Revista Desenfocada

N.º 2 (noviembre, 2021)

(Des)enfocada «Estoy callada, pero no ausente» (Carmen Ollé)

Mariana Libertad Rocío Del Águila

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(Des)Enfocada © 2021, La Dictadura Ediciones © 2021, Izabo Ganoza Luyo, Nathanael Peralta Luis, Williams Daniel Paredes Paredes, Alison Cardenas Caballero, Eduardo Saldaña, Karina Valcárcel, Tilsa Otta Vildoso, July Solís, Mariana Libertad, Rocío del Aguilá Gracey, Patricia Saldaña Vilchez, Daniela Montalván Chavez, Anguie Yovera Valencia, Dayanna Diaz Melendez.

Editado por: La Dictadura Ediciones revistadesemfocada@gmail.com Dirección editorial: Daniela Montalván Subdirección editorial: Patricia Saldaña Directora comercial: Izabo Ganoza Edición y corrección de estilo: Anguie Yovera y Daniela Montalván Diagramación y correción ortotipográfica: Dayanna Díaz y Alison Cardenas Primera edición: octubre de 2021 Segunda edición: noviembre de 2021

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Carta editorial

L

desde sus logros hasta sus obstáculos, y, por supuesto, haciendo énfasis en su gran aporte a la cultura.

a revista (Des)Enfocada tiene el agrado de presentar su segundo número gracias al esfuerzo de nuestro equipo y a la gran acogida de nuestros lectores.

En un contexto de carencia educacional y emocional, creemos que sensibilizar a la sociedad a través del arte es una solución a la problemática, por lo que apoyamos y fomentamos el arte y la reflexión, por lo que nos alegra que el primer número haya alcanzado un público consciente y, sobre todo, que ama y respeta al arte.

Nuestro objetivo se mantiene en dar el merecido reconocimiento a esa dedicación y enfocar a todas aquellas mujeres del arte peruano que en su momento estuvieron desenfocadas.

La Dictadura Ediciones

En esta nueva publicación continuaremos dando los alcances que consideramos pertinentes para la difusión del arte hecho por mujeres en el Perú, así como también, un análisis de la transición de dicho arte a lo largo de nuestra historia,

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Tabla de contenido Artículos de investigación

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¿Literatura menor? La crítica literaria peruana y sus sesgos hacia la poesía de la disidencia sexual escrita por mujeres en los años 90 Nathanael Peralta Luis

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Escritoras (des)Enfocadas: Una muestra peruana de la segunda mitad del siglo 20.

Williams Daniel Paredes Paredes

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La relación tormentosa de madre e hijos en (Ella) (2012) de Jennifer Thorndike Alison Cardenas Caballero

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Los monstruos que soñamos de noche tantas veces o el trazo inflamable de Montserrat Álvarez Eduardo Saldaña

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La representación del cuerpo en la narrativa de Claudia Salazar Jiménez Izabo Ganoza Luyo “Tea for two en la inmensidad del silencio”: Análisis sobre Monsieur Monod no sabe cantar de Blanca Varela Patricia Saldaña Vilchez 4

Entrevistas

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43

Mariana Libertad: “Las mujeres nos leemos entre nosotras” Anguie Yovera y Dayanna Diaz Rocío del Aguilá Gracey: “La identidad se ve marcada por no seguir el estereotipo de mujer” Izabo Ganoza y Patricia Saldaña

Creación literaria

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Karina Valcárcel

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Tilsa Otta Vildoso

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July Solís

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Anguie Yovera Valencia

67

Izabo Ganoza Luyo

69

Daya Diaz Melendez

71

Dian Night

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Reseñas

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A la mitad de todos los caminos selección de Roció del Águila Gracey Dayanna Diaz Melendez

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Kauneus (la belleza) de Roxana Crisólogo Anguie Yovera Valencia

75

(ELLA) de Jennifer Thorndike Patricia Saldaña Vilchez

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Desde el espejo: Ana Balcazar Bartra y su arte Daniela Montalván Chavez

77

Las orillas del aire de Karina Pacheco Izabo Ganoza Luyo

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NUESTRA MEJOR

ARMA

ES LA

SORORIDAD 7

Artículos de

Investigación 8

¿Literatura menor? La crítica literaria peruana y sus sesgos hacia la poesía de la disidencia sexual escrita por mujeres en los años 90 Nathanael Peralta Luis Entonces, proponemos una revisión y cuestionamiento de las expresiones críticas que la academia ha proferido hacia dos poetas: Esther Castañeda y Violeta Barrientos. Se han escogido a estas autoras para no redundar el debate durante las sesiones de aprendizaje, sino que la condición lesbiana de las poetas hace más complejo el análisis de este fenómeno.

Para un uso más efectivo de los diversos materiales sobre los cuales se elabora el estado de la cuestión, lo dividiremos en tres partes: de un lado, lo que la crítica menciona sobre Esther Castañeda; luego, lo que se ha encontrado sobre Violeta Barrientos; y, finalmente, una breve discusión de lo hallado.

No resulta casual que la crítica literaria Latinoamericana (y peruana, en general) invisibilicen la literatura escrita por mujeres. Es más, escribir siendo mujer, resulta en una serie de calificativos peyorativos y vejatorios para quien, desde la trinchera de su género o disidencia sexual, se propone en cifrar en palabras escritas en castellano los avatares de su realidad y, por qué no, la de todas nosotras.

La poesía en el Perú es especialmente direccionada, tanto por la crítica como por la mayor parte de los creadores, a una posición donde la mujer es más un ente pasivo en una relación de objeto-sujeto que una posible voz que puede desarrollar un aparato crítico y literario desde el “otro lado”. Como veremos más adelante, se le infantiliza, minimiza y hasta se la posiciona dentro de un campo ajeno a la propia poesía escrita por hombres.

Por ello, es necesaria una valoración de la crítica literaria desde una óptica no fetichista que deshaga al lector, que lo confronte a no encausarse en un marco de referencialidad hegemónico donde se evidencia un sesgo por cuestiones de sexo y/o género.

Esther Castañeda La casa de cartón de OXY (Revista de Cultura), II Época, N°5, Lima, primavera-verano de 1994.

Presidida por Carlos E. Delius y dirigida por Sandro Chiri, se publica en la página 73 la sección «Ex-Libris», escrita por Luis Alberto Castillo, donde publica una serie de reseñas breves de distintos textos literarios y culturales en general.

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Entre aquellos publicados en ese número, figura uno dedicado al poemario de Esther Castañeda, Interiores.

En esta breve reseña se presenta a la poeta como una escritora conocida por «su dedicación entusiasta por el estudio de la literatura peruana». Está claro que el adjetivo entusiasta no se asemeja ni por poco al carácter investigativo de Castañeda, ni mucho menos se hace mención de su trabajo como profesora en investigadora a tiempo completo. Podemos creer que se trata de una cuestión de brevedad por parte del autor, sin embargo, deja mucho que pensar el trato de «entusiasta» a una reconocida investigadora y profesora universitaria. Así, señala tres momentos en el poemario: «Dominios» (identidad), «A puerta cerrada» (búsqueda y encuentro de la perfecta unidad) y «Caminatas» (lo interior a lo exterior). Para que al final se haga, a modo de pregunta retórica, el cuestionamiento presente en el poemario de Castañeda a cerca de la poesía como quimera. Se puede pensar que la pregunta está dirigida hacia la confirmación de la propuesta de la poeta, no obstante, entra la duda cuando existe en el mismo texto el precedente de la minimización hacia Esther Castañeda.

La poeta peruana y el erotismo. Estudio y antología. José Beltrán Peña. Editorial San Marcos, Lima, 2000.

El caso de Beltrán Peña resulta especialmente vergonzoso y obsceno. No por ello dejaremos de evidenciar en este trabajo las diversas imprecisiones, falencias, errores, despropósitos y faltas de escrúpulos para una investigación mediocre.

El único mérito que le podemos hallar es el de ser uno de los primeros «críticos» en hablar sobre la condición lesbiana en la poética de las autoras del siglo XX. Así, en el capítulo sobre la literatura femenina y la literatura de la mujer, Beltrán Peña señala que las poetas peruanas escriben «insurrectamente» en contra del poder falogocéntrico. Para afirmar tal cosa, se vale de dos citas extraídas del prólogo de 1995 en el libro Antología poética / peruanas del siglo XX, donde Castañeda afirma que la escritura hecha por mujeres se relaciona estrechamente con un modelo de feminidad impuesto sobre las mujeres. El acertado comentario de Castañeda es utilizado para no cuestionar esta posición dentro del panorama literario peruano, sino que Beltrán Peña lo valida viendo como necesarios los valores del falogocentrismo, pues se aúna la situación de diferenciación entre las mujeres y los hombre que por largo tiempo «expresaron la feminidad de la mujer peruana en la literatura».

Agregado a ello, la impavidez con la que Beltrán Peña hace desfilar sus errores y su falta de criterio al investigar se ve reflejado en el capítulo donde habla de las poetas que logran hablar del erotismo.

En la parte que le corresponde a Esther Castañeda, Beltrán Peña recoge una supuesta cita del número 8 de la revista La casa de cartón de Oxxy dirigida por Sandro Chiri, conde se señala equiparable la exploración de la sexualidad en la poesía escrita por mujeres con un tema vedette.

No obstante, se ha revisado exhaustivamente todos los números de la mencionada revista y en ninguno de ellos figura tal

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cita señala en la nota número 75 del texto tratado. Esto no solo demuestra la falta de rigurosidad y de profesionalismo de Beltrán Peña, sino una dejadez que no lo vincula con el tema de las escritoras peruanas del siglo XX. Más bien, evidencia una falencia de la crítica literaria, improvisada o no, al tratar estos temas.

Violeta Barrientos Poetas peruanas de antología. Ricardo Gonzales Vigil. Mascaypacha Editores, aecid Centro cultural de la Embajada de España. Lima, 2009.

Gonzales Vigil elabora una (casi) rigurosa antología de voces de mujeres escritoras en el Perú, donde sigue para todas las autoras mencionadas una secuencia: las presenta, elabora un recuento de sus obras y transcribe algunos poemas.

Ahí, figura en la página 507 la poeta Violeta Barrientos Silva, de la cual describe sus logros académicos y laborales previsibles en una antología como esta.

No obstante, lo que llama la atención se encuentra en el segundo párrafo donde se hace un comentario sobre el estilo en sus poemas, Vigil sostiene que la poeta «maneja diversos registros y tonos» con una buena coherencia, además, entre sus temas figuran una crítica constante al sistema sociopolítico y «la adhesión al ejercicio libre del erotismo, desde su opción [?] lesbiana».

Lo anterior no solo refleja el poco o nulo conocimiento de una terminología más precisa sobre las orientaciones sexuales, sino que también se deja llevar por un dato netamente subjetivo para abordar el tema del «ejercicio libre del erotismo», como si se tratase de una característica inherente a la condición lesbiana, negando así, por parte de la crítica, la posibilidad de que una mujer que no corresponda a la «opción lesbiana» pueda ejercer libremente su erotismo.

Se puede leer como un descuido por parte de Vigil, sin embargo, esto, sumado a la omisión de Esther Castañeda en la antología, hace pensar que el interés por el tema solo se ajusta a una recopilación de poemas y autoras, y no a un compromiso por parte de la crítica en analizar la producción de las mujeres escritoras lesbianas o no, de manera objetiva.

Recuperado de la página web Editorial Pesopluma

Al finalizar, atina en citar un comentario de Carmen Ollé sobre el «coqueteo con lo abstracto» y la caída al surrealismo que se ajusta a los temas visibles en la obra poética de Violeta Barrientos.

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Todas las artes (Revista peruana de cultura total), Año I, N°1, Lima, 21 de julio de 1994.

Siendo Maynor Freyre el director de la revista desde su primer número, se publica el texto «Las poetas de los 80 seducidas por el mal», donde Carmen Ollé hace una síntesis de su ponencia presentada en el Simposio sobre Literatura Peruana en Alemania, en la cual aborda las distintas voces de su generación a través de certeros comentarios sobre las publicaciones de sus coetáneas. Así, llama la atención las líneas que le dedica a Violeta Barrientos, donde se señala que sus poemas «hablan del cuerpo lesbiano y de la noche».

Puede parecer escueto, sin embargo, logra sintetiza la propuesta estética de Barrientos por esos años, abordar el cuerpo de las disidencias sexuales y todo aquello que pueda caer sobre el sema «noche».

Pues, es en lo oscuro, lo secreto y hasta lo contradictorio donde se mueve su producción poética. Al final del recuento, Ollé cierra diciendo que «ironía, perversidad y melancolía son un constante en la poesía de los ochenta. El sujeto femenino es una suerte de mujer masoch, de mujer sadiana, presa en su pasión y atormentada por la presencia del mal, pero seducida por él».

Encuentro internacional José Carlos Mariátegui y Europa. El otro aspecto del descubrimiento. Empresa editora Amauta. Lima, 1993.

Las actas de este congreso internacional llevado a cabo en la Université de Pau et des Pays de l’Adour, del miércoles 21 de octubre al sábado 24 de octubre de

1992, fueron publicados en este volumen que recoge las ponencias y presentaciones acompañados de un comentario a las mesas y a los días cuando se llevaron a cabo las presentaciones.

Justamente, el viernes 23 de octubre se presentó en la Université (IRSAM), en la mesa de la mañana, a las 10h hace su presentación Violeta Barrientos con la ponencia «Aporte de Mariátegui a la crítica de las obras escritas por mujeres». Ahí, Barrientos expone en detalle los quiebres y aciertos de la crítica literaria peruana y latinoamericana tomando lo expuesto por Mariátegui en los 7 ensayos.

Resumiendo, la poeta señala una necesidad por repensar los vacíos en cuanto al género que yerra Mariátegui y empezar a girar la mirada hacia nuevas voces históricamente silenciadas, que la ruptura sea lo más visible posible. Es importante señalar que en la lectura de las actas no figura la semblanza de la poeta ni la fotografía impresa de ella, no así con otros ponentes que sí aparecen con semblanzas y fotografías.

Ya se puede deducir un cierto sentido de invisibilización por parte de la realización de las actas, pero esto se va a acentuar cuando se haga el resumen de la jornada. En este se señala sobre la ponencia de Barrientos que el ponente Guardia no coincide con ella en la «visión machista» de Mariátegui (la mujer vista como «virgen, hembra y madre»), señalando diversos artículos donde Mariátegui no cae en tales estereotipos. Luego, Quijano dice que Mariátegui estaba interesado por la corporeidad de la mujer en la producción

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literaria femenina. Barrientos, Quijano, Forgues, Armijo y Melis debaten brevemente sobre qué llevó a Mariátegui por interesarse en la escritura hecha por mujeres (Forgues acota la poca calidad de la aún no cimentada poesía escrita por mujeres a finales del siglo XIX).

Algunos años antes, en 1991, Forgues había silenciado con la mima premisa sesgada recogida de Mariátegui en su intervención con el texto «Penetrando en el salón», aparecido en Palabra viva, tomo IV («Los poetas se desnudan»), en Lima, por la editorial El Quijote, donde no se encuentra mención de Barrientos ni de Castañeda. Cabe señalar que no se menciona la réplica de Violeta Barrientos, lo que confirma un sesgo e invisibilización en ese contexto.

Plumanegra N°3 Hardcore, Lima, 2004.

