38_Deporte

Page 1

Año 04 • Núm.38 • Julio 2012

DEPORTE, SUDOR Y LETRAS

LAY CASSIUS C

ENTREVISTA CON

EL HIJO DEL SANTO PRECIO AL PÚBLICO 15 PESOS

NOTAS DE PASO COMPARTE Y RECICLA


EDITORIAL y en línea

JULIO 2012

LA VOZ DEL AZTECA Durante décadas, Ángel Fernández puso apodos indelebles a los futbolistas mexicanos y convirtió sus crónicas en épicas donde todo exceso y todo delirio eran bienvenidos; trapecista sin red protectora, se lanzó en maromas verbales extremas, inventó un lenguaje tan eficaz que hacía ameno el peor partido y ofendía a los académicos. Si el Mago Septién es el narrador de radio por excelencia, Ángel Fernández es el narrador de la televisión. El Mago es un virtuoso del estadio imaginario: “Estamos en la parte baja de la séptima entrada. Cuenta llena: tres bolas, dos strikes y dos outs, en la pizarra. El estadio está a reventar, no cabe ningún alfiler… ¡y sigue llegando gente! Último lanzamiento… pelota rumbo a la goma, toletazo… la pelota se va… se va… ¡se fue! ¡¡ Automovilistas que circulan por el Viaducto… hay un bólido en su camino!!”. Aunque Ángel Fernández ha sido un notable cronista de radio, su verdadero sello surgió en la televisión, donde hay mayor espacio para la imaginación. Cuando el espectador ve la acción ya no hace falta decir que un fortísimo defensa alemán avanza a velocidad, basta la metáfora: “Hans Peter Brigel que en alemán quiere decir Ferrocarriles Nacionales de Alemania”. Cristóbal Ortega debuta con el América: “¡América descubrió a Cristóbal!”. Además de la imaginería y los juegos de palabras Ángel Fernández busca nudos dramáticos para potenciar la narración. Un delantero se escapa a profundidad y Ángel Fernández recurre a palabras emblemáticas: “Pique… freno… amague… ¡¡¡FOGONAZO CEGADOR!!!... (((((¡¡¡Enorme BANG!!!))))), ¡sobre un trazo versallesco de Ubirajara el Hijo del General no perdona y horada la portería del Cruz Azul con un gol de excepcional coraje!, ¡la Pandilla no se ríe! ¡Goooooooooooool!, hasta que llega la repetición y la voz de Ángel recrea la jugada con emoción delirante: “¡Qué manera de cucharear el envío de Ubirajara, de destroncar al Confesor Cornero, de jalar el gatillo cuando ya Supermán Marín achicaba el ángulo, kriptonita pura!... ¡¡El Hijo del Coronel manda al Confesor al Concilio de Trento!!... esto es……………….. ¡el juego del hombre!” Extracto tomado del libro LOS ONCE DE LA TRIBU, de Juan Villoro, editado por PUNTO DE LECTURA. + Latinstock/Corbis

38_DEPORTE



CONTENIDO

DIRECTORIO

NERD PLUS

LAS FÁBULAS DEL TÍO HOFS

NO ME GUSTAN LOS DEPORTES

¿DOS PEONES?

Por Bernardo Fernández, Bef

P.5

Por Libia Brenda Castro

FUTBOL DE ESCRITORIO Por Lobsang Castañeda

CON EL CORAZÓN AL CIEN Por Mariel Blanco

DUELAS, EMPARRILLADOS Y DIAMANTES Por Georgina Covarrubias

P.6 P.8 P.10

Por Jorge Vázquez Ángeles

Por Staff Leemás

Por Erick Estrada

P.25

P.16

Por Karen Chacek

victor@revistaleemas.com.mx

P.26

EL JUEGO DEL HOMBRE Por Diego Rabasa

P.28

Consejo editorial Alberto Achar Jorge Lebedev

PUBLICIDAD

(55) 5211 9266

contacto@revistaleemas.com.mx

Por Staff Leemás

P.30

www.revistaleemas.com.mx

www.mascultura.com.mx SÍGUENOS EN TWITTER

+ NOTAS DE PASO

Coeditor y Coordinador Editorial Jorge Vázquez Ángeles Diseñador Victor Baca Vargas

¡NIÑOS A LEER!

HÉROES DE LA PENÍNSULA

P.14

Director Creativo y Dirección de Arte Manuel Muguira Casanova

jorge@revistaleemas.com.mx

FOTOGRAFÍA

FRASE NAPALM MOHAMED ALI

CAMINOS CRUZADOS

INSOMNIO P.12

yara@revistaleemas.com.mx

manu@revistaleemas.com.mx

ANTIHÉROES DEL DEPORTE

ENTREVISTA A Experiencias con EL HIJO DEL SANTO

P.21

CINE

ESTE MES POR PUNTOS O POR NOCAUT

Por Antonio Malpica

Directora General Yara Vidal

@revistaleemas

Circulación certificada por Moctezuma & Asociados. Título incorporado en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación. Editor responsable: Yara Beatriz Sánchez De la Barquera Vidal, Información: 52 11 92 66, Administración: Héctor Valdéz, Ventas Publicidad: 52 11 92 66, Correo electrónico: contacto@revistaleemas.com.mx, Distribución: Librerías Gandhi, S.A. de C.V., Dirección: Benjamín Franklin 98, Piso 1 y 3, Escandón, Delegación Miguel Hidalgo, 11800, Mexico, D.F. Número de Reserva al Título ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2009-051820092500-102. Certificado de Licitud de Título No. 14505 y Certificado de Licitud de Contenido No. 12078 expedidos en la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro Postal EN TRÁMITE. Preprensa e impresión: Reproducciones Fotomecanicas S.A. de C.V. en Democracias 116. Colonia San Miguel Amantla. Azcapotzalco. C.P. 02700, México D. F. Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa e indirecta, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de la presente obra, sin contar con la autorización previa, expresa y por escrito del editor, en términos de la legislación autoral y, en su caso, de los tratados internacionales aplicables, la persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las sanciones correspondientes. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Hecho en México.


NO ME GUSTAN LOS DEPORTES Que no soy un atleta se me nota a la legua. No puedo dejar de asociar el estallido sordo de decenas de balones al patearse durante la hora del recreo con mi temprana sensación de marginalidad. La clase de deportes siempre fue para mí un suplicio. Así que muy pronto en la vida hallé refugio en la vida contemplativa (lo que hoy mis alumnos universitarios llaman la ñoñez) y clasifiqué a los deportistas y su actividad como mi enemigo natural. Por eso el tema de este mes me pone en aprietos. No me sorprende la escasa relación entre creación literaria y deportes. Al menos en nuestro país. Destaca desde luego Dios es redondo de mi querido Juan Villoro, a quien le perdono todo, hasta que sea un apasionado del fucho. Pero como bien señalaba hace algunos años Mauricio Carrera en las páginas de la desaparecida revista Día Siete, no existe en México una gran novela deportiva, una cuyo tema central sea la disciplina y pasión por un deporte, sea este soccer, futbol americano (¿qué esperas para escribirla, Mauricio?), básquet o beisbol. Y por gran novela me refiero a una de tal envergadura que pueda ser colocada al lado de las grandes obras de la narrativa mexicana, que pueda ser vecina de Juan Rulfo y Fernando del Paso. A cambio conozco varios cuentos sobre futbol. Recuerdo con especial inquietud uno de Ernesto Murguía, incluido en su libro Las puertas de la oscuridad, sobre un jugador menor al que se le encargan fracturar durante el juego a un futbolista rival. El hombre accede y trunca de golpe las aspiraciones de una estrella ascendente sólo para regodearse en su amarga mediocridad. Cámara húngara, de Javier García-Galiano, no es exactamente una novela deportiva, se trata más bien de una novela negra que se desenvuelve alrededor del oscuro mundo de las porras y las mafias que las controlan. Brillante y de elegante concisión, fue recibida en su momento con tibieza; creo que merece tener muchos más lectores. Altamente recomendable. Nuestro cine ha visitado las canchas y cuadriláteros de todo tipo muchas más veces. En la cinematografía nacional, las cintas de futbol, de luchadores, de toreros y de box se han vuelto subgéneros específicos, con cánones y reglas. De todas ellas, haciendo a un lado las de luchadores que se cuecen aparte (mucho más cercano a mis aficiones nerds) mi favorita es Nocaut (1984), de José Luis García Agraz. En ella, Gonzalo Vega —grande entre los grandes —interpreta a un pugilista desesperado, metido sin remedio en las oscuras intrigas de la mafia del box. Especialmente memorable es la actuación de Alejandro Parodi, uno de nuestros mejores character actors, nunca aprovechado como se merecía. Siempre pierdo amigos cuando digo que mi película favorita sobre futbol es Rudo y cursi (Cuarón, 2008) pero es que esta cinta parece hecha para los que odiamos el deporte del pantaloncillo corto. Recuerdo haber entrado con mi esposa a la sala, escuchar los primeros diálogos y pensar “¿dónde diablos me vine a meter?”, sólo para ser agradablemente sorprendido por una comedia fresca e ingeniosa en la que afortunadamente no se ve más que unos segundos de juego. Finalmente, y como practicante tardío de Tae Kwon Do, siento tener la autorización del (casi) villamelón para nombrar mi película favorita sobre artes marciales de todos los tiempos. Desde luego los nombres de Bruce Lee y Jackie Chan vienen a la cabeza de inmediato. Los suyos son más títulos de lo que es prudente numerar aquí. Pero a riesgo de que los pocos amigos que me quedaban después de lo de Rudo y cursi dejen de dirigirme la palabra, diré que me decanto por Kung Fu Panda. Y es que la esencia misma del deporte de contacto, que es el superar los restos empezando por las propias limitaciones está mejor reflejado en esta cinta animada que en las acrobacias de cualquier otro karateka del cine. He ahí un héroe con el que me puedo identificar. La razón de ello, creo, también se nota a la legua. +

El inolvidable Bruce “Pequeño Dragón” Lee en acción. Latinstock/Corbis

5 NERD PLUS POR BEF

Bernardo Fernández, Bef. Dibujante de cómics y novelista. Empezó a practicar tae kwon do a los 37 años y ya es cinta amarilla.


