proyecto y relacione el Centro Etnoeducativo, a ser diseñado, con el medio circundante.

Diseñar áreas de sombra potenciadoras de los espacios multifuncionales, de manera a conectar los edificios existentes a ser recualificados y los nuevos equipamientos a proyectar, creando espacios comunes confortables que permitan una transición cualificada entre interior y exterior, y así, puedan relacionar las distintas actividades sociales y productivas de los habitantes, haciendo referencia a su modo de vida originaria en los Kraals africanos, aglomeración de Quilombos.

Promover el aumento de la diversidad programática del sector, como talleres de construcción, biblioteca y memorial quilombola, zonas de cultivo, viveros, zonas de lavado y cocinas colectivas, entre otros, para suplir las necesidades de las comunidades.

Fomentar múltiples modos de transporte, a través de la implementación de rutas para bicicletas y tracción animal, el trazado de senderos en conjunto con el uso del transporte público, propiciando la continuidad espacial e interacción entre la propuesta y el Quilombo de Coqueiros y las demás comunidades quilombolas en la región.

Fomentar la sustentabilidad a través de la gestión eficiente del agua, la reducción de la demanda energética, la gestión de residuos y la utilización de materiales locales producidos, recolectados

y transportados de manera sustentable.

Fomentar la innovación tanto en el diseño como en el desempeño de la propuesta, incentivando la creatividad y programas educativos, recreativos y deportivos, por medio de la creación de espacios que valoricen la identidad quilombola de la Comunidad de Coqueiros.

Integrar la agricultura sostenible que promueva la diversidad de plantas autóctonas, y fomente la utilización de nuevas tecnologías en conjunto con las tradicionales de cultivos para una mayor productividad dentro del Quilombo.

Impulsar el ecoturismo ya existente en la Comunidad de Coqueiros por medio de la valorización de cultura e identidad, a través de espacios para eventos y oficinas participativas planteadas dentro del Centro Etnoeducativo.

CAPÍTULO V

CENTRO ETNOEDUCATIVO “La arquitectura es mucho más que arte y mucho más que construcción de edificios. La arquitectura entrega energía y tiene el poder de ser inspiradora para que las comunidades desarrollen su propio futuro”.

Francis Kéré.

El Centro Etnoeducativo es un proyecto catalizador del desarrollo sostenible de la Comunidad Quilombola de Coqueiros. Esta propuesta se presenta como una oportunidad de aprendizaje y producción para el Quilombo, por medio de un diseño sustentable que mezcla arquitectura, tradición y paisaje, valoriza los conocimientos locales de la comunidad y la acerca su autonomía. Este proyecto no busca conservar las tipologías arquitectónicas tradicionales por puro romanticismo, sino que busca hacer viable la forma de vida del Quilombo de manera coherente en términos de consumo y medio ambiente, a través de la construcción de un espacio sustentable y educativo.

El desarrollo de este proyecto representa una transformación esencial en la realidad de la comunidad, una vez que parte del Etnodesenvolvimiento para solventar las problemáticas del Quilombo, manteniendo el diferencial socio-cultural que presenta su etnicidad, empoderándolos sobre sus tierras, recursos, organización social y cultura. El Centro Etnoeducativo, por lo tanto, es mucho más que una intervención arquitectónica puntual, es la base para el desarrollo de una nueva etapa en la realidad de la comunidad. Se presenta tanto

como una solución a las necesidades actuales del Quilombo, la carencia de infraestructura adecuada a las condiciones geográficas del lugar, el acceso a servicios básicos como el agua, y la debilidad que existe en cuanto al acceso a la educación de los habitantes, como una posibilidad futura de desarrollo autónomo y crecimiento sustentable del Quilombo, una vez que el proyecto tiene como una de las principales funciones la concientización y capacitación de los habitantes.

Para ello, el proyecto se enmarca en un proceso por fases que procura adaptarse y entender las características físicas de su entorno, buscando mejorar y consolidar las prácticas requeridas por sus pobladores, brindando espacios adecuados para el correcto desenvolvimiento de los distintos procesos constructivos necesarios para la construcción y consolidación de los equipamientos del conjunto.

