Laberinto Vol. 6 (2007)

Page 1

LABORATORIO DE APRENDIzAJE Y COMPORTAMIENTO ANIMAL

LABERINTO

ISSN 1657-9097

2007 2007

v vool luuM Meen n6 6 CONTENIDO Expo-rata: Un espacio para la divulgación de conocimiento Miguel puentes

actualidad

Aspectos éticos en la relación humano-animal diana pérez

SecciÓn eXperiMental Efectos de la magnitud del reforzador sobre la conducta de elección: sesgo luís arango, andrés ballesteros, andrés raMírez

Efecto de la reintromisión de la hembra original en la conducta sexual en codornices japonesas macho oscar burbano, WilliaM patarroyo, david zabala, adriana saavedra

Efectos de la Luz en las Conductas de Ratas en el Laberinto en Cruz Elevado diego torres, natalia piar, laura Montoya , santiago ordoñez

entrevista Jairo Muñoz: Buscando las bases biológicas del comportamiento humano a partir de modelos no humanos david rojas

reseña La Paradoja de la Elección: Cómo la cultura de la abundancia nos roba satisfacción jonathan buriticá

Distribución Gratuita


2

Laberinto 2007 / Volumen 6

EXPO–RATA : UN ESPACIO PARA LA DIVULGACIÓN DE CONOCIMIENTO Miguel puentes

Universidad Nacional de Colombia

El curso Técnica 1 en Análisis Experimental del Comportamiento es una de las asignaturas ofrecidas tradicionalmente en el plan de estudios de Psicología de la Universidad Nacional. Este curso es presentado como una introducción a la investigación en Psicología, y particularmente a los métodos usados en el AEC, enfoque que se ha caracterizado por el uso de ciertos procedimientos particulares (diseños intra-sujeto, y análisis cualitativo de datos obtenidos por medio de observaciones controladas y experimentaciones).

póster o cartel, en el cual los estudiantes hacen un breve resumen de su investigación resaltando aspectos tales como el marco teórico, el método llevado a cabo, los resultados obtenidos y las conclusiones sacadas de estos últimos. El uso de un cartel para dicha presentación trae consigo algunos beneficios tales como el desarrollo de habilidades en el manejo de un lenguaje científico, capacidades de síntesis, coherencia en la redacción, e incluso cierto grado de creatividad en la manera como muestran los diferentes aspectos de su investigación.

La parte práctica de esta asignatura consiste en la aplicación de los procedimientos antes mencionados, con el fin de llevar a cabo un trabajo experimental relacionado con una de las líneas de investigación presentes en el laboratorio, las cuales son:

En este espacio los estudiantes pueden sustentar sus trabajos frente al público en general, y con ello logran tener una primera experiencia de presentación y sustentación de trabajos en Psicología; así mismo adquieren algunas habilidades necesarias para presentarse exitosamente en futuros congresos o eventos: habilidades argumentativas, un buen uso del lenguaje verbal y no verbal, habilidades de expresión en público, entre otras.

1.Aprendizaje y Evolución del Comportamiento 2.Elecciones y Decisiones 3.Neurociencias del comportamiento De esta asignatura ha salido una cantidad importante de trabajos experimentales realizados por parte de los estudiantes; ellos son quienes toman la iniciativa de plantear su propia pregunta experimental, con la asesoría del grupo de monitores del Laboratorio de Aprendizaje y Comportamiento Animal. Una parte de estos estudiantes han logrado obtener interesantes y muy prometedores resultados a partir de sus diseños experimentales. Para mostrar estos trabajos el laboratorio ha abierto un espacio de divulgación, conocido como ExpoRata. Expo-rata surgió como una iniciativa de los estudiantes vinculados con el laboratorio –monitores y coordinadores–, quienes querían dar a conocer al público los resultados de las investigaciones hechas por los estudiantes del curso de Tecnica 1 en AEC con el objetivo de dar cierta trascendencia a dichos trabajos y de reconocer el esfuerzo empleado para la elaboración de los mismos. Así pues, en el segundo semestre del año 2003 nació este evento gracias a la intervención de las estudiantes Karen Urueña y Bibiana Montoya, coordinadoras del laboratorio en ese entonces, y la dirección de Arturo Clavijo, profesor de la asignatura. Los trabajos mostrados en Expo-rata son presentados básicamente por medio de la modalidad de

Para finales del presente año se planea la realización de Expo-rata en el edificio de Posgrados de Ciencias Humanas, esto con el fin de darle mayor difusión al evento entre la comunidad académica no solo del departamento de Psicología, sino también de la facultad de Ciencias Humanas e incluso de la Universidad en general. UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA Facultad de Ciencias Humanas Decana Luz Teresa Gomez de Mantilla Directora Bienestar Juanita Barreto Gama Director Departamento de Psicologia Telmo Eduardo Peña DIRECTOR DEL LABORATORIO DE APRENDIZAJE Profesor Germán Gutierrez Departamento de Psicología Comité Editorial Dirección: Germán Gutiérrez Edición: Jonathan Buriticá Diagramación: John Solórzano Equipo de Colaboradores: Natalia Piar Andrés Ballesteros Miguel Puentes


EDITORIAL

Laberinto 2007 / Volumen 6

3

Laberintos, Conocimiento y Psicología

Germán Gutiérrez1

Universidad Nacional de Colombia

El primer laberinto descrito en la historia, es aquel en el que el Rey Minos recluyó al Minotauro, bestia devoradora de hombres y que fue resuelto por Teseo, con el fin de enfrentarlo y matarlo, evitar el sacrificio de hombres y mujeres de Atenas y desposar a Ariadna. Este laberinto cerrado, construido por Dédalo, como una serie de meandros o pasillos, es resuelto mediante el hilo de Ariadna (Santarcangeli, 2002).

Quiero sugerir que la historia de este primer laberinto puede ser tomada como una analogía de la búsqueda del conocimiento. Un individuo, el científico, que busca el cumplimiento de algunos objetivos de su interés personal y otros que van más allá y que buscan el bien común, se adentra en una estructura de la cual desconoce el camino, los obstáculos y con frecuencia el monstruo que le espera. Cuenta, eso sí, con un hilo de Ariadna, el método científico, que le puede ayudar a resolver el enigma que entraña. Sin embargo, a pesar de dicho hilo, que es un elemento de continuidad en la búsqueda, debe plantear posibles soluciones, tomar decisiones, equivocar el camino, regresar sobre sus pasos, volver a empezar y finalmente resolver el laberinto. Algunas veces, el hilo de Ariadna, el método científico, no es infalible para la resolución del enigma y llegamos a callejones sin salida, a cruces que desvían nuestro camino, a posibles salidas prometedoras que luego no conducen a una solución. El mito del laberinto se repite en múltiples culturas a lo largo de la historia: Egipto, de donde parece haber surgido el diseño del Laberinto diseñado por Dédalo, India, África, Europa y América. En todas las culturas en las que está presente el uso de la figura con un sentido simbólico, está asociado a la idea de paso, de transición, de exploración de lo desconocido, siendo en muchas ocasiones el punto desconocido el infierno o alguna idea de él. Espero que hasta allá no llegue la analogía que he hecho de la exploración del laberinto con la búsqueda del conocimiento, pero ciertamente algunas religiones (e.g., la cristiana) han planteado una relación muy fuerte entre la búsqueda del conocimiento y el camino de la condenación. Seguramente el lector recordará la novela de Umberto Eco, El Nombre de la Rosa (1988) que leída por un académico, tiene como tema central una discusión sobre el valor de la producción del conocimiento y su carácter público. En dicha novela, dos personajes enfrentan su visión del valor Correspondencia: Germán Gutiérrez, Departamento de Psicología, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia. E-mail: gagutierrezd@unal.edu.co

