CAMEO_46

CINE · TV Y STREAMING · TEATRO · MÚSICA DICIEMBRE · N. 46 · AÑO VI WWW.REVISTACAMEO.COM

ANI VERS ARIO

KATE

WINSLET HABLA DESDE LONDRES DE

ADIÓS, JUNE, SU PRIMER FILME COMO DIRECTORA

+ ENTREVISTAS IRENE AZUELA

OMAR CHAPARRO

JULIETA VENEGAS

ADAL RAMONES

MARTÍN SARACHO

ESPECIAL AVATAR 3

AN IVER S ARIO

REVISTA

HOY CELEBRAMOS cinco años de la Revista Cameo, cinco años de historias, entrevistas, miradas únicas y momentos que han quedado plasmados en cada página. Más que una revista, somos un espacio de encuentro para quienes aman el cine, la música, el arte y la cultura en todas sus formas.

Renovarse o morir ha sido nuestro lema desde el primer día. Cada edición es un desafío: explorar nuevas voces, proponer formatos diferentes, sorprender y emocionar a nuestros lectores. Este compromiso nos impulsa a seguir creciendo, innovando y apostando por un periodismo que sea cercano, auténtico y relevante.

Nada de esto sería posible sin ustedes, nuestros lectores, colaboradores y artistas que han confiado en este proyecto. Gracias por acompañarnos, por creer en nuestra visión y por permitirnos ser testigos de tantas historias que merecen ser contadas.

Revista Cameo sigue, más viva que nunca, con la pasión intacta y la mirada puesta en el futuro.

Porque en el arte, como en la vida, siempre hay espacio para reinventarse.

CARLOS MORA

EDITOR

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CINE · TV Y STREAMING · TEATRO · MÚSICA

CONTENIDO KATE WINSLET

8

MARTÍN SARACHO

38

ADAL RAMONES

46

JULIETA VENEGAS

58

IRENE AZULEA

12

THE LOWDOWN

42

LALO ESPAÑA

48

EMPIRE OF THE SUN

60

FRANCISCO FRANCO

16

FALLOUT

44

GABY PLATAS

49

FANGORIA

56

OMAR CHAPARRO

16

ITATÍ CANTORAL

50

ADRIEL FAVELA

62

LUIS ALBERTI

18

MARIANA GAJÁ

52

MAYRA BATALLA

20

ANAHÍ ALLUÉ

53

AVATAR 3

22

ANTÍGONA GONZÁLEZ

54

MICHELLE GARZA

26

DANIELA LUJÁN

55

EL MONSTRUO DE XIBALBA

28

LA RESERVA

30

NUEVA OLA FRANCESA

34

REVISTA CAMEO NOS GUSTA DIFUNDIR LOS PROYECTOS DE CINE, SERIES, TEATRO Y MÚSICA AGRADECEMOS EL MATERIAL FOTOGRÁFICO A LAS AGENCIAS DE RP Y A LAS DISTRIBUIDORAS.

NÚMERO 46 15 DE DICIEMBRE 2025 AÑO 6 REVISTA DIGITAL CORREO: cameo.revista@gmail.com REVISTA CAMEO

EDITORES: CARLOS MORA CARLOS AGUILLÓN COLABORADORES: ALEJANDRA LOMELÍ FRANCISCO JAVIER QUINTANAR POLANCO

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CINE · TV Y STREAMING · TEATRO · MÚSICA

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IRENE AZUELA

CELEBRA DOS DÉCADAS DE QUEMAR LAS NAVES

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AN IVERS ARIO

OMAR CHAPARRO LUIS ALBERTI MAYRA BATALLA

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La británica debuta como directora con "Adiós, June", una película íntima sobre la pérdida y los vínculos familiares.

En entrevista exclusiva con Revista Cameo, desde Londres, habla de su salto detrás de cámara, la confianza en los actores y su apuesta por un cine más igualitario.

Por Alejandra Lomelí

LA NUEVA FORMA DE MIRAR

Kate W 8|

Winslet

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a británica Kate Winslet da un paso profundamente personal en su carrera al debutar como directora con Adiós, June (Goodbye June), una película naci‑ da de la intimidad, que reflexiona sobre la mor‑ talidad y la necesidad de volver a mirarnos como familia.

Lejos de ser un giro inesperado, su transición a la dirección es el resulta‑ do natural de más de tres décadas en la industria cinematográfica. A lo largo de ese recorrido, Winslet ha trabajado bajo la mirada de cineastas tan diversos como excepcionales, absorbiendo de cada experiencia una compren‑ sión profunda del lenguaje cinematográfico, del rigor técnico y, sobre todo, de la responsabilidad emocional que implica contar una historia desde la dirección.

“De hecho, fueron otros directores quienes a veces me decían: ‘Bueno, debe‑ rías dirigir, piensas como un director’. También el equi‑ po de rodaje y los actores me lo decían con frecuen‑ cia. Eso realmente me hizo detenerme y pensar: ‘Quizá sea algo que podría hacer, quizá sea algo que me gus‑ taría experimentar en mi vida’”, compartió Winslet en entrevista con Revista Cameo, desde su casa en Londres.

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Entre las figuras que la impulsaron a dar ese salto creativo, la actriz menciona a Danny Boyle, con quien trabajó en Steve Jobs (2015), y a Francis Lee, director de Ammonite (2020). Sin embargo, dirigir no fue un deseo que ella asumiera con ligereza, ni siquiera respaldada por una trayectoria amplia‑ mente reconocida. Fiel a su ética de trabajo y a su profundo respeto por la profesión, hubo un factor esencial que marcó el ritmo de esa decisión: la mater‑ nidad, el papel que ella misma define como el más importante de su vida.

“Siendo honesta, antes de ahora no creo que hubiera podido hacerlo”, confiesa. “Además de ser actriz, he estado formando una familia desde que tenía 25 años, y eso siempre ha sido mi prioridad. Algo que muchas veces se pasa por alto cuando pensamos en una directora es que, por lo general, muchas somos madres. Dirigir una película implica un compromiso mucho más largo que actuar: es un año, o incluso más, de tu vida, desde el desarrollo del guion hasta el final del proceso”.

UN RELATO FAMILIAR Adiós, June es un retrato ín‑ timo de una familia que en‑ frenta la inminente muerte de su matriarca, June (He‑ len Mirren), mientras viejas heridas entre los hermanos resurgen en plena tempo‑ rada navideña. Más que un relato sobre la pérdida, la película se detiene en los silencios y las palabras pendientes, amplificando el dolor y la posibilidad de reconciliación.

La dimensión familiar trasciende la pantalla: el guion, escrito por Joe An‑ ders, hijo de Kate Winslet y Sam Mendes, se inspira en la despedida real de su abuela materna, una experiencia que impregna al filme de una sensibilidad profundamente personal.

“Cuando mi hijo entró a una escuela de guion y escribió este proyecto, me lo mostró. Mientras lo leía, me decía: ‘Probablemente no es muy bueno, pero dime qué te parece’. Estaba nervioso, incluso un poco avergonzado. En cuanto terminé, le dije: ‘De verdad creo que aquí hay una pelí‑ cula’. Él respondió: ‘Mamá, ¿de qué estás hablando?

No hagas eso típico de las

madres de querer hacerme sentir bien’. Pero insistí: ‘No, en serio, es muy bue‑ no’”, recuerda Winslet.

Joe continuó desarro‑ llando el guion, mientras Kate se integraba inicial‑ mente como productora y actriz, con la intención de interpretar a una de las her‑ manas. Sin embargo, con‑ forme el proyecto creció y comenzaron a sumarse los actores, la película tomó otra forma. “Todos dijeron que sí a unirse al proyecto.

Con la excepción de Helen Mirren y Toni Collette, los demás no sabían que yo iba a dirigirla, porque en ese momento aún no lo había‑ mos decidido”, explica.

Fue en ese proceso cuando Winslet recono‑ ció que ese guion era la historia adecuada para dar, finalmente, el salto a la dirección. No sólo por el vínculo emocional ni por tratarse de un texto escrito por su hijo, sino porque sentía que había llegado el momento justo, personal y profesionalmente, para asumir el reto.

“Después Netflix se in‑ volucró y llegó el momento de buscar a un director, y yo simplemente no podía hacerlo —entre garle este proyecto a otra persona—.

Le dije a mi hijo: ‘Creo que quiero dirigirla’. Me sentía profundamente unida al material. Había recorrido todo el camino con él, siendo testigo de su apren‑ dizaje y crecimiento como escritor”, comparte.

Más allá del lazo familiar, Winslet subraya que su decisión estuvo marcada por una certeza interna: la de estar preparada.

ADIÓS, JUNE

Dónde ver: Netflix

“Nunca habría hecho esto si no me hubiera sentido realmente lista, no sólo para trabajar con los actores, sino para afrontar la parte técnica, que es fundamental y enorme‑ mente importante. No creo que me hubiera sentido cómoda si no hubiera comprendido a fondo lo que se necesita, técnica‑ mente, para ensamblar una película”.

ACTUAR EN LIBERTAD “Sin duda he trabajado con directores increíbles a lo largo de mi vida. Después de 33 años, una como actriz aprende qué es lo que realmente funciona, qué resulta útil y qué representa un apoyo ver‑ dadero. También aprendes a apartarte de aquello que puede convertirse en una distracción o en algo inne‑ cesario”, reflexiona Kate Winslet al hablar de lo que el tiempo le ha enseñado sobre la relación entre director y actor.

Al preguntarle qué prácticas decidió incorpo‑ rar —o evitar— a partir de esas experiencias, tanto las positivas como las menos afortunadas, Winslet no duda en señalar un princi‑ pio esencial: la confianza absoluta en los intérpretes.

“Sabía que lo más importante era ofrecerles un espacio en el que se sintieran seguros: un lugar para escuchar de verdad, colaborar y atreverse a proponer ideas distintas a lo que estaba escrito en el guion o a lo que habíamos hablado antes sobre una escena. Porque todo cam‑ bia cuando estás ahí, en el momento. Con actores de ese nivel, tan preparados y brillantes, era fundamental estar lista con las cámaras para capturar esa magia que a veces surge de forma espontánea e inesperada, manteniendo siempre una sensación real, natural y fluida, sin interponerme nunca”.

Con Adiós, June, Winslet pone en práctica una virtud poco común: comprender

el trabajo del actor desde la experiencia y traducir ese entendimiento en un entorno que favorece la vulnerabilidad, la precisión y la verdad emocional.

“Siempre procuré que el espacio se sintiera lo más despejado posible del equipo técnico. Por eso trabajamos muy de cerca con los actores para crear un ambiente sen‑ sible y delicado. A veces había muy poca gente en el set; en otras, nadie.

Montábamos las cáma‑ ras y todos se retiraban, dejando a los actores completamente solos”.

Esa decisión, explica, transformó la forma en que los intérpretes se rela‑ cionaron con su trabajo.

“Marcó una diferencia en cómo usaban sus voces, en lo pequeños y sutiles que podían ser. Cambió el nivel de intimidad y, en algunos momentos, la intensidad emocional de la película, simplemente por ofrecer‑ les un espacio distinto al que quizá estaban acos‑ tumbrados”.

UN CINE MÁS IGUALITARIO Fiel a su compromiso con la igualdad de género y con la construcción de repre‑ sentaciones femeninas ho‑ nestas, lejos de artificios, la actriz celebra que su debut como directora coincida simbólicamente con sus 50 años.

Para ella, Adiós, June no es sólo una película, sino una declaración de principios dentro de una industria que aún necesita transformarse.

“Me siento muy orgullo‑ sa de que, en este año de mi vida en el que cumplí 50, esto sea algo que haya podido hacer. También es muy importante para mí formar parte del cambio cultural en la manera en que percibimos a las directoras. Necesitamos que haya más de nosotras; debería ser un terreno de juego mucho más iguali‑ tario. Poder contribuir a ese cambio cultural es algo que realmente me hace sentir bien”, finaliza. | 11

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VOLVER AL INICIO: IRENE AZUELA FRENTE A QUEMAR LAS NAVES En entrevista con la Revista Cameo, Irene Azuela reflexiona sobre los 20 años de "Quemar las naves", la película que marcó su debut en cine y dejó una huella duradera en el Nuevo Cine Mexicano.

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an pasado dos décadas desde el estreno de Quemar las naves, ópera prima de Fran‑ cisco Franco que marcó un antes y un después en el cine mexi‑ cano contemporáneo y en la carrera de Irene Azuela.

A 20 años de distancia, la actriz revisita con asombro y emoción aquel primer protagónico cinematográ‑ fico que la presentó ante el público como Helena, un personaje complejo, íntimo y profundamente humano.

“Estoy muy sorprendida, la verdad”, confiesa Azuela al recordar el momento en que Franco la llamó para avisarle del aniversario. “¿Cómo tan rápido pasó el tiempo? Fue hacer un viaje personal y también un via‑ je de rendimiento, incluso en términos industriales.

Pensar en Quemar las naves como el inicio formal de mi carrera es muy satis‑ factorio”.

Para la actriz, volver a esta película implica reco‑

Foto y texto Carlos Mora nocer un trayecto construi‑ do a base de valentía: las historias que sí se lograron contar, las que no, y la for‑ tuna de dedicarse a lo que ama. “He podido colaborar con gente que sigue siendo muy querida para mí, como Julieta Venegas y Fran‑ cisco, con quienes me he reencontrado en distintos momentos”, señala.

Con el paso de los años, Quemar las naves ha ad‑ quirido un estatus especial dentro del llamado Nuevo Cine Mexicano, dialogando con títulos que hoy ya se consideran clásicos moder‑ nos. Frente a la idea de que una película pueda conver‑ tirse en “joya” cinematográ‑ fica, Azuela lo recibe como un premio inesperado.

“El cine es dejar huella”, reflexiona. “No solo con nuestros familiares y ami‑ gos, sino con personas que no conocemos. Yo nunca tuve la conciencia de ‘quie‑ ro ser actriz para conmover al público’. No estaba ahí mi pensamiento. Pero ahora, al ver la respuesta que ha tenido la película, pienso:

qué maravilla ser parte de la historia del cine mexica‑ no. Sin duda, este trabajo dejó huellas”.

En un contexto domi‑ nado por la inmediatez y el consumo acelerado de contenidos en plataformas, Azuela reconoce que la permanencia de una pelí‑ cula se ha vuelto un reto.

“Estamos metidos en un lío como habitantes de este planeta”, dice con franque‑ za, aunque se mantiene optimista. “Hay quienes insistimos en no entrar del todo en esa lógica de lo in‑ mediato. Regresar a la pan‑ talla grande, regalarle una hora y media de atención plena a una historia, sin el WhatsApp de por medio, sigue siendo posible”.

Uno de los elementos más significativos de Quemar las naves es su di‑ mensión simbólica. Azuela recuerda la frase que da título a la película, asociada históricamente a Hernán Cortés, pero entendida aquí como una metáfora: romper con lo que nos ata al pasado para avanzar con

determinación hacia un objetivo. Helena encarna precisamente esa tensión entre el deseo, la lealtad y la necesidad de elegir.

Además, la actriz subra‑ ya la importancia que tuvo la película al presentar una historia de amor homo‑ sexual en un momento en el que este tipo de narra‑ tivas no eran comunes en el cine mexicano. “A mucha gente le significó muchísimo. Hasta la fecha hay quienes me escriben para decirme: ‘me marcó la vida, gracias a esa película me atreví, decidí, me di cuenta’”, comparte. “Hoy estas historias están al alcance de un celular, pero hace 20 años no era así.

Por eso es una película tan importante para mí y para mucha gente”.

A dos décadas de su estreno, Quemar las naves no solo resiste el paso del tiempo: confirma su lugar como una obra que abrió caminos, sembró pregun‑ tas y dejó una huella pro‑ funda en el cine mexicano y en quienes la vieron. | 13

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dos décadas del estreno de Quemar las naves, Francisco Franco mira hacia atrás sin la tentación de la melancolía.

Más que un aniversario, el direc‑ tor entiende este reencuentro como un ejercicio de gratitud: por el trabajo constante, por las alian‑ zas creativas y por una película que, lejos de sentirse lejana, sigue dialogando con el presente.

“Es rarísimo sentir que hace 20 años se hizo Quemar las naves”, confiesa Franco. “Como en el tango: veinte años no es nada.

Hemos seguido en un camino de trabajo constante, con mucha creación, sin detenernos dema‑ siado a voltear”. Por eso, cuando llega el momento de hacerlo, el saldo es cálido y amoroso. No se trata de recordar lo que fue, sino de reconocer todo lo que se ha construido desde entonces.

Ese reconocimiento alcanza a las personas y a las experiencias que han marcado el trayecto. “Si volteas, dices: ok, veinte años pa‑ recen muy cerca, pero la cantidad de cosas hermosas, enriquecedo‑ ras, y la cantidad de gente increí‑ ble con la que hemos trabajado es enorme. Yo veo Quemar las naves no con nostalgia, sino con agradecimiento”, dice. Un agrade‑ cimiento que, subraya, no cierra el camino: lo mantiene abierto, con encuentros que continúan.

El trabajo con Irene Azuela y Ju‑ lieta Venegas es parte esencial de esa memoria viva. Sobre la músi‑ ca, Franco relativiza la idea de una “participación pequeña”: “Curio‑ samente, su voz es la que define la película. La imagen y la música son las que definen Quemar las naves”. La colaboración, además, estuvo atravesada por afectos profundos y por la presencia — también emocional— de personas clave que ya no están, pero cuya huella sigue resonando cada vez que suenan las canciones.