El proyecto debe ser sustentable y procura que su construcción sea parte de un proceso educativo llevado por sus usuarios, asegurando su viabilidad, una vez que la comunidad se ve involucrada en una propuesta que les beneficia directamente y que además les

brindará las herramientas necesarias con las que luego pueden comenzar a rehabilitar y construir sus espacios cotidianos.

El plan por fases se rige por un sistema espacial que permite al conjunto ser habitado en la mayor parte del proceso, procurando que su crecimiento, al ser llevado a cabo por la comunidad, se genere una visión compartida del producto final.

Estas fases se llevarán a cabo de acuerdo a la complejidad y a las necesidades de la propuesta, planteando una primera fase de rescate, una segunda fase de desarrollo y finalmente una fase consolidación.

Fase de Rescate

La primera fase corresponde al proceso de transformación sostenible de la edificación existente. Para ello, es esencial reconocer las oportunidades que brindan las estructuras actuales, para adaptarlas a las condiciones climáticas, buscando la multifuncionalidad de los espacios como uno de los principales requisitos del proyecto.

Identificación y Utilización de los Materiales Locales

El reconocimiento de las virtudes de las estructuras existentes permite valorar los espacios de una formas empática con el

medio ambiente, pues le permite al vecto incorporar elementos del entornoque podrán facilitar la consolidación del espacio a futuro. Por lo tanto, se debe generar un catálogo de productos disponibles que se reincorporará en la visión de proyecto final. La elección de materiales locales, la factibilidad de su transporte y sus dimensiones manejables por la escala humana sin necesidad de maquinaria pesada, facilita la construcción del Centro Etnoeducativo por los miembros de la comunidad.

Madera: Varas de madera proveniente de la vegetación existente, además de la utilización de troncos de las palmeras de coco abundantes en la región, y listones y láminas de madera, provenientes del Municipio de Mirangaba. Para su utilización y durabilidad tanto en el interior como en el exterior de la edificación se le aplicará una protección natural contra los agentes degradantes -atmosféricos, calor, humedad, cambios de temperatura, sol directo, lluvia e insectos y hongos- por medio de la aplicación de sal bórica disuelta en agua, o la aplicación de aceite de linaza.

Tierra local: Adquirida de las excavaciones realizadas para la construcción de las fundaciones de los nuevos edificios, y de los movimientos de tierra realizados para la construcción de la vía de acceso al Centro

Estratégias iniciales de diseño en la escuela inconclusa

vinculación y acondicionamiento de la plaza central

extensión y acondicionamiento de los salones

Etnoeducativo. Para la confección de los muros de tierra apisonada, será necesario una serie de encofrados de madera -los cuales serán reutilizados para la construcción de mobiliario- para su compactación en el sitio, al igual que arena y fibras vegetales que, junto a la tierra local, permite la construcción de muros más resistentes, duraderos y estables. Es importante realizar pruebas para seleccionar la tierra adecuada, realizar las excavaciones para las fundaciones hasta llegar a suelo firme, por lo menos a 60 cm de profundidad, además de proteger a los muros de tierra de la lluvia y agentes erosivos durante y después de su construcción.

pasillo como conector de programas

Cemento, arena, gravilla y piedra: Estos materiales, aunque no provengan del Quilombo de Coqueiros, pueden ser adquiridos en Mirangaba, municipio en donde se encuentra la comunidad. Las piedras a su vez son adquiridas dentro de la misma región, y serán transportadas al local de construcción utilizando tracción animal o el camión utilizado para transportar los productos obtenidos de los cultivos. Estos materiales serán utilizados dentro de la edificación para la construcción de los podios, cimientos de los muros de tierra, estructuras de apoyo, superficies permeables y para la elaboración de mobiliario externo que acompañen los espacios existentes

dentro de la propuesta.

Fibras vegetales: Estas fibras utilizadas para la confección de objetos domésticos, serán utilizadas para la construcción del cielorraso, ventanas y puertas, y la elaboración de divisiones espaciales dentro del proyecto. Este material es de fácil adquisición gracias a la gran cantidad de palmeras de coco presentes en el Quilombo de Coqueiros, y permitirá aprovechar las habilidades tradicionales de los habitantes de la comunidad.

