A partir de una aproximación metodológica intersticial o liminal-fronteriza: urbanística, antropológico-signitiva y estético-iconográfica, notamos que ha sido un hecho histórico y cultural relevante la ocupación de los bordes fluviales con el asentamiento de comunidades y colectivos humanos, allí donde el medio lo permitía y se disponía de recursos naturales para su explotación. Este origen ha marcado una personalidad característica del litoral, reverberada en múltiples manifestaciones configurando el paisaje de la costa vasca. Lo cual predetermina la imagen que nos han legado los entornos antropizados, como por ejemplo la ciudad de Donostia-San Sebastián.
Ello nos exige descifrar, localizar y estudiar tanto la parte tangible de los fenómenos señalados como los condicionantes de su existencia, ya que descubren unas presencias que interceden con el propio devenir de las poblaciones. Nos centramos específicamente en Donostia-San Sebastián; escenario-paradigma de plasmación simb