de conocer y de permitir al acceso de los individuos a dicho conocimiento: Jorge de Burgos, bibliotecario de la Abadía y Guillermo de Baskerville, un monje que ha tenido como maestros a dos de los fundadores o inspiradores del método científico, Roger Bacon y Guillermo de Occam. El conocimiento, que Jorge guarda celosamente en un laberinto tridimensional en la torre de la abadía, es finalmente sacrificado, cuando Guillermo, con el propósito de investigar algunos crímenes, resuelve el código de entrada y tiene momentáneamente acceso al conocimiento disponible en ese oscuro momento de la historia de occidente. La figura del laberinto ha hecho su recorrido del mito a la cultura, a la arquitectura y al conocimiento. En Psicología, esta figura ha sido utilizada como instrumento para el estudio del carácter (Chapuis, 1959, citado por Santarcangeli, 2002), inteligencia en animales y humanos, motivación, aprendizaje y memoria (Javela, 2005). En estas áreas el laberinto se usa como un análogo del ambiente en el que el organismo enfrenta la resolución de un problema espacial y debe resolverlo mediante diversas estrategias posibles. Fue justamente con este criterio con el que fue desarrollado y utilizado el laberinto por primera vez en Psicología. Hacia 1898 L. Kline tomó la idea de construir un laberinto para investigar las capacidades de orientación de la rata, de una conversación con E. C. Sanford y porque se parecía a las madrigueras de ratas que había observado personalmente. Sanford también sugirió como modelo el laberinto de Hampton Court. En él, la rata era colocada en el exterior y como en el caso del laberinto de Dédalo, la meta se encontraba en el centro. En 1901, W. S. Small, primero estudiante y luego colega de Kline, empezó a estudiar procesos asociativos en ratas, mediante el uso de este laberinto (Miles, 1930). Small y Kline demostraron el valor de los laberintos como instrumentos y las ratas como sujetos experimentales, que habrían de ser determinantes en desarrollos posteriores en la construcción de teorías de la conducta (Boakes, 1989). El papel del laberinto como instrumento ha sido muy importante en la historia de las teorías del aprendizaje. Edward C. Tolman lo planteó de manera verdaderamente entusiasta: “Creo que todo lo importante en Psicología (…) puede ser investigado en esencia a través del análisis experimental y teórico continuado de los determinantes del comportamiento de la rata en el punto de elección de un laberinto. En esto, creo que estoy de acuerdo con el Profesor Hull y también con el Profesor Thorndike” (1938, pg. 34).


4

Laberinto 2007 / Volumen 6

Una discusión fundamental en los años 30 y 40 entre E. C. Tolman y C. L. Hull se centraba en qué aprendía un organismo en este tipo de situación. Tolman planteaba que una rata en un laberinto aprendía su localización en relación con la meta y con señales ambientales, mediante un proceso asociativo Pavloviano. Por su parte, Hull consideraba que la rata aprendía mediante procesos de reforzamiento, respuestas que la conducían finalmente a la meta. El uso de laberintos radiales, en cruz y de múltiples figuras, fue determinante en dar respuesta a esta controversia y en alimentar nuevos problemas de investigación (Hergenhahn y Olson, 1997). Hoy sabemos que tanto Tolman como Hull tenían razón en alguna medida y que las ratas utilizan múltiples estrategias para la resolución de problemas espaciales, dependiendo de las condiciones ambientales en las que se encuentren (ver Chamizo, 1990). Los estudios contemporáneos en psicología del aprendizaje, comparada y neurociencias, continúan haciendo uso de laberintos, desde el corredor simple que se utiliza en el estudio del valor incentivo de los estímulos (p.ej., Baquero, Puerta y Gutiérrez, 2007; Ortega y Papini, 2007), hasta los estudios conductuales y neurobiológicos de memoria espacial y aprendizaje que continúan utilizando laberintos radiales, de agua, en cruz, de Barnes y otros (p.ej., García, Cárdenas y Morato, 2005; Vicens, Redolat & Carrasco, 2003) . El desarrollo del conocimiento en Psicología ha sido influenciado en alguna medida por los instrumentos utilizados para investigar la conducta de los organismos. Con frecuencia su desarrollo ha buscado establecer condiciones estandarizadas que permitan el estudio sistemático del comportamiento. Con este propósito, los laberintos han sido utilizados con múltiples especies en una estrategia comparativa (Schneirla, 1972). Esta ventaja, quizás también ha representado una desventaja, en el sentido de que los instrumentos plantean limitaciones o seleccionan aspectos del repertorio de un organismo y por ello, deben reconocerse las limitaciones en su capacidad de generalización y su validez ecológica (Foppa, 1976). El laberinto es pues, una figura ligada al conocimiento psicológico en particular y al conocimiento científico en general. El nombre de este boletín, es un homenaje a esta doble tradición. Al valor del instrumento que ha favorecido el desarrollo de la psicología del aprendizaje y el comportamiento animal, pero especialmente, al valor de su analogía con la producción del conocimiento, al fascinante camino por espacios desconocidos que nos plantean encrucijadas, decisiones, posibles errores, pero también grandes logros, personales, comunes y universales. Para finalizar, quisiera resaltar la labor del grupo de estudiantes monitores del Laboratorio de

Aprendizaje y Comportamiento Animal, quienes mediante la conformación de un grupo de trabajo han asumido la tarea de editar el Boletín y de mantener su carácter académico y formativo. REFERENCIAS Baquero, A., Puerta, A. & Gutiérrez, G. (2007). Magnitude Effects of Sexual Reinforce ment in Japanese Quail (Coturnix japo nica). Sometido a Evaluación. Boakes, R. A. (1989). Historia de la Psicología Ani mal: De Darwin al Conductismo. Madrid: Alianza. Chamizo, V. (1990). Ratas en el laberinto: memo ria espacial y mapas cognitivos. En L. Aguado (Ed.), Cognición comparada. Es

tudios experimentales sobre la mente ani mal. Madrid: Alianza. Eco, U. (1988). El nombre de la rosa. Barcelona:

Lumen. Foppa, K. (1976). Comparative implications of learning psychology. En M. von Cranach (Ed.), Methods of inference from animal to human behavior. The Hague: Mouton/ Aldine. Garcia, A.M., Cárdenas, F. & Morato, S. (2005). Effect of different illumination levels on rat behavior in the elevated plus-maze. Phy siology and Behavior, 85, 265-270. Hergenhahn, b.R. & Olson, M.H. (1997). An in troduction to theories of learning. 5a Edi ción. Upper Saddle River, NJ: Prentice Hall. Javela, L.G. (2005). Los laberintos en el labora torio de Psicología del Aprendizaje. En G. Gutiérrez & J.E. Cruz (Eds.), Avances

en ciencias del comportamiento. Vol. 1. Laboratorios de Psicología. Bogotá: Epígra

fe (E-book). Miles, W.R. (1930). On the history of research with rats and mazes: A collection of notes. Journal of General Psychology, 3, 324-337. Ortega, L. A. & Papini, M.R. (2007). El Estudio del Contraste Entre Incentivos: La Contri bución de Abram Amsel. Revista Latinoa mericana de Psicología, 39. En prensa. Santarcangeli, P. (2002). El libro de los laberintos. Historia de un mito y de un símbolo. Ma drid: Ediciones Siruela. Schneirla, T.C. (1972). Psychology, Comparative. En L. R. Aronson, E. Tobach, J. S. Rosen blat & D. Lehrman (Eds.), Selected wri tings of T. C. Schneirla. San Francisco: Freeman. Tolman, E.C. (1938). The determiners of behavior at a choice point. Psychological Review, 45, 1-41. Vicens, P., Redolat, R. & Carrasco, M.C. (2003). Aprendizaje espacial y laberinto de agua: metodología y aplicaciones. Psicothema, 15, 539-544.