Más allá del aniversario, Franco reflexiona sobre la industria actual y la presión de la vigencia.

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Julieta Venegas, Francisco Franco, Irene Azuela y Laura Imperiale.

QUEMAR LAS NAVES, 20 AÑOS DESPUÉS: LA MIRADA DE FRANCISCO FRANCO El director reflexiona, en entrevista con la Revista Cameo, sobre la película desde el agradecimiento, las colaboraciones con Irene Azuela y Julieta Venegas, y la importancia de crear sin la presión de la vigencia.

Fotos y texto Carlos Mora

estrenos fugaces, advierte sobre el riesgo de quedar atrapados en un engranaje que exige presencia constante. “Esa idea de vigencia es peligrosa”, afirma. “Salir de ahí es lo que te permite crear a profundi‑ dad. Los proyectos más persona‑ les llegan cuando te das el tiempo de escuchar qué momento estás viviendo y qué quieres contar”.

Aunque se mantiene activo — televisión, teatro y cine—, Franco defiende la necesidad de pausas creativas, de distancia para que lo esencial fluya. En esa mezcla, reconoce en Julieta Venegas una capacidad singular para abstraerse y volver con nuevas maravillas. Él, admite, lo aprende en el camino.

Veinte años después, Quemar las naves no es un punto de llegada, sino una estación lumi‑ nosa dentro de una travesía que continúa. Una película que, como su creador, prefiere el agradeci‑ miento al recuerdo inmóvil y el movimiento a la nostalgia.

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y vulnerable. Su Sal es un respuestas claras, y en esa hombre roto que no draambigüedad encuentra su matiza el dolor, sino que lo fuerza. Sin embargo, su tono habita. El actor trabaja desde uniforme y su ritmo conla mirada, el gesto mínimo y templativo pueden sentirse el desgaste emocional, sosexcesivos para quienes teniendo una película busquen mayor tensión que depende casi dramática o desarropor completo de llo narrativo.

UN FINAL su capacidad para En conjunto, Un DIFERENTE Distribuidora: transmitir lo indefinal diferente es Darkside cible. Su actuación una obra sobria, evita el sentimentaelegante y emociolismo fácil y convierte nalmente honesta, el duelo en una experiencia que utiliza la ciencia ficción corporal, casi física. como excusa para hablar del El mayor acierto de Un amor, la pérdida y la imposifinal diferente es su reflexión bilidad de controlar el final de ética y emocional: ¿es sano las cosas. Una película que no prolongar el vínculo con busca impactar, sino acomquien ya no está?, ¿la tecnopañar, y que confirma a Gael logía puede aliviar el dolor García Bernal como un actor o solo aplazarlo?, ¿cerrar un especialmente afinado para ciclo implica necesariamente historias donde el dolor se olvidar? La película no ofrece expresa en voz baja.

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solo una extensión del adiós.

A partir de ahí, la película se pregunta —con un tono melancólico y pausado— qué significa realmente dejar ir.

Messina construye un relato de ciencia ficción emocional, más cercano a Her o After Life que a cualquier distopía clásica. El futuro que propone es casi invisible: espacios sobrios, una tecnología que nunca se explica del todo y una atmósfera suspendida que prioriza el estado interior de sus personajes. Esa decisión fortalece el discurso, pero también exige paciencia del espectador: Un Final Diferente avanza con lentitud deliberada, confiando más en los silencios que en los giros narrativos.

Gael García Bernal ofrece una interpretación contenida

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n final diferente (Another End), dirigida por Piero Messina, se instala en un terreno delicado: el cruce entre la ciencia ficción y el duelo emocional. Lejos de los grandes dispositivos espectaculares del género, la película apuesta por una premisa futurista mínima y profundamente humana, sostenida en gran parte por la contención y sensibilidad de Gael García Bernal.

La historia sigue a Sal (García Bernal), un hombre devastado por la pérdida de su pareja, quien accede a una tecnología experimental que permite “revivir” temporalmente a los muertos a través de otros cuerpos. El procedimiento no promete resurrección ni consuelo permanente,

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Por Carlos Mora

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UN FINAL DIFERENTE, EL DUELO COMO TERRITORIO DE CIENCIA FICCIÓN ÍNTIMA

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En entrevista con la Revista Cameo, el actor narra cómo se aleja de la comedia en "La celda de los milagros" para encarnar a Héctor, un personaje atravesado por la injusticia y la esperanza, y reflexiona sobre la fuerza de la ternura y el silencio.

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a celda de los milagros no busca respuestas fáciles.

Desde su primera escena, la película coloca al espec‑ tador frente a una herida abierta: la violencia ejercida contra quien no sabe —o no puede— defenderse. Héctor, un hombre con una discapacidad neu‑ rológica, es acusado injustamente y condenado a un encierro clan‑ destino donde la justicia se impone desde la brutalidad. Sin embargo, la película encuentra su centro no en la crueldad, sino en la ternura.

Para Omar Chaparro, interpretar a Héctor significó desmontar por completo sus herramientas habi‑ tuales como actor. “Yo estaba muy nervioso”, confiesa. “Venía de la comedia, de personajes exagerados, y aquí el riesgo era enorme. No podía permitirme ni la farsa ni el subraya‑ do”. El miedo, lejos de paralizarlo, se convirtió en un motor creativo que lo obligó a tomarse el proceso con una seriedad distinta.

La directora Ana Lorena fue clave en ese tránsito. “Hicimos un súper equipo. Ella tiene una visión impeca‑ ble y fue la primera que me dijo: ‘va‑ mos a jugar, suéltate’”. Esa libertad permitió que el personaje se calibra‑ ra poco a poco, sin impostaciones.

“Más vale que nos pasemos y luego ella me diga bájale”, recuerda.

Uno de los acuerdos creativos más importantes fue no construir a Héctor desde una condición clínica.

“No queríamos meternos en un rollo neurodivergente específico”, comen‑ ta. “Nos inspiramos en el compor‑ tamiento de un niño. Porque al final

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OMAR CHAPARRO

ENFRENTA SU RETO MÁS ÍNTIMO Por Carlos Mora

LA CELDA DE LOS MILAGROS

Distribuidora: Cinépolis Distribución

Héctor es eso: un niño con cuerpo de señor”. Esa mirada infantil —ingenua, luminosa, frontal— atraviesa toda la película y la salva de cualquier tentación condescendiente.

El proceso actoral estuvo marcado por el silencio. “El reto más grande fue callar‑ me”, dice el actor. Callar su propia voz, su prejuicio, su impulso de juzgar. “Todos tenemos una voz de juez, y yo tuve que apagarla para confiar en el trabajo previo”.

Antes del rodaje en Colom‑ bia, Chaparro se aisló para explorar al personaje desde lo íntimo: grabó su voz, su cuerpo, ensayó movimientos mínimos y construyó memo‑ rias emocionales.

“Yo trabajo mucho en eso:

en imaginar qué le pasó a Héctor antes, qué lo dejó en esa condición, cómo fue cuando nació su hija, qué lo traumó. No lo explico, lo sien‑ to, y dejo que se quede ahí”.

Esas memorias, dice, lo acompañaban en el set y lo mantenían anclado al pre‑ sente. “Ahí ya no está Omar, el juez. Está Héctor tomando sus propias decisiones”.

Más allá de la actuación, Chaparro subraya la respon‑ sabilidad de darle visibilidad a personajes como este. “Hay muchos Héctor en la vida real”, afirma. “Y a veces no nos detenemos ni siquiera a verlos, mucho menos a escucharlos”. Para el actor, la película invita a una pausa ne‑ cesaria: reconocer la huma‑

nidad de quienes suelen ser descartados por la sociedad.

En el encierro, Héctor se convierte en un espejo incó‑ modo para los demás reclu‑ sos. “Es alguien al que nadie voltea a ver, y termina siendo el que les da una lección de vida a todos”, explica. “Con su bondad, con su ingenuidad, cambia la energía del lugar y la vida de quienes se permi‑ ten conocerlo”.

El estreno en temporada decembrina refuerza ese mensaje. “Estas fechas nos vuelven más sensibles”, reflexiona. “Pensamos en lo que hicimos mal, en lo que queremos cambiar. Y esta película llega como anillo al dedo”. Para el actor, La celda de los milagros es una invita‑

ción a elegir la luz incluso en medio del dolor.

Hay una escena que lo marcó profundamente. “Des‑ pués de que lo golpean, de que casi lo matan, Héctor no guarda rencor. No reclama.

Les regala una sonrisa”. Esa capacidad de perdón, dice, lo hizo llorar. “Ojalá todos pudiéramos tener ese super‑ poder: no quedarnos con el odio, ver lo bueno incluso en quien nos hizo daño”.

La celda de los milagros no promete consuelo fácil, pero sí una certeza: la bondad, aunque frágil, tiene un poder transformador. Y a través de Héctor, el histrión entrega una de las interpretaciones más honestas y conmovedo‑ ras de su carrera.

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El actor transforma el cuerpo en ritual y resistencia en "El diablo en el camino", la nueva película de Carlos Armella.

Foto y texto Carlos Mora

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a más reciente película del director mexicano Carlos Armella, El diablo en el camino, es un relato de suspenso y misticismo que se mueve entre lo histórico, lo simbólico y lo profundamente humano. Ambientada tras la Guerra Cristera, la cinta sigue a Juan, un desertor del ejército federal que emprende una travesía devastadora: cargar el ataúd de su hijo recién muerto hasta El Porvenir, su pueblo natal, en busca de redención.

Para Luis Alberti, quien encarna a Juan, el viaje no es solo físico ni narrativo, sino corporal, espiritual y profundamente personal. “Todo se verifica en el cuerpo”, afirma el actor, convencido de que el verdadero drama —la tragedia humana— siempre se manifiesta desde ahí. En un personaje que habla poco y actúa mucho, el desgaste físico, la resistencia y la integridad se convierten en el lenguaje principal.

Alberti explica que el

reto actoral no estuvo en enfrentar a la cámara, sino en trazar con claridad el arco dramático del personaje. Para ello, trabajó durante un mes previo al rodaje con su coach y maestra Rocío Belmont, con quien desentrañó cada escena más allá de lo físico.

“Pensábamos qué estaba sucediendo internamente en cada momento, qué avanzaba en él dentro de ese proceso de transformación”, señala.

Ese trabajo íntimo dialogó directamente con la visión de Armella, un director que —según Alberti— propone más de lo que explica, invita a descubrir antes que a subrayar. “No juzgar al personaje, no querer calificarlo ni cargarlo de más, sino aventarte al juego de descubrirlo en el momento”, describe el actor sobre su método.

El diablo en el camino es, en palabras de Alberti, una película ritual. Un relato donde el viaje de Juan funciona como una penitencia autoimpuesta, un acto de conciencia

y un regreso al hogar invitó a hacer este viaje. entendido como transLo pienso como una ida formación. El ataúd que y vuelta al purgatorio”, carga no solo contiene al confiesa. Esa cercanía hijo muerto, sino aquello con la muerte, presente que cada espectador tanto en la historia como decide depositar en él: en su propia vida, convirculpa, fe, amor, pérdida, tió el rodaje en un acto memoria. “Ese ataúd está casi ceremonial, acompacerrado porque nos perñado por la memoria, los mite llenarlo con lo que ancestros y la conciencia. traemos en el corazón”, Respaldada por la fotoreflexiona. grafía de Mateo Guzmán La película dialoga con Sánchez, que construye nuestro tiempo al contra- atmósferas ásperas y poner la resiliencia y la cargadas de simbolismo, profundidad frente a la película se abre a la inmediatez y la múltiples lectusuperficialidad ras: política, EL DIABLO contemporáhistórica, reliEN EL CAMINO neas. Juan es giosa, poética y Distribuidora: Piano un personaje espiritual. Para que no se diluAlberti, ahí radiye, que conserva ca su fuerza: “Es su palabra, su fe y su una historia que no integridad corporal aun caduca, que no envejece, cuando todo alrededor porque habla de aquello se desmorona. “Es un ser que nos hace humanos”. humano que no se romEl diablo en el camipe, pase lo que pase”, no no solo propone un afirma Alberti. viaje a través de un país En lo personal, el devastado, sino una proyecto llegó en un inmersión en la culpa, momento crucial para la fe y la resistencia del el actor, marcado por cuerpo. Un cine que no una crisis íntima y una explica, sino que convoreflexión constante soca; que no grita, sino que bre la muerte. “Juan me permanece.

LUIS ALBER 18 |

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LA ACTUACIÓN, UN VIAJE INTERIOR | 19

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MAYRA LA FUERZA QUE HABLA EN SILENCIO

RA BATALLA La actriz habla de la dignidad del cuidado, el duelo y la fe en El diablo en el camino, el nuevo filme de Carlos Armella.

Foto y texto Carlos Mora

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n El diablo en el camino, la más reciente película de Carlos Armella, el suspenso y el misticismo conviven con una profunda exploración emocional.

Ambientada en un país devastado tras la Guerra Cristera, la historia sigue a Juan, un desertor del ejército federal que emprende una travesía física y espiritual cargando el ataúd de su hijo, asediado por la culpa, la fe y la presencia constante de la muerte. En ese paisaje áspero y simbólico, el filme encuentra uno de sus pilares más sensibles en el trabajo de Mayra Batalla.

Para la actriz, su personaje —Inés— representa a esas mujeres históricamente invisibilizadas, cuya labor de cuidado ha sostenido a familias y comunidades enteras sin ser reconocida. “Estamos sostenidas por mujeres así en México”, reflexiona Batalla, al hablar de madres, abuelas y figuras

femeninas que han existido siempre desde el sacrificio silencioso.

Retratar esa presencia, dice, implica un reto actoral complejo: proyectar mucho haciendo aparentemente poco, llenar los gestos mínimos de dignidad e inteligencia.

Batalla subraya la dualidad que atraviesa a su personaje: cuidar incluso a costa de sí misma, existir a través del bienestar de otros, contener la amargura y el coraje que nacen de una vida marcada por la renuncia. “Es importante hablar de ese enojo que está ahí”, señala, reconociendo que ese dolor reprimido también forma parte de la experiencia femenina que la película pone sobre la mesa.

La cinta, además, abre una conversación frontal sobre el duelo y nuestra relación con la muerte.

Para la actriz, El diablo en el camino cuestiona la obsesión contemporánea por evitar el dolor y acelerar los procesos de

luto. Desde su personaje, Finalmente, la actriz que convive cotidiaenfatiza la cercanía creanamente con la enfertiva con Carlos Armella medad, la muerte y un como uno de los elemenentorno emocionalmentos clave del proyecto. La te hostil, la llegada de intimidad con el director Juan (Luis Alberti) —con y el equipo, la claridad la muerte “literalmente con la que Armella comusentada a la mesa”— denica el sentido de cada tona un diálogo profunescena y su confianza do que se sostiene con en el poder de una sola silencios y miradas más toma generan, según Baque con palabras. Incluso talla, una atmósfera de el humor aparece como certeza poco común. “Se una herramienta para siente que lo que está enfrentar lo inevitable. pasando es real”, afirma, La dimensión describiendo un religiosa atraviesa rodaje donde todo el relato. todos avanzan EL DIABLO Batalla destaca por un mismo EN EL CAMINO la importancia camino emoDistribuidora: Piano de investigar la cional.

Guerra Cristera Con El diablo y comprender en el camino, cómo la fe marcaba la Mayra Batalla vida cotidiana, separaba suma una interpretación pueblos y regulaba concontenida y poderosa ductas. Sin idealizarla, que honra a las mujereconoce en la religión res que han movido las un espacio de reflexión piezas desde la sombra, moral y filosófica que siy reafirma el cine de gue resonando hoy: una Carlos Armella como un presencia constante que espacio donde lo íntimo, observa, juzga y condilo histórico y lo espiritual ciona, particularmente dialogan con una fuerza en el personaje de Juan. inquietante.

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a magia de Avatar: Fuego y Cenizas se hizo presente en México con una espectacular alfombra roja que reunió a figuras del cine, el entretenimiento y fans de la saga creada por James Cameron. El evento, celebrado en la CDMX, se convirtió en una experiencia inmersiva que trasladó a los asistentes al universo de Pandora y adelantó detalles de la tercera entrega de la franquicia.

Entre luces rojas, elementos de fuego y una ambientación inspirada en los Na’vi, el elenco y los invitados especiales desfilaron ante los medios, compartiendo su entusiasmo por el impacto visual, tecnológico y emocional de la franquicia. La alfombra roja destacó no solo por su despliegue escenográfico, sino también por la cercanía con el público mexicano, que ha sido clave en el éxito global de la saga.

Sigourney Weaver, quien regresa como Kiri en Avatar: Fuego y Cenizas, compartió su emoción por presentar la cinta en México y destacó la conexión especial que este país puede tener con el espíritu de Pandora. “Siento que

los mexicanos tendrán una unión especial con la cinta porque ustedes también tienen un mundo espiritual con el Día de Muertos que es tan importante, hay muchas similitudes”, dijo Weaver a su paso por la alfombra roja.

Por su parte, Oona Chaplin, quien interpreta a la antagonista Varang, líder del Pueblo de la Ceniza, reflexionó sobre la complejidad de su personaje y lo que representa dentro de la historia.

