/// mamás
63
Claudia
Jiménez
En la última edición del Lima Fashion Week, la diseñadora arequipeña presentó su colección pret-a-porter otoño/invierno. Lejos de los flashes y pasarelas, Claudia le hace vestidos a su hija, pero no a su mamá. En cuestión de moda, ambas son muy diferentes.
L
a señora Tania recuerda cuando Claudia jugaba con sus Barbies, cada una tenía un vestido diferente. Con tela y esponjas recortadas, ella les hacía accesorios y vestidos. También recuerda a Claudia a los ocho años. Aquella Navidad, el niño Jesús del nacimiento de su casa no tenía ajuar y ella le propuso a su madre hacerlo. La señora Tania aún lo tiene guardado por lo lindo que quedó. «Yo pensaba que eran juegos de niña, no tenía ni idea que llegaría a tener ese estilo ni lo grande que llegaría a ser», dice la madre.
La señora Tania era una cariñosa ama de casa y se preocupaba mucho porque esté impecable. Se encargaba personalmente de la decoración. Si se aburría del color de una pared la pintaba ella misma y movía los muebles a cada rato. «Tenía la casa hecha un anís», recuerda Claudia. Ella piensa que esa fue una de las razones que la impulsaron a dedicarse a la moda desde muy chica: ver la belleza de esa casa y la dedicación que le ponía su madre. Sin embargo, al momento de vestirse sus estilos son completamente diferentes. La señora Tania busca comodidad, Claudia prefiere los tacos altos y estar
perfecta. «Para mi mamá lo más importante es estar cómoda, con zapatillas y buzo», dice. Es por eso que ha diseñado muy pocas cosas para ella. Claudia es muy estructurada, sus diseños prefieren sacrificar la comodidad por lo femenino, por la elegancia; su madre es todo lo contrario. Sin embargo, al momento que había una reunión ocurría una transformación. Se ponía los tacos para quedar tan impecable como su hogar. A quien sí le ha hecho muchos vestidos es a su hija, Marfil. La pequeña de dos años ha tenido la suerte de vestir un diseño de Claudia Jiménez en su primer año, el segundo y en su bautizo.