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Groenlandia presenta

11 -- a r c h e n a A d o l f o --M

En la reconstrucci贸n de mi memoria encuentro mi propio presente.

(Adolfo Marchena)

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“La reconstrucción de la memoria”, por Adolfo Marchena. ©2008 Adolfo Marchena Prólogo por Jose Luís Pasarín Aristi.

Todos los derechos reservados.

Editado digitalmente por Groenlandia con permiso del autor.

Portada y contraportada: Café de Noche en Arlés, por Van Gogh.

Directora: Ana Patricia Moya Rodríguez Diseño: Ana Patricia Moya Rodríguez Depósito legal: VI – 102 / 207 Vitoria – Córdoba, 2008 -- 33 --

PPR RÓ ÓLLO OG GO O

Por Jose Luís Pasarin Aristi.

No deja de ser un reto para mí que me mande Adolfo Marchena perderme por los entresijos de este poemario e intentar escribir sobre lo que algunos llaman “Filosofía del Espíritu y de las Emociones”, un mundo donde el poeta se descarna con sus metáforas y sus vivencias a través de unos renglones que son su necesidad vital dentro del microcosmos donde el verso encuentra su refugio como Ave Fénix que muere para luego renacer con toda su gloria. Algo de esto es lo que en su larga trayectoria poética le ocurre a Adolfo Marchena. Suponiendo que el poeta tenga alma, esta Alma renace en cada verso ya que es mas voluble cuando se quiere crear o hacer arte, bien puede ser desde el Realismo Sucio desgarrador de Bukowski del que tiene influencias; decir influencias es decir afinidades, puede ser de éste o de otros autores, porque si sabemos algo en la vida es por el conocimiento dado por otros desde que se fundó el verbo, lo que define a un autor es su creatividad personal; dicho ésto, Adolfo nos marca su camino literario y su sentir:

“Hospitales con resaca donde juzgan la seriedad y el cisma provoca el deterioro de tu imagen”.

O bien metiéndonos de lleno en el mundo del simbolismo donde Adolfo juega con las palabras haciendo artificio y sugiriendo con sus símbolos sintácticos y su visión allende de las hojas impresas, paridas por el autor para darles cuerpo en eso que Mallarmé decía que “todo, en el mundo, existe para desembocar en un libro”.

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Tal vez en Adolfo Marchena y sus versos también estén inconscientemente enriquecidos desde esa otra vertiente más tormentosa que al poeta le toca vivir, yo diría Hölderlin sobre todo, o eso que los doctos llaman el “Pesimismo de Schopenhauer”, que es muchas veces es la visión más real de este mundo globalizador hasta en esto de la literatura.

Digo que tal vez, porque los versos de Adolfo son también una cadena de alegorías herméticas como sólo él suele hacerlo con sus textos.

En este su poemario de “La reconstrucción de la Memoria”, y desde la soledad creativa y más profunda del poeta podamos ver y reflexionar con poemas como éste que cierran la muestra de este libro:

“Lenta como tortura que asciende por escaleras de caracol lenta como lombriz que traza minúsculas galerias así es la reconstrucción de la memoria”.

Adolfo Marchena - al que conozco desde hace muchas lunas y a mi entender -, es ese gran poeta al que la vida lo tiene todavía de incógnito, por no sé que causas epistolares antes de que la poética y nuevas metáforas le den la palabra.

Jose Luís Pasarin Aristi

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La reconstrucci贸n de la memoria

ppoorr A Addoollffoo M Maarrcchheennaa -- 66 --

Adolfo Marchena

EER DEE VVOOLLVVEER R HOOR AD RA AH RA

Pez en la pecera que tiembla con las agallas de un tiempo retenido no sostiene el brazo ning煤n argumento de una s贸lida quebrada consecuencia cuando es hora de regresar cuando es necesario retornar a la memoria.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

NNOO LLLLA MII PPU A AM RTTA UEER MEESS A AM Las llaves oxidadas de polvo hiriente y las especias arrebatadas sobre un manto de azucarada mirada que se desliza como una puta m谩s limpia que la reina de un pa铆s colonizado no llames a mi puerta no te escucho poeta del cansancio ya me hablaste demasiado y ahora pretendes fingir que todo fue por desencanto.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

LLA DEELL SSIILLEENNCCIIOO HEE D A NNOOCCH En tu ausencia recostada en el ropaje de tu propio pecho como cuadro Modigliani me estremezco y tiemblo y siento y v eo el proclamarse de una nube que puebla mis propios 贸rganos internos mis propios miedos en ese manicomio donde duermen las estrellas fugaces, en todo caso, por no enfrentarse a su presente.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