6 ESTE MES POR LIBIA BRENDA CASTRO

POR PUNTOS O POR NOCAUT

GRANDES LEYENDAS DEL BOXEO José Ramón Garmabella DeBOLSILLO

LA CASA PIERDE Juan Villoro ALFAGUARA

La primera vez que leí Torito no entendí ni mu. Hasta que cayó en mis manos la grabación del propio Cortázar, oí esa célebre voz pastosa y afrancesada que aguaba las erres: “áperca, pibe, dale áperca”, ah, uppercut, y comprendí. En ese cuento, Julio Cortázar aplica un lenguaje que es puro ritmo y hay que oírlo para descifrarlo. La noche de Mantequilla, en cambio (que acaso esté en deuda con Jack London y El mexicano), tiene una narración vertiginosa con un telón realista de fondo. José Ángel “Mantequilla” Nápoles peleó con Carlos Monzón en París, en 1974; con este escenario, Cortázar inventa una conspiración que se malogra, igual que Nápoles perdió el encuentro de esa noche. El propio “Mantequilla” relata esa misma pelea en el libro de José Ramón Garmabella, Grandes leyendas del boxeo, donde se reúnen los jugosos testimonios de seis boxeadores excelentes que pasaron por los cuadriláteros mexicanos, de Humberto “La chiquita” González, a Raúl “Ratón” Macías. Último round es otro juego de Cortázar, pero su afición por el box también está muy documentada en los márgenes de su obra. En otra grabación relata, muerto de risa, cómo en 1951 fracasó como speaker en París: “La culpa la tuvo, además de mi mala pronunciación, el ingeniero de sonido, porque yo tenía que describir un match de box y me pidió que lo hiciera con gran entusiasmo [...] Entonces me entusiasmé de tal manera viendo las imágenes que el resultado fue que en México no entendieron una palabra y supongo que en la Argentina muy poco, y eso me costó el empleo”. Garmabella dice: “El boxeo profesional, debido a su propia naturaleza, debe ser considerado como el deporte de la miseria”. Y tanto, donde la literatura que lo aborda no sabe de finales felices. En otro cuento de Jack London, Por un bistec, un boxeador ya viejo es derrotado por un joven peleador, pero la derrota es, sobre todo, moral: no pudo comerse un bistec antes de su última pelea; Tom King vive en la pobreza, conoció el esplendor en su juventud, para luego ir a parar a la situación más triste, la del héroe caído, una condición que parece alcanzar a todos los peleadores. Otro heredero de London es Hemingway: ese epítome de la masculinidad alguna vez quiso enseñar a colocar derechazos a Ezra Pound, un poeta (infructuosamente, claro); escribió cuentos como Fifty Grand y The Battler y dijo alguna vez: My writing is nothing, my boxing is everything. Esta frase lo emparenta con el propio Arthur Conan Doyle, cuyo famosísimo Sherlock Holmes es un personaje que boxea muy bien, de ahí que viéramos a Robert Downey Jr.

FINAL DEL JUEGO Julio Cortázar PUNTO DE LECTURA

descamisado partirle la cara (literalmente) a un contrincante anónimo en la película de Guy Ritchie.

CUENTOS COMPLETOS Julio Cortázar ALFAGUARA

Entre las narraciones centradas en la derrota es necesario leer Cuarteles de invierno, de otro argentino, Osvaldo Soriano, que hacía literatura negra como pocos; en esta novela, Soriano describe a su boxeador como “un tipo que andaría por los dos metros y los cien kilos [...] Tenía la cara tristona y parecía cansado de arrastrar ese cuerpo por el mundo”; Rocha es el epítome de un hombre cabal, honesto, a contrapelo totalmente inocente: y así le va. México es productor de excelentes peleadores y cuenta con una afición de hueso colorado; una muestra es El Rayo Macoy, cuento que titula el volumen ganador del Premio Internacional Juan Rulfo 1984, y que se convertiría en el apodo de su autor, Rafael Ramírez Heredia. Juan Villoro le siguió los pasos en La casa pierde (ganador del premio Villaurrutia en el 2000), antología que abre con Campeón ligero, un relato deslavado sobre un boxeador con el alma siempre al filo del precipicio.

ÚLTIMO ROUND Julio Cortázar RM

Joyce Carol Oates, hey, ¡una chica que escribe sobre pugilismo!, dice en Del boxeo que, para el ojo no entrenado, este deporte parece no sólo pura salvajada, sino una locura, pero cuando el ojo se entrena, uno empieza a entender la estrategia, los patrones que subyacen bajo esa aparente locura. También, sospecho yo, es un deporte que (más allá del negocio y más acá del glamour) tiene mucho de honorable: se necesita cierta vocación fatalista para querer ganarse la vida a madrazos, encarando al enemigo sin más que los puños y el aguante. En mi caso, aprendí a verlo con Lupe, mi tío abuelo, que estaba rengo y era sordo. Me sentaba a su derecha para ver los Sábados Corona (yo era una escuincla flacucha de once años que por todo pelaba los ojos), y él se pasaba toda la función al borde de su silla, con el bastón al lado. La literatura y el box tienen vasos comunicantes. Cortázar, ya lo vimos, lo tenía tan claro que en su obra crítica incluye la famosa sentencia donde afirma que, al lector, el cuento debe ganarle por nocaut y la novela por puntos. La lista de escritores afectos al deporte de las orejas de coliflor no es corta, va de Vicente Leñero a Norman Mailer, nada menos. Todos coinciden en un punto: pasados los años de gloria, los peleadores que ya colgaron los guantes acaban volteando al pasado como quien bebe agua, sólo para soportar la carga del presente que es derrota encarnada. +

José Ángel “Mantequilla” Nápoles hace boxeo de sombra.

DEL BOXEO Joyce Carol Oates PUNTO DE LECTURA



8 ESTE MES POR LOBSANG CASTAÑEDA

FUTBOL DE ESCRITORIO

PAPELES EN EL VIENTO Eduardo Sacheri ALFAGUARA

El futbol, en efecto, es un deporte de instantes, un deporte fabricado con jirones de realidad que se van adhiriendo a la memoria. Jamás importa lo que está pasando sino siempre lo que va a pasar. Nadie recuerda, al menos no a largo plazo, jugadas magistrales que no hayan terminado en gol. La jugada más vistosa o mejor tejida está irremediablemente condenada al olvido si no logra reflejarse en el marcador. En Papeles en el viento, novela del argentino Eduardo Sacheri, las hostilidades se desarrollan precisamente después de una anotación en contra: la muerte de Alejandro “El Mono”, un ex jugador malogrado, promotor de nuevos valores y padre de familia. Movidos por la solidaridad y oprimidos por el peso de una angustia que los consume, Fernando, Mauricio y el Ruso, hermano y amigos del Mono, se internan en un mundo que desconocen, el mundo del futbol extracancha, sólo para darse cuenta de que la amistad depende muchas veces de una serie de factores que no siempre se relacionan con lo lúdico sino con la tristeza de la existencia diaria que, acaso, propicia el juego para reconciliarse consigo misma. De igual forma, en su libro Fiebre en las gradas Nick Hornby aborda el tema del futbol dentro y fuera de la cancha con ironía y humor desbordante. Y lo hace, además, desde la trinchera del adicto que no tiene empacho en confesar cada dos páginas su amor incondicional y perpetuo por el Arsenal londinense. Cronista de sus propios vicios, Hornby nos ofrece anécdotas llenas de entusiasmo que reflejan la superioridad de un deporte que se sabe único y capaz de configurar, para bien o para mal, las vidas de muchos de sus seguidores. Así, desde los primeros párrafos sabemos que estamos frente a un libro distinto, escrito por un hincha de tiempo completo