Laberinto 2007 / Volumen 6

5

actualidad Aspectos éticos en la relación humano-animal Diana Pérez Universidad Nacional de Colombia

“Es exactamente al año de edad cuando yo propongo disponer de ellos de tal manera que, en vez de ser una carga…, contribuyan, por el contrario para alimentar, y en parte para vestir, a muchos miles”

Las relaciones de los humanos con otros animales son estrechas, en gran parte dependemos de los animales para nuestra manutención, abrigo y en algunos casos compañía y bienestar, pareciera contradictorio que ante tal dependencia desarrollemos patrones de indiferencia o inclusive de abuso cuando se trata de relacionarnos con los animales, gran parte de esto se pone de manifiesto en los límites que la sociedad, la religión, la cultura y nosotros mismos, como producto de estas, ponemos a la relación entre humanos y animales. En una época, como la actual, llena de cambios drásticos a nivel ambiental, en la que poblaciones enteras de animales están perdiendo su hábitat y en la que nosotros estamos llevando al planeta y a las especies que lo habitan a un punto de quiebre es necesario reflexionar acerca de la forma en que consideramos a las demás especies y por consiguiente cuál es el trato que les brindamos. El objetivo de este escrito es dar un vistazo desde la religión, la filosofía y la cultura de cómo vemos a los animales para empezar a proponer alternativas a esta visión. Distintas religiones en el mundo fomentan una relación estrecha entre los animales y el hombre, todos conocemos los ejemplos de templos en la India dedicados a la adoración de deidades representadas o encarnadas en animales como la vaca, la rata y el mono, por mencionar algunos ejemplos. También estamos familiarizados con las lecturas dominicales de las iglesias occidentales, en las que desde el Génesis se busca sostener el hecho de que existe primacía de los humanos sobre los animales. A nivel académico encontramos argumentos como los presentados por la Antropología cristiana en los que se plantea, como lo menciona Sastoque (1995), que cada persona es inconfundible e irrepetible, creada a imagen de Dios y sobre todo, superior al universo visible, es decir, el hombre no es sólo materia sino que también posee un alma espiritual inmortal, lo que implica que tenga un estatus

(Swift, Trd 2002) especial y requiera de una consideración acorde.

En principio esto no implica necesariamente que el hombre tenga el derecho a usar a los animales, sólo resalta el hecho de que los hombres deben considerarse como iguales y así deben ser tratados; lo que realmente es usado como argumento para la utilización de los animales es la superioridad humana con relación a estos—para una visión más clara de esto sólo vea el Génesis—que se fundamenta en la existencia de cualidades primordiales y exclusivas del ser humano, como su naturaleza intelectual, el hecho de que el hombre posea conciencia y sea capaz de realizar manifestaciones culturales. Así que no es extraño considerar que “entre todas las criaturas de la tierra, sólo el hombre es ´persona´, sujeto conciente y libre y, precisamente por eso, centro y vértice de todo lo que existe sobre la tierra” (Juan Pablo II, Christifideles Laice, 37), lo que hace que nuestra experiencia del mundo sea muy distinta a la de otros animales y nos sea imposible acceder a su visión del mundo, lo que nos lleva a concluir de manera infundada que el hombre ocupa un lugar de privilegio en la escala de los seres. Adicional a este argumento es común encontrar señalamientos acerca de la dignidad humana y de cómo esta depende de la libertad, esta última entendida como la rebeldía frente a ciertas normas, la capacidad de tomar decisiones propias y la independencia de los instintos. Sastoque (1995) propone que la libertad consiste en el dominio pleno del acto, pero vale la pena pensar que tipo de causas están detrás de este acto ¿Puede un acto particular estar aislado de toda causa extrínseca actual o pasada? para considerarse plenamente libre o autónomo. Se asume desde el cristianismo y otras religiones que la libertad esta dada por el creador y es sinónima en este caso del libre albedrío, pero si esta es una característica dada desde el Gé-


6

Laberinto 2007 / Volumen 6

nesis únicamente a los humanos es poco factible usarla como una característica distintiva, ya que pertenece a los organismos de una misma clase y sólo a esta. Lo anterior conduce a un camino cerrado: si la dignidad humana se justifica en la libertad y la libertad es igual a humanidad, ya que Dios sólo se la dio a los humanos, entonces hablar de libertad y humanidad es lo mismo y concluiríamos que la dignidad humana esta justificada por la simple condición humana. Sobre el asunto de la dignidad se han hecho un gran número de reflexiones y en este espacio sólo quiero añadir esto: “El fundamento, el origen y el fin de la dignidad de la persona humana es Dios creador, y como consecuencia de este principio, el hombre es en el mundo sensible el valor supremo, por lo cual, reclama un respeto incondicional, un respeto absoluto” (Sastoque, 1995). Desde la filosofía la más clara exposición de las diferencias entre humanos y animales esta presentada en la parte V del discurso del método de Descartes, y estoy de acuerdo con Muños (1999) en que esta ha sido una de las reflexiones más influyentes acerca de la relación hombre-animal en toda la historia del pensamiento, ya que en esta se fundamenta de modo definitivo la inferior naturaleza del animal frente al hombre, a partir de la cual se ha justificado todo uso del animal que bien le parezca al hombre. La reflexión hecha por Descartes es un poco larga así que me permito sólo citar algunos apartes aunque para que estos sean entendidos en su totalidad sugiero revisar los argumentos de Descartes de manera completa; en la primera parte Descartes hace una descripción de las maquinas construidas por el hombre y de lo imposible que seria distinguirlas de un mono u otro animal si estas tuvieran un diseño similar en cuanto a funciones y una apariencia externa similar. Entonces plantea que si lo mismo tratara de hacerse con relación al humano existen dos métodos para reconocer al hombre verdadero: primero “ hacer uso de la palabra u otros signos, comprendiéndolos…que ordene varios modos de palabras para contestar al sentido de todo lo que en su presencia se diga” (Muños, 1999), a lo que llamó el principio de comunicación activa, y segundo el principio de flexibilidad conductual dado por la razón, Descartes lo expresa de la siguiente manera “ la razón es un instrumento universal que puede servir en todas coyunturas, esos órganos—refiriéndose a las partes o componentes de las maquinas-animales—, en cambio, necesitan una particular disposi-

ción para cada acción particular” (Muños, 1999). Las investigaciones de la época acerca de las capacidades y la flexibilidad conductual de los animales eran limitadas, así que este tipo de argumentos era aceptable, pero sostener lo mismo en la actualidad implica ignorar una gran cantidad de investigaciones en las que se confirma que las diferencias entre hombres y animales son sólo de grado, y que cualquier otro tipo de diferenciación esta guiada por pretensiones arbitrarias con relación al carácter excepcional de nuestra especie (Ver Pérez-Acosta, 2000; McGrew, 2004; Snowdon, 2003; Seyfarth & Cheney, 2003). En este punto es necesario introducir brevemente las diversas discusiones que se han dado en el campo de lo legal acerca del estatus de los animales, ya que estas muestran de una manera clara el modo de pensamiento de un momento cultural particular. Como lo menciona Muños (1999) durante la constitución del derecho privado fue necesario realizar una serie de codificaciones, para fijar principios y soluciones jurídicas de validez general, uno de los tópicos más importantes dentro de este proceso fue el establecer quienes pueden ser sujetos de derechos y obligaciones—ya que se entiendes los dos como inseparables—lo que el derecho resolvió proclamando que sólo las personas poseían derechos y obligaciones y por persona se entiende solo a los miembros de la especie humana, quedando automáticamente excluidos los demás animales. Luego de esto se añadió una excepción que era la persona jurídica, que pretende hacer poseedores de derechos y deberes a entidades y corporaciones, esto muestra que el establecimiento en el campo de lo legal de derechos y deberes es algo arbitrario y que en este campo no es necesario la posesión de deberes de manera indirecta para ser poseedor de derechos, es el caso de las personas con discapacidades, de los niños o de los ancianos, a los que se le nombra un albacea para ejercer la función de protección legal. En el mundo jurídico existen personas y cosas y dada la definición de personas que hace el derecho sólo queda campo para que los animales sean considerados cosas. Cuando se propone crear diversas legislaciones con relación al tema de los derechos de los animales una opción paradójica es dejar de lado la idea de los derechos de los animales para implementar la de los deberes de los humanos para con los animales más allá de los deberes que el humano tendría con las cosas que son de su propiedad. Pero para esto habría que darles un estatus especial a los animales


Laberinto 2007 / Volumen 6

7

fuera del estatus de cosas, para que el trato que se les provee no este supeditado a la bondad de su dueño sino a una serie de deberes morales exigidos por la ley.

la facultad del discurso? ... No debemos preguntarnos: ¿pueden razonar?, ni tampoco: ¿pueden hablar?, sino: ¿pueden sufrir?” (Bentham ,1782).