SOMBRA DE VIENTO Esperar pacientes a que el viento nos indique donde se encuentra el norte tal vez bajo un aguacero que provoca el grifo averiado de una pensi贸n donde compartes los colchones con ese lenguaje no verbal donde las moscas se estremecen y dejan de volar.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

YY PPIIEENNSSOO QQU DIIGGOO QQU UÉÉ UÉÉ,, YY D Se apoya sobre el pecho de una monja la pluma de una rapaz el candado de una verja ya oxidada el cirio mojado de entrepiernas cuya cera todavía caliente se desliza y pienso que y digo que me apoyo a la farola vomito mi cerebro celebro que te alejes o que digas te invito a expresarme lo que piensas enséñame tus piernas

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

lameré tu cuello enséñame tus uñas limpiaré tu suelo y pienso que y digo que no hay nada más o puede con sólo mirar a un lado dejando banderas torpes barricadas en las muñecas, muñecas sin cabeza y digo que mañana será temprano.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

R ALL VVIID RIIOO DR UNNTTOO A DOO JJU AD REECCOOSSTTA En la peregrinación de la memoria edificada entre grúas obsoletas y cartón piedra recostado junto al vidrio que dejaron las botellas arrojadas contra mi pared recién pintada admito soy culpable DE no haber dicho este nido no es mío estos esbozos los diseccioné con un simple lapicero sin apenas carboncillo y una vez mentí por no dañar

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

una conciencia SI soy culpable de ser la pesta帽a que molesta tu ojo derecho pero sigo de remiendos a pesar de las derrotas olvidando los fracasos que muchas veces me otorgaron.

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Adolfo Marchena

YY A MIISSEER A RIIA DEE LLA AM APPR DÍÍ D REENND Pero no llorar lágrimas de plañidera junto a un muerto que no tiene ya nada que decir si acaso este pedazo de tierra ya no será ocupado acaso los gusanos gocen en su orgía.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

CCOOM DEE GGU A RA RR UEER HA AD HA ACCH MOOSS EELL H AM RTTA AR MPPA Para no corromper la idea la premisa la creencia para no fingir el orgasmo de una duda que nos mantiene inertes paralizados una flema sobre la s谩bana un ladrido bajo la cama compartamos esta copa de alaridos o de vino para no quebrar la idea de la posesi贸n de los objetos.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

CCA ASS APPOOLLA MA AM AVVOOSS YY A DEE CCLLA MPPOOSS D AM El bar de la esquina como iglesia donde cuelga una simple cruz de cáscara de mejillones y el tiempo en desacuerdo el tiempo que se desdice y la noche preñada regándonos el olvido a lo soñado sembramos de gasolina los desiertos y los páramos y nos preguntamos dónde quedó el campo de amapolas y la estación de nuestra memoria después de que la luna hubo parido.

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Adolfo Marchena

EELL SSEENNTTIID ALLGGA ASS DEE LLA ASS A DOO D Cuando queremos decir nalgas en la humana disfunción de los dientes que se caen cuando masticamos piedras cantera que se forma sin darnos cuenta evitar la deserción de nuestros propios propósitos de esa incógnita que nos hace menos torpes

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

NNOO SSÓÓLLOO CCOONN D R DEECCIIR Te concedo la mano te obsequio con el anillo de quilates robados a l c u ra e n pleno sermón no sólo con decir lo grotesco lo infame la duda también serenarnos Y n o c ae r en la tentación de una muesca repentina sorprendiéndonos la memoria y dijo el sordo amén.

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Adolfo Marchena

PPA ASS RA DEE EESSCCOOM REER MBBR AJJEE D RA AR Hospitales con resaca donde juzgan la seriedad y el cisma provoca el deterioro de tu imagen paraje donde el bosque se equivocó o tal vez la mano a conciencia que arrebató aquel primer árbol para luego convertirlo en cenizas en armario en palillo de sentimientos afligidos de alardes con corbata. hospitales ambulantes donde no es necesario

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

el termómetro que regule la necesidad DE acudir al baño tomarse un vino acicalarse con crema de hortalizas en todo caso DE no percatarnos que ese pijama azul es más cruel que un calmante innecesario en un cuerpo que sólo pretende despertarse a pesar de tener los ojos abiertos

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

LLA DEE DU UEE NNOO OOFFEENND A QQU DA UD AD En esa vendimia intercambio de palabras miradas acorde a la duda duda que nunca ofende temerosos nos extraviamos para hallarnos nuevamente en el laberinto de nuestra memoria.