FIEBRE EN LAS GRADAS Nick Hornby ANAGRAMA

EL FUTBOL A SOL ... Eduardo Galeano SIGLO XXI

LA VIDA ES UN BALÓN REDONDO Vladimir Dimitrijevic SEXTO PISO

con ganas de poner un poco de orden en su exaltada cabeza. La pasión desmedida de Hornby me recuerda otros dos libros sobre el tema que resultan imprescindibles: El futbol a sol y sombra de Eduardo Galeano y La vida es un balón redondo de Vladimir Dimitrijevic. El primero es una chistera de mago que resguarda verdaderas perlas literarias sobre un asunto que, de entrada, parece poco tocado por la belleza. Sin embargo, cuando cae un gol, dice Galeano, “la multitud delira y el estadio se olvida de que es de cemento y se desprende de la tierra y se va al aire.” Resulta casi imposible no estar de acuerdo con esta apreciación si uno recuerda, por ejemplo, el gol de Zinedine Zidane frente al Bayer Leverkusen en la final de la Champions League del 2002. Por su parte, el libro de Dimitrijevic reúne un puñado de ensayos breves sobre el deporte más popular del mundo. Con lucidez y amenidad, el escritor y editor de origen serbio —que hace menos de un año murió en un accidente automovilístico— destaca el carácter ritual de una actividad que no nos permite usar más que los pies y las piernas, “esos ancestros subdesarrollados, de algún modo, de las manos y de los brazos”. Sabedor de que existe una correlación entre el futbol y la literatura, Dimitrijevic se permite reflexiones como la siguiente sobre el Káiser Beckenbauer: “personifica ese tipo de jugador perfecto, profesional, y tengo la impresión de que si un día le proponen convertirse en presidente, gran magnate, dudará entre las dos carreras […] Es como esos poetas académicos que consultan los diccionarios de rimas, que escogen temas refinados y se convierten, en el mejor de los casos, en epígonos de Paul Valéry. Es admirable, pero no es nada.” Tema recurrente de muchos escritores, el futbol irrumpe en buena parte de nuestras vidas, lo queramos o no. Es más que un deporte, más que una religión, más que un entretenimiento. Es todo eso junto y muchas otras cosas. Hace un par de años, en Buenos Aires, me tocó presenciar una manifestación de hinchas del Racing Club de Avellaneda marchando por la Avenida Rivadavia, justo a la altura del Congreso. Exigían a su equipo jugar mejor, meter más goles, acrecentar su rendimiento. Sorprendido por el poder fáctico y simbólico del balompié, no pude evitar imaginar a los encuerados del Movimiento de los 400 Pueblos emplazados en Paseo de la Reforma, ataviados con taparrabos rojiblancos, clamando por justicia social, por supuesto, pero también por el regreso del “Chicharito” Hernández a las filas del Club Deportivo Guadalajara. +

Tiro libre cobrado por Franz “El Káiser” Beckenbauer. Latinstock/Corbis

Como a la mayoría de los mexicanos me gusta el futbol. Aunque no nací en una familia futbolera, ni me llevaban al estadio de pequeño, me gustó desde que, en la final de la temporada 90-91 entre la UNAM y el América, Ricardo “Tuca” Ferretti dejó viendo visiones al portero rival con un disparo de pierna derecha que se fue a incrustar en el ángulo superior izquierdo de la portería. Desde ese momento me aficioné a los Pumas y a un deporte que, en cuestión de minutos, puede provocar júbilo y alborozo o un desencanto cercano al esplín existencial. Sobra decir que después de ese instante de gloria —que, por cierto, la afición universitaria bautizó con el nombre de “tucazo”— los años posteriores trajeron muy pocas alegrías al club, hasta que en el 2004, de la mano del siempre agradable Hugo Sánchez, logró salir de su marasmo.



10 ESTE MES POR MARIEL BLANCO

CON EL CORAZÓN AL cien Para nosotros, los que corremos a cualquier hora del día, también es más cómodo quedarnos tirados en la cama, pero en esa posición los pensamientos dan vueltas maratónicas en la cabeza y alguno que otro se clava en nuestros lentos corazones. Por eso, ahora sabrán que salir a correr no es tener fuerza de voluntad, es tener desesperación por sacarse del cuerpo sentimientos que pesan más que unos kilos de grasa.

DE QUÉ HABLO CUANDO HABLO DE CORRER Haruki Murakami TUSQUETS

checoslovacos. Jean Echenoz encuentra en la vida de este hombre escenas que por sí solas ya lo convertían en un personaje de novela y escribe su libro Correr. La línea de partida nos muestra a un muchachote rubio y sonriente que comienza a correr por obligación cuando los nazis invaden Checoslovaquia, luego descubre que le gusta correr y ya nadie puede pararlo. Emil no tiene estilo, pero tampoco le importa, él sólo quiere saber cuánto más se puede apurar y así es como en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952 gana tres medallas de oro en diez días: en los 5,000 metros, en los 10,000 metros y en la maratón, una hazaña jamás repetida por nadie. Imposible no conmoverse con la CORRER historia de La locomotora humana, un hombre al que correr es lo que Jean Echenoz le daba la vida pero al mismo tiempo lo que se la robaba. Comenzó a ANAGRAMA correr con los alemanes en el poder, aceleró bajo el régimen checoslovaco y ni siquiera Moscú pudo pararlo, porque para Emil Zátopek correr era su manera de luchar.

Correr es un momento para estar con uno mismo; aun viviendo muy lejos de El Sope, de los Viveros de Coyoacán y del Parque México, al escritor Haruki Murakami le pasa lo mismo. En su libro De qué hablo cuando hablo de correr, nos cuenta: “En mi interior siempre ha anidado el deseo de permanecer completamente solo. Por eso, el simple hecho de correr una hora todos los días, asegurándome con ello un tiempo de silencio sólo para mí, se convirtió en un hábito decisivo para mi salud mental”. En 1982 Murakami dejó su local de jazz, decidió que sería escritor y comenzó a correr. Un año más tarde ya tenía libros publicados y corría en solitario los 42.195 metros que separan Atenas de Maratón. Murakami siguió corriendo cada mañana y escribiendo cada tarde, publicó muchos libros en todo el mundo con gran LA CORREDORA éxito y llegó a participar en una ultramaratón de 100 Km. En estas DE CUEMANCO... memorias como corredor, el gran escritor japonés confiesa que aqueMónica Lavín lla vez no le quedó más remedio que ignorar esas piernas que ya no obedecían e intentar centrar el esfuerzo en la mitad superior de su PUNTO DE LECTURA cuerpo. Y así lo hizo, no paró, con la fuerza de su cabeza llena de historias siguió corriendo hasta la línea de llegada. Después de ese gran logro dijo que si algún día le grabaran un epitafio y él pudiera elegir las palabras, le gustaría que fueran: “Al menos aguantó sin caminar hasta el final”. Los que sabemos de qué habla cuando habla de correr se lo cumpliremos. El cielo también ha dotado para el atletismo al legendario corredor Emil Zátopek, porque él necesitaba pensar en otra cosa cuando los alemanes comenzaban a sembrar terror, deportar y exterminar a los

La escritora Mónica Lavin nos regresa con catorce cuentos a la Ciudad de México. En su libro La corredora de Cuemanco y el aficionado a Schubert nos habla de las leyes secretas que rigen los encuentros y desencuentros cotidianos. Los personajes de este libro tienen una vida marcada por la distancia, la desazón, la añoranza, el aislamiento y la complicidad; y todo esto los hace ver cuánto necesitan encontrarse con otra persona en este mundo. En el cuento que le da nombre al libro nos metemos en la vida de Sandra y Guillermo, dos personas que tienen muy pocas probabilidades de cruzarse. Ella cada domingo va a correr a Cuemanco para olvidarse de su rutina gris en el Banco y para sacarse por una hora de la piel a ese hombre casado que nunca va a cambiar su vida por ella. Y Guillermo, cada domingo se encierra en una sala de concierto buscando alguna excitación en su vida. Es muy ilógico que estas soledades se encuentren en la gran ciudad, pero el narrador del cuento y los personajes lucharán página tras página para lograr que este domingo sea diferente. Ya vieron que una vida así no es fácil para nadie, pero los que a pesar de eso elegimos acelerar el corazón aprendimos de una frase que dice “El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”. Entonces enviamos las cartas que escribimos, jugamos lo único que nos queda, damos esos besos que sabemos que nos van enamorar. Total si la cosa no sale bien, después podemos salir a correr. +

Emil “La locomoora humana” Zátopek llega a la meta. Latinstock/Corbis

Mi corazón late a 50 pulsaciones por minuto. Eso en la vida me llevó a dos cosas: buscar situaciones que me aceleren el ritmo cardíaco y correr. Una vida así no es precisamente fácil, pero genera muchas endorfinas y eso te mueve.