En la revista se encuentra publicado el artículo de Judith Paredes titulado «La escritura/deseo en la poesía de Violeta Barrientos». En este artículo, la autora analiza el deseo invisibilizado en el poemario El innombrable cuerpo del deseo (1992). La autora sostiene que el poemario logra manifestar un deseo transgresor que contradice la matriz heterosexual y que sugiere un deseo homoerótico. En el artículo, nos habla sobre una corporalización de los deseos y el rompimiento del género en los poemas que componen el poemario de Violeta Barrientos.

Es necesario precisar que la autora cree en un ocultamiento presente y voluntario del deseo homoerótico dentro

del poemario «no por miedo sino para ocultarlo de la mirada hegemónica» para quitarle a esos deseo hegemónicos cualquier oportunidad y participación.

Remata con la destrucción de lo binario para que sea imposible acceder a las representaciones del deseo homoerótico a través de la mirada heterosexual, binaria y hegemónica.

Revista Crítica s.n/ Con el mismo título del poemario de violeta Barrientos, El innombrable cuerpo del deseo, Víctor Vich hace una reseña en la Revista Crítica. Este texto manifiesta una visión centrada en el cuerpo como ente único sobre el cual gira toda la propuesta del poemario. Vich acierta cuando dice que «solo un cuerpo puede sentir otro cuerpo», sin embargo, el autor invisibilizar la cuestión homoerótica y la destrucción del género binario que el mismo cita líneas antes de finalizar su reseña.

No solo manifiesta con cierta autoridad sobre la juventud de la poeta y su primer poemario «algo desigual y apresurado», sino que se anima a referir que con este segundo, la autora «manifiesta un sólido homenaje a sí misma y a su reencuentro».

Está claro que la infantilización o querer hacer ver a una mujer como joven, muestra una reducción de sus capacidades, esto sumando a la negación por omisión del aparato homoerótico solo aúna el sesgo de Vich al reseñar con «entusiasmo» el segundo poemario de Barrientos. (¿?) “Escritura femenina” y estrategias de auto-representación en la “nueva” poesía peruana. Susana Reisz. s.f

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En este ensayo, la autora propone volver sobre un tema ya tocado por ella misma en otras publicaciones, con la justificación de que lo que «realmente [le] interesa es la capacidad de innovación y autoregeneración […]» de la poesía escrita por mujeres en el Perú..

Después de abordar temas como las mujeres como metáfora (y viceversa), la escritura «femenina» y la mirada gay, e imágenes de un cuerpo en crisis, la autora escribe sobre aquellos tabúes radicales presentes en la producción poética de las mujeres peruanas de los 90. Ahí, resumen en un párrafo la propuesta de Violeta Barrientos (y otras poetas), diciendo que hay poco espacio en la poesía peruana para la representación de las sexualidades femeninas no ortodoxas. Acierta con mencionar que «unos pocos poemas de Violeta Barrientos […]» y de otras autoras que confirman lo señalado.

Sin embargo, Reisz comete el desatino de realizar una crítica comparada entre la producción peruana con otras de la región e incluso la norteamericana, sin tomar en cuenta de manera reflexiva el proyecto poético de las escritoras. Vamos por partes, Reisz comienza señalando la audacia de estos textos dentro del contexto social [peruano] para después decir que «la cautela enunciativa y la discreta opacidad de las metáforas homoeróticas contrasta no solo con las libertades de la escritura gay anglosajona sino también con el lenguaje franco y directo de muchas hispanoamericanas […]». Lo anterior no solo carece de pertinencia para con el ensayo, sino que al ser tan escue-

to, se puede inferir que hay un sesgo por no tratar el tema más a fondo como sí lo hace con otras escritoras. Ahora bien, según lo señalado por Judith Paredes en el artículo «La escritura/deseo en la poesía de Violeta Barrientos», no es miedo u «opacidad» lo que lleva a Barrientos en cifrar las imágenes y metáforas homoeróticas, sino una intencionalidad por el ocultamiento para la mirada hegemónica, heterosexual, binaria y patriarcal, despojando de esta manera toda posibilidad de participación para la crítica ortodoxa. Casualmente, validada por la propia Reisz.

La poeta peruana y el erotismo. Estudio y antología. José Beltrán Peña. Editorial San Marcos, Lima, 2000.

Si Beltrán Peña había demostrado todo aquello que no se debe hacer en una investigación al tratar un tema que claramente no domina, ya con las líneas que le dedica a Violeta Barrientos y a la cuestión lesbiana, quedó clarísimo la poca o nula experiencia que tiene en comprender conceptos básicos y un sesgo constante por la poesía escrita por mujeres peruanas de la disidencia sexual en el siglo XX. En el capítulo dedicado al «lesbianismo», Beltrán Peña escribe, valiéndose de sus lecturas sobre citas dudosas en procedencia, sobre lo que define a la mujer lesbiana en el panorama literario. Así pues, sostiene que «a estas mujeres, que nunca van a dejar de serlo aunque opten por una tercera opción sexual, están agrupadas […]» en distintos ámbitos sociales. En esa línea casi indescifrable, Beltrán Peña no solo confunde la cuestión de identidad de género con la sexualidad, esta última

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claramente no deviene en ser una opción sino una condición dentro de la sexualidad humana. Entonces, nos enfrentamos a un texto que poco o nada tiene que ver con lo literario y que, sin embargo, utiliza el autor para hacerse de un hilo conductual del qué valerse para afirmar que «estas mujeres» resultan en una «jocosa imitación de él [varón]».

hay sobre las obras de Esther Castañeda y Violeta Barrientos está plagada de sesgos por parte de, en su mayoría, autores masculinos, quienes a través de su poca sensibilidad al abordar la problemática no solo de la mujer, sino de la mujer de la disidencia sexual, no logran proporcionar una lectura que demuestre los plurisentidos de los textos literarios.

Poco o nada podemos agregar ante esta afirmación. Ya al finalizar, se escusa en dejar a los gustos de los lectores elegir entre uno u otro autor, no sin antes aclara que «lo neutral es un gran cuento», esto seguido de la mención sobre Violeta Barrientos, de quien que es la única de las pocas poetas lesbianas que han existido en la historia de la literatura peruana del siglo XX, y que él no pretende nombrarlas, porque no se han identificado como tal. Al mismo tiempo, agrega que la poeta asume su «lesbianismo como una manera de representar sus deseos y fantasmas».

No obstante, las voces femeninas que se alzan y analizan las obras de las autoras aquí tratadas refuerzan el ideal de que sí se puede tener una perspectiva multifocal en la lectura de la poesía escrita por mujeres de la disidencia sexual en los años noventa. Esto debido a que, a pesar de no haber una premisa por parte de las autoras en levantar el sentido panfletario de la cuestión feminista o femenina, logran trazar un hilo semántico que solo es posible analizar por completo de la experiencia femenina. Esto último puede tener connotaciones falogocéntricas, es claro, pero suponemos que es parte de la estructura social que imperaba por esos años y que, a modo de representar el convulso espacio-tiempo histórico, las autoras optaron por componer una realidad inmediata que las avasallaba.

Discusión Como hemos visto, la crítica literaria peruana ha invisibilizado a las voces femeninas de la disidencia sexual en la poesía peruana. Esto se ha visto desde múltiples aristas. Primero, podemos evidenciar la austera bibliografía que existe sobre estas autoras que, a pesar de una calidad que las ubica inevitablemente dentro del canon literario peruano y latinoamericano, no han recibido la atención prestada, haciendo de su obra, material fértil para el análisis e interpretación desde la academia. Segundo, hemos observado que la escaza crítica que

Finalmente, este recuento por la bibliografía especializada en la crítica literaria peruana de la disidencia sexual femenina de los años noventa es una muestra de lo que todavía nos falta por hacer: un recuerdo constante que la academia continua teniendo una deuda con la poesía escrita por mujeres y que aun, hoy por hoy, es necesario cuestionar los lugares de enunciación desde donde se reproducen los discursos de la hegemonía que no logran una adecuada in-

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terpretación de los textos, para que de esta manera se siga construyendo el conocimiento, con análisis objetivos y rigurosos, donde los múltiples sesgos ideológicos queden relegados y, así, lograr construir una tradición en la crítica literaria peruana y latinoamericana.

Bibliografía: Barrientos, V. (1991). Elixir. Lima. ____________(1992). El innombrable cuerpo del deseo. Lima. ____________(1994). Tras la puerta falsa. Lima. ____________(1999). El jardín de las delicias. Lima.

Beltrán Peña, J. (2000). La poeta peruana y el erotismo. Estudio y antología.

Editorial San Marcos: Lima.

Ollé, C. (1994). «Las poetas de los 80 seducidas por el mal». Todas las artes (Revista peruana de cultura total), Año I, N°1, Lima, 21 de julio de 1994. Lima.

Paredes, J. (2004). «La escritura/deseo en la poesía de Violeta Barrientos». Plumanegra N°3. Hardcore: Lima.

Reisz, Susana (1996). «“Escritura femenina” y estrategias de auto-representación en la “nueva” poesía peruana». Voces sexuadas: género y poesía en Hispanoamérica. Lérida: Asociación Española de Estudios Literarios e Hispanoamericanos.

Edicions de la Universitat de Lleida.

Vich, V. (1994). «El innombrable cuerpo del deseo». Revista Crítica. Lima.

VV. AA. (1993). «Actas del congreso».

Encuentro internacional José Carlos Mariátegui y Europa. El otro aspecto del descubrimiento. Empresa editora Amauta: Lima.

Castañeda, E. (1994). Interiores. Amaru: Lima. ____________(1996). Carnet. Magdala Editora: Lima. ____________(2000). Falso huésped.

Eds. Flora Tristán: Lima.

Catillo, L. A. (1994). «Ex-Libris». La casa de cartón de OXY (Revista de Cultura), II Época, N°5, Lima, primavera-verano.

Gonzales Vigil, R. (2009). Poetas peruanas de antología. Mascaypacha Editores: Lima.

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Escritoras (des)enfocadas: Una muestra peruana de la segunda mitad del siglo 20 Williams Daniel Paredes Paredes El Perfume de los Campos de mi Patria

Esta publicación tiene por objetivo difundir la obra de mujeres poetas cuyo trabajo contribuyó a enriquecer la estructura literaria peruana a lo largo de su historia, tratando de abordar una autora por cada década a partir de los años 50.

El perfume de los campos de mi patria dista, pero no se pierde. /Los cielos que me cubren poseen la estrella de mis padres / [...]

Estos hombres que saludan / son los hombres de mi patria, / [...]

Iniciamos con Cecilia Bustamante (Lima, 1932 - Texas, 2006), publicó poemas desde 1956, fue un nexo entre la generación de los años 50 y 60. Logró ganar el Premio Nacional de Poesía del Perú en 1965, siendo la primera y única mujer en ganarlo hasta el año 2020, sus primeros libros aparecieron entre el 1961 y el 1962.

Leyenda Desnuda / la rosa subrepticia guarda silencio / secreto entre los dioses. /[...]

Tiñamos de sangre / sus espinas.

Que nos hieran.

Quebremos la rosa / escondida, Libre / en algún corazón.

Para ella, la poesía femenina no se forjó por hablar de temas triviales como el cuidado de los hijos o consejos culinarios, sino por tratar los mismos temas de la literatura escrita por varones, negando así una diferencia entre la capacidad intelectual de una mujer y un varón. Su poesía se caracteriza por el uso cuidadoso y medido de la palabra, la cual emplea bajo un sutil estilo crítico.

Los 2 poemas que a continuación se presentarán1 son ejemplo del amplio repertorio temático de la autora, que puede presentarnos desde ejes sociológicos hasta reflexiones más abstractas:

Silencio. / Es el dios del silencio.

La rosa es silencio / y siempre será la única rosa.

Ella misma / será el fuego siempre en la memoria. / [...]

En la década de los sesenta, aparece la literatura de Carmen Luz Bejarano (Acarí, 1933 – Lima, 2001). Estudió y trabajó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su primer libro de poesía se tituló Abril y Lejanía (1961), y fue el

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comienzo de una larga trayectoria en publicaciones de libros y revistas hasta casi el final de sus días con Juegos de Casandra (1999). Sus creaciones son rítmicas y fluyen con naturalidad, aborda temas sentimentales y aspectos de la vida como la muerte y el tiempo. Recurre también a mitos helénicos, grecolatinos y a la tradición judeocristiana. La naturaleza también se hace presente en sus creaciones, como a través de este fragmento:

lia Cornejo (Lima, 1949 - 1972), que fue de brillo intenso pero corto, pues se suicidó a los 23 años con solo 4 poemas de enfoque social publicados en 1972. Sin embargo, aquello que más la hizo destacar fueron poemas como los que un año después de su muerte, el escritor miembro de Hora Zero, Isaac Rupay, publicó inéditos en la primera edición de la revista Eros. Su contenido escandalizó a la Lima conservadora de ese tiempo.

Juegos de Casandra

Sus letras se caracterizaron por una libre expresión de la sexualidad y este de aquí es su poema más famoso:

Casandra es el término en el cual confluyen los destinos / [...]

Soy la Muchacha Mala de la Historia

devuelve sus galas al otoño / enhebra los sueños en rueca milenaria La alegría madura en sus manos / y en sus manos se aroma Yo sé que va en los barcos / y los atardeceres fragmentando su rostro / su figura inasible poniendo la tierra de cabeza. / [...]

[Los Juegos de Casandra, p. 404]

Soy / la muchacha mala de la historia, la que fornicó con tres hombres y le sacó cuernos a su marido, / [...] la que le quitó lentamente su ropaje de bondad hasta convertirlo en una piedra negra y estéril, / soy la mujer que lo castró con infinitos gestos de ternura y gemidos falsos en la cama. / [...] 2

Los sentimientos hacen presencia en su poesía, ya sea una alegría cotidiana o los sentimientos respecto a su hija que ahora hace su propio camino:

Hay quienes interpretan en estos versos la subversión de un orden patriarcal a través de la apropiación del goce sexual y la castración simbólica del hombre al negarle virilidad. La infidelidad y sus consecuencias como crítica social en un espacio patriarcal degradan aún más al marido que vive en un mundo donde al

Palomita, Palomita / que remontas soledades Palomita, Palomita / no me dejes más pesares Palomita, Palomita / cruza vientos y ciudades en el pico lleva malvas / en el ala Palomita en el alma mis penares / [...]

[Pentagramas ebrios, “Palomita”, p. 229]

2

Este poema fue uno de los 3 publicados por Isaac Rupay en la revista Eros, en 1973.

En los setentas tenemos a una de las más llamativas, me refiero a María Emi-

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hombre se lo mide por su capacidad de dominación ante las mujeres, sobre todo en el ámbito sexual.

Para gustos un tanto más abstractos llega Rosella Di Paolo (Lima, 1960) en la década de los ochentas. Influida por Blanca Varela y María Emilia Cornejo, su visión de la poesía era la de un terreno sagrado que debía separarse de la cotidianidad, curiosamente algunos de sus poemas se apoyaban en elementos de esta misma, como el ambiente hogareño para describir a una abstracta poesía, ese es el caso de Sal si Puedes II, poema de su libro Tablillas de San Lázaro: “Vivo en la casa de la poesía. / Subo despacio sus escaleras y también, saltando, las bajo. / Me siento en la silla de la poesía, duermo en su cama, como en su plato. / [...]”

