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Montané Ante su destino más personal
Para los que fuimos fans absolutos de Lecciones de Vuelo, esta es quizá una de las noticias más importantes y necesarias del año. Javier Montané anunciaba hace algunas semanas la vuelta al ruedo de la música, dejando atrás tres largos años en los que apenas fue capaz de tocar ningún instrumento ni de escribir absolutamente nada. La caída al pozo ha debido ser inmensa tras el parón indefinido de la banda, pero como él mismo subraya, gracias a esas personas que jamás abandonan a quienes quieren, la voz de aquellos hitazos volverá a cantarnos, con letras más personales que nunca, los dilemas, rayadas y paranoias que hay en su cabeza. El sencillo Puerta al Sótano es solo la primera de un montón de canciones que el artista irá publicando en las próximas semanas o meses, en un proyecto que considera que estará ligado a él para siempre. Que la música te siga alimentando el alma, querido Javier, porque el mundo necesita a los viejos rockeros para no perder el norte, en lo musical y en esta vida loca
Habla, escucha, calla y repite despacio
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Es mejor estar bien loco a ser esclavo
Pero el cerebro ya te lo han lavado
La llave maestra ya no está en tu mano
Yo que la encontré pude ver que había allí
Una noria que se mueve suave y silenciosamente Que se para en un oxidado balcón de hierro agujereado

Nadie espera allí y tú te has bajado
Traficantes de opiniones a tu lado
Hay un pozo cerca, no les hagas caso
Te dirán que subas por las escaleras
Pero están mintiendo, te llevan abajo
Yo que estuve allí te diré lo que vi
Cajas de cartón atadas con cuerdas podridas
Y vendas bien adaptadas a unos ojos destrozados por la propia vida
Yo que te entiendo bien, ¿qué quieres que te diga?





En la Sold Out, que escribimos estas líneas por amor al arte y con mucho cariño, nos gusta encontrarnos con proyectos tan sinceros y con tanta verdad como el de Marta Movidas. La artista, con base en Madrid, se prepara para actuar en el Festival Gigante, con el lanzamiento reciente de Rosquilla de Canela como punto fuerte. Pudimos charlar con ella entre cafés con hielo y tintos de verano, siendo los + lindos de una terraza infernal.

Qué tal estás, cómo te estás planteando el final de verano.
Tranquilo, no tengo vacaciones y la verdad es que este verano a nivel musical siento que estoy tocando menos que el año pasado, porque además de mi proyecto tengo otro con otro chico, y es verdad que este verano han salido menos cosas, pero estoy contenta porque creo que me viene bien descansar, tomármelo como más chill. Tengo tres fechas, y muy feliz con ellas.
Fechas, además, festivaleras. E iba a tocar en el Primavera Sound justo el día que se canceló, una pena, la verdad. Por suerte actuaré en el Festival Gigante, y tengo otra fecha que creo que todavía no está anunciada, así que mejor me callo por si acaso (risas).
Quién es Marta Movidas, y cuándo decide hacer canciones... y publicarlas. No lo sé realmente, porque ya tenía en mente hacer cosas antes de la pandemia. Estaba empezando a producir canciones y de repente llegó aquello y me dije: bueno, esto que ya tenía hecho de antes pues lo publico ya mismo. No tenía pretensionesahora tampoco, pero antes menos - ni tenía en cuenta el timing, el cuándo era mejor publicar, si era bueno publicar en pandemia o no, y entonces publiqué una canción. ¿Y por qué la hice? no sé, yo siempre he tocado en grupos, y es guay, es súper chulo llegar a un punto de encuentro donde todo el mundo expone sus ideas, es una forma de socialización divertida porque tienes un apartado creativo y productivo mucho más divertido que sentarte en un bar a beber, que también es bien, pero de esta otra forma entablas otro tipo de relación con las personas. Hubo un momento en el que se fueron disolviendo porque nos hacíamos mayores, y entonces pensé: ¿yo sería capaz de hacer canciones, tal y como yo quiero? ¿Qué es lo que yo sería capaz de hacer por mi cuenta? Investigué, me empezaron a salir cosas y me dije, “ah, pues parece que está guay”, y lo subí a la red, porque ahora tenemos la energía de subirlo todo. Lo compartí sin ninguna pretensión, igual que si haces un dibujo lo subes también, y luego ya en base a eso quise intentar hacer más canciones y más cosas, y hasta hoy.
