MASA
Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre César Vallejo y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Se le acercaron dos y repitiéronle: «¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Le rodearon millones de individuos, con un ruego común: «¡Quédate hermano!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Por la vida, la paz y la alegría, vote a conciencia. Las élites no son invencibles, la nación colombiana está movilizada en las plazas y calles de la geografía nacional, exigiendo no más falsos positivos, no más reficar, no más carteles de la corrupción, no más ofensas a la madre tierra, no más hidrohituango y lezama lima.
Edición No. 24 _ 1 de mayo de 2018
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Entonces todos los hombres de la tierra le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; incorporóse lentamente, abrazó al primer hombre; echóse a andar...
Se trata de las flores de la palabra la espera que canta para que amanezca la esperanza en la gloria de esta tierra la libertad que se gana a cada momento la lucha que sigue y sigue, que vuelve y comienza...