Di Paollo también recibe influencia de la trova medieval, recurriendo a tópicos como el lamento por el amado ausente o la celebración de su regreso, estas expresiones se manifiestan a través de los sentidos como el tacto, la audición o los aromas que evocan deseo por el retorno del ausente: Epílogo del ton y son, Piel Alzada3 Llamamos a su amado / por calles y plazas en ventanas asomadas / en tejados. Y por nada.

3 Epílogo del ton y son es la sección final de Piel alzada, y se compone de 7 poemas de amor cautivo.

Y por nada sus cabellos / la cautiva se ha jalado. / [...]

Mientras se lamentan las criadas así lo hace también la cautiva…

Me he bañado en baldes de leche, [...] / Me he perfumado con flores estos pechos /que habrán de recoger las manos suyas. / Pero él no vuelve y el alba vendrá y a su luz / todos conocerán estas bolsas de mis ojos / [...]

El cuerpo y su capacidad sensorial son también elementos de su poesía, véase por ejemplo el poema “Jaculatoria” de Tablillas de San Lázaro: Oh acércate, mi cabeza es de hierba olíscame / suave es tu hocico y mis jugos son suaves muérdeme / [...] quiero no / quiero no pensar, ser una bola verde en tu lengua / [...]

Finalmente, en los noventas aparece Montserrat Álvarez (Zaragoza, 1969) y su inconfundible estilo. Nació en España, pero pasó su infancia y adolescencia en Lima. Ganó el premio Poeta Joven del Perú en 1990. Su producción poética se caracteriza por ser rebelde y de protesta.

Se muestra disconforme con su entorno social enmascarado de modales. Su primer poemario, Zona Dark, es el más conocido y sus poemas suelen ubicarse en un contexto urbano, específicamente el limeño, dentro del cual existen marginalidad y opresión disfrazadas de orden y variedad.

El siguiente poema refleja disconformidad con aquellos que se amoldan a los roles conservadores de una sociedad, aunque eso los despersonalice:

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Circe. 4

Bibliografía:

Parias con nuestra sangre han comprado los hombres / sus altas torres donde se guarecen de vicios ancestrales / Somos las malas sombras de sus noches Como extranjeros son en sus propias ciudades: la vida que hay en ellas es nuestra / [...]

Barrera Rojas, S. (26 de diciembre de 2019). María Emilia Cornejo, poeta peruana: “Soy la Muchacha Mala de la Historia”. La Juguera Magazine. https:// lajugueramagazine.cl/maria-emilia-cornejo-poeta-peruana-soy-la-muchacha-mala-de-la-historia/

Este otro fragmento hace referencia al típico sujeto conocido popularmente como “criollo” o “vivo”, debido a sus comportamientos burlescos y astutos: Criollazo

Díaz Castillo, R. (2011) El uso y la creación de mitologías en Zona Dark de Montserrat Álvarez. [Tesis de Licenciatura,PUCP]. https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/847

A mí nadie me da orégano cuando bajo a comprar grifa / nadie me marca los naipes nadie me carga los dados nadie me mete la mano / [...]

Forgues, R. (s.f.). El canto coral de Carmen Luz Bejarano o la tradición lírica hecha modernidad. carmenluzbejarano. net. http://www.carmenluzbejarano.net/ libro/obra/forgues.htm

De la necesidad hago virtud, a las humillaciones forzosas llamo astucias, / triunfo de mi fracaso río de mi vergüenza sé que

Gonzáles de Garay, M. (2015) La poesía de Rosella Di Paolo y los cinco sentidos.

Hispanic Poetry Review, Vol.7. No.2, pp.

(50-72). https://journals.tdl.org/hpr/index.php/hpr/article/view/100

sólo los lornas se rebelan, / [...]

Su poesía está impregnada de un ambiente peruano y sus poemas sirven para entender el desencanto juvenil propio de aquellos que ya habían atravesado por la violencia política y veían sombríamente el orden conservador en el que estaban obligados a vivir.

4 Tanto este como el otro poema, pertenecen a Zona Dark.

Hinostroza, R. (26 de mayo de 2020).

Cecilia Bustamante, Poesía que nace y germina en el Arte. Sol Negro. http:// sol-negro.blogspot.com/2020/05/cecilia-bustamante-poesia-que-nace-y.html Layera, R. (1980) Alquimia verbal y existencial en la poesía de Cecilia Bustamante. Revista Iberoamericana, Vol. XLVI. No. 112-113, pp. (571-577). http://revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/ Iberoamericana/article/view/3496/3673

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Núñez, M., y Padilla, A (s.f.). carmenluzbejarano.net. http://www.carmenluzbejarano.net/libro/vida/biografia.htm Pera, M. (25 de noviembre de 2017).

Sigiloso Resplandor. 5 poemas de Cecilia Bustamante. Vallejo and Company. https://www.vallejoandcompany.com/ sigiloso-resplandor-5-poemas-de-cecilia-bustamante/ Rodríguez Flores, E. (2015) Como tú lo estableciste. Sujeción, escisión y desolación en tres poemas de María Emilia Cornejo. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) https://repositorioacademico.upc.edu.pe/bitstream/ handle/10757/338938/shelter_ensayo_ profesores2014%20primer%20puesto. pdf?sequence=1&isAllowed=y

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La relación tormentosa de madre e hijos en (Ella) (2012) de Jennifer Thorndike Alison Cardenas Caballero Jennifer Thorndike (1983), escritora y académica peruana, explora en su narrativa temas considerados tabú; donde la violencia, la culpa, la muerte y la enfermedad se reúnen para mostrar una realidad de la cual los personajes querrán escapar.

Hasta el momento ha publicado dos novelas (Ella) (2012) y Esa muerte exis-

te (2016) que muestran relaciones problemáticas entre integrantes de la familia, volviendo al hogar un espacio inseguro y violento. También ha escrito dos libros de cuentos Cromosoma Z (2007) y Antifaces (2015).

En esta ocasión se analizará la importancia de la maternidad en la identidad femenina a partir de la novela (Ella) (2012).

Se debe tener en cuenta que la mujer se encuentra recluida en el espacio privado por su capacidad reproductiva, pues se pensaba que esta circunstancia impediría el ejercicio del trabajo de manera eficaz.

De esta manera, se le atribuyen características como la sensibilidad y el instinto maternal a la naturaleza propia de la mujer, aspecto que es mencionado en el artículo Propuestas teóricas feministas en relación al concepto de maternidad escrito por Lorena Saletti.

El mito del instinto maternal es un claro exponente de la utilización de datos biológicos (como el útero, el embarazo o el parto) con fines de opresión y aislamiento de la mujer en la función reproductiva. Deja así de ser natural por la manipulación y reinterpretación social a la que se somete. (Saletti, 2008, p. 174)

Recuperado de cailegdl

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El instinto maternal deriva de la idea de que la mujer desea, debe y necesita tener hijos, y aquella que no coincida con esta idea se convertirá en una paria para la sociedad, asimismo, la mujer que tiene hijos, pero no es capaz de cuidarlos será señalada como mala madre; en ese sentido, la maternidad suele ser juzgada desde varios ángulos.

La novela (Ella) (2012) muestra una relación madre-hijo construida a partir del miedo y la violencia, donde los niños, a partir del abandono del padre, serán obligados a cumplir otros roles. Cuando el padre deja el hogar, la madre dice lo siguiente: Ya no me quieres. Es por ellos, ¿verdad? ¿Porque los quiero más a ellos que a ti? ¿Porque ya no podría vivir sin ellos? ¿Por qué ellos son más importantes?

Ellos nunca me van a dejar, van a ser míos siempre. (Thorndike, 2012, p. 20)

Los niños a partir de ese momento empiezan a controlar la ingesta de medicamentos de la madre, la limpieza del hogar, la compra de víveres, etc. La madre se vuelve entonces un ente que debe controlar lo que hagan sus hijos, desde sus comidas hasta sus posibles amistades, esto porque sus hijos serán vistos como individuos incapaces de decidir sobre su futuro. Por ejemplo, cuando la madre se entera de la amistad del mellizo con un niño estará en contra, pero cuando escucha que es más que una relación amical lo golpeará con un fierro hasta el punto de que se escuchen los gritos en toda la casa. Ese mismo día el mellizo dejará su

hogar y la niña tendrá que quedarse cuidando a la madre hasta que esta muera de forma natural.

Desde el primer momento la madre amenazará con quitarse la vida y reiterará su condición de madre. Se verá a sí misma como un ser bondadoso que hace todo con la intención de que sus hijos puedan vivir una buena vida, como se menciona en la siguiente cita: Yo siempre he sido una madre sacrificada y ustedes no lo han sabido valorar. Quedará en tu conciencia si lees estas notas o no. Nunca se sabe cuándo tendré una emergencia y la única persona a la que puedo recurrir eres tú.

Que Dios, la Virgen y sus ángeles te bendigan y te hagan reflexionar sobre tu comportamiento. Ojalá te den la sa-

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biduría suficiente como para que sepas valorar el amor que te tiene tu madre.

Yo, por mi parte, te seguiré escribiendo a diario. (Thorndike, 2012, p. 52)

Como se puede ver la madre trata de generar culpa en la hija, pues esta última se niega a pasar más tiempo del necesario con ella, ya que cuando pudo conseguir la llave de su habitación logró obtener un espacio donde pudiera estar segura y en paz; sin embargo, la madre seguirá atormentándola todos los días, como lo podemos ver a través de las palabras de la hija:

Bibliografía: Thorndike, J. (2012). (Ella). Lima: Borrador Editores.

Saletti, L. (2008). Propuestas teóricas feministas en relación al concepto de maternidad. CLEPSYDRA, 7, pp. 169-183.

Recuperado de: http://riull.ull.es/xmlui/ handle/915/14275

A ella le había costado mucho esfuerzo salir embarazada, ya que su edad reproductiva estaba a punto a terminar. […]

Imagino que ahí empezó a ponernos a prueba con sus reclamos y amenazas.

No creo que me equivoque al suponerlo: desde que tengo uso de razón, ella nos contaba la macabra historia de su embarazo y nos recalcaba el sacrificio que había hecho para poder tenernos.

Ella nos convenció de que ese sacrificio era una deuda que tendríamos que pagar por el resto de nuestra vida.

(Thorndike, 2012, p. 30)

La abuela materna es quien señala a los hijos como sujetos que le deben todo a la madre, volviendo así al embarazo como un contrato. La maternidad o el tener hijos se vuelve de esta manera un acto necesario puesto que este permite asegurar una vejez adecuada y no solitaria.

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Los monstruos que soñamos de noche tantas veces o el trazo inflamable de Montserrat Álvarez Eduardo Saldaña Toda generación quiere traerse abajo la anterior, ser unos parricidas violentos, aburridos del orden que los predecesores han hecho. Forzar hermosamente esa juventud que trae consigo dones prestados que de aquí a unos cuantos años otros querrán continuar o romperla con una nueva postura.

cerca al oído y la sien. Sabiendo que la única manera de callarlas es escribiendo, asumiendo una responsabilidad concisa y madura. Es decir, todo artista debe comprometerse con su tiempo, alejarse del miedo, del qué dirán, o de tanta manía de terceros por querer arruinarnos tal como ellos han quedado.

Pero recordemos que este término es designado desde un punto de vista académico; sin embargo, la generación del 90 tiene a su favor varios personajes que han impuesto una trascendencia que hasta ahora nos causa una emoción rebelde.

Un canto revolucionario cargado de impulsos bajo semáforos con la luz roja. En ese entonces, el averno estaba más cerca, y la piel, el sexo, la entrega, eran tallados por el tacto sudoroso de la noche.

Los años 90 son vitales en cuanto a un lenguaje más jovial y suelto de huesos.

He ahí un elemento básico para poder usar, solo hace falta desarrollarlo de la manera correcta. Se trata de hacer que la voz poética sea fresca, vivaz y, que cree una semejanza con el ir y venir de un Perú en esas épocas ilícitas.

No había límites entre un cigarrillo y cualquier promesa inventada cada cinco segundos. El país iba a colapsar con el primer gobierno fujimorista y el ingreso del neoliberalismo, cómo no querer salir huyendo y revolcarse por las calles con todo este clima.

Monserrat surge como una domadora sagaz de esas voces de los monstruos nocturnos que nos suelen susurrar tan

Montserrat Álvarez se luce con su primer trabajo llamado inicialmente “Filosofía Ilógica” ganador del premio Poeta Joven del Perú, empatando con David Novoa, otro vate descarnado, lúcido y volcánico. El libro de Álvarez cambia de título cuando es publicado y pasa a llamarse “Zona Dark”. Así nomás, a secas.

Lo que le da un fondo más preciso, elocuente, una puerta abierta que no dejará pasar a cualquier despistado.

Los poemas que conforman Zona Dark nos inducen a sobrevivir en los bajos fondos donde las leyes ya no existen, se trata

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de una cachetada de ida y regreso a los escritores ahora muy llamados caviares o derechistas que aún siguen creyendo en la poesía como una musa virgen y azulina que nadie puede tocar, solo contemplar desde vitrinas lejanas y protegidas.

Sin imaginarse que ella también siente la necesidad de fornicar, embriagarse hasta altas horas cuando la ciudad es una bestia en celo todavía y su instinto caníbal no se sugestiona ante ningún floro educado o aprendido de memoria en el uso de la sintaxis más extremista posible.

Un ejemplo claro para demostrar esta característica es el siguiente poema: CRIOLLAZO A mí nadie me da orégano cuando bajo a comprar

grifa nadie me marca los naipes nadie me carga los

dados nadie me mete la mano A un gesto mío los zambos del billar cogen mi saco me arremangan la camisa me lustran los zapatos con la lengua Soy el criollo bacán, el que hace las carambolas Soy un hombre, y a mi paso todas las hembras se

arrechan…

ambiente proletario que día a día, tratan de marginar los pequeños burgueses. Yo creo que ese poema es más literatura que cualquier novelita en primera persona tratando de contarnos traumas infantiles porque no les cumplieron el viaje a Disney o en sus cumpleaños solo les dieron noventa y nueve regalos y no cien como en el año pasado.

El atrevimiento es lo que marca la diferencia entre un verdadero artista y otro que solo está jugando a serlo, porque quiere ser el rarito de la familia y llamar más la atención, pero no puede hablar de calles ni de criolladas si ha crecido en un hogar de bien con una familia correcta y la única vez que pasó hambre es cuando hizo una dieta que no dio resultados.

Volviendo a Montserrat, quien usó el dinero del Poeta Joven para irse a vivir a Paraguay y desde allá sigue haciendo eco sin necesidad de amiguismo, sin ne-

(Álvarez, 1991) Para qué tanto palabreo vacío buscando formas e imágenes puristas. Por qué no mejor meter las manos al fuego y hacerse al dolor, gozar con él, saber apreciarlo. Respirar las vidas paralelas de la barriada, las jergas, los insultos, ese

Montserrat Álvarez (poeta), 1997

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cesidad de estar cada rato subiendo sus estados anímicos o mejor dicho poco anímicos con necesidad de amor propio, para poder seguir retumbando como una leyenda urbana, literalmente hablando.

