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E N Le Me To S
Uno de los más grandes mandamientos que menciona el Señor es: "Honra a tu padre y a tu madre" (Éx.20:12) y cuando Dios menciona algo no lo dice con ligereza o como opción, sino como un precepto para bendición. Así pues, siendo este mandato para los hijos, también hay un mandamiento dado a los padres que dice: "Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere… Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá." (Deut.
21:18-21)
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La pregunta es ¿Qué hacemos con este mandamiento? El termino en hebreo para "contumaz" es Sorer que significa alguien que se desvía del camino correcto de la vida; así pues, este hijo era semejante al blasfemo e idolatra y el castigo era la muerte, dado a que la sentencia mayor era a razón de prevenir que la maldad y el pecado, como la levadura, se propagara por Israel. El asunto es que este mandamiento esconde un precepto, desde el hebreo, en la palabra Sorej. Hay una similitud con la palabra “Sur” que tiene por significado apartarse (ambas palabras pueden servir como sinónimos), pero la conexión, entre ambas palabras, se da con un mandato positivo en la acción que el padre debe ejercer para evitar tal condena de su hijo.
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Que padre querria la muerte de su hijo? Por tanto, El Eterno da la solución al problema antes de llevar a efecto la sentencia, pues escrito está “Instruye al niño en su camino, Y aún cuando fuere viejo no se apartará de él” El Eterno sabía que los padres se esforzarían por guiar a sus hijos por el buen camino, el Camino de Dios; por tanto, Él mismo ha puesto la responsabilidad, en los padres de nutrir y educar, teniendo cuidado de no criar niños irrespetuosos, ya que será difícil que los niños guarden el mandamiento de Honrarlos.
El Eterno ve a un niño como a retoño recién plantado que necesita cuidados para llegar a ser un gran árbol en su juventud, y convertirse en un siervo de Dios, un justo y un gran discípulo a Su imagen y semejanza. Haciendo esto, el niño se fortalecerá en mente y espíritu, alejando su impulso al mal, llevando su corazón al Temor de Dios y escuchando Su Palabra.
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7 Elementos indispensables para la crianza de sus hijos
De: Daniel Huerta
Editorial: Tyndale
Dos recursos indispensables para ayudar a sus hijos a crecer fuertes, sanos y seguros.
Cada libro ofrece consejo y aliento basados en principios bíblicos. El DR. JAMES DOBSON, autoridad en la paternidad, se basa tanto en su experiencia en psicología infantil y consejería familiar como en investigaciones extensas para ayudarle a enfrentar los desafíos de educar y criar a los hijos en nuestra cultura actual.


El Dr. James Dobson dirige el programa radial diario Dr. James Dobson’s Family Talk Él es el fundador y presidente de Enfoque a la Familia, una organización sin fines de lucro que produjo sus programas de radio internacionalmente en más de 160 países. Es licenciado en Psicología y en Consejería matrimonial, de la familia y del niño, y es autor de varios éxitos de ventas del New York Times
La crianza de los hijos es un desafío para cualquier padre o madre. A menudo, los padres intentan encontrar la clave para criar hijos obedientes y exitosos, pero a veces se olvidan de lo que es realmente importante: enseñarles los principios del evangelio.
De ahí la importancia de criar a los hijos con una perspectiva bíblica, reconociendo que los hijos son un regalo de Dios y que su propósito es que aprendan a glorificar su nombre.
Aquí hay algunos principios del evangelio que pueden cambiar radicalmente la familia:
La gracia de Dios es el primer principio que debe guiar la crianza de los hijos. Los padres deben ser el modelo que los hijos deben seguir, reconociendo que ellos mismos necesitan la gracia de Dios. La gracia también implica perdonar a los hijos cuando cometen errores y ayudarles a aprender de ellos.
La verdad de Dios debe ser un fundamento sólido en la educación de los hijos.
Los padres deben enseñar a sus hijos los valores y principios bíblicos, no solo de palabra sino también en acciones. Los hijos deben ver a Dios en la vida diaria de sus padres y no solo en el día de ir a la Iglesia.
La disciplina amorosa un aspecto importante de la crianza de los hijos.
Los padres deben establecer límites claros y consistentes, pero enfocarse en la corrección y la enseñanza en lugar del castigo. La disciplina amorosa es un reflejo del amor incondicional de Dios por nosotros. Si un Padre aplica disciplina sin amor esto es “maltrato”
Los padres deben estar dispuestos a sacrificar sus propios deseos y necesidades para el bienestar de sus hijos.
Esto refleja el sacrificio de Jesús en la cruz por nosotros. El sacrificio también implica ser un modelo de servicio y amor desinteresado para los hijos. Así un padre, aunque llegue cansado del trabajo debe sacar ánimo para jugar con su hijo.
La oración y la dependencia en Dios son fundamentales para la crianza de los hijos. Los padres deben buscar la sabiduría y la dirección de Dios en cada paso del camino y enseñarles a sus hijos a hacer lo mismo. La oración también ayudará a los padres a mantener una perspectiva adecuada y una actitud positiva en la crianza. Si un hijo aprende que en los momentos difíciles sus padres doblaron las rodillas, cuando crezca y se enfrente sus propias batallas, recordará lo que hicieron sus Padres y es muy probable que haga lo mismo.
En resumen, los principios del evangelio pueden cambiar radicalmente la familia y transformar la crianza de los hijos. Los padres que se esfuerzan por criar a sus hijos de acuerdo con estos principios honran a Dios y crean hogares saludables y llenos de amor. Recuerda que tus hijos valoraran más el tiempo que pasas con ellos, que tu esfuerzo para que no les falte nada material.
Te recomendamos leer: La crianza de los Hijos.