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Adolfo Marchena

D UNN EESSCCLLA AVVOO MOO U A CCOOM ANNZZA DA De la vida necesidades que nos dictan del patrimonio de sudores las vértebras quebradas ante el asesinato de un ladrillo que golpea la tablilla de la mano que un juez dictamina sentencia tras horas de frenética insistencia danza como un esclavo eunuco parásito durante el resto de tu vida.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

A DIIJJEER ROONN UEE D UEELLLLOOSS QQU AQQU Todo está muerto pièces de clavecín Couperin descalzo la pantomima hoja que acecha mirada que provoca mientras torpe escribes como cagas no no es malo pero alguien se equivoca.

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Adolfo Marchena

EELL PPOOEETTA DOO DIID A VVEENND Despertarse en calzoncillos para ponerse calcetines perfumados camisa de cris谩lida pantalones de b煤falo salir con la cabeza agachada temeroso vacilante la mentira que ofrece el poeta camino de una oficina donde su editor le dice vamos bien tienes talento escribe lo mismo Y regresa a casa papel en blanco lo mismo lo mismo lo mismo.

500000 ejemplares vendidos

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Adolfo Marchena

siempre a los mismos los mismos los mismos Y a la ma帽ana siguiente sucede lo mismo.

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Adolfo Marchena

LLA DEELL OOSSOO AD ULLA ÁBBU A FFÁ Regresaba del invierno de la altitud donde los hombres descienden sobre ordenadores por la ladera de una montaña momificada hombres y mujeres con un casco de aceituna o una nuez nunca en la garganta y el oso atento contempla aquel subir y bajar bajar y subir siempre al punto de partida banderas azules donde todos olvidaban su memoria para adentrarse

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Adolfo Marchena

en la memoria del oso oculto burl谩ndose del tiempo.

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Adolfo Marchena

YY FFU DIIJJEER ROONN DOO D ANND UA UEE CCU Os daremos una ración de latas y en su interior encontraréis la duda o puede ser que al abrirla halléis sardinas en aceite petróleo derramado sepulcros perdidos amor inconstante o un átomo de silencio necesario en la búsqueda de la memoria fue cuando dijeron abrid la caja de Pandora tal vez no encontréis nada o se derramen vuestras frentes en alcantarillas camufladas.

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Adolfo Marchena

PPR DEESSIIEER RTTOO A EENN EELL D DEE TTOOR MEENNTTA RM AGGIIOO D REESSA No menos cierto que sacudir una alfombra y arrojar el polvo los alacranes que anidaron ante tanto abandono Y no disimular como fragata sin palo mayor que somos la fuente de una memoria que presagia tormentas en la hora de cerrar los ojos Y es as铆 como se llega al desierto donde un atardecer

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Adolfo Marchena

adormecido secunda la huelga de tu misterio de tu 煤ltimo segundo en equilibrio.

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Adolfo Marchena

EENNTTOONNCCEESS VVIINNOO LLA A RA ABBR ALLA A PPA Tiempos de cólera alguien lo dijo tiempos que tememos cuando miramos relojes sin saber qué hacer decir durmiéndonos en la memoria pensar que el blanco es sólo un color o ausencia de colores sobre el que imprimen las banderas que arruinan asesinas perpetuas que consignan las guerras para darse cuenta de que cerrar los ojos es necesario cuando pretendes la constancia de un camino

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Adolfo Marchena

o ese racimo de tuercas programadas y es entonces en la soledad de tus laureles cuando reclamas pertenencias cuando llega la palabra.

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Adolfo Marchena

M A HA A SSOOSSPPEECCH DEESS LLA UNND MEE IINNFFU No tú el otro no yo la causa me infundes sospechas de límites muertos o ilimitados límites todavía recomponiéndose se rompe la ola y atraviesa la arena me infundes la sospecha en tu búsqueda de soportes cuando tienes apalabrada una estación camino de holocaustos que nos arrancará la piel de la memoria en campos de exterminio.

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Adolfo Marchena

EENN EELL M HOOM UEE EENNCCOOGGEESS EELL H MOOM MEENNTTOO EENN QQU ROO MBBR De disfraces sin carnavales te ves dispuesto a cometer el atraco de las almas pretendes alianzas las negras togas de jueces que se masturban frente a niñas de aquellos que precisamente controlan nuestros créditos de vida y de muerte en el momento preciso en que tu boca debe abrirse aún más que un buzón te encoges de hombros y camuflas un viejo gorro para no ser reconocido archivando en

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Adolfo Marchena

una memoria que atraca esos bancos de almas indefensas.

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Adolfo Marchena

A MII PPEENNSSA MIIEENNTTOO AM RÉÉ M AR RA AR ROOJJA RR AR Tras la reconstrucción de la memoria arrojaré mi pensamiento no a la mar a los acantilados a los abismos no arrojaré mi pensamiento ante aquello que humilla, como colilla apagada como serpiente sin veneno no consentir el desatino de un cocido requemado arrojaré mi pensamiento a las dudas de tu gloria.