Bibliografía ÁLVAREZ, M. (1991). Zona Dark. Recopilado de: https://es.scribd.com/document/40567721/Zona-dark

La honestidad de Montserrat Álvarez nos demuestra que no existe un camino justo que debemos seguir hasta alcanzar la eternidad, tipo Rimbaud pidiendo el sol entre sueños. Pero ojo, no se trata de escribir lo primero que se nos ocurra, lo primero que llegue a nuestros labios y después a la mente. La musicalidad siempre está presente en Álvarez, sabe, pese a su hermoso decadentismo, cómo elegir las palabras correctas. Esa estética del inframundo, usando el fuego como primera señal de resistencia y hacia donde iremos todos, a corto o largo plazo, pero que solo la poesía hará de nuestras cruces un oasis para los dementes que recorrerán las calles donde dejamos el aliento.

Lo bueno es que ahora podemos descargar Zona Dark fácilmente, por ello que no debemos caer en esa hipocresía de rendir homenaje a nuestros artistas cuando han fallecido. Montserrat Álvarez es una canción punk interminable en un estado de voltaje donde lo visceral solo es apenas el comienzo.

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La representación del cuerpo en la narrativa de Claudia Salazar Jiménez Izabo Ganoza Luyo El cuerpo es un tema de interés para diferentes escritores alrededor del mundo, posterior a que el movimiento feminista alcanzó mayor popularidad este tema también tuvo mayor relevancia al servir como nexo para explorar la sexualidad de la mujer y la misoginia que se muestra en algunas representaciones del mismo.

Claudia Salazar no es una escritora ajena a este lineamiento, como vimos en su obra La sangre de la aurora, la representación del cuerpo y la violencia son cosas que van de la mano en su narrativa, es por ello que en su antología de cuentos titulada Coordenadas temporales, publicada en el año 2016, vemos estos temas como puntos relevantes en algunas historias, acompañados con otros como lo son el pasar del tiempo y el horror presente en algunas situaciones de la vida cotidiana.

En este breve ensayo analizaremos dos de los cuentos titulados Aquellas olas y En paz, centrándonos en la representación del cuerpo que se muestra en ambos escritos y como se acopla con el factor del tiempo y el horror.

El espacio, en el cual se forma el cuento titulado Aquellas olas, es un cuarto de hospital en donde, posterior a una negligencia médica, ocurre una serie de sucesos que termina con la extirpación

de dos piernas de uno de los personajes principales, padre e hija deben lidiar con la tristeza y la idea de que no se puede volver a atrás frente a esta situación que es enteramente la culpa de un tercero, ya que a pesar de todo no podrán regresar a aquellos tiempos felices como cuando iban a la playa. Este recuerdo se nos muestra como una evocación en donde la hija toma el mando de narradora y expresa la felicidad que sentía al nadar junto a su padre cada tarde, situación totalmente opuesta al presente sombrío que les toco vivir. Es aquí que verificamos que el cuerpo representa el malestar de todo, cuando las cosas iban bien y el padre estaba de perfecta salud el cuerpo se mostraba vigoroso, capaz de nadar hasta las partes mas hondas de la playa, pero cuando este es seccionado va perdiendo su vitalidad, al ser extraída una pierna el padre muestra su molestia y es capaz de gritar y reclamar por la negligencia, pero cuando sucede la segunda extracción ya no puede hablar, ni mirar a su entorno de la misma manera, el cuerpo se va apagando y se vuelve más débil, tanto así que nuestro personaje contrae otra enfermedad que lo llevara a la muerte.

Otro factor que alcanza relevancia en este cuento es el tiempo y el entorno, ya que aquí se nos muestran dos etapas en la

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vida del padre y la hija, la infancia de ella junto a las tardes de playa donde junto a su padre nadaba, son acompañadas por el brillo del sol y una felicidad constante a pesar de los temores de llegar a la parte más honda sin protección. En cambio, los días que pasa dentro de hospital son fríos, llenos de gente que solo revisa si aun vive el paciente o si tiene alguna complicación, los recuerdos pasan a ser momentos olvidables en comparación a la niñez de la hija.

En el segundo cuento, titulado En paz, vemos a nuestra protagonista Mariana sentada en un sillón, posterior a haber tomado una decisión que le cambiará la

La antología de cuentos fue publicada en el 2016 en el sello editorial Animal de invierno.

vida por completo: renunciar a su trabajo. Nos habla de cómo desea cortar con la monotonía y empieza a hacer planes de qué es lo que realizará posterior a este gran cambio. Pero todo se ve interrumpido por su repentina muerte a causa de lo que parece ser un infarto, ella muere en su casa, sin hacer el mínimo ruido, con el televisor encendido y los ojos abiertos.

Claudia Salazar nos muestra un escenario ficcional en donde Mariana logra tener conciencia posterior a su muerte y relata los diferentes cambios que su cuerpo tendrá con el pasar del tiempo, pero esto ira de la mano con las diferentes noticias que le llamaran la atención mas que la evidente descomposición de su cuerpo.

Aquí verificamos que el cuerpo representa el pasar del tiempo, mientras los años pasan, pues nuestra protagonista no será encontrada hasta cuatro años después, este se va deteriorando, expulsando fluidos y perdiendo estabilidad, lo que desata el temor de la protagonista porque se le caiga la cabeza ya que sus tendones no podrán soportar más tiempo y en cualquier momento cederán a la gravedad.

Mientras vemos esto podemos apreciar que las noticias nos hablan de diferentes atentados en escuelas o desapariciones de aviones, Claudia Salazar pone esta contraposición para expresar un hecho atemorizante, que es el que la vida de todos continuará a pesar de tu deceso, mostrando la poca relevancia que tiene la muerte de la protagonista hasta para ella misma quien brinda mayores opiniones de los problemas relatados en las noticias en vez de preocuparse por su situación

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moribunda. El cuento culmina con el hallazgo del cadáver por parte de la policía, pero de igual manera la conciencia de Mariana solo puede atinar a expresar su molestia porque decidan separarla del televisor sin saber que ocurrió al final con la noticia del avión desaparecido.

Bibliografía SALAZAR, J. (2016) Coordenadas temporales. Lima, Perú: Animal de invierno.

En conclusión, Claudia Salazar nos muestra en ambos cuentos el deterioro que puede sufrir el cuerpo posterior a una situación fortuita, dando relevancia no solo a los cambios que le ocurrirán mientras pasa el tiempo sino como su entorno influye en él de una manera terrorífica si hablamos del presente.

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“Tea for two en la inmensidad del silencio”: Análisis sobre Monsieur Monod no sabe cantar de Blanca Varela Patricia Saldaña Vilchez Al hablar sobre la generación del 50 en el Perú es inevitable hacer mención de representantes como: Manuel Scorza, Augusto Salazar Bondy, Javier Sologuren, Carlos Germán Belli, Enrique Congrairis Martín, etc. Pero hubo una voz femenina que resalto entre el conjunto, Blanca Varela junto a su expresión lírica hasta el día de hoy son reconocidos dentro del género en Latinoamerica.

Sus poemarios en el aspecto temático tienen una fuerte influencia del surrealismo y el pensamiento existencialista.

Tomás Fernández hace mención de este aspecto de la siguiente manera: En la autora se conjugan la exploración de los laberintos del subconsciente, la cotidianidad signada por el tedio y la amargura, y la expresión dolorosa de la vida condenada a no alcanzar la plenitud.

Acaso por eso su poesía es un intento de desmitificación del discurso, y todo en ella se opone a las imágenes de lo sublime y lo perfecto; así, el canto es “villano” o la vida una suma de ejercicios “materiales”. (Fernández, T y Tamaro, E. 2004) La visión de Varela no es la idea de un mundo idealizado, bajo la perspectiva de Fernández, la autora proyecta todo aque-

llo que esta bien y mal dentro del mundo en el que se encuentra. En el año 1996, publica una antología de sus poemas que reclama la voz inconfundible de una mujer en una permanente búsqueda de sí misma, pero que a su vez es consciente de lo variable que puede ser la realidad.

Monsieur Monod no sabe cantar es un ejemplo de este carácter de eterna búsqueda que adquiere la voz poética dentro de Canto Villano (1996), en particular es la respuesta a un amor amargo que ya se tiene que abandonar. Para Carmen Ollé es precisamente este poema, quien muestra la variedad en la temática de Varela, la cual no la estanca en una poesía sentimentalista, sino que explora el por qué de actos tan cotidianos convirtiéndolos en ciencia: “Monsieur Monod no sabe cantar” alude a la ciencia que es “exacta”, que no sabe cantar y se aleja de la poesía.

Pero como la poesía, el azar objetivo y la ciencia están impulsados por la manifestación de la necesidad. El poema termina parodiando a Quevedo (“polvo seremos más polvo enamorado”) en el lenguaje del biólogo Jacques Monod, autor de El azar y la necesidad, y a modo de síntesis recoge la poesía y la ciencia, la libertad

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humana y la necesidad: “porque ácido ribonucleico somos / pero ácido ribonucleico enamorado siempre”. Es, además, una respuesta al amado, a quien reclama con acritud.

Desde las primeras líneas del poema nos encontramos que es solo el recuerdo que habita en la memoria de la voz poética, el cuál como fase final busca respuestas y que dará por terminado un ciclo para sí mismo. […] Y no tiene sentido que yo esté aquí destruyendo lo que no existe […] (Varela, 1996), la resignación a aceptar que algo finalmente a acabado es la respuesta en parte al amargo sentimiento de ruptura, no hay más a quién culpar. […] querido mío adoro todo lo que no es mío tú, por ejemplo con tu piel de asno sobre el alma y esas alas de cera que te regalé y que jamás te atreviste a usar

Como se menciono anteriormente Monsieur Monod no sabe cantar adopta el sentimiento amoroso con el fin de exponerlo no sólo como aquel rebosante momento en el que dos personas se unieron, sino que se presenta como los últimos trazos en un boceto cerca de su final.

no sabes cómo me arrepiento de mis virtudes ya no sé qué hacer con mi colección de ganzúas y mentiras con mi indecencia de niño que debe terminar este cuento […] (Varela, 1996)

Querido mío te recuerdo como la mejor canción esa apoteosis de gallos y estrellas que ya no eres que ya no soy que ya no seremos y sin embargo muy bien sabemos ambos que hablo por la boca pintada del silencio con agonía de mosca al final del verano [...] (Varela, 1996)

[…] Adoro todo lo que no es mío/ tú, por ejemplo […] (Varela, 1996), a pesar de encontrarse casi al final del ciclo, de resignarse más a delante a la separación, la voz poética proyecta la necesidad de mantener algo que se escabulle entre sus manos; el receptor al que se dirige, a pesar de ser un fantasma del recuerdo esta presente en la paradoja de la despedida.

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El espacio temporal dentro del poema es otro aspecto relevante de lo que se busca transmitir; la manera en la que la narrativa poética avanza no es completamente estática. Como se menciono anteriormente, el yo poético atraviesa por un ciclo de búsqueda por lo que la variación de su visión cambia conforme avanzan los versos. La aceptación es el paso que da abre el camino para el conocimiento interno del yo; la ruptura se transforma en un acto más en el tiempo pero que siempre aislara a ambas partes al momento de evocar al recuerdo. […] tú y yo you and me

Bibliografía Varela, B. (1996). Canto Villano, poesía reunida. México: Fondo de Cultura Económica.

Ollé, C. (2000) El Canto Villano de Blanca Varela. Ediciones de las mujeres N.º 31: Isis Internacional. Recuperado en: http://www.letras.mysite.com/varela041002.htm Fernández, T y Tamaro, E. (2004) «Biografía de Blanca Varela». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España. Disponible en https://www.biografiasyvidas. com/biografia/v/varela_blanca.htm

toi et moi tea for two en la inmensidad del silencio en el mar intemporal en el horizonte de la historia porque ácido ribonucleico somos pero ácido ribonucleico enamorado siempre […] (Varela, 1996)

Es así como el lenguaje poético utilizado por Valera construye no solo un discurso homogéneo de un acto tan típico como una ruptura, sino que entrelaza con la exploración de respuestas de uno mismo, junto a la linealidad en la que transcurre cada hecho, de manera coloquial: atravesando cada fase de una ruptura y la despedida final hacia el otro.

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Entrevistas 34

Mariana Libertad: “Las mujeres nos leemos entre nosotras” Un acercamiento a su literatura

Anguie Yovera y Dayanna Diaz

Esta historia me gusta contarla, la he contado muchas veces. Creo que uno de los orígenes fue mi sorpresa cuando estudiaba la licenciatura, vi dos cursos de literatura latinoamericana y no leímos a ni una sola mujer, un curso del siglo XIX y XX y no leímos a ni una sola mujer, entonces por supuesto ¿Qué asumimos todos? Que no hay mujeres que escriban en América Latina. Además, en la maestría, que también tomé en Venezuela, eran tres cursos de literatura venezolana y solo leímos a Teresa de la Parra. Realmente yo estaba muy sorprendida y asumí, como creo yo que es natural, que había menos mujeres que escribían, pero no leímos ni siquiera a Gabriela Mistral que era la Premio Nobel. Afortunadamente en ese tiempo tuve la fortuna de tener a una profesora de literatura venezolana llamada Raquel Rivas Rojas, quien actualmente vive en Edimburgo, dictó un curso que tenía que ver con la identidad en un periodo de dictadura que hubo en Venezuela, ella nos hablaba de las fábulas de identidad

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Fuente: LIBEROAMÉRICA

- ¿Cómo surge tu interés por investigar esta literatura escrita exclusivamente por mujeres?

Yo era licenciada en literatura, estaba haciendo la maestría y jamás en mi vida nadie me había hablado de ella. Investigando un poco más descubro que esta biblioteca funcionó desde el 42 hasta el 56, que en principio tuvo un anclaje grande con la política porque las mujeres estaban buscando el voto en ese momento, hasta el año 47 que se logra. Resulta que esta biblioteca publicaba a cuatro mujeres venezolanas por año a través de un concurso en el que se premiaban cuatro géneros: Narrativa, poesía, dramaturgia y ensayo.

Es decir, había un corpus de alrededor de 60 obras publicadas por la Biblioteca Femenina Venezolana y yo no conocía ningún nombre. Esta fue como una primera puerta, de ahí sale mi primer libro que se llama Criaturas que no pueden ser aludiendo a la metáfora del güije, que es una figura de la mitología caribeña, un per-

sonaje que aparece y todo el mundo lo ha visto, pero la gente dice que no existe porque hay criaturas que no pueden ser, bueno las mujeres estaban ahí pero no las veíamos. Entonces comencé a revisar los diarios de la época como el diario Ahora, la revista Elite y me doy cuenta de que tuvieron una recepción inmediata muy favorable, pero fueron borradas progresivamente.

A partir de ahí mi interés siguió creciendo y le hice otras preguntas a la literatura venezolana, estuve en el año 2007 y 2008 en el Centro de Estudios Flora Tristán haciendo una investigación titulada Déjame que me cuente: intelectuales limeñas en el Perú de los 40 porque descubrí que en el Perú ocurría una cosa más loca todavía, había sucedido una reevaluación gracias al trabajo importantísimo que había hecho Franchesca Denegri y alguna de sus estudiantes había reevaluado la literatura escrita por mujeres del siglo XIX, pero entonces estaban en los años 80 y era como si la primera mitad del siglo XX no hubiera existido.

Entonces fue el interés por estas autoras al darme cuenta de que eran voces que jamás se habían oído ya que el canon se formó a través de una mirada masculina.