La actriz destacó cómo el dolor y el conflicto interno forman parte de su motivación en pantalla y cómo, detrás de la furia de Varang, hay un trasfondo humano profundo. “Porque todo su odio nace del dolor y eso es algo que me encanta ver en el cine”, comentó Chaplin, subrayando que estos elementos ayudan a conectar al público con los temas más intensos de la película.

Con esta presentación, Avatar: Fuego y Cenizas reafirma su conexión con México y anticipa una experiencia cinematográfica que apuesta por la espectacularidad visual, la reflexión sobre conflictos internos y externos, y la emoción en pantalla grande.

AVATAR ATERRIZA Alan Estrada y Oona Chaplin.

EN LA ALFOMBRA ROJA EN MÉXICO

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Oona Chaplin.

Sigourney Weaver y Alan Estrada.

Sigourney Weaver.

"Avatar: Fuego y Ceniza" se presentó en la Ciudad de México con Sigourney Weaver y Oona Chaplin, celebrando el universo de Pandora, la conexión con el público mexicano y el inicio de una nueva etapa marcada por el conflicto, la emoción y la espectacularidad visual.

Sigourney Weaver y Oona Chaplin.

Fotos y texto Carlos Mora | 23

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AVATAR: FUEGO Y CENIZAS EXPANSIÓN, SIMBOLISMO Y LA EVOLUCIÓN DE PANDORA Por Carlos Mora

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on Avatar: Fuego y Cenizas, James Cameron no solo continúa la saga iniciada en 2009, sino que la lleva a un nivel de complejidad narrativa y visual que desafía las expectativas de los espectadores.

Esta tercera entrega sigue a Jake Sully (Sam Worthington) y Neytiri (Zoe Saldaña), junto con su familia, mientras enfrentan amenazas que van más allá del conflicto humano versus nativo, adentrándose en tensiones culturales internas y dilemas éticos que ponen a prueba su unidad y la relación de los Na’vi con Pandora.

Si en Avatar (2009) el foco estaba en la invasión humana y la defensa del hogar, y en Avatar: El Camino del Agua (2022) se exploraba la familia y la conexión con los océanos de Pandora, Fuego y Ceniza amplía la narrativa hacia la diversidad cultural y los conflictos internos entre comunidades Na’vi.

DESARROLLO EMOCIONAL El núcleo emocional sigue siendo la familia de Jake y Neytiri, cuya relación y lucha por proteger a Pandora constituyen el corazón de la saga. Worthington y Saldaña mantienen la química que caracteriza a sus personajes, mientras que Kate Winslet, Trinity Jo-Li Bliss y Cliff Curtis amplían la gama de emociones y conflictos, aportando nuevas perspectivas sobre la lealtad, la justicia y la resistencia frente a amenazas externas e internas Stephen Lang, en su rol de villano recurrente, simboliza la persistencia del conflicto humano, pero su presencia también sirve para contrastar los valores de cooperación, empatía y conexión con la naturaleza que definen a los Na’vi.

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MAGNIFICA VILLANA La presentación de Varang a Pandora marca un cambio significativo en la saga, y Oona Chaplin le imprime a la antagonista una presencia magnética y compleja.

Varang no es simplemente una villana tradicional; es calculadora, implacable y capaz de manipular los conflictos de los diferentes clanes para sus propios fines, generando tensión y drama en cada escena.

Chaplin dota a Varang de matices inesperados: una mezcla de elegancia y peligro que hace que cada aparición sea inolvidable, logrando que el público sienta tanto fascinación como temor ante sus decisiones.

Gracias a su interpretación, Varang se convierte en un personaje multidimensional, capaz de desafiar no solo a los protagonistas, sino también a la percepción misma del conflicto en Pandora.

TECNOLOGÍA Y ESTÉTICA Visualmente, Avatar: Fuego y Cenizas reafirma la supremacía de Cameron en el uso de la tecnología cinematográfica.

La captura de movimiento avanzada, los efectos digitales hiperrealistas y los escenarios recreados con precisión permiten una inmersión total en Pandora.

Los bosques flotantes, los océanos bioluminiscentes y las criaturas fantásticas no son solo recursos visuales; son extensiones simbólicas de la narrativa. La majestuosidad de los paisajes refleja la relación espiritual de los Na’vi con su mundo, mientras que los peligros naturales y las criaturas agresivas representan los conflictos internos y externos que los personajes deben enfrentar.

Cada plano funciona como metáfora de los desafíos de Pandora: belleza, vulnerabilidad y poder coexistiendo de manera compleja.

AVATAR: FUEGO Y CENIZAS

Distribuidora: 20th Century Studios

RITMO Y NARRATIVA Con una duración de 197 minutos, mantener el ritmo es un desafío. La película contiene secuencias que, aunque visualmente impactantes, podrían haberse condensado para sostener la tensión narrativa.

Algunos momentos repiten fórmulas de entregas anteriores, pero la incorporación de Mangkwan, los conflictos culturales internos y la riqueza visual compensan estas irregularidades, ofreciendo una experiencia completa y envolvente.

La duración permite, además, explorar la historia y los personajes con detalle, logrando que cada emoción y conflicto se sienta orgánico dentro del universo de Pandora.

Avatar: Fuego y Cenizas es más que un espectáculo visual; es un viaje emocional y filosófico que expande la saga y ofrece nuevas capas de interpretación. | 25

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“

Siempre he sido muy fanática del horror”, dice Michelle Garza Cervera, pero aclara de inmediato que su interés nunca ha estado en el susto gratuito. Para la directora y guionista mexicana, el género solo funciona cuando sirve para algo más: para mirar a los personajes, para cuestionar el mundo que habitan y para enfrentar aquello que se evita nombrar.

En Huesera, su ópera prima, el terror se convierte en una experiencia íntima sobre la maternidad, el cuerpo y las expectativas sociales. Hoy, tras el reconocimiento internacional de la película, Garza Cervera da un nuevo paso al dirigir su primera producción en inglés: el remake del clásico thriller La mano que mece la cuna.

Aunque el terror atraviesa toda su filmografía, Garza Cervera reconoce que durante mucho tiempo fue un impulso más intuitivo que planeado. “Mi primer corto ya tenía esa

tendencia”, recuerda. Con Huesera, esa inclinación se volvió consciente: “Yo tenía muy en mente que quería hacer una película de horror maternal mexicana”.

Sin embargo, aclara que nunca partió de una preocupación por cumplir las reglas del género. “A mí me interesa atender primero al drama y al personaje antes que a las reglas”, explica. Para ella, el horror pierde efectividad cuando se limita a provocar miedo: “Cuando es solo para dar susto, normalmente no funciona”.

Eso no significa que Huesera ignore las herramientas clásicas del terror.

Al contrario, Garza Cervera las utiliza con precisión: el ritmo de las escenas, la cercanía progresiva del monstruo, el momento exacto de la revelación. “Usamos muchas herramientas muy tradicionales del género”, señala, desde la planeación de tomas hasta la duración exacta de un silencio: “Después de cuatro segundos, asusta más”.

La diferencia está en el propósito. “Nunca quise

poner el género por encima del personaje”, afirma.

Para ella, el horror debe acompañar el conflicto interno, no reemplazarlo.

EL MONSTRUO COMO ALIADO Uno de los planteamientos más potentes de Huesera es su manera de entender lo terrorífico. “El horror no funciona como una fuerza antagonista que viene a torturar”, dice Garza Cervera. Al contrario, en su cine, “el elemento sobrenatural viene a mostrarle algo al personaje de sí mismo, algo que estaba evadiendo”.

Valeria, la protagonista, vive bajo distintos sistemas de opresión: sociales, familiares y domésticos.

Frente a ello, el horror se convierte en una especie de aliado. “Eventualmente, viene por cierta liberación”, explica. De ahí que el final de la película sea, en sus palabras, “agridulce, pero también liberador”.

Desde la escritura, la directora tomó una decisión clave: no darle a Valeria un motivo externo que

justificara su conflicto. “No queríamos que hubiera una razón de fuera”, afirma.

“Queríamos que fuera algo interno del personaje”.

Esa postura también fue una respuesta a otras películas del género. “Me gusta mucho The Babadook, fue una referencia”, reconoce, “pero algo que no me encanta es que todo provenga del duelo”. En Huesera, insiste, “es ella misma la que provoca el conflicto”.

Aunque con el tiempo Huesera fue leída como body horror, Garza Cervera confiesa que nunca se lo planteó así desde el inicio.

“Nunca nos pusimos la etiqueta”, dice. Sin embargo, entiende por qué el cuerpo terminó siendo central: “La ansiedad de Valeria es corporal”.

Desde los primeros crujidos en las manos hasta la progresiva invasión física del horror, el cuerpo se convierte en el espacio donde se manifiesta lo que no puede decirse. “El horror va creciendo al mismo tiempo que vemos más el cuerpo de Valeria”, explica.

MICHELLE GARZA L A MANO QUE MECE EL TERROR

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DE HUESERA A HOLLYWOOD

LA MANO QUE MECE LA CUNA

Dónde ver: Disney Plus

A CERVERA

En entrevista con la Revista Cameo, la directora habla de cómo "Huesera" replantea el terror desde la maternidad y el cuerpo, y adelanta su primer proyecto en inglés: el remake de "La mano que mece la cuna".

Por Carlos Mora

Tras el impacto de Huesera, Garza Cervera dirigió su primera película en inglés, el remake de La mano que mece la cuna. El proyecto marcó su debut en una producción de estudio y la llevó a trabajar en otro contexto industrial, sin abandonar su interés por lo doméstico y lo psicológico.

“Cuando me acercaron al proyecto, volví a ver la película original solo para ver qué podía reinterpretar, pero en cuanto tuve el proyecto dejé de verla y le pedí al equipo que tampoco lo hiciera, para no compararnos con la película anterior", comenta.

Aunque reconoce que hacer cine implica sacrificios, la directora se dice orgullosa de haber defendido su visión. “Llegó un punto en el que tuve que aprender a decir que no”, confiesa. Huesera, asegura, fue un proyecto que aprendió a cuidar “como un bien colectivo”.

"Realmente espero que el público intente ver esta película (La mano que mece la cuna), como una reimaginación, una película que quiere ser entretenida pero que también contiene temas nuevos sobre cómo la violencia se repite a sí misma". “El horror, no siempre viene a destruir.

A veces viene a señalar el camino hacia la libertad”, concluye Garza Cervera. | 27

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n Monstruo de Xibalba, su ópera prima, la directora Manuela Irene se adentra en los terrenos invisibles de la infancia: ese espacio donde los miedos se vuelven gigantes, donde la muerte aparece por primera vez como un misterio insondable y donde todo —la selva, los adultos, los sueños— tiene un doble filo. “La infancia no es un tiempo idílico; es un despertar a un mundo complejo”, dice. Su película respira exactamente eso: la belleza y el miedo de entender que la vida no dura para siempre.

La película se mueve entre lo real, lo onírico y lo mítico, en una mezcla que respira humor, peligro, melancolía y un profundo respeto por los misterios del mundo maya.

Encontrar al protagonista fue un proceso casi místico. Manuela describe el casting como un largo peregrinaje: “No encontrábamos al niño preciso”, recuerda. Buscaban a un pequeño citadino que descubriera la selva con la fascinación de quien llega por primera vez. Trabajaron con directoras de casting con experiencia en infancias, pero nada terminaba de encajar.

"Hasta que un día, vi un video y dije: aquí hay algo. Ese niño, Rogelio, tenía una intuición que desarmaba: un raro sentido del humor, una chispa para expresar enojo, un lenguaje corporal casi cómico. Pero hubo un momento definitivo.

Manuela les hacía a todos los niños una pregunta: ¿qué crees que pasa cuando te mueres?

Mientras otros hablaban del cielo, del infierno o de la cinta animada de Coco, Rogelio respondió sin parpadear: “Ese existencialismo resonaba profundamente con lo que yo quería contar”, dice la directora. “Yo estaba dudosa, pero cuando él apareció, la tierra maya me puso al niño exacto en tiempo y forma”.

Rogelio tuvo que aprender a superar miedos reales para encarnar al personaje: aprender a andar en bicicleta, volver a nadar, enfrentarse a los cenotes. Y también lidiar con la presión del set. “Para él fue un viaje completo. Se frustraba, se enojaba, pero cuando lograba entrar a la escena, era impresionante”, cuenta.

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MONSTRUO DE XIBALBA ENTRE LA MUERTE Y LA TERNURA Un retrato íntimo sobre la infancia y el miedo a la muerte en "Monstruo de Xibalba", acompañado por una entrevista con su directora, quien revela el origen personal de la historia y el proceso detrás de crear este universo emocional y mítico.

Por Carlos Mora

¿DE QUÉ TRATA? La historia sigue a Rogelio, un niño de ocho años que pasa el verano con su niñera Eduarda (Teresa Sánchez) en un pequeño pueblo de Yucatán. Entre el calor del mediodía, las calles polvorientas y la presencia hipnótica de la selva, el niño enfrenta una pregunta que se vuelve obsesiva: ¿qué pasa cuando morimos? Esa inquietud se materializa en sus sueños como la figura de un anciano que deja muerte a su paso: el Monstruo de Xibalba.

MONSTRUO DE XIBALBA

Distribuidora: Mandarina Films

“Yo gritaba ‘corre cámara, acción’, y él pum, entraba.

A veces el crew preguntaba si la reencarnación existe, porque tenía un entendimiento del ritmo que no sé de dónde sacaba”.

El financiamiento también fue una batalla paralela. “No estaba segura de lograrlo. Nadie entendía lo que quería hacer”, recuerda.

Realizó cortometrajes para demostrar su visión. Sol de Llano, su corto previo, tuvo resonancia internacional y se convirtió en un argumento para que el proyecto avanzara.

Pero aun así, el presupuesto fue limitado.

“Sabíamos que teníamos menos de cinco millones y que teníamos que apartar para postproducción. Todo era un acto de equilibrio”.

La producción encontró soluciones creativas para cada dificultad. “Era cine hecho con ganas, energía y con una ambición enorme pese a lo modesto del presupuesto”.

La sensibilidad de la película está directamente ligada a la infancia de Manuela. “Yo tenía mucho miedo de la muerte. Pasaba noches enteras pensando qué pasaba después”, confiesa.

“Ninguna opción me tranquilizaba: ni desaparecer, ni imaginarme como fantasma, ni pensar en mis papás muriéndose. Ese miedo fue mi inspiración para escribir al personaje”.

Por eso Monstruo de Xibalba no es un cuento infantil

en el sentido tradicional, sino una exploración íntima de los temores que se despiertan cuando somos pequeños y no tenemos herramientas para nombrarlos. Rogelio —el personaje y el actor— navega esa angustia con una mezcla de curiosidad, humor, y un dolor silencioso que nunca se vuelve solemne.

YUCATÁN: UN PERSONAJE MÁS La película no podría existir en otro lugar. “Hay demasiados elementos de la mitología maya que están entretejidos en la historia: los árboles sagrados, los cenotes, la energía de la selva”, dice la directora.

Además, Yucatán forma parte de su propia historia familiar: sus padres se conocieron allí, y ese paisaje quedó grabado en su memoria como un sitio místico, un punto de encuentro entre lo visible y lo invisible.

“Cada vez que caminaba por esas calles, sentía que detrás de una esquina podía aparecer un monstruo. Ese misterio fue clave para la película”.

Cuando Rogelio leyó el guion por primera vez, sentado en una habitación de hotel en Mérida, lo hizo en voz alta, de principio a fin. Al terminar, dijo: “Es bonito, pero es triste. Es hermoso, pero es melancólico.”

Manuela supo entonces que había entendido la película en su totalidad. | 29

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LA RESERVA E TRAGEDIA Y RESISTENCIA EN DEFENSA DEL TERRITORIO El filme es una tragedia contemporánea sobre la defensa del territorio.

En entrevista, su director Pablo Pérez Lombardini habla sobre la creación de Julia, el despojo ambiental y la fuerza de la comunidad.

Fotos y texto Carlos Mora

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n lo profundo del bosque de Monte Virgen, Julia cus‑ todia un territorio vivo. La noche, sin embargo, trae consigo presencias inquietantes: hombres armados talan árboles, intimidan a los habitantes y quiebran el equilibrio de la comuni‑ dad. Defender el bosque implica enfrentarse a algo que rebasa el delito am‑ biental: una red de poder que busca despojar tierras, imponer nuevos vínculos comerciales y silenciar a quien se resista. Quien no obedece, desaparece.

La reserva, la ópera prima de Pablo Pérez Lombardini, avanza desde el misterio hacia el thriller y la denuncia social, hasta desembocar en una tragedia contundente. En ese recorrido emerge Julia como uno de los persona‑ jes femeninos más pode‑ rosos del cine mexicano reciente: valiente, obstina‑ da, profundamente ética.

Está dispuesta a perderlo todo, excepto la dignidad.

Filmada en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, en Montecristo de Gue‑ rrero, Chiapas, La reserva fue reconocida con los premios a Mejor Actriz, Mejor Director y Mejor Pe‑ lícula en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia, donde tuvimos oportunidad de platicar con su director.

La idea surgió a partir de un reporte que señalaba a México como uno de los países donde más defen‑ sores ambientales son ase‑ sinados cada año. “Pensé que era un tema que debía abordarse desde el cine”, explica Lombardini, quien encontró en la tragedia la estructura dramática ade‑ cuada para narrarlo. Du‑ rante su investigación en comunidades chiapanecas, una anécdota fue clave: un guardabosques le contó cómo su campamento fue invadido por personas humildes que, a su vez, ha‑ bían sido despojadas antes.