Láminas de zinc: Aunque no sea un

material local, posee un gran rendimiento, es duradero, fácil de manejar y necesita poco mantenimiento. Se estima que su adquisición puede significar uno de los gastos más significativos de la obra, pero es viable de ser adquirido por la comunidad de Coqueiros.

Otros materiales: Además de los

materiales ya mencionados, serán necesario otros, como tubos de PVC, canaletas, ladrillos de cerámica, clavos, tornillos, etc.

Programas y Prácticas Iniciales

La rehabilitación de los primeros espacios ofrece al conjunto la posibilidad de proporcionar una área común y confortable a sus usuarios en el proceso de construcción de los demás equipamientos del proyecto. De esta manera, al disfrutar de los beneficios de

la primera fase del proyecto, se incentiva a las demás partes de la comunidad a incorporarse en el proceso constructivo.

Los espacios multifuncionales iniciales generan un conjunto de programas educativos y de servicios con un amplio espectro de posibilidades, pues le permiten al usuario modificarlos bajo sus exigencias y adaptarlos a distintas actividades.

Entre los espacios a proyectar, de acuerdo a las necesidades de la comunidad y a lo requerido para que el Centro Etnoeducativo sea auto-gestionable se plantean los siguientes programas:

Salones Multifuncionales y Talleres Productivos: La ampliación de los salones permite crear un espacio multifuncional capaz de adaptarse al número de alumnos o participantes, y los talleres en el 1er piso de la edificación proporcionan una vista hacia el paisaje y a la plaza central, permitiendo crear una relación vertical entre las diferentes áreas de la propuesta. La conexión espacial con la plaza central brinda la oportunidad de asociarlo como uno de los programas más importantes dentro del conjunto, que permitirá vincular a los usuarios al proceso educativo que se implementó con una estrecha relación física y visual con el territorio en el que se desenvuelven.

Cocina colectiva y Comedor: El acondicionamiento de los espacios de servicio

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Primera fase del Centro Etnoeducativo

Cancha Deportiva

Talleres Salones

Baños Cocina y Bañõs Sala Multiusos

Plaza Central Cubierta Oficinas

es vital para el correcto funcionamiento del complejo, por ende, la cocina colectiva se proyecta teniendo en cuenta las costumbres y tradiciones de los Quilombolas para la preparación de alimentos y comidas. Este espacio se plantea como un área comunitaria, de interacción social y trabajo colectivo.

El comedor se concibe como un espacio abierto con la oportunidad de ser extendido hacia la plaza central y hacia el exterior de la edificación. Esta permeabilidad le da la oportunidad de consagrarse como un espacio significativo dentro del conjunto, pues el momento de preparación de la comida se transforma en una actividad con significado para su cultura.

Sala Multiusos y Oficinas: La sala multiusos se plantea como un espacio tecnológico que dé a la comunidad la oportunidad de tener un espacio con las herramientas para un desarrollo vinculado a nuevas tecnologías, acceso a internet, y permite adquirir nuevos conocimientos, intereses o información.

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Área deportiva | Cancha Cubierta: Siendo la infraestructura preexistente de mayor escala del conjunto inicial, se plantea como un espacio polifacético para las distintas prácticas requeridas por la comunidad, buscando integrarlo al nuevo proyecto por medio de un corredor techado siguiendo la modulación de sus columnas, buscando crear

Secatibe runtum earum sincilla velenimus auta nobit raecus di omniet

Plaza Central Cubierta | Recolección y Armacenamiento de Agua

una antesala a la cancha y definir el acceso a la misma.

Estos programas serán articulados por una Plaza Central cubierta que permita proporcionar un espacio que sea adaptable a las dinámicas de los usuarios y que suministre sombra a los salones. Así, se concibe la plaza central como el primer módulo del corredor techado, el cual será finalizado en las etapas

de desarrollo y consolidación del Centro Etnoeducativo, en la búsqueda por vincular los bloques A y B y los nuevos equipamientos a proyectar.

Esta plaza central, se plantea también con una tecnología capaz de proporcionar agua al complejo, por medio de la incorporación de una malla tejida hecha de junco, que permita transformar el agua presente en la atmósfera

por condensación para almacenarla en el tanque principal del Centro Etnoeducativo.

Primera Etapa de Construcción

En esta primera etapa se procede a adecuar los módulos del Bloque A para la construcción de la plaza central, talleres, salones, la cocina colectiva, el comedor y área de servicios, baños y depósitos.