Y de repente tienes oficina, un sello…
Me acababa de mudar a Madrid tras estar siempre yendo y viniendo desde Guadalajara, y conocí a unos chicos que ya estaban más dentro de la industria, porque en la música ya estábamos todos, me dijeron “súbelo, y te intentamos conseguir conciertos”. Y yo dije: “vale, pues si al final tengo menos carga de trabajo y lo hago contigo que eres mi colega, pues mejor”. Y poco a poco fue creciendo la cosa, pero ha sido todo sin un plan. Hay gente, la mayoría, que sube canciones y tiene un plan, pero creo que yo nunca he tenido uno, y creo que sigo sin tenerlo en realidad.
Aún así, Rosquilla de Canela parece que ha ido llegando a más gente. La verdad es que no miro nada las RRSS, me estoy poniendo la tarea de revisarlas más porque puedo tener mensajes de hace un mes sin responder, ahora mismo tengo como sesentaypico chats sin responder en Whatsapp, y cuando publico una canción lo miro incluso menos. Me da un poco de ansiedad, siento que si empiezo a mirar el feedback me voy a enganchar a eso, se va a convertir en una especie de adicción, y no quiero que esto se vuelva un problema. Normalmente, cuando subo una canción no miro nada, me meto para publicar el post pertinente en Twitter e Instagram y no vuelvo a meterme hasta dentro de mucho. Luego, por Whatsapp, mis amigos más cercanos no me suelen decir que mi nueva canción es una puta mierda, entonces el feedback es bueno (risas). Rosquilla de Canela es una canción muy especial, porque va sobre mi perrito, que murió en febrero. Tenía algunos apuntes de canciones que había ido escribiendo a mi perro durante mucho tiempo, y me propu- se juntarlo todo en una sola canción y sacarla. Al ser una canción más personal, más emotiva y con un punto más sensible, a la gente le ha parecido bonita, además de que te puede llegar a tocar más si has tenido o tienes una mascota.
Compartes al mismo tiempo muchos artículos de prensa musical. La realidad es que escribo en Rock Deluxe, y comparto los artículos que escribo. Me tuve que hacer autónoma por todo esto de la música, y me dije: “joder, ya que estoy pagando la cuota, pues voy a amortizarla al 100%”, porque encima me habían despedido del trabajo y me había quedado a dos velas. Siempre había escrito en medios, en blogs más pequeños, y llevaba tiempo rondando en mi cabeza la idea de volver a escribir, porque es cierto que lo aparqué por no tener tiempo y porque se me hacía pesado tener que cubrir siempre a los mismos grupos por entonces. Así que escribí a Rock Deluxe, que considero que tiene una línea editorial bastante fina, con la idea de colaborar. Me dijeron que sí, así que estoy muy contenta porque me lo paso súper bien y me encanta volver a escribir sobre música, que es algo que siempre me ha gustado.
Es cierto que hay una línea nueva de artistas que la están liando muchísimo. Han salido un montón de grupos nuevos tras la pandemia y eso está cambiando el espectro de la prensa, que parecía muy estancada. Se ha generado además un debate interesante en torno a las críticas de los discos y la publicidad en las revistas. Si hablas mal de un disco es una putada porque quizás ya no te vuelvan a pagar el banner, y entonces la prensa deja de ser imparcial. Creo que la crítica es necesaria si es constructiva, bien argumentada, bien escrita. Eso hizo que me desencantase un poco, pero ahora que he vuelto me siento más a gusto.