Ese conflicto condensaba la complejidad moral del tema y se convirtió en el núcleo del guion.

COMUNIDAD Y RESISTENCIA Para el director, la defensa del territorio es un proceso profundamente colectivo. “El gran proble‑

ma es nuestra incapacidad para organizarnos”, seña‑ la. Los defensores am‑ bientales suelen quedar aislados, como un David frente a Goliat, lo que los vuelve vulnerables. De ahí que la reconstrucción del tejido social y el fortaleci‑ miento de la comunidad aparezcan como la única vía posible para resistir.

El personaje de Julia está inspirada directamen‑ te en los defensores am‑ bientales reales: personas que saben que seguir pue‑ de costarles la vida, pero continúan. Lombardini los asocia con los héroes de la tragedia griega: figuras que enfrentan fuerzas inmensamente superiores sin renunciar a sus princi‑ pios. “No es un personaje perfecto —aclara—, tiene contradicciones, pero nunca pierde la dignidad”.

Arthur Miller afirmaba que el héroe trágico lo pierde todo excepto su

dignidad, una idea que resultó fundamental para estructurar la película. En el contexto latinoamerica‑ no, donde las luchas por el territorio siguen cobrando vidas, la tragedia no es un género del pasado, sino una realidad vigente.

El elenco de La reserva está compuesto en su mayoría por actores no profesionales. Carolina Guzmán, quien interpreta a Julia, iba a acompañar al director durante la investi‑ gación de campo, pero su historia personal lo con‑ venció de inmediato: ella debía ser la protagonista.

Su presencia abrió puertas y generó confianza dentro de la comunidad.

Tras entrevistar a cerca de cien personas, Lombar‑ dini seleccionó a treinta para la película y organizó dos talleres actorales con la maestra Tania Olhovich.

El guion se reescribió a partir de lo que surgía en esos encuentros. “La pe‑ lícula se construyó desde la escucha”, afirma, como un ejercicio de confianza mutua y autenticidad.

EL BLANCO Y NEGRO COMO ELECCIÓN POÉTICA La decisión de filmar en blanco y negro respondió tanto a razones estéticas

como narrativas. Permitió unificar visualmente los espacios sin intervenirlos y ofreció una mirada re‑ novada sobre los paisajes.

Además, al combinarse con la música, alejaba la película del naturalismo y la acercaba a un tono más poético y atemporal. Aun‑ que al inicio generó dudas, con el tiempo se convirtió en una de las claves forma‑ les del filme.

Rodar dentro de la Reserva de la Biósfera El Triunfo implicó un proceso de respeto y constancia. Todo comen‑ zó con asambleas ejidales y continuó con múltiples visitas. “Regresar es fun‑ damental”, dice Lombar‑ dini, consciente de que muchas comunidades han sido decepcio‑ nadas por prome‑ sas incumplidas.

LA RESERVA El equipo filmó Distribuidora: Pikila con recursos mí‑ nimos y un grupo reducido, priori‑ zando la cercanía y el diálogo.

Aunque el tema podría haberse abordado desde el documental, Lombar‑ dini optó por la ficción.

“El documental impli‑ caba riesgos éticos y de seguridad muy comple‑ jos”, explica. La ficción, en cambio, le permitió explorar el viaje interno de una defensora ambien‑ tal con mayor libertad y profundidad, ordenando una realidad caótica para alcanzar una verdad emo‑ cional más amplia.

Así, La reserva no solo denuncia, sino que construye una tragedia contemporánea donde el territorio, la comunidad y la dignidad se entrelazan como actos de resistencia. | 31

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ADIÓS, JUNE: DE DESPEDIDAS, FAMILIA Y RECONCILIACIÓN Por Alejandra Lomelí

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diós, June (Goodbye June) deja claro que para Kate Winslet solo era cuestión de tiempo dar el salto a la dirección. Producida por Netflix, el proyecto surge de un guion de su hijo, Joe Anders, una historia que la actriz eligió como punto de partida para su debut tras la cámara.

El resultado es una obra que refleja su profundo respeto por los intérpretes, a quienes ofrece un entorno de confianza donde el talento fluye con libertad.

La trama arranca 16 días antes de Navidad, momento en que la vida de una familia da un giro inesperado como consecuencia del repentino deterioro en la salud de June, la madre (Helen 32 |

Mirren). Mientras que el padre (Timothy Spall) y los cuatro hijos (Winslet, Andrea Riseborough, Toni Collette, Johnny Flynn) lidian con la complicada dinámica familiar ante la inminente pérdida, June toma el control de su propia despedida con humor mordaz, verdades sin filtro y muchísimo amor.

Lo que podría parecer una película de temporada, ya sea porque la acción transcurre durante diciembre, se trata de una historia de fondo emocional sobre el duelo y la reconciliación familiar.

Winslet aprovecha la víspera de la festividad tan solo como trampolín para sumergirnos en otra víspera: la de una muerte anunciada, creando una atmósfera emotiva, pero

no deprimente, y donde los da oportunidad a cada persovínculos fracturados van naje de revelar su trasfondo cargando de tensión la intesin sobreexposición, además racción entre los personajes, de contar con un ensamble de aunque también hay momen- actores de amplio rango intertos de ligereza y humor. pretativo, Winslet establece El interés de la lo que es su declaración directora está en de intenciones como explorar la intimidirectora: confiar en ADIÓS, JUNE dad, en observar la el actor.

Dónde ver: manera en la que el Kate Winslet se Netflix inevitable destidescubre con Adiós, no de la matriarca June como una disacude la identidad de rectora de intensidad cada miembro y los hace reemocional, su apuesta no plantearse su lugar, sacando a está en crear un sello estilísflote los resentimientos, pero tico, sino en proporcionar el sin llegar al melodrama senambiente y el espacio idóneo sacionalista, sino apuntando para que los actores –ella ina los pequeños desacuerdos cluida– establezcan su propia cotidianos que se transforcomplicidad con la cámara. man en rencor si se callan y Es, como no podía ser de acumulan. otra forma, una directora de Apoyada en un guion que actores.

A partir de esto, el cineasta Joachim Trier (La peor persona del mundo, La maldición de Thelma, Reprise. Vivir de nuevo) desarrolla en Valor Sentimental, un complejo relato cuyo entramado se edifica sobre tres pilares: las muy laceradas relaciones afectivas entre un padre y sus hijas -especialmente Nora-; el arte cinematográfico como una alternativa para abordar, lidiar y gradualmente, obtener una liberación catártica ante el dolor y el rencor que cada uno de ellos alberga; y la casa familiar donde transcurrió (y transcurre) la historia, la cual al estar tan íntimamente ligada a esos personajes, funge

VALOR SENTIMENTAL

Distribuidora: Mubi

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] por el abandono y por los malos recuerdos del pasado.

Decidido a continuar con el proyecto, Borg opta por darle el papel pensado para su hija a Rachel Kemp (Elle Fanning), una joven y prometedora estrella estadounidense, con la cual traba amistad tras encontrarse en un festival de cine.

Incluso la invita a su antigua casa familiar para ir preparando los ensayos y se vaya compenetrando con su personaje.

Esta situación orillará a Gustav y a sus hijas a enfrentarse a su doloroso pasado. Especialmente porque el argumento se basa en su propio pasado familiar, y la línea que divide la realidad de la ficción comienza a atenuarse.

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Por Francisco Javier Quintanar Polanco

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VALOR SENTIMENTAL METAFICCIÓN, ARTE Y REDENCIÓN

como una especie de tercer protagonista.

Y es sobre esos cimientos que Trier y Eskil Vogt (su guionista y colaborador) erigen un drama psicológico muy bien llevado por sus actores principales (especialmente Skarsgård y Reinsve), en el cual sus personajes se cuestionan sobre el pasado y sus decisiones, enfrentan las consecuencias de ambos, y se preguntan si, después de todo, existe la posibilidad de redención, de sanación y/o de una segunda oportunidad. Y justamente porque el pasado de sus personajes y la ficción concebida por uno de ellos comienzan a mezclarse, da pie a una fascinante metaficción de la cual el propio espectador forma parte, aunque no se percate de ello sino hasta los últimos minutos.

Valor Sentimental contendió en la pasada edición del Festival de Cannes. Y si bien no obtuvo la Palma de Oro, si logró el Gran Premio del Jurado. Y es muy posible que también alcance diversas nominaciones en la ya muy próxima temporada de premios.

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ras años de tensiones y conflictos al interior de su familia, Gustav Borg (Stellan Skarsgård) abandona su hogar, a su esposa y a sus hijas Nora y Agnes. El tiempo pasa, y Nora (Renate Reinsve) ha hecho carrera como prestigiosa actriz teatral, pero sufre de ansiedad y sigue resentida con su distanciado progenitor; mientras que Agnes (Inga Ibsdotter Lilleaas) ha formado una familia y en apariencia lleva una existencia feliz.

Después de que la madre de las Borg fallece, su padre regresa a sus vidas, convertido ahora en un cineasta de corte internacional. Tras un encuentro un tanto incómodo, Gustav se acerca a Nora y le hace una insólita propuesta: protagonizar su próxima película, la cual es un drama que versa sobre una mujer quien termina por suicidarse. Esta última lo rechaza categóricamente, al no poder perdonarle

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finales de los años cincuenta, en Francia surgiría uno de los movimientos cinematográficos más relevantes hasta nuestros días, el cual cambiaría las reglas del juego para siempre: la Nouvelle Vague o Nueva Ola Francesa. Conformada por un grupo de cineastas jóvenes (muchos de ellos críticos y ensayistas emanados de la revista Cahiers du Cinema), la Nueva Ola revolucionaría la forma de producir, rodar y editar películas, yendo a contracorriente del modelo industrial y rompiendo con los parámetros del cine hollywoodense, anteponiendo en cambio la mirada autoral y la búsqueda de libertad creativa.

Dentro de ese movimiento, la figura de Jean-Luc Godard ocuparía un papel de vital importancia. Y cuando este último lanza Sin aliento (À bout de souffle), su ópera prima, esta se vuelve una poderosa declaración de principios para el movimiento ayudando en su consolidación, y se transformaría en uno de las cintas más influyentes de la historia, la cual es reverenciada y mencionada contínuamente como uno de las mejores filmes de todos los tiempos.

En 2025, Richard Linklater (Boyhood: momentos de una vida) lanzó dos trabajos.

Uno de ellos fue el dramedy Blue Moon. El otro es una ficción que tiene a Godard, el movimiento fílmico al cual encabezó, y a la realización de Sin aliento como ejes de su trama.

Filmada en blanco y negro, Nueva Ola Francesa (Nouvelle Vague), se divide en dos actos. En el primero de ellos vemos los eventos que precedieron al nacimiento de la primera producción de Godard (interpretado aquí 34 |

NUEVA OLA FRANCESA Por Francisco Javier Quintanar Polanco

por el actor Guillaume Marbeck), iniciando con el triunfo de Los 400 golpes de su colega François Truffaut (Adrien Rouyard) en el Festival de Cannes en 1959, lo cual aumenta las aprensiones de Jean-Luc al no haber filmado aún su primer largometraje.

De ahí se muestra la gé-

nesis del proyecto cuando el productor Georges de Beauregard (Bruno Dreyfürst) le da luz verde a la filmación; se narra cómo se van integrando al proyecto los actores quienes lo protagonizarán, y los consejos que al novel director le brindan cineastas ya en ese enton-

ces consumados como Roberto Rossellini (Laurent Mothe) y Jean-Pierre Melville (Tom Novembre) en los días previos al inicio del rodaje, al cual fue planeado para llevarse a cabo en 20 días. Y durante ese primer acto, vemos desfilar por la pantalla a otros autores: Claude

NUEVA OLA FRANCESA

Distribuidora: Cine Caníbal

LÚDICO ACERCAMIENTO A UN MOVIMIENTO FUNDAMENTAL Chabrol (Antoine Besson), Agnès Varda (Roxane Rivière), Éric Rohmer (Côme Thieulin) y Jacques Rivette (Jonas Marmy), además de a otras personalidades vinculadas directa e indirectamente con el movimiento.

El segundo acto es una especie de detrás de cá-

maras de Sin aliento, donde se aprecia al director resolviendo obstáculos del rodaje desplegando su talento para improvisar y su creatividad, pero también lo vemos conducirse de forma un tanto excéntrica e incluso haciendo algunos desplantes, los cuales sacan de quicio a

su productor y a su actriz principal Jean Seberg (Zoey Deutch), mostrada aquí como una persona temperamental, volátil, moldeada a la usanza de los grandes estudios y quien no pocas veces tiene roces con Godard y amenaza continuamente con abandonar el roda-

je. En contraste, Jean-Paul Belmondo (Aubry Dullin) se muestra extrovertido, encantador, locuaz, y siempre dispuesto a apoyar a JeanLuc sin cuestionarlo.

El primer acto de la película es entretenido, aunque puede resultar difícil de seguir por tantos personajes mostrados a cuadro, con subtítulos los cuales nos indican sus nombres, pero que a algunos espectadores (especialmente aquellos más jóvenes y/o quienes no sepan mucho acerca de la Nueva Ola) quizás no les sean significativos.

Incluso se podría decir que por ello, ese acto funciona mejor para fines didácticos, y no se siente muy fluido.

Pero es en su segundo acto donde el filme alza el vuelo cuando, al tratar de rendir un homenaje a Godard y a la corriente cinematográfica a la cual representa, Linklater parece verse reflejado en la rebeldía, la intelectualidad y el lirismo de ambos, alcanzando una íntima identificación especialmente en lo referente a la libertad y originalidad que ambos autores buscan tanto en las temáticas de sus cintas, como en la forma de representarlas. Y aprovecha estos elementos para potenciar el relato.

De ese modo, logra concebir un trabajo donde la Nueva Ola pareciera estar hablando (de forma divertida y deliciosa) sobre sí misma, creando un lúdico acercamiento a ella, a uno de los cineastas más relevantes del siglo XX y a la forma como éste concibió su obra máxima. Un acercamiento lo suficientemente nostálgico para quienes gustan del realizador y su películas, pero también puede resultar seductor (y mover a hacerse algunos cuestionamientos) a aquellos que no lo conocen. | 35

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ZOOTOPIA 2 CELEBRA SU ESTRENO EN CDMX Fotos y texto Carlos Mora LA CAPITAL MEXICANA se llenó de color y emoción con la alfombra roja del estreno de Zootopia 2 en Cinépolis Mítikah. Fans de todas las edades recibieron a los actores de doblaje, incluyendo a Roberto Palazuelos, Michelle Rodríguez y Jerry Velázquez, quienes compartieron su entusiasmo por dar voz a los queridos personajes. El lugar se transformó en una verdadera celebración del universo de Zootopia, con decoraciones temáticas, carteles gigantes de Judy Hopps y Nick Wilde, y una atmósfera festiva que contagió a todos los asistentes. La secuela promete risas, emoción y un mensaje sobre diversidad e inclusión, manteniendo el espíritu que hizo famosa a la saga.

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TV Y STREAMING

MARTÍN SARACHO ACELERA EMOCIONES EN YELLOW

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SARACHO

VELOCIDAD DE LAS EMOCIONES El actor habla en entrevista con la Revista Cameo sobre encarnar a Richie en "Yellow", su primer protagónico en una serie, donde interpreta a un ex piloto marcado por la culpa que emprende un caótico viaje de carretera lleno de humor, peligro y melancolía.

Por Carlos Mora

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n Yellow, Martín Saracho encarna a Richie, un ex piloto de Fórmula 1 atrapado en una espiral de culpa, depresión y silencio. Su vida, marcada por un derrumbe personal que lo dejó sin rumbo, se trastoca cuando dos jóvenes que también huyen de sí mismas lo secuestran. Así inicia una comedia de carretera que mezcla humor, peligro y una melancolía luminosa, envuelta en una estética que respira color, contraste y sensibilidad.

Con solo cinco episodios, la serie se desmarca del panorama latinoamericano por su tono ínti‑ mo, la honestidad con que aborda la salud mental y una dirección que apuesta por una belleza emocional más que por la espectacularidad.

Para Saracho, la serie no solo fue un reto artístico, sino un viaje interior que lo confrontó con sus propios silencios.

Filmada en La Paz, Baja Cali‑ fornia Sur, Yellow encontró en la geografía un espejo emocional.

Para Saracho, el paisaje no fue un fondo, sino un aliado narrativo.

“Llegábamos a lugares que ni sabíamos que existían: playas infinitas, desiertos que parecían mundos paralelos, carreteras que te abrazaban con su soledad… hasta un Gran Cañón azul. Eso es un regalo de esta profesión”, recuerda.

La serie construye un universo visual que dialoga con el estado interno de los personajes. Los colores vibrantes conviven con la nostalgia, y esa contradicción es, en sí misma, profundamente humana.

“Todo está cohesionado: lo que sienten los personajes, lo que ves en pantalla, el arte, el coche, el ves‑ tuario… Todo pertenece al mismo corazón”, reflexiona el actor. | 39

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LA BELLEZA DE LO ROTO Yellow no ofrece una mirada romántica o idea‑ lizada. Su belleza reside en mostrar la melancolía, la soledad y el dolor sin dramatismos grandilo‑ cuentes. En cambio, deja que estos sentimientos respiren en silencios, atar‑ deceres, gestos mínimos.

