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ADENOMA DE HIPÓFISIS
La hipófisis o glándula pituitaria es una glándula del tamaño de un guisante que se encuentra en la parte basal del cerebro justo por debajo del quiasma óptico, el cual es la unión de ambos nervios ópticos, y descansa sobre una estructura ósea en la base del cráneo llamada silla turca. Esta glándula se encarga controlar la producción de todas las hormonas del organismo y de esta forma regula el metabolismo basal, por lo que es conocida como “glándula maestra”.
El adenoma de hipófisis es un tumor originado a partir de las células que conforman la hipófisis. Este tumor se puede clasificar de acuerdo a su capacidad para secretar hormonas (funcionante o no funcionante) y (microadenoma o macroadenoma). Estas características son las que determinan la variedad de cuadros clínicos con los que se puede presentar. Dentro de los adenomas funcionales se encuentran los productores de hormona del crecimiento (GH), los cuales pueden generar cuadros de gigantismo en personas en desarrollo y acromegalia en adultos. De igual manera, se encuentran los productores de prolactina, quienes se manifiestan con esterilidad, alteraciones menstruales y galactorrea. También, se encuentran los liberadores de corticotropina (ACTH), que se manifiestan típicamente como la Enfermedad de Cushing la cual consiste en hipertensión, obesidad central, resistencia a la insulina (Diabetes Mellitus), cataratas, osteoporosis, estrías y cara en semiluna. En un número menor de casos se presentan los liberadores de tirotropina (TSH), que se manifiestan con un cuadro de hipertiroidismo caracterizado por irritabilidad, sudoración, exoftalmos, bocio, taquicardia y pérdida de peso involuntaria. En cuanto a su tamaño, los macroadenomas son considerados tumores con un tamaño igual o mayor a 1 cm, los cuales pueden generar síntomas como dolor de cabeza, alteraciones visuales caracterizadas por pérdida visual en la parte lateral de ambos ojos o ceguera
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El tratamiento está enfocado de acuerdo al tamaño del tumor y si son productores o no de hormonas. El único tumor candidato a tratamiento médico es el productor de prolactina, mientras que el resto de tumores productores requieren tratamiento quirúrgico.
Los microadenomas no productores pueden vigilarse, mientras que los macroadenomas de acuerdo a las dimensiones del tumor y la accesibilidad para resecarlo se puede abordar por vía transnasal o transcraneal.
Para poder dar a conocer el alcance del tratamiento quirúrgico compartimos el caso de un paciente femenino de 41 años de edad quien acude a consulta por presentar obesidad central, diabetes mellitus e hipertensión de 1 año de evolución. Sus laboratorios reportaron elevación de la ACTH, cortisol sérico y cortisol en orina de 24 horas, por lo que se solicitó una resonancia magnética cerebral encontrando un tumor en la hipófisis de 9.07 x 6.84 mm. De modo que, se decidió realizar resección del tumor por vía transnasal logrando extirpar la totalidad del tumor obteniendo como resultado la resolución de la enfermedad con normalización en los niveles de glucosa, adecuado control de la presión arterial y normalidad en los niveles de ACTH, cortisol sérico y cortisol en orina de 24 horas, los cuales se pueden ver esquematizados en la tabla 1 donde se comparan valores preoperatorios, postoperatorios y valores normales. La paciente actualmente ya no toma medicamentos para el control de su azúcar ni antihipertensivos, por lo anterior, se considera que la Enfermedad de Cushing ha desaparecido así como el tratamiento quirúrgico exitoso. dr rogerperez@yahoocommx



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