PORTADA
uno de sus hermanos mayores fue a Cuzco y se perdió camino al Pongo de Mainique. La familia viajó varias veces hacia allá en su búsqueda. Se recuerda a sí misma junto a su hermana, con veinte años, y sintiendo la tensión del terrorismo. Nunca encontraron al hermano. Dos años después de haber dejado la universidad, regresó a la PUCP, esta vez a estudiar Pintura. A los veintitrés se casó con un aeronaval y se mudaron juntos. A los veinticinco quedó viuda. Su esposo viajaba en un avión Fokker que cayó cerca de Huacho. Tampoco lo encontraron. Se mudó con su hermana, a un apartamento en Miraflores, cerca de 28 de Julio, cerca de donde las bombas explotaban. Luz cuenta todo esto en la sala de su casa, sentada en un sillón, mirando nada: «La primera catarsis ocurrió cuando enviudé. El trabajo final de mi último año en la universidad era puro personaje desesperado: uno en silla de ruedas que caía al mar; otro medio ahogado; otro que salía volando. Eran muy fuertes, pero yo no lo veía. Hasta que, un día, un amigo se me acercó y me dijo: “Oye, ya párala, ¿no? Tienes una fijación con la muerte”». Entonces suelta una risa: «“¿Una fijación con la muerte?”, le pregunté. “¿Te parece?”», dice y se ríe de nuevo.
CANTO DE SIRENAS (2012)
*** LA ESPERA (2004)
Carmen Letts es muy parecida a su hermana: delgada, cara alargada, pelo oscuro, voz suave. Ambas son artistas egresadas de la PUCP. Antes de pintar un cuadro, Luz le suele tomar fotografías a algún modelo, vestido con el clásico uniforme de sus personajes: la camisa blanca. Y el modelo casi siempre suele ser Carmen. Es una de las pocas personas a las que Luz le muestra sus cuadros antes de estar terminados. Estamos en su taller, en la avenida 28 de Julio. Está sentada sobre una banca y lleva un mandil manchado. Nos rodean esculturas de colores vivos que parecen tener los movimientos del fuego. Una diferencia: Carmen es conocida por sus esculturas abstractas, mientras que la obra de Luz es siempre figurativa. «Debe ser por nuestras personalidades», dice Carmen, y se calla. Otra diferencia: Carmen es mucho más tímida que su hermana. Se nota que se esfuerza por ser cortés y explicarse, pero suelta muy pocas palabras. «Yo soy mucho más callada. Ella es mayor y era un poco más mandona, pero en el buen sentido. Es más organizada; yo soy más… no sé». Carmen y Luz crecieron con sus dos hermanos mayores y sus padres en una casa en el Centro
REGATAS / 56
SALTOS (2004)