Rocafort a Machado

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1936 1938

Antonio Machado Diseño y cordinación editorial: Tomás Gorria (gorria@mac.com) Edita: Comite organizador Año Machadiano en Rocafort: Republicanos de Rocafort, AAVV Antonio Machado de Rocafort, Grup Esportiu I Recreatiu de Rocafort, y Asociación Cultural La Pedrera, de Rocafort. www.machadoenrocafort.com Imprime: Imprenta Provincial. Diputación de Valencia. Depósito Legal: Rocafort, Febrero de 2010


ROCAFORT A MACHADO


Índice 3 5 7 11 29 49 53

Prólogo Saluda del Alcalde Introducción: Antonio Machado en Rocafort I Premio de Poesia Antonio Machado en Rocafort Paneles exposición, Antonio Machado, un poeta en Rocafort Los Machado vuelven a Rocafort Álbum fotográfico. Imágenes del Año Machadiano


PRÓLOGO Antonio Machado vivió en Rocafort desde noviembre de 1936 hasta marzo de 1938, coincidiendo con la capitalidad de Valencia de la II República. Durante su estancia en Villa Amparo desarrolló una importante labor literaria y cívica, colaborando en diversas publicaciones y en los actos culturales organizados por el Gobierno republicano. Sin embargo, a pesar de la indiscutible importancia de la figura del poeta y exceptuando algunos actos de homenaje organizados por el Ayuntamiento de Valencia y la desaparecida Asociación Cultural de Rocafort en la celebración de los cincuenta años, nunca se ha organizado en Rocafort ningún evento acorde con la relevancia del poeta. Por ello, diversas organizaciones cívicas y culturales de Rocafort han querido recordar a la opinión pública valenciana y española la estancia del poeta en Rocafort, organizando una serie de actos durante un año (de febrero de 2009 a febrero de 2010) en la propia localidad que lo acogió durante aquellas fechas. Esta publicación quiere ser algo así como la memoria de las actividades que se han desarrollado durante 2009 y 2010 en nuestro pueblo, que comenzó el 22 de febrero con el primer acto de homenaje celebrado el setenta aniversario de la muerte del poeta, el homenaje a la familia Machado, con la emotiva presencia de Leonor Machado (7 de marzo), la inauguración de la exposición y el documental Antonio Machado, un poeta en Rocafort, y que finalizará el próximo 22 de febrero con el homenaje que Rocafort brindará en forma de certamen coral, con la participación de diversas las asociaciones culturales y cívicas de Rocafort: Republicanos de Rocafort, AAVV Antonio Machado de Rocafort, Grup Esportiu i Recreatiu de Rocafort, y Asociación Cultural La Pedrera, de Rocafort

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Saluda del Alcalde de Rocafort La edición de una publicación literaria es siempre motivo de gozo, y más para quienes hemos apostado por la cultura, como forma de relación entre los ciudadanos y ciudadanas de un pueblo. En un proyecto de este tipo normalmente intervienen muchas personas, que directa o indirectamente aportan información y apoyo. En la mayoría de los casos, cuando se quiere nombrar a todos los que intervienen de una u otra manera, la lista resulta muy larga y siempre hay omisiones imperdonables. Por esta razón prefiero no personalizar y hacer extensivo mi agradecimiento a todos y cada uno de los que han inspirado y ayudado a la creación de esta obra. Con esta publicación se ha pretendido abarcar y plasmar todas las actividades organizadas en Rocafort con motivo del “Año Machadiano”. Evento que pretendía homenajear a un personaje, D. Antonio Machado, que fue vecino de nuestro pueblo. Asimismo reivindicamos un pequeño hueco en la historia de la poesía contemporánea de España. En nombre del Ajuntament de Rocafort, y en el mío propio, doy las gracias a todos los que han colaborado en cada una de las actividades organizadas en memoria del poeta y dramaturgo Antonio Machado Ruiz, representante emblemático de la Generación del 98; asociaciones, vecinos, trabajadores del Ajuntament de Rocafort y al concejal José Antonio González López, que con su colaboración ha logrado un muy buen entendimiento entre las diferentes asociaciones colaboradoras y el Ajuntament. Especial agradecimiento, también, al Comité Organizador del Año Machadiano en Rocafort, integrado por: Republicanos de Rocafort, Grup Esportiu i Recreatiu de Rocafort, A.VV. Antonio Machado y Asociación Cultural La Pedrera. Gracias a todos vosotros, ha sido posible esta publicación. Sebastian Bosch Ponce Alcalde Presidente

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Antonio Machado en la terraza de Villa Amparo, probablemente en 1937.

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Antonio Machado en Rocafort finales de noviembre de 1936, la situación de Madrid era extremadamente delicada. Rafael Alberti y León Felipe convencieron a Machado de que era más seguro viajar a Valencia. A pesar de que en un principio, el poeta se negó, la perspectiva de una mayor seguridad para su familia hizo que aceptara. El Quinto Regimiento organizó una comitiva para trasladar a una comisión de intelectuales y científicos a Valencia, sede del gobierno republicano. E L 26 de noviembre, hace ahora setenta años, y tras un azaroso trayecto, la caravana llegaba a Valencia. La familia Machado se instaló, como el resto de la comitiva, en la Casa de la Cultura, en la calle de la Paz. Pero los problemas de salud del poeta recomendaron un cambio de aires. Las autoridades republicanas dispusieron entonces que su destino fuera Rocafort, un tranquilo pueblo, a veinte minutos en tren des de la Estacioneta, en el que se encontraba Villa Amparo, un chalet burgués de estilo neoclásico, con amplios jardines de limoneros, palmeras y buganvillas, junto a la huerta y la acequia de Montcada. «Desde los miradores se abarcaba la maravillosa huerta valenciana, labrada con ese amor que los valencianos ponen sobre sus campos», escribirá años mas tarde José Machado, en el libro Ultimas soledades de Antonio Machado. Los biógrafos del poeta coinciden en que la época de Rocafort fue el período más tranquilo de la última etapa de su vida, además de protagonizar una feraz actividad literaria. Escribió colaboraciones periodísticas (Abc, La Vanguardia), poemas (recopilados en el libro La Guerra, editado por Espasa Calpe en 1937), artículos de más calado ensayístico (colaboraciones de Juan de Mairena para Hora de España) o encargos más o menos urgentes para las combativas publicaciones de la época.

«En el amplio comedor —escribe su hermano José— se quedaba todas las noches ante su mesa de trabajo y, como de costumbre, rodeado de libros. Metido en su gabán desafiaba el frío escribiendo hasta las primeras horas del amanecer, en que abría el gran ventanal para ver la salida del sol o, en otras ocasiones, y a pesar de estar cada día menos ágil, subía a lo alto de la torre para verlo despertar allá lejos, sobre el horizonte del mar». En realidad, el poeta sevillano estaba prácticamente recluido en la finca. Tan sólo cogía el trenet para comprar libros en las librerías de viejo del barrio del Mercado o en ocasiones excepcionales, como las que requería su condición de Presidente de la Casa de la Cultura o las ponencias del Congreso de Intelectuales. Su acto publico más destacado fue su presencia en un mitin del Primero de Mayo de las Juventudes Socialistas, con un discurso en en el que paradójicamente se declaró no marxista. VISITAS ILUSTRES. Sin embargo, las visitas a Villa Amparo de los intelectuales que residían o visitaban Valencia eran constantes. Por los jardines de membrillos y limoneros pasearon personajes de la talla de Tristan Tzara, León Felipe, Rafael Alberti, Octavio Paz, José Bergamín, Vicente Gaos, María Zambrano, Juan Gil Albert, o Ramón Gaya (muchos de ellos miembros de la redacción de Hora de España), que han dejado en sus obras las reseñas de sus encuentros con el poeta, pero muy probablemente también los miembros del gobierno republicano (según Gibson, Negrín le ofreció a Machado la cartera de Cultura, que rechazó) que también pernoctaban en las lujosas mansiones de la burguesía valenciana de Godella y Rocafort, que la República requisó para sus autoridades. En marzo de 1938, Antonio Machado recibe un telegrama en el que se le conmina a que abandone Valencia y vaya a Barcelona, 9