¿Pedro Sánchez te estará escuchando ahora mismo?
Nadie me ha solucionado la duda (risas), me enteré de pura casualidad. Sabía que Pedro Sánchez iba a ir a la Pija y la Quinqui y pensaba escucharme el podcast por las risas, en plan ver cómo iba a funcionar esa unión. Yo estaba en un pueblo de Guadalajara, nos despertamos a la mañana siguiente y nos pusimos a ver eso de que Sánchez había hablado de grupos indies que le molaban, y justo salía mi nombre, aunque de pasada total. No creo que Pedro Sánchez busque en Spotify “Marta Movidas”, pero quién sabe.
Hablando de política, te preocupa el cambio climático, ¿da para canción?
Lo cierto es que siempre que intento escribir algo serio - me refiero a cualquier cosa que se salga de lo romántico o de vínculos sociales -, me da la sensación de que se me quedan canciones densas, no consigo encontrar mi lenguaje en este aspecto. Ojalá algún día lo encuentre. Creo que mi música representa una pequeña parte de todo lo que yo soy, hay muchísimos más paradigmas operando en mi cabeza más allá de la temática de mis canciones, y tampoco sé si quiero que todos esos paradigmas salgan a la luz a través de mi música. No sé si sabría defenderme bien dentro de esto. Muchas veces lo pienso, ¿por qué solo me sale una canción de desamor y no de problemas que realmente me preocupan? Yo tampoco le doy tantas vueltas al tema del amor en mi día a día, pienso mucho más en el cambio climático, o en el auge de la ultraderecha, pero no encuentro los códigos para trasladar todo eso. Quizás algún día los encuentre. Ahora mismo, mi activismo está en mis círculos más pequeños, o en mi forma de comportarme en mi día a día. Considero que es necesario que todo el mundo se posicione ante determinados temas, pero a nivel de canciones no es incompatible, es decir, puedo hacer canciones de niña tonta que solo piensa en novios, y a la vez ser una persona plenamente consciente del mundo que me rodea.

¿Y al respecto de que no se asuma que las mujeres sois quienes actuais? Y no es solo eso, yo toco el bajo en una banda de con otros tres chicos, y cuando llegamos al escenario siempre dan por hecho que yo soy la que canta. Se da por hecho esa ecuación de chica con banda de chicos. Pasa más a un nivel más pequeño, que seguro que les pasa muchísimo a chicas a un nivel súper alto, pero es cierto que ellas trabajan con sus propios técnicos de sonido, de monitores, en general en un entorno en el que todos saben quiénes son ellas. Mi proyecto sigue siendo anónimo en mayor medida, y si voy a abrir un festival, el técnico no sabe quién soy yo. En ese tipo de situaciones, los proyectos que no viajan con su propia crew o que no son tan reconocidos, sufren más este tipo de situaciones. Es bastante común, y es complicado reaccionar. ¿Qué hago? ¿Monto un pollo, retrasando la prueba? ¿Jodo a un equipo entero que está trabajando bien porque hay una persona que está siendo un poco así? A lo mejor no estaría mal, pero te bloqueas. Una persona en Twitter me decía “pues haberle dicho algo” y es como “ah, pues muchas gracias por el consejo, me lo meto por el culo, que quieres que te diga” (risas). Van a pasar estas cosas durante muchos más años todavía con las mujeres de la música.
A pesar de que ahora hay esa generación muy top, como comentamos. Me da la sensación de que los proyectos interesantes - mínimamente vanguardistas - que se salen del estereotipo indie que teníamos hace diez años, todos los están llevando a cabo mujeres. Igual es porque si el prototipo eran hombres rockeros de cuarenta años haciendo indie rock hablando de sus ex novias, pues una chica tenía que buscar referentes en otros sitios porque esos no pueden ser sus ejemplos a seguir cuando no compartes ni su discurso, ni su rutina, ni su forma de vida. Eso hace que sea más interesante la nueva generación de chicas que están haciendo música, por no beber tanto de la escena indie nacional. Es mi teoría, puede que sea así de verdad o quizás no.