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Adolfo Marchena

LLU DEE CCA REEJJOO ANNGGR ASS D UNNA Apenas apreciamos sin mirar o mirando siempre al mismo punto de geografías limitadas por señales saber que los pianos poseen teclas que la noche esconde cangrejos aguardando la soledad de los callejones y la lujuria supone una catarsis y el enroque se precisa momentos en que olvidas que tuviste por un instante efímero la oportunidad para aferrarte a los sentidos y no desterrar esa memoria que transmite el transcurrir de los siglos dejando en las páginas

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Adolfo Marchena

vencedores y vencidos.

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Adolfo Marchena

YY M DIIJJEER MEE D ROONN Rimbaud me dijo tómate esta absenta Bukowski no pienses en nada búscate una mujer que temple diariamente Corso ni te escondas bajo almohadas o chancletas desgastadas Federico no mueras en una cuneta Miller espera a que te paguen el café Ezra tenías razón yo también la tuve y fueron diciendo uno tras otro,

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Adolfo Marchena

en grado de tentativa no disuasoria al menos queda una brizna de memoria aprovecha de pie lo que otros dijeron de espaldas.

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Adolfo Marchena

NNOO QQU A RA UIISSIIEER Olvidar que un día resistí todas las tempestades y las iras de unas piernas cuyas chinchetas sobresalían de las rodillas y la locura se fue apoderando de las sombras que los hombres mordieron con sus dientes formando canteras de vacío no quisiera esa dentadura postiza de los impostores y sí un poema al que no se le caigan los versos.

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Adolfo Marchena

EELL PPR ANNTTEE RA RR R EER ROOFFEESSOOR Pizarras ensambladas por brazos de sartenes sostenidas por brazos de envejecidas viudas tras una guerra de palabras hasta llegar al insulto premeditado al insulto innecesario el profesor errante desterrado en confusa mirada a un horizonte de escamas plateadas como bragas de mujeres que desayunan champ谩n caviar langosta tila y caramelos de oro errante por haber escrito en la pizarra herida que a煤n reposan en las

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Adolfo Marchena

azoteas los libros quemados en una inquisici贸n que todav铆a perdura.

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Adolfo Marchena

SSEER DEE SSOOM A RA MBBR AD RTTEEZZA Á CCOOR RÁ De un porvenir de acicaladas muchachas buscando la plenitud de de un sol en la distancia opaca plexo solar de una maravilla aún por encontrar bañándose en un río sin pirañas desnudas de cintura para arriba conde dejaron las prendas sobre una corteza de la sombra donde habita la memoria desterrada.

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Adolfo Marchena

A A DA UEED ÚSSQQU DEE PPIIEELLEESS EENN BBÚ DOO D AD ALLTTA ASSFFA Sales y miras a ambos lados de una calle donde arrojaron octavillas impresas en negro y rojo palabras logotipos la sociedad corriendo sin descanso los buques anclados anclados en las avenidas y una macedonia de hormigón formando bloques cuyas manos encallecidas sufrieron de fiebre como el temblor a no llegar a la estación antes de tiempo después de una búsqueda de pieles asfaltadas de fantasmas

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

que arrastró e l su e ñ o buscas la manera de no contaminarte pero el buzón siempre repleto de peticiones absurdas y facturas para las piscinas de aquellos que nos dieron su palabra y luego nos quitaron no sólo la memoria también la chaqueta del invierno, la almohada y el colchón donde reposan nuestros sueños y lo intentaron también lo intentaron arrancarnos incluso las pesadillas el insomnio y el derecho a rellenar un cuestionario reclamando la memoria.

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Adolfo Marchena

H MIILLLLEER R EENN SSIILLEENNCCIIOO ABBLLEE CCOONN M HA De los trópicos buscamos Cáncer Capricornio y un Coloso de Marusi hablé con Miller la tarde en que llovía y nos sentamos en la mesa de un viejo café donde pedimos aguardiente dijimos que nada era verdad que la verdad consistía en evidenciar la carencia de una realidad usurpada pero en términos comunes dijo más parece que todo se va al traste que el sexo huele a nevera vacía que la selva es el mejor lugar

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

para establecerse y llegamos a la conclusi贸n tras un buen trago de absenta ya sin lluvia que saldr铆amos sin pagar a coger nuestras bicicletas para lanzarnos cuesta abajo en las carreteras de la memoria.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

FFA DEELL PPA DOO AD ASSA ASS D MA ASSM ANNTTA Quien no esconde fantasmas no sabe que existe un pasado donde tal vez asesinaste la huella de un cadáver donde depositaste sobre la mesilla un paquete de tabaco y la prohibición las prohibiciones hacia todo aquello que nos conduce hacia un pensamiento que se aleja de los códigos civiles penales laborales marionetas cuyas cuerdas pueden cortarse con sólo decir córtame el pelo y tiñe la masacre de una hipocresía camuflada en estamentos lacerantes.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

