REVISTA PM REPORTAJE
E
l mundo del mar, el viento, los botes, era todo aquello con lo Cristián Figari siempre soñó, ya que desde que era pequeño tuvo una vida vinculada al mar. Ello lo impulsó a entrar a la Escuela Naval persiguiendo este anhelo, en donde descubrió su pasión por la navegación. “Comencé a hacer mi carrera naval tal cual lo tenía planificado y muy comprometido con lo que era la esencia de la Armada. Estando acá ingresé a la rama de vela, en donde me inicié en las competencias con resultados muy exitosos. ¡Iba todo de acuerdo a lo que siempre esperé!”. Pero todo daría un vuelco en el año 2012, cuando la aparición de un tumor en su pie izquierdo, se convertiría en una primera traba en este camino que Cristián se había propuesto para su vida. “Me operaron este tumor y pude seguir en la carrera que había programado para mí. Me embarqué en la Esmeralda, me destinaron a Punta Arenas, en donde lo que más se hace es navegar, y a eso sumé mis participaciones en diferentes competencias de vela. Era todo lo que quería para mí”.
Cristián Figari, a sus 27 años, es un ejemplo de valentía, perseverancia y de no rendirse cuando se tiene todo en contra. Es un modelo de vida no tan solo por su experiencia, sino también por lo que hoy está dispuesto a entregar a otros.
Pero un segundo traspié vendría para Cristián cuando los dolores reaparecieron el año 2016. Esta vez decidió viajar a Estados Unidos, en donde recibiría un certero y duro diagnóstico: la opción era hacer quimioterapia y si esto no funcionaba, habría que amputar la pierna. Cristián comenzó a entender que la vida le tenía preparado otro plan y que era el momento de no oponerse más, y descubrir de qué se trataba este nuevo desafío que se le venía por delante. “Era el minuto de no oponer más resistencia a lo que la vida evidentemente me estaba mostrando”.
Cristián Figari
LECTURAS Y DESAFÍOS DE LA VIDA Por: Marcela Cademartori / Fotografía: Felipe Reyes
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