nueva sede del Gobierno. Tras una estancia de unos meses en la Ciudad Condal, en la inhóspita Torre Castanyer, inicia el penoso camino del exilio, acompañado, entre otros, por el rector de la Universidad de Valencia, José Puche. Semanas mas tarde, el 22 de febrero de 1939, Machado morirá en Colliure. En lo que se refiere a las referencias bibliográficas que reflejen la estancia del poeta en Valencia y Rocafort podemos destacar la edición en 1984, de Valencia a Machado, un libro de gran formato editado por la Generalitat Valenciana, en el que se recoge la mayoría de la producción literaria del poeta durante su estancia en nuestra Comunitat. Un bello ejemplar, coordinado por Rafael Pérez Contel y Jesús Huguet, a la manera en la que la imprenta «La Tipograf ía Moderna» editaba los libros de la Valencia republicana, en la que el estilo tipográfico de Manuel Altolaguirre marcó escuela. Más allá de este libro homenaje, hay que rastrear en las diversas biograf ías machadianas (la

muy reciente de Ian Gibson) o en algunas obra aisladas como «Los límites del modernismo», del valenciano Rafael Ferreres, en la que relata cómo le incomodaban las referencias a su querido hermano Manuel, militante de la causa franquista. LOS POETAS HABLAN POCO. Francisca Castellano Gómez (1906 - 1980) trabajó como criada de la familia Báguena (propietaria de la mansión) en Villa Amparo desde principios de la década de los treinta, pero una vez requisada la casa continuó trabajando en ella, al servicio de la familia Machado. Seguramente fue una de las pocas personas de Rocafort que tuvieron trato con la familia del poeta, ya que en aquella época, la finca estaba algo alejada del pequeño núcleo urbano del pueblo, y la familia de los Machado rara vez se acercaba a él. Tras la guerra, ella y su familia trabajaron como caseros en la propiedad. Manuel Marco, hijo de Francisca y vecino de Rocafort, nació en Villa Amparo en 1946, y vivió hasta los 14 años en la casa. Manuel comentó que aunque su madre no le llegó a contar nada relevante sobre aquella época, (no tenían conciencia de la importancia del personaje), sí recordaba una anécdota que su madre le contó a Carmen Clausell, una poetisa francesa que en 1979 recaló en Rocafort para rememorar la estancia del poeta: «Ustedes no hablan casi nada», le comentó Paquita a Don Antonio, quien respondió; «los poetas hablan poco». Tan sólo una placa (instalada en la casa en 1979 por una asociación cultural ya extinta) y la rotulación de una calle de nueva creación próxima a Villa Amparo, recuerdan el paso del poeta por el pueblo, posiblemente el único acontecimiento por el que el nombre de Rocafort es conocido fuera de la Comunitat Valenciana.

Retrato de Antonio Machado. Ramón Gaya, 1937.

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I Premio de Poesia Antonio Machado en Rocafort


El fallo de este premio, constituido durante los actos en recuerdo a la estancia de Antonio Machado en Rocafort fue efectuado en de diciembre de 2010, por el jurado formado por: Pilar Medina, Profesora de Literatura, Antonio Moreno, Escritor, Julia Blázquez, Profesora de Educación Primaria, Emilio Tadeo, Profesor de Educación Secundaria y José Abarca, Profesor de Educación Secundaria.


LA FUENTE Doncellas de agua bailan sin cesar dejándome sentir el murmullo de sus voces al cantar. Contoneando su cuerpo en imposibles figuras, moviendo los brazos entorno a su alma, dejando entrever reflejos de luz difuminados en su cuerpo de transparente contorno de agua danzante. Danzan las doncellas de agua dulce luchando por juntar sus dedos entre sí cogiendo sus manos incoloras y traslúcidas y estar juntas al f ín. Siguen danzando las doncellas de agua combatiendo por conseguir el sueño por el que desean vivir. Se hace de noche y siguen las doncellas bailando sin cesar. Y por un momento en medio de la oscuridad sus dedos se lograron juntar, juntando las almas de las doncellas de agua de azahar. Felicitat dels Desamparats Lluesma Angel (1º Premio Categoría Infantil)

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YO SOY Soy el aire que viaja por el mundo. Soy la nieve que cae en la cima. Soy la luna de una noche oscura. Soy las raíces de un arbor triste. Soy la miel que fabrican las abejas. Soy los pétalos de un clavel marchitado. Soy las pupilas de una noche sin luna. Soy la flor de un naranjo en el campo. Soy un sendero lleno de hojas secas. Soy un pájaro volando por el cielo. Soy las alas de un mar espumoso. Soy el verde de los pinos del bosque. Claudia Elena Calín, 2º Premio Categoría Infantil

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LA AMISTAD Hola amiga mía, ¿cómo te va el día? Ya no me siento triste porque estás en mi camino. Hola amiga mía, ¿cómo te va el día? Un millón de estrellas iluminan nuestros pasos. Hola amiga mía, ¿cómo te va el día? Estaré a tu lado si tienes problemas. Hola amiga mía, ¿cómo te va el día? Maite Andreu Moreno 3º Premio Categoría Infantil.

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MELANCOLÍA Mecida por el suave balanceo de la brisa nocturna de verano cierro los ojos, me elevo, lo veo, lo siento cerca y a la vez lejano. Caen lágrimas saladas del cielo. ¿Será quizás que Dios está llorando porque sabe que lo extraño, que lo anhelo, y me paso los días recordando? Necesito llenar este vacío que dejaron sus besos en mi alma. Olvidar que ya es tarde, que he perdido el color gris de su mirada calma. Gris como las nubes que me aislan del Universo los días de tormenta, nublando las estrellas a mi vista, callando las historias que me cuentan. Quisiera cubrir mi amarga soledad con sólo un roce de su dulce piel. Tatuarme en la memoria la bondad de su sonrisa honesta, tímida, fiel. El viento quiere robarme las palabras. Mis pensamientos se alejan volando, dejándose llevar por los giros del aire. El peso del adiós que no pude regalarte me pesa en la conciencia más que nada. La lluvia me emborrona la tinta mojando parte de mis reflexiones. No llores más desde allí arriba, si es que existes o exististe alguna vez. Déjame seguir soñando con su calidez mientras me dejo el sueño entre rima y rima. No malgastes tus lágrimas esta noche, ni dejes que te afecten mis reproches: he de asumir que no va a volver hasta que Contigo y con él, me lleve la vejez. Estefanía Mónica Jerónimo 1º Premio Categoría Juvenil

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EL MAR Mira hacia el horizonte, ¿lo ves? El mar, color azul, nos incita a mirarlo. Caemos en la tentación, es inevitable. Tan inmenso, tan brillante. La atracción es demasiado fuerte, recojo mi sombrero y mis prendas marineras y voy hacia el mar, con paso decidido y ligero. Mientras, miro como el sol se va acostando, y, en señal de respeto, me voy quitando el sombrero… A mi madre, por el amor que ambas le tenemos al mar. Paula Narrillos Belloso 2º Premio Categoría Juvenil

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SUEÑO Un día soñé, que el pasado era ayer, que los árboles volvían a crecer, que tu mirada no se separaba de mi ser, que la muerte no estaba presente, que había igualdad entre la gente, que podía rozar tus labios eternamente, que creía en princesas otra vez, que por tu sonrisa escribiré, que tu piel podía recorrer, que un día entero te abracé, que aquella noche no te dejé perder, que mi corazón sólo sentía amor en él y que esta poesía servía a alguien de una vez. Podría estar toda la vida sin soñar, porque todos los sueños no se hacen realidad. Eric García Collado, 3º Premio Categoría Juvenil.