«Lograrás renacer de las cenizas»

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Fuente: “En Lima: Agenda cultural”

Fuente: Instagram @lalocadeldesvan

en el regionalismo y ahí es donde veo por fin el nombre de una mujer, Ada Pérez Guevara. Decidí investigar sobre ella en la biblioteca nacional donde estaba una novela suya que había sido reeditada, buscando otros libros de la autora encontré otra novela suya que había sido publicada por una cosa que se llamaba “Biblioteca femenina venezolana”.

El cuestionar los presupuestos del canon de la historiografía literaria fue lo que hizo que siguiera. Digamos que comenzó casi por un hallazgo fortuito, pero fue darme cuenta de la laguna que teníamos en nuestra formación lo que me dio mayor interés. Se trataba de que realmente no se estudia a las mujeres, no se habla de ellas. Fue interesante descubrir, gracias a investigaciones previas, trabajos comparativos de la profesora Luz Marina Rivas, que muchas de las autoras se conocían, intercambiaban cosas, se leían. Todo este recorrido ha sido muy interesante.

- Es interesante verificar cómo existe, aun en nuestros tiempos, estos vacíos por parte del canon, que se enfoca más en la literatura escrita por hombres dejando de lado a ciertas autoras que en algún momento han sido valoradas, pero que en el transcurso del tiempo se han ido olvidando. En base a esto, coméntanos ¿cómo ha sido el proceso evolutivo de la participación de la mujer en la literatura? ¿Ha sido gratificante el panorama o aún falta mucho por investigar?

Sí, lo que pasa es que los movimientos sociales son lentos. La participación de la mujer en la literatura ha cambiado sustancialmente si la comparamos con la situación de las escritoras del siglo XIX, pero los procesos sociales son lentos y por ellos las transformaciones se darán de la misma forma. Ayer les decía a unos amigos mexicanos que me hicieron una entrevista por otro libro en el que hablo

de las autoras en las novelas de la revolución, que hay un montón de libros que hablan sobre la revolución pero solo compilan a los hombres, entonces yo hice esta investigación buscando el esbozo femenino, les estaba comentando que había una cosa que a mí me sorprende mucho y es que nosotros estudiamos historia universal, pero no se habla nunca del movimiento feminista, siendo la revolución feminista uno de los movimientos sociales más exitosos, con mayores logros a lo largo de la historia. Por ello, siento que los avances del pensamiento feminista, la validación de los estudios de género como disciplina en los años 80 que se instituye en las universidades, la preocupación por el discurso de las mujeres, todo esto permite que el movimiento esté en la cumbre más alta de la que ha estado en mucho tiempo. Entonces siento que sí ha habido cambios en cuanto a la recepción a propósito de la aparición de estas cosas.

Por ello, sabemos que el siglo XIX peruano no está completo si no leemos a autoras como Teresa Gonzales de Fanning o Carolina Freyre porque ahora conocemos que ellas también estaban escribiendo, eran líderes de opinión y sabían cosas en su tiempo. Una cosa que me parece muy interesante es que por el lugar del cual hablan las mujeres, éstas siempre han estado ajenas a las modas, porque bueno no son parte del canon, porque tienen otras búsquedas u otras necesidades intelectuales, otra tradición u otros referentes atávicos, tienen otras lecturas.

Entonces, por ejemplo, surge en los años 90 la novela de Margarita Práxedes Muñoz, donde se nos muestra a la

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gía a tres mujeres y a veinte hombres, junto a una serie de cosas que ahorita siguen pasando, pero hay dos cosas que son

importantes: primero, ya estamos alertas, o sea que ahora sí hay gente que responde ante eso; y lo otro es que en paralelo viene la voz tratando de intervenir, donde se hacen una antología que hable de veinte cuentistas varones donde no haya ninguna mujeres entonces yo haré una antología que hable de cuarenta mujeres cuentistas, pues no puede ser que las personas piensen que estos son los únicos relevantes. Lo importante es que ahora hay una capacidad de respuesta que se ha acoplado a las plataformas que nos brindan un medio para responder.

- A partir de los que nos comentas, para ti ¿Existe alguna diferencia en las producciones artísticas escritas por mujeres en comparación con las escritas por hombres?

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Fuente: Magazine cultural "Lima en escena"

primera mujer científica como personaje literario, Paulina. Aquí la autora toma toda la retórica romántica, pues Paulina se enamora, llora de amor, pero es muy chévere porque se enamora de un científico del cual lee un artículo que publicó y ella se siente intelectualmente atraída por él.

Sucede que le escribe una carta a su amiga cuando ella está despechada y se lanza media novela hablando de positivismo, gracias a esto fue valorada como una escritora que tiene calidad literaria.

Ahora podemos darnos cuenta, gracias a los avances, sobre cuál fue su estrategia para poder ingresar al canon, para expresar que las mujeres también tenemos derecho a estudiar ciencia, que era un poco su reclamo. Creo que las lecturas han cambiado y eso hace también que cambie la apreciación de la mujer escritora dentro de la sociedad, solo que los cambios son lentos. Les cuento una anécdota personal, una vez me dieron un premio por un libro en el cual hablaba de tres autoras latinoamericanas y cuando me están entregando el premio, llaman a un señor que era parte del jurado que al parecer tenía una molestia en premiar un libro que hablara solo de mujeres. Sucede que me llama para recibir el premio y dice Este libro habla de fulana, sultana y mengana… comparándolas con un pensador que cito referencialmente en el libro y a las mujeres de las cuales hablo integralmente en él las dejó de lado, es decir que todavía existe estos gestos de silenciamiento, el incluir en una antolo-

En principio tiene que haberlas, estamos hablando de otra subjetividad. Un libro es un discurso elaborado de un sujeto y sabemos que la socialización incluye mucho. Por ejemplo, si leemos a las autoras que firmaron con seudónimos masculinos, podemos ver que en su narrativa está muy claro que el discurso es femenino, me parece algo insoluto el que no se hayan dado cuenta. Cuando leemos Cumbres borrascosas, por ejemplo, la voz narrativa la tiene una mujer que es personal de limpieza en una casa ¿Ustedes han leído alguna vez una obra escrita por hombres que le dé voz a una mujer que limpia en una casa? Esa era una cosa que se veía como impensable en el siglo XIX, para Emily Bronte esta mujer existía, le da voz y es la guardiana de la memoria y sabemos que esta posición es difícil.

Otro cuestionamiento es por qué no tenemos a ninguna mujer científica en el siglo XIX, todas las mujeres en la literatura canonizada del XIX son aquellas que están lloriqueando todo el tiempo por un hombre, sin expresar toda la fortaleza que podría tener un personaje femenino en la literatura escrita por mujeres.

Siento además que es una cosa muy chévere que surgió a raíz de la tercera ola, que es la conciencia del cuerpo y cómo dejó de ser fantasiosa, porque si vemos la literatura canónica hasta la segunda ola, la sexualidad y el cuerpo femenino se representaba desde las fantasías masculinas, cómo el hombre quiere que sea una mujer en la cama, en el sexo, en la vida, en la relación con otras mujeres y me parece fabuloso ver esta libertad que

ahora se tiene. Pienso en escritoras de los años 80 que hablan de este disfrute, incluso antes, en el comienzo del siglo 20, cuando pensamos en Delmira Agustini o en María Luisa Bombal o en cualquiera de estas escritoras, vemos que ellas querían hablar de su corporalidad, de su experiencia sexual, de su deseo, más allá de lo que dijera las voces masculinas. Siento que sí hay una diferencia porque un libro es un resultado de un proceso identitario, por ello encontramos diferencias entre una persona que esta racializada y cuando no, cuando escribe una persona según su grupo etario, cuando se escribe desde la capital o desde la provincia, siempre va a haber una percepción diferente, pues el discurso se elabora, en otros términos.

- A pesar de los avances que hemos tenido a lo largo de los años, el discurso masculino sigue prevaleciendo como principal dentro de la literatura ¿Cómo esto afectó tu desarrollo al momento de presentar tus trabajos de creación?

Yo soy mujer por decisión política, hay un compromiso de hablar desde la experiencia de ser mujer latinoamericana, viví en España unos 4 años, pero ser mujer binacional de dos países latinoamericanos y haber vivido en España, una cultura que en las relaciones en el sistema sexo-género no estamos demasiado lejos; y hay una cosa muy interesante, siento que se ha creado un circuito maravilloso, y es que las mujeres nos leemos entre nosotras, o sea la academia, las instituciones establecen que tenemos que

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leer hombres. Una vez estaba dictando un curso en una universidad, íbamos a leer diez autores, incluí a doce, eran doce semanas, incluí cuatro mujeres y alguien me dijo que eran demasiadas, que por qué estaba jalando el curso hacia mis intereses de investigación, no puedo creer que un tercio le parezcan demasiadas, el premio Nobel de Literatura se ha entregado 119 veces, yo dicto el curso Ellas las del Nobel en las que hablo de las 16 mujeres que han ganado el Nobel, y hay quien dice que a las mujeres les dan el Nobel por ser mujeres, pero sí he visto por ejemplo que cuando dicto mi curso se inscribe muchísima gente y mujeres en un 95 % porque sí les interesa saber quiénes fueron las mujeres que escribieron.

Siento que hemos creado redes de mujeres lectoras, y sí nos interesa un poco aproximarnos, porque ya desde nuestra formación inicial, la de la escuela, la de la universidad, nos están solo presentado referentes masculinos, creo que es como un acto de rebeldía, nos leemos todas, compartir proyectos bellísimos como por ejemplo de mi poemario (Ad)herencias y también de un libro de investigación que está próximo a salir y tantos proyectos que visibilizan la escritura femenina. Pienso que poco a poco esas redes pueden ir transformando todo el espacio lector, entonces creo que, a propósito de mi experiencia como creadora, la cuestión está en cobijarnos y en leernos, y en escucharnos unas a las otras, en organizarnos, en organizar nuestros recitales, nuestras participaciones en la feria; por-

que el ideal sería que en algún momento no tengamos que crear una colección distinta, pero mientras eso llega, tiene que haber una manera de hacer contrapeso a la hipermasculinización de los espacios literarios.

- ¿Qué similitudes encuentras en la literatura escrita por mujeres latinoamericanas emergentes?

Bueno, por mi trabajo, yo trabajo mucho con escritoras del s. XIX y comienzos del s. XX, la literatura contemporánea que leo o que he leído es en particular de mujeres muy jóvenes que comparten un imaginario en común; por ejemplo, el poemario de María Font, siento que tiene algunos puntos de encuentro con Enza García Reaza, poeta venezolana, sí creo que hay cierto parentesco, pero más allá de todo, más allá del hecho de ser mujeres, hay otras variables que las unen, la formación que recibieron, el tipo de carrera que estudian, el hecho de ser de la misma generación, tienen los mismos referentes culturales de infancia, entonces por ahí se tejen algunas redes. Hay algo que para mí es importante y es cómo ver que en estos diálogos hay especificidades, o sea hay cosas que marcan la escritura de una autora, yo a veces leo o escucho algo y me doy cuenta de que es la autora sin haberla leído. Y ya hablando de otra generación, por ejemplo, la escritora venezolana Ana Teresa Torres, que es una mujer cercana a los 60 años, la leo y la diferencio de sus contemporáneas narradoras en Venezuela, pero sí hay por supuesto un halo que cubre todo esto.

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Ahora mismo estoy dictando un seminario de Literatura Latinoamericana Contemporánea y leímos dos obras tan distantes geográficamente como En el tiempo de las mariposas de Julia Álvarez que habla del asesinato de las hermanas Mirabal en República Dominicana y hablamos de Cambio de armas, un cuento de Luisa Valenzuela en el que se habla de una mujer que fue torturada durante el régimen de Videla, y parece mentira, pero el discurso de las dos autoras se tocan en muchos puntos, porque están hablando de violencia política ejercida a través de la tortura, pero particularmente dirigida a las mujeres y ahí vemos que todo cam-

bia;, la objetivación, el negarle a la mujer la identidad, el hecho de que es una doble transgresión porque se están oponiendo al poder, pero además se están metiendo en política y el lugar de la mujer es la

cocina. Entonces vemos que construyen personajes aun cuando están hablando de momentos históricos distintos, la historia de Valenzuela se sitúa en el gobierno de Videla, o sea estamos hablando de dos gobiernos que se dieron en momentos y en lugares distintos, pero hay particularidades que tienen que ver con la experiencia de ser mujer en regímenes totalitarios.

- Para finalizar, ¿Qué significa para ti ser mujer y más aún ser una mujer que escribe en pleno siglo 21?

Creo que para ser mujer en el mundo literario es importantísimo que nos pensemos como colectivo, lo de la identidad colectiva y la búsqueda de un imaginario común es una cosa a la que no debería-

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Fuente: “Cultureando en Barinas”

Hay una cosa que es muy importante y es que al margen de la experiencias sociales y políticas comunes a toda la sociedad, hay experiencias que se viven de manera particular, por ejemplo cuando nosotros pensamos en formas de tortura que se produjeron en Perú durante el Conflicto Interno, vemos que los delitos sexuales iban dirigidos a mujeres, aun cuando hubo abusos de poder, y hubo torturas hacia un montón de gente, habían formas de violencia dirigidas particularmente a las mujeres, siento que ese también es un halo común como hablar de esas especifidades, la especifidad de la experiencia del cuerpo, la especifidad de las formas de violencia que recibimos desde el Estado, eso también es común a distintos textos literarios.

mos renunciar porque es la garantía de que vamos a seguir estando; he dirigido tesis de licenciatura, de maestría, de doctorado, tengo mucho tiempo siendo profesora universitaria y me ha correspondido leer muchos trabajos y solo he tenido dos tesistas hombres, todas las demás son mujeres, yo no veo que haya un interés real, es difícil todavía romper el paradigma de que los hombres tienen que preocuparse o que hablar de literatura de mujeres es cosa de mujeres, creo que primero renunciar a eso no es una opción, renunciar a leer a otras mujeres y hablar de ellas no es una opción, por eso lo sigo haciendo y sigo enfocando mi trabajo hacia ello, no es una opción hacerlo porque ahí sí volvemos a caer en la invisibilización absoluta; es mejor ser leída en pocos grupos que no ser leída, esto por un lado, y por el otro hay una cosa que es interesante y es la necesidad de pensarnos, de organizar los eventos, de pensarnos en redes, ser mujer escritora en este momento implicar ser parte de un colectivo y también tener una voz política, es casi el deber de hacer públicas una serie de imágenes, de discursos, de reclamos que han estado en la literatura escrita por mujeres históricamente y que hemos ido silenciando. Por ejemplo, esto tiene que ver con el seminario que dicto ahora, lo dicto porque es noviembre y el 25 de noviembre, a propósito del asesinato a las hermanas Mirabal se conmemora el día de la erradicación de la violencia contra la mujer, una

cosa que desconcierta muchísimo es la cantidad de feminicidios que aparecen en la literatura escrita por mujeres en el s. XIX y la invisibilización absoluta de eso en el s. XX, en la sistematización de la literatura; entonces creo que ser mujer implica volver a hablar de las cosas que nos preocupan por ser mujeres, de las implicaciones políticas que tiene ser mujer en este momento y sobre todo hablar en colectivo e inscribirnos dentro de esa red.

-Actualmente se encuentra trabajando en un libro de investigación que será publicado por la editorial Hipatia, acaba de realizar un prólogo a la novela de Margarita Práxedes Muñoz y también está explorando la literatura infantil.-

10/11/2021

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Rocío del Águila Gracey: “La identidad se ve marcada por no seguir el estereotipo de mujer” Un acercamiento a su literatura Izabo Ganoza y Patricia Saldaña - ¿Cómo fue tu acercamiento a la literatura y a la escritura?