12 ESTE MES POR GEORGINA COVARRUBIAS

Duelas, emparrillados y diamantes El cine y la televisión se han encargado de contar historias a través de estos deportes, ya sea en tono serio o en franca parodia y humorismo. Recuerdo con especial cariño la película sobre el papel de las mujeres en el beisbol en Estados Unidos durante la segunda mundial titulada Un equipo muy especial (A league of their own, 1992), con Geena Davis y Tom Hanks, o Golpe bajo (The longest yard, 1974) con Burt Reynolds haciendo el papel de un quarter-back rebelde que termina en la cárcel. Del basquetbol recuerdo una caricatura sobre los “Harlem globetrotters” y sus malabares increíbles.

ESCARAMUZA Carlos Chimal PUNTO DE LECTURA

El mundo de la literatura ha encontrado también asidero en los deportes. En México son pocos los ejemplos disponibles. En La más faulera Mónica Lavín nos cuenta la historia de Andrea, una adolescente que juega basquetbol en la escuela y que lucha por obtener un lugar en la selección. Sin embargo, su técnica de juego posee un defecto: cuando la presión la invade o alguna jugadora la saca de sus casillas, comete faltas en los momentos clave de los partidos y se tiene que ir a la banca. Conforme avanza la historia nos vamos enterando de que en su casa no ven con buenos ojos su afición por las duelas, y una vez que ingresa a la selección escolar, Andrea deberá luchar para quedarse con su número, el 5, que le pelean otros miembros del equipo. Por si fuera poco, se enamorará de un joven entrenador, quien, al parecer, tiene ojos no sólo para Andrea. El libro rememora con gran nitidez la vida del adolescente, que fluctúa entre la infancia que se va extinguiendo y la llegada al mundo adulto, ese que suele ser peor y más injusto que la propia niñez. Carlos Chimal (1954) es otro autor mexicano que además de dedicarse profesionalmente a la química y a la divulgación de la ciencia, ha escrito la única novela mexicana sobre futbol americano. Se trata de Escaramuza, libro que no sólo muestra los hostiles ambientes del mundo del americano, deporte que rompe cada año las marcas de audiencia cuando se lleva a cabo el Super Bowl, primo hermano del rugby y descendiente directo de las guerras romanas, donde la

LA MÁS FAULERA Mónica Lavín DeBOLSILLO

UN AÑO PÉSIMO John Fante ANAGRAMA

lucha cuerpo a cuerpo era definitiva para conquistar un territorio. Escaramuza es la historia de Freddy Huitrón Río, joven jugador de futbol americano que sueña con llegar a la gloria deportiva. Su deseo no tiene nada de malo, sólo que en ocasiones la fortuna se esconde o nos evade para darle paso a otros espíritus que lo estropean todo. Y es que Freddy, en compañía de su primo Agustín, lleva a cabo un descenso a los infiernos donde experimentará golpes más salvajes que una tacleada en la yarda dos, y dolores más severos que un esguince cervical, porque donde se mezclan los submundos del narcotráfico y de las mafias todo lo inimaginable puede suceder. Para quienes crean que el clásico Pumas UNAMBurros Politécnico es peligroso y mortal, es recomendable echarle un ojo a esta novela. John Fante es famoso por la novela Pregúntale al viento, pero se dio tiempo para escribir una novela sobre beisbol aunque la historia no se desarrolle en un estadio ni seamos testigos de un partido a nueve entradas. Un año pésimo narra la historia del joven Dominic Molise, hijo de un albañil desempleado que juega al billar para paliar la crisis económica de la Gran Depresión y el aburrimiento de un matrimonio de futuro incierto. Dominic es un católico creyente bastante pobre, que vive en una casa desvencijada por donde deambula su abuela, una anciana que aún habla un dialecto italiano. Además de ser un tanto feo y “poca cosa”, Dominic sólo posee a “El brazo”, que es como le dice a su brazo izquierdo, un poderoso conjunto de huesos y músculos que, según él, lo llevará a triunfar en las grandes ligas, ya sea con los Dodgers (que en ese momento aún jugaban en Brooklyn) o de perdida en los Cachorros de Chicago (equipo que lleva más de cien años sin conquistar una Serie Mundial). Para cuidarlo del crudo invierno en Colorado, Dominic le frota un linimento de pino, que le acarrea problemas por el fuerte olor que despide la pomada. De vez en cuando su brazo le habla o protesta según sea la situación. Para salir de ese entorno, Dominic decide marcharse lejos de su pueblo, a un sitio detrás de las colinas, donde siempre es primavera, para probarse en un equipo profesional. El problema es que necesita 50 dólares y ni él ni su padre los tienen. En la novela ocurren despertares sexuales, se destruyen las amistades y se llega a graves extremos para conseguir los sueños dictados por la sinrazón. Un año pésimo es como un partido empatado en la parte baja de la novena, con dos outs y casa llena. +

Burt Reynolds “El Rompehuesos” en Golpe bajo (1974).

Son tres deportes muy populares, no sólo en Estados Unidos. Después del futbol, que prácticamente se juega en todo el mundo (la FIFA tiene más países afiliados que la ONU), el beisbol, el basquetbol y el futbol americano han construido también grandes mitologías y héroes en los emparrillados, las duelas y los diamantes, como Joe Montana, Michael Jordan y Babe Ruth.



EL HIJO DEL SANTO

LA ENTREVISTA A

POR JORGE VÁZQUEZ ÁNGELES

¿Hace falta decir quién es el Hijo del Santo? Como el presente número está dedicado a los Deportes, qué mejor personaje que uno de los ídolos de México, hijo de una de las grandes leyendas nacionales. No te pierdas su programa Experiencias, que se transmite todos los miércoles a las nueve de la noche por TVC Deportes. ¿Cuáles son los libros favoritos del Hijo del Santo? Hay varios libros que me han gustado mucho. Uno de ellos es Azteca, de Gary Jennings. Me encantó. Después leí, del mismo autor, El viajero, sobre Marco Polo. Los libros de Paulo Coelho me gustan porque te hacen reflexionar. También me gusta Jorge Bucay. Lo que pasa es que yo atravesé un momento difícil en mi vida: un divorcio bastante complicado. Necesitaba y busqué ayuda en la literatura. En la niñez me eché todas las Fábulas de Esopo, El Principito, Platero y yo. En la secundaria leí Lazarillo de Tormes, La Ilíada y La Odisea. Hace dos semanas fui a Gandhi y me encontré unos libros a precios bastante accesibles. Compré Crimen y castigo, que leí por obligación en la preparatoria. También leí Ética para Amador, de Fernando Savater. Como viajo mucho me gusta llevar un libro y me gusta escribir. En mis cuadernos anoto sobre lo que estoy leyendo, pego los boletos de avión, la factura del hotel. En Gandhi hay un libro de John Lennon que viene en una cajita. Cuando sacas el libro encuentras copias de escritos personales y de ahí me inspiré para empezar a guardar lo que escribo. A lo mejor el día de mañana uno de mis hijos publica un libro con las cosas del Hijo del Santo. Quizá al público le interese. Cuéntanos sobre los cómics que has inspirado, como El hijo del Santo y Xico en el inframundo… Obviamente estaba el de mi padre, de José G. Cruz. Después vino un receso y publiqué una historieta en 1984, Las aventuras del hijo del Santo. Luego hice otra, Santo, el enmascarado de plata, de los que se publicaron veinte números. Me gustó mucho porque involucré a gente real como Montserrat Olivier, Yolanda Andrade y el periodista Ricardo Rocha. La historia de Xico es un cuento infantil. A la diseñadora Cristina Pineda se le ocurrió hacer del xoloitzcuintle una mascota para México, por eso se llama Xico. En el libro el Hijo del Santo vive una vida normal en la ciudad de México; cuando unos zombis quieren lastimar al perrito, lo ayudo y él me va guiando al inframundo, porque los dioses malos se quieren apoderar de la Tierra. Algo bonito de la historia es que me encuentro en el inframundo con mi padre. Después de la lucha libre, ¿cuál es tu deporte favorito? Como aficionado podría decirte que el futbol, pero no soy el apasionado que no sale de su casa el domingo por ver un partido. Los niños mexicanos, al menos, lo primero que hacen es jugar luchas y patear un balón, y yo no fui la excepción. Desde muy niño fue el deporte que llamó mi atención aparte de la lucha libre. También me gusta mucho todo lo que tiene que ver con lo acuático, me gusta nadar y esquiar, aunque hace mucho que no lo hago por precaución, me daría mucho coraje romperme un brazo o sufrir un accidente en el mar y no en la lucha.