Saracho lo explica con claridad.

“Es fácil relacionarnos con personajes que están sufriendo. Yo he estado ahí: en lugares oscuros, en la culpa, en la responsabili‑ dad. Richie toca fondo y se da cuenta de que la vida no es llegar a la meta, sino el trayecto. Eso es bellísimo.”

Hay una imagen que lo marcó: un plano donde Richie aparece diminuto frente al mar y el cielo.

“Ahí entiendes que somos un punto minúsculo en el todo. No importa si ganaste trofeos o corris‑ te Fórmula 1. Solo eres alguien más tratando de seguir adelante.”

En un tiempo en el que reiniciarse parece un

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Dónde ver: HBO Max

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fracaso, Yellow se atreve a decir lo contrario: volverse a empezar también es un acto de valentía.

Trabajar con Sofía, la joven directora de la serie, significó para Saracho un nuevo modo de interpre‑ tar: contener en vez de exteriorizar.

“Ella nos pedía llevar todo hacia adentro. Nada de gestos grandes ni emociones desbordadas.

Siéntelo, pero no lo digas.

Eso fue un reto enorme y me hizo crecer.”

El juego visual de viñetas e inserts —peque‑ ños destellos del mundo interno de Richie— tam‑ bién sorprendió al elenco.

“Era rarísimo leerlos en el guion. Pero entiendes que revelan lo que el personaje no dice en voz alta.”

Convivir con Tessa Ía y Lizeth Selene fue una de las experiencias más cálidas del rodaje.

“Tessa era mi base; ya habíamos trabajado juntos y fue como reencontrar a una amiga. Con Lizeth hicimos clic inmediato. Me llevo dos amigas entraña‑

bles de esta serie.”

Bajo el sol inclemente del desierto, entre calor, risas y silencios, el trío construyó una química palpable en pantalla.

Yellow significa mucho para Saracho: “Es mi primer protagó‑ nico. Le tengo un cariño especial. Pasó tiempo desde que la hicimos, así que verla estrenada en Max es cerrar un ciclo y abrir otro.”

La serie, corta pero intensa, invita a verla sin prisa. “Yo la terminé en un día y dije: nooo, ya la quie‑ ro volver a ver”, confiesa entre risas.

Al final, Yellow es una historia sobre cómo inclu‑ so en medio del desierto interno, alguien puede aparecer para encender una chispa. Sobre cómo la vida puede detenerse… y luego reinventarse.

Saracho lo resume con una claridad luminosa: “La vida es bella, aunque haya oscuridad.

Y Yellow me lo vino a recordar.”

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CINE · TV Y STREAMING · TEATRO · MÚSICA

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Sterlin Harjo vuelve a explorar la memoria histórica de Tulsa en "The Lowdown", protagonizada por Ethan Hawke que reflexiona sobre la verdad, la sanación colectiva y el papel del periodismo frente al poder, a través de un relato pulp que combina humor, misterio y crítica social.

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Por Alejandra Lomelí

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ontar las historias de su comunidad y dar espacio a las complejidades de la experiencia humana define la obra del cineasta y escritor nativo americano Sterlin Harjo. Con su serie debut Reservation Dogs, se ha posicionado como una de las voces más singulares de la televisión contemporánea, una mirada que se extiende también a sus largometrajes documentales, donde reflexiona sobre el lugar y las aspiraciones de los nativos de Oklahoma en el EU de hoy.

La recuperación de la memoria histórica de los pueblos originarios —por más incómoda u oscura que sea— y su representación desde la ficción con rigor, sensibilidad y narrativas atractivas de corte posmoderno forman parte de lo que Sterlin Harjo concibe como un proceso de sanación, impulsado por la necesidad inevitable de enfrentar la verdad.

“Tulsa y Oklahoma en general son territorios muy diversos, pero también cargan con una historia oscura que, para mí, refleja de muchas maneras la historia del país entero. Puedes mi-

rar lo que ocurrió en Tulsa y trazarlo en paralelo con Estados Unidos. Hoy existe ahí un proceso de sanación que nace de contar la verdad sobre ese pasado”, explica el cineasta.

Esa idea de “la verdad” es el pilar sobre el que Harjo construye The Lowdown, su nueva serie de ocho episodios, protagonizada por Ethan Hawke como Lee Raybon, un periodista ciudadano que se autonombró “historiador de la verdad de Tulsa”. Con un tono pulp que oscila entre el drama y el humor, y anclada en la tradición del noir, la serie se adentra en el pasado turbulento de un territorio marcado por intereses políticos y económicos.

“Esta serie habla de los matices de la experiencia humana y también de los lugares, como Tulsa.

De algún modo, es otra forma de sanación. Puede parecer un tema enorme para una serie de televisión sobre alguien que es golpeado por decir la verdad, pero de eso se trata: sanar a través de la verdad y defenderla como una causa noble”, señaló Harjo durante un encuentro especial.

El personaje de Lee Raybon se inspira libremente en la vida y el trabajo de Lee Roy Chapman, amigo cercano del creador.

Chapman fue un periodista ciudadano e historiador cuyos textos en This Land Press transformaron la comprensión contemporánea de la historia racial de Tulsa. A finales de los noventa fundó el Centro de Secretos Públicos, un archivo dedicado a preservar la historia “oculta, descuidada e incomprendida” de Oklahoma.

Harjo lo describe como “una espina clavada para el sistema” y aclara que no buscó contar su historia de manera literal, aunque sí reconoce su influencia decisiva: “Trabajé con Lee Roy un par de años, iba de copiloto en su camioneta blanca grabando videos mientras hablaba sobre la verdad y la defendía en su comunidad. Fue la chispa para crear este personaje.

A él no le importaba el dinero, le importaba la verdad. Yo hago películas y series sobre personas que me inspiran”.

Al fusionar misterio y western, The Lowdown sigue a Lee Raybon, cuya obsesión por la verdad lo

mete constantemente en problemas. Aunque no es un idealista, está decidido a exponer la corrupción que se esconde bajo la superficie de Tulsa. Todo se complica tras la publicación de un artículo sobre la poderosa familia Washberg, coincidente con el sospechoso “suicidio” de Dale Washberg (Tim Blake Nelson). A partir de una serie de pistas dejadas por el propio Dale, Lee investiga las circunstancias de su muerte y descubre que la viuda, Betty Jo (Jeanne Tripplehorn), parece más interesada en su cuñado Donald Washberg (Kyle MacLachlan), candidato a gobernador, que en su esposo fallecido.

Mientras fuerzas influyentes intentan frenar su investigación, Lee también atrae la atención de un personaje enigmático: Marty (Keith David), un hombre elegante y afable que comparte su amor por la literatura y muestra un interés poco habitual en el caso Washberg.

Para Ethan Hawke, quien además de protagonizar la serie funge como productor ejecutivo, The Lowdown busca reivindicar el valor del periodismo en

THE LOWDOWN: DECIR LA 42 |

una era donde todos tienen voz, pero pocos ejercen el rigor informativo: “Hubo un tiempo en que ser periodista era algo honorable y esencial para la sociedad.

Me encanta que desde la primera escena veamos a Lee orgulloso de ser un periodista a la vieja usanza: revisando hechos, línea por línea, pasando noches sin dormir. No quiere escribir en internet que alguien es malo, quiere demostrarlo”.

Hawke subraya además lo complejo que resulta hoy

distinguir la verdad cuando hay intereses económicos de por medio y cuando gran parte de la información circula a través de voces no profesionales: “A la gente no le gusta que se le diga la verdad, incluso cuando es por su propio bien. Muchos se informan a partir de rumores, y eso ha sido un problema constante en la historia de la humanidad”.

Al presentar a Lee Raybon como un catalizador de cambio social, la serie se convierte también en

un homenaje al periodismo. “No es casual que los gobiernos autoritarios intenten controlar las artes: es una forma de silenciar el debate. Siempre he creído que la comunidad artística e intelectual refleja la salud mental de una sociedad.

Cuando es libre y no teme mirar su pasado y su futuro, la sociedad está sana; cuando se oscurece, aparecen los puntos ciegos”, reflexiona Hawke.

Con ecos del cine de los hermanos Coen y una

mirada a esa América profunda donde la ambición y la codicia conviven con personajes excéntricos heredados de la gran novela negra, The Lowdown construye un retrato coral de Tulsa. “Aunque la historia siga a Lee, en realidad habla de la comunidad que lo rodea, de cómo alimenta su curiosidad y lo impulsa a levantarse cada día. Él dice la verdad a su manera e intenta mejorar su entorno a través de su trabajo”, concluye Harjo.

THE LOWDOWN

Dónde ver: Disney Plus

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FALLOUT , EL YERMO COMO HERIDA ABIERTA

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FALLOUT

Distribuidora: Amazon Prime Video

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a segunda tempo‑ rada de Fallout con‑ firma que la serie no estaba interesada en quedarse en la superficie de la nostalgia ni en la espectaculari‑ dad del desastre. Lo que en su primera entrega funcionaba como una carta de presentación —un despliegue visual exuberante, humor negro afilado y una fidelidad casi fetichista al videojuego— aquí se transforma en una reflexión más incómoda y madura sobre el colapso, el poder y la memoria.

El yermo deja de ser un escenario pintoresco para convertirse en una herida que no termina de cerrar.

Narrativamente, la temporada apuesta por una construcción más ambiciosa. Las líneas ar‑ gumentales, antes relati‑ vamente independientes, comienzan a entrelazarse con mayor contundencia, generando fricciones morales y políticas que enriquecen el universo.

Por Carlos Mora El guion entiende que el apocalipsis no es un punto de quiebre, sino un proceso continuo: una serie de decisio‑ nes heredadas, errores sistemáticos y promesas incumplidas que siguen operando décadas des‑ pués de la bomba. En ese sentido, Fallout es menos una historia sobre el fin del mundo que sobre la imposibilidad de empezar uno nuevo.

La crítica al mito del progreso se vuelve más explícita y, al mismo tiempo, más sofisticada.

Las corporaciones, los experimentos sociales y los refugios subterráneos aparecen como extensio‑ nes de una lógica que ya estaba podrida antes del desastre. La serie evita la caricatura fácil y opta por mostrar cómo la obedien‑ cia, el miedo y la fe ciega en los sistemas terminan produciendo violencias más profundas que la devastación nuclear.

El verdadero horror no

proviene de las criaturas mutantes, sino de la nor‑ malización del abuso y la deshumanización.

En el centro de esta temporada está Lucy, interpretada con mayor complejidad por Ella Pur‑ nell. Su arco no se cons‑ truye como una simple caída de la inocencia, sino como una negociación constante entre ética y supervivencia. Lucy no se endurece por completo ni se vuelve cínica; aprende, más bien, a habitar un mundo donde hacer lo co‑ rrecto implica consecuen‑ cias devastadoras. Esa ambigüedad moral es uno de los grandes aciertos de la serie, que se niega a ofrecer héroes puros o villanos absolutos.

En el yermo de Fallout, sobrevivir no es una victo‑ ria. Es una forma de resis‑ tencia precaria, una lucha constante por no olvidar quién se era antes de que el mundo se incendiara… y por decidir si todavía vale la pena recordarlo.

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ADAL RAMONES, LALO ESPAÑA Y GABY PLATAS HABLAN DEL ESPERADO REENCUENTRO DE OTRO ROLLO

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ANI VERS ARIO

ITATÍ CANTORAL ANAHÍ ALLUÉ

MARIANA GAJÁ

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ENROLLADOS: LA GIRA, UN REGRESO NOSTÁLGICO El elenco original de "Otro Rollo" regresa a los escenarios con "Enrollados: La Gira", un espectáculo en vivo que revive los momentos más icónicos del programa. En entrevista con la Revista Cameo, Adal Ramones, Gaby Platas y Lalo España hablan sobre el reencuentro, la fuerza de la nostalgia y el legado de un fenómeno que marcó a toda una generación.

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l clásico que marcó a toda una generación regresa, renovado y ahora en vivo. Enrollados: La Gira reúne, por única vez, al elenco original de Otro Rollo, el icónico late night show que transformó la televisión en México y Latinoamérica.

Durante más de una década, Otro Rollo no fue solo un programa: fue un fenómeno cultural. Con irreverencia, ingenio y una cercanía inédita con el público, redefinió el humor televisivo, lanzó frases que hoy forman parte del lenguaje popular y consolidó a un grupo de comediantes que se volvió entrañable. Con más de 500 emisiones, el programa también destacó por la presencia de figuras internacionales como Brit46 |

Por Carlos Mora ney Spears, Ricky Martin, Christina Aguilera, Will Smith y Backstreet Boys, entre muchos otros.

Ahora, Adal Ramones, Yordi Rosado, Roxana Castellanos, Mauricio Castillo, Gaby Platas y Lalo España se reúnen para una gira especial que recorrerá 18 ciudades con 25 funciones irrepetibles.

El espectáculo revive los segmentos más emblemáticos del programa —El Monólogo, Los Vázquez Boys, Los Mercury, La Carrera de Botargas— con una producción escénica de primer nivel, guiños nostálgicos y un lenguaje actualizado que dialoga tanto con quienes crecieron con el programa como con nuevas generaciones.

“Otro Rollo fue un parteaguas y la química entre nosotros sigue intacta.

Será un reencuentro lleno de humor, complicidad y emoción”, comparte Adal Ramones en entrevista.

Adal: ¿Cómo nace la idea de reunirlos para este proyecto?

La idea salió de una plática muy casual, literalmente brindando en una comida en mi casa.

Fue durante la pandemia y todos decíamos: “Estaría padre”, pero sabíamos que no era el momento.

Ningún teatro iba a abrir.

Después, cuando todo terminó, cada quien estaba ya metido en sus propios proyectos y las agendas no coincidían.

Tiempo después volvimos a tocar el tema en distintas reuniones, hasta que hace menos de un año, en el podcast de Yordi, dijimos: “Ahora

sí, a la fregada, vamos a hacerlo”. La única ventana posible era arrancando el año, bloqueando mitad de enero y todo febrero.

Movimos proyectos, sacrificamos descansos… pero se logró.

La nostalgia juega un papel importante. ¿Cómo lo viven ustedes?

Claro que la nostalgia vende, y hay ejemplos enormes como el 90’s Pop Tour. Normalmente eso pasa mucho con la música, pero aquí es distinto porque somos comedia y televisión. La gente puede ir a ver a Lalo, a Roxana, a Gaby o a mí por separado, pero aquí tienes la oportunidad de vernos a todos juntos, por el mismo boleto, y dentro del universo de Otro Rollo, que marcó una época.

¿Qué significó Otro Rollo en tu vida?

Para mí fue un sueño hecho realidad.

De niño veía programas como los de Johnny Carson o David Letterman y pensaba: “Eso me encantaría hacer”. Pero las cosas explotan cuando formas parte de un todo. Otro Rollo fue ese todo: un grupo que coincidió en el deseo de hacer comedia.

Pasamos de ser prácticamente desconocidos a vivir un boom absoluto. Marcó un antes y un después en mi vida y en mi carrera. Fue un salto cuántico. Por eso este tour tiene tanto sentido: es celebrar al elenco que duró tantos años en televisión y que sigue teniendo una conexión real con el público.

Enrollados: La Gira no es solo un reencuentro: es la celebración de una época que redefinió el humor, la televisión y la manera de conectar con la audiencia. Una oportunidad irrepetible para volver a reír, esta vez en vivo.

ENROLLADOS: LA GIRA

Boletos: www. musicvibe. mx/artistas/ enrolladoso

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espués de más de una década de ausencia, el espíritu de Otro Rollo regresa al teatro con Enrollados: La Gira, un espectáculo en vivo que reúne a su elenco original y confirma que la comedia, cuando nace de la complicidad y la honestidad, no envejece.

Para Lalo España, este reencuentro no solo era inevitable: tenía que suceder en el momento justo.

“Dicen que los tiempos de Dios son perfectos”, confiesa el actor entre risas. El primer intento ocurrió durante la pandemia, en una comida en casa de Adal Ramones que terminó siendo más anecdótica que productiva: todos tenían COVID. Entre copas, bromas y planes lanzados al aire, la idea de volver a juntarse parecía lejana, casi imposible. Tuvieron que pasar cinco o seis años para que ese deseo se materializara en un proyecto concreto.

Hoy, el entusiasmo es real. Enrollados: La Gira nace como una celebración de la nostalgia, pero también como un punto de encuentro entre generaciones. “Cada quien ha seguido su camino”, explica España, “y eso enriquece muchísimo el show”. Gaby Platas, Roxana Castellanos, Mauricio Castillo y el propio Lalo llegan con trayectorias sólidas en televisión, teatro, producción y comedia, listos para aportar su experiencia y conectar con públicos distintos.

El espectáculo combinará sketches, dinámicas y sorpresas. Además, 48 |

buscan sumar a standuperos actuales para abrir las funciones, tendiendo un puente con la comedia contemporánea. “Es un plus muy padre para el público”, asegura. En la escritura participan creativos clave de la historia del humor televisivo, como Claudio Herrera y “El Venado”, lo que garantiza un tono fresco sin perder la esencia que hizo de Otro Rollo un fenómeno cultural.

Para Lalo España, el mayor reto es dialogar con un mundo que ha cambiado radicalmente: redes sociales, influencers, standup y nuevos códigos de humor.

Sin embargo, hay algo que permanece intacto.

