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GASTRONOMÍA
8 Cacho de Cabra Café Restobar
Un lugar con mucha onda
Frente a la Plaza de Armas en Santa Cruz, este lugar invita a pasar un rato agradable con la familia o amigos a disfrutar de sus ricos platos y cocktails como si estuvieras en el patio de tu casa. Una propuesta entretenida y diferente. POR MARIA JOSE GARAY – FOTOS YOAO MUÑOZ
S
u dueña Stephanie Reichert, divertida nos cuenta que “para aprovechar que tenemos la mejor ubicación del valle de Colchagua, la idea siempre fue abrir un restobar”, comenta que junto a su hermano Hermann y su mamá María Victoria Vásquez, más conocida como la Vicky, son los dueños de 8 Cacho de Cabra Café Restobar, que lleva funcionando con éxito todo un año frente a la Plaza de Armas de Santa Cruz. La casa de los Reichert Vásquez siempre fue el epicentro de las juntas de amigos, entraba y salía gente todo el día y la buena música junto a ricos aperitivos eran infaltables. Por lo mismo a la Vicky, quien además es directora de la Cámara de Turismo de Colchagua, le rondaba la idea
magazine 26
de abrir un local en la ciudad que ofreciera una propuesta distinta. Un espacio donde se pudiera conversar, escuchar música en vivo, comer rico. Cuando encontró esta casona que había sido remodelada (sólo en su fachada) después del terremoto del 2010, decidió que había encontrado el lugar y se puso a construir las instalaciones de lo que hoy son su restaurante. Con su hijo Hermann, 28 años, estudiante de enología a cargo de la cocina y Stepahanie que administra, la idea es ser una opción para el público local con precios razonables.
Una atmósfera muy especial 8 Cacho de Cabra (el ocho por la buena suerte y el cacho de cabra porque tiene chispa y un sabor especial) ofrece a sus
clientes una cocina tradicional con un menú completo que incluye un plato de fondo más algo para beber (jugo natural, copa de vino o wine cocktail), distintas tablas para compartir, deliciosas hamburguesas caseras que se preparan en pan de frica y se acompañan con papas fritas. Muy recomendable son sus costillitas con papas al romero en reducción de vino tinto, realmente un plato superior. Cuento aparte son los cocktail que prepara Hermann en el bar y la cerveza artesanal que ellos mismos elaboran exclusivamente para sus clientes, una lager rubia que bautizaron como Reichert Beer. La decoración, en línea con la idea de acentuar la calidez y relajo del lugar tiene mucha onda. Del techo cuelgan lámparas hechas con botellas de vino recicladas