Pobrecito Hablador – Monólogo ¡Atención! ¡Atención! ¡Atención! ¡Esta vez voy a enseñar las costuras de mi alma, y por eso, tal vez pongan ustedes el grito en el cielo! ¿No vez que soy un espíritu nervioso de carne y hueso, y que no pienso andar por ahí con la cabeza gacha? ¡Pero sí, voy andar como un caballo galopante, seré para ustedes un ser delirante. ¡Atención! ¡Atención! ¡Atención! ¡A pesar de todo, voy a ser implacable, terrible, porque tendré el dudoso honor de decir mis palabras! Mi suerte y mi desgracia. ¿Saben por qué? Porque voy a imponer la sinceridad sin ningún esfuerzo. ¿No se han dado cuenta? Algo huele a podrido en esta isla. Y todavía aquí, casi nadie distingue el gato de la liebre. ¡Atención! ¡Atención! ¡Atención! ¡Quiero que sepan que soy una persona que le gusta cantar sus verdades y después reír a carcajadas!
¡Por eso seré esta vez, demoledor, contundente, implacable! ¡Así que ya lo saben, soy un disidente, que es mi fortuna, mi riqueza! Pero si no dijera mi verdad, merecería que me escupieran en la cara, como un Judas cualquiera.
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