EL HIJO DEL SANTO. Fotografías de Khrystell Zavaleta www.flyinghighphotography.com

14

Cuéntanos sobre tu programa Experiencias con el Hijo del Santo… Es un programa que ha gustado mucho. He tratado de que no sólo entretenga al público. A veces la gente no sabe los nombres de las llaves o los castigos porque en la televisión los comentaristas tampoco lo saben. En la sección “Llaves y castigos” se muestra cómo se aplican y quién los inventó. Trato de mostrar el lado más humano de los luchadores: algunos los ven como personas corrientes, incultas y no es así. No sé porqué abren su corazón, no sé qué tiene el Hijo del Santo (o me tienen confianza) porque la mayoría de ellos llora, pues no sólo toco el tema de la lucha libre: trato de meterme en su corazón y cuando recuerdan su infancia y los momentos difíciles muchos no aguantan y sueltan el llanto. Estoy contento. Es uno de los programas que más le gustan al público que ve TVC Deportes. ¿Alguna vez conoceremos el rostro del Hijo del Santo, como en su momento hizo tu padre con Jacobo Zabludovsky? Si quieres ahorita… (El hijo del Santo desliza el cierre de su máscara), ahorita no va a ser posible. Es importante aclarar algo: el Santo no lo hizo por única vez con Jacobo. Lo hizo primero con Guillermo Ochoa, en Hoy mismo. Memo Ochoa se sorprendió, no se imaginó que iba a levantarse la máscara. Le dijo que por respeto a él no congelarían la imagen. Luego lo hizo con Ricardo Rocha. Entonces mi papá lo agarró de broma, pero en Contrapunto nunca se imaginó que después, en 24 horas, anunciarían con bombo y platillo que el Santo se había quitado la máscara. Mi papá se molestó mucho porque congelaron la imagen. Fue todo un escándalo. Pienso que lo hizo para hacerle justicia al ser humano que estaba debajo de la máscara, porque nadie hablaba de Rodolfo Guzmán. Sin él, el Santo ni hubiera existido. Creo que él, muy en el fondo, decía: “El Santo para todos lados pero y yo qué”. +

Ve la entrevista en línea



16 FRASE NAPALM

LOS CAMPEONES NO SE HACEN EN LOS GIMNASIOS. LOS CAMPEONES ESTÁN HECHOS DE ALGO INMATERIAL QUE LLEVAN MUY DENTRO DE ELLOS: UN DESEO, UN SUEÑO, UNA VISIÓN. DEBEN RESISTIR HASTA EL ÚLTIMO MINUTO, DEBEN SER UN POCO MÁS RÁPIDOS, DEBEN TENER HABILIDAD Y VOLUNTAD. PERO LA VOLUNTAD DEBE SER MÁS FUERTE QUE LA HABILIDAD. MOHAMED ALI Natalia Hernández TIKAL

GREATEST OF ALL TIME Benedikt Taschen TASCHEN

MOHAME


MENCIÓNESPECIAL ESPECIAL MENCIÓN

PRIMER DIRECTORIO DE DISEÑO MEXICANO

ED ALI DESCÁRGALO EN LÍNEA

www.centro.edu.mx


18 DISEÑO

MARCAS DE LA _A_ A LA _Z_

En el libro Marcas de la “A” a la “Z” Adidas se cuenta la historia de Adolf “Adi” Dassler, fundador de las tres líneas más famosas del deporte. También se muestran los productos que han sido utilizados por atletas como Jesse Owens, Emil Zátopek y el “Káiser” Franz Beckenbauer. Adidas es sinónimo de tecnología y deporte.

ADIDAS MARCAS DE LA A A LA Z Serena Narain MAOMAO

1970 r e u a b n e k c e Franz B

94 9 1 n a m e o K Ronald



+DEL TEMA LIBROS Nota de paso

Algunos títulos relacionados con el tema de este número. DEPORTES

SALVAJES Y SENTIMENTALES: LETRAS DE FUTBOL Javier Marías ALFAGUARA

En este libro, Javier Marías incorpora treinta nuevos textos, se habla de jugadores y aficionados, entrenadores y presidentes, derrotas y triunfos, de emoción y vergüenza; también del carácter casi cinematográfico de este deporte, de la cuidadosa memoria y el rápido olvido, del patriotismo, la celebración de los goles, los himnos, los andares y gestos llenos de significado.

LA GUERRA DEL FUTBOL Y OTROS REPORTAJES Ryszard Kapuscinski ANAGRAMA

Entre 1958 y 1976, Kapuscinski estuvo en las zonas más conflictivas del planeta como corresponsal de la agencia de prensa de Polonia. Así cubrió, por ejemplo, los levantamientos en el Congo de 1960, el golpe de Argelia de 1965 y cinco días de cruentas luchas y saqueos entre Honduras y El Salvador, cuyo aparente motivo fueron una serie de partidos de fútbol entre equipos de ambos países que buscaban clasificarse para la Copa del Mundo.

EL BOXEADOR POLACO Eduardo Halfon PRE-TEXTOS

“Tu apellido, Eduardo, ¿de dónde proviene? Líbano, le dije, mi abuelo era un judío libanés igualito a Alfred Hitchcock. ¿Y tu abuelo materno? Polaco. ¿Judío también? Sí, y le hable un poco de Lódz, de Sachsenhausen, de Auschwitz, del boxeador. Mira, hombre, exclamó, eso o lo escribes tú o lo escribo yo. Espero que lo escriba él.” Desde entonces, y a través de otros personajes y de otras historias la historia de ese boxeador polaco empezaba ya lentamente a gestarse, a imponerse, a pedir ser escrita.

LA HISTORIA DE JAVIER HERNÁNDEZ Charles Samuel MONDADORI

El Chicharito se ha convertido en un ídolo para todos los fanáticos del fútbol tanto en Inglaterra como en México. Su historia sirve de inspiración para todos los jóvenes entusiastas que quieren hacer de ese deporte su vida. Hijo de Javier “Chícharo” Hernández, quien disputó la copa mundial de fútbol de 1986; y nieto de Tomás Balcázar, quien también luchó por la de 1954; Javier Hernández, “El Chicharito”, es hoy, quizá, la figura más emblemática del fútbol mexicano, , cuyo talento lo ha llevado a uno de los equipos más admirados del mundo.

EL FANTASISTA Hernán Riviera Letelier ALFAGUARA

Los habitantes de la salitrera Coya Sur se ven enfrentados a dos acontecimientos que cambiarán sus vidas para siempre: el cierre definitivo del campamento y el último partido de fútbol contra María Elena, sus archirrivales de siempre. Y sólo un milagro puede hacerlos ganar este trascendental encuentro.

ELOGIO DE LA BICICLETA Marc Augé GEDISA

Este delicioso Elogio de la bicicleta pasa por tres etapas narrativas: el mito, la epopeya y la utopía. A pesar de que sus dimensiones mítica y heroica han sufrido algunos reveses derivados de su vinculación a las desviaciones del deporte profesional y el doping, la bicicleta –impulsada por las nuevas políticas de la ciudad– regresa con fuerza a los escenarios urbanos y su imagen es objeto de un renovado entusiasmo popular.

LOS NADADORES Joaquín Pérez Azaústre ANAGRAMA

Jonás nada cada mediodía y cuando comienza a encadenar brazadas, al otro lado de las vidrieras de la planta de arriba del pabellón unas sombras esbeltas parecen observarlo. Una mañana su padre, le cuenta que su madre ha desaparecido: lleva dos meses sin contestar al teléfono, y su piso lo ha encontrado vacío aunque sin signo alguno de violencia o desorden. A partir de entonces, Jonás comienza a escuchar historias similares sobre gente que desaparece: hombres y mujeres, niños y ancianos esfumados de pronto, mientras la ciudad sigue manteniendo su apariencia de normalidad.

EL MAESTRO DE ESGRIMA Arturo Pérez Reverte ALFAGUARA

Novela de aventuras pero también policiaca, de traiciones y maniobras políticas en el Madrid galdosiano de 1868. El maestro de esgrima es la historia de un mundo de tahúres y mercachifles mantenido a distancia por un florete honorable. Pero es, sobre todo, una inquietante parábola sobre el poder del dinero, la ambición política y la extinción de los valores de honradez y fidelidad en este siglo XX que agoniza.

EL EQUIPO DE LOS SUEÑOS Sergio Olguín NORMA

Esta novela habla con humor sobre las injusticias, la pobreza, la marginalidad, el amor , la amistad y, sobre todo, la pasión que desata el futbol. Se trata de una narración ágil y vigorosa que atrapa a los lectores y los sumerge en la realidad de los barrios pobres de América Latina.

LA SIRVIENTA Y EL LUCHADOR Horacio Castellanos TUSQUETS

El Vikingo, un viejo ex luchador profesional que quiere demostrar a sus superiores en la policía que sigue siendo un tipo duro capaz de cumplir todos los encargos, sale con otros compañeros con la misión de llevar a los calabozos del Palacio Negro a unos jóvenes sospechosos. Al día siguiente, una criada, María Elena, acude a servir por primera vez a casa del nieto recién casado de su antiguo patrón, y se encuentra con que no hay nadie para recibirla. Su preocupación se tornará angustia en cuanto se pregunte también por el paradero de su hija y de su nieto.