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Fuente: Manuel Yaipen Sevillano.

Bueno, desde muy joven siempre me gustó escribir poesía, desde que estaba en el colegio, pero hubo un evento que cambió lo que quería estudiar. Tuve buenas profesoras de Comunicación y Literatura; una de ellas, en ese tiempo, estaba llevando un curso en el Instituto Antonio Cornejo Polar y nos preguntó a varias si queríamos ir, si podíamos ver cómo es la experiencia.

Yo tendría unos 15 años, éramos como tres quienes decidimos ir y en ese momento me acuerdo que estaban hablando sobre Borges, Cortázar, sobre el mito del minotauro; hablaron de diferentes cosas que yo en ese momento no entendía nada, pero para mí fue sorprendente. En ese momento también se habló sobre Eielson, ya que era Martha Canfield quien estaba dando la presentación. Y a mí me sorprendió. Fue la primera vez que vi que podía haber personas intelectuales, académicas, personas que tenían mucho conocimiento, que podían trabajar en eso, que podían seguir la profesión que habían elegido y que estaba bien. Eso me cambió toda la perspectiva, porque ahí supe que no hay que elegir una profesión solamente por el trabajo, realmente tiene que ser algo que te gusta, y si te gusta, lo vas a hacer bien.

Por otro lado, en mi casa siempre se leyó. Mis padres siempre leían cosas que pienso que son muy importantes, desde chiquito que a uno le lean cuentos o que te los compren, que te cuenten historias, eso ayuda mucho al desarrollo de la imaginación, también despierta un hábito y una necesidad de buscar nuevas obras.

Esto se volvió para mí un referente, me gusta escribir, me gustaba mucho leer, entonces ahí me empecé a interesar en estudiar Literatura. De esta manera, prácticamente a los 16 años, yo ya sabía que quería estudiar Literatura; muchos me decían los pros y contras de estudiar la carrera, porque en ese entonces pues no conocía a nadie que estudiandiara Literatura, nadie te puede decir que tal esa carrera en sí, en qué puedes trabajar o no. Entonces, fue un poquito como lanzarme al agua por un lado de eso, pero si teniendo la imagen de Martha Canfield haciendo sus presentaciones y me replantee: Si esta señora lo puede hacer ¿por qué yo no?

- ¿Qué escritoras y escritores dirías que tuvieron un mayor impacto en tu escritura?

Bueno, no sé cómo estará ahora el plan lector en los colegios, pero a mí siempre me pedían una lista de libros, de la cual no se leían todos, yo en mis vacaciones leía los libros que encontraba en mi casa de esta lista; ya al ingresar a la universidad pude llevar cursos de poesía, narrativa, literatura actual, otros cursos de lingüística, también porque hacíamos dos años estudios generales, que en particular para mí afianzó que era el camino correcto.

Creo que son dos grandes poetas, una es María Emilia Cornejo y Carmen Ollé.

En mi recuerdo, en una Feria del Libro en la que Flora Tristán tenía su stand, pude conseguir un poemario ya que en la universidad habían hablado de María Emilia Cornejo y de Carmen Ollé también. Luego me regalaron el otro; tendría 18 años o 19 años y para mí marcaron algo muy fuerte; es más, ahora, al releerlos, también provocan algo en mis sentimientos, tengo 33 años y donde yo vaya, yo los llevo conmigo. Regresar a su lectura, cada

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cierto tiempo, es encontrar nuevas cosas, es indagar sobre el ejercicio de escritura y ejercicio poético, es indagar un tema sobre la identidad, sobre crecer, sobre el ser mujer, las parejas, el deseo, las penas, las dudas; que pues en todos estos años, me ayudan a seguir pensando, no solo como poeta, como persona que escribe, sino también como problemáticas que me interesan y que creo que toda mujer tiene en algún momento de su vida.

- Específicamente, cuál crees tú que sea un poemario de ambas escritoras, en este caso, que marquen en ti, o sea ¿Cuál elegirías como tu favorito?

No puedo elegir un solo favorito, tienen que ser: Caminos recorridos y Noches de adrenalina. Los leí casi a la par y yo creo que tendrían que ir los dos de la mano. Son poemarios que han inspirado mi escritura, lo cual se ve bastante marcado, por ejemplo, María Emilia Cornejo se ve bastante representada en mi escritura, pero también mis primeras indagaciones de investigación.

Son los poemarios que siempre llevo a la mano y a los que siempre retorno.

Bueno, son los que iniciaron la vertiente gótica y toda la generación del 80, si bien no las puedo nombrar a todas, pero también es un referente, todas en como grupo son muy importantes para mi escritura y creo que para pensarnos como mujer.

- Gracias a la formación que lograste tener en el extranjero ¿Cuál dirías que es la mayor diferencia que posee la literatura latinoamericana femenina en comparación a la norteamericana?

Sí, efectivamente yo hice un máster en estudios Hispánicos, primero en Chicago, en la Universidad de Illinois y ahora estoy en Nueva York haciendo un doctorado. En realidad, como mucho si se quiere hablar de literatura hispanoamericana o latinoamericana, también está mucho referente de la literatura Latina o latínex, que un poco está ahorita en boga pero que los años 70 comenzaron a haber muchos representantes, y dentro también lo que se le conoce como las escritoras de color o el feminismo del color, el feminismo negro. Entonces yo voy a referirme a ese específicamente, porque sobre las escritoras blancas no he leído demasiado y tengo un poco una crítica también, pero lo que sí veo es que desde hace muchos años hay una necesidad de reivindicar la identidad desde la idea de raza, de sentirse en un borde muchas veces, por ejemplo, una identidad que es norteamericana, pero también es mexicana o es cubana o es puertorriqueña, dominicana o de alguna otra parte de la América Latina.

O tal vez pensarse desde la raza como parte de un problema de clase y de que quiénes pueden acceder a estos espacios privilegiados del conocimiento frente a otras personas que las tienen un poco más fácil. Pero, hay estas escritoras que también estudian una problemática de

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Lo mismo pienso, por ejemplo, en Audre Lorde. Ella nació en Nueva York, en el Harlem, y me parece que 1 de sus padres fue como migrante y otro fue afroamericano, no recuerdo cual los dos, pero ella

Pero yo creo que sí me gustaría más referirme a la cuestión de las mujeres chicanas latinas y en este caso afroamericanas con Audre Lorde, que para mí también son un valioso referente. No es-

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Fuente: Gociterra

género, entonces, muchas veces la idense identifica como negra, y tiene textos tidad se ve marcada por no seguir el estemuy bonitos porque escribe poesía, pero reotipo de mujer heterosexual o de mujer también fue una académica que utilizó que quiere seguir con las tradiciones de un lenguaje muy poético para reflejar la familia que son: salir de su casa caesta situación de vulnerabilidad que vive sada, tener hijos y no la mujer de color en estudiar sino dedicarlos Estados Unidos: se a la familia. AlguEn la casa, en la calle, nas representantes son en la comunidad, el Gloria Anzaldúa, en trabajo, pero también el caso de las chicanas ella experimenta en la también está Ana Casacademia. tillo y Sandra CisneElla quiere ser una ros, que son un poco académica y brindar de las más representambién sus aportantes, en este caso de tes, pero se encuentra las zonas de mexicoacomo que con una pamericanas, que son la red que es el feminisprimera generación de mo blanco; no estoy sus familias, que pudiciendo que todas dieron acceder a una las mujeres blancas educación superior y norteamericanas conque escribieron narrafluyan en ese mismo tiva o poema ficción, «En la oscuridad blanco, que es muy nopero también reflexiocómplice tiempo, es- civo y que no intercepnan de manera más pacio, luz, todo ta raza, clase, género; crítica sobre su papel dentro de la sociedad cuantificador que- pero en el caso de ella, se dio cuenta de que mexicana-norteamerida desarmado ante el sí había muchas cosas cana y como ellas se brillo imponente de que se hacían solo por quieren presentar con los amantes». la cuota porque no entodos estos dilemas y contraba a nadie más, estas diferencias que entonces como para hacer relleno. se da en su misma familia y comunidad.

toy negando que hay otras, como Sylvia Plath y demás, que son muy importantes, pero yo quisiera resaltar el valor de las otras mujeres.

- La sociedad limeña aún se rige por padrones patriarcales y es muy hermética referente a sus valores acerca de la mujer. ¿Cuál crees que es el mayor paradigma que rompes sobre la visión social de la mujer a partir de tus temáticas?

Fuente: Revista Alienation.

Creo que hay mujeres más valiosas que pueden darnos mejores ejemplos, pero creo que, en mi caso, bajo mi pro-

pia experiencia, la oportunidad que tuve de estudiar en la Universidad Católica, la casa en que viví, el espacio que me dieron para estudiar, el poder salir del país, gracias al apoyo de mi familia, pero creo que en parte fue por una decisión que yo tome y para mí, si hablamos del cuerpo, sería en cuestión del tránsito. Es del salir de casa sin haberme casado, sin haber vivido sola antes, irme a otro país, a otra casa, para mí fue muy importante porque yo quería estudiar, quería seguir especializándome en literatura. Y como una mujer o chica que había estado en un colegio de mujeres, a estudiar en la Católica, haber vivido en San Miguel; salir de ese

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espacio, abrir horizontes y fue un cambio de paradigma, un lo hizo, y lo está haciendo sola y sobrevivió, eso para mí fue madurar. Creo que parte de ese proceso tiene mucho que ver también con mirar nuestros propios temores temores. Aquí, por lo menos, en la sociedad norteamericana, el espacio personal es más amplio entonces yo sí me siento más segura en esta ciudad. Fue reacomodar cómo movilizarme, cómo comportarme, cómo sentirme segura en el espacio público, uno diferente a Lima.

- A pesar de los diferentes avances que hemos podido tener en relación a las publicaciones literarias en nuestro país ¿Consideras que aún se presentan diversos obstáculos para las escritoras al momento de presentar sus trabajos poéticos o narrativos? ¿Esto llegó a afectarte a ti de alguna manera cuando presentaste tu primer poemario La falsa piel que me habita?

Creo que efectivamente ha habido muchos avances, pero sí se debe seguir haciendo una crítica porque el espacio es todavía muy cerrado. En cuanto a editoriales, hay editoriales que sí comienzan a ver literaturas feministas ahora, pero son muy pocas en comparación con el número de poetas o narradoras que quisieran publicar. Tal vez por cuestiones comerciales, por hacerse editoriales más conocidas, a los varones toman más en consideración que a las mujeres; no digo que pase en todas las editoriales, pero sí ocurre. También está el

hecho de qué se espera que escriba una mujer y qué se espera que escriba un hombre; entonces, ya se tiene una idea preconcebida de lo que “debería” escribir una mujer, y muchas personas no le dan la importancia necesaria. De hecho, no lo escuché directamente, pero sí ciertas cosas como comentarios negativos hacia las mujeres que hablan del tema del goce y del deseo, viéndolas no como un ser que conoce y ha ahondado en los temas de la sexualidad, sino como si hablase de su propia sexualidad y aparece la crítica del por qué habla de eso. Desde la década del 80 hay muchos críticos que deliberaban que este tipo de escritura era infantil, pues era demostrar que las poetas todavía no habían alcanzado una escritura refinada que tratara temas de la humanidad en general. Cuando esto es erróneo, simplemente es trabajar un tema desde el espacio íntimo, pero que refleja una problemática social. Otra dificultad que pudo haber es por cuestiones de dinero, aquí en Perú se debe publicar muchas veces, y es una dificultad tanto para hombres como mujeres, la verdad es que debería existir un poco más de financiamiento para salgan a la luz buenos trabajos que por cuestiones de dinero no se pueden publicar. En mi caso sí tuve la posibilidad de pagar para las publicaciones y ediciones de mis libros,

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pero sí saltó el tema de la crítica a mis temáticas. Por suerte no ha sido algo tan directo.

- Para finalizar la entrevista hay alguna lectura que hayas hecho recientemente que podrías recomendarnos.

Lo que he estado leyendo es literatura de mujeres centro americanas y es impresionante sobre todo porque en Sudamérica no se lee nada de ese temario y lo más probable es que en centro américa tampoco se lea lo de sur. Pero creo que es importante pensar que no es que desde más arriba de Colombia hay un hueco de mar hasta México, sino pensar en muchas referentes. Por ejemplo, más o menos en la misma época de Noches de adrenalina, un poquito antes, apareció un poemario que se llama Poemas de la izquierda erótica de Ana María Rodas, ella es guatemalteca, su libro fue un Boom que trabajaba el tema de la identidad de la mujer, del deseo, y un título que llama mucho la atención, pensando que en esas épocas iba a ver una guerra así en Guatemala.

Más contemporánea está Aida Toledo, Vania Vargas, que también son guatemaltecas y han trabajado poesía y narrativa, sobre todo cuentos. Son cuentistas y algunas poetas y que también trabajan el tema de la mujer frente a una sociedad guatemalteca actual muy violenta en donde siguen afrontando violencia patriarcal.

Y en el caso de otros países, de El salvador, Jacinta Escudo tiene un libro de cuentos que se llama El desencanto, que también es muy bueno. Claudia Hernández, también de El salvador, toca temas de la guerra o de la violencia urbana en

la sociedad y creo que esa es una tendencia que se está marcando en las escritoras centroamericanas. Están las que publicaron antes como Yoconda Beli, y todas las que trabajaron la revolución en sí, con las cuales podemos hacer una comparación con Perú y sus escritoras de los años 80 y 90, pues creo que se puede ver una correlaciona en sus ejes temáticos en cuanto a la violencia patriara y la experiencia urbana de las mujeres.

16/11/2021

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Creación

Literaria 50

Fuente: Karina Valcárcel

Karina Valcárcel Karina Valcárcel (Lima, 1985) Escritora. Ha publicado los libros Poemas Cotidianos, Una mancha en el colchón, Variaciones / Otros te[a] mores; Los abrazos largos y Los abrazos largos-prosa. Forma parte de las antologías: Rito Verbal, 20002010 (Elefante Ed.); Antología de la edición XVIII del festival Enero en la Palabra (Cusco, 2014); Tránsito poético (Lima Lee, 2016); entre otras. Ha sido invitada por la Dirección General del Libro y fomento de Lectura del Ministerio de Cultura de Perú a participar de los programas La libertad de la palabra y Arequipa imaginada. Obtuvo la licenciatura en Periodismo con un documental y tesis cuyo eje temático fue la violencia contra la mujer. Actualmente trabaja en un nuevo poemario.

ÁRBOL De Variaciones – Paracaídas, 2012

De un árbol de elefantes se desprende un elefante maduro.

La caída del curioso fruto ocasiona un temblor que agita las casas aledañas alterando a los vecinos que de cinco en cinco se aproximan al lugar de la caída que es ahora una depresión perfectamente redonda.

Se discuten varias medidas para resolver el destino del elefante el uso de la cavidad la prevención ante la llegada de la primavera se forma sindicatos y grupos de protesta convocan elecciones pelean gritan lloran ríen prometen pero nadie cuestiona la naturaleza del árbol.

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RETRATO DE BODA De Otros te[a]mores – Paracaídas, 2012 Mi madre es mucho de mí y yo, tanto de ella que a veces miro su foto de boda y pienso que no disté mucho de vestirme de blanco o casarme a los diecinueve.