NNOO EENN U REEBBEELLD A DEE R DIIA ACCTTOO D UNN A O tal vez en un acto de rebeldía según los ojos de las cucarachas según la mente de los borrachos no un acto de rebeldía un decir soy capaz DE mantener la idea que nace en la placenta y esculpir frases en ocasiones rebuscadas pero nada más perenne que tu propia rebeldía.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

TTA KII WSSK KOOW UK HA ABBLLÉÉ CCOONN BBU MBBIIÉÉNN H AM Pero qué coño de película es esta no se parece a mí nadie se parece a nadie habría que dormir en demasiadas pensiones sucias para saber que es preferible escapar por la ventana y con razón te dije sabías lo del hueco en la tierra ya sabes para que la cadera no sufra cuando duermes en los parques.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

U ALLU DEE A MIINNIIOO UM AD MIINNÚ A GGOOTTA ULLA ÚSSCCU AM UNNA Llega un vendaval y se lleva toda la ropa colgada y las pinzas caen como granizo llega la última gota de aluminio minúscula como el cerebro de tanto militante de partidos cuyas siglas formarían un torpe abecedario pero somos inocentes como masías quemadas somos tan tontos que miramos atrás sin acordarnos de la memoria y miramos adelante suponiendo que vendrá una vestal vestida con un body ligueros y un látigo de cuero.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

D DIIR RE ECCTTA AM ME EN NTTE EA AB BIIE ER RTTO O Nos tocan los braulios por no decir los cojones o el co帽o OHHHH si as铆 comienza un poema mal ha de concluir en el momento en que no dices lo que piensas es que sencillamente no piensas nada y si esto no es un poema lo arrojaremos a la basura pero todo puede cambiar de repente tal que en otro registro oh amor que linda eres directamente abierto LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

o indirectamente cerrado de conciencia OHHHH sabes lo que es el amor el odio la constancia la lucha o simplemente guardar silencio y si esto no es un poema no m谩s pasar de p谩gina.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

A RIIOO AR AM DEE A R EESS NNEECCEESSA MOOR ALLGGOO D Ante tantos adoquines levantados ante la mirada desconfiada de un agente uniformado con piel de dinosaurio ante tanta frecuencia diaria al desencanto segundo a segundo de periódicos muertes suicidios es necesario algo de amor y deposito las garras de mi confianza en tu vértice en tu vientre y quiero engendrar mi último poema en tu útero y quiero que me digas aún siendo mentira que hemos reconstruido la memoria y el amor se hace necesario.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

SSIIM REECCU UNN R DOO RD UEER MEENNTTEE U MPPLLEEM Noche cerrada una larga mesa de madera el intento de encender la hoguera la madera h煤meda y el humo que asfixia ante el soplido llegas con un peri贸dico atrasado y ascienden las llamas como almas como un geiser en la cadera que agradece una mano y la mano agradece cuando dices el fuego en ocasiones hace la carne.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

CCOONN LLA RA A EENN EELL BBOOLLSSIILLLLOO ABBIIA AR Cuando te robaron las pompas de jabón los niños de las guarderías la paciencia en intento de búsqueda de una persona que no balbuceé o siempre repita la misma utopía cuando te robaron la caja donde guardas tu papel de fumar el chicle mascado el viejo sillón donde te sentabas a leer por las tardes o la hoja de afeitar descubres la rabia en tu bolsillo la rabia que contienes pero que te hace más fuerte y ya lo dijo Nietzsche con otras palabras claro no es lícito el plagio como autores que salen

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

indemnes de parodias po茅ticas buscando nuevas formas de expresi贸n como quien se implanta silicona o se alarga el pene.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

NNOO TTOOD DEESSA REE ASSTTR DOO EESS D Hay dos maneras de mirar las cosas izquierda derecha alfa omega lleno vacío preferible mirar horizontes de acuarios sin delfines buscar un principio y darle continuidad para que omega no nos resulte motivo de ingreso en el frenopático y llenar el plato la copa el vaso de esa memoria que fue presente de ese presente que será futuro pero estamos acá y no todo es desastre si bien es necesario parpadear de vez en cuando para ver que no todo

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

es perfecto pero ser铆a posible si la torpeza quebrase y la idiotez formase s贸lo parte de una cadena de montaje.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

