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Artículo: IAZ-MC HERMILO SUÁREZ DOMÍNGUEZ
Estrategias para enfrentar la sequía. Novena Parte Prepararse para otra temporada de escasez alimentaria.
NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2020 Investigador del Departamento de Zootecnia - Universidad Autónoma Chapingo// hermilosuarez@hotmail.com
Otra vez estamos en enero. El año 2020 se quedó atrás. La pandemia del COVID-19 todavía está aquí pero tenemos que mirar hacia adelante y enfrentar lo que sigue porque dicen que el campo no se detiene. Y la ganadería tampoco. Un recuento breve a los aconteceres del año pasado mostraría opiniones diversas pues 2020 fue un año bueno para las exportaciones mexicanas de carne y ganado, pero alguien dirá que el precio del ganado no fue bueno y que la sequía no tiene clemencia. Pero así es el devenir en este negocio: aprovechar las oportunidades, protegerse de las amenazas y aprender de cada experiencia para mejor los resultados. Otra vez con enero se inicia un nuevo año para todos, con nuevos planes y otras ilusiones (así lo escribí hace 12 meses en esta columna). Y me gustaría decir que para los productores ganaderos este mes ya no marcará el principio de la rutina que se repitió año tras año (y por algunas décadas) respecto a cómo enfrentar los efectos de la sequía, pero me temo que en muchos ranchos la vida sigue igual y que las tareas de esta temporada de escasez de alimentación serán otra vez como las anteriores, la una copia de la otra, porque otra vez se gastarán recursos que son escasos para sostener el ganado en los potreros y esperar que pronto se inicie la siguiente temporada de lluvias. Así que otra vez se dirá que la ganadería es mal negocio, que los ranchos están quebrados y que el gobierno no apoya.
Claro, en materia de ganadería hay situaciones que no pueden cambiarse, como es el caso de la infaltable temporada de sequía y escasez de alimentación para el ganado. Pero todavía pueden aplicarse sugerencias de cambio para reducir los daños.
Para esta fecha el forraje de los potreros está maduro o seco, el aporte nutricional cada vez es más bajo e insuficiente para cubrir las necesidades de mantenimiento del ganado. Así que tiene que proporcionarse alimentación suplementaria para los animales. El inconveniente es que el ganado puede consumir todo el fondo financiero que se haya preparado para atender esa necesidad de los animales.
Efectivamente: el productor ganadero sabe que no hay dinero que alcance para mantener animales que no producen. Por tanto, las inversiones que se apliquen de aquí a junio tienen que pensarse bien para que sean rentables.
Qué todavía puede hacerse para evitar daños de la sequía
Para esta fecha las vacas de cría tienen que clasificarse en dos categorías: gestantes o vacías. Las vacas gestantes se apartan y se envían a potreros que tienen abundante pasto (seco y maduro, pero con eso es suficiente). Y las vacas vacías entrarán a un empadre de emergencia para ver cuántas pueden preñarse; de lo contrario se prepararán para venta (aunque el precio se malo) antes de que pierdan peso corporal y la venta se realice en un escenario peor. Si fuera posible las vacas vacías se acondicionarán en corral para mejorar su condición corporal y venderlas a mejor precio. Por tanto, una estrategia para evitar gastos que se van a pérdida consiste en extraer a los vientres que no pudieron preñarse a pesar del último intento. Con esa medida de control del inventario se reducirá la carga de ganado para los potreros en la próxima temporada de lluvias, así que los potreros producirán más pasturas y hacia el final de esa temporada habrá mayores excedentes de forraje, en un círculo virtuoso para la ganadería que también protege a los potreros. Ni modo: ganado que no produce es ganado que debe venderse. Y todo eso tiene que planearse en este mes de enero para concluirlo en febrero y aprender qué mas podrá hacerse en 12 meses para establecer mejores escenarios para la ganadería. Además, para esta fecha los becerros de destete que no se seleccionaron como reemplazos del pie de cría ya se habrán vendido o estarán en fase de alimentación para agregarles valor y venderlos a mejor precio; por tanto para este mes de enero aparte de las vacas sólo quedarán los reemplazos jóvenes, las vaquillas que están en desarrollo y las vaquillas gestantes. Por tanto, a estos animales tiene que ofrecerse alimentación suplementaria para favorecer su desarrollo adecuado, prepararlos como los próximos vientres y evitarse demoras de crecimiento que ocasionan reproducción tardía y dificultades al parto. Así que las inversiones en este ganado deben formar parte de las prioridades de manejo. En último lugar: los toros sementales. Estos animales deben prepararse para el empadre de emergencia y después enviarlos a un periodo de descanso en el cual recibirán alimentación de mantenimiento (para gastar poco pero cuidarlos bien). Respecto a los recursos alimentarios y las estrategias se sugiere revisar el número 3 de esta columna porque el propósito de apoyar al ganado consiste en realizar siempre inversiones de rentabilidad.