Como lo menciona Muños (1999) algo fundamental es reconocer que los animales tienen intereses propios y distintos de los de su dueño, para de esta manera concederles la aplicación de una personalidad jurídica limitada “tratar a los animales como entidades morales, sujetos que merecen ser regulados y protegidos en razón a su propia individualidad y no para salvaguardar valores o situaciones sociales que sólo importan a los seres humanos” (Muños, 1999).

Referencias

Se puede pensar entonces que es nuestra labor cambiar la forma como nos relacionamos con los animales y comenzar a tratarlos como seres sintientes, poseedores de intereses y no sólo como cosas de nuestra propiedad o para nuestro uso; puede ser necesario reconocer que los animales están constantemente afectados por lo que hacemos, así que merecen consideración para que las acciones hacia ellos tengan un significado moral (Velayos, 2004). Para terminar es interesante presenciar como podemos cruzar la línea que nos divide de los animales de una manera sencilla, Jonathan Swift lo logró a través de su texto Modesta proposición para impe-

dir que los niños de los irlandeses pobres sean una carga para sus progenitores o para su país, en el que

trasciende la barreras de lo humano y lo animal, y de una forma sencilla y con argumentos que tal vez cruzaron por nuestra mente Swift logra convertirnos en ganado. De manera elocuente en todo el texto se presentan como inexistentes los intereses de los niños, de manera tal que no deben ser tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones sobre ellos, además muestra un amplio número de argumentos utilitaristas en los que el bienestar económico de los padres y el de la comunidad prevalece sobre el de los niños. No se puede negar que podemos encontrar argumentos similares en los discursos que defienden sin consideraciones el uso de los animales. Al final al igual que con otros asuntos en ética la postura más cuestionable es la indiferencia, y ante ella diferentes personas han reaccionado, para mí la manera más notable ha sido una de las más antiguas que se ha convertido en un clásico: “Puede que llegue un día en que el número de piernas, la vellosidad de la piel o la terminación del os sacrum sean razones igualmente insuficientes para abandonar a un ser sensible al mismo destino. ¿Qué otra cosa es la que podría trazar la línea infranqueable? ¿Es la facultad de la razón, o acaso

McGrew, W. C. (2004).The cultured chimpanzee. Reflections on Cultural Primatology. Rei no Unido: Cambridge University Press. Muñoz, S. (1999). Los animales y el derecho. Ma drid: Civitas editores. Pérez-Acosta, A.; Benjumea, S.; Navarro, J. (2001). Autoconciencia animal: estudios sobre autodiscriminación condicional en varias especies. Revista Latinoamericana de Psicología. 33, 311-327. Seyfarth & Cheney (2003). Meaning and Emo tion in Animal Vocalizations. Ann. N.Y. Acad. Sci. 1000: 32–55 (2003). New York Academy of Sciences. USA. Singer, P. (2002). Una vida etica. Escritos. España: Taurus. Snowdon, C & Boe, C. (2003). Social Commu nication about Unpalatable Foods in Tamarins (Saguinus oedipus). Journal of Comparative Psychology. 117, 2, 142–148. Swift, J. (Trd 2002). Señal que cabalgamos No 7. Modesta proposición para impedir que

los niños de los irlandeses pobres sean una carga para sus progenitores o para su país.

Bogotá: Unibiblos. Velayos, C. (2004). Los derechos de los animales: un reto para la etica. Riechmann, J. (ed). Etica ecológica: propuestas para una re orientación. Montevideo: Nordon.


8

Laberinto 2007 / Volumen 6

SECCIÓN EXPERIMENTAL Efectos de la magnitud del reforzador sobre la conducta de elección: sesgo Luís Arango, Andrés Ballesteros, Andrés Ramírez Universidad Nacional de Colombia

Se ha demostrado en varios estudios de elección que propiedades del reforzador como su demora, frecuencia o magnitud ejercen algún grado de control sobre la conducta del organismo; unas más que otras pero todas en algún grado influencian la elección del sujeto. En este estudio, nos centramos particularmente en el efecto que posee la magnitud del reforzador en la elección del sujeto. La pretensión del presente trabajo fue determinar si el sujeto (rattus novergicus) es sensible a la diferencia que se le presenta en las dos alternativas posibles, la cual es de cuatro a uno, y si su conducta demuestra la predicción hecha por el supuesto de la maximización, la cual nos indica que el sujeto elegiría aquella alternativa que le generara una mayor razón refuerzo/costo. Los costos o requerimientos de repuesta fueron los mismos para las dos alternativas variando únicamente el reforzador. MÉTODO

Sujetos

Una rata Wistar macho de aproximadamente 9 meses de edad sin experiencia previa en la tarea, con un peso de 279 g. al empezar el procedimiento y en optimas condiciones de salud.

Instrumento

Caja contextual de elección. (Clavijo, 2005).

Procedimiento

El sujeto al comenzar las sesiones experimentales se encontraba con una privación de alimento de 75% respecto al consumo ad libitum (Acceso a 6g. diarios); en la caja una de las alternativas le ofrecía mayor cantidad de alimento respecto a la otra en una razón de 4(0.2 g.) a 1(0.05 g.), esto corresponde a cuatro unidades de comida frente a una. Las sesiones se dividían en 29 ensayos discretos, los cuatro primeros forzados, dos en cada alternativa con el orden de exposición a ellos determinado de manera aleatoria. El Intervalo Entre Ensayos (IEE) fue de 10 segundos, los tiempos registrados fueron latencia de salida, permanencia en la zona de elección y permanencia en la zona elegida; estos dos últimos tenían un límite de tiempo de 20 y 75 segundos, respectivamente, después de los cuales el animal era devuelto a la caja de salida. Las sesiones

terminaban una vez se cumplieran los 29 ensayos o pasaran 45 minutos después de iniciada la sesión. El experimento se dividió en dos fases, en la primera, la alternativa de mayor cantidad se encontraba en la zona B y en la segunda en la zona A. El criterio para el cambio de fase fue la estabilidad en la elección de la alternativa de mayor cantidad, el criterio fue una tasa de elección mayor a 0.9 en cinco sesiones consecutivas. Resultados Se llevaron a cabo un total de 22 sesiones, las primeras cinco pertenecientes a la fase 1 y las 17 restantes a la fase 1*. La línea presente en todas las graficas es la encargada de separar las fases. La grafica 5, compara los tiempos promedios de elección para A y B. Es evidente la preferencia por B (casi absoluta), la cual no se ve influenciada por la introducción de la fase 1*. Las resultados muestran dos aspectos principales de la conducta (grafica 1 y 2): su insensibilidad al cambio introducido en la fase 1* y el menor tiempo requerido en la ejecución de ésta al paso de las sesiones. Discusión Como primer punto se hace necesario la definición de sesgo, este se presenta cuando el sujeto tiene una especial afinidad o preferencia por una de las elecciones. En el sesgo la distribución de la respuesta de elección no esta controlada principalmente por los parámetros de la recompensa (Tarpy, 2000) Los resultados (grafica 2) muestran la preferencia casi total por la alternativa B frente a A. La principal característica de los datos es la indicación del sesgo, el cual se presenta desde la fase 1, pues la tasa de elección (Grafica 2) en la primera sesión ya era de 1, sin presentar curvas típicas de aprendizaje, y las tendencias de decremento en el tiempo en casi todas las conductas implicadas en el experimento, tanto para las conductas evaluadas independientemente (Graficos aquí no presentados) como para el conjunto de estas (Grafica 1). Ya que el experimento se enfoco en la elección, el tema principal en discusión será el sesgo, obviamente sin dejar de lado las tendencias de decremento pues


Laberinto 2007 / Volumen 6

9

Grafica 1. Tiempos totales de cada sesión. Esta grafica demuestra la tendencia de disminución del tiempo empleado por el sujeto para cumplir los 29 ensayos.