Miro su rostro de adolescente monócroma con una vincha de flores, su sonrisa deja ver una fila de dientes ordenados y pienso que debe ser difícil para ella saber que tengo la mordida profunda que los aparatos de ortodoncia no lograron corregir los malos hábitos de mi boca y sin embargo podemos sentarnos a tomar una taza de café una tarde cualquiera y hablar del desamor como quien pela papas para el guiso del almuerzo.

Mi padre aparece a su izquierda lleva una flor en la solapa que sospecho sustrajo de la vincha de mi madre, mi padre sustrajo durante mucho tiempo flores de la vida de mi madre y sin embargo pueden sentarse al desayuno, cortar con el mismo cuchillo el pan hablar del desamor y comentar los noticiarios como quien sumerge la memoria en la bañera.

A veces los tres nos sentamos a la mesa y no miramos más la foto de boda pero siempre podemos volver a juntarnos dentro de un mismo cuadro aunque nadie capture los instantes.

HEPATITIS De Los abrazos largos - Paracaídas, 2013 Guarde reposo absoluto.

En esta sábana caliente las horas se disgregan, la huella de la lluvia en la ventana, el polvo que no discrimina y celebra el vuelo de las moscas, el foco de cincuenta watts, las aves de percal en la cortina, nueve pares de zapatos, fruta despepitada, frasco con alcohol, la incierta visita de la muerte que no viene a llevarte, que sólo viene a traerte flores y libros y una higuera que plantas en tu pecho y que abonas con silencio de relojes, olor del aderezo del vecino, tu niño te canta y no puedes besarlo.

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SOMOS TODOS LOS CUADROS DE GUSTAV KLIMT De Otros te[a]mores – Paracaídas, 2012 donde las personas que se abrazan parecieran condenadas a quererse Momificados acalambrados nuestro amor se debate entre acupuntura o quiropraxia sin descartar totalmente la lucha libre.

Somos Danae enroscada con los ojos cerrados pero despiertos un solo cuerpo que nos resume la soledad de la carne.

Crecen a nuestro entorno se multiplican células o es quizá caspa desprendida de nuestras pieles o es quizá que la mortalidad nos está afectando.

Somos la página sesenta de un libro que ya nadie abre estamos ahí pegados al papel impresos / impresionados / presionados nunca hemos dejado de abrazarnos.

DE “TRES GRABADOS DE MAX ERNST” - GRABADO CON PEZ De Los abrazos largos - Paracaídas, 2013 1.

Logramos sobrevivir a todos los naufragios/ sin desperdiciar ninguna bengala/ aprendiendo a distinguir lo comestible/ lo venenoso/ lo curativo.

Si un día juntamos nuestras islas/ seremos un número ocho/ unas gafas que flotan en medio del mar/ conjuntos al borde de una intersección imposible/ pero también este signo infinito.

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2.

La conquista/ la invasión/ las arcas/ las carabelas/ las balsas// un bote encallando en la única herida que nunca cierra/ el pez/ el no pescado/ el que se mueve en la cóncava desesperación de la búsqueda/ los túneles/ este placer sin delta/ la punta de tu lanza de cazador nato/ es solo la cabeza de una corvina en mis redes// sale a flote/ apesta/ embriaga/ si trazamos una línea en la tierra/ ¿quién la cruzará primero?/ ¿a nombre de quién reclamo este cuerpo?/ ¿cómo empezaré la labor de cartografía?

3.

Ya no te hablaré de mi infancia/ sabemos que los peces que se atrapan con imanes son bonitos/ pero ningún hombre adulto los conservará.

TREN ELÉCTRICO De Los abrazos largos – Paracaídas 2016 el tren en el que viajo a toda velocidad es una serpiente voladora. un dragón que nos lleva en sus entrañas con el amor de una madre primeriza. es el río en el que nos sumergimos cada mañana y cada tarde al terminar la jornada. un río en el que hay más peces que agua. un listón de carne que se azota con el viento. //a través de sus ventanas el tiempo es tan bello como una mitocondria. si logro asomar la cabeza entre tanta algarabía, afuera veo venir e irse anónimas hazañas. un muchacho que ha trepado en los hombros de una estatua y besa el cráneo de un señor de bronce. huele sus cabellos de una sola pieza. luego, desaparece. es más que imposible todo aquello que la gente abandona en sus tejados. es más que imposible la cantidad de cuadriláteros que convierten las montañas en una imagen pixelada. un enjambre de luces que se posa sobre las pistas, y un panal de humanos como avispas, son las estaciones. una columna ondulada y zigzagueante. una tripa de fierro y de cemento. holograma, copa de árbol, nebulosa. un puente de saliva y de silencio. verde y electrónica la última llamada. el tren en el que viajo me ha parido. si grito y descubro la existencia de mi voz y de mi aire, estaré más que agradecida.

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COPAS De Los abrazos largos – Paracaídas 2016 al final del día solo queda una escena fragmentada. puedes precisar ciertos detalles, pero no la totalidad de lo acontecido. será porque te quedaste mirando la copa de aquel alto árbol, una redondela de ramas y de hojas batidas por el viento en distintas direcciones. en la cúspide se mece lenta la mañana. en los extremos, se turban los poblados y los pobladores. hacia el tronco reina la anarquía. la copa varía su forma y es cada vez la de un árbol distinto e inefable. pero es solo un árbol y tú sufres de lagunas. por eso puedes perdonar con la facilidad de un niño que adopta un insecto. esperas que sea de noche para matar a las moscas. piensas que es la mejor forma de cometer una emboscada: ser el elemento que irrumpe en el sueño y luego, negro negro negro de muerte. las moscas no van hacia la luz. no existe el dios de las moscas. william golding, la ciencia y la guerra. un golpe más y la última criatura se desvanece en la sala de tu casa, que es ahora un escenario violento. sigues observando la cúpula verde. el timbre del teléfono móvil de aquel hombre es un tema de franz liszt. y adoras este viento suave que precede al verano. miras la copa de aquel árbol como quien revisa su propio encefalograma. piensas que tu cerebro sería más bello de ser una piscina cubierta de hojas. desatas mentalmente ciertos nudos y te dejas ser algo mecido por el viento. adoras el pecho que te sirve de almohada. sufres de lagunas. eres un árbol. eres un pez. eres el charco de lo negativo.

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Tilsa Otta Vildoso

Fuente: Gociterra

Tilsa Otta Vildoso (Lima, 1982) ha publicado los poemarios Mi niña veneno en el jardín de las baladas del recuerdo (2004) e Indivisible (2007) con la editorial Album del universo bakterial, Antimateria. Gran acelerador de poemas (2014, Ediciones Neutrinos, Argentina; 2015, Editorial Pesopluma, Lima; 2016, Juan Malasuerte, México), " La vida ya superó a la escritura" (Juan Malasuerte, México 2018); además del libro de cuentos Un ejemplar extraño (Solar, 2012) y el cómic "VA" (Contexto Editorial, 2017) en co autoría con Rita Ponce de León. En 2019 se publicó su primer libro de poesía para niños Ideario. Ejercicios para imaginar y jugar (Penguin Random House) y en 2020 su primera novela Lxs niñxs de oro de la alquimia sexual con la misma editorial.

The purity of air, una antología de sus cuentos, se editó en Inglaterra en el 2020 con Perrito House. En 2021 presentó la biografía Pepe Villalobos. El rey del festejo, co escrita junto a Vicente Otta mientras que su primer libro, Mi niña veneno en el jardín de las baladas del recuerdo, fue editado en Argentina por Editorial Neutrinos. Estudió Dirección de cine y ha realizado alrededor de 20 piezas audiovisuales. Imparte talleres de creación poética para adultos y niños. Ha obtenido premios el Ministerio de Cultura del Perú y Pasaporte

para un artista por su producción en video. Más info y magia blanca en: www.tilsaotta.com

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Uno sabe dónde debe estar como el mar estás aquí y luego

allá

te acercas

te alejas

abrazas

y sueltas creces

como

el

mar

que empezó como una persona sola

ME GUSTAN LAS AEROMOZAS Me gustan las aeromozas de Copa Airlines Cómo me sonríen cuando atravieso el pasillo y dicen <Bienvenida a bordo> El rojo increíble de sus labios Sus trajes azules entallados Sus anillos de compromiso hermosos con una piedrita súper brillante Sus uñas también rojas también brillantes Sus aretes de perlitas blancas Sus pantimedias negras y zapatos negros Sus cabellos recogidos perfectamente con colet y ganchitos cruzados La identificación que cuelga de sus cuellos limpios Con nombres exóticos como Yomelys Pimentel Cuando ofrecen audífonos de manera compulsiva

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¿Audífonos? ¿Audífonos? ¿Audífonos? ¿Audífonos? ¿Audífonos? ¿Audífonos? ¿Audífonos?

Ese caminar firme por el cielo de miembro de la alianza estrella Esa turbulencia necesaria Como Yomelys Pimentel y su sonrisa genuinamente falsa

Hay cosas que nunca podré contar: 1. Las que no veo Como las estrellas que brillan en mis ojos 2. Las que no recuerdo porque me ocurrieron hace demasiado tiempo Como las estrellas en el cielo 3. Las que están más allá de las palabras Los tres puntos Las tres marías de la comunicación humana Con lo cual volvemos Al punto dos: Nunca podré contar las estrellas del cielo Nuevamente Las cosas que están más allá de las palabras Son el punto tres y esas serían básicamente Las clases de cosas que no logro contar Más sí organizar al menos En mi archivo de omisiones Ubicado justo frente al de emisiones Sustancias que se esparcen en la atmósfera A partir de cosas que puedo contar

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(Cómo se sentirá la vida No la personal e intransferible Sino la que no es de nadie La que es libre La que vaga por el mundo La que convence a los árboles La que anima los bailes) Si tu edad es la de ese rayo Hay colores que no resultamos Palabras que nunca comprendimos Pero hay más de donde esto vino Un bello tocador con un espejo del espíritu Grupos ocultistas conectados por la ruta de la seda Cazadores de miel alucinógena en los acantilados Luciérnagas gigantes Mi amada madre Encarnación humana de la luz Ahora aprecia este estigma que es mi sonrisa suave -Una mirada fija en mí me fija en míAhora que vivo en una pequeña habitación Más que la ausencia de una fuerza gravitatoria Lo que experimento es una caída libre eterna

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July Solís

Fuente: Lee Poesía

July Solís (Lima, 1988). Poeta. Estudió literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En el 2014, obtuvo mención honrosa en el Premio Nacional de Poesía Javier Heraud. En 2015 publicó su primer poemario Leche derramada (Paracaídas editores). En 2018 publicó Balbuceos de un pequeño dios (Paracaídas editores).

OCTUBRE De Leche derramada A mi abuela Los adultos dijeron que en octubre crecieron ramas de tu espalda (como un ángel o como un árbol), y las ramas al ver tus zapatos no quisieron echar raíz, sino correr hasta levantar vuelo. Los adultos lloran cuando miran tu ropa tendida sobre la mesa, se abrazan y llegan más personas con arañas en los ojos. Pero nadie me responde qué hacen tus zapatos al costado de las velas, y sospecho que cayeron en tu vuelo. Yo me acerco como si les rezara, pero no, tampoco lloro como lo hace el resto: solo observo tus zapatos y no veo más que semillas. Cuándo lloverá —le pregunto a mi abuelo, que tiene los ojos atiborrados de nubes. Y en su respuesta pasa saliva. Pienso que nadie sabe qué hacer con tus zapatos. Yo me escabullo debajo de la mesa y los atrapo; saltando las escaleras de dos en dos los llevo rápidamente a mi guarida, y los oculto en una caja hasta el día de la lluvia. Día en que corra hacia el patio, junto al árbol de higo, para hacerte un charquito donde crecerás lentamente. Te cuidaré y cuando todos se hayan ido a trabajar, te haré comer despacito con un gotero, hasta que tus hojas ya no tengan frío, hasta que mi pecho deje de roncar:

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por qué los adultos no riegan tus zapatos

Busco la respuesta en tu cuarto y me llevo tu manta la desdoblo e intento ver en sus rayas multicolores la dirección del arcoíris He decidido que cuando crezcas como árbol (bajo la lluvia de un gotero) amarraré esta manta entre tus ramas y me subiré a tu espalda para envolverme nuevamente como una alverja.

TELARAÑA De Balbuceos de un pequeño dios En silencio iré tejiendo las palabras midiendo sus vacíos allí donde la Poesía cae —donde caemos— y no hay signo que nos sujete ni mano de aire donde yo pueda decir algo

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En silencio iré armando figuras geométricas que no pude calcular Solo balbuceos y ya no alcanzo a decir nada que no llene mi boca de este hilillo blanco La palabra muerta me enreda pero el lenguaje esta enorme tela transparente es mi guarida La casa que me alimenta y me atrapa.

PÚA (Inédito) Como nací de la espiga creen que no lloro Que me doblo y no me duele Que me seco y no me arde Que el desierto me habita el corazón Como me vieron en el lugar de la espiga

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Nadie me hecha agua Ni se acerca a regalarme una pena Que yo bien lloro por dentro Como escucharon que canto como una espiga Pensaron que era una espiga Todo en mí es esfuerzo Resisto porque el viento me sopla y la tierra incendia mis pies para darme este color cetrino que es mi voz

I (Inédito) Decir cualquier cosa por hablar es quedarse solo Llenarse de palabras Manchar el iris de los ojos con tinta vacilante Un ejercicio inútil Acumular vocablos como ladrillos de una casa Apilar todos los cuerpos hermosamente cetrinos para que caigan como hojas secas Palabras Para garabatear quiénes somos Para satisfacer nuestra boca de alimento muerto

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Papilla léxica con grandes dosis de preservantes Lloramos como infantes el sabor robado de la leche La poesía no resuelve toda fecha de vencimiento pero lo intenta He ahí el poema Kilómetros de anuncios en la autopista Afiches aglomerados bajo los puentes Asientos de bus tatuados con liquid paper La compulsión de llenarlo todo con palabras La gimnasia de la soledad.

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Fuente: Anguie Yovera

Anguie Yovera Valencia Anguie Yovera Valencia, (Lima, 1998) estudiante de Literatura de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Forma parte de la comisión organizadora del Coloquio Anual de Estudiantes de Literatura (CAELIT).

SIN NOMBRE Ser o no ser.

Soy. La otra la descarnada la insensible la que gime la que grita la que se ahoga en las palabras la que escupe promesas y nunca cumple la que atrae a los hombres la amante de todos y de todas.

Soy la que lamerá tus impurezas como una gata famélica mientras tú le rezas a ese dios falso.

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¡OH, NÍOBE! ¡Oh, Níobe!

Tú que recibiste como castigo la muerte de tus hijos Tú, mujer desdichada que decidiste no creer en los dioses Sino en la vida misma Dime por qué nos arrebatan a nuestros hijos Por qué siendo madres no podemos defenderlos de la muerte ¿Por qué parimos hijos si se nos mueren? ¿Por qué parimos hijos si nos los matan como a perros?

Por qué ellos y no nosotras Por qué la muerte y no la vida.

CRUCIFIXIÓN Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre.

Acabas de ser crucificada, muerta y sepultada Fuiste devoradora y luego devorada Fuiste una y fuiste todas mientras tu hijo era expuesto en una galería de arte.

