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Qué representa el Club para sus socios?

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Cuentos / Anécdotas

Hola, mi nombre es Carolina Rodriguez y algunos me conocerán solo como la hija de Muñeca Rodríguez…

Qué contarles, son tantas las historias y anécdotas que tenemos toda la familia de este Club, nuestro Club que nacimos en él y hoy después de más de 40 años seguimos siendo socios.

Por contarles algo, les puedo decir que crecimos aquí adentro, viviendo a una cuadra del mismo se podrán imaginar que literalmente fue nuestra segunda casa durante muchos, muchos años... igual hoy en día que la mayoría estamos casados hemos incorporado a nuestras familias a la familia del Club.

Una vez mi madre estaba cocinando en casa y Gonchi mi hermano al mismo tiempo estaba en el trampolín de la piscina grande de pañales. Ricardo, el profesor de piscina de aquel momento, lo vio y lo salvó de caerse al agua ¡glorioso de su parte!

Otra vez, yo chiquita, andaba en un buggie arrastrándome porque no llegaba a los pedales y me fui de mi casa por Arocena y cuando pasé las canchas de tenis, Prieto (no sé si lo recuerdan, canchero muy querido por todos y funcionario del Club durante mucho tiempo) me vio pasar y de inmediato llamó a mi casa para avisar que la chiquita seguía rumbo a Arocena. Así fue que vinieron a rescatarme. También tengo otros recuerdos muy importantes y queridos como las tardes de verano juntando de los pinos de al lado del rancho los piñones y comiéndolos con mis amigas del Club.

Ahí comencé todo... mi carrera de nadadora y mi carrera tenística, gracias al haber ido a tenis, a que mi madre me enseñara jugar para que yo pudiera ir a entrenamiento, es que agradezco al Club, a mi esfuerzo, a los profesores que tuve y que me hicieron crecer… competir por mi Club en diversas oportunidades, Interclubes, Circuitos, Giras COSAT, Pascuas Bowl, Copa Gerdau y todo eso, también tuvo sus frutos y después de terminar Juveniles, me fui a EE.UU con una beca de tenis y a estudiar mi carrera de Administración de Empresas y M.B.A.

Para mí y mi familia no es solo un Club... es nuestro querido Club, en el cual crecimos, aprendimos los deportes y fuimos partícipes en defenderlo en todo momento. Tanto para Fernando, como para Liliana y Gonzalo, también campeones nacionales, esta casa significa la vida para nosotros.

¡Gracias por dejar compartir! Carolina Rodríguez

Cuentos / Anécdotas

Soy el socio número 47 del Club y mi actividad estuvo siempre vinculada al mismo. Tengo adorados recuerdos y fotos de antaño, de cuando íbamos al “clubcito” a hacer “algo”, si… algo porque era nuestro lugar de encuentro y juego, ya sea en la rota mesa de Ping pong, en un improvisado partido de tenis, en un picado de fútbol en el terreno baldío que estaba atrás del estadio Millington Drake o tan solo como punto de encuentro con la “barra”.

Para mí, para mi familia y para varios de mis amigos era nuestra segunda casa. Viví todas sus etapas de crecimiento y creo ser el socio que más horas ha vivido en el Club. Podría contar no una sino mil anécdotas. Por ejemplo de la época en que había un solo funcionario administrativo (Ferreiro), de los picados improvisados o del intendente inglés Mr. Todd que fumaba en pipa tabaco de armar y a quien enloquecíamos. Mil, mil anécdotas, mil vivencias IMPOSIBLES de resumir.

Tengo también una copa de plata de un torneo de tenis que ganó mi papá en las canchas del Club el año 1936, o sea 7 años antes de la inauguración del mismo. Así que es fácil de ver lo mucho que representa para mí este lugar.

Jorge Camilloni

Publicaremos más cuentos y anécdotas en la siguiente edición. El Club, aparte de una segunda casa para cualquiera de nosotros dos, es el lugar donde empezó nuestra historia de amor.

Sara Lamas, socia desde muy pequeña y aficionada por el deporte, siempre frecuentaba el gimnasio, la piscina y aerobox, entre otras actividades. Yo, Germán Mikolic, socio desde los 11 años, hoy 19, asistía a clases de tenis, al gimnasio, a la piscina y boxeo.

Un buen día de invierno, dos años atrás, a la salida de una clase de boxeo, obviamente todo sudado, cansado y distraído no pude evitar mirar a esa chica que estaba sentada en los sillones de la salida del gimnasio chico. Le hablé, y ahí empezó todo.

Después de unos días, Sara aceptó tomar un café en la cafetería del Club. Increíblemente, estaba el fotógrafo. Nos sacó una foto y la publicó en la revista del Lawn!! No habíamos tenido una primera cita y ya estábamos publicados tomando un café, en la revista que lee todo el Club. Por unos meses, y por desfasaje de horarios, el Club era nuestro punto de encuentro. Nuestras rutinas se fusionaron para que ese ya preciado tiempo en el Club, se convirtiera en unas horas mágicas. Los dos haciendo ejercicio, y al mismo tiempo enganchados en conversaciones que continuábamos en la cantina por horas mientras conocíamos a la otra persona. Conversaciones que, en más de una ocasión nos hicieron ligar rezongos por parte de los profesores por no concentrarnos en la clase. El rezongo que recordamos con más claridad, fue cuando nos gritaron “A hacer novios a otro lado”, cuando apenas estábamos saliendo.

Ya entrados en la relación, muchas de nuestras salidas son al teatro de nuestro querido Club. Entre los shows, vimos al mago Scott, Relatos eróticos, un show de tango, y varias obras más.

Para terminar, los dos estamos muy agradecidos. En primer lugar con nuestras familias por darnos la oportunidad de formar parte de un Club como el Carrasco Lawn Tennis. En segundo lugar, con el Club por todas las actividades que tiene y porque en nuestras mejores anécdotas de la relación, el Club está presente en casi todas.

concurso de fotografía 75 años Carrasco Lawn Tennis Club

Juan Perez del Castillo

Florencia Bonicelli

Elena Graciarena

Carolina Rodríguez

Guillermo Hughes

Beatriz Rodríguez

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