P ORTA D A
FERTILIZACIÓN Todas las plantas necesitan cuatro nutrientes principales: nitrógeno (activador del crecimiento y componente principal de las proteínas, pero también un elemento importante de la clorofila); magnesio (elemento clave de la clorofila); fósforo (favorece la floración); y potasio (reafirma el tejido y madura el fruto). Los suelos tienen todos estos nutrientes, pero en distintas proporciones, por eso es necesario monitorear su grado nutricional o de fertilidad constantemente, sobre todo en un jardín recién plantado o en los suelos arenosos porque pierden el potasio por lavado. Hay fertilizantes orgánicos e inorgánicos y muchas cosas se dicen acerca de cuál es el mejor. En realidad, no es que uno sea mejor que otro porque los nutrientes reales asimilados por la planta no se procesan según su origen, sino de acuerdo con lo que necesita. Si vas a utilizar fertilizante orgánico, recuerda que tarda al menos de tres a cuatro semanas -dependiendo de las condiciones meteorológicas- en disiparse en el suelo para que las plantas puedan asimilar los nutrientes. Así, para alimentar una planta en abril tendrás que echar el fertilizante orgánico en marzo. Pero si utilizarás uno inorgánico no lo suministres muy cerca de las raíces, ya que la planta se puede secar por las sales químicas del fertilizante. Además, si las dosis son excesivas, pueden aumentar las sales tóxicas en el suelo, creando desequilibrios químicos. La ventaja de estos fertilizantes es que los nutrientes están disponibles para ser usados por las plantas de forma inmediata. Asimismo, las cantidades exactas de cualquier elemento se pueden calcular. Por ejemplo, un fertilizante que es “12-11-2” significa que 12% es N (nitrógeno), 11% es P (fósforo) y 2% es K (potasio).
TAMBIÉN EL JARDÍN SE ENFERMA… Las plagas en un jardín pueden ser insectos, pájaros tuzas y roedores, mientras que las enfermedades pueden ser causadas por virus o bacterias. Hoy en día tenemos bastantes conocimientos acerca de estos, de modo que su control es una realidad. Siempre, el primer paso para frenar una plaga es conocerla, conocer sus características y sus hábitos. Algunas de ellas son: Pulgones. Posiblemente sea el parásito más conocido. En cuanto a los daños que puede causar, podemos destacar la deformación o enrollamiento de brotes y hojas. Negrilla. Se trata de un hongo fácilmente reconocible por la aparición de una capa pulverulenta de color negruzco que cubre las hojas, el tallo y los frutos. Esta capa disminuye la función fotosintética de la planta considerablemente, provocando una pérdida de vigor y de producción.
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