SSIIR A CCA ALLLLOOSS ABBA ANN A UEENNA ASS SSU REENNA En la tensa espera el asfalto regado por nenúfares suenan sirenas a lo lejos una ambulancia un líquido que llega al brazo una manta cubriendo el trazado de las uñas cerca quedan edificios nobles y llegan a caballo para reunirse y conjugar un verbo quienes intentan quitar letras para que cada vez hablemos menos.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

M DEEFFOOR DOO AD MA RM RSSEE D ALL EESSPPEEJJOO YY VVEER RSSEE A AR RA MIIR Despertarse a destiempo los relojes varados las ojeras amparando una silenciosa armonía de reflejos que esperan la llegada de tu rostro y el espejo inquieto impaciente rezando a los cristales y es cuando tu rostro que sigue siendo el mismo se ve deformado y la sensación te derrota las arterías buscas las cremas no son válidas y te percatas de que ese espejo tantas mañanas conserva todas las imágenes de tu memoria.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

BBU UEESS RQQU AR ASS EENN LLOOSS PPA USSCCOO CCOOLLIILLLLA Ya la gran multinacional despidió a sus empleados y fueron buscando en los talleres en los bares en oficinas que miraban con descaro fueron buscando un sustento un aliento simplemente de hallazgo y no de incertidumbre pero fueron muchos los que se alojaron en portales y yo me limité a buscar colillas en los parques mañana me dije obtendré alguna recompensa.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

EENN EELL VVIIEENNTTR A DEE LLA ALLLLEENNA A BBA REE D Quién dijo que aquello era necesario romper todos los escaparates de la imaginación para dejarnos en una feria donde la noria no giraba donde la noria se detenía en lo más alto y allí en aquel minúsculo vagón pasabas el resto de tu vida dentro del vientre de una ballena por temor a no descender por el entresijo de los hierros esa estructura que te hizo cárcel.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

EENN LLOOSS PPA A RA DR ANND UNNA MA AM DEE U ALLA A SSA ASSOOSS D En un camino embarrado los pies hinchados el hambre que nunca se adormece camino de una cima desconocida sigues los pasos de una salamandra amarillenta buscando una caba帽a que no sabes ya fue derruida pero siempre queda la persecuci贸n de una causa aunque tengas que seguir los pasos de esa balandra.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

A A MEE EESSCCR RIIBBÍÍA MU UEE M R QQU UJJEER AM UEELLLLA AQQU Una carta sin remite cada dos o tres días de una mujer que me escribía que me decía: amor compasión felicidad y mucho sexo descarriado ternura ohhhhh siempre ohhhhh y que me laves las bragas mientras tomo una infusión endulzada con tu esperma hubiera estado bien alguna de sus propuestas aunque no hubiese sabido cual escoger de tener que haber escogido.

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Adolfo Marchena

EELL H REECCH MOOSS AM AZZA HA HU UEE R R QQU MOOR UM Y no comprendo que la vida la existencia desequilibre la balanza y el humor pierda peso una buena carcajada los músculos relajándose decir cualquier tontería más allá del raciocinio la abuela de 200 años que comienza la carrera de derecho desde pronto el abuelo de 200 años bailando tangos sobre la barandilla de un puente en Manhattan desde pronto el bebé que se tira un pedo e incendia

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Adolfo Marchena

la casa y la madre que cambiaba pa帽ales se queda sin pelo chamuscada como churro en sucio aceite hirviendo desde pronto darse cuenta de que todo reside en nuestros diminutos cerebros en comparaci贸n con las hormigas desde pronto acabar este poema antes de que se me escape la memoria o me entre una gran carcajada.

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Adolfo Marchena

EELL VVA A RA DEE LLA ABBR ALLA A PPA ACCÍÍOO D Te quejas sin dolor sin que te obliguen y no sabes que las ratas también tienen fe tengo la excomunión llamándome a la puerta y te quejas sin argumentos y en las terapias una tras otra cristiana, musulmana, hinduista, sufista sigue el vacío de tu palabra cuando simplemente pretendes decir te quiero a tu amada o esto no quiero al torturador que mete tu cabeza en un sucio retrete.

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Adolfo Marchena

LLA A UNNA MIILLLLA DEE U A SSEEM ACCIIÓÓNN D ROOLLOONNGGA A PPR Se supone que en las cárceles duermen los presos también en las calles se supone que en los laboratorios los químicos juegan con ácidos y fórmulas H dos O que en el circo actúan los payasos pero un payaso puede dormir en la cárcel en la calle y no actuar con esa horrible nariz que asusta a los niños.

Preferible plantar la semilla de centeno o de trigo y observar cómo crece y al menos da

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Adolfo Marchena

algo no s贸lo H dos O porque lo 煤nico que le importa es que no la pisen.

