2 minute read

Fuego de Dragón

FUEGO DE DRAGÓN. LAURA VILLALUENGA

Todo comenzó con un sueño del que solo me acuerdo de un pequeño fragmento, pero fue lo suficiente para quedarse clavado en mi corazón y en mi mente: “Estaba subida en un gran dragón blanco, vestida con una armadura. Otros se unieron a mí. Estábamos en alerta, ya que estábamos en plena

Advertisement

guerra. Al no saber con quién nos estábamos enfrentando, por un momento perdí las esperanzas de poder vencer. En ese instante miré mi muñeca, solo necesité un momento para darme cuenta de que por algo mi dragón me eligió a mí entre miles de personas”.

Es todo lo que recuerdo. Sin embargo, no será hasta días después, en otro sueño, cuando decidí escribir. “Aparecieron dos personas, a las que hoy en día las sigo queriendo mucho, aunque ya no estén conmigo, en el que me enseñaron un libro en blanco”. Aunque tardé varios días en darme cuenta de lo que podría significar. Con el tiempo, esto se convirtió en el gran reto para mí, un reto que me costaría mucho realizar, por ser una persona como otras muchas que tienen dislexia. En ese largo tiempo no supe si sería capaz de hacerlo, sin embargo, algo me animó a no rendirme, así pues, en mi tiempo libre, estuviera donde estuviera, escribía. Al principio nadie sabía lo que estaba haciendo hasta que me hicieron la pregunta. «¿Por qué estás tanto tiempo escribiendo?». A todo aquel que preguntaba le contestaba que estaba escribiendo un libro. La mayoría se sorprendía y decían frases que desanimaban a cualquiera: «¡Estás locaaa...!, déjate de tonterías», o «Anda, anda. Deja de hacer tonterías y ponte a hacer cosas que tengan provecho».

Por frases como estas me tiraba semanas sin escribir, pero cuando volvía a pensar en las razones que hicieron comenzar esto, con el refuerzo de cosas misteriosas como a través de los sueños o de alguna manera física, como el olor fuerte a colonia de hombre o el del tabaco, volvía con más fuerzas. Con el paso del tiempo algunas de esas personas siguen pensando lo mismo, pero otras han cambiado, ya que me han visto día a día escribir y escribir. Hoy estas personas me animan a seguir, pero una destaca por encima de todas las demás, ahora esa persona alardea, contenta, con los compañeros de trabajo. Para mí lo más importante es ver y sentir el apoyo de las personas que me quieren, porque son un pilar importante en la vida de uno mismo. Y espero que esto me siga dando fuerzas para seguir en este loco camino de ser escritora.

Laura Villaluenga Rodríguez.

This article is from: