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Claudio Destéfano: Estadios con estrellas

Por Claudio Destéfano Estadios con estrellas

Desde 2015, el intendente del estadio de Boca Juniors tuvo que caminar un poquito más para buscar las herramientas y las semillas de césped de la Bombonera. ¿Motivo? En pos de rentabilizar más cada uno de los metros cuadrados del estadio xeneize, el espacio que tenía el canchero para guardar sus herramientas fue desplazado. Como por arte de magia, en muy poco tiempo construyeron una decena de palcos de 12 personas que están al ras del piso (incluso dos de ellos están pegados a los respectivos bancos de sustitutos), que se convirtieron en las ubicaciones más caras de la Bombonera. Boca optimizó al máximo sus metros cuadrados, pero no fue el único. Recientemente, Bayern Munich anudó un acuerdo con la cadena de hoteles más grande del mundo, Marriott, para replicar una habitación de la insignia Coutyard en el mismísimo Allianz Arena. Las experiencias incluyen acceso exclusivo a partidos nacionales y europeos del Bayern, y hospitalidad VIP durante el partido en la suite Courtyard by Marriott en el estadio. La suite tiene muebles modernos inspirados en el último diseño de Courtyard y un bar con cócteles elaborados y opciones de menú de alto nivel. Este servicio, Marriott se lo ofrece a los más de 100 millones de socios de su programa de fidelidad, Marriott Rewards. Los clientes pueden canjear sus puntos Marriott Rewards por entradas exclusivas a los partidos del Bayern y estancia VIP durante el partido en el Courtyard by Marriott Suite en el Allianz Arena, con vistas al campo. La experiencia incluye además una cena después del partido con el equipo, entradas para el partido y una noche en el hotel FC Bayern. como “Primera Clase”. Por supuesto que en esta última categoría están los tickets comprometidos a sus dos principales sponsors (adidas y Emirates), y el argumento que utilizan para vender los abonos de “First Class”, dicho por Jorge Valdano cuando era Director General del Club, es el siguiente: “Le aseguramos al comprador que por lo menos una vez en la temporada se encontrarán con el Rey, dos veces con el Primer Ministro, y casi todos los partidos con la mayoría de los ministros”.

Experiencias sobran

El Estadio Santiago Bernabeu fue construido en 1957, pero recién en las últimas dos décadas lo dividieron como hacen las líneas aéreas. El 96% del estadio del Real Madrid tiene butacas “economy”. Un 2% es “business” y el 2% restante son consideradas La hospitalidad en los estadios empieza a ser una moneda frecuente en el mundo. En Inglaterra, el estadio Field Mill del Mansfield Town FC tiene un hotel, y el del Bolton Wanderers Football, llamado Macron Stadium (antiguo Reebok Stadium), tiene incorporado el Bolton Whites Hotel.

El Bayer Leverkusen es un club perteneciente al laboratorio Bayer, y en sus entrañas convive el Lindner BayArena Leverkusen. Millennium & Copthorne Hotel Chelsea Football Club es un cuatro estrellas con restaurantes, bar de deportes y club lounge que está

en el emblemático Stamford Bridge de Londres. Uno de ellos, Frankie’s Sports Bar & Grill, promete cocina italiana y nace de la colaboración entre su chef y el famoso jinete Frankie Dettori. Pero además, durante varios años Dolce & Gabbana y Chelsea Football Club anudaron un acuerdo que no solo incluía el uso de ropa de salida de las estrellas del Club, sino que la icónica casa de moda creó el “Dolce & Gabbana Lounge” en Stamford Bridge. Es un espacio exclusivo donde los huéspedes podían experimentar la hospitalidad única del día de partido típico del estilo Dolce & Gabbana.

El concepto de diseño del espacio se caracteriza por nuevos materiales y detalles: paredes, muebles y detalles han sido creados en azul (color del Chelsea), que contrasta con el acero de las sillas y el sofá, pisos de roble y al oro y la plata de los marcos. Dolce & Gabbana también rediseñó varias áreas en Stamford Bridge, incluida la recepción principal del Club londinense. fútbol Chapin. En Trip Advisor un huésped dejó esta frase: “Calidad del sueño buena porque no hubieron partidos ni conciertos”.

Y hablando de nuestro continente, asoman tres casos. Uno es el bautizado Territorio Santos Modelo, donde juega el Santos Laguna de México, ya tiene un gimnasio Holox con vista a la cancha, y prevé un hotel con 120 habitaciones, donde los huéspedes podrán disfrutar los partidos del equipo de la Comarca Lagunera, ya que 60 de sus habitaciones contarán con vista a la cancha.

El otro se llamará La Recova de la Boca, proyecto que hará pegadito a la Bombonera la empresa Pip SA, que conduce el desarrollador Claudio Mekler, e incluye apartamentos, oficinas, un centro comercial y el grupo está en negociaciones con Marriott para que desarrollar un hotel, posiblemente con la marca Fairfield Inn, el primero de la Argentina.

Siguiendo con Inglaterra, pero pasando al rugby, Marriott realizó un desarrollo hotelero en el famoso estadio Twickenham, donde juega el equipo de la rosa, y en Canadá está el Marriot City Centre Hotel, en el Rogers Centre, estadio de béisbol donde también se realizan espectáculos musicales.

El fútbol americano también le abre las puertas a la hotelería. El Estadio de los San Diego Padres tiene incorporado el Omni San Diego Hotel. Y en la española Jerez de la Frontera, cuna del Moto GP, está el Hotel H2 Jerez de la Frontera en el Estadio de Pero si hay algo que pone en jaque a la hotelería tradicional es Airbnb. La disruptiva compañía también se metió en el fútbol. Y no lo hizo con chiquitas. Solo por una noche, transformó al maracaná, el icónico templo del fútbol, en una experiencia única, donde tu anfitrión fue la estrella del fútbol brasileño Renato Gaúcho. La noche antes del popular clásico Flamengo-Fluminense (Fla-Flu) en Río de Janeiro, un afortunado ganador y su acompañante durmieron en una suite VIP rediseñada completamente con cama, baño y una mesa de metegol, haciendo real el sueño de miles de fanáticos de este deporte. Al llegar al Maracaná, Gaúcho compartió con los ganadores un tour muy especial por el estadio, incluyendo visitas a la suite presidencial, la sala de prensa y el campo de juego, donde patearon penales. Como si eso fuera poco, esa noche, los ganadores se ducharon en los mismos vestuarios que usan los jugadores. “Believe it, or not”, diría Ripley.

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