Tus noches eran oscuras: Alcohol y calmantes para sobrevivir.

Gritaste, pero no te oyeron Te arrastraste, pero no te vieron Les arrojaste maldiciones y se asustaron Te temían, por eso te mataron.

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Izabo Ganoza Luyo Fuente: Izabo Ganoza

Izabo Ganoza Luyo (Lima, 1996) es estudiante de 5to año de literatura en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Formó parte de la comisión organizadora de la I Jornada medievalista: Aproximaciones a la literatura medieval (S. XII - S. XIV) - UNFV 2019, publicó artículos en la primera edición de la revista (Des)Enfocada.

Ahora todo está tranquilo “- ¡Eres una perra imbécil!”- grita papá mientras tira la puerta, de nuevo llegó tarde, no sé porque le responde así a mamá, solo le preguntó dónde había estado, ¡Tanto le molesta! Me mira con sus ojos rojos, me da mucho miedo, mamá se pone delante de mí “- Solo fue una pregunta, pero no te preocupes, ya tu ce…” no la dejó terminar, ahora está en el piso y yo salí corriendo. Mi mamá me ha dicho siempre que corra cuando papá llega tarde, yo no pido explicaciones porque mamá llora, no me gusta verla llorar, así que corrí al cuarto, jalé la cortina, cogí la almohada y la presioné sobre mis oídos. ¡Mi almohada no sirve!, aún escucho ese sonido que hace que mamá grite, ¡uno!, ¡dos!, ¡tres!, ¡no para! Mamá sigue llorando, se mueven las cosas sin sentido, la mesa cruje, el televisor se cae, ¡cuatro!, ¡cinco!, ¡seis! “- ¿Qué chucha te importa dónde habré estado? Tú solo debes darme de comer, ¡Para eso te doy dinero!, ¡Perra malagradecida!”, Mamá sigue gritando, llama a los vecinos, nadie responde ¡¿Por qué nadie responde?! algo se rompe, no sé qué es, pero sonó muy fuerte, ¡siete! ¡Ocho! ¡nueve! Algo hace que pare. ¡Estela! ¡Estela! Papá grita, llora, ¿Qué pasó?, ¿Mamá también le gritó? ¿Por qué

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está llorando? ¿Por qué la llama? ¿No estaba con él? algo suena y de pronto la puerta de cierra haciendo que todo tiemble. Luego el silencio. ¿Ya terminó? ¿Dónde está mamá?

Ella siempre viene cuando todo termina. Pasan los minutos, aún no viene, tengo mucho sueño. ¿Acaso se fue con papá? ¿Por eso escuché la puerta? Jalo la cortina ¿De verdad me dejaron? Bajo la escalera ¡¿De verdad me dejaron?! ¡No! ¡No! Llego a la sala, encuentro a Mamá y está durmiendo en el suelo, ¿Por qué duerme ahí? El suelo está sucio, me acerco, el sonido fuerte fue por el adorno de la abuela, está roto y manchado con eso que sale de la cabeza de Mamá, huele mal, “- Mamá, papá ya se fue, podemos irnos a dormir” No responde, le toco su cara, ya tiene esas manchas que le salen luego de hablar con papá “- Mamá, vámonos al cuarto” no me responde, en eso escucho bulla afuera, ¿Qué pasa? ¡¿Papá regresó?! Jalo a mamá del brazo, si la ve aquí le hará llorar, me resbalo con ese líquido rojo, mi vestido se manchó. Empujan la puerta ¡No! ¡No! ¡Papá regresó! ¡No puede ver a mamá aquí! Entran varias personas, todos visten igual, Doña Eugenia grita “- Llévense a Manuelita” ¡No! ¡No! Don Arturo me carga, ¿Por qué me saca de mi casa? Pateo, pero no me suelta, ¡No me aleje de mamá! Me llevan a su casa “- No llores Manuelita, todo estará bien”, me pide que me calme, ¡Pero mamá necesita despertar! “- Ya la están ayudando, no te preocupes” me echa en su sillón y me deja con doña Eugenia, que también llora mientras habla por teléfono; una manta me calienta “- Ya están ayudando a mamá” pienso “¡Qué bueno! Así papá no la hará llorar más” me recuesto, ya antes he dormido aquí, es cómodo, ¿Cómo estará mamá? tengo mucho sueño, cierro los ojos, ya todo está en silencio. En la casa de Doña Eugenia no hacen esos ruidos que hacen llorar a mamá.

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Daya Diaz Melendez Fuente: Dayanna Diaz

Dayanna Diaz Melendez (Lima, 2000). Cursa el noveno ciclo la carrera profesional de Literatura por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Participa como miembro activo dentro del coloquio anual de estudiantes de literatura (CAELIT). Actualmente, se encuentra elaborando su tesis. Es editora de la revista (Des)Enfocada.

El peligro de las ideologías Tres de abril de 1986. Día que quedó marcado en la memoria de Camila, día en el que entendió que le pasó a Sol. Luego de huir de los problemas en su cuidad, pensó que todo se resolvería y llevaría una vida tranquila en la capital. Pero solo comenzaría su tormento, enfrentando la crisis del terrorismo originado en su natal Ayacucho.

– ¿Qué hice mal? ¿Qué tanto influí en su suicidio? ¿Podré sobrevivir sola? – se preguntaba Camila en voz alta mientras seguía inmersa en sus pensamientos, los cuales enunciaba sin querer cada vez que recordaba a Sol, su único apoyo en la vida y en Lima; lo que más la atormentaba era la idea de que si pudo haberlo evitarlo. Los recuerdos se apoderaban de ella.

Llegaba apenas a su pequeña habitación, en una quinta del centro de Lima. Cansada, luego de un ocupado día en el trabajo, Camila pudo caminar diez pasos y ver si Sol se

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había recuperado de los problemas con su novio, pero prefirió dormir. Al día siguiente despertó más temprano que de costumbre para hablar con Sol, tocó cuatro veces hasta que decidió simplemente irse. Solo pensó – Salió temprano, la buscaré en la hora de almuerzo – Más nunca la volvería a ver. Pasaron varios meses en los que la buscó, incluso la reportó como desaparecida, pero en el estado de emergencia que afrontaba el país, personas desaparecidas o muertas abundaban. Destruida y atormentada, con la preocupación a flor de piel veía las noticias que anunciaban junto a una foto.

– ¡Mujer bomba identificada como Sol Hurtado, causó daños a dos cuadras de la estación de radio en chorrillos, se presume que la joven de 22 años fue seducida por la ideología de sendero luminoso y usada para este fin! –.

– ¡Sol Hurtado! – gritó Camila, las lágrimas vinieron a ella más rápido que cualquier pensamiento. Pasó de llorar a culpar al exnovio como el responsable de la muerte de su único apoyo en el mundo. Sin saberlo, Camila le había presentado un terrorista a Sol, le presentó al causante de su muerte. Un tipo que llegaba frecuentemente al mercado donde trabajaban. No pudo pedir información u obtener una versión clara de cómo llegó Sol a ese punto de su vida. Todos los medios solo contaban cómo Sol Hurtado decidió unirse a la organización que atormentaba al país, Sendero Luminoso, cómo una muchacha fue captada por sujetos que enamoraban chicas sentimental e ideológicamente.

Camila se hundió en depresión pensando en que si pudo o no evitar el suicidio de Sol. Reflexionando qué pudo pasar por su mente para suicidarse de ese modo y qué tan peligrosas pueden ser las ideologías. Quiso buscar un apoyo, pero quién la entendería. Nadie entiende pensamientos suprimidos, un auxilio no expresado y si fuera expresado, ¿qué? Igual nadie escucharía su historia cuando todo un país aborrece a los terroristas, incluso a la gente absorbida por esa ideología.

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Dian Night Ella Siento calor y puedo oler el perfume de la asquerosidad y de la descomposición que rodea la cama. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que no he limpiado el cuarto? Me despierto, siento frio y dolor, pero eso me demuestra una vez más que estoy viva. Es medio día o es media noche, ya no tiene importancia.

La oscuridad rodea este hogar, me siento sola, pero fue mi culpa, no debí dejarlos solos con ella más de lo normal y ahora este es mi castigo. Siempre la vi junto a nosotros pero nunca dije nada, hablaba por mí a veces y ellos no notaban la diferencia. Yo sé que hay una diferencia y sabía qué podría pasar, pero me cansé, ya no tuve fuerzas para luchar y le di lo que quería.

Ahora veo un perro negro, realmente no quiero verlo, me está siguiendo sin parar. No entiende que no quiero verlo más. Un tiempo lo quise y acepto que fue lo único que me acompañó en este dolor, pero no puedo seguir con lo mismo. Toda mi familia terminó siguiendo al perro, pero no fue su culpa. Fue culpa de Ella.

Tengo un plan. Parece fácil pero no lo es, ella está siempre a mi lado y puede escapar si lo cree necesario, pero ya no creo que pueda ir contra mí. Ella también puede saber que pasará algo, pero no sabe cuándo, esa es mi oportunidad.

Escucho pasos de un animal rastrero, son largos y controlados, como si no quisiera ser escuchado. Entra al cuarto de al lado y ve a alguien dormido, está tapado con las mantas, así que no sé quién es. En mis manos llevo un cuchillo, un tanto viejo, pero que aún sirve; es demasiado pesado para mis brazos, pero es la única manera. El cuchillo corta su cuello, pero es demasiado difícil, por lo que toma tiempo. No pude terminar de separarlo así que se queda colgando al filo del colchón. Tengo dudas sobre si esto fue la única opción que podría haber seguido, pero no hay vuelta atrás. No hay sangre porque ya estaba muerta, por lo que es más fácil hacerlo sin ensuciar las sábanas. Ahora puedo volver a mi cuarto.

Es medio día y no puedo salir de casa, nunca debo salir de casa. Ahora ella está a mi lado, pero una vez más tendrá que irse al otro cuarto.

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Reseñas

Literarias 72

A la mitad de todos los caminos selección de Rocío del Águila Gracey Dayanna Diaz Melendez Rocío del Águila Gracey, con su más reciente entrega A la mitad de todos los caminos, presenta una selección de dieséis poetas peruanas contemporáneas, donde se hace muestra de la diversidad socio-cultural existente en el país. Incluye poetas como Ch’aska Anka Ninawaman y Ana Luisa Ríos Gonzales, quienes representan en sus versos a sus respetivas regiones Cusco y Loreto. Esta muestra de poesía descentraliza el reconocimiento de la labor poética femenina, que por mucho tiempo se focalizó en Lima, pues también se suman poetas como Lourdes Aparición (Apurímac) y Matilde Granados (Trujillo). Cada una de estas poetas presenta en su ejercicio creativo su propia experiencia como sujeto femenino, se puede identificar cinco grandes temáticas, tales como el universo familiar, el tópico del cuerpo asociado al hogar o pueblo de origen, el mundo oral quechua, la mención a lo urbano referida a una crítica a Lima como una ciudad de violencia, y, por último, la polifonía que hace referencia a la reivindicación de los derechos de la mujer.

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Kauneus (la belleza) de Roxana Crisólogo Anguie Yovera Valencia

En su reciente poemario Kauneus (la belleza) publicado este año por la editorial Intermezzo Tropical, Roxana Crisólogo presenta una voz poética que recorre distintos espacios, los cuales abraza y cuestiona, desde una crítica hacia los referentes de belleza establecidos hasta la construcción de su propia identidad. Los poemas se centran en ese proceso de migración, ese estar de constante movimiento, lo cual no solo implica desplazarse de un lugar a otro, sino transformarse, pasar a ser otra, tal como lo expresa en el poema Este es un viaje forzado, se trata de un cambio forzoso, de ahorcar los hábitos, aunque no se quiera. En Kauneus (la belleza) la autora, desde su posición de mujer migrante, explora, delibera y ataca aquellos espacios y/o discursos que minimizan a las mujeres, esto lo podemos ver, por ejemplo, tanto en la figura materna (su significado social y natural), como en el concepto de mujer que se configuran en los poemas. Se trata, pues, de un poemario que necesita ser leído por todos y por todas.

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(ELLA) de Jennifer Thorndike Patricia Saldaña Vilchez En una sociedad donde la maternidad y la familia son conceptos considerados, por la gran mayoría, como “sagrados”, la intromisión de una lectura que rompe estos paradigmas se vuelve polémica. (Ella) (2012) de Jennifer Thorndike no solo explota este sentido de la trama, sino que obtiene con ayuda del lenguaje y el discurso, la capacidad de envolver al lector en su narrativa para hacer de ella potentemente verosímil. Thorndike expone la “libertad” que tiene una hija luego de la muerte de su progenitora, pues años de abusos y encierro han terminado. El discurso del relato se enfoca en la búsqueda de esta mujer vacía a su yo verdadero, a pesar de sentir que ya es tarde por lo que el odio y rencor hacia su madre se hace latente. Mas ¿esta es realmente la verdad de los acontecimientos? La obra se ve narrada desde la perspectiva de la hija, por lo que todos los personajes toman voz y se presentan a partir de lo que ella expone; todos son los recuerdos de una mujer encadenada que por fin puede volar lejos del nido.

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Desde el espejo: Ana Balcazar Bartra y su arte Daniela Montalván Chávez En medio de una sociedad que sostiene, todavía, fuertes estereotipos con respecto a la mujer, la pintora peruana Ana Balcazar Bartra difunde reflexiones polémicas sobre ello a través de sus pinturas.

La sociedad está enferma de estereotipos, estereotipos que determinan cómo debe ser y sentir una persona desde su nacimiento. Conceptos controversiales como “belleza”, “femineidad” y “sexualidad” abordan a las mujeres desde pequeñas, solo por el hecho de ser mujeres. Y lo mismo sucede con los varones. Ana Balcazar intenta, desde su posición de mujer, romper dichos esquemas que acosan de forma desapercibida a las mujeres de esta época. Mostrar nuevas formas de belleza, nuevas formas de femineidad y nuevas formas de sexualidad.

De esta manera, las pinturas de esta artista son un ejemplo de liberación de estas cadenas ideológicas que, lamentablemente, sujetan aún las manos de muchas otras mujeres.

Mirada (acrílico sobre corduri 50x40 cm - 2011)

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Las orillas del aire de Karina Pacheco Izabo Ganoza Luyo

Una mujer que enseñaba a nadar a sus hijos en el lago de un pueblo llamado Erabamba, desaparece de manera misteriosa dejando a sus familiares con un profundo vacío y a sus hijos, pequeños aún, huérfanos. Con este trasfondo, Karina Pacheco nos presenta su sexta obra titulada Las orillas del aire que tiene como protagonista a Rada, una joven arqueóloga cuzqueña que, por azares de la vida, descubre en un cementerio abandonado la tumba de su abuela Aira, quien murió en 1986. Posterior a la revelación de esta información Rada tratará de averiguar el motivo por el cual ella decidió escapar y fingir su muerte en el año 1940, dejando a sus hijos y su familia atrás. Karina Pacheco nos muestra este melodrama familiar ambientado en diferentes etapas de la historia peruana, donde se combinan diversas crisis políticas, como la etapa de la explotación del caucho, junto a un activismo social representado por las protagonistas, quienes se asemejan en su fortaleza frente a las adversidades que viven y en su crítica constante a la sociedad peruana de su tiempo.

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(Des)Enfocada Revista digital de Literatura y Arte Año I, Núm. 2, noviembre 2021.

Lima, Perú

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