“La comedia puede cambiar de forma, pero la esencia es la misma: nos gusta reírnos de la sociedad, ridiculizar nuestros vicios”.

Recuerda sketches clásicos —bochornosos, irreverentes, universales— y está convencido de que hoy provocarían la misma carcajada, incluso en las nuevas generaciones.

Enrollados: La Gira no es solo un reencuentro; es una reafirmación de que el humor sigue siendo un acto colectivo, catártico y profundamente humano. Un regreso esperado, hecho con cariño, oficio y la certeza de que hay risas que nunca pasan de moda.

“LA ESENCIA DE LA COMEDIA SIGUE INTACTA”: LALO ESPAÑA

ENROLLADOS: LA GIRA

Boletos: www. musicvibe. mx/artistas/ enrolladoso

] ablar de Otro Rollo es hablar de una época que marcó a toda una generación, incluso a quienes hoy la redescubren desde YouTube y las redes sociales. Para Gaby Platas, ese fenómeno se

ENROLLADOS: LA GIRA

Boletos: www. musicvibe. mx/artistas/ enrolladoso

entiende mejor ahora que en su momento. “No teníamos conciencia del impacto que tuvo el programa. No había redes, casi no había celulares. Jamás imaginamos que, 20 años después, seguiría vigente y encontrando público nuevo”, comparte con emoción.

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La nostalgia, dice, no solo vende: también conmueve. Y ese sentimiento es el motor que impulsa Enrollados: La Gira, un reencuentro que va más allá del recuerdo televisivo. Volver a compartir el escenario con el elenco original significa reencontrarse como equipo y como amigos. “Me entusiasma muchísimo la idea de la gira. Cuando viajábamos con Otro Rollo era espectacularmente divertido. Pensar en volver a hacerlo, pero ahora en un formato distinto, nos emociona profundamente”, explica.

Para Platas, el teatro abre una conexión distinta con el público, más cercana e íntima que la televisión.

“Antes el foro se llenaba y no cabía más gente. Ahora la posibilidad de compartir un show en vivo, de sentir al público tan cerca, nos tiene verdaderamente conmovidos”.

Además de la nostalgia, el proyecto también invita a mirar hacia atrás desde lo profesional. Gaby reconoce que Otro Rollo fue un punto de inflexión inesperado en su carrera. Aunque comenzó con la idea de desarrollarse como actriz dramática, la comedia llegó casi por accidente. “Entré poco a poco, un día y otro día, hasta que me dijeron ‘¿te quieres quedar?’. Me abrió todo un camino.

Hoy casi todo lo que hago es comedia y me hace muy feliz”.

Ese mismo sentimiento de gratitud atraviesa al resto del elenco. Lalo España, por ejemplo, define su paso por el programa como “una enorme escuela” y un parteaguas que lo ayudó a consolidar su carrera y a ser reconocido por el público.

Así, Enrollados: La Gira no solo revive un clásico: celebra el impacto de un programa que, sin saberlo, se convirtió en un referente cultural. Un reencuentro que confirma que la nostalgia, cuando es auténtica, no solo recuerda el pasado, sino que sigue creando momentos en el presente. | 49

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GABY PLATAS SE REENCUENTRA CON EL PÚBLICO

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MENTIRAS, EL MUSICAL

Dónde ver: Teatro Aldama

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La actriz debuta en "Mentiras", el musical como Lupita, la secretaria. La actriz enfrenta uno de los retos más exigentes de su carrera en el teatro musical, aportando fuerza, humor y una profunda conexión emocional a uno de los personajes más e ntrañables del montaje.

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Fotos y texto Carlos Mora

a trayectoria de Itatí Cantoral suma un nuevo capítulo con su incorporación a Mentiras, donde debuta en el teatro musical interpretando a Lupita, la secretaria, uno de los personajes más queridos y entrañables de esta emblemática puesta en escena que ha marcado generaciones en el teatro mexicano.

La actriz asumirá el papel durante varias funcione, ofreciendo al público una Lupita renovada, cargada de humor, sensibilidad y una poderosa presencia escénica.

Más que una participación especial, este personaje representa para Cantoral un reto artístico profundo y una oportunidad de

conexión directa con el público. Durante la conferencia de prensa, la actriz compartió el significado personal que tiene encarnar a esta figura clave dentro del universo de Mentiras.

“Hacer Lupita es lo mejor que te puede pasar como actriz. Es un personaje que te empodera, que te llena de fuerza, te hace recordar tus momentos difíciles cuando te han roto el corazón y cómo has salido de esas grandes heridas. Te llena de positivismo porque es un personaje que siempre piensa que van a haber tiempos mejores…”, expresó.

Cantoral también habló con franqueza sobre la exigencia vocal y técnica que implica formar parte del montaje, conside-

rado uno de los más complejos del teatro musical en México.

“La obra es súper difícil vocalmente, mucho más de lo que yo me había imaginado. Es un trabajo titánico: cantas muchísimo, haces muchas armonías, y no es como cantar karaoke, sino sostener voces debajo de las demás, lo cual es todo un reto”, confesó.

La actriz profundizó en la esencia de su personaje y en la cercanía emocional que siente con el personaje, al que considera un reflejo de muchas mujeres.

“Lupita es entrañable; una mujer que representa a millones. Una mujer que lucha, trabaja, se equivoca y se vuelve a levantar. Yo la siento como una

Helena de Troya de su época. Tiene un corazón enorme y un espíritu que se mantiene intacto pese a todo lo que vive. Creo que todos tenemos un poco de ella”, señaló.

La llegada de Itatí a Mentiras ha despertado una gran expectativa entre los seguidores del teatro musical y, al mismo tiempo, ha atraído a nuevas audiencias a una obra que suma más de 16 años en cartelera.

Su fuerza interpretativa, disciplina y personalidad aportan una nueva energía a Lupita, sin perder la esencia de un personaje que, desde su creación, ha sido símbolo de humor, ternura y resistencia dentro del teatro mexicano.

UNA NUEVA LUPITA EN MENTIRAS

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¡QUÉ DESASTRE DE FUNCIÓN!: EL ARTE DEL ERROR EN ESCENA

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En entrevista con la Revista Cameo, conversamos con Mariana Gajá, Ahahí Allué y Marco Antonio García sobre el caos y la precisión de "¡Qué desastre de función!".

Fotos y texto Carlos Mora

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n ¡Qué desastre de función!, nada sale como debería… y ahí está su encanto. La comedia clásica de Michael Frayn —madre de las obras sobre el teatro dentro del teatro— llega con una disparatada compañía que intenta montar el vodevil Al desnudo.

Nervios, egos, celos y romances cruzados desatan un caos absoluto que, paradójicamente, exige una precisión milimétrica.

Ahahí Allué lo resume así: “Es una obra donde el público puede espiar por una mirilla lo que nos pasa a los actores cuando no

estamos frente al escenario, sino detrás”. Para ella, el proceso ha sido tan creativo como frustrante, un ir y venir entre el no encontrar nada y el placer de descubrir el camino correcto. Bajo la dirección de Cristian Magaloni, el montaje apuesta por el trabajo en equipo y la apertura a las propuestas del elenco, hasta conformar un verdadero colectivo escénico.

La obra lleva la comedia de puertas a extremos de locura cuidadosamente calculados. “No es absurdo a la Beckett, pero sí empuja la farsa hasta límites delirantes”, explica Allué, quien interpreta a una ac-

triz atrapada entre celos, confusiones y malentendidos que explotan en el backstage. Su experiencia personal —haber trabajado con una pareja sentimental en escena— alimenta la verdad emocional del personaje: “Que no te miren a los ojos duele; es violento.

Eso lo encontré aquí y se lo presté al personaje”.

Por su parte, Marco Antonio García encarna a un actor veterano, entrañable y vulnerable, invitado a un proyecto que ya no lo esperaba. Con problemas de memoria y oído, su personaje transita la casa de un actor alcohólico, siempre al borde del desastre.

“Es un personaje querido, al que todos cuidan”, dice García, consciente de que la comedia también se sostiene en la empatía.

El resultado es un espectáculo que hace reír tanto al público general como a la gente de teatro, porque reconoce —con cariño y ferocidad— los accidentes, rituales y fragilidades del oficio. ¡Qué desastre de función! se presenta en el con funciones viernes (una), sábado (dos) y domingo (una), en el Teatro Jorge Negrete una corta temporada hasta el 28 de diciembre. Una invitación a reírse del caos… perfectamente ensayado.

¡QUÉ DESASTRE DE FUNCIÓN!

Dónde ver: Teatro Jorge Negrete

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MARIANA GAJÁ Y LA PRECISIÓN DEL CAOS

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n ¡Qué desastre de función! (Noises Off), la legendaria comedia de Michael Frayn, el error no solo es parte del juego: es el corazón del espectáculo. Para Mariana Gajá, formar parte de este montaje es entrar a la “madre” de las obras que exploran el teatro dentro del teatro, una pieza tan influyente que, como ella misma recuerda, incluso inspiró la creación de La obra que sale mal.

Gajá confiesa que su primer encuentro con el texto no fue en el escenario, sino en el cine. Descubrir la versión cinematográfica cuando aún estudiaba teatro fue revelador: una comedia desbordada que retrata, con precisión y humor, la locura de montar una obra y sobrevivir a la función. “Para quienes hacemos teatro es imposible no reconocerse”, dice.

La puesta en escena juega con múltiples capas de ficción. El público ve Al desnudo, la obra que los personajes intentan montar, pero también observa a los actores lidiar con egos, accidentes y conflictos tras bambalinas. En ese entramado, Mariana interpreta a Brenda, una actriz que a su vez encarna a Flavia, mientras la realidad del ensayo y la dirección se cuelan constantemente en escena. “Se crean dos —a veces tres— mundos a la

vez. Es una teatralidad muy interesante”, explica.

A diferencia de la tradición más realista del teatro mexicano, ¡Qué desastre de función! exige un rigor técnico extremo. Es una comedia inglesa, construida como un reloj: cada movimiento, caída y silencio están coreografiados al milímetro. Bajo la dirección de Cristian Magaloni, el elenco ha trabajado desde la precisión física antes que desde la emoción interna.

“Apréndanse la coreografía y luego aparecerán los personajes”, resume Gajá.

Para la actriz, este regreso a la técnica ha sido tan demandante como revitalizante. Pensar desde el cuerpo, sudar cada función y confiar en la mecánica escénica le ha abierto otra forma de bordar personajes. “Es un trabajo muy chingón. Te obliga a ponerte la pila y a aprender de otra manera”, afirma, entre risas, asegurando que ya no necesita pagar el gimnasio.

Más allá del reto escénico, Gajá destaca la convivencia horizontal del proceso creativo y el profesionalismo del elenco.

Propuestas van y vienen, se escuchan todas, pero hay una guía clara. El resultado es una comedia que celebra el error, el oficio y la pasión por el teatro.

Porque cuando todo sale mal… es cuando mejor funciona. | 53

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FOTOS CARLOS MORA

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ANTÍGONA GONZÁLEZ DÓNDE: Teatro El Milagro Del 15 al 25 de enero de 2026

ANTÍGONA GONZÁLEZ: ENTRE LA AUSENCIA Y LA RESISTENCIA ANTÍGONA GONZÁLEZ me atravesó como pocas obras lo han hecho. Es un lamento hecho palabra, un eco de los que han desa‑ parecido y un espejo doloroso de la violencia que atraviesa México.

Inspirada en la tragedia de Sófocles, la historia de Antígona se vuelve cercana y tangible: la seguimos buscando a su hermano entre nombres, historias y ausencias, y con cada búsqueda sentimos la magnitud de una trage‑ dia que no cesa.

El monólogo de Marina de Tavira lo hace

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aún más conmovedor.

Su voz, sus silencios y su entrega convierten cada palabra en un acto de memoria y resistencia.

Ella encarna no solo a Antígona, sino también a todas las madres y familiares que buscan incansablemente a sus seres queridos desapa‑ recidos, transformando la angustia y la esperan‑ za en un canto colectivo.

El lenguaje fragmen‑ tario y poético de Sara Uribe refleja la memoria rota de quienes han perdido a sus seres queridos, pero también es un acto de justicia y denuncia. Cada verso

y cada testimonio nos recuerda que la indi‑ ferencia es otra forma de violencia, y que los desaparecidos siguen vivos en la memoria de quienes los buscan y los recuerdan.

Antígona González duele y grita, pero tam‑ bién ilumina. Nos invita a sentir, a recordar y a acompañar, reconocien‑ do la fuerza de quienes no se rinden frente a la ausencia. La obra es un homenaje a la resisten‑ cia, a la memoria y a la esperanza, y demuestra el poder de la literatura y el teatro para dar voz a lo que no podemos olvidar.

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DANIELA LUJÁN Y LA MAGIA NAVIDEÑA DE BROADWAY La actriz vuelve al teatro musical con "Una navidad rspectacular en Broadway", un concierto que une la Navidad con la magia de Broadway.

Foto y texto Carlos Mora

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que, aunque cercanos, rara vez se cruzan de esta manera: las can‑ ciones tradicionales de Navidad y los grandes números del teatro musical. “Es una cosa un poco atrevida”, explicó Daniela. “Son las canciones navideñas llevadas ha‑ cia Broadway, hacia el espectáculo, y al mismo tiempo canciones de Broadway llevadas a la Navidad”.

El resultado, asegura, es un montaje dinámico, divertido y con una identidad propia. “Siento que es un espectáculo único, pensado para todo el público”, afirmó. Más allá del virtuosismo vocal o del despliegue escénico, el show bus‑ ca conectar emocionalmente con la audiencia y recordarle el poder de la música para generar comu‑ nidad y alegría, especialmente en una época tan cargada de simbo‑ lismo como la Navidad.

Daniela también reflexionó sobre la importancia de Broadway y del teatro musical como motores de sueños para quienes se dedican a las artes escénicas. “De alguna manera, Broadway es el primer lugar que nos enseñó a soñar a muchos de los que hacemos esto”, dijo, reconociendo la influencia que este tipo de espectáculos ha tenido en varias generaciones de intérpretes.

Con la obra que se presenta en el Teatro Hidalgo, Luján reafirma su lugar en el teatro musical y regresa al escenario desde un espacio de madurez, gratitud y entusiasmo.

El concierto se presenta como una celebración colectiva: del talento, del trabajo artístico y de la posibi‑ lidad de seguir soñando a través de la música y el teatro, justo en el momento del año en que la magia parece estar más viva que nunca.

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aniela Luján vuelve a los escenarios teatrales con un proyecto que celebra la música, el trabajo en equipo y la magia del espectáculo en vivo. La actriz y cantante forma parte de Una Navidad Espectacular en Broadway, un concierto que reinventa el espíritu decembrino a través del lenguaje del teatro musical, mezclando clásicos navi‑ deños con el estilo, la energía y el brillo característicos de Broadway.

Durante la presentación del proyecto, Daniela no ocultó la emoción que le provoca este re‑ greso. “Para mí es un honor estar aquí”, expresó, subrayando lo sig‑ nificativo que resulta integrarse a un elenco tan sólido y diverso.

Para Luján, compartir escenario con artistas de distintas trayecto‑ rias representa una experiencia profundamente enriquecedora: “Es increíble verlos trabajar, ver sus procesos creativos de cerca, su disciplina y su entrega. Todo eso te inspira y te recuerda por qué amas tanto este oficio”.

La actriz habló también del valor simbólico que tiene este reencuentro con el teatro musi‑ cal, un género que ha marcado su carrera desde muy joven. “Me hace muy feliz cerrar ese círculo y que por fin podamos trabajar juntos”, comentó, dejando claro que este proyecto no es solo un trabajo más, sino un momento de plenitud artística. Con optimismo, añadió: “Ojalá que sea el primero de muchos”, en referencia a futu‑ ras colaboraciones.

Una Navidad Espectacular en Broadway destaca por su pro‑ puesta poco convencional. El concierto juega con dos universos

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ARDE TODO MIENTRAS CANTA: EL FUEGO QUE SE HEREDA

FOTOS CARLOS MORA

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ARDE TODO MIENTRAS canta se inscribe en la tradición de la tra‑ gedia familiar para revi‑ sitarla desde un lenguaje escénico contemporá‑ neo, áspero y contenido.

La obra no busca el golpe espectacular, sino una combustión lenta: la de los vínculos marcados por la violencia, el poder y los silencios heredados.

La historia de Robert (Hamlet Ramírez) y Miky (Pablo Villegas), herederos de un negocio manchado de sangre, se articula a partir de un re‑ greso imposible: Robert vuelve tras su supuesto funeral para descubrir que todo ha cambiado y, al mismo tiempo, nada lo ha hecho. El matrimonio de Miky con Karen (Luz Olvera), una mujer muda, y el control absoluto que ejerce Jana

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(Claudia Lobo) sobre la familia y los negocios, configuran un tablero donde la catástrofe no es un desenlace, sino una presencia constante.

Uno de los mayores aciertos de la puesta es su manejo del silencio como dispositivo dra‑ mático. El mutismo de Karen no funciona como un rasgo anecdótico, sino como una metáfo‑ ra potente de aquello que la familia se niega a nombrar. Su cuerpo y su presencia tensionan la escena y confrontan al espectador con la vio‑ lencia que se normaliza cuando se calla.

La dirección apues‑ ta por una atmósfera oscura y opresiva, donde cada pausa y cada des‑ plazamiento refuerzan la sensación de amenaza latente. No hay espacio

para la redención fácil: la obra avanza como un ritual de desgaste, en el que los personajes parecen condenados a repetir un ciclo que los precede.