Grafica 2. Tasa de elección de la alternativa de mayor cantidad en cada sesión. en algunos puntos resultan de gran importancia explicativa. Con el fin de explicar el fenómeno de sesgo se presentan las posibles causas de este y lo que se pudo hacer para evitarlo, sobra resaltar aquí que dichas causas no eran conocidas a priori por los experimentadores, y fueron determinadas en el transcurso del experimento y al final de éste; el propósito nunca fue observar un sesgo. La primera explicación que surge es que el ani-

mal podría no dar valor a la cantidad de alimento por si mismo, sino a que la alternativa elegida predijera consistentemente la presencia de comida en el futuro. Para este caso particular la alternativa B resultaba como una predictora eficaz de la comida entregada al final de la sesión. En experimentos como el de Krageloh, Davison & Elliffe (2005) se encontró que recibir comida en la alternativa que entregaba la mayor cantidad de reforzador predecía que se recibiría comida pronto, en tanto que recibir reforzamiento en la alternativa de menor cantidad


10

Laberinto 2007 / Volumen 6

podría indicar que no se recibiría un reforzador cercano en el tiempo; de esta manera el sesgo pudo deberse a la fuerte asociación de la alternativa B con la comida entregada al final de la sesión, y ya que en las dos fases se entrego este refuerzo la rata pudo asociarlo con la posición de la alternativa , en vez de con la propiedad de la magnitud del refuerzo entregado. Esta hipótesis puede explicar además la tendencia de decremento en el tiempo empleado en los ensayos y en las sesiones (Graficas 1), por la búsqueda de dicho reforzador principal en el menor tiempo posible. Otra hipótesis que explica la tendencia mencionada y el sesgo del sujeto estaría soportada en el trabajo de Abarca y Fantino (1982) que hacen referencia a la estrategia de maximización utilizada por el animal, según estos autores la maximización no se da únicamente cuando los sujetos responden a la alternativa de mayor cantidad al menor costo en programas concurrentes de razón, sino también cuando colectan la mayor cantidad de energía neta en el menor tiempo posible; de lo anterior se desprende que el hecho de que el sujeto cambiase la alternativa suponía para él un nuevo aprendizaje, y consecuentemente un gasto adicional de tiempo, de tal manera que disminuyendo el tiempo empleado en la respuesta ya aprendida se conseguiría una mejor razón entre energía neta recolectada/ tiempo empleado en recolectarla; una modificación del instrumento con relación al aumento de la distancia entre la caja de salida y las cajas de elección podría tener efectos sobre la sensibilidad a la magnitud, como encontró Aparicio (2001), cuando se aumentan los costos de locomoción aumenta en consecuencia la sensibilidad a la magnitud del reforzador. Hasta aquí, las explicaciones mencionadas han hecho referencia a cuestiones de maximización, ahora veremos algunas posibles causas debidas al procedimiento del experimento. Como primer factor en el método del experimento no se incluyeron claves explicitas de discriminación entre las alternativas, como podrían ser intensidades diferenciales de luz, o frecuencias de sonidos diferentes, o alguna otra clave contextual asociada con las alternativas; esto posiblemente hubiese facilitado el aprendizaje de discriminación y posterior elección, pues las claves contextuales emparejadas con la presencia de uno de los valores de las alternativas podría indicar al sujeto el lugar en el que se encuentra la alternativa de mayor valor y así realizar su elección. Un segundo factor pudo haber sido el hecho de seguir entregando refuerzo en la alternativa B, ya que en el aprendizaje de elección de la alternativa de ma-

yor cantidad, suponía en la fase 1* un proceso de extinción para la alternativa B, que no ocurrió al seguir reforzando la conducta en dicha alternativa, esto provoco que el animal no tuviese contacto con las contingencias y se sesgara. Tal vez el uso de procedimientos opcionales hubiese evitado el sesgo, por ejemplo, el reforzador pudo entregarse de forma intermitente en la alternativa de menor cantidad, ya que como mencionan Davison y Baum (2003) la sensibilidad a la frecuencia en el reforzamiento es mayor a la de la magnitud, coherente con este cambio procedimental se encuentra otro estudio de estos autores con palomas, en el cual se descubrió que la secuencia de reforzamientos sucesivos en una tecla incrementaba progresivamente la probabilidad de elección para esa tecla, si las diferencias entre especies no son muy marcadas, esto implicaría para el presente estudio que cada ensayo que pasaba aumentaba la probabilidad de elección de la alternativa B, algo que resulto irreversible en la fase 1*. Cabe resaltar, por ultimo, que deficiencias en el procedimiento que resultan mas obvias, como insuficiencias en el nivel de privación o número de ensayos forzados no están exentas en la explicación del sesgo presentado por el animal, tal vez el alimento ganado en la sesión y el entregado al finalizar ésta era suficiente para saciar al animal (por lo menos horas después de terminada la sesión), o quizá el reducido numero de ensayos forzados no permitió que el animal estableciese las contingencias del caso una posible solución para posteriores investigaciones es emplear el procedimiento de Buriticá, Garzón y Prado (2006) que consistía en bloques de cuatro ensayos de elección, dos forzados y dos de elección libre, el cual resulto efectivo en datos preliminares de dicha investigación, ya que hace posible mayor contacto con las contingencias por parte del sujeto. Aunque el fenómeno de sesgo es evidente en este experimento, no es adecuado desechar estos resultados, pues existe la posibilidad de que el efecto presentado no sea consecuencia de variables extrañas no detectadas por los experimentadores, y que mediante una posterior revisión y correcciones procedimentales se pueda determinar la presencia del fenómeno encontrado por Neuringer (1967) en el que cuando la magnitud es variada en programas concurrentes independiente de la respuesta del sujeto, son evidenciados mínimos o nulos efectos de control de la elección por parte de la magnitud del reforzador, o por el contrario la demostración del fenómeno debido a variables extrañas, y en ese caso cabria una revisión sistemática en la cual se deter-


Laberinto 2007 / Volumen 6 mine cual o cuales de las variables extrañas intervinieron y en que medida. Referencias Abarca, N. & Fantino, E. (1982) Choice and foraging. Journal of the Experimental Analysis of Behavior., 38, 117-123. Aparicio, C. (2001). Overmatching in rats: the barrier choice paradigm. Journal of the Experimental Analysis of Behavior. 75, 93–106. Buritica, J., Garzón, R. y Prado, M. (2006). Elec ción y discriminación. Manuscrito no publicado. Universidad Nacional De Co lombia. Bogota. Clavijo, A. (2005) Influencia de la estimulación punitiva y la exposición temprana a esca sez y abundancia de alimento en la sensi

11

bilidad al riesgo. Tesis de Maestría en Psicología. Universidad Nacional de Co lombia, Bogotá. Davison, M., & Baum, W. M. (2003). Every reinforcer counts: Reinforcer magnitude and local preference. Journal of the Expe rimental Analysis of Behavior, 80, 95–129. Krägeloh, C., Davison, M. & Elliffe, D. (2005) Local preferences in concurrent shedules: The effects of reinforcer sequences. Jour

nal of the Experimental Analysis of Beha vior. 84, 37-64.

Neuringer, J. (1967). Effects of reinforcement magnitude on choice and rate of responding. Journal of the Experimental Analysis of Behavior. 10, 417-424. Tarpy, R. (2000). Aprendizaje: Teoría e investiga ción contemporáneas. Madrid: McGraw Hill.

Los estudiantes de pregrado de Psicologìa Ana Garcìa, Viviam Garcìa, Diana Roa y Natalia Piar (Efecto de

la Ausencia/Presencia de luz sobre indicadores de ansiedad en el Campo Abierto), y Diego Torres, Natalia Piar, Laura Montoya y Santiago Ordoñez (Efectos de la Presencia o Au-

sencia de Luz en las Conductas de la Rattus Norvegicus en el Laberinto en Cruz Elevado,) participaron en el I Simposio de Estudiantes de Comportamiento Animal en el Marco del I Congreso Nacional y V Encuentro Científico de Estudiantes de Biología. llevado a acabo en el segundo semestre de 2007 en la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotà.