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DOS ALMAS DE CIUDAD Coincidimos en el cruce de la gran jungla de asfalto, nuestras luces de néon se fundieron al mirarnos y rompimos los andamios del gran muro de hormigón, en un minuto el estrés pasó a un segundo plano, el tiempo se detuvo y me atrapó entre sus brazos. Pero el autobús llegaba y tenía que marcharme volver a la realidad de este mundo decadente, reciclar mis sentimientos de plástico transparente, recordar las bombillas de su farol encendidas, circular con mi mente por sus largas carreteras, saltándome algún stop y descubrir con mis labios cada rincón de sus calles. Julia Arroyo del Toro, 1º Premio Categoría Adultos.

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RIEROL Un rieron corre dins meu, aigua fresca, jove, neta. El pasta és pasta. La inconsciència s’ha fos, ha pres un altre rumb. Dins meu, la conciencia, el rierol fresc fluint. Flors, aroma de flors omple el meu ventre. Vellut, tacte de vellut, suavitat infantil. Retorno a mi, a la meu esencia, al meu jardí. Marxaren els fantasmes, els postres aliens, els dolors propers. Ara quedo jo i el me cos, i el soroll plaent del rieron que corre lliure dins meu, sense obstacles. Molsa jove, viva, vibrant. Antel de pètals escampat. L’aigua clara, l’aire lliure, el sol ardent, la terra rogent. Torno a ser jo, en mi, dins meu. La calma penetra, no hi ha espai per res mès. El nou paisatge s’ha establert. Sons musicals, sons naturals. L’aigua corrent, dansant, jugant. Bàlsam llargament esperat, per fi ets aquí, ja has arribat. T’honro i m’inclino i el meu ventre somriu, ja tranquil. L’espai s’ha creat i s’estableix en mi. T’honro i m’inclinoàcies, i la meua ànima somriu. Gràcies diu. Carme Pratdesama Orri, 2º Premio Categoría Adultos.

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JARDÍ DE LLIMERES I A Rocafort un home mirava l’horta i els seus camins. Al fons la mar i les seues remors, i a proa la via del trenes, tot un camí de ferro en mig del verd que travessava els camps. Un trenes aplegava a l’estacioneta i un camí estret conduïa al jardí de llimeres que li servia de moradae i l’allnyava del horrors del conflicte fraticida, que ell combatia per mitjà de la paraula. Un home evocava un altre jardí de llimeres en la seua llunyana terra d’Andalusia durant la seua infantesa. Remor d’aigua de séquia i de séquies a tocar de l’hort, entre les canyes… ¡Verdor de fulles tendres al sembrats! “Hora de España”, articles de guerra i versos d’amor a Guiomar.

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II Camí llarg, camí de la seua vida, camíns de la poesia i l’ensenyament, camíns de Sòria i de Baeza, a Sòria havia quedat el seu amor, camps de Castella recorrent, en un camí d’eternitat. Camíns de la vida, camíns, llarg camí llarg… de vegades, el camí pot ser molt llarg, de vegades el camí pot ser molt curt, mai no se sap com serà el nostre camí, és inimaginable. Laberint de camíns. Camíns de somnis, camíns de realitat camíns de bé, camíns de mal, camíns que no saps on van… on et duran. Camíns que t’esperen i al final no trobes res. Camíns que encetes i trobes allò desitjat, anhelat profundament i que recorres ansiós cap a la meta acelerada. Camíns de silenci i camíns de joiosa gatzara. Camíns de justicia, camíns d’amor, camíns de soledad… Camíns… Camíns de somriure i camíns de plor. Camíns d’anar, camíns de tornar, camíns per a viure, camíns per a ser. Hi ha molts camíns a la terra… ¿Quin deu ser el meu? Camíns… camíns… es fa camí en caminar.

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III Un dia de gener va passar la frontera, somnis trencats, mirada trista en deixar arrere la pròpia terra. Versos de ben a dins, versos que expressaven tota una vida en una terra a la cual no tornaria. Passos cap a un lloc no desitjat en mig de l’hivern fred i trist que solcava l’ànima colpint-la i allà quedava per sempre la terra, que no tota la gent, que també passaria aquella trista frontera. Camíns indesitjats, camíns d’incertesa i melancolia. Cotlliure, retrobava la mar, el Mediterrani de València. Un dia de gener es marcava al calendari i s’obrien horizonts ben insegurs. Vint-i-dos de febrer, Cotlliure va veure l’últim sospir. Moria el poeta llum de la terra i quedava en un altre pais. Ens deixava una herència de treball plasmada en els escrits, els versos que marcaven un camí obert, per a seguir fent-lo caminant. I solcava l’ambient tot el seu exemple de vida a favor de la llibertat. I solcava l’ambient una munio de versos en direcció a la seua terra. Vint-i-dos de febrer… Cotlliure… ¡Tot un exemple, tota una vida! Albert Pérez Marco, 3º Premio Categoría Adultos.

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DESEADA Ya llegas. Te avecinas al suelo que pisa mi cuerpo. Vienes sigilosamente, te voy sintiendo. Golpeando las cornisas, pertrechada en tus quehaceres, maldiciendo, recelosa, lentamente, cabalgando en la tiniebla un corcel negro. Fustigando las cubiertas, las fachadas, impulsada por el viento, (tu estandarte), ¡exultante de placer y desenfreno! Ya llegas. desbocada sin remedio, vertiginosamente. Te voy teniendo Los árboles se entregan a tus besos aguardando a que tu lengua los remedie, sus hojas andan locas con tu aroma tan fresco y perfumado que estremece. Ya llegas, perfecta y transparente, liviana como el humo algunas veces, o violenta, desprendida de los cielos de septiembre. Por ti cantan los pájaros. ¡Por ti fluyen los ríos con sus peces! Ya llegas. Estás sobre las tejas cantando tu canción de gotas viejas, jugando por la calle con los coches, saltando por los charcos fluorescentes. Anda, corre, descarada: Liviana entre los lodos de los hombres, vendrás paras enjugar nuestras conciencias y los sucios vertederos colectores. Desgarbada, ¡cómo corres! ¡No te alcanzan ni los rayos ni los hombres que juegan a ser dioses! …Abriré la ventana. ¡No! ¡Mejor la puerta! Ya salgo y te recibo: “Buenas tardes señora, ¡cuánto tiempo!” 24


A buenas horas te presentas con excusas de inclemente estratosfera, que si las nubes andan flojas y el cielo resfriado se marea. O que el niño se ha fugado con la niña y la corriente del golfo anda molesta, ¡mentirosa! ¡Cuéntame algo que crea! Ándeme yo con cuidado de creerme tus historias, más con placer escucharé tus memorias vejestorios. Señora de las ranas y la hierba dama de corazones, caracoles. Duquesa de altos cielos cantaores donde guardan su futuro las naciones. Las arcas de la tierra abren por ti sus pertas, la humanidad su destino y sus historias. Para ti, señora, que ya llegas. Novia eterna de la vida, clara, justa y sin postín, agua pura de la fuente de los sueños, de Lorca, de Machado y de Clarín. Mª José Martí López. Accésit

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VAYA SENSACIÓN DE URGENCIA Los Torpedos y Los Patos van a romper esta noche. El ambiente está vibrando. …………………….. Nadie puede parar, Nacha Pop. Blancos cohetes disparan punk urgente a las puertas de un bar. La persiana metálica se levanta a la hora en punto. Los grupos de chicas y chicos entran y se agolpan en el bar. Mientras el grupo no ahorra en esfuerzos y escupe su amplio repertorio. Fin del concierto. Humo y humedad llenan el ambiente donde blancos cohetes descansan, cansados de ser golpeados, rasgados, recitados, desgarrados, a ritmos de himnos muy urgentes. Hugo Narrillos Roux. Accésit

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LES MANS TACADES DE SANG Mai més aniré al cinema de la vida a que em comten la mateixa pel-lícula de tirs doblegada al castellà Día darrere día, m es a mes i any darrere any, m’avergonyeixen els meus propis gestos, tinc un deute massa gran. És un desequilibri fred i conservador que gela les ànimes i l’espirit dels que sembren l’esfera trencada, incompleta. Quan el silenci molesta i les hores et consumiesen i el tallen com gavinets, prega per la deessa de la balança tan jove, tan bella, tan meravellosa. La Història al cos d’una dona que demana vengança amb les mans tacades de sang. Felipe N. Martínez Accésit