Cuál sería tu festival inventado maravilloso, con bandas amigas incluso. La verdad es que no me relaciono tanto con el mundo de la música, me gusta que mis amigos sigan siendo ingenieros, o lo que sean. Hay una retroalimentación en la que los músicos están todo el rato haciendo cosas entre ellos, y está guay, yo me llevo genial con todo el mundo, pero me gusta que mis amigos sigan siendo los de siempre para poder desconectar, y no sentarme en un bar para hablar de lanzamientos, de Sonido Muchacho, etc. Me explota el cerebro. Chill Chicos, El Buen Hijo, Valdivia, Lucía Tachetti, Irene Garry y Amore - me gusta mucho ese círculo -. A nivel internacional, no tengo muchos amigos, pero me gustaría que viniesen más grupos coreanos y japoneses. No vienen nunca, y tendrían su público. Sigue habiendo un muro muy grande, los programadores se creen que son cosas de frikis, de fans locas, de niñas, y no terminan de entender esto como un género normal, una escena como cualquier otra, para empezar a programarlo en ciertos circuitos. Es algo que se está introduciendo poco a poco, creo que vamos bastante lentos porque son fenómenos que llevan aquí más de diez años. El Primavera Sound al menos traía este año a unos japoneses y a unas surcoreanas, pese a la cancelación del jueves. Y luego grupos de mi pueblo. Todo lo que pueda hacer con gente de casa, y es gente que trabaja bien, que tiene buenas propuestas, siempre voy a hacer cosas con ellos. Me gusta la escena pero creo que se invisibilizan mucho otras propuestas que a lo mejor no tienen ese afán de fichar por un sello, y hacen música chulísima. Ocurre mediáticamente - lo cual es normal porque no quieren hacer carrera -, pero también socialmente. Me da esa sensación, y es una pena.
Por último, un consejo para esa chica que coge una guitarra por primera vez. Lo primero, y lo más importante, es que no pasa nada por no intentar capitalizar tus aficiones. Puedes tocar la guitarra y que se te dé mal, y que aún así te guste tocar la guitarra. ¡No dejes de tocar la guitarra! No te hace falta tener pretensiones para disfrutarlo. Hay, particularmente en la escena indie, una visión de capitalizar todo tu arte, y si lo quieres hacer me parece que está bien, pero me parece que es algo socialmente impuesto. Yo hago canciones, y voy a publicar discos, y voy a seguir haciendo música, y no por ello tengo la pretensión de llegar a ser la nueva Zahara. Puede pasar, vale, pero puedo estar feliz haciendo lo que hago y teniendo la repercusión que tengo. Siempre te están diciendo que puedes aspirar a más, tienes que crecer, montar un mejor espectáculo porque así te pueden vender por más caché a un festival… no hablo de mis managers, que la verdad, son gente maravillosa, pero me da la sensación de que en este circuito el placer está algo así como en un segundo plano. El placer es lo primero, y todo lo que venga después es bienvenido. Tendré entre cinco y diez mil oyentes mensuales. ¿Por qué voy a estar triste si no subo a doce o quince mil con mi nuevo single? Por eso digo que me gusta vivir en un tupper y ni siquiera mirar eso, porque disfruto haciendo música y la voy a hacer, tenga cero o diez oyentes. No me preocupa. Querría que todo el mundo hiciera canciones sin pensar en ello. Quizás es algo utópico, pero debería ser así.
Marta Movidas actuará en el Festival Gigante el viernes 1 de septiembre junto a Las Petunias, Delsol, Lusillon o Alejo. Si te lo pierdes nos enfadaremos. Mucho.

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