Para ello, será necesario remover los techos existentes, para la creación de un segundo piso que contemple a los talleres, y para el planteamiento de una cubierta elevada, sostenida por una estructura de madera y muros portantes de tierra, que permita la ventilación del aire y garantice el confort térmico de los salones. Además, serán removidas las puertas, ventanas y paredes

Remoción de paredes exteriores, cubiertas,puertas y ventanas

dejando únicamente la estructura y paredes divisorias para su extensión.

ocupados del conjunto y el medio circundante.

de la infraestructura existente, para paulatinamente generar el remate final en

La ampliación del proyecto se basa en la vinculación del bloque A y bloque B, por medio de la creación de un corredor cubierto lineal. Esto permite que las prácticas ya establecidas no se interrumpan con la construcción de la nueva etapa, buscando complementar los distintos programas y servir como un catalizador de las intenciones de la comunidad, permitiendo la incorporación de diferentes grupos en las nuevas actividades a proponer

los extremos del conjunto, permitiendo detonar el imaginario colectivo al trabajar la relación del vacío entre los espacios

Espacios de esparcimiento: Los espacios de esparcimiento son igual de importantes que los de aprendizaje formal

Fase de Desarrollo

Esta fase busca aprovechar los conocimientos empleados en el proceso anterior, procurando la ampliación del conjunto en una escala intermedia. Se plantea una ocupación del territorio que parta desde el centro de la edificación

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Ampliación del proyecto y conección de los programas

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dentro de un complejo educativo, pues muchos de los conocimientos sociales y el intercambio de saberes se dan en estas áreas, y el contacto directo con la naturaleza pueden catalizar estos procesos de enseñanza. Así, su distribución espacial busca permitir que los usuarios desarrollen su aprendizaje empírico en un entorno que interactúa directamente con el medio ambiente.

Biblioteca y Memorial Cara do Quilombo

El nodo sur del complejo educacional se ocupa por un conjunto de programas

enfocados al reconocimiento cultural de las comunidades quilombolas. La biblioteca se concibe como un hito cultural dentro del conjunto, ya que funciona como el principal almacén de conocimiento ancestral de la comunidad.

El Memorial Cara do Quilombo representa el recuerdo de la historia de las comunidades pioneras de la zona, demostrando su evolución en el tiempo y aprovechando la vista sobre la comunidad de Coqueiros como un factor reflexivo que los motive a seguir avanzando. Ambos se manifiestan como espacios abiertos, permeables y dinámicos.

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Auditorio: Aprovechando la suave

topografía del terreno, se busca crear un espacio de congregación al aire libre relacionado con su entorno, aprovechando las vistas largas hacia la localidad. Esto funcionará como una plataforma de exposición para distintos miembros de la comunidad, permitiendo un desarrollo artístico y cultural más variado y complejo.

Corredor techado: Surge como interpretación de la calle principal de Coqueiros y del Kraal africano. Se concibe como un espacio lineal que busca relacionar los diferentes programas permitiendo que se sienta como una extensión de ellos y una transición entre el exterior el interior

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Módulo Recolector de Agua

de la edificación, fortaleciendo la conexión tanto entre los diferentes equipamientos proyectados como con las áreas verdes, y ampliando las posibilidades de uso del espacio al plantear un camino protegido del sol y de la lluvia.

El corredor techado se plantea con la misma tecnología de la Plaza Central cubierta, por medio de la utilización de módulos. De igual forma el corredor techado se concibe como un espacio flexible y adaptable a diferentes necesidades. Este módulo, es capaz de recolectar 40 litros de agua diarios, este número se obtuvo por medio de la comparación con los recolectores de agua creados en Lanzarote (España),

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zona con una humedad relativa cercana a la del Quilombo de Coqueiros, ellos son capaces de recolectar por metro cuadrado 1,3 litros de agua diario, los módulos del pasillo propuestos poseen una superficie de 32m2.

Dentro del proyecto se proyectan 51 módulos recolectores de agua, con la misma superficie, por lo que diariamente si la humedad relativa se mantiene en 75%, se podría generar casi 2100 litros de agua diarios. Por otro lado, este módulo permite la creación de diferentes espacios de sombra a lo largo de la propuesta mientras vincula los diferentes programas y permite relacionar el exterior con el interior.