12

Laberinto 2007 / Volumen 6

Efecto de la reintromisión de la hembra original en la conducta sexual de codornices japonesas macho Oscar Burbano, William Patarroyo, David Zabala, Adriana Saavedra Universidad Nacional de Colombia

El efecto Coolidge es una recuperación de las respuestas sexuales en los machos saciados, que ocurre cuando la hembra original (primera hembra acostumbrada) es reemplazada con una hembra nueva (Dewsbury, 1981). En los diferentes experimentos realizados acerca de dicho efecto se ha dado mayor relevancia al efecto de la hembra novedosa en la conducta sexual del macho, como ejemplo claro de habituación y deshabituación de la conducta sexual. Sin embargo, poco se ha observado acerca del efecto de la reintromisión de la primera hembra habituada en el comportamiento sexual del macho. Dada la poca exploración de dicho tema, es importante estudiar los efectos de la reintromisión de la hembra original en la conducta sexual de la codorniz japonesa macho, enfocándose en las conductas propuestas por Domjan & Kurth (1986) de agarre, monta y contacto cloacal, e introduciendo el despliegue como una mas de estas. MÉTODO

Sujetos

Se utilizaron 8 codornices japonesas macho y 6 hembras de la misma especie. Se emplearon 3 hembras por cada macho como estímulos, intercambiándolas a lo largo de las diferentes sesiones. Los sujetos fueron alojados en jaulas metálicas, los machos de manera individual y las hembras en grupos de 2 a 4.

Procedimiento

Los sujetos tuvieron experiencia sexual tres días antes del experimento en periodos de una hora diaria. A cada macho se le dejó en la caja del experimental durante 18 horas, periodo que serviría para que el sujeto se habituara al instrumento; y cada sesión se introdujo a la hembra correspondiente. Se llevaron a cabo cuatro sesiones: introducción de la primera hembra, cambio de la primera por la segunda hembra, intercambio de la segunda por la primera hembra y cambio de la primera por la tercera. Resultados En la figura 1 se puede ver el rendimiento de los machos con cada una de las hembras presentadas. Al inicio de cada sesión hay un pico que indica el nivel máximo de frecuencias en todos los intervalos de dicha sesión; al correr el tiempo, dicho pico

muestra una tendencia a disminuir de manera que al final del último intervalo todas las conductas se hayan cercanas a cero. El pico máximo que se observa en la primera sesión (H1) es más alto en la totalidad de las conductas, que el observado con las demás hembras. A pesar de esto, esta tendencia no se puede observar con H1 RI, donde se muestra una disminución de todas estas conductas, tanto así que el punto inicial de la mayoría de las conductas fue cercano a cero, y no se observa una tendencia clara, presentándose estas conductas de manera más desordenada a lo largo de la sesión; esto no ocurrió en el caso del despliegue, el cual mantuvo la tendencia de disminución que tuvieron las demás conductas en las otras sesiones. Los valores presentados ante H1 RI fueron notoriamente menores con respecto a las demás hembras, incluso, el punto máximo presentado durante esta sesión no fue tan alto como el visto en las otras sesiones. Esta gráfica permite ver la recuperación que sufren dichas conductas sexuales, en el momento de presentar la hembra novedosa (H2 y H3), lo que muestra que sí existió el efecto Coolidge en esos casos, ya que el último intervalo de la hembra a reemplazar siempre era cercano a cero, y al momento de presentar la hembra novedosa se alcanzaba un pico muy alto. Al contrario, al reintroducir a la primera hembra, esta recuperación no pudo observarse, al contrario, los valores fueron menores respecto a las otras sesiones. En la figura 2 puede apreciarse el cambio en la duración de las diferentes conductas sexuales ante la reintroducción de la primera hembra (H1 RI). Al presentar la hembra novedosa (H2), luego de la primera presentación de H1, los machos presentaron constancia en sus conductas, constancia que no se observó con la segunda presentación de la primera hembra, en la que hay una clara disminución en todas las respuestas. De la misma forma, hay un aumento en la duración de las respuestas en la tercera hembra (H3) con respecto a H1 RI. Se observa que ante la presentación de las hembras 1, 2 y 3 cierta regularidad se mantuvo en los porcentajes, sin embargo, esta regularidad se rompe ante H1 RI. Discusión Dado que la habituación es la reducción de la responsividad causada por la estimulación repetida, y


Laberinto 2007 / Volumen 6 dicha habituación se presenta ante la primera hembra, podemos decir que existió una deshabituación ante la presentación de la hembra novedosa (H2), lo que se confirma al observar la recuperación de las conductas sexuales. En el momento de reintroducir a H1 RI, dicha deshabituación característica del Coolidge no se puede apreciar, lo que podría indicar que el macho pudo haberse habituado a la

13

primera hembra, por lo que este estimulo no fue lo suficientemente fuerte como para provocar la recuperación en las respuestas sexuales del macho. Por otro lado, la presentación de H3 sí provocó la recuperación de dichos comportamientos, lo cual indica que la no responsividad ante H1 RI no fue producida por fatiga y/o saciación.

Figura 1. Promedio de frecuencias por intervalos

Figura 2. Duraciones totales Referencias Dewsbury, D. (1981). Effects of Novelty on Copu latory Behavior: The Coolidge Effect and Related Phenomena. University of Flori da. Psychological Bulletin, Vol. 89, No. 3, pp 464-482.

Domjan, M., & Kurth, S. (1986). Effects of novel ty on the reproductive behavior of male Ja panese quail (Coturnix coturnix japonica). Journal of Comparative Psychology, 100, 203-207.


14

Laberinto 2007 / Volumen 6

Efectos de la Luz en las Conductas de Ratas en el Laberinto en Cruz Elevado Diego Torres, Natalia Piar, Laura Montoya, Santiago Ordoñez Universidad Nacional de Colombia

Actualmente, existen dos trastornos que presentan un nivel de incidencia muy alto dentro de la población en general. Dichos trastornos son la ansiedad y la depresión, que se han evidenciado altamente relacionados como uno de los principales desencadenantes de una serie de problemas sociales tales como el suicidio, el vandalismo y la drogadicción, estas implicaciones se encuentran dirigidas hacia el detrimento del orden y la estabilidad social. Desde diversas disciplinas como la sociología, y principalmente la psicología, se ha empezado a abordar su estudio y tratamiento. Dentro del campo psicológico, distintas son las corrientes que han incursionado en su estudio, la psicología social por ejemplo, y desde un punto de vista más experimental las neurociencias comportamentales, está última, ha llegado a grandes conclusiones en dos aspectos esenciales: uno está dirigido hacia el

Figura 1. Laberinto en cruz elevado Múltiples son las propuestas acerca de los factores ambientales que generan ansiedad, pero la directriz más grande se ubica en la LUZ como el desencadenante de las conductas relacionadas con la ansiedad. Sobre ésta, variadas son las visiones de los autores, algunos a favor (Pellow y cols, 1984; Morato y Castrechini, 1989) y otros en contra (Jones y King, 2001; Lamberty y Gower, 1996; Handley, McBlane y Critchley, 1992) de la luz como el factor influyente que supone ser. Dada esta situación, hemos decidido poner a prueba los planteamientos de las hipótesis que defienden a la luz como factor influyente. Para materializar dicho objetivo, se diseño un experimento que sometía a dos grupos de ratas Rattus Norvegicus, asignados aleatoriamente a dos condiciones diferentes de luz (presencia = grupo

reconocimiento de fármacos ansiogénicos (desencadenantes de ansiedad) y ansiolíticos (disminución de los síntomas de ansiedad); y el otro, hacia el reconocimiento de los factores ambientales que pueden también ser desencadenantes del trastorno de ansiedad (luz, olor, espacios, etc..). Sobre éste último abordaje, el estudio y la experimentación con animales es cada vez más común, para tal empresa se han usado principalmente ratas en el laberinto en cruz elevado (LCE) (ver figuras 1 y 2), que es el instrumento mas reconocido y aprobado para el reconocimiento y medición de conductas relacionadas con la ansiedad y estrés en roedores. Este, ha sido empleado desde las neurociencias para diversos fines, desde los planteamientos farmacológicos ya mencionados, como desde los factores ambientales desencadenantes de los mismos.

