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///digas lo que digas
Escribe: Javier Wong Q. / Foto: Macarena Tabja
«En el baile me siento más cómoda» Tati Alcántara no tiene tiempo para casi nada. Salvo la actuación y la danza, que consumen sus horas. Y también prepara uno de los proyectos que más la entusiasman: Broadway, junto a Marco Zunino. La vimos bailar en El gran show y quisimos matricularnos en su escuela de baile. La bailarina de las piernas largas nos recibió en ese templo donde todos parecen ser poseídos por el ritmo de una canción y bailan.
Lo primero que hice en actuación fue Besos robados. Hace siete años. Luego hice algunos papeles chicos en novelas y teatro musical, que es lo que más hago.
Poder meterme en el cuerpo, en al alma de otra persona, eso me gusta de la actuación. Poder entender un poco más la forma, el pensamiento de otras personas y estilos.
En Amor sin barreras hice de puertorriqueña.
Tuve que cambiar mi forma de hablar. Fue un reto gigantesco. Estudié, me metí a Internet para ver que letras no se pronunciaban.
Me encanta la danza contemporánea. Creo que se pueden transmitir muchos sentimientos con ella. Es abstracta, se puede jugar.
La única diferencia entre la danza y la actuación es que en el segundo asunto, se habla. En el baile puedes expresar sentimientos con el cuerpo. En el teatro lo puedes hacer dialogando.
Una vez me bloqueé bailando. Me sentí mareada, fue horrible. No sé qué pasó, estaba muy desconcentrada.
Si no estoy lo suficientemente concentrada, me río. Una vez me paso con Marco Zunino. En Rent, una obra que hicimos hace dos años, nos matamos de risa en el escenario durante una canción romántica.