21 LAS FÁBULAS DEL TÍO HOFS POR ANTONIO MALPICA

Anatoli “El Gélido” Kárpov y Gari “El Ogro de Bakú” Kaspárov.

Toño Malpica. Rollero, chorero y cuentero por vocación, ingeniero por equivocación, escribe para niños de 9 a 99, toca horrible el oboe pero en el piano dicen que se defiende. No tiene problema con la llegada del fin del mundo, siempre y cuando no lo agarre a media ducha. Y le va a los pumas.

¿DOS PEONES?

EL MAESTRO DE GO Yasunari Kawabata EMECÉ

LA DEFENSA Vladimir Nabokov ANAGRAMA

Aquiles: ¡Mueva de una vez, maldito cobarde! Tortuga: ¡¡¡¡!!!! Aquiles: ... Tortuga: ... Aquiles: Oiga... ¿se encuentra bien? Oiga... Tortuga: ¡Soy inocente mamá, la Chole ya estaba desnuda cuando yo llegué! Aquiles: ¿De qué habla? Tortuga: ¿Dónde estoy? Aquiles: Se desmayó al abrir la alacena. Tortuga: ¡Claro! Iba a sacar la mantequilla de maní y usted salió de entre los anaqueles gritando como un perfecto demente. Aquiles: Lo lamento. Me estoy entrenando para una justa deportiva del mismo modo que hizo el doctor B. Tortuga: ¿El doctor B.? Aquiles: No me lo tome a mal. Tengo que ganar ésta. Va mi honor de por medio. Tortuga: Sí, pero... Aquiles: El vecino del once me retó. Y como a mí me corresponde escoger armas, elegí éstas. Tortuga: ¿Dos peones? Aquiles: Es una metáfora. Ocho peones, en realidad. Por lado. Más el rey, la reina y el resto de la corte. Usted sabe. ¿Fungiría como mi padrino? Tortuga: ¿Escogió el ajedrez para una justa deportiva? Aquiles: ¿Qué tiene de malo? No va a salir con la blandengue réplica de que no es un deporte sólo porque no entra en el citius, altius, fortius. Tortuga: Páseme la mantequilla y hablamos luego. Estoy en lo más emocionante de El maestro de Go de Kawabata. Todo esto, incluyendo mi desmayo, es una interrupción innecesaria ante el vértigo de una lectura así. Aquiles: ¿Y qué me dice usted de su intromisión en mi entrenamiento? Estaba por dar mate a Alekhine en mi cabeza. Tortuga: No se hubiera encerrado entre el cereal y las jaleas. Y por cierto, ¿quién es el doctor B.? ¿Su preparador físico? Aquiles: Búrlese, pero después de esto, el del once no volverá a llamarme entrometido. Tortuga: ¿Pues qué pasó exactamente? Aquiles: Lo agarré haciendo rapel de ventanas. Anoche llegó ebrio y su esposa le echó cadena a la puerta. Yo sólo saqué la silla al balcón, además de mi pipa y La defensa Luzhin de Nabokov. Tortuga: ¡Claro! ¡El doctor B! El que enfrenta y derrota al campeón del mundo en la partida de ajedrez de Stefan Zweig. ¡Es aislado en una recámara con un solo libro de ajedrez por... ¿cuánto? ¿dos meses? ¿tres meses?! ¿Usted cuánto aguantó en la alacena? Aquiles: Tres horas y media. Tortuga: No es precisamente un récord mundial, ¿eh? Aquiles: No se meta conmigo. Es el tiempo promedio que le lleva mover una ficha a su “vertiginoso” maestro de Go. Si mal no recuerdo, toda la partida toma medio año. ¡Vaya con el deporte ráfaga! Tortuga: Bueno… hay que decir que el maestro tenía más de setenta años y… Aquiles: ¡La puerta! ¡Debe ser él, el del once! Dígale que estoy listo y ansioso. Que soy una maldita máquina asesina, dispuesta a todo. Y que me da lo mismo si elige blancas o negras. Tortuga: Trate de no romper nada mientras vuelvo. Aquiles: ¿Y bien? Tortuga: Propone cambiar a lucha de pulgares. Aquiles: Hecho. Dígale que vuelva mañana. Y usted… procure no interrumpir mi entrenamiento. +


LOS + VENDIDOS

Nota de paso

FICCIÓN

AURA Carlos Fuentes ERA

Una narración de aventuras amorosas en el pasado. Hay amor y pasión, pero el tema es más que aventuras amorosas. El tema incluye la lucha contra el olvido y la muerte y el deseo de prolongar los momentos de esplendor y belleza. La aureola es una historia hermosa, profunda, e inquietante.

ARRECIFE Juan Villoro ANAGRAMA

Hubo un tiempo en que las playas eran un sitio de descanso. En la época del turismo extremo los viajeros necesitan otras emociones. El ex rockero Mario Müller descubre una visionaria posibilidad en el Caribe: los placeres del miedo. Y a orillas de un inmenso arrecife de coral edifica la pirámide, resort que ofrece peligros controlados hasta que un buzo muere fuera del agua.

LA SILLA DEL ÁGUILA Carlos Fuentes ALFAGUARA

Es el año 2020 en la última novela de Carlos Fuentes La silla del águila. Estados Unidos ha suspendido el uso del satélite del que dependen todas las comunicaciones en México. Los Estados Unidos están enojados porque México ha rechazado su ocupación militar de Colombia en el año 2020, y se niega a darle petróleo en las cantidades que Estados Unidos exige.

EL IMPOSTOR Pedro Ángel Palou PLANETA

Una exhaustiva investigación a un tiempo ciertamente oscuro y sus armas de novelista han permitido a Pedro Ángel Palou mostrar otra versión de los orígenes del cristianismo en una narración provocadora que conmoverá creencias y derribara mitos, a la vez que plantea una inquietante reflexión sobre la identidad personal y la trascendencia de los actos humanos.

LA TEJEDORA DE SOMBRAS Jorge Volpi PLANETA

Cuando se encuentran en Nueva York en 1925, Henry Murray es un ambicioso médico de Harvard casado con una rica heredera de Boston; y Christiana Morgan, una tormentosa estudiante de arte, esposa de un veterano de guerra. Atraídos por una fuerza que los sobrepasa, los dos viajan a Suiza para ser analizados por Jung. La tejedora de sombras es el retrato de una mujer que se empeñó en confrontar el universo masculino de su época, y el inquietante recuento de una obsesión llevada hasta el límite.

NO FICCIÓN EL PAÍS DE UNO Denise Dresser AGUILAR

Denise Dresser, la politóloga más severa de México entrega en este libro un diagnóstico audaz y demoledor de la situación política y social que impera en nuestro país. El país de uno es una denuncia valiente a los Salinas; a los Romero Deschamps que exhiben su riqueza con cinismo; a los Montiel que pasean su impunidad por el mundo; a la maestra y su ejercicio cuestionable del poder; a los Fox con su enorme presunción de ineptitud; a los políticos que encubren a pederastas, a los legisladores que mienten sin escrúpulos.

Y COLORÍN COLORADO

ESTE CUENTO AÚN NO SE HA ACABADO

Odin Dupeyron DISIDENTE

Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado se editó por primera vez en el año 2001. Un mágico cuento que nos habla de los finales y los eternos comenzares de la vida. De todas las posibilidades, de todos los principios y de todos los finales. Pero más allá, nos hace redescubrir la importancia que tiene vivir la vida... ¡hasta el final!

LOS CUATRO ACUERDOS

UN LIBRO DE SABIDURÍA TOLTECA

Miguel Ruiz URANO

El conocimiento tolteca surge de la misma unidad esencial de la verdad de la que parten todas las tradiciones esotéricas sagradas del mundo. Los antropólogos han definido a los toltecas como una nación o una raza, pero de hecho, eran científicos y artistas que formaron una sociedad para estudiar y conservar el conocimiento espiritual y las prácticas de sus antepasados.

LOS HIJOS DE LOS DÍAS Eduardo Galeano SIGLO XXI

¿Sabía usted que el episodio más popular del catecismo católico, Adán y Eva mordiendo la manzana, en la Biblia no figura? ¿Que el griego Eratóstenes midió la cintura del mundo, hace dos mil trescientos años, y se equivocó en noventa kilómetros? Este libro abarca los días del año. De cada día nace una historia. Porque estamos hechos de átomos, pero también de historias.

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO Viktor Frankl HERDER

En esta obra, Viktor E. Frankl explica la experiencia que le llevó al descubrimiento de la logoterapia. Prisionero en los desalmados campos de concentración, él mismo sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda, ¿cómo pudo él que todo lo había perdido, que había visto destruir todo lo que valía la pena, que padeció hambre, frío, brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo a punto del exterminio?


23 PARA NO OLVIDAR

NEIL LEIFER_GUTS AND GLORY

El futbol americano es el único deporte que no se suspende nunca, aunque llueva, truene o caiga nieve. En Guts and glory se muestran las mejores imágenes de Neil Leifer, uno de los más célebres fotógrafos deportivos. El libro editado por Taschen muestra una amplia selección de las mejores fotografías de una colección de más de diez mil rollos.