Se plantea la posibilidad de utilizar diferentes materiales para proporcionar sombra.

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Posibilidades de agrupaciรณn de los mรณdulos del pasillo

C1

Vivero:

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Corte Transversal Biblioteca y M

A

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Para incentivar la producción de distintos tipos de alimentos se proponen siembras verticales que ayuden a optimizar el espacio techado, permitiendo una extensa variedad de productos que ayuden a suplir las necesidades del mercado local, utilizando cultivos hidropónicos, como un mecanismo oportuno para conseguir nuevas especies que se adapten al clima local. Para complementar al programa productivo se establece un área de compostaje que permita al conjunto reusar parte de sus desperdicios orgánicos.

En este espacio se contempla un taller para el desarrollo y mejoramiento de las técnicas de cultivo orgánwico en la búsqueda por una mayor productiva agrícola.

Área de lavado colectivo | Baños:

Los espacios de servicio son primordiales para el correcto funcionamiento del conjunto. entendiendo las condicionantes climáticas del entorno y el uso adecuado de los recursos, se propone un sistema que reúse las aguas grises para surtir a los cultivos adyacentes a las edificaciones desechadas por los procesos de lavado en los baños.

Zona de Cultivos: Basado en

el sistema de producción agrícola del Quilombo, se plantea el aprovechamiento de la topografía como un medio de

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Corte Transversal Área deportiv

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Memorial Cara del Quilombo

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va | Área de Lavado

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lรกmina de zinc

estructura de madera

cielorraso tejido

refuerzos estructurales

terminaciones de concreto

muro de tierra pisada

podio de piedra y cemento

Detalle del sistema de recolecciรณn de agua pluvial Detalle constructivo de la cubierta

PRODUCED B

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Planta Baja Centro Etnoeducativo T VERSION

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Segundo Nivel Centro Etnoeducativo T VERSION

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La elección de los cultivos idóneos permitirá la sustentación de las laderas de la colina, brindando un paisajismo productivo visible desde distintos puntos de la comunidad.

Esta zona se plantea para proporcionar alimentos al Centro Etnoeducativo, y como fuente de ingreso sustentable.

Auditorio y Área de Lavado. Estas nuevas prácticas les permitirán a los usuarios un desenvolvimiento más amplio dentro de las instalaciones, nutriendo los procesos de enseñanza y producción del proyecto.

Estos espacios se conciben, así, como áreas polifacéticas y dinámicas, que permitirán a los usuarios un nuevo el desenvolvimiento de sus prácticas sociales y culturales, atrayendo también a otras partes disociadas de la comunidad.

Desarrollo de Prácticas Complementarias

Al ser concluida la construcción de la primera etapa del proyecto - Plaza Central, Salones Multifuncionales, Talleres, Cocina Colectiva y Comedor -, como apoyo a los espacios educativos, se plantea la construcción de los módulos del corredor cubierto junto a la Biblioteca, el Memorial, Como toda la propuesta, la Biblioteca y el Memorial Cara do Quilombo permitirá promover el arraigo cultural de

la Comunidad de Coqueiros, y por ende su identidad. Estos equipamientos buscan la revalorización de la historia del Quilombo, permitiendo a los usuarios y visitantes la posibilidad de conocer parte de sus tradiciones y cultura.

El empoderamiento cultural del edificio puede detonar en los pobladores de la comunidad un sentir de identidad regional, promoviendo el apego por el conjunto e interesando a gran parte de la comunidad en continuar con la consolidación del complejo Etnoeducativo.

La construcción de un área de lavado ayudar a las familias que no tienen acceso a agua potable para lavar sus prendas en sus hogares, por lo que se plantea una zona abierta, semi-sombreada fresca y con la suficiente agua para solventar esta necesidad en el Quilombo. (Figura 6-19)

Habitantes de la Comunidad Quilombola de Coqueiros

Fase de Consolidación

La última fase del proceso se basa en la consolidación de la sección de territorio delimitada entre la calle de acceso, la cancha de usos múltiples, los cultivos y los equipamientos construidos en las primeras dos etapas. Este tramo del conjunto busca solventar las necesidades productivas de la comunidad, generando un proceso educativo cíclico. Además, en esta fase se busca crear un paisaje natural que permita una transición armoniosa entre el Centro Etnoeducativo y la naturaleza.

y que garanticen la fluidez constante de usuarios en el complejo, entendiendo la producción del conocimiento en primera pversona, generando los espacios necesarios para que estas prácticas sean llevadas a cabo con la mayor comodidad posible, funcionando como un equipamiento de carácter local.