En ese sentido, Jana se erige como una figura central del poder, una madre que no protege, sino que administra el daño con frialdad estratégica.

En el trabajo actoral destaca la contención.

Hamlet Ramírez constru‑ ye un Robert quebrado, marcado por la ausencia y el trauma, mientras Pablo Villegas dota a Miky de una ambigüedad inquietante, siempre al borde entre la lealtad y la traición. Claudia Lobo impone presencia y autoridad, encarnando una matriarca tan eficaz como implacable.

ANIV E R S AR IO

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EMPIRE OF THE SUN ADRIEL FAVELA

JULIETA VENEGAS MÚSICA QUE DEJA HUELLA EN EL CINE

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Julieta Venegas y el cine LAMÚSICACOMO REFUGIO DE LA MEMORIA

En entrevista con la Revista Cameo, la cantautora reflexiona sobre la música como acompañante emocional del cine, a propósito del filme "Quemar las naves", que celebra 20 años de su estreno, y de cómo una canción puede convertirse en memoria viva de una historia.

Por Carlos Mora

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ara Julieta Venegas, la música dentro del cine no siempre necesita ocupar el centro de la escena para ser fundamental. A veces basta con estar ahí, acompañando, sosteniendo lo emocional, dejando una marca casi invisible pero profunda. Esa certeza volvió a hacerse presente recientemente durante los premios Ariel 2025 en Puerto Vallarta, cuando al interpretar “Me Van A Matar” —tema inevitablemente ligado a Amores perros—. No fue solo la canción, sino todo lo que representa: una época, una película icónica y una manera muy particular de entender el cine mexicano, donde la música se vuelve parte del imaginario colectivo.

Esa relación orgánica entre canciones e historias cinematográficas atraviesa también su participación en Quemar las naves, la película de Francisco Franco que este año celebra dos

décadas de su estreno.

En ella, Julieta interpreta “Mi principio”, canción escrita por Joselo Rangel y concebida específicamente para dialogar con el universo emocional del filme.

Lejos de imponerse, la música se integra como un elemento más del relato. “Siento que en esta película mi parte es muy pequeñita —comparte Venegas—, pero también muy bonita. No se trata de protagonizar, sino de formar parte de una historia que alguien más está contando”.

Julieta ha dicho en diversas ocasiones que colaborar con proyectos de cine o teatro le resulta especialmente atractivo porque su trabajo se transforma. Deja de ser una canción aislada para convertirse en un fragmento narrativo, en una pieza que cobra sentido dentro de algo más grande. “Yo no hago música solo por hacerla, sino porque quiero contar algo. Cuando entro a un

proyecto así, soy parte de la historia, y eso me parece profundamente mágico”, explica.

Desde su mirada, el cine es una de las expresiones artísticas más complejas que existen.

“Yo admiro muchísimo a la gente que hace cine — dice—, porque es algo tan complejo como construir un edificio. La música, en comparación, es como construir una casita dentro de ese edificio”.

Esa imagen resume bien su lugar dentro del proceso cinematográfico: una presencia discreta, pero necesaria para dar calidez y sentido.

Al hablar de la permanencia de las canciones en el tiempo, Julieta reflexiona sobre cómo estas dejan de pertenecer a quien las crea una vez que llegan al público.

Cada persona las adopta, las resignifica y las vincula con momentos íntimos de su propia vida. “Eso es lo que más me gusta de las canciones —afirma—.

Tú las sueltas y ya no

son solo tuyas. La gente te regresa algo, porque esas canciones se conectan con sus historias, con lo que han vivido”.

Con el paso de los años, temas como “Mi principio” se transforman, adquieren nuevas lecturas y se vuelven parte de la memoria emocional de quienes las escuchan. “Yo no me canso de esas canciones —confiesa—, aunque no las escuche en mi casa.

Siguen siendo especiales para mí, sobre todo cuando las canto en concierto y veo lo que significan para los demás”.

En un panorama marcado por la inmediatez de las plataformas y el consumo acelerado de contenidos, Venegas se declara optimista, pero también crítica.

Reconoce que hoy todo parece durar menos, que las películas a veces permanecen solo un fin de semana en cartelera y luego se pierden entre estrenos y algoritmos.

Sin embargo, cree firmemente que aún existe la posibilidad de elegir. “Todavía podemos decidir guardar un tiempo para ir al cine, para vivir la experiencia completa, no solo en el cine, sino en todas las artes”, sostiene.

Para ella, el reto está en no convertirse únicamente en consumidores, sino en personas que se permitan percibir, pensar y disfrutar las historias. Esa filosofía también la aplica a la música: prefiere escuchar discos completos, en orden, aunque sea dentro de plataformas digitales, como una forma de resistir la lógica de la novedad constante. “Ese es mi granito de arena”, dice.

Finalmente, Julieta subraya que el vínculo entre música y cine es casi alquímico. Una película puede transformarse por completo gracias a una canción, así como una canción puede adquirir una nueva vida al dialogar con una historia. “La música tiene que ver con lo emocional, con lo que se te queda marcado en algún lugar de la memoria. Si conectas con la historia, la canción se queda contigo”, concluye.

Así, a veinte años de Quemar las naves, la presencia de Julieta Venegas en el cine confirma que algunas canciones no solo acompañan películas: las abrigan, las expanden y las vuelven parte de nuestra propia historia.

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Empire of t he Sun TRANSFORMA EL SIMI FEST 2025 EN UN VIAJE SENSORIAL DE FANTASÍA Y MEMORIA Una presentación de pop electrónico se convirtió en uno de los momentos más memorables del festival, al combinar fantasía visual, nostalgia y una conexión intergeneracional que reforzó su espíritu familiar y celebratorio.

Fotos y texto Carlos Mora 60 |

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a presentación de Empire of the Sun en el Simi Fest 2025 fue uno de esos momentos que redefinen el pulso de un festival. Lejos de funcionar solo como un concierto más dentro del cartel, el dúo australiano convirtió el Autódromo Hermanos Rodríguez en un espacio de evasión colectiva donde la música, la estética y la emoción se alinearon para crear una experiencia inmersiva.

Desde su salida al escenario, Luke Steele dejó claro el vínculo especial que la banda mantiene con México. Con palabras breves pero cargadas de entusiasmo, el vocalista celebró el encuentro con el público y destacó la energía única del lugar, estableciendo desde el inicio una conexión directa y afectiva con los asistentes.

El show reunió a un público notablemente diverso. Familias, jóvenes y seguidores de larga trayectoria compartieron el mismo territorio emocional, muchos de ellos replicando el icónico maquillaje blanco en los ojos que distingue al universo visual de la banda. Can-

ciones como “Walking on a Dream”, “Alive”, “Standing on the Shore” y “We Are the People” funcionaron como detonadores de una nostalgia compartida, capaz de unir a distintas generaciones en un mismo coro.

Uno de los instantes más celebrados llegó cuando Steele dirigió su atención al Súper Simi, ubicado a un costado del escenario, y lo presentó como un invitado especial. El gesto, recibido con aplausos y risas, encapsuló el espíritu del festival: una celebración donde el espectáculo musical convive con el humor, la cultura popular y el entretenimiento familiar.

En el plano escénico, Empire of the Sun reafirmó por qué es considerado uno de los proyectos audiovisuales más sólidos del pop electrónico. El despliegue de sintetizadores envolventes, visuales multicolor y coreografías de estética futurista construyó un relato visual constante, más cercano a una experiencia sensorial que a un concierto convencional. Steele, con sus atuendos metálicos y presencia casi ritual, recorrió el escenario

como un guía simbólico, alternando momentos de introspección con explosiones de energía.

El sonido acompañó con precisión esa propuesta visual. Beats profundos, capas electrónicas limpias y guitarras procesadas envolvieron al público sin perder claridad, demostrando un cuidado técnico que elevó la experiencia en vivo.

Para muchos asistentes, esta fue la primera vez que vieron a Empire of the Sun en directo, lo que añadió un componente de descubrimiento a la noche. Para los fans de siempre, el concierto fue una confirmación de la vigencia del proyecto y de su fidelidad a una estética que ha sabido mantenerse reconocible sin volverse estática.

Dentro del Simi Fest 2025, la actuación del dúo australiano destacó no por su posición en el programa, sino por su capacidad de crear un espacio propio: un territorio donde la fantasía pop, la nostalgia electrónica y la celebración colectiva se encontraron. Más que un momento aislado del festival, fue una experiencia que dejó huella en su identidad.

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ADRIEL FAVELA, DE REGRESO AL ORIGEN

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l regional mexicano continúa renovándose a través de colabora‑ ciones que expanden sus límites sonoros y culturales. Una de las más comentadas del momento es la que encabeza Adriel Favela, quien presenta Cobra, un proyecto que marca un regreso consciente a sus raíces, pero desde un lugar de madurez personal y artística.

En encuentro con medios en la Ciudad de México, Favela habló de este nuevo álbum como el resultado de un proceso largo y profundamente introspectivo. Tras un pe‑ riodo de silencio musical, el cantautor sinaloense explica que la pausa fue ne‑ cesaria para reencontrarse consigo mismo y construir un material honesto.

“Hubo un espacio amplio de no sacar música, todo fue parte del proceso que conlleva este nuevo pro‑ ducto que se llama Cobra”, compartió.

Cobra llega cargado de matices, colores y cola‑ boraciones puntuales. A diferencia de proyectos anteriores, Favela decidió reducir la cantidad de feats

El cantante regresa a sus raíces con "Cobra", un álbum honesto que refleja madurez, identidad y una nueva etapa en el regional mexicano.

Fotos y texto Carlos Mora

para que cada uno tenga un peso narrativo claro y funcione como antesala de lo que viene después.

Entre las colaboraciones destacan Calle 24, Gabito Ballesteros y el tema “Sucio Dom”, junto a Dominik Mysterio, que ya se perfila como una de las más co‑ mentadas por su impacto cultural.

Más allá de lo musical, Favela subraya que su concepto de “esencia” va mucho más allá de la imagen. “No hablo solo de cómo vistes o cómo te ves, sino de lo que estamos haciendo culturalmente, de dónde venimos y a dónde queremos llegar con el mensaje”, explicó. En ese sentido, el álbum retoma sonidos norteños clásicos —tuba, acordeón, guitarras y cierres dramáticos— que formaron su carrera, pero reinterpretados desde un

Adriel más sólido y cons‑ ciente.

Sobre “Sucio Dom”, el cantante reveló que fue un proceso complejo y emo‑ cionalmente intenso. La colaboración nació desde una amistad genuina y una identificación profunda con la experiencia mexi‑ coamericana. “Ya no era solo Adriel Favela con un tema; se convirtió en una puerta de oportunidad cultural para nuestro públi‑ co latino, en un momento muy difícil en Estados Unidos”, afirmó, orgulloso de haber participado en lo que considera un partea‑ guas simbólico dentro del género.

Favela también se mostró abierto a seguir rompiendo esquemas, incluso fuera de la música.

Aunque bromeó con la idea de subirse al ring junto a Dominik Mysterio, dejó cla‑

ro que la lucha libre es un arte que merece respeto y preparación.

En lo personal, el artista describió 2025 como un año de “limpia” profunda.

Reconoció haber atravesa‑ do momentos de depre‑ sión, reestructuración y pérdida de equipo, pero aseguró que hoy se siente en paz y con una fe reno‑ vada. “Me estoy abriendo como nunca antes y me siento muy bien conmigo mismo”, confesó, señalan‑ do que esta honestidad atraviesa todo lo que viene en su carrera.

De cara a 2026, Adriel Favela promete una etapa intensa: presentaciones en México, una conexión más directa con su comunidad y, tras Cobra, un disco com‑ pletamente en solitario, íntimo y empático. “Quiero que me conozcan como soy realmente, sin presión, sin máscaras”, concluyó.

Con Cobra, Adriel Favela no solo reafirma su lugar dentro del regional mexi‑ cano contemporáneo, sino que se posiciona como una de las voces que empujan al género hacia una evolu‑ ción más libre, auténtica y profundamente humana. | 63

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F E S T I VA L C I N E DE TIJUANA NACE UN NUEVO POLO DEL CINE MEXICANO

Por Alejandra Lomelí

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n un ambiente vibran‑ te y festivo se celebró la primera edición del Festival de Cine de Tijuana (FCTJ), que durante cuatro días tuvo como sedes la Casa de la Cultura de Playas de Tijuana y Cinépolis Playas. Con la participación de cineastas como David Pablos, Juan Mora Catlett, Rigoberto Perezcano y Roberto Fiesco, así como de la productora Martha Sosa, y de invitados de la talla de Silve‑ rio Palacios, Hoze Melendez,

Gustavo Sánchez Parra, Natalia Plascencia, Jaime Jasso, Elena Fortes, Adrián Durazo, el FCTJ se posicionó como una nueva plataforma clave para el cine nacional.

A través de proyecciones, conversatorios, clases magistra‑ les y mentorías, el festival creó un espacio de encuentro entre el público y los realizadores emergentes, dando forma a una red creativa y de reflexión que marcó el inicio de su consolida‑ ción como el principal esca‑

parate cinematográfico de la frontera norte.

El Festival de Cine de Tijuana cerró su primera edición con una clara vocación de creci‑ miento y con el compromiso de fortalecer la profesionalización del cine en Baja California. Su curaduría, enfocada en pro‑ puestas transgresoras y de alto contenido social, sentó las bases de un proyecto que aspira a convertirse en uno de los refe‑ rentes en el circuito de festiva‑ les cinematográfico del país.

LOS GANADORES DE ESTE AÑO SON: COMPETENCIA DE CORTOMETRAJE UNIVERSITARIO

Mejor Cortometraje y Premio del Público Domingo Familiar, de Gerardo del Razo Centro de Capacitación Cinematográfica A.C.

MEJOR DIRECCIÓN

Casa Chica, de Lau Charles Centro de Capacitación Cinematográfica A.C.

Mención Honorífica en Dirección de Cortometraje

¿Algún día nuestro cuerpo nos pertenecerá?, de Karla Lucía Paquini Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP)

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PREMIO PLATAFORMA NORTE

Se premiaron 2 proyectos, dividiendo el estímulo en 125 mil pesos para cada ganador.

Rancheros, presentado por José Rodrigo Álvarez Flores Como muere un hombre, presentado por María Fernanda Carrillo Solís

PREMIO A LA TRAYECTORIA

Héctor Villanueva, catedrático y cineasta tijuanense.

DOS PROYECTOS GANADORES EN PLATAFORMA NORTE

Una de los objetivos del FCTJ es impulsar la creación y producción de largometrajes a través de su programa Plataforma Norte. Este año se recibieron ocho proyectos en desarrollo, los cuales participaron en una mesa de trabajo impartida por la productora Elena Fortes y Juan Carlos Ayvar, Subdirector de Producción y Servicios Técnicos del CCC. De acuerdo a la convocatoria tan solo un proyecto sería el ganador de un estímulo económico de 250 mil pesos, no obstante, al concluir la sesión se acordó que serían 2 proyectos los beneficiados, dividiendo equitativamente el premio, esto debido a la calidad de ambos proyectos y a su exitosa sesión de pitching.

Los proyectos ganadores fueron: Rancheros, presentado por José Rodrigo Álvarez Flores, y Como muere un hombre, presentado por María Fernanda Carrillo Solís.

PUNTO DE ENCUENTRO QUE TRASCIENDE FRONTERAS

El FCTJ fue el foro perfecto para recibir al talento tijuanense que trabaja en la industria cinematográfica nacional e internacional en una manera de reconocer su profesionalización y ser el espacio para mostrar sus nuevos trabajos cinematográficos. Además de David Pablos, el FCTJ contó con la participación de Hoze Meléndez, quien compartió su experiencia como actor y director al filmar su cortometraje Ángel en Baja California. El director de fotografía Adrián Durazo presentó la película ecuatoriana Hiedra, ganadora de Mejor Guion en la sección Orizzonti del Festival de Cine de Venecia 2025 y donde fue el encargado de la fotografía. La productora Cristina Velasco se mostró emocionada de regresar a Tijuana a presentar junto a Rigoberto Perezcano la película Los amantes se despiden con la mirada.

EL RECONOCIMIENTO A JUAN MORA Y HÉCTOR VILLANUEVA, FIGURAS QUE SEMBRARON LA PASIÓN POR EL CINE EN TIJUANA

Uno de los mensajes clave del FCTJ es que el cine transforma, no sólo a través de la actividad lúdica de ver una película, sino también por medio de la enseñanza, en este sentido, se reconoció el rol de dos figuras trascendentes en la profesionalización de generaciones de realizadores, analistas y promotores culturales tijuanenses que han sido formados por Héctor Villanueva, docente y cineasta bajacaliforniano, y el cineasta Juan Mora Catlett. Ambos han contribuido a promover un pensamiento crítico y analítico del cine en la región, así como a la creación de una comunidad interesada en llevar un cine diferente y transgresor hasta la frontera norte.

UNA CLAUSURA CON UN MENSAJE DE DESENTRALIZACIÓN, CONTINUIDAD Y ACCIÓN

Celebrando la red de colaboración creativa e intercambio binacional entre público y realizadores que se consolidó a lo largo de cuatro días, la primera edición del FCTJ concluyó comprometiéndose a continuar fortaleciendo su plataforma hasta llegar a posicionarse como uno de los festivales referentes del país. Con un mensaje poderoso de desentralizar los espacios de encuentro fílmico y haciendo un llamado a crear un cine que construya identidad a través de contenidos que reflejen el heroísmo cotidiano, el festival se despidió con la promesa de hacer que el cine hecho desde la frontera resuene en todo el país.