Figura 2. Laberinto en cruz elevado experimental; y ausencia = grupo control), en intervalos de 5 minutos por sujeto al instrumento mencionado –LCE- en el cual eran registradas por medio de una videocámara ubicada perpendicular al LCE. Los datos fueron analizados con una prueba t para diferencia de medias con 14 grados de libertad y una probabilidad ≤ 0.05. En general, la frecuencia y porcentaje de entradas a brazos abiertos muestran diferencias significativas (p<0.05) en ausencia de luz contrastado con la duración en éstos que no fue significativa (ver figura 3 y 4). La frecuencia de entradas a los brazos cerrados no fue diferente significativamente, más la duración en los mismos bajo la condición con luz, si lo fue (p<0.05). (ver figura 5).


Laberinto 2007 / Volumen 6 De la misma manera, ante la presencia de luz pudo apreciarse el aumento significativo de un comportamiento directamente relacionado con la ansiedad: el acicalamiento (p<0.05).(ver figura 6) Por otro, lado se presenta la disminución de la

Figura 3. Porcentaje de entradas a los brazos abiertos del LCE (p<0.05)

15

conducta de head dipping en la misma condición con luz. Los indicadores de valoración al riesgo, frecuencia de acicalamiento y frecuencia de head dipping no resultaron significativos.

Figura 4. Frecuencia de entradas a los abiertos del LCE (p<0.05)

brazos

Figura 5. Duración en lo brazos cerrados del LCE (p<0.05)

Figura 6 Tiempo (seg) que emplearon los sujetos acicalándose en el LCE (p<0.05)

De esta forma, acorde con una gran parte de la literatura, el grupo con presencia de luz expuso mayor frecuencia y duración de las conductas relacio-

nadas con ansiedad, en comparación con el grupo que tenía la condición de no presencia de luz.


16

Laberinto 2007 / Volumen 6

De esta forma, acorde con una gran parte de la literatura, el grupo con presencia de luz expuso mayor frecuencia y duración de las conductas relacionadas con ansiedad, en comparación con el grupo que tenía la condición de no presencia de luz.

planteamientos de Pellow y cols (1984), Treit y cols (1993), y Morato et al (1989) son congruentes con nuestro tratamiento empírico.

Así, La hipótesis planteada afirma que los sujetos debían presentar un incremento en los indicadores propuestos con respecto a los brazos abiertos sin la presencia de luz en el ambiente y los resultados muestran que efectivamente esto ocurrió al medir frecuencia, y porcentaje de entradas. Aunque su duración resultara no significativa, se ha podido evidenciar que en acuerdo con parte de la literatura revisada es altamente posible que la presencia de luz realmente afecte la disminución y el aumento de ciertas conductas en el LEC. (Incremento de: la entrada a los brazos cerrados, la permanencia en éstos y el acicalamiento; Disminución de: Head Dipping, y entradas y permanencia en los brazos abiertos). En la misma dirección, existen diferencias significativas en la comparación de las siguientes medias: porcentaje de brazos abiertos, frecuencia de entradas a brazos abiertos Porcentaje de entradas a brazos cerrados y duración en brazos cerrados. Duración de acicalamiento y de head dipping. Las medias en la conducta de pararse en dos patas no resultaron significativas, esto pudo presentarse debido a la inversión de tiempo en otras conductas de ansiedad como con el acicalamiento. Así mismo, en cuanto al head dipping, las diferencias no son significativas para la frecuencia; pero se evidencia un alto grado permanencia de ejecución de dicha conducta que para el caso, resulta ser más importante.

Becker y Grecksch, (1996) Illumination has no effect on rat’s behaviourin the elevated plus-maze. Physiologic Beha vioral 1996;59:1175–7. Briley M (1986). Validation of open:closed arm entries in an elevated plus- maze as a measure of anxiety in the rat. Journal Neuroscience Methods;14:149– 67. Handley, S. L.; McBlane, J. (1992) W. 5-HT drugs in animal models of anxiety. Psy chopharmacology 112:13-20; Jones N, King S. M. (2001) Influence of circa dian phase and test illumination on pre- clinical models of anxiety. Physiologic Behavioral 2001;72:99–106. Lamberty Y, Gower AJ. (1996) Arm width and brightness modulation of spontaneous be haviour of two strains of mice tested in theelevatedplus-maze. Physiologic Beha vior 1996;59:439–44. Morato S, Castrechini P. (1989) Effects of floor surface and environmental illumination on exploratory activity in the elevated plus maze. Brazil Journal Medicine Bio ogycal Res ;22:707–10. Pellow S, Chopin P, File S, Rodgers RJ, Cole JC (1993) The elevated plus-maze: pharma cology, methodology and ethology. In: Cooper SJ, Hendrie CA, editors. Etholo gy and psychopharmacology. Chichester: John Wiley & Sons Ltd.. p. 9–44. Treit D, Fundytus M. (1989) Thigmotaxis as a test for anxiolytic activity in rats. Phar macol Biochem Behavior ;31:959–62.

A forma de conclusión, podemos certificar que la variable “luz” desencadena significativamente las conductas de ansiedad en la especie Rathus Norvegicus. Por lo tanto, aunque se pueda apreciar claramente que existen parámetros que no fueron avalados, en forma global se concluye que los

Grupo de Trabajo_____ __________________ __

Laberinto

Referencias

Departamento de Psicología Facultad de Ciencias Humanas Universidad Nacional de Colombia www.humanas.unal.edu.co/aprendizaje lab.aprendizaje@gmail.com


Laberinto 2007 / Volumen 6

ENTREVISTA

17

Jairo Muñoz

Buscando las bases biológicas del comportamiento humano a partir de modelos no humanos David Rojas

Universidad Nacional de Colombia

El Dr. Jairo Muñoz, psicólogo y antropólogo físico colombiano, es investigador asociado del Instituto Mexicano de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, integrante de la Red de Científicos e Investigadores Colombianos en México y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Mexicana de Primatología. Ha publicado numerosos artículos acerca de su trabajo con primates no humanos y un libro llamado “Primates, evolución e identidad humana” donde presenta un panorama de la primatología enmarcado en las ciencias de la conducta. El Dr. Muñoz visitó el Laboratorio de Aprendizaje y Comportamiento Animal y habló para LABERINTO acerca de su trabajo y la importancia de la investigación científica en Psicología. Entrevistador (E): Dentro de sus investigaciones, cuéntenos cuál considera usted que es el aporte más importante para la Psicología. Jairo Muñoz (JM): En estos momentos en el mundo de la ciencia, de las ciencias humanas y de la conducta se ha generado un amplio interés en la importancia de explicar el fenómeno de la conducta y de lo mental desde una perspectiva evolutiva. Los modelos que nosotros utilizamos y que desarrollamos con nuestras investigaciones tienen que ver con la neuroetología y la biología, ambas sustentadas básicamente por la teoría evolutiva. Esta forma de explicar el fenómeno del comportamiento desde el punto de vista de la evolución podría modificar el abordaje terapéutico a largo plazo, buscando las bases biológicas del comportamiento humano a partir de los modelos no humanos. E: ¿De donde surge su interés en el estudio del comportamiento? JM: Creo yo que mi interés es algo natural, ya que en los últimos años he vinculado el fenómeno del estudio del comportamiento con las artes; alguna vez hice teatro y en el teatro uno simula comportamientos que no son naturales propios de ese instante sino los de un personaje que es representado. Ese interés fue reforzado aquí en Colombia cuando estudié Psicología en la Universidad Católica donde tuve un gran maestro, el Dr. Carlos

Moreno, un neurofisiólogo que incremento en mi la curiosidad en la comprensión del fenómeno del comportamiento y del desarrollo mental desde el punto de vista evolutivo. E: ¿Considera usted importante para los estudios en pregrado la formación en un laboratorio? JM: Si, el laboratorio le da la posibilidad al estudiante de enfrentarse con el fenómeno del objeto real en una condición experimental, e incluso, yo soy partidario de que el laboratorio no sólo debe ser un lugar donde se reduzcan las condiciones y se controlen las variables como se hace en un laboratorio experimental, sino también llevar el fenómeno de estudio del laboratorio a un ambiente un poco más abierto o a una condición natural. E: Dentro de los autores en psicología, ¿cuál considera usted que fue el más influyente en su carrera? JM: Premack es uno y me interesaron mucho las herramientas aportadas por Skinner acerca de la técnica y la metodología en la investigación. E: Algún consejo para los que, como nosotros, estamos empezando nuestra formación en investigación. JM: El consejo sería no perder nunca el concepto de la necesidad de la investigación. Cuando el estudiante se desarrolla dentro de la investigación a lo largo de la carrera adquiere elementos más objetivos para hacer un abordaje en cualquier otra área. La investigación nos da la posibilidad de tener una visión más holística del mundo y de estarnos haciendo preguntas cotidianamente, siendo esto lo básico. Otra cuestión fundamental es divertirse haciendo investigación, a nosotros nos divierte saber que podemos dar respuesta a nuestras preguntas a través de un modelo experimental o de un modelo de observación en condición natural, y esto resulta realmente fascinante y divertido, es tan divertido como tomarse un buen vino o una buena comida.