GUTS & GLORY

NEIL LEIFER GUTS & GLORY Neil Leifer TASCHEN


+PARA VER Nota de paso

Y ESCUCHAR

DVD

CD UN PERRO ANDALUZ Luis Buñuel CINE, VIDEO Y T.V.

JORDI SAVALL El nuevo mundo, follias criollas ALIA VOX

DE PANZAZO Juan Carlos Rulfo PARAMOUNT HOME

MONTSERRAT FIGUERAS Cançons de la Catalunya millenària SON JADE

Filme surrealista, todo un clásico del cine de arte y ensayo, una obra única y de culto, fruto de la poderosa imaginación de dos jóvenes mentes -Buñuel tenía 29 años y Dalí 25- poseedoras de un talento tan singular como genial.

De panzazo refleja la realidad de la educación en México y pone en evidencia que la sociedad mexicana pasa de panzazo en un sistema excluyente en el que no se logran aprendizajes para la vida.

ESTADO DE SHOCK: INDUSTRIA DEL NARCO Y GUERRA ESPURIA Carlos Mendoza CANAL SEIS DE JULIO

Septuagésimo documental del Canal Seis de julio, que desmonta los mecanismos de construcción del miedo como factor de control social; se asoma a la operación de grupos paramilitares y mercenarios en México; a la turbia intervención del gobierno de los Estados Unidos y a los negocios que ha dado lugar la violencia que ahoga al país. La llamada guerra contra el crimen organizado, no es una lucha entre buenos y malos, como afirma la propaganda del régimen.

NAQOYQATSI: LA VIDA COMO GUERRA Godfrey Reggio CINE, VIDEO Y T.V.

Tercera parte de la trilogía formada por Koyaanisqatsi (1982), Powaqqatsi (1988) y Naqoyqatsi (2002).

YELLOW SUBMARINE George Dunning EMI MUSIC

Érase una vez... o tal vez dos veces, un paraíso no terrenal llamado Pepperland, un lugar en el que la felicidad y la música reinaban sobre todo. Pero este bienestar se vio amenazado cuando The Blue Meanies declaran la guerra y enviaron su ejército, liderado por el amenazador Guante Volador para destruir todo lo que era bueno.

El máximo exponente de la música barroca desde hace varias décadas, da una muestra de la riqueza musical de la entonces conocida como Nueva España, con piezas únicas e históricas con incalculable valor.

Esta obra es sólo parte de la rica historia musical de Cataluña. La música catalana guarda una especial identidad y orgullo únicos en esta región de España.

MOLOTOV Desde Rusia con amor UNIVERSAL MUSIC

Con un éxito inusitado, la agrupación mexicana desde hace años se había posicionado en el mercado ruso a pesar del idioma. Años después confirma con este disco que en aquellas tierras no los olvidan.

THE BEATLES Yellow submarine songtrack EMI MUSIC

Ahora en una versión remasterizada y en edición digipack, las canciones de la mítica película animada donde el cuarteto de Liverpool salva a Pepperland, suenan mucho mejor.

NORAH JONES Little broken hearts EMI MUSIC

10 años después de su exitoso debut, Jones regresa con ese estilo imprevisible donde maneja distintos niveles musicales que la llevan a seguir en un lugar privilegiado del mapa musical actual.


CAMINOS CRUZADOS LA ROSA PÚRPURA DEL CAIRO Woody Allen MGM

OPERACIÓN DRAGÓN Robert Clouse WARNER BROTHERS

CONAN THE BARBARIAN JOHN MILIUS 20TH CENTURY FOX

Dos clichés. El deporte es una sublimación de la guerra, los soldados son sustituidos por atletas y lo equipos representan a países, imperios, tribus; los ganadores son premiados con gloria y trascendencia. El cine es la fábrica de sueños, el lugar donde todo se hace realidad y donde el hombre común y corriente deposita sus sueños y aspiraciones para que se cumplan en el cuerpo de alguien a quien admira o puede admirar. ¿Debería sorprendernos entonces que estos dos mundos se hayan cruzado más de una vez, donde las glorias de uno se mezclan con los sueños del otro? El ser humano creó primero la guerra, luego el cine y despues una afortunada, divertida y refrescante cruza entre ellos. Más allá de la glorificación que se hace de un deporte o de un deportista en el cine, en los tiempos que se viven resulta más trascendente y sobre todo muchísimo más kitsch revisar a aquellos que, como en La rosa púrpura del Cairo, de Woody Allen, pueden cruzar la frontera entre estos dos mundos. Podríamos recordar las mejores películas sobre beisbol, futbol americano o de gimnastas, patinadores, boxeadores (quizá el deporte mejor trasladado a la pantalla grande); pero nadie negará que es imposible olvidar las participaciones de Bruce Lee, el deportista, el artista marcial, en películas como Operación Dragón, Puños de furia o en toda el cine de artes marciales que puso en marcha antes de llegar a Hollywood. Inolvidable es, también, el debut cinematográfico de un héroe del basquetbol, Kareem Abdul Jabbar, precisamente al lado de Lee en la casi surrealista The Game of Death. Hablando de basketball, Space Jam reunió casi al inigualable Dream team para jugar al lado de dibujos animados y así, figurones del tamaño (¡ja!) de Michael Jordan, Larry Bird, Patrick Ewing (que también trabajó en El exorcista III) y Charles Barkley tuvieron también su probada en el mundo del cine. Mencionado el mundo del boxeo, comencemos recordando los momentos que nos ha regalado Mike Tyson en ¿Qué pasó ayer?, y transportémonos después al boxeo y cine mexicanos, que convirtieron en dioses populares a los ídolos del ring como Raúl “Ratón” Macías, Raúl Talán, Ricardo “Pajarito” Moreno y José “Mantequilla” Nápoles, que a ritmo de cha-cha-chás o mambos, extendieron su carrera a los sets, unos con más fortuna que otros. El remate viene, por supuesto, con Rubén “Púas” Olivares, que en el cine de ficheras dejó ver su simpatía y su chimuela sonrisa. El soccer también ha regalado buenos momentos. Busquen, por ejemplo, Escape a la victoria, donde Pelé se enfrenta a los nazis, o Buscando a Eric donde Eric Cantona hace de ángel bueno solucionando la vida de un hombre con bastantes problemas. En el cine mexicano quizá el futbolista más célebre fue Horacio Casarín, futbolista del Atlante que llenó de gloria a todos Los hijos de don Venancio, encarnado nada menos que por don Joaquín Pardavé. ¿Curiosidades? La aparición del quarterback de los Empacadores de Green Bay, Bret Favre, interpretándose a sí mismo en Loco por Mary, y del luchador Roddy Pipper en They live, dirigida por John Carpenter, aunque destacan también otros luchadores como Dwayne Johnson “The Rock” (que hasta hada de los dientes ha sido), John Cena (a quien su pasado militar le resta muchísimas simpatías) y, por supuesto, a la excéntrica y monumental carrera en el cine del luchador André el gigante, que apareció incluso al lado de Arnold Schwarzenegger en Conan el bárbaro. Hablando de Arnold, él entra en la lista de deportistas en Hollywood después de haber triunfado en el fisicoculturismo. Sin embargo, la mejor cruza del cine y del deporte, del mundo real y del ficticio, de la mitología y los héroes, se da en un género exclusivamente mexicano, el de los otros luchadores, los mexicanos y entre ellos, la otra mezcla del enmascarado-persona real con personas reales que luchan y filman: El Santo y Blue Demon. Odas a su obra, que no es corta. +

La elegancia setentera del Santo “El enmascarado de Plata” y Blue Demon.

25 CINE POR ERICK ESTRADA

Director editorial de cinegarage.com, portal dedicado al cine, y colaborador en la estación de radio Reactor.


26 ¡NIÑOS A LEER!

POR KAREN CHACEK

Karen Chacek. Guionista y escritora. Nació en D.F. un sábado de junio. Se acompañó en la infancia de cómics, series de TV y libros de fábulas.

