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a mayoría de los edificios actuales tienen una cantidad considerable de vidrio plano debido a sus características estéticas y funcionales. Desde ventanales hasta fachadas completas, el vidrio está presente en todos los inmuebles. Pero hoy no vamos a hablar del vidrio, sino de la persona que los coloca o reemplaza: el vidriero. Las vidrierias son comercios fácilmente reconocibles en los pueblos y ciudades de México. Lo primero que llama la atención al entrar es la cantidad de vidrio, de diferentes grosores y tonalidades, que se encuentra recargado en las paredes. El encargado habla por teléfono y su ayudante coloca con mucho cuidado una gran hoja de vidrio en la mesa de trabajo. Pocos son los establecimientos de este tipo que en sus anuncios o rótulos versa únicamente como vidrierías; “vidrio y alumnio” o “vidrio y herrería” son algunas de las combinaciones que se pueden encontrar; y es que el oficio del vidriero se relaciona con otros importantes oficios como es el del aluminiero, el herrero o el carpintero. Aunque actualmente el vidrio puede colocarse con aditamentos que ayudan a ensamblarlo solo, en la mayoría de los ámbitos que atienden las vidrierías, el vidrio necesita de algún tipo de soporte. Por eso es que el vidriero tiene que especializarse para poder colocarlo en cancelería de aluminio, puertas de madera o ventanas de metal. TRABAJOS COTIDIANOS El encargado termina de hablar con el cliente, quien le ha llamado para hacer una cotización sobre el cambio de un vidrio colocado en un segundo piso. Este tipo de labor es una de las actividades cotidianas del oficio. Cuando no es sustituir vidrios dañados, es colocar unos
nuevos, ya sea para ventanas, puertas o cubiertas de muebles, en el último caso es necesario que al vidrio se le dé un acabado especial en los bordes por medio del biselado. Otra actividad más dentro del oficio es la colocación de vidrios para marcos. Estas actividades cotidianas se han mantenido casi invariables desde hace varias décadas. A nivel doméstico, el oficio no ha presentado cambios fundamentales. Es a nivel industrial donde es evidente una transformación en los usos, materiales e instalación de este material. EL TRABAJO CON VIDRIO La mayor parte del vidrio utilizado por los vidrieros se fabrica por la técnica de flotado, su método de fabricación puede encontrarse a detalle en la sección Planta de Producción de esta edición. El distribuidor entrega el vidrio en hojas de gran tamaño que el vidriero tendrá que cortar en piezas más pequeñas ayudado de herramientas especiales como el corta-vidrios. Para poder realizar un corte bien hecho sin hechar a perder el material es necesario que se pase algún tiempo aprendiendo de alguien con experiencia; en México el oficio se aprende de esa manera, por convivencia. Es verdad que el oficio no se aprende en un día, se necesita tenacidad, esfuerzo y mucho trabajo para ser un buen vidriero. Sobre estos aspectos hablamos con el señor José Javier Gutiérrez Ayala, vidriero de la ciudad de México que tiene 30 años de experiencia en este ámbito; él nos comenta que encontrar vidrieros comprometidos y hábiles en su trabajo es difícil; y le da tres consejos a quien quiera ser un buen vidriero: en primer lugar que le guste su trabajo, que sea puntual, y que aproveche las enseñanzas de alguien más experimentado. En cuanto a su tratamiento, existen varios tipos de vidrio como el templado, laminado, termoendurecido, templado-laminado y más. El vidrio templano es el más convencional, el tratamiento térmico al que se somete permite que tenga una mayor resistencia mécanica, y resistencia al choque térmico. El vidrio laminado se obtiene de la conjunción de hojas de vidrio unidas por una capa de butiral polivinilo, este material lo hace resistente a la penetración; además ayuda a disminuir la intensidad del ruido y la entrada de rayos UV. El termoendureci-
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