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Opinión: Alberto Banuet
Y la ganadería se va al sureste
Alberto Banuet A. Agricultor y Ganadero. contacto@auroragmedia.com
Solía pensar que para tener utilidades en la ganadería se requerían 5 cosas: fertilidad, salud, adaptabilidad, longevidad y aceptación en el mercado.
Y la ganadería se va al sureste o al menos debería.
Vivimos tiempos complicados y difíciles de descifrar, líneas arriba digo que antes solo se requería fertilidad, salud, adaptabilidad, longevidad y aceptación en nuestros hatos para que la ganadería fuera un negocio del que pudiéramos vivir, ahora hay que agregar muchas otras cosas, cambios en el clima, seguridad, conocimiento de los mercados, información confiable, estrategias de mercadeo y un largo etcétera que hace que la ganadería ya no sea tan simple.
Los cambios en el clima, particularmente los de la Niña al Niño y hablo de clima de no de trastornos mentales, nos ha puesto en una situación difícil, los patrones de la lluvia han cambiado y solo hay que ver como está el norte del país que ha tenido una sequía severa y al parecer, desafortunadamente, seguirá en los próximos años según las predicciones de los organismos internacionales.
Desde hace tiempo, la ONU ha venido diciendo que la producción de carne ovina y bovina del mundo se va a concentrar en los trópicos, especialmente en México, Centro América y algunas partes de Brasil y parecería que tienen razón. Por eso la sugerencia es que, los que puedan hacerlo, busquen rápidamente un sitio seguro, en el sureste del país, para hacer ganadería.
Pero, no solo cambia el clima, los patrones de consumo también están cambiando y no nos estamos preparando a la velocidad que debiéramos para satisfacer al mercado, lo cual complica la subsistencia del negocio.
Cambian las costumbres, cambia la educación, se viralizan contenidos de diversos temas, nos sacuden las modas y ahora no sabemos como defendernos de una cosa que se llama “influencer“ que en resumidas cuentas es una persona que escribe cualquier cantidad de cosas, no siempre acertadas y que es leída y lo peor, creída por miles de personas sin criterio propio pero que son consumidores y dan por hecho que lo que publica este nuevo ente social, es correcto y guían su vida tal y como se los dice la publicación, Instagram o blog y ahora en X.
Doy ejemplos.
Carnívoros, nuevas definiciones y estadísticas:
Como en cualquier negocio, es importante conocer a tu clientela, qué piensa, por qué actúa como lo hace, por qué compra esos cortes, por qué deja de comprar.
Un reciente estudio indica que dependiendo de la edad, educación y condición social los hábitos de consumo varían, cosa que no es novedosa, pero, lo que sí es nuevo es la clasificación.
14% de los consumidores toman decisiones por lo que leen en internet, muchos solo leen a los multicitados influencers.
24% de los consumidores buscan animales que hayan sido criados adecuadamente, se hayan sacrificado humanamente, solo engordados a pasto y sin antibióticos, porque así lo sugieren los influencers.
17% no tiene tiempo para sentarse a disfrutar su carne, la consumen de prisa, son influenciables al ver un anuncio o una receta y no dudan comer una hamburguesa vegana en un restaurant de comida rápida.
23% de ellos son carnívoros declarados, no les importa manejar distancias largas con tal de conseguir los cortes que desean, disfrutan cocinarla y el 96% de este grupo sostiene que toda su familia es carnívora y el 85% de ellos dicen no poder imaginarse dejar de comer carne…… estos son los nuestros, no hay influencer que los haga cambiar de opinión.
22% está conformado por lo que se llama, paladar clásico, no les gusta inventar, se apegan a los cortes que les gustan y no hay nada que les haga variar de idea sobre qué comprar cuando están frente al congelador de la carnicería, aunque el 55% de ellos dicen que la carne está cara.
Por otro lado, de los que comen carne, el 50% dice que les gustaría que su carne viniera de ranchos con programas de sustentabilidad, aunque no tengan idea de lo que eso significa, pero se los contó su influencer de cabecera, el 32% de ellos dice que los argumentos sobre la carne dañando al medio ambiente son desproporcionados y no lo creen y al 18% restante todo les tiene sin cuidado y confían en que todo está bien.
Parecería haberme desviado de la idea original, pero el breviario fue solo para brindarle a usted información de como está la cosa, ejemplificar lo que nos está pasando en varios planos empezando por la forma en que producimos y siguiendo con la manera en la que vendemos que es en donde muchos claudicamos.
La ganadería esta trepada en un sube y baja, hay buenos precios internacionales que no se reflejan en la cartera del productor nacional, los inventarios de los Estados Unidos están severamente a la baja mientras el precio va al alza y sus clientes se multiplican, SENASICA es nuestro más grande obstáculo para circular y vender en nuestro país mientras que los ganaderos de registro están “entorados” y produciendo cada vez mejor mientras el ganadero comercial no quiere pagar más de 40 mil pesos por un buen reproductor entre muchas otras cosas y con todo y todo, la yunta sigue andando.