Antihéroes del deporte GOLOSINA Y PERROZOSO Jeanne Willis, Tony Ross OCEANO TRAVESÍA

Hay días en los que las cosas no salen ni bien ni mal sino todo lo contrario. Hoy es uno de esos días y para colmo me han pedido que en la columna de este mes vincule mis sugerencias de libros para niños con el tema “Deportes”. Así las cosas, en un día como el de hoy, empezaré la lista de recomendaciones con Golosina y Perrozoso, un libro protagonizado por dos de los personajes más ociosos con los que me he topado en meses recientes: una minina regordeta y un perro obeso que tienen por deporte echarse en el sofá a comer, beber y dormir. Y vaya que son disciplinados, lo practican a diario. Esto, hasta que un día el sofá les queda chico y también la habitación, ¡y la casa! (Las ilustraciones de Tony Ross son hilarantes). Antes de pasar a la siguiente recomendación haré un breve paréntesis para reflexionar sobre la palabra Deporte, que el diccionario de la RAE define como: “Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas.” Qué chulada de definición con espíritu incluyente, ¿no creen? Lo gracioso es que aún con ese desfile de palabras que invitan a imaginar miles de posibilidades, cada vez que la mayoría de nosotros escuchamos o leemos la palabra Deporte, en lo primero que pensamos es en tenis de marca y ropa elástica, balones con costura de rombos, raquetas, manoplas, esquís, uniformes de karate, bicicletas, goggles para alberca o tutús de ballet, siendo que existe una lista extensa de otro tipo de disciplinas deportivas que todos hemos practicado al menos una vez en la vida y que injustamente no reciben reconocimiento alguno, ya ni se diga que alguien las proponga como deporte olímpico. Por ejemplo, qué tal el siguiente deporte: fastidiar a la persona con la que vives. Los cretinos es casi un manual ilustrado para dominar esta disciplina milenaria: el señor Cretino es un viejo cochino y maloliente, la señora Cretino es una vieja malvada y fea, qué digo fea, espantosa. Juntos son un par de odiosos que se hacen la vida imposible, comen pastel de pájaro cada miércoles y mantienen cautivos a una familia de monos. (Incluye muy buenos consejos para aspirar a un campeonato mundial).

EL DISCURSO DEL OSO Julio Cortázar LIBROS DEL ZORRO ROJO

CON LA CABEZA EN OTRA PARTE André Bouchard COMBEL

Ahora que si de deportes de alto riesgo se trata, la literatura infantil ofrece más de una alternativa: El discurso del oso deleitará por igual a los amantes de la buena prosa, que a los lectores de corazón aventurero. La historia relata los hallazgos de un oso que habita las tuberías de un edificio de la gran urbe. Claro que si se busca combinar emociones intensas con un toque de incorrección política, Con la cabeza en otra parte es la opción idónea. Narra las peripecias de una familia que se las ve un tanto complicadas cuando el padre de la casa extravía la cabeza (¡literalmente!). Imaginen al pobre hombre chocando con todo y rompiendo cosas a su paso, mientras su esposa busca desesperada la cabeza por toda la casa y sus hijos, en un afán de ayudar, le fabrican a su papá una cabeza postiza, en lo que alguien encuentra la cabeza original. (Las ilustraciones del gran Quentin Blake son fabulosas). Sirva mencionar que el libro no es una versión coloreada de La leyenda de Sleepy Hollow y su jinete sin cabeza; la historia es tan urbana y actual que a más de uno le parecerá una anécdota (¡autobiográfica!). Sí, el texto y las imágenes tienen algo de osado, pero quién dijo que la osadía no es también un buen deporte. Y bueno, antes de que algún purista se queje, mencionaré dos títulos selectos para los más mesurados: Y seguirá rodando es un compendio de relatos sumamente entretenidos, 32 historias memorables ocurridas cada una en un mundial de fútbol. Willy el mago nos cuenta la historia de Willy, quien entrenaba cada semana y era un jugador fantástico, sólo que él no lo sabía. +

Y SEGUIRÁ RODANDO Juan Carlos Quezadas NORMA



28 INSOMNIO POR DIEGO RABASA

EL JUEGO DEL HOMBRE

El deporte ha tenido una importancia central en mi vida. He jugado futbol desde los cinco años y quizá baste con que les comparta que tres de las memorias más vívidas que tengo de mi padre tienen que ver con este juego: la primera de ellas fue la ocasión en la que conocí el Estadio Azteca. El América (el equipo de mi padre, y por extensión mío y de mi hermano) recibió al Toluca y perdió 2 a 0. Aún recuerdo con mucho frescor el golazo de tiro libre que metió el “Tuca” Ferreti desde tres cuartos de cancha. Ese día mi hermano decidió claudicar (cómo lo envidio ahora) a la causa americanista. Ese día también, por primera vez, entendí que era posible –no sin arriesgar una seria confrontación– disentir con mi padre. El segundo recuerdo tiene que ver con una semifinal que disputaron las Chivas y el América. Esperé toda la semana que llegara el partido y esperé también, sentado en el deprimente bar de un hotel (donde habíamos quedado de vernos para ir de ahí al Azteca), a que llegara mi papá. (He de confesar que mi berrinche hizo que nos llevara a ver el segundo tiempo, donde sucedió el épico gol de Toñiño, a pase de rabona de Edu, en un categórico 3 a 0 del América). Ese día tuve conciencia por primera vez de la directa y lineal relación que había y habría en mi vida entre los desapegos de mi padre y mis necesidades personales. Para redimir las dos primeras anécdotas, también he de decir que el momento más jubiloso de mi relación con él llegó con el segundo gol de Luis García ante Irlanda, en el mundial de Estados Unidos 1994, que celebramos juntos en un estadio en Florida. A pesar de que he aprendido a ver el deporte de manera más sofisticada a través de los ojos de sabios futboleros como Manuel Vázquez Montalbán, que en Futbol, una religión en busca de un Dios, muestra el mecanismo de idolatría que comparten la religión y los fanáticos desbocados del futbol. O como Vladimir Dimitrijevic, que con tino compara a los novelistas con los grandes goleadores de raza como hombres cuya energía está impulsada por la obsesión alrededor de una sola idea en la cabeza (el gol para unos, la inquietud que adquiere forma a través de la literatura para los otros). O por supuesto Juan Villoro y sus magistrales crónicas en Los once de la tribu o en Dios es redondo. Pero recientemente encontré en un libro un sustrato que me hizo entender el juego de otra manera y que ha devenido en un creciente desdén por el deporte profesional: estoy hablando de Elogio de la belleza atlética, de Hans Ulrich Gumbrecht. Este maravilloso texto despoja al deporte de su carácter superfluo (cuestiona un poco esta vieja sentencia alemana de que el deporte es “la más bella entre las actividades marginales de la vida”) y recupera el carácter épico –sagrado, diría Roger Callois– del desempeño atlético en sus múltiples variantes. No sólo recuerda momentos en los que ha tenido un papel central en el devenir histórico del mundo, como las célebres olimpiadas en Berlín en 1936, que vieron el conmovedor desafío de la raza afroamericana a Adolf Hitler, o el mundial que ganó este mismo país en 1954 y que supuso el final de la posguerra, sino que entra en aspectos más profundos como recordar que los poemas de Píndaro, que dieron origen en buena medida a la poesía europea, eran sobre las gestas de los grandes atletas. ¿Qué queda hoy en día de esta dimensión sagrada del juego, que redime el concepto del fin de un acto por el acto mismo, sin esperar tacañamente beneficios ulteriores, y que dibuja la capacidad del hombre de tejer ficciones y asignar sentidos en la vida que lo conlleven al más desbordante júbilo? Muy poco. El periodista deportivo Mihir Bose publicó recientemente en el Reino Unido un libro llamado The spirit of the world: How sport made the modern World, en el que se plantea lo siguiente: el deporte perdió todo su carácter lúdico cuando se transformó de una actividad recreativa hacia un modelo de corporaciones masivas. Bose encuentra el origen en la guerra fría y en la utilización de los deportistas comunistas como medios para promover la propaganda soviética. Ahora que el dinero ha borrado la política de las prioridades de los estados, los intereses financieros han desplazado a los mandatos políticos en los escenarios deportivos. Si antes el gobierno chino podía exigirles a sus jugadores de ping pong que perdieran ante sus rivales estadounidenses para aliviar tensiones diplomáticas, hoy las estrategias tienen todo que ver con motivos económicos. Y aunque aún hay pequeñas excepciones como la conmovedora imagen de Mandela enfundado en un jersey de rugby sudafricano como símbolo de unidad nacional, la verdad es que la enorme mayoría de los deportistas son ridículos y estereotipados metrosexuales que representan el pináculo del grotesco y frívolo modelo de acumulación al que estamos sujetos la mayoría de los ciudadanos del mundo. Quizá por eso me importe mucho más el destino de mi equipo de los sábados que el marcador por el cual pueda perder o ganar el América, el Barcelona o, incluso, la Selección Nacional. +

Futbol llanero, origen de todo. Fotografía de Francisco Villeda Marañón.

Diego Rabasa. Editor, columnista y por si fuera poco, americanista.



30 FOTOGRAFÍAS DE VÍCTOR MENDIOLA Y RAMIRO CHAVES “Los últimos guerreros mayas” no están pintados en los frescos de Bonampak: son hombres de carne y hueso que en las décadas de los setenta y ochenta, armados con un par de guantes, obtuvieron para México campeonatos mundiales de boxeo. El documental Los últimos héroes de la península dio origen a este libro de fotografías de Víctor Mendiola y Ramiro Chaves.

LOS ÚLTIMOS HÉROES DE LA PENÍNSULA Víctor Mendiola y Ramiro Chaves RM




Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.