El camino literario continúa.
Este mes nos traerá el otoño, y nosotros no podemos librarnos todavía de la influencia y vicisitud del enemigo microscópico (maldito sea). No obstante, es muy difícil detener la expresión artística, y, paradójicamente, estás circunstancias la han impulsado; se sigue escribiendo, pase lo que pase, cueste lo que cueste.
Ya van cuarenta y ocho números del calupoh azabache, y siguiendo la tendencia de este año, esta edición es generosa en obras y calidad de las mismas; el mundo responde al aullido de este perro digital; nosotros compilamos dichas respuestas, y te los presentamos a ti, lector, para que descubras nuestras ideas hechas letras y obra literaria.
Hay que tener coraje para escribir, pero, en definitiva, hay que ser valiente para crear obras con actitud y espíritu propio; nosotros, te las presentamos, las creamos con la alquimia de las letras, en el atanor de nuestra mente.