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BOMBOLLES DE SABÓ “… yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón. ” ANTONIO MACHADO Etèries com el núvols, ingravidez del tot, sense pes com la palla, subtils com els rumors. Surant, com fan els suros, lleugeres com el vent, volàtils com el gasos, breus com els pensaments, tan tenues com la boira, com un murmuri lleus… Així són les bombolles, bufogues de sabó que barbotegen sempre en llengües d’altres mons. Francesc Arnau i Chinchilla. Accésit

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Antonio Machado, un poeta en Rocafort


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BIOGRAFÍA Recorrido literario y fotográfico por la vida de Antonio Machado

1875 - 1898

Antonio Machado nace en Sevilla, el 26 de julio, en el seno de una familia de la burguesía media, liberal y progresista. Es el segundo hijo del matrimonio de Antonio Machado y Álvarez y Ana Ruiz Hernández, después de Manuel, nacido en 1874, y a los que siguieron José (1879), Joaquín (1881), Francisco (1884, ya en Madrid) y Cipriana (1885, que murió a la edad de 15 años). Su padre, “Demófilo”, amigo de Joaquín Costa y de Francisco Giner de los Ríos, publicó numerosos estudios sobre el folklore andaluz y gallego. Su abuelo, Antonio Machado Núñez, era médico y profesor de Ciencias Naturales. En 1883, toda la familia se traslada con él. Antonio Machado completa entonces su formación en la célebre Institución Libre de Enseñanza, fundada por Francisco Giner de los Ríos. Machado interrumpe varias veces sus estudios, afectado por los problemas económicos de su familia tras la muerte de su padre por tuberculosis en 1893.

Palacio de las Dueñas.

Fotografía de boda de Antonio Machado y Leonor. Julio de 1909.

1899 - 1918

En 1899, Antonio Machado viaja a París, donde vive su hermano, el poeta Manuel Machado, con quien en lo sucesivo emprenderá una carrera conjunta de autores dramáticos, y trabaja de traductor para la Editorial Garnier. Allí entrará en contacto con, por ejemplo, Oscar Wilde y Pío Baroja y asiste a las clases del filósofo Henri Bergson, que le impresionan profundamente. Vuelve a España y trabaja de actor mientras alcanza el título de bachiller. En 1902 vuelve a París y conoce a Rubén

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Soria a comienzos de siglo.

Darío. De vuelta a Madrid entabla amistad con Juan Ramón Jiménez y publica Soledades (1903). En 1907 publica Soledades, Galerías y otros poemas, una versión ampliada de Soledades, y gana las oposiciones al puesto de catedrático de francés. Elige la vacante del instituto de Soria, donde conoce a Leonor Izquierdo, con la que se casará tres años después; cuando


ella tiene 15 años y él, 34. En 1911 viajará a París al conseguir una beca para ampliar sus estudios. Leonor cae enferma de tuberculosis y muere en 1912, lo que sume a Machado en una gran depresión y éste solicita su traslado a Baeza (Jaén), donde vivirá con su madre, dedicado a la enseñanza y al estudio. En 1912 publica Campos de Castilla, obra en la que el autor se separa de los rasgos modernistas que presentaba su obra Soledades y del intimisimo hacia el que había evolucionado en Soledades, Galerías y otros poemas, acercándose a las inquietudes patrióticas de los autores de la Generación del 98; en efecto, ha mantenido una amplia correspondencia epistolar con Miguel de Unamuno y algunas de sus ideas se reflejan en este libro. En Baeza, en 1917, conoce a Federico García Lorca, con el que entabló gran amistad.

Claustro de profesores del Instituto de Baeza, hacia 1918. Antonio Machado es el tercero por la derecha, sentado.

1919 - 1932

En 1919 se traslada a Segovia, donde encontrará un ambiente cultural más acorde con sus gustos y comenzará a participar en las actividades de la reciente Universidad Popular, que tiene como objetivo la extensión de la cultura a los sectores sociales tradicionalmente más apartados de ella. Así, fue profesor de francés en el Instituto de Segovia. Continuará hasta 1932, cuando se le concede un puesto de profesor en el Instituto Calderón de la Barca, de Madrid. Escribe textos en prosa que luego serán recogidos en los dos apócrifos Juan de Mairena y Abel Martín. Por entonces corteja a una dama casada, Pilar Valderrama, que en los versos de Nuevas canciones (1924), su último libro de poesía, progresivamente ampliado, como los otros, aparece bajo el nombre de Guiomar.

Claustro de profesores del Instituto de Segovia, hacia 1920. Antonio Machado en el círculo blanco.

Reunión de la Academia de la Poesía, en Madrid, 1910. Antonio Machado, de pie, a la derecha (número 27).

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Antonio Machado en el café de las Salesas de Madrid, en diciembre de 1933. (Foto Alfonso)

Homenaje a Antonio Machado en Soria, el 5 de octubre de 1932, con motivo de su nombramiento como hijo adoptivo de la ciudad.

1936 - 1939

Antonio y Manuel Machado, a finales de la década de los 20

Antonio Machado, en su lecho de muerte, cubierto por la bandera republicana.

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Con el estallido de la Guerra Civil Española marcha a Valencia. Vivió en la localidad de Rocafort desde noviembre de 1936 hasta marzo de 1938. En 1937 publica La guerra. Entre 1937 y 1939, Machado publica un total de 26 artículos en La Vanguardia (que en aquella época era el órgano de expresión del gobierno de la República). A finales de enero de 1939, y ante la inminente ocupación de la ciudad, sale de Barcelona. Tras unos primeros días en Raset (Girona), pasa su última noche en España, la del 26 al 27 de enero, en Viladasens. En la tarde del día 28 llega finalmente a Collioure (Francia), en donde muere el día 22 de febrero en el Hotel Bougnol-Quintana. A los tres días, fallece su madre. En el bolsillo de su abrigo se encuentra un último verso: “Estos días azules y este sol de la infancia”.


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la obra La producción literaria en poesía, ensayo y teatro

Poesía

Su obra poética se inicia con Soledades (1903), que fue escrita entre 1899 y 1902. En el breve volumen notamos ya muchos rasgos personales que caracterizarán su lírica posterior. En Soledades, Galerías y otros poemas (octubre de 1907) la voz del poeta se alza con personalidad propia. En este mismo año, se instala en la ciudad de Soria para enseñar francés. En esta ciudad conocerá a la que será su esposa Leonor. Quizá lo más típico de esa personalidad sea el «tono» nostálgico, suavemente melancólico, aun cuando hable de cosas muy reales o de temas muy de la época. En lo fundamental este intimismo nunca desaparece, aunque en la entrega siguiente, Campos de Castilla (1912), Antonio Machado explore nuevos caminos (no en vano, es su libro noventayochista). El libro Nuevas canciones (1924), escrito parcialmente en Baeza, recuerda en alguna de sus partes el tono nostálgico del primer Machado. Hay una presencia de las tierras sorianas, evocadas desde lejos; la hay, también, de la Alta Andalucía, espacio geográfico real y mítico a la vez; continúa, además, en el nuevo libro, la línea sentenciosa (proverbios y cantares) que ya iniciara en Campos de Castilla. Las ediciones de Poesías completas de 1928 y 1933 presentan novedades dignas de ser destacadas. Especialmente, hay que reseñar la aparición de dos importantes apócrifos, Juan de Mairena y Abel Martín —maestro de Mairena—, más un tercero, que lleva el mismo

nombre que el poeta. Son, todos ellos, autores de los poemas añadidos a estas nuevas ediciones. Juan de Mairena es, además, autor de comentarios en prosa: de éste ha de decir Machado algunos años más tarde que es su «yo filosófico». Entre los textos que a dichos personajes se atribuyen destacaremos, por una parte, los de carácter filosófico (filosof ía impregnada de lirismo); por otro lado, unos cuantos poemas eróticos, cuya inspiradora (Pilar de Valderrama en la vida real; Guiomar en la poesía) fue el último gran amor del poeta.

