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SEGURIDAD Y SALUD OCUPACIONAL

Las anteriores reflexiones nos provocan consultar cuáles serían, por lo tanto, los sistemas idóneos para la gestión adecuada del mantenimiento de equipos y maquinaria. Para ello, técnicamente existen tres tipos de mantenimiento que cumplirían con las obligaciones y observaciones antes apuntadas:

• Mantenimiento preventivo: está enfocado en la prevención de fallos en equipos e instalaciones, con el objetivo de reducir riesgos. Intenta minimizar errores o averías con una revisión constante y planificada, según las necesidades de cada industria.

• Mantenimiento correctivo: aquel cuyo fin es corregir cualquier defecto que se presente en el equipo o instalación. Corrige acciones solo cuando se ha detectado la avería. Para este tipo de mantenimiento, no solo es importante contar con un procedimiento de supervisión periódico y de generación de alertas, sino además con recursos inmediatos o disponibles para la reparación del fallo.

• Mantenimiento predictivo: busca anteponerse a la avería al igual que el preventivo, con la diferencia de que se basa en la aplicación de herramientas o técnicas de detección de distintas variables que muestran indicios sobre el estado de un equipo o maquinaria y que anticipan un futuro fallo. Estas variables o patrones de fallo pueden ser la vibración, la presión o la temperatura, entre otras, y su filosofía es la de intervenir en las máquinas solo cuando es necesario.

La combinación de estrategias correctivas, preventivas y predictivas sería el sistema idóneo que garantizaría no solo la seguridad de los trabajadores, sino además conseguiría los mayores niveles de disponibilidad y fiabilidad de los equipos y maquinaria, sin arriesgar tanto tiempo y dinero. Aunque la tendencia actual es la de una migración progresiva hacia el mantenimiento predictivo, se considera que el sistema que prevalece en nuestro país es todavía el mantenimiento correctivo.

Ello nos demuestra las grandes oportunidades de mejora que todavía existen sobre este tema, no solo para garantizar el cumplimiento normativo, sino para crear y sostener espacios seguros para todas las personas que intervienen en un proceso productivo.