Madre solo hay una... porque es única en su capacidad de amar. Un regalo que nos da la vida, un torrente de amor tan profundo, que nace antes de que el niño nazca, y crece en cada instante durante el resto de su vida. Nuestra madre nos protege, nos cuida y, sobre todo, nos ama intensamente ahora y siempre. Ese amor incondicional que todo lo da, es inagotable y nos alumbra con su luz incansablemente. Cada madre es un tesoro, un milagro de vida, un manto que nos cubre en los momentos difíciles, una flor que florece con cada alegría y se hace más hermosa con el paso del tiempo. Es una joya de la creación, que a través de ella, nos recuerda cuanto el Lumínico Creador nos ama. Ese amor de madre debe ser una guía para que busquemos esa pureza que vive en nosotros, y la hagamos resplandecer, así como cada madre lo hace con cada uno de sus hijos. A todas las madres de Puerto Rico, gracias por regalarnos tanto amor. ¡Feliz Día de las Madres!... Alex Fernández