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Adolfo Marchena

TTEE D MIINNTTIIEER ASS RA MEE M DIIJJEE QQU UEE NNOO M El ascensor es demasiado pequeño para que entremos los dos incluso la cama se hizo pequeña y todas las noches me caía aunque tal vez fueras tú quien quien me empujase de golpe me despertaba y renunciaba a subir de nuevo al colchón caliente me quedaba en la alfombra pensando en las mentiras que destrozan humillan y era más gozoso sentir el tacto de la alfombra que el aliento de tu traición.

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Adolfo Marchena

LLA REEVVU A ANND UEELLTTA MA AR DA RA AR AM Quien preparó esa ensalada le añadió demasiado vinagre hubiese preferido una herida en el costado alineada con sal así que me comí una patata cruda mire por la ventana y me tumbé no había demasiado por hacer y después de veinte poemas puse un poco de música no recuerdo creo que algo de blues de un músico callejero que que me recordó a Bob Dylan. la cuestión es que me percaté de que la mar andaba revuelta como si sus olas quisieran decirnos algo no agradable

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Adolfo Marchena

para nuestros oídos sólo estamos acostumbrados a escuchar las plegarias del buen samaritano que lee salmos y pone la mano no precisamente en un afán de saludo.

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Adolfo Marchena

TTU H ANN GGOOGGH ROO VVA DR AD UA ABBEELLLLOO CCU U CCA De vez en cuando es conveniente hablar de amor si bien más cerca de la intimidad de tu cabello Van Gogh tantas veces pintado por mis pinceles desgastados un Van Gogh que a través de los colores quiso cambiar el rumbo tambaleante de la sociedad iluso y salvarse a sí mismo de su propia locura de sus miedos pero acabó sin oreja pegándose un tiro allá por 1890 en su memoria Gauguin cuando pasó las navidades junto a él en Arlés y yo espero

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

las navidades y no perder la oreja para ver escuchar y volver a pintar tu cabello Van Gogh y si es preciso arrastrarme hacia Arl茅s, Paris Okina, Sebastopol y comerme las uvas de golpe junto a tu cabello Van Gogh.

LLaa rreeccoonnssttrruuccccii贸贸nn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

LLA MEEM A RIIA DEE LLA MOOR AM REECCOONNSSTTR UCCCCIIÓÓNN D RU AR Lenta como tortura que asciende por escaleras de caracol lenta como lombriz que traza minúsculas galerías así es la reconstrucción de la memoria prevalece el recuerdo de una barra donde transcurrían las horas con un libro de poetas franceses y Eluard recordaba a Gala y Dalí miraba a Gala mientras se la mamaba a un querubín en ocasiones la escritura de un poema el comienzo de una novela desde una mesa en la altura

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

te hacía olvidar que no era necesario dormir apenas un par de horas eran suficientes para continuar e n p ie cuando uno retorna trae consigo La memoria tal vez desordenada trae consigna del dolor que trata De anular tu buen aliento. se hace precisa la reconstrucción de la memoria llegado un punto yodo en silencio las luces apagadas las botellas en sus estantes los vehículos aparcados en hilera las persianas bajadas las hojas en leve movimiento

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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Adolfo Marchena

llegado ese punto te quitabas de encima los cánceres de la vida y como en un renacer la memoria te decía: llegó el momento de no perderse en ti mismo en otro que no fuera el otro en otro que no fueras tú así fue, con la sencillez de un verso que no requiere de artificios que todo concluyó para empezar de nuevo tras la reconstrucción de la memoria.