18

Laberinto 2007 / Volumen 6

RESEÑA

La Paradoja de la Elección: Cómo la cultura de la abundancia nos roba satisfacción Jonathan Buriticá Universidad Nacional de Colombia

Para muchas personas decidir qué cosas comprar, en dónde vivir, qué carrera universitaria estudiar, una pareja para toda la vida, así como elegir entre comprar una casa o pagar alquiler, comprar un carro o seguir en el transporte público, no es algo fácil de hacer. Muchas de estas decisiones afectan seriamente la vida de las personas, y para tomarlas se toman el tiempo necesario en analizar las opciones, los pros y los contras, hasta que finalmente llegan a tomar la decisión que consideran correcta dentro de las opciones que tienen disponibles. ¿Qué pasa cuando esas opciones se multiplican por cientos o por miles? Esa es la pregunta que intenta resolver Barry Schwartz con este libro; él sugiere la idea de que una mayor cantidad de opciones no trae más felicidad o satisfacción sino malestar psicológico, culpa y en algunos casos hasta depresión. Aunque el hecho de que existan cientos o miles de opciones entre las cuales escoger puede sonar como una idea disparatada, Schwartz trata el tema en la primera parte del libro, desde las más de 6.512.000 opciones de crear un equipo de sonido (comprando las partes por separado y haciendo todas las combinaciones posibles entre precios, marcas y características) hasta cómo estudiar (qué cursos tomar) y qué trabajo tener o qué religión practicar (o no practicar ninguna). Para Schwartz un ideal occidental fundamental es la libertad, así como que esta es una condición necesaria para alcanzar el bienestar; como concepto económico el bienestar es un punto de equilibrio en donde todas las personas obtienen la máxima satisfacción sin disminuir la de otras personas, para muchos es lo que debería buscar cualquier sociedad. Por ende si existen en las sociedades altamente industrializadas una gran cantidad de opciones, como el autor lo muestra, se puede esperar que la satisfacción sea alta así como el bienestar, y aunque esto parece ser parcialmente cierto se ha llegado a un punto en el que el aumento de opciones no aumenta la satis De acuerdo con el autor el bienestar en una sociedad

aumenta con el incremento del número de opciones hasta que se llega al punto de suplir las necesidades básicas de supervivencia de las personas, más allá un incremento del número de opciones no genera un aumento en el bienestar. Por esto en los países en vías de desarrollo no se presentaría el problema que genera una sobrecarga de opciones.

facción ni el bienestar sino que los disminuye. En esta parte del libro se comienza a ver una de sus características más rescatables: coloca los procesos de decisión humanos y a las personas que los llevan a cabo en el contexto social en el que se dan. El autor intenta mostrar cómo una forma de sociedad particular hace a sus individuos esclavos de una forma de vida que les produce infelicidad cuando les promete abiertamente más libertad (al tiempo que felicidad). En las siguientes secciones del libro el autor trata de hacer una revisión general de cómo deciden los seres humanos y por qué estos procesos de decisión conllevan a la infelicidad cuando se multiplican las opciones. El capítulo tres es una buena introducción general a las ideas de Daniel Kahneman y Amos Tverski (el primero ganador del premio Nóbel de economía en 2005) y a su teoría del prospecto, en tanto el capitulo cuatro introduce las ideas del también Psicólogo y ganador del premio Nóbel (1978) Herbert Simon sobre la diferencia entre maximizador y satisfacedor. Ambos capítulos explican el tema sin entrar en complicaciones matemáticas o conceptuales, y cuentan cómo el autor y algunos de sus colaboradores han tomado algunas de estas ideas para crear hipótesis sobre la estructura de la personalidad y su relación con los procesos psicológicos que llevan a muchos norteamericanos a ser infelices. En los siguientes seis capítulos, que conforman la tercera parte, se trata el tema desde la perspectiva del sufrimiento. Cuáles son las fuentes de gratificación que tienen las personas cuando toman una decisión y cómo a mayor cantidad de opciones no se genera mayor cantidad de satisfacción. El Capítulo diez, que es el último de esta sección, es probablemente uno de los más arriesgados pues allí se propone la hipótesis de que la mayor cantidad de opciones hace colocar la responsabilidad del éxito, y especialmente del fracaso, enteramente en las personas lo cual, siguiendo la teoría sobre la desesperanza aprendida de Seligman, los lleva a sufrir depresión. En la última parte el autor hace explícitas las recomendaciones que esbozó a lo largo del libro acerca de cómo alcanzar más felicidad al momento


Laberinto 2007 / Volumen 6 de tomar una decisión. Aunque esta es la única parte que carece de sustento empírico, que es amplio y variado en los capítulos anteriores, sobre todo las secciones dos y tres, las recomendaciones parecen seguirse de las teorías e hipótesis que se trataron largamente en las secciones anteriores. El libro fue escrito probablemente para el público general por lo que se evitó en muchas partes las citas textuales a los reportes de investigación que se nombran, aunque todos se incluyen en las notas del apéndice de cada capítulo al final del libro; lo que hace un poco complicado el trabajo para el lector que esté buscando la fuente o reporte original que menciona el autor. Al final del libro la edición que se reseñó incluye una sección en donde se amplían algunos de los temas con preguntas hechas con frecuencia al autor por aquellas personas especialmente del público general sobre los temas tratados en el libro, las respuestas son sucintas y claras, y en algunos casos dejan abierto el tema a investigacio-

19

nes futuras para las personas que estén interesadas. Aunque el libro muestra hipótesis interesantes sobre los altos índices de depresión (y trastornos psicológicos relacionados) en la cultura norteamericana, tal vez el mayor aporte de éste sea la manera clara y sencilla en la que se introducen las teorías sobre la elección y la decisión y la manera como se ejemplifican en el contexto real. De cualquier manera será interesante para aquellos que están interesados en seguir la pista de los factores relacionados con la depresión no perder de vista las investigaciones y pruebas empíricas que el autor pueda presentar en el futuro. Referencias Schwartz, B. (2004) The Paradox of Choice: Why more is less. New York: HarperCollins pu blishers.

Los estudiantes de la maestría en psicología Juan C. Riveros (Be-

havioral Aspects of Male-Male Competition in Japanese Quail), Alejandro Segura (Visual Contact and Social Early Experience in the Emergence of Cooperative Behavior in Rats) y Bibiana Montoya (Social Effects in the Food Hoarding Strategies in the Longhair Syrian Hamster), participaron en el 44 Encuentro Anual de la Animal Behavior Society llevado a acabo del 23 al 25 de julio de 2007 en Burlington, Vermont, U.S.A.


20

Laberinto 2007 / Volumen 6

EVENTOS Y CONVOCATORIAS V encuentro de medición y evaluación, y V Encuentro de Ciencias del Comportamiento Noviembre 1-3 de 2007 Universidad Nacional de Colombia Auditorio Alfonso López

Conversatorio: Neuroimagen e investigación del comportamiento

Invitados: Michael Domjan y Deborah Stote (University of Texas at Austin), y Roberto Amador (Universidad Nacional de Colombia) 8 de Noviembre de 2007 Universidad Nacional de Colombia Entrada libre-Cupo limitado inscripciones: lab.aprendizaje@gmail.com

60 Años de la Psicología en Colombia Noviembre 19-23 de 2007 Universidad Nacional de Colombia


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.