ANDREY SLADKOV RUSIA
«SIN DISCIPLINA NO SE PUEDE LOGRAR NADA» viajaba fuera de su país y nadie sabía quién era, excepto Úrsula Lari. «Yo te conozco», le dijo la ex esgrimista, una de las mejores que tuvo el país durante los noventa. Hacía dieciséis años, Lari viajó con la delegación nacional hasta Moscú para participar en un certamen internacional. Por azares de la vida, ella tomó una foto de Sladkov junto a un amigo común en un bar deportivo de la capital rusa. La segunda vez que lo vio en Lima le entregó aquella imagen. Por esa época, Perú gozaba de uno de sus mejores años en el esgrima: acababa de obtener veintitrés medallas en los Bolivarianos de 1997 y Álvaro Panizo era uno de los mejores representantes del Regatas. Andrey Sladkov, por su lado, trabajaba en un club privado de Moscú, a ocho horas en avión de Komsomolsk del Amur, la provincia en la que nació. A los veinticuatro años ya había terminado su carrera como deportista –que empezó a los trece–. También contaba con el título de Maestro del Deporte en Esgrima gracias al tercer lugar que consiguió en el primer campeonato nacional de la Unión Soviética, cuando existían las quince repúblicas y enviaban a sus mejores representantes. El ruso recuerda con especial cariño ese torneo pues debió defender su presea ante Sergei Golubitsky, un ucraniano que años después se convirtió en el tres veces campeón del mundo (1997, 1998 y 1999) y fue considerado como el mejor floretista del esgrima moderno. Pero esa vez, Sladkov le ganó. «El nivel que encontré acá era bastante respetable, con esgrimistas muy buenos como Diego Orlandini o Mauricio Panizo, que captaban las enseñanzas de la escuela rusa y argentina que se trajo en los noventa», cuenta Sladkov. Catorce años después de su llegada, su metodología de entrenamiento y su reconocida exigencia llevaron al esgrima hacia un pico de rendimiento en el 2007, cuando potenció la categoría de Menores bajo una filosofía: «Sin disciplina no se logra nada».
LAPATRIA SE LLEVA EN EL CORAZÓN
En el 2001, Andrey Sladkov llegó al Club desde su Rusia natal. Era la primera vez que
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