LLaa rreeccoonnssttrruucccciióónn ddee llaa m meem moorriiaa

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INDICE Era hora de volver

7

No llames a mi puerta

8

La noche del silencio

9

Sombra de viento

10

Y pienso qué y digo qué

11

Recostado junto al vidrio

13

Y aprendí de la miseria

15

Compartamos el hacha de guerra

16

Campos de clavos y amapolas

17

El sentido de las algas

18

No sólo con decir

19

Paraje de escombreras

20

La duda que no ofende

22

Danza como un esclavo

23

Aquellos que dijeron

24

El poeta vendido

25

La fábula del oso

27

Y fue cuando dijeron

29

Presagio de tormenta en el desierto

30

Entonces vino la palabra

32

Me infundes la sospecha

34

En el momento en que encoges el hombro

35

Arrojaré mi pensamiento

37

Lunas de cangrejo

38

Y me dijeron

40

No quisiera

42

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El profesor errante

43

Será corteza de sombra

45

Asfaltado de pieles en búsqueda

46

Hablé con Miller en silencio

48

Fantasmas del pasado

50

No en un acto de rebeldía

51

También hablé con Burowski

52

Una minúscula gota de aluminio

53

Directamente abierto

54

Algo de amor es necesario

56

Simplemente un recuerdo

57

Con la rabia en el bolsillo

58

No todo es desastre

60

Sirenas suenan a caballos

62

Mirarse al espejo y verse deformado

63

Busco colillas en los parques

64

En el vientre de la ballena

65

En los pasos de una salamandra

66

Aquella mujer que me escribía

67

El humor que rechazamos

68

El vacío de la palabra

70

La prolongación de una semilla

71

Te dije que no me mintieras

73

La mar anda revuelta

74

Tu cabello cuadro Van Gogh

76

La reconstrucción de la memoria

78

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A Addoollffoo M Maarrcchheennaa ((V Viittoorriiaa,, 11996677)) SSuu pprroonnttaa iinnccuurrssiióónn eenn eell ccaam mppoo eeddiittoorriiaall llee lllleevvaa eenn 11998844 aall ccoonnsseejjoo ddee rreeddaacccciióónn ddee llaa rreevviissttaa P Poorrttaaddaa,, yyaa eexxttiinnttaa.. C Cooddiirreeccttoorr ddee llaa rreevviissttaa

A Am miillaam miiaa dduurraannttee ttrreess aaññooss,, ffuunnddaa yy ddiirriiggee eennttrree llooss aaññooss 11999966 yy 11999977 llaa rreevviissttaa FFaaccttoorruum m,, bbaajjoo eell aauussppiicciioo ddee llaa EEddiittoorriiaall BBaassssaarraaii;; aassiim miissm moo,, ssee eennccuueennttrraa eennttrree llooss ffuunnddaaddoorreess ddee ddiicchhaa eeddiittoorriiaall,, ddiirriiggiiddaa ppoorr K Keeppaa M Muurruuaa,, qquuee aabbaannddoonnaa eenn 11999977,, ddeessppuuééss ddee ccoollaabboorraarr ccoom moo sseelleeccttoorr ddee oobbrraass ((ppooeessííaa yy nnoovveellaa)),, ttrraass ssuu m maarrcchhaa aa P Pllaasseenncciiaa,, cciiuuddaadd eenn llaa qquuee rreessiiddee hhaassttaa 11999999 yy ddiirriiggee pprrooggrraam maass rraaddiiooffóónniiccooss,, ccoom moo T Tooccaannddoo eell V Viieennttoo ((R Raaddiioo P Pllaasseenncciiaa C Ceennttrroo)) yy P Peelleeaannddoo aa llaa

C Coonnttrraa ((SSEER RP Pllaasseenncciiaa)) H Haa ppuubblliiccaaddoo ppooeessííaa,, rreellaattooss yy eennssaayyooss eenn nnuum meerroossaass rreevviissttaass ddee nnuueessttrroo ppaaííss ((T Tuurriiaa,, LLooss C Cuuaaddeerrnnooss ddeell M Maatteem mááttiiccoo,, R Riioo A Arrggaa,, FFiicccciioonneess,, eettcc)) yy ttaam mbbiiéénn ddeell eexxttrraannjjeerroo.. H Haa ccoooorrddiinnaaddoo ddiivveerrssaass aauullaass ddee eessccrriittuurraa ccrreeaattiivvaa,, ccoom moo llaass ddeell P Prrooyyeeccttoo H Hoom mbbrree,, ppaarraa qquuiieenneess ddiisseeññaa ssuu rreevviissttaa,, PPaassoo aa PPaassoo.. SSuu ppooeessííaa hhaa ssiiddoo ttrraadduucciiddaa aall aalleem máánn,, aall ffrraannccééss yy aall áárraabbee.. H Haa ccoollaabboorraaddoo eenn nnuum meerroossooss ccoonnggrreessooss ccoom moo ppoonneennttee,, oorrggaanniizzaannddoo aaccttiivviiddaaddeess ppaarraa nniiññooss yy ppaarrttiicciippaannddoo eenn rreecciittaalleess ppooééttiiccooss.. E Enn eell 22000022 ssee rreettiirraa tteem mppoorraallm meennttee ddee llaa aaccttiivviiddaadd ppaarraa ddeeddiiccaarrssee ddee lllleennoo aa ssuu pprrooppiiaa ccrreeaacciióónn,, ssii bbiieenn rreeggrreessaa ttrreess aaññooss ddeessppuuééss ddee nnuueevvoo ppaarraa ppuubblliiccaarr eenn oottrraass rreevviissttaass iim mpprreessaass ccoom moo LLaa BBoottiiccaa,, E Essccrriibbiirr yy PPuubblliiccaarr,, oo ddiiggiittaalleess,, ccoom moo E Ell PPaaííss LLiitteerraarriioo,, A Atteerrrriizzaajjeess ddee PPaappeell,, M Maaddrriittaall,,

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