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Mis amigos, los Waoranis
fotografía: Manuel Avilés
Por: Manuel Avilés
Instagram: @manuelavilesec
Para mí, los Waoranis siempre estuvieron rodeados de una especie de leyenda. De que eran gente muy agresiva, poco civilizada entre otras cosas, y más aún, cuando en el año 87, Monseñor Labaka muere junto a la religiosa Inés Arango a manos de al clan Waorani de Tagae, ahí nace la leyenda de los temidos Tagaeri Tenía yo 12 años en ese momento
Pero para entender a “Los Aucas” como se los conocía antes, hay que conocer un poco su historia Esta nacionalidad indígena fue la última en ser contactada en el país en los años 60 y junto a la explotación petrolera, empieza su inclusión obligada a la sociedad occidental, hasta ese momento, y como lo leí en el libro que el mismo Labaka escribió, “Estaban como cuando salieron de la mano de Dios” Esa frase la leí cuando fui a fotografiar a los wao por primera vez hace 20 años
Y obviamente con algo de temor por todo lo descrito al principio.
Pero me encontré con gente muy hospitalaria y alegre Iba a la comunidad de Tigüino en Orellana cuando el bus en el que viajaba decide parar en una tienda junto a un puente a media hora del sitio, iba a fotografiar niños Wao para mi primera exposición fotográfica
Cuando bajé, estaba Karoe, el primer Waorani que veía, le pedí tomar una foto y accedió sonriendo Al rato aparece Cahuiya, otro wao que masticaba el español y muy curioso me empieza a interrogar, recuerdo que era muy alegre, y al decirle que venía a tomar fotos, me invita a su casa en Ñoneno, ni lo dudé, iba por el día a Tigüino y terminé quedándome 3 días en la pequeña comunidad de Ñoneno, así nace una relación con los wao que perdura hasta el día de hoy