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L O S M E J O R E S M O M E N TO S D E L F C TJ

EL REGRESO DE DAVID PABLOS A SU CIUDAD NATAL

La inauguración del Festival de Cine de Tijuana estuvo marcada por la emoción del reencuentro, ya que significó también el regreso del director David Pablos a su ciudad natal. Siendo el invitado destacado del FCTJ, el tijuanense presentó su película En el camino, ganadora de Mejor Película de la sección Orizzonti del Festival de Cine de Venecia 2025, y siendo el segundo festival nacional que la exhibe después del Festival de Cine de Morelia. Pablos se mostró emocionado de regresar y poder mostrar su película al público tijuanense, en compañía de sus actores protagónicos y de la directora de fotografía Ximena Amann. Además, se dijo complacido de que la ciudad al fin cuente con un evento de este nivel, “esta es la ciudad que me formó, así que es muy confortable que ya hay un festival de cine”, expresó.

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LA NAVIDAD SUENA MEJOR CON

SONOS

SONOS ROAM 2

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DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN

La Sonos Roam 2 es una bocina compacta y muy portátil, con un diseño triangular que facilita colocarla en dife‑ rentes posiciones y meterla en mochilas o portavasos fácilmente. Su construcción es resistente y ligera, lo que la hace ideal para llevarla a exteriores, viajes o usarla en casa sin problemas. Resistente al agua y al polvo, perfecta para ambientes al aire libre (playa, piscina, jardín) o lluvia lige‑ ra. No incluye gancho integrado, aunque muchas fundas de la generación anterior son compatibles para transporte adicional.

CALIDAD DE SONIDO

A pesar de su tamaño compacto, la Roam 2 ofrece un sonido sorprendentemente claro y balanceado, con bue‑ na definición de medios y agudos, así como graves más sólidos de lo que cabría esperar en una bocina pequeña.

Al usarla dentro de casa y al aire libre, el audio se aprecia potente y claro, aunque como cualquier bocina portátil, puede quedarse corta si buscas volumen muy alto para fiestas grandes. Sonos integra ajuste automático Trueplay, que adapta el sonido al entorno para mejorar la experiencia auditiva según dónde esté colocada.

CONECTIVIDAD Y FUNCIONES

La Roam 2 es muy versátil en conexiones: Bluetooth — para uso rápido en exteriores o sin red.

Wi‑Fi — permite integrarla a una red doméstica y usarla como parte de un sistema Sonos con reproducción desde múltiples servicios, control por app y agrupación con otras bocinas Sonos.

AirPlay 2 y asistentes de voz — compatible con Apple AirPlay 2 y control por voz (Alexa/Google en algunos modos).

Los botones físicos/táctiles facilitan el control sin depender siempre del teléfono.

BATERÍA

La batería dura hasta unas 10 horas de reproducción continua con una sola carga, lo cual es sólido para una bocina de este tamaño y suficiente para un día de parque, viaje o rutina diaria.

Se carga vía USB‑C, y la puedes recargar con cualquier adaptador compatible.

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SONOS ACE Y ROAM 2:

LOS REGALOS DE NAVIDAD QUE TODOS DESEAN

SONOS ACE

DISEÑO Y COMODIDAD

Los Sonos Ace son auriculares over‑ear (diadema cerra‑ da) con un diseño elegante y minimalista que recuerda a modelos premium de otras marcas. Su construcción es sólida y las almohadillas son muy cómodas, pensadas para sesiones largas sin fatiga, incluso si los usas varias horas seguidas. Están equipados con drivers dinámicos de 40 mm y ofrecen un sonido equilibrado, con medios nítidos y bajos controlados.

Entre sus grandes atractivos está la experiencia de au‑ dio espacial con Dolby Atmos y seguimiento dinámico de la cabeza, que crea una sensación envolvente en películas y series, especialmente si los usas con otros dispositivos Sonos compatibles.

Añaden compatibilidad con audio “lossless” (sin pér‑ didas) por USB‑C o vía Bluetooth con codecs avanzados (como aptX Adaptive y aptX Lossless con dispositivos compatibles).

CANCELACIÓN DE RUIDO (ANC)

Los Sonos Ace incluyen cancelación activa de ruido bastante efectiva, que bloquea una gran parte del ruido ambiental y te permite concentrarte en tu contenido.

También cuentan con un modo “Aware” / transparencia para escuchar lo que ocurre a tu alrededor sin quitarte los auriculares. Algunos comentarios señalan que el aislamiento pasivo no siempre es perfecto en entornos extremadamente ruidosos, aunque la ANC todavía ayuda bastante.

BATERÍA Y CONECTIVIDAD

Hasta ~30 horas de autonomía con ANC activado, lo que es equivalente o mejor que muchos rivales premium.

Carga rápida: con solo ~3 min de carga obtienes varias horas de reproducción.

Conectividad moderna con Bluetooth multipunto (puedes emparejar dos dispositivos a la vez), USB‑C para sonido y carga, y soporte para códecs de alta calidad.

ESTA NAVIDAD, la música se convierte en el regalo perfecto gracias a Sonos. Los auriculares Sonos Ace y la bocina portátil Sonos Roam 2 destacan como opciones ideales para quienes buscan tecnología, diseño y calidad de sonido en un solo regalo. Los Sonos Ace ofrecen una experiencia premium con cancelación activa de ruido, audio espacial con Dolby Atmos y hasta 30 horas de batería, combinando confort y estilo para disfrutar de largas sesiones de música, películas o series. Su diseño elegante y almohadillas cómodas los hacen perfectos para cualquier usuario exigente. Por su parte, la Sonos Roam 2 es la bocina portátil que acompaña a todos lados.

Gracias a su resistencia al agua y al polvo (IP67), conectividad por Bluetooth y Wi‑Fi, y ajuste de sonido automático mediante Trueplay, se adapta a cualquier entorno y asegura un audio claro y potente, tanto en interiores como al aire libre. Con estos dispositivos, Sonos ofrece regalos que van más allá del entretenimiento, convirtiendo la música en una experiencia compartida y memorable. Esta Navidad, Sonos demuestra que la combinación de innovación, diseño y calidad puede ser el detalle perfecto para sorprender a tus seres queridos.

Los Sonos Ace son auriculares premium muy com‑ pletos: cómodos, con excelente batería, ANC sólido y soporte de audio espacial que los hacen especialmente atractivos para películas, series y contenido con sonido envolvente. Su integración con el ecosistema Sonos y las funciones avanzadas aumentan su valor si ya tienes otros dispositivos de la marca.

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ESTUDIOS CHURUBUSCO Y SUS TRABAJADORES DÓNDE: las rejas del Bosque de Chapultepec Disponible hasta el hasta el 25 de enero de 2026.

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LA MEMORIA DE CHURUBUSCO EN EXPOSICIÓN Fotos y texto Carlos Mora EN LAS REJAS del Bosque de Chapultepec se inauguró la exposición Estudios Churubusco y sus trabajadores.

80 años materializando historias, una muestra que rinde homenaje a la historia y al trabajo humano detrás de uno de los pilares del cine mexicano. La exposición forma parte de los festejos por los 80 años de los Estudios Churubusco, está integrada por 56 fotografías que documentan desde la construcción de los Estudios Churubusco hasta escenas cotidianas de sus trabajadores, rodajes de películas filmadas en sus foros y momentos de detrás de cámaras.

Estudios Churubusco y sus trabajadores.

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Dinorath Ramírez, directora del CCC; Daniela Alatorre, directora del IMCINE; Claudia Curiel de Icaza, Secretaría de Cultura; Marina Stavenhagen, directora de la Cineteca Nacional y Cristián Calónico Lucio, director de Estudios Churubusco.

BALANCE CINEMATOGRÁFICO 2025: CUANDO EL CINE SE HACE COLECTIVO Foto y texto Carlos Mora

UN AÑO DE CONSOLIDACIÓN PARA LA CINETECA NACIONAL

EL CCC TRAZA UNA NUEVA RUTA PARA LA FORMACIÓN

MARINA STAVENHAGEN, directo‑ ra de la Cineteca Nacional, presentó un balance anual que confirma el papel central de la institución en la preserva‑ ción, exhibición y formación de públi‑ cos para el cine en México. Destacó el trabajo de su equipo y el fortalecimien‑ to de los dos pilares de la Cineteca: el resguardo del patrimonio fílmico y la exhibición cinematográfica. En 2025, la Cineteca contó con 30 salas y dos foros al aire libre en sus tres sedes, que en conjunto recibieron cerca de 1.35 millones de espectadores, un 5% más que el año anterior. La apertura total de la Cineteca Nacional Chapultepec fue uno de los hitos del año, con más de 119 mil asistentes desde agosto.

Durante el año se estrenaron 218 películas, 77 de ellas mexicanas. Soy Frankelda, de los hermanos Ambriz, se convirtió en la cinta nacional más vista en la historia de la Cineteca. Además, se realizaron retrospectivas, ciclos internacionales y actividades académi‑ cas gratuitas, así como una amplia labor de descentralización cultural en 26 estados del país.

LA DIRECTORA general del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), Dinorath Ramírez, encabezó un encuentro en el que destacó la celebra‑ ción de los 50 años de esta institución clave para la formación cinematográfica en México. Subrayó que gran parte de quienes integran hoy el sector audiovi‑ sual del país se formaron en sus aulas, lo que confirma el legado y la vigencia del CCC como impulsor del cine nacional.

Ramírez reconoció la responsabilidad que implica dirigir una escuela con tal trayectoria, pero aseguró que el CCC cuenta con una comunidad sólida y participativa. En ese sentido, anunció como uno de los ejes centrales la innovación académica y la actualización de los planes de estudio, en diálogo constante con docentes, estudian‑ tes, egresados y profesionales del medio, para garantizar una formación pertinente y actual. Uno de los avances más relevantes es la firma del convenio con la Secretaría de Educación Pública, que reconoce oficialmente al CCC como una escuela pública dentro del Sistema Educativo Nacional.

IMCINE CONSOLIDA AVANCES DEL CINE DANIELA ALATORRE, directora general del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), presentó los principales logros del cine mexicano en 2025, destacando el fortalecimiento institucional y la definición de una ruta estratégica rumbo a 2030. Entre los avances sobresale un ejercicio integral de planeación estratégica, la renova‑ ción de la identidad visual del instituto, la actualización del sitio web y un plan de modernización tecnológica a corto y mediano plazo, así como la apertura de espacios de diálogo, escucha y participación con la comunidad cine‑ matográfica. En materia de apoyos, 2025 marcó un incremento histórico de 115 millones de pesos —más del 16%— en estímulos al cine, además de la actualización de los montos tope por proyecto y la renovación de reglas de operación para garantizar mayor transparencia y equidad. A través de FOCINE y estímulos fiscales, se ampliaron apoyos a largometrajes, cortometrajes y animación, con resul‑ tados contundentes: 205 proyectos apoyados de 30 estados del país.

ESTUDIOS CHURUBUSCO, ENCUENTRO DEL CINE CRISTIÁN CALÓNICO Lucio, direc‑ tor de Estudios Churubusco, destacó que uno de los principales objetivos de su gestión ha sido convertir a los es‑ tudios en un punto de encuentro para la comunidad audiovisual, meta que —aseguró— se ha cumplido a lo largo del año. Foros de diálogo, encuentros de industria, actividades de networ‑ king, exhibiciones y convenciones han tenido lugar en sus instalaciones, consolidando a Churubusco como un espacio vivo para el intercam‑ bio creativo y profesional del cine mexicano.Se suman festivales que han adoptado a Churubusco como sede, visitas guiadas con alta demanda y la celebración del 80 aniversario del complejo, con más de 15 eventos culturales, homenajes a sus trabajado‑ res, publicaciones, conciertos fílmicos y exposiciones artísticas. Calónico subrayó también la inversión federal de 268 millones de pesos para un plan de modernización a cuatro años, que incluye renovación de foros, salas de mezcla, áreas digitales y fortalecimien‑ to del laboratorio fílmico.

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EL CASCANUECES ILUMINA EL AUDITORIO NACIONAL Fotos y texto Carlos Mora CADA DICIEMBRE, El Cascanueces vuelve al Auditorio Nacional como una cita ineludible con la emoción, la fantasía y la memoria colectiva, interpretado por la Compañía Nacional de Danza de México. El recinto se transforma en un espacio donde la Navidad adquiere cuerpo y movimiento, y donde la música in‑ mortal de Piotr Ilich Chaikovski guía al público hacia un mundo en el que los sueños todavía tienen el poder de hacerse realidad.

La historia comienza en la víspera de Navidad, en el hogar de Clara, una niña curiosa y sensible que recibe como regalo un cascanueces de madera. Lo que parece un juguete sencillo se convierte en el detonante de una aventura extraordinaria.

Cuando la noche cae y la casa se sumerge en el silencio, los juguetes

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cobran vida, los ratones invaden la sala y el Cascanueces se revela como un valiente príncipe dispuesto a luchar por la imaginación y la es‑ peranza. A partir de ese momento, Clara emprende un viaje onírico que la llevará por paisajes imposibles y reinos mágicos.

La CND da vida a este relato con una interpretación profundamente emotiva, en la que cada paso y cada gesto cuentan la historia sin necesi‑ dad de palabras. El combate contra el Rey Ratón, el viaje al Reino de las Nieves y la llegada al Reino de los Dulces se despliegan con una rique‑ za visual que envuelve al especta‑ dor. Las danzas, llenas de precisión y lirismo, celebran la diversidad, la fantasía y la belleza del movimien‑ to, mientras la escenografía y el vestuario convierten el escenario del

Auditorio Nacional en un auténtico cuento navideño.

Más allá de su deslumbrante puesta en escena, El Cascanueces habla de crecer, de la transición entre la infancia y el despertar de nuevas emociones. Clara no solo atraviesa mundos mágicos: también descubre el valor, la amistad y la ca‑ pacidad de soñar. Esa lectura íntima es lo que hace que, año con año, el ballet siga conmoviendo a públicos de todas las edades.

Asistir a El Cascanueces es partici‑ par en una tradición que se renueva con cada función. Es sentarse en la butaca y dejarse llevar por la música, por la entrega de la CND y por esa sensación de asombro que solo el gran ballet clásico puede provocar.

Una experiencia que trasciende el escenario y se queda en el corazón.

EL CASCANUECES DÓNDE: Auditorio Nacional Boletos en Ticketmaster y en las taquillas del Auditorio Nacional Del 18 al 23 de diciembre de 2025

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GRACIELA ITURBIDE EDITORIAL: RM/Fundación MAPFRE

GRACIELA ITURBIDE: CINCO DÉCADAS DE LUZ Y SOMBRA Fotos y texto Carlos Mora EN UN ENCUENTRO que celebró tanto su tra‑ yectoria como la riqueza cultural de México, la fotógrafa Graciela Iturbi‑ de presentó la reedición de su libro, la artista rememoró sus primeros proyectos, la profunda conexión con los pueblos originarios y la influencia de grandes maestros como Manuel Álvarez Bravo, Francisco Toledo y André Breton, cuyo legado ha marcado de manera indeleble su mi‑ rada única sobre la vida y el entorno mexicano.

El libro, titulado Graciela Iturbide, reúne cinco décadas de imágenes en blanco y negro de la artista, Premio Princesa de Asturias, y representa una nueva edición del estudio más completo hasta la fecha de su obra.

Durante la presenta‑ ción, Iturbide reflexio‑ nó sobre su proceso creativo y los momentos decisivos en la fotografía:

“Tu mente, tu ojo, tu corazón… Cómo Álvaro, un gran maestro y crea‑ dor, siempre me decía: Gracia, hay tiempo, no se apresura. Hay un momento decisivo de la gente, el instante en que aprietas el botón de la cámara”, explicó.

Para la fotógrafa, hay un segundo momento igual de importante: el revelado en el laborato‑ rio, donde descubre cuál es la mejor foto de entre todos sus contactos.

“Me gusta que me puedo equivocar. Todo lo que fotografía es por la sor‑ presa”, aseguró.

Iturbide recordó también su relación con la poesía y la literatura, elementos que conside‑ ra fundamentales para su trabajo: “Quise ser escritora desde niña, pero crecí en una familia patriarcal que no me per‑ mitió estudiar filosofía y letras. Por suerte, pude estudiar cinematografía

y conocer a Manuel Álvarez Bravo, quien me enseñó a combinar téc‑ nica y sensibilidad. Para mí, la fotografía es un do‑ cumento que puede ser antropológico, poético, político… nunca sabes cuál será el resultado de tus imágenes”, afirmó.

Sobre sus exposi‑ ciones internacionales, Iturbide admitió sentirse orgullosa pero también cansada: “Presentar las mismas fotos a veces me da pena, quisiera hacer nuevas cosas.

Cada quien interpreta mi trabajo como quiera, yo interpreto el mundo a mi manera”, dijo.

Entre recuerdos y reflexiones sobre la vida y la muerte, Graciela reafirmó su legado: la capacidad de mirar el mundo con sensibilidad, sorpresa y poesía. “Es‑ cribir con luz”, como ella misma lo definió, sigue siendo su manera de expresar el mundo.

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