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SABORES Tiramisú: El insuperable postre italiano
Tiramisú
EL INSUPERABLE POSTRE ITALIANO.
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¿Quién no ha probado como postre, esa delicia esponjosa, suave y de sabor intenso? Es una sensación realmente placentera al paladar y que todo buen restaurante de comida italiana tiene en su
repertorio de postres por ofrecer.
Espagueti, pizza, espresso, mozzarella y por supuesto tiramisú son las cinco palabras italianas más conocidas alrededor del mundo.
El tiramisú es un postre muy popular que goza de fama internacional, hecho a partir de un biscocho de soletas, sólido y seco, humedecido en café o una mezcla de amaretto, ron o vino marsala, con incluir queso mascarpone, fresco, o nata, extendida en el cuerpo del postre y encima, chocolate rallado o espolvoreado.
Hay muchas versiones que mencionan que el “Tiramisú” tiene su origen en siglos pasados. La primera y más antigua dice que fue en el siglo XVII en Siena como una ofrenda de los pasteleros en honor al Gran Duque de Toscana, Cosme III de Medici, y una segunda historia cuenta que fue hasta mediados del siglo XIX como una creación de una pastelería de Turín, para otorgar un tributo al Conde Cavour, Camillo Benso quien, como noble, político y estadista fue el responsable de conseguir la unificación de los estados de la península itálica.
En ambas versiones coinciden en que su creación fue la necesidad de contar con un postre que “levantara los ánimos”; de ahí el significado de su nombre: “levántame o sacúdeme”.
Existe una tercera versión mucho más popular y se dice que surgió en los burdeles del norte de Italia, en Venecia, en donde era ofrecido como cortesía de la casa a los
clientes después de una jornada de placer, siempre para consentirlos, y así pudieran recobrar las fuerzas perdidas y seguir gastando dinero.
Como toda receta, poco a poco se fue mejorando con el paso de los años. En un principio era únicamente una mezcla de yemas de huevos y azúcar, servida en una taza de vidrio. Después tuvo algunas adecuaciones al agregar el queso mascarpone, las soletas y el café, y que dieron como resultado lo que conocemos como “Tiramisú”; pero es en 1958 cuando el gobierno italiano al clausurar todos los burdeles y con ello este delicioso postre, hizo que el consumo del “Tiramisú” se difundiera, ya que se abrió a la sociedad, cuando antes era su consumo sólo en lugares clandestinos y por caballeros.
Se dice que fue en un restaurante de Treviso donde se popularizó la receta acercándola a todos los géneros y edades. El dueño del restaurante, Carminantonio Lannac-
cone, después de un par de años de perfeccionar el postre llegó a la deliciosa mezcla de café fuerte, cremoso mascarpone, huevos, galletas esponjosas y vino Marsala.
La realidad es que no se sabe con certeza su origen, pero sí sabemos que el significado de su nombre sí levanta los ánimos, da energía y, además, nos suma unas cuántas calorías que bien vale la pena permitirnos aumentar, ya que, sin duda, es un pecado muy placentero.