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De igual forma se busca la regeneración de la vegetación que fue removida en la construcción de la Escuela Canudos, por medio de la siembra de plantas autóctonas de la región que permita la creación de nuevas áreas verdes.

Entendiendo los sistemas de producción local se plantea un equipamiento que formalice los estudios de oficios rurales en el sector, permitiendo a los interesados mejorar su calidad de vida al incluirse en el sistema educativo planteado.

La generación de viveros y laboratorios permite aproximarse a la comunidad a procesos educativos experimentales que sean más llamativos

PA S IL L O CUB IERTO

TA N QU E D E AGUA

BI BL I OT EC A - M EM ORI A L

C U LT I VOS

TA N QUE D E AGUA

Centro Etnoeducativo Productivo Quilombola, en la comunidad de Coqueiros, Bahia, Brasil.

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TAN Q U E D E AGUA A REA D E L AVA D O

TALLERES

S ALO N E S C A N C H A D EPO RTIVA

TA N QUE D E AGUA

V I V ERO

TA N QUE D E AGUA

C OC I N A | BA N ÕS TA N QU E D E AGUA

PL A ZA C EN T RA L C U BI ERTA S ALAS M U LT I US O S O F I C I N AS

Sustentabilidad del Proyecto Entendiendo que los edificios son los principales consumidores de agua potable dentro del entorno de la construcción, se busca promover el uso inteligente del agua, tanto en el interior como en el exterior de la edificación, volviéndose indispensable el planteamiento dentro del proyecto de superficies recolectoras de agua pluvial eficientes, capaces de almacenar la mayor cantidad de agua durante los períodos de lluvia. De igual forma, para los períodos de sequía se plantean soluciones que aprovechen el alto índice de humedad relativa (75%) presente en la atmósfera para la producción de agua potable, y así garantizar a largo plazo la sostenibilidad ambiental y económica y social de la comunidad de Coqueiros.

Dentro de la propuesta se plantea la recolección de agua también por medio de las cubiertas, diseñadas como grandes superficies para recolectar la mayor cantidad de agua posible durante los periodos de lluvia, estas superficies son capaces de recolectar aproximadamente 240.000litros de agua anualmente en relación a la precipitación promedio del Quilombo, a su vez se buscará la descentralización del acopio de agua, permitiendo la autonomía de distintos sectores del Centro Etnoeducativo, evitando así su desperdicio.

Sistema de Recolección de Ag

Sistema de Almacenamiento de

gua Pluvial

e Agua Pluvial

Gestión de Aguas Residuales y Residuos

Es importante concebir dónde las aguas residuales serán desechadas, tanto las del comedor, cocina como las de los baños y el lavandero colectivo. Para ello se plantea la adaptación de los baños existentes en la edificación para integrarlos al tratamiento de aguas residuales “círculo de bananeras”, sistema diseñado por el brasileño Jonas Rodrigo dos Santos.

El sistema posee 5 fases principales de limpieza. La fosa séptica está conectada a un tanque principal dividido en 4 etapas de filtrado: filtro de piedras de hasta 20 cm, piedras trituradas, grava y arena gruesa, y para un tratamiento más completo, el sistema empleado por Jonas incorpora algunas plantas, como bananeras, que aumentaran la depuración, estas plantas aprovechan los nutrientes de las aguas residuales, como el fósforo y el nitrógeno, y son capaces de producir alimentos aptos para el consumo.

En cuanto al tratamiento de residuos orgánicos provenientes de la cocina colectiva, se planteó la instalación de un compostaje de abono cerca de la zona de cultivo capaz de proporcionar materia orgánica para ser utilizada en las plantaciones y aportar nutrientes a las

áreas donde la vegetación fue removida en la construcción de la Escuela Canudos, para su futura reforestación.