De: Paul David Tripp.
Editorial: FARO DE GRACIA

Si tienes hijos seguramente te acordaras que antes que llegara el primero de ellos, pensaste que querías todo lo mejor para ellos, que te esforzarías, que serias un buen proveedor y que bajo tu cuidado y protección nunca les afectaría la influencia del maligno y de los peligros del mundo, muchos padres han llevado este pensamiento al extremo de querer ser los padres perfectos y que el resultado sería tener hijos perfectos… Al paso del tiempo notas que tus esfuerzos no tuvieron los resultados esperados, como el caso de una mamá primeriza, que decidió que no iba a permitir que su bebé tuviera alguna enfermedad y se puso a limpiar con toallas desinfectantes todo el piso de su departamento para que su bebe pudiera gatear sin el riesgo de que algún germen lo pudiera enfermar, lo que no sabía esta madre es que nosotros como humanos convivimos diariamente con muchas bacterias y que son útiles para fortalecer nuestro sistema inmune, en conclusión lo que esta madre pensaba que era lo correcto para su hijo, en realidad lo que estaba provocando es que no le permitiría al niño desarrollar las defensas necesarias y terminaría siendo enfermizo y alérgico; no cabe duda que esta mamá abnegada quería proteger a su hijo, sin embargo más que hacerle un bien, le estaba haciendo un mal. Entonces cómo podemos saber qué es lo correcto en la crianza de nuestros hijos No importa cuánto te esfuerces, nunca vas a logar ser una mamá o un papá infalible, tampoco vas a encontrar en internet un sito donde te digan cual es la fórmula secreta para ser el padre perfecto, o los 10 pasos para crear la familia ideal o las 50 cosas que tienes que hacer para que tus hijos alcancen la perfección.

En realidad, lo que debemos esperar en nuestras casas es que haya equivocaciones, se comentan errores, se tomen malas decisiones, en otras palabras, se va a derramar la leche, los hermanos de pelearan, habrá reportes de la escuela que tu hijo se portó mal, tu adolescente no llegará a la hora que dijo que estaría de vuelta, tendrán algunos malos hábitos etc, etc. La lista podría ser interminable, cuando se llega a ese punto tienes que entender que tienes una vida familiar… Entonces es cuando podemos hacer nuestra la promesa de Dios “Yo estoy contigo, donde quieras que tu vayas” Gn 28:15. Quizás no diremos las palabras adecuadas, quizás no tendremos un plan de acción, o un protocolo para las contingencias, pero tenemos a Dios como protector, como guía y nuestro salvador. La respuesta siempre estará en Él.
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De: Jim Daly y Paul Asay
Editorial: Harper Collins