Ensayo

En 1936, ya en vísperas de la Guerra Civil, publica un libro en prosa: Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo. Se trata de una reunión de ensayos que venía publicando en la prensa madrileña a partir de 1934. Este volumen muestra que su autor es uno de los más originales prosistas de nuestro siglo. A través de esas páginas, Machado-Mairena habla sobre la sociedad, la cultura, el arte, la literatura, la política, la filosof ía. Durante la contienda civil marcha con su familia a Valencia. Machado escribió unos pocos textos en verso y muchos en prosa. Algunos —verso y prosa— se recogen en su último libro, La guerra (1937, con ilustraciones de José Machado). Si buena parte de la escritura última debe verse como puramente testimonial, hay —no obstante— ciertos textos de gran calidad literaria. Entre ellos, El crimen fue en Granada.

Teatro

Durante la década del veinte y los primeros años de la década del

treinta, escribe teatro en colaboración con su hermano Manuel. Ambos estrenan en Madrid las siguientes obras: Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel (1926), Don Juan de Maraña (1927), Las adelfas (1928), La Lola se va a los puertos (1929), La prima Fernanda (1931) y La duquesa de Benamejí (1932).

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MACHADO EN ROCAFORT Cronología de la estancia del poeta en Villa Amparo

1936

El día 24 de noviembre tiene lugar la evacuación de intelectuales a Valencia, dispuesta por el Gobierno Republicano y organizada por el V Regimiento. León Felipe y Rafael Alberti convencen a un reticente Antonio Machado de que él y su familia (su madre, sus hermanos José, Francisco, Joaquín y las familias de estos últimos) formen parte de ella. Tras un accidentado trayecto, la expedición llega a Valencia el día 26, instalándose en la Casa de la Cultura. Pocos días después se trasladan a Villa Amparo, cerca del pueblo de Rocafort y próximo a Valencia. A los pocos días de su establecimiento concede una entrevista al periódico Fragua Social, en la que se toma una de las dos imágenes conocidas hasta ahora de Machado en Rocafort.

Antonio Machado (a la izquierda) con su hermano José, la mujer de éste, Matea Monedero, las tres hijas de ambos, Carmen, María y Eulalia, y la madre de los Machado, Ana Ruiz. Madrid, hacia 1933. Todos ellos residieron en Vil.a Amparo (Foto Alfonso).

En noviembre firma la resolución del Secretariado de la Asociación Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura (junto con Rafael Alberti, José Bergamín, Ilya Ehrenburg, André Malraux, etc.). Comida de despedida a los intelectuales evacuados ofrecida por el Quinto Regimiento, Madrid, 24 de noviembre de 1936.

Mapa de carreteras de mediados de los años 30 donde se aprecia el trayecto que emprendió la familia Machado.

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Arriba: reseña del diario La Vanguardia sobre la llegada de Machado a Valencia.

1937

Prosigue la publicación de Juan de Mairena a partir del primer número de la revista Hora de España (enero 1937 - octubre 1938), órgano de los intelectuales republicanos y una de las publicaciones más importantes de los años de guerra (fundada y dirigida en Valencia por Rafael Dieste, Antonio Sánchez Barbudo, e ilustrada por Ramón Gaya). Participa en la Conferencia Nacional de Juventudes Socialistas (12 de enero) en Valencia. En este acto se recogen las únicas imágenes que se conocen grabadas en cine del poeta, tal y como puede verse en la proyección que acompaña esta exposición. En un acto público al aire libre, el 1 de mayo en Valencia, lee su «Discurso a las Juventudes Socialistas Unificadas». En julio interviene en el II Congreso Internacional de Escritores, organizado por la Alianza Internacional de Escritores Antifascistas como demostración de solidaridad de los intelectuales de todo el mundo con la causa de la República (la delegación española

Entrevista y reportaje publicado el 1 de diciembre por el periódico Fragua Social el 19 de diciembre de 1936, pocos días después de que los Machado se instalaran en Villa Amparo. Autor desconocido

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estaba formada por Benavente, Álvarez del Vayo, Ricardo Baeza, Margarita Nelken, María Teresa León, Bergamín, Alberti, Navarro Tomás y León Felipe); Machado lee en el Congreso reunido en Valencia el discurso de clausura, «Sobre la defensa y la difusión de la cultura». Es nombrado presidente del Patronato de la Casa de la Cultura, colaborando en Madrid. Cuadernos de la Casa de la Cultura; colabora además, en este año, en numerosas publicaciones de la guerra: La Voz de España, Ahora, Servicio Español de Información, Ayuda, Nuestra Bandera, Mediodía, Defensa Nacional, Liberación, Nueva Cultura, Nuestro Ejército, Frente Rojo..., además de sus artículos mensuales en Hora de España. Publica su último libro, La guerra (Madrid, Espasa-Calpe), ilustrado por su hermano José.

Imagen de Villa Amparo tal y como la conoció Antonio Machado

1938

Ante el avance de los nacionales, en marzo se traslada a Barcelona. Allí vivirá hasta su exilio hacia Francia, en enero de 1939. En la tarde del día 28 llega finalmente a Collioure (Francia), en donde muere el día 22 de febrero en el Hotel Bougnol-Quintana.

Machado, en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. Salón de sesiones del Ayuntamiento de Valencia, julio de 1937.

Ilustración de Ramón Gaya para uno de los artículos que Machado escribió en Hora de España. Aunque la ilustración no está titulada, es lícito deducir que se trata de un retrato del poeta durante un paseo por la acequia de Montcada, próxima a Villa Amparo.

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Antonio Machado leyó «Homenaje al gran poeta García Lorca» (asesinado en Granada el 19 de agosto), con motivo de la inauguración de la «Tribuna de agitación y propaganda» instalada en medio de la plaza Castelar de Valencia por el Ministerio de Instrucción Pública. El acto tuvo lugar a las 4 de la tarde, en una plaza abarrotada de gente, y con la asistencia del ministro Jesús Hernández, y la intervención de León Felipe.

Antonio Machado en la terraza de Villa Amparo, probablemente en 1937. La ubicación de esta foto fue durante mucho tiempo situada erróneamente en Collioure.

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MACHADO EN ROCAFORT Los poemas que el poeta escribió durante su estancia en Villa Amparo

En 1982, Ernestina de Champourcin cedió la propiedad de estos manuscritos (que pertenecen al poemario Poesías de la Guerra) a la Biblioteca Nacional. Champourcin, conocida como la poetisa del 27, era en 1937 la esposa de Juan José Domenchina, secretario personal de Manuel Azaña. Machado mantuvo amistad y correspondiencia con Domenchina, por lo que es presumible que estos manuscritos (que para los vecinos de Rocafort son de gran valor, pues constituyen la única prueba física y documental de la estancia del poeta en Rocafort) llegaran a las manos de Juan José Domenchina tras la apresurada marcha de la familia Machado a Barcelona. Por su interés reproducimos los textos de los manuscritos reproducidos en el mural:

I De mar a mar entre los dos la guerra, más honda que la mar. En mi parterre, miro a la mar que el horizonte cierra. Tú asomada, Guiomar, a un finisterre, miras hacia otra mar, la mar de España que Camoens cantara, tenebrosa. Acaso a ti mi ausencia te acompaña. A mí me duele tu recuerdo, diosa. La guerra dio al amor el tajo fuerte. Y es la total angustia de la muerte, con la sombra infecunda de la llama y la soñada miel de amor tardío, y la flor imposible de la rama que ha sentido del hacha el corte frío. II Otra vez el ayer. Tras la persiana, música y sol; en el jardín cercano, la fruta de oro; al levantar la mano, el puro azul dormido en la fontana. Mi Sevilla infantil, ¡tan sevillana!, ¡cuál muerde el tiempo tu memoria en vano! ¡Tan nuestra! Aviva tu recuerdo, hermano. No sabemos de quién va a ser mañana. Alguien vendió la piedra de los lares al pesado teutón, al hambre mora, y al ítalo las puertas de los mares. ¡Odio y miedo a la estirpe redentora que muele el fruto de los olivares, y ayuna y labra, y siembra y canta y llora! III Trazó una odiosa mano, España mía, -ancha lira, hacia el mar, entre dos mareszonas de guerra, crestas militares en llano, loma, alcor y serranía. Manes del odio y de la cobardía cortan la leña de tus encinares, pisan la baya de oro en tus lagares, muelen el grano que en tu suelo cría. -Otra vez- ¡otra vez!- oh triste España, cuanto se anega en viento y mar se baña juguete de traición, cuanto se encierra en los templos de Dios mancha el olvido, cuanto acrisola el seno de la tierra se ofrece a la ambición, ¡todo vendido!

