REGATAS | Edición 231 | Choco Vivanco

Page 20

COCINA

El futbolista que dejó todo para cocinarle a un sultán Wilfred Dass, un chef malayo en san isidro Escribe: Carlos Portugal

Foto: Sanyin Wu

No muchas personas pueden jactarse de haberle cocinado a un jeque, un sultán o a Michael Jackson. Tampoco muchos tuvieron que elegir entre ser arquero de la selección o cocinero. Ni tantos viajaron desde Malasia, en el sureste asiático, hasta el Perú para aprender a cocinar cada día un plato nuevo. Wilfred Dass, el chef malayo que cocina en el Centro de Convenciones del Hotel Westin en Lima, sí. Él tuvo que decidir entre el fútbol y la cocina si quería ser el mejor. Entendió que tapar un penal es más fácil que preparar un tiradito. Supo que el desayuno de un sultán es más que un almuerzo, que Michael Jackson come solo frutas, que a los jeques les gusta ver las mesas llenas pero comen muy poco, y aprendió que, a pesar de los miles de kilómetros de distancia, la comida peruana y la malaya tienen un punto en común: esa sazón, ese picantito similar. «Dejar todo para dedicarme a la cocina fue una excelente decisión. Me ha llevado a recorrer el mundo y me trajo al Perú por la riqueza de sus insumos. Es realmente increíble: sales al mercado y encuentras todo lo necesario y todo es de aquí», cuenta ahora, desde su cocina en San Isidro. Como futbolista fue guardavallas de la selección de Malasia a inicios de la década del noventa, cuando Mohd Hashim Mustapha era goleador de la liga local. Pero allí el fútbol no es un negocio. Ni siquiera se compara al de los países sudamericanos. A Wilfred Dass le ofrecieron participar del equipo de un hotel y, mientras tanto, trabajaría como ayudante de cocina. Dejaba los guantes un rato y sacaba el cucharón. Y allí, en ese hotel, hizo los contactos para cocinarle al sultán de Brunei, que se enamoró de su sazón. Entonces dejó todo para ir a vivir al palacio y atender a sus invitados, desde los reyes británicos hasta Michael Jackson. Después se iría a Inglaterra para estudiar gastronomía. Quería mejorar sin saber que lo invitarían para cocinarle al jeque de Dubái, otro de los hombres más ricos del mundo. «Si se necesitaba un insumo, se traía del otro lado del mundo. No importaba si costaba diez veces más», cuenta el chef que poco después se fue a República Dominicana para alejarse de tanto lujo y relajarse. Allí fundó su propio restaurante pero tampoco se sintió a gusto. «En el Caribe se vivía el hoy; nadie se esforzaba mucho. A veces los trabajadores no venían. Me llamaban y decían que no tenían ganas». Fue entonces cuando decidió venir al Perú. Ahora dirige un buffet asiático y sigue jugando fútbol en sus ratos libres. Todavía no ha colgado los guantes por completo, pero ahora tiene un nuevo reto: cocinar el mejor arroz con pato de la ciudad.

REGATAS / 20


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.