Los escombros obtenidos de la remoción de las paredes para el acondicionamiento de los salones serán aprovechados para la construcción de supe rficies permeables que permitan, a nivel de suelo, definir las áreas exteriores.

Por otro lado, la madera resultante de las cubiertas que fueron retiradas de los módulos del Bloque A, y la madera proveniente de los encofrados, serán utilizadas para la construcción del mobiliario de los talleres.

GestiĂłn de aguas grises: sistema de tratamiento de baĂąos adaptados al ciclo de bananeras.

Demanda Energética

Se procura reducir la demanda energética de la edificación a través de la captación de la energía natural incidente, como la luz natural y los vientos, aprovechando la acertada orientación de la edificación este-oeste, y la dirección de los vientos, el corredor techado permitirá la continuidad de los vientos para la ventilación de los equipamientos de la propuesta.

La calidad del aire interior se garantiza a través del estudio minucioso de las alternativas de cerramientos para el aprovechamiento de las bondades del clima local por medio de la implementación de ventanas ajustables - celosías -, permitiendo el flujo de aire continuo y gradual dentro de los equipamientos.

Ventilación Cruzada

El Centro Etnoeducativo durante las primeras etapas plantea la utilización de la energía local de la comunidad, peroen un futuro se proyecta la generación de energía alternativas a través de la captación de la radiación solar y el almacenamiento esta energía se propone a través de baterías eléctricas.

Iluminación Natural

Sustentabilidad Productiva y Economía sustentable

El Centro Etnoeducativo se convierte en una red de conocimientos y prácticas productivas sustentables, que optimiza sus espacios y recursos, y procura una diversificación de las actividades que ocurren dentro del conjunto.

La generación de ingresos garantiza la efectividad de cualquier plan de esta escala, por ende, cada programa debe velar por su autogestión y mantenimiento. Así, el Centro Etnoeducativo puede financiarse por medio de un sistema de talleres prácticos de oficios, que enseñan desde los métodos constructivos del conjunto hasta innovadores sistemas de siembras, ideales para el clima de la localidad, brindando un nuevo espectro de productos. Los talleres de artesanías podrán formar parte de la vida cotidiana de la comunidad, pues se aprovechan los saberes locales para generar ingresos y productos que pueden ser destinados al turismo.

Además, la producción de alimentos será el rubro con mayores ganancias, los productos obtenidos pueden ser vendidos en ferias y mercados dentro de la región, o en otras comunidades dentro del municipio, aprovechando los métodos innovadores de cultivos para obtener alimentos nunca

antes producidos en la zona, mejorando la calidad de vida de comunidades cercanas e interesándose por los procesos que ocurren dentro del complejo educativo.

La interdisciplinariedad es uno de los grandes beneficios de la diversidad de programas del conjunto, pues garantiza un flujo de profesionales habituales dentro de sus instalaciones, esto produce el intercambio de ideas, motor primordial para los procesos de emprendimiento.

Centro Etnoeducativo Productivo Quilombola, en la comunidad de Coqueiros, Bahia, Brasil.

CONCLUSIONES

El planteamiento de soluciones arquitectónicas eficientes, capaces de enfrentar la actual crisis social y ambiental global, no debe desestimar a los pueblos originarios y a las comunidades tradicionales, una vez que el verdadero concepto de desarrollo sustentable está directamente conectado a los modos de vida coherentes y equilibrados en términos de consumo y medio ambiente. Por lo tanto, su aplicación debe partir de lo aprendido y acumulado a lo largo de los años por estas comunidades que, históricamente, han logrado desarrollar sistemas de gestión territorial armoniosos en ámbitos sociales, económicos y ambientales.

En este sentido, este trabajo plantea un proyecto que parta de otra perspectiva, la de comunidades quilombolas afrobrasileñas, por medio de una propuesta basada en el Etnodesenvolvimiento y en la Arquitectura Vernácula, explotando el potencial de la arquitectura como motor de un cambio social, económico y cultural de las comunidades, manteniendo el diferencial socio-cultural que presentan - su etnicidad -, emponderándolas sobre sus tierras, recursos, organización social y cultura.

