Que una revista pretenda tratar el “problema” del Libro podría parecer inusual a un lector incauto, acostumbrado a los magazines fáciles. Pero confiamos en que sea usted un lector más avispa; porque para esta edición nos quitamos las pieles, las plumas, las garras, los picos y los colmillos; ahora usamos tapa dura (o rústica si su bolsillo lo prefiere), engrosamos el taco, revisamos la caja tipográfica, cotejamos pruebas, foliamos índices, insertamos correcciones, negociamos derechos de distribución y revisamos pruebas de impresión. Bueno, no, pero todo eso hace parte del proceso de un libro...