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IV Mas tú, varona fuerte, madre santa, sientes tuya la tierra en que se muere, en ella afincas la desnuda planta, y a tu Señor suplicas: ¡Miserere! ¿A dónde irá el felón con su falsía? ¿En qué rincón se esconderá sombrío? Ten piedad del traidor. Paríle un día, se engendró en el amor, es hijo mío. Hijo tuyo es también, Dios de bondades. Cúrale con amargas soledades. Haz que su infamia su castigo sea. Que trepe a un alto pino en la alta cima, y en él, ahorcado, que su crimen vea, y el horror de su crimen lo redima. Amanecer en Valencia (Desde una torre) Estas rachas de marzo, en los desvanes -hacia la mar- del tiempo; la paloma de pluma tornasol, los tulipanes gigantes del jardín, y el sol que asoma, bola de fuego entre dorada bruma, a iluminar la tierra valentina... ¡Hervor de leche y plata, añil y espuma, y velas blancas en la mar latina! Valencia de fecundas primaveras, de floridas almunias y arrozales,

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feliz quiero cantarte, como eras, domando a un ancho río en tus canales, al dios marino con tus albuferas, al centauro de amor con tus rosales La muerte del niño herido Otra vez en la noche... Es el martillo de la fiebre en las sienes bien vendadas del niño. —Madre, ¡el pájaro amarillo! ¡Las mariposas negras y moradas! —Duerme, hijo mío. —Y la manita oprime la madre, junto al lecho. —¡Oh, flor de fuego! ¿Quién ha de helarte, flor de sangre, dime? Hay en la pobre alcoba olor de espliego; Fuera, la oronda luna que blanquea cúpula y torre a la ciudad sombría. Invisible avión moscardonea. —¿Duermes, oh dulce flor de sangre mía? El cristal del balcón repiquetea. —¡Oh, fría, fría, fría, fría, fría! Antonio Machado. Rocafort, 1937


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MACHADO EN ROCAFORT Artículos y ensayos que el poeta escribió durante su estancia en Villa Amparo

En los años de la guerra, especialmente a partir de su traslado a Valencia, Antonio Machado lleva a cabo una actividad ingente, a pesar de su ya avanzada edad y su precario estado de salud. En apenas dos años, 1937-38, publica un total de 102 escritos, casi tantos como en toda su vida hasta entonces. Su firma aparece en más de 50 revistas y periódicos, de los cuales por lo menos en 21 de ellos son colaboraciones directas. En su etapa de Rocafort, destacan especialmente sus artículos mensuales en la revista Hora de España, desde su primer número en enero de

Dos de las colaboraciones que A. Machado escribió para La Vanguardia, mientras residía en Villa Amparo.

1937 hasta el último n.º XXIII, de noviembre de 1938, que ya no llegó a ver la luz. También su colaboración regular en el boletín diario del Servicio Español de Información.

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Colabora asimismo en la lujosa revista Madrid. Cuadernos de la Casa de la Cultura, editada por el Ministerio de Instrucción Pública, así como en muchas de las diversas publicaciones del Socorro Rojo Internacional, especialmen-


Fotografía de boda de Antonio Machado y Leonor. Julio de 1909.

Portada y páginas interiores de “Madrid, Baluarte de nuestra guerra e independencia” del Servicio Español de Información.

te en Ayuda. Semanario de la solidaridad. Todo ello sin contar su colaboración en las diversas publicaciones y folletos editados por el gobierno de la República, en especial el Ministerio de Instrucción Pública. Una cuidada selección de los escritos de la guerra de Antonio Machado, en poesía y prosa, fue recogida en el libro La guerra (Madrid, Espasa-Calpe, 1937), ilustrado con dibujos de su hermano José, en el que aparecen seis láminas con diversos paisajes de Rocafort.

Por otra parte, la actividad cívica de Machado en 1937 durante su estancia en Rocafort fue asimismo notable: presidente del Patronato de la Casa de la Cultura; participación en la Conferencia Nacional de Juventudes organizada por las Juventudes Socialistas Unificadas en enero de 1937, y su posterior “Discurso a las Juventudes Socialistas Unificadas” pronunciado en el local de las JSU el 1 de mayo de 1937 (recogido en La guerra); intervención en el II Congreso Internacional de Escritores para

la Defensa de la Cultura, inaugurado en Valencia el 4 de julio de 1937, donde leyó en la sesión de clausura su famoso discurso “Sobre la defensa y la difusión de la cultura”. Pero especialmente emotiva fue, poco después de su llegada a Valencia, la lectura pública del poema a la muerte de García Lorca, asesinado en Granada el 19 de agosto de 1936. Machado leyó esta poesía —con el título de «Homenaje al gran poeta García Lorca»— el 11 de diciembre de 1936,

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en la plaza de Emilio Castelar de Valencia, que José Bergamín glosa en estas líneas: “Yo he visto subir al poeta, un claro mediodía, a un tingladillo levantado en medio de la plaza más grande de Valencia. Le rodeaba una inmensa muchedumbre. Parecía que subía al cadalso. Mas no ahogaba su voz por eso contrario, habló desde allá arriba con tal fuerza que aquel deje tímido y altivo de su palabra le iba desnudando o, mejor digo, vistiéndola de sangre, por un pensamiento que expresaba los sentimientos en conmoción de todos los pueblos de España”. La estancia de Machado en Rocafort es especialmente fecunda, como cuenta su hermano: “se quedaba todas las noches ante su mesa de trabajo, rodeado de libros. Metido en su gabán desafiaba el frío escribiendo hasta primeras horas del amanecer en que abría el gran ventanal para ver la salida del sol o, en otras ocasiones, y a pesar de estar cada día menos ágil, subir a lo alto de la torre para verlo despertar, allí lejos, sobre el horizonte del mar. En estas largas noches invernales trabajaba, trabajaba sin cesar para atender el sin fin de peticiones que de todas partes le hacían. Trabajaba sin descanso en la Torre de Rocafort durante los quince meses aproximadamente que duró su estancia aquí”.

Portada y paginas interioresdel número 1 de Hora de España. El primer artículo de la publicación es de Antonio Machado, escrito probablemente en Rocafort.

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Reproducción del poemario dedicado a García Lorca, incluido en el libro recopilatorio La guerra, que recoge muchos de los poemas que Antonio Machado escribiera en Villa Amparo, ilustrado con dibujos de su hermano, seis de los cuales son paisajes de Rocafort. Bajo estas líneas puede observarse una copia del original mecanoscrito (probablemente por José Machado) de este mismo poema que sirvió para que Antonio Machado lo leyera el 11 de diciembre de 1936 en la plaza Emilio Castelar de Valencia, en un acto en el que también participó León Felipe. Original cedido por Rafael Solz, en el que también puede apreciarse un detalle de la nota de prensa emitida por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Estos documentos han permanecido inéditos hasta esta exposición.