Para ello, es esencial que la propuesta parta

del conocimiento profundo del lugar, de su historia y de sus habitantes. Por lo tanto, la inmersión realizada en el Quilombo de Coqueiros fue indispensable, una vez que permitió acercarse íntimamente a la realidad de lugar y comprender, a través de reuniones participativas, las verdaderas necesidades y potencialidades del Quilombo.

Siendo así, este trabajo, al tener como base un proceso participativo para la definición del proyecto, desarrolla un Centro Etnoeducativo que valoriza la identidad quilombola e involucra los habitantes de la comunidad en su construcción, como parte de un proceso empoderador y educativo, transformando el proyecto en más que una intervención arquitectónica, en un punto de inflexión en la realidad del Quilombo y un camino para la conquista de su autonomía.

Por lo que se plantea un proyecto que, aparte de satisfacer las necesidades básicas de la comunidad, como la carencia de infraestructura adecuada a las condiciones geográficas del lugar y el acceso a agua, se presenta como un centro de capacitación y producción del Quilombo, por medio de una gran diversidad programática que mezcla educación - primaria y secundaria teórica y práctica en los talleres, laboratorios

y cultivos, estrechando la relación de los usuarios con el territorio que habitan como posibilidad de empleo y generación del ingreso a la comunidad, contribuyendo así para su desarrollo y crecimiento sustentable.

Para lograr este proceso de etnodesenvolvimiento, se hizo evidente la necesidad de romper con la invisibilización de los conocimientos y técnicas constructivas tradicionales, buscando su mejoramiento y aplicación dentro de la propuesta arquitectónica. Además, este proceso fue indispensable para alcanzar desarrollar soluciones capaces de enfrentar las condiciones extremas del Sertão, donde se ubican la mayoría de los Quilombos.

En este sentido, el proyecto se planteó también para aprovechar al máximo la temporada de lluvia, proyectando superficies recolectoras de agua en toda la propuesta.

De igual forma, para solventar la falta de agua durante la sequía y aprovechar el alto índice de humedad relativa presente en el quilombo, se utilizan mallas recolectoras de agua por condensación, capaces de producir agua a diario, tanto para ser empleada dentro del Centro Etnoeducativo, como para ayudar a la comunidad en los momentos más fuertes de la sequía.

De igual forma, la propuesta creó espacios confortables, aprovechando la estructura

existente, sin embargo, adaptándolas a las necesidades programáticas multifuncionales y las necesidades climáticas del contexto, por medio de diferentes estrategias combinadas, como la utilización de cerramientos que permitan el flujo de aire continuo y gradual dentro de los equipamientos, y la creación de cubiertas - no solamente de los edificios, sino que a lo largo de todo el corredor techado que conectan los diferentes programas -, ampliando así los espacios sombreados de la propuesta y las posibilidades de usos múltiples y diversificados.

Por otro lado, las estrategias y técnicas empleadas en el desarrollo del proyecto fueron pensadas para minimizar el impacto ambiental que las construcciones que no se basan en la arquitectura vernácula suelen tener, buscando utilizar materiales de fácil acceso, producción y transporte, reutilizando al máximo los materiales que naturalmente son desperdiciados en el proceso de construcción para el desenvolvimiento de otras partes de menor escala del proyecto.

De esta manera, el Centro Etnoeducativo se presenta como un ejemplo e inspiración para la comunidad, tanto a lo largo de su proceso constructivo, como en los usos que plantea, como parte de una red de espacios de encuentro,

aprendizaje y producción del Quilombo, siendo el motor para el desarrollo paulatino y autónomo de otras intervenciones necesarias dentro de la comunidad a ser realizadas por sus habitantes, una vez que el Centro les proporciona la capacitación y el empoderamiento necesario.

En conclusión, la propuesta desarrollada por este trabajo busca, por medio de la arquitectura vernácula y de su mejoramiento y aplicación, basado en el etnodesenvolvimiento, dar respuestas eficientes, de manera conjunta y articulada, a las dimensiones sociales, ambientales y económicas, comprobando que para el enfrentamiento de la actual crisis social y ambiental en la que vivimos, se hace indispensable un desarrollo sustentable verdadero, que logre englobar estas tres dimensiones a partir del reconocimiento y valoración de los conocimientos y técnicas que los modos de vida de los pueblos originarios y comunidades tradicionales pueden aportar, centrando la atención en el vínculo entre los seres humanos y la naturaleza.

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