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visitas ilustres Testimonios de los escritores que visitaron a Machado en Villa Amparo

Antonio Machado estaba prácticamente recluído en Villa Amparo. Tan sólo cogía el trenet para comprar libros en las librerías de viejo del barrio del Mercado. Fiel a su imagen solitaria, en Valencia se refugiaba, como hacía en Madrid en el Cafe Gijón, o en un rincón del Cafe Ideal Room de la calle de la Paz, como recoge el historiador valenciano Joan Chabas. También acudió a Valencia en ocasiones excepcionales, como las que requería su condición de Presidente de la Casa de la Cultura o las ponencias del Congreso de Intelectuales. Sin embargo, las visitas a Villa Amparo de los intelectuales que residían o visitaban Valencia eran constantes. Por los jardines de membrillos y limoneros pasearon personajes de la talla de Tristán Tzara, León Felipe, Rafael Alberti, Octavio Paz, José Bergamín, Vicente Gaos, María Zambrano, Juan Gil Albert, o Ramón Gaya (muchos de ellos miembros de la redacción de Hora de España), que han dejado en sus obras las reseñas de sus encuentros con el poeta, pero muy probablemente también los miembros del gobierno republicano (según Ian Gibson, Negrín le ofreció a Machado la cartera de Cultura, que rechazó) que también pernoctaban en las lujosas mansiones de la burguesía valenciana de Godella y Rocafort, que la República requisó para sus autoridades. Así es muy probable, que el propio Azaña o Largo Caballero visitaran a Machado en Villa Amparo. Pero posiblemente la referencia más ilustrativa de la estancia de Machado en Rocafort es la del escritor alicantino Pascual José Pla y Beltrán: Rocafort, asentado sobre

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Gaya, Gil Albert y Altolaguirre, compañeros en el consejo de redacción de Hora de España.

el declive de un cerro enano, tiende lar­gamente sus pies al cercano mar donde las espumas marinas se confunden con las jaspeadas barcas pescadoras. La tierra fulge verdes rabiosos, amarillos tonantes y acalorados sienas, cruzado de continuo —de día y de noche— por ese rumor fresco que tiene el agua de las acequias. Estos son los pies de Rocafort. (...) En este Rocafort levantino moró Machado algunos meses. Ocupaba un bello chalet en la parte baja del pueblo, con un huerto de jazmines, de rosales y de limoneros. Este paisaje, en el crepúsculo de su edad, le recordaba su niñez en Sevilla. El edificio tenía —o tiene— un mi­rador abierto desde donde podía adivinarse el mar. En aquella pequeña terraza solía recibir Machado a sus visitas. También el gran escritor mexicano y premio Nobel de literatura Octavio Paz también dejo ha dejado testimonio encuentro con Antonio Machado durante la Guerra Civil comparándolo con el escritor americano Robert Frost: De regreso, me acordé de otro solitario, de otro visita. Creo que

a Robert Frost le hubiera gustado conocer a Antonio Machado. Pero, ¿Cómo se hubieran entendido? El español no hablaba inglés y éste no conoce el castellano. No importa, hubieran sonreído. Estoy seguro de que se hubieran hecho amigos inmediatamente”. Me acordé de la casa de Rocafort, en Valencia, del jardín salvaje y descuidado, de la sala y los muebles empolvados. Y Machado, con el cigarro apagado en la boca. El español también era un viejo sabio retirado del mundo y también se sabía reír y también era distraído. Como al norteamericano, le gustaba filosofar, no en los colegios sino al margen. Sabios de pueblo; el americano en su cabaña, el español en su café de provincia. Machado también profesaba horror a lo solemne y tenía la misma gravedad sonriente. Vermont, junio de 1945 Octavio Paz, de “Las peras del Olmo” (Seix Barral) El poeta Rafael Albertí fue junto con León Felipe, asiduo visitante de Villa Amparo, y también habla de su estancia en Villa Amparo: Su poesía y su persona ya habían sido tocadas de aquella ancha herida sin fin que habría de llevarle poco después hasta la muerte. La fe en su pueblo, aunque ya antes la hubo dicho, la escribía entonces a diario, volviendo nuevamente a adquirir su voz aquel latido tan profundo, de su época castellana, ahora más fuerte y dolorosa, pues el agua de su garganta borboteaba con una santa cólera envuelta en sangre. Mas, como siempre, a él, en apariencia, nada se le transparentaba. Estaba más contento, más tranquilo, al lado de su madre, de sus hermanos y aquellos sobrinillos de todas las edades, que lo querían


y bajaban del brazo al jardín dándole así al poeta una tierna apariencia de abuelo. Desde los limoneros y jazmines -¡oh flor y árbol tan puros en su verso!- cercana, aunque invisible, la presencia del mar Mediterráneo, Machado veía contra el cielo cobalto las torres y azoteas de Valencia, bajo el constante moscardoneo de los aviones de guerra. Juan Gil Albert, en su calidad de jefe de redacción de Hora de España, visitaba al poeta en Rocafort para recoger sus colaboraciones en la revista: Rafael Alberti, Jose Bergamín y Manuel Altolaguirre. Valencia, 1938

Octavio Paz, en una imagen inédita de su ficha del Congreso Internacional de escritores.

Max Aub, que cita en “Campos de Almendros” sus visitas a Villa Amparo.

Maria Zambrano, la única mujer perteneciente a la redacción de Hora de España.

Manuel Azaña, presidente de la República.

* Las páginas precedentes (de la 29 a la 47) son una versión para esta publicación de los paneles de la exposición Antonio Machado, un poeta en Rocafort, que se expuso en la Casa de la Cultura de Rocafort durante el mes de noviembre de 2009. Diseño y comisariado: Tomás Gorria. (gorria@mac.com) Paneles en www.machadoenrocafort.com

La casa de Machado, cercada de verja y ligeramente desnivelada hacia el poniente, era un naranjal. A él se abrían las puertas sobre unos cuantos peldaños que servían como de peana a la construcción, cuadrada, y con zócalo de azulejos, que ayudaban a dar al conjunto, con las copas esmeraldinas de los naranjos, tupidas y bajas, árbol no para la sombra, para el decorado, y dos o tres palmeras de jardín que curvaban sus altos cuellos sobre un confín calmoso, esa resonancia moruna incrustada en los flancos de la latinidad. Machado me pareció, en medio de la incuria de las habitaciones, alguien que está de paso sobre un mundo removido. Más viejo de lo que, seguramente era. Y descuidado, el cuello sin abotonar, los cordones de los zapatos a medio anudar, el belfo caído: entrecanoso. (...) En una ocasión, sentados en sillones de mimbre, con el comienzo, enfrente de un ocaso violeta, y sintiendo bajo nuestros pies el contacto de esos grumos de tierra característicos de los naranjales entrecavados, me habló de Valencia y de la finura de su luz, que según el, no había sido captado en toda su sutileza. Como si se hubiera prestado más atención a la abundancia que a la calidad, quiso decir. Juan Gil Albert. Obra completa en prosa, tomo 2. Memorabilia. pp 317-321

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Los Machado vuelven a Rocafort


Leonor Machado recuerda emocionada la disposici贸n de la familia Machado en el comedor de Villa Amparo.

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A

llí se sentaba la abuela Ana. A su derecha el tío Antonio, el tío Pepe y su mujer, mis padres y el tío Joaquín y la tía Carmen….” De este modo relataba Leonor Machado la disposición en la mesa familiar del comedor de la segunda planta de Villa Amparo. Leonor, que volvía a aquella estancia setenta y dos años después, cuando convivió con su tío Antonio quince meses en esta residencia de Rocafort también recordaba que en aquella habitación su tío les impartía clases de francés, “para que no estuviésemos en barbecho”. También se animó a abrir una puerta: “Tras esta puerta estaba el mirador donde comíamos las seis primas”. Allí estaba, efectivamente, tras franquear una puerta cerrada durante mucho tiempo, se descubre un mirador abierto al jardín y a la huerta, junto a la terraza en la que según Gil Albert, departía con el poeta sobre sus colaboraciones para Hora de España. Regreso a Valencia. Una informal comitiva de recepción (formada por representantes de las asociaciones de Rocafort que están organizando el Año Machadiano y quien firma estas líneas) enseguida reconoció a la sobrina (también ahijada) y a la sobrina-nieta del poeta. En los rasgos de Leonor se reconoce el rostro del poeta sevillano. El origen y el destino de ambos viajes coinciden, pero la llegada de las representantes de la familia Machado a Valencia fue bien distinta de aquella de noviembre del 36, que Leonor recuerda muy bien. En aquella ocasión, era tan sólo una pizpereta muchacha de 12 años, que vivía aquella experiencia con sus cinco primas como una especie de aventura. “La correa de transmisión de aquel autobús no aguantó el puerto de Contreras”. Antonio y su madre pudieron llegar a Valencia en un coche particular, el resto de la expedición llegó casi al caer la noche. Allí, en la Casa de la Cultura, en el reconvertido hotel del 42 la calle de la Paz les esperaban en un ambiente un tanto caótico, acomodo de decenas de refugiados de Madrid. En el mismo hotel que les acogerá a Mercedes y a Leonor (ahora es un confortable hotel de cuatro estrellas) durante su breve estancia en Valencia y Rocafort.

Están en Valencia invitadas por diversas asociaciones cívicas y culturales de Rocafort, que, con el apoyo del Ayuntamiento de la localidad, han diseñado un programa de actos (empezó el pasado 22 de febrero, en el setenta aniversario de la muerte del poeta en Colliure) en el contexto de un año de eventos con el fin de situar definitivamente a Rocafort en el mapa del universo machadiano; recitales, concursos de poesía, actuaciones musicales se han programado hasta febrero de 2010, que culminará con una exposición itinerante sobre la estancia de uno de los mayores poetas en lengua castellana en un pequeño pueblo de l’Horta de Valencia. Era el turno del homenaje que el pueblo de Rocafort quiso ofrecer a la familia Machado, personificado en Leonor. Memoria y emoción. “Benicalap, Empalme, Burjassot, BurjassotGodella, Godella, Rocafort…” Leonor recordaba perfectamente la secuencia de las estaciones de aquel trenet “casi de juguete” que la llevaba en veinte minutos de la estacioneta de Pont de Fusta hasta Villa Amparo, casi aneja a la estación de Rocafort. Setenta y dos años después, recorrió el mismo trayecto, en la linea 1 de metrovalencia, rememorando las sensaciones que tras salir del casco urbano ofrece el paisaje de la huerta, entre Godella y Rocafort, tal y como lo expresó su tío Antonio en una entrevista a Plá y Beltrán: “Es como un poco de paraíso, sobre la huerta flamean todos los verdes, todos los amarillos, todos los rojos, el agua roja de esas venas surca graciosamente y abastece el cuerpo de esta tierra”. Un texto, que aparece ahora reflejado en un mural realizado el pasado 22 de febrero muy cerca de Villa Amparo, sobre la acequia de Montcada. En su casa de la calle Buenavista de Rocafort le esperaba nerviosa Amparo Ferrando, una de las amigas de Leonor durante su estancia en Villa Amparo. Juntas recordaron como se acercaban cada tarde a la estación a acompañar a las muchachas que esperaban que la saca de correos que traía el trenet, les trajera carta de sus novios en el frente “en el bando republicano”, remarca Amparo, verdaderamente feliz de reencontrarse con Leonor, quien también emocionada, agradecía a los organizadores del acto esta posibilidad 51


de reencuentro con sus recuerdos de Villa Amparo. Más tarde llegó el momento de los actos programados, uno de los eventos sociales más intensos de los últimos años en Rocafort. En la casa de la Cultura esperaban a Leonor y Mercedes, ahora acompañados de Amparo, el alcalde Sebastián Bosch, quien recordó el compromiso de su corporación con los actos programados durante este año. Francisco Ruiz, presidente de Republicanos de Rocafort, una de las asociaciones organizadoras del evento, pronunció unas de las más emocionadas palabras, recordando que en este acto no sólo se homenajeaba a Machado, sino al espíritu de justicia y libertad de aquella República que también moría en Colliure, en febrero de 1939. Antes de la comida, pudimos recorrer con Leonor y Mercedes los jardines y las estancias de Villa Amparo, saboreando las noticias inéditas que nos brindaba. “Mi tío dormía y trabajaba en esta habitación, que daba al balcón donde aparece en la famosa foto con el pie equivocado”; “en este porche jugábamos con María Teresa León, que acompañaba a León Felipe y a Rafael Alberti, cuando venían a visitar a mi tío, ella me llamaba la niña de los ojos grises”. También nos relato una de las anécdotas que ha conformado la memoria familiar de los Machado. “Un día, se suscitó en la casa un inmenso revuelo formado por una gallina suelta. Mi tío, estaba muy preocupado por los destrozos que pudiera ocasionar en la casa (era consciente que vivía en una casa expropiada), pero al final, tras el alboroto y la captura del animal, se propuso que al día siguiente la gallina sirviera para un sustancioso caldo. Jamás, respondió el poeta, no merece tal castigo. Y nos quedamos sin caldo”. Pero uno de los momentos más emotivos, fue cuando acompañamos a Mercedes, sobrina de Leonor, a lo alto de la torre a la que el poeta, según palabras de Leonor, subía muy a menudo al amanecer para meditar. Mercedes se asomó a una de las desvencijadas ventanas y pudo observar un paisaje similar (setenta años y un urbanismo agresivo mas tarde) al que contemplara el poeta, y le inspirara aquellos versos que dedicara a Valencia, la de las finas torres y fecundas primaveras. (Amanecer en Valencia. Desde una torre) 52

Leonor Machado y su sobrina Mercedes en el balcon de Villa Amparo. Detrás se encontraba el dormitorio de Antonio Machado.

Villa Amparo es ahora un restaurante, especializado en bodas y eventos sociales. La casa está adecuada a esa función y de las antiguas habitaciones queda un leve recuerdo. Una reforma posterior a la estancia de los Machado también ha transformado significativamente la estancia. No quedan muebles que testimonien el paso del poeta. Aun así, pasear con Leonor (que a pesar de sus ochenta y cuatro años posee una vitalidad desbordante) por aquellas habitaciones donde viviera Antonio Machado fue una experiencia inolvidable, un favor mutuo. Tomás Gorria


El aĂąo Machadiano [imĂĄgenes]


22 de febrero de 2009

Im谩genes de la realizaci贸n del mural en el paseo de la acequia, el primer acto del acto machadiano.

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Lectura de poemas en Villa Amparo

Actuaci贸n del Coro de Vinalesa.

Presentaci贸n del A帽o Machadiano

Corona de flores en la calle Antonio Machado

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7 de marzo de 2009

Mercedes y Leonor camino de Rocafort, en el trenet. A la derecha, en el mismo hotel de la calle de la Paz donde llegaron en 1936, como recuerda la placa.

Leonor con Amparo, rememorando sus recuerdos del Rocafort de 1936, cuando los Machado residian en Villa Amparo.

Leonor Machado saluda a los miembros del Comite Organizador del A単o Machadiano. Debajo, un momento de la comida en Villa Amparo.

Sebastian Bosch, alcalde de Rocafort, recibe a Leonor Machado, en la casa de la Cultura

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Sobre estas lĂ­neas, un momento del homenaje. A la izquierda, Leonor y Mercedes con las autoras del mural del paseo de la acequia. Debajo, en la puerta de Villa Amparo.

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14 de noviembre de 2009

Im谩genes de la exposici贸n: Antonio Machado, un poeta en Rocafort. A la derecha, lectura de uno de los poemas premiados en la I Edici贸n del Premio de Poesia Antonio Machado en Rocafort

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Este libro se acabó de imprimir en la imprenta Provincial de la Diputación de Valencia, el día 12 de febrero de 2010, diez días antes de conmemorarse el 71 aniversario de la muerte del poeta Antonio Machado, que vivió entre noviembre de 1936 y abril de 1938 en la localidad valenciana de Rocafort. Compuesto en los tipos Warnock (Robert Slimbach, 2000) y Akzidenz Grotesk (Günter Gerhard Lange, 